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LA COORDINACION EN EL MARCO DE LA BIPOLARIDAD T. EspaNor GiRALT Universidad de Barcelona El concepto de bipotaridad’, procedente de la més pura ortodoxia estructuralista, ha venido a modificar el concepto y la clasificacién de las oraciones llamadas complejas (0 compuestas, plurinexuales, policlausales, segiin se prefiera) En Jos tratados gramaticales de Ja Jengua espaiola previos a la intro- duccién del concepto de bipolaridad se sefiala que las dnicas relaciones sintacticas que se establecen entre los miembros oracionales son de coor- dinacién o de subordinacién (no vamos a discutir ahora ni téminos ni conceptos tales como proposicién, nexo, cléusula y oracion), La permanencia, todavia hoy, de la oposicién entre los conceptos de coordinacién y subordinacién es debida a que son conceptos de larga tradicion gramatical. En la misma gramatica clasica la «parataxis» se iden- tifica con la coordinacién, relacion que combina elementos pertenecientes a un mismo nivel funcional para constituir en el mismo nivel una nueva unidad susceptible de contraer relaciones sintagmaticas propias de las unidades simples de este nivel. También otro concepto procedente de la gramética clasica, el de «hipotaxis» se identifica con el de subordinacién: relacién de dependencia funcional de un elemento respecto de otro. Abandonemos por unos instantes la relacién de coordinacién, para centramos en la de subordinacién y, concretamente, en la relacién de ‘Concepto desarrollado ampliamente por G. Rojo en Cléusulas y Oraciones, Verba, angjo 14, 1978, y por A. Narbona en Las subordinadas adverbiales impropias en espafiol, Ly UL, Malaga, Agora, 1989 y 1990, Revista Espariola de Linguistica, 24, 1, 1994, pags. 69-76. 70 1. ESPANOL GIRALT. subordinacién adverbial impropia, que es la que ha motivado la aparicién del concepto de bipolaridad, el cual ha venido a sumarse a los de coordinacién y subordinacién. Aquellos autores —G. Rojo es el precur- sor— que han incorporado e! concepta de bipolaridad —relacion de exi- gencia mutua entre dos proposiciones — parten de una triple oposicién en las relaciones entre proposiciones. La bipolaridad, relacién de interdepen- dencia entre dos proposiciones, se ha aplicado a una parte de la subor- dinaci6n adverbial —las adverbiales impropias— y a una parte de la coor- dinacién tradicional —las coordinadas adversativas. Todo este trasvase es s6lo e] inicio de una polémica? acerca de la estructura oracional —e, inclu- So, textual—; la explicacién de las relaciones que se establecen en su seno ha de ser revisada. Plantear los términos en gue se produce esta polémica va a constituir mi principal objetivo en este trabajo. La primera formulacién del concepto de bipolaridad Ja hallamos en la obra de Guillermo Rojo, Cldusulas y oraciones* . Rojo, fiel seguidor del funcionalismo, parte de la distincién entre subordinacion e inordinacion —ademés de la relacién de coordinacién— formulada por A. Alonso y Henriquez Urefia en su Gramdética* y continuada, en algiin modo, por Garcia Berrio en Bosquejo para una descripcién de la frase compuesta en espaol’. Rojo, sin embargo, cree que esta distincién contimia arrastrando un lastre: el de la consideracién de la inordinacién como subclase de la subordinacién y, consecuentemente, la dependencia de la proposicién inordinada a la oracién principal®. Guillermo Rojo es el primero en su escuela que formaliza la distincién tripartita entre coordinacién, subordi- nacidn e interordinacién, segin sean {as relaciones entre las proposiciones de constelacién (relacién entre variables), de determinacién (relacién entre una constante y una variable) o de interdependencia (relacién entre cons- ? Polémica sostenids entre tos defensores de le tesis de que las oraciones lamadas subordinadas adverbiales impropias no expresan relacién de subordinacién, sino de interrelacién, y los defensores de la tesis de que las subordinadas adverbiales — aun las impropies — expresan relacién de subordinacién de la adverbial a la principal. Entre los primeros, debe mencionarse a Rojo y a Natbona (obras citadas); y entre los segundos, a E. Alarcos en «Las otaciones degradadas quondam subordinadas>, Actas del Congreso de la ‘Sociedad Espariola de Lingiiisica, XX Aniversario, 1990. 3G Rojo, ob. cit, pig. 108 “A. Alonso, P, Henriquez Urefia, Gramética castellana, Buenos Aires, Losada, 1938. * A. Garcia Berrio, Bosquejo para una descripcion de la frase compuesta en espafol Murcia, Universidad, 1970 © Véase G. Rojo, 0b. cir, pags. 77-82. LA COORDINACION EN EL MARCO DE LA BIPOLARIDAD n tantes), respectivamente’. Las cléusulas que mantienen entre si relacién de interordinacién constituyen una oracién bipolar. Antonio Narbona, por su parte, va mas alld en la explicacién de la relacion de interdependencia entre dos proposiciones que constituyen una oracién bipolar. Este lingiiista —que, aunque procedente del funcionalis- mo, integra en el anélisis que hace de Ja lengua las perspectivas historica y pragmatica— prefiere explicar las oraciones bipolares como aquéllas entre cuyos polos 0 miembros —sélo dos— «se establece una relacién de exi- gencia reciproca, clara en todos los casos en una perspectiva semantica y concretada sintécticamente de modo diverso en cada uno de ellos, como corresponde a unas secuencias que no configuran un grupo homogéneo»®. Hay que retomar el concepto de «coordinacion» que, en tanto que relacién entre dos 9 més praposiciones, queda cercano al de «bipolaridady —si la relacién es entre dos proposiciones— 0 al de polipolaridad —si la relacién es entre mas de dos polos—. No se me escapa que, de todos mo- dos, en el caso de la coordinacién, la relacion entre las proposiciones no es de interdependencia, sino de independencia formal entre ellas 0 de cons- telacién, formando una sola oracién. Quisiera subrayar lo de independencia formal porque creo que en cualquier otro nivel de andlisis lingitistico no puede hablarse de independencia entre las proposiciones que integran una oracién coordinada, En: Pasé algo de tiempo y seguiamos saliendo juntos de vez en cuando® ambas proposiciones son independientes desde el punto de vista formal, pero parece indiscutible que no lo san ni semantica ni textualmente; ni pasd algo de tiempo ni seguiamos saliendo juntos de vez en cuando resultan in- terpretables aisladamente. La referencia temporal se constituye en denomi- nador comin de ambas proposiciones. La inexistencia de independencia entre tas proposiciones que confor- ‘man una oracién coordinada es todavia més patente en el caso de las distri- 7 Véase G. Roja, ob. cit. pig. 101. Las eelaciones de wconstelacion, determinacidn interdependencia» habian sido formuladas por E. Alareos (siguiendo a Hjemslev) en su Gramética estructural, Madrid, Gredos 1977°, pig. 29, y A. Garcia Berio las retomé en Bosquejo.. cit FA. Narbona, ob. cit, 1, pig. 18. * Bjemplo tomado de C, Martine Gaite, Rima Lent

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