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Representaci6n numérica 1M, | Serra Grabulosa [@ Resumen conceptual ’ {Cudntas horas faltan para las 17:00? ,Qué niimero es mayor. el 989 0 el 4017 Sea facil o dificil respoider ambas preguntas, el concepto de magnitud esta en la base de los procesos que hacen falta pararespondercorrectamente a allas. El concepto de magnitud debe entenderse comoun cancepto que permite cuantificarla realidad, faclitando luna mejor adaptacién al entarno, ya que facilita escoger una u otra opcién en funcién del numero de elementos 0 caleulando el tiempo entre dos hechos. Como sucede con otras funciones cognitivas, el procesamiento numérico dependé de(orrecto funcionamiento de regiones cerebrales especializadas, que son comunes a diversas especies queen el er humano se desarrollan e interactan hasta alcanzar niveles muy superiores a los de otras especies. Alo largo de los diltimos afias se han ido identificando la mayor parte d@iestas regiones cerebrales, en especial gracias a ta incorporacién por parte de la neurociencie de.técniéas no invasivas de visualizacién del cerebro, por ejemplo, la imagen por resonancia magnética cerebral, en Sus modalidades estructural y funcional. Alo largo de este capitulo se estudiarén cudles son las bases cerebrales del procesamiento numérico y se descri- bird un trastorno del aprendizaje en el que se ve afectada la correcta adquisicin de las habilidades aritmaticas, la iscalculia del desarrollo, Objetivos de aprendizaje + Conocer qué capacidad num: ca tienen atra& especies animales. * Conocer cémo se desarralla el procesamiento numérico en el ser humano. + Saber identificar las bases cerebralesde [a representacién numérica, + Describir las principales alteraeiones relacionadas con las lesiones de las regiones cerebrales que sustentan el procesamiento numérico. lH DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES NUMERICAS Ena vida de cualquier persona, los ndmeros la borbar dean constantemente, Los utiliza pata tomar el autobtis ade cuado, para saber el dia y la hora, para ir de compras, para telefonear a sus amigos, para recordar las fechas de aniversa~ rio, ete. Aquello que hace que los nimeros sean tan especiales cs su gran flexibilidad y versatilidad: pueden utilizarse para ‘cualquier cosa imaginable y pueden enconmrarse en cualguter formato: palabras (uno, dos, tes, mil), nimeros ardbigos (1,2, 3,1.000), ndimeros romanos (I lM), patrones en un dado, en las cartas on el dominé, asfcomo también en expresiones aritméticas (3 x5), en procedimientos aritméticos (restar le vvando} 0 en leyes aritméticas (ax? + bx + ¢= 0). Bs evidente, putes, que los nimeros forman parte del dia a dia. ;Dénde se aprende su significado? :Desde qué edad los utiliza la per sona? Hay algiin mecanismo innato que ayude a compren der el significado de los ntimeros? Todas estas preguntas son de dificil respuesta, aunque las investigaciones realizadas en los tiltimos afos, en gran medida gracias al desarrollo de las téenicas de neuroimagen, han permitido responder parcial mente algunos de estos interrogantes. Alligual que sucede con otras capacidades intelectuales, el procesamiento numérico y el céleulo se desarrollan mediante laescolarizacién, de manera que progresivamente se van asu miendo una serte de comperenctas. ahora blen, ceudl es et punto de partida de este desarzollo? Los estudios cientificos recientes parecen indicar que el cerebro del ser humano ya esté preparado desde el nacimiento para distinguir grupos de objetos segtin el nimero de elementos que los forman. Es decir, el ser humano parece disponer de un mecanismo basico de procesamiento numérico, sobre el que posterior- mente se desarrllarén los aprendizajes muméricos y de cdl 517 Seccién V. Especializacién hemiférica y representacién simaélica culo. Este mecanismo innato no es exclusiva del ser humane, sino que también ha sido descrito en otras especies animales, -y neuroanatémicamente depende del surco intraparietal. Las Alteraciones de esta regisn cerebral ocasionan deficit en las capacidades de procesamiento numérico y calcula, como se ha observaco en la discalculia, Alo largo de este primer punto se comentarén las ceracte- risticas del desarrollo de los aspectos basicos de las capacida. des numéricasy del céleulo, sobre las que se trabajarn poste riormente las competencias propias del curriculo escolar. Sentido numérico La cuantificacin de los elementos que forman parte del fentorne es una capacidad hasica na sla del ser humana. sino también de otras especies animales, que conteibuye ala adap. tacién del arganismo a su media, Esta capacidad, denominada sentido numérico © mumerosidad (ruameresity), permite percibit cel nimero de objetos que componen un grupo de forma apro- ximada y distinguir entre «mucho» y «poco». Los estudios realizados hasta la actualidad parecen indicar que este sentido ‘numérico es innato, tanto en el ser humano como en atras especies animales, habiéndose detectado en anfibios, aves y varios mamiferos como log ratones, los delfines y los chim ppaneés (Recuadro 20-1). Aun siendo innato, el sentido numérico se cansolida a lo largo del desarrollo, facilitando el desarrollo de otras habilida ddes numérieas y de célculo. E1 buen funcionamiento del.sen tio numérico implica que: * Se entiende el principio de correspondencia de ho aitno. * Seeentionde que los conjuntos ce elementos tienen propie. dades numéricas, de manera que variandoeste8 conjunts, estas propiedades se modifican (los conjutos creten,. minuyen o se equiparan) + Los conjuntos de elementos no tigen gue ser Visibles, sino que pueden hacer referencia ajelementos auditivos, sens: tivos o abstractos, como las ideas y lostdeseos. * Se pueden identificar peleias éanticades sin necesidad de emplear el cddigo verbal (hasta cuatro elementos). Un hecho de eépecia interés en el estudio de las capacida des numéricas de los animales lo marcé un caballo ale: én, al que se atribuian capacidades aritméticas propias del ser humane, como sumar, restar y multiplicar entre otras. Famoso por suponérsele estas habilidades, era mostrado en lugares pablicos, donde se exhibia ante una rnumerosa audiencia, Cuando su cuidador le pedia que hi- ‘lera una operacién, por ejemplo, umar 3+ 4, él respondia dando 7 caces al suelo, o que sorprendia tanto 2 culdado como espectadares, provacando entusiastas aplausos. No obstante, después de someter al caballo @ un minucioso analisis, se concluyé que las supuestas habilidades del ca- bello Hans eran producto de cémo este percibia las reac~ cones de la audiencia, Por el interés y la polémica que suscit6, se lo bautizo como Clever Hans (Fig. 20-11 y al fe- rnémeno se lo llamé Efecto Clever Hans. Figura 20-1, Etcabatlo Hans en una fotograia tomasa durante une {e Sus representaciones En el ser humano¢éf seftido Rumérico es la base sobre la que se construye una eapacidad! numérica mas comple, de pendiente de la/@scolarizaciOn. Estudios realizados en bebés ya han observaclo ciefto grado de capacidad numérica. No obstanteyeste sehticio numérico basica no explica la comple- jidad del conoeimiento matemstico en los adultos, de manera {que Ja mayor parte de los conocimientos y habilidades se desartollan’@6n la escolarizacién y com la participacién del Tenguaje( cap. 19), TLosbebés de pocos meses tienen atin poco desarrollados Jos sistemas sensoriales, por Io que los estudios que se reali zan con ellos son muy simples. Uno de los mecanismos de aprendizaje wtilizados para ol estudio de la numerosidad en bebés ha sido el de la habituacidn. Tal como hemes visto en el capitulo 16, la habituacién es un tipo de aprendizaje que se manifiesta tanto a nivel sindptico como conductual, siendo considerado un mecanismo con el que se filtran los estos segiin su relevancia y en funcién de la 1 cesidades propias ddl organismo, de manera que permite responder adaptando mejor la conducta del organismo al entorno. Coneretamente, la habituacién se caracteriza por el hecho de que la presenta- dn repettiva det mismo estimulo ocasiona una dismineién de la respuesta a éste “Aprovechando que alos bebés les gusta mirar hacia obje tos y situaciones novedosas y pierden interés si se les pre senta el mismo estimulo repetidamente, la habituacién ha sido utilizada en el estudio de sus capacidades numéricas. EL primer estudio realizado al sespecto fue el de P, Starkey y R. G. Cooper en 1980, quienes abservaron que los bebés de 4 meses ya eran capaces de discriminar si en los estimulos pre. sentados habia 1, 2 03 elementos, Poco después, $.E, Antell y D. P. Keating observaron que los bebés de pacos dias ya feran capaces de discriminar entre dos cantidades relativa- teste peyuetiay. Si se es presentaba una setie de Wes put tos, aunque fuera en diferentes configuraciones, se habitua ban y perdfan el interés. Pero si después se presentaba un cestimulo de dos puntos recuperaban el interés (se deshabi tuaban).Y de la misma maneza que habia pasado con los tres Puntos, si se mostraban repetidamente estimulos de dos puntos los bebés se volvian a habituar y perdian el interés, el ‘cual se recuperaba variando de mueyo el ntimero de estimn: Capitulo 20. Representacién numérica los, repitiéndose el patrén de habituacién-deshabituacién a lo largo de la serie de estimulos, Resultados parecicios ha- ban sido encontrados poco antes por M.S. Strauss y LF. ‘Curtis on bebés y usando estimulos diferentes y variados coma llaves y natanjas, lo que sugiere que es el nfimero de elementos del canjunto lo que provoca la habituacién y no los objetos en sf mismos. Mas recientemente, en 2006, lain ccomporacidn dela neuroimagen al estudio de las capacidades ‘numéricas en nifios de pocos afios ha permitido delimyitar las regiones cerebrales que sustentan el sentido numérico y de- ‘mostrar que es una capacidad que se desarrolla antes de la escolarizacisn. > | eusitizsen tea imagen por resonancia magne tica funcional [RMI] ha sido clave en la obtencion del conocimianto relative al sustrato neural de la nume~ rosidad, ya que permite visualizar de forma no inva~ iva qué regiones cerebrales esian activas a lo largo del tiempo que se realiza la resonancia, Utilizando un disefo innovador, Cantlon et al. evaluaron qué regiones cerebrales se encargaban de procesar la magni- tud, comparando los resultados observados entre nifios y adultos, Para ello disefazon una tazea en la que la magnitud estaba representada por estimulos formados par un nimero variable (16 o 32) de elementos (circulos, cuadrados y trin- ‘ulos). Los estimulos se presentaban répidamente (un esti- ‘mulo por segundo y medio), de forma que predominaban os estimulos con 16 elementos (estimulos repetidos) respecto al los de 32 elementos (estimulos desviados por ntimeto) 0 fs ppecto a los estimulos con elementos diferentes (estimulos esviados por forma, en los que variacién se'preducfa.en la forma del elemento, no en el rimero) (eh ambes\casos la rolacidn repetido: desviado era de 2:1)(fig. 20,2) Sinmulté ‘neamente, se levaba a cabo una RMé, cone fin de evaluar las regiones cerebrales responsableside la/detecsién del cambio cen el nimero de puntos presenttados. LoBrésultados pusieron cde manifest la activaciény@élsurcolintraparietal bilateral en cl procesamienta de la magnitud, observindose un inere: mento de la sefial cuando se presentaban los estimulos des viados y, en cambio, una disminucién ante presentaciones ssucesivas del estimulo esténndar. Por su parte, cuando los cam. bios se producian en la dimensién «forma», el surco intrapa rietal no modificaba su actividad, Un aspecta interesante del estudio fue observar que el patrén de activacidn observado en nifios era el mismo que el observado en adultos durante la realizacion de la misma tarea, lo que tefuerza la idea de que el ssurco intraparietal es laregidn cerebral responsable del sen tido numérico bésico, manifestandose desde los primeros cstadios del desarrollo cExiste un limite de elementos en el sentido numérico? La respuesta es que si, que el sentido nuthérigd est limitado 2 una pequefa cantidad de elémentos.¥, .qué cantidad maxima de elementos se pueden pereibir sin-tener que con tar? Todo parece indicar que ete limite superior» es de 4 elementos, tanto en nifosigomo ea,adultos, y que esta dleterminado por las propias earactersticas del sistema per ceptivo visual El concepto de numefbsiclad leva implicto algo més que dete:minar a simplé vistasidos conjuntos de elementos son iguales no, También ifpplica la habilidad para conocer que el conjunto yanias18e aiaden o se quitan elementos.Y parece ser pe losbebestionen también esta capacidad. Un estudio muy eVeladar al respecto es el sealizado por K, Wynn en la década de 1990, envel que obserws cémo respondian bebés de 4-5 meses dépcad si se moxificaba un conjunto inicial de elemen: ‘to8Para ello utlizé muhecas, de manera que en cada ensavo ‘mostraba una o dos muecas, escondiéndolas a eontinuacién detris de una cortina. Cuando reiraba la cortina, registraba el tiempo que el bebé miraba las mufiecas, observando que si durante ef «amago» habia retirado o affadico una muiieca, el bbebé pasaba mds tiempo miréndolas que si el niimero de mu fiecas era igual. Elautor del estudio interprets estos resultados corde con la existencia de un sentido numérico innato, ya {que la raztn de mirar més tiempo cuando habia habido varia ciones era porque se violaba la expecancia numérica, es deci, cl mimero de mufiecas que se esperaba encontrar detras de la cortina (¢: Material web, Contenido complementario. Sentido numérico). Figura 20-20Representacién de (a secuencia deestimulos uiilizadaen el estudio de ant- lon etal [2006 para locaizar las regiones cerebrates rela ‘ionadas con el procesamiento {dela magnitud, Como se apre- ciaen ta imagen, los estimulos {de 16 elementos se repetian 2 intervatos de 1.5 segundos 11.500 mal, con el fin de habi- tarts respuesta cerepral 32 rmagnitue, Para cada estimu, fen cambio, la sistritucisn yal ‘rea empleaca variaban, de Ea manera que solo se producia habituacién para la cantidad de elementos. Pasados un minimo de 8y un méximo de 12 estimulos repetidos, aparecia en pantalla un e=- timulo ceaviade [22 elementos), que cesnabituaba (3 respuasta cereoral en aquellae zonas encargadze de procesar [a maqnitd. Lose tims de (a imagen nan sido creadae con un software especial desaolace par el equip dela Unidad 862 del institut National de (a Sante let de la Recherche Mécicale INSERM). Para mis detalles se puede consultar al trabajo de Piazza etal. 2004] og

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