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Nombre: Juan Sebastián Moreno Yépez.

Asignatura: Historia del Derecho.


Docente: Carlos Federico Rengifo Muñoz.
Grupo: 1B3M (Lunes 10:00 AM – 1:00 PM)

1. Titulo de la lectura: El proceso de Sócrates | Sócrates y la transposición del


socratismo.

2. Autor: Gregorio Luri Medrano.

3. Tesis global:
El juicio de Sócrates nos evidencia una interpretación cabal y extrospectiva con respecto
a la conducta de la polis ateniense, pues además de ser participativa judicialmente nos
demuestra una innegable influencia en el fenómeno humano-mitología como parte
esencial de su cultura, de sus leyes y de su moral; puesto que esta comunidad en su afán
de comprender la realidad crea entes divinos como fundamento para toda clase de
acontecimientos tanto peculiares como cotidianos; entorpeciendo así el empleo de la
razón para el surgimiento de un constante progreso integral -sobre todo social y científico-

4. Tesis especifica:
La notable dificultad de la polis ateniense para interpretar la realidad por medio del uso
de su razón es el cimiento de la confrontación dramática entre Sócrates y Atenas.
5. Resumen:
EL JUICIO DE SOCRATES: En principio, el juicio de Sócrates es causa del proceder de
este filósofo, quien en dicho contexto degradaba la imagen de la polis (comunidad)
ateniense. No obstante, visto desde otro ángulo podemos conjeturar mediante el método
silogístico una posible causal del juicio de Sócrates. Trata este método entonces de dos
premisas, una mayor: En la que se manifiesta que Sócrates tenía discípulos quienes
posteriormente corresponderían a ser miembros de la oligarquía de “los treinta tiranos”;
Y una menor: En la que a través de una amnistía decretada por el arcontado de Euclides
(403/2) manifiesta la notable impunidad en relación a los crímenes cometidos durante el
periodo de “los treinta tiranos”. Ya expresadas estas dos premisas, podemos concluir que
a Sócrates implícitamente se le juzgaba tanto por presencia y omisión de sus actos con
respecto a ese periodo vivamente juzgado por la polis ateniense. Explícitamente a
Sócrates por medio de sus acusadores (Meleto, Anito y Licón) se le juzgaba por cuatro
crímenes: A) Impiedad (o también llamado asebeia en latín), cuyo concepto ambiguo es
confuso identificar, pues, en la actualidad la palabra “impiedad” etimológicamente denota
perdida de fe y contrariedad de lo mitológico; pero si lo indicamos con respecto al contexto
en el que Sócrates fue acusado podemos apuntar un peculiar y radical pensamiento por
parte de los atenienses, puesto que, para ellos no existe la frontera entre lo divino y lo
humano debido a la colosal influencia de la mitología en su comunidad causa de las
atribuciones de los dioses a toda clase de acontecimientos cotidianos; en atención a lo
cual podemos descartar que se le acusase a Sócrates por actos, comentarios o practicas
que directamente manifiesten un escéptico pensamiento acerca de los dioses, pues,
además de ello en “La apología de Sócrates” en donde Platón menciona a este gran
filósofo manifestando explícitamente su creencia por los dioses, un ejemplo de ello es la
siguiente frase en la que expresa: “Que pase lo que le agrade al dios; por mi parte
obedeceré la ley y me defenderé” haciéndose evidente su creencia por la mitología. B)
También se le acusaba de corromper a los jóvenes, puesto que Sócrates sostenía una
noción de paideia (educación para la comunidad) muy diferente al tradicional de la polis
ateniense, cuya noción impartida por medio del socratismo expone un método de
demostración lógica de doctrinas con implicaciones éticas (sobre todo en relación a lo
que es justo o no). Posteriormente a la divulgación masiva de su ideal en la comunidad,
se hizo notable la debilitación de la moral tradicional y conformidad en su vinculación a
los grupos sociales, de manera que Sócrates se le consideraba una gran amenaza para
la sagrada Politeia ateniense, es decir, para el derecho de la polis ateniense (comunidad
ateniense), para la constitución y para la paideia (por medio de la formación de la
civilización tanto de valores -saber ser- como de saberes técnicos -saber hacer-
diferentes al tradicional). Por lo que en principio obrar así implica poner en cuestión entre
los jóvenes “los dioses que el estado reconoce”. C) Introductor de nuevas divinidades,
sin embargo, no se sabe con certeza por que se le acusaba esto a Sócrates, puesto que
como afirmamos previamente en “La apología de Sócrates” este manifiesta su creencia
por los dioses mitológicos. D) Y finalmente a este se le acusa de transformar en bueno
un logos (razón) malo, es decir, de manipular la razón. Estas acusaciones mediante una
audiencia se pondrán a las partes en una discusión para la imputación de cargos, esta
audiencia convocada por el rey dispondrá de las siguientes pautas: 1) Para la apertura
de un caso se toma en consideración que cualquier ciudadano ateniense posee el
derecho de presentar una denuncia ante un arconte (magistrado) si este considera que
se enfrenta ante un legítimo potencial o real peligro público. Por consiguiente, para evitar
acusaciones ficticias y sin fundamento, las leyes atenienses exigen al denunciante
realizar un depósito judicial fuente de sus propios ingresos por lo que, si no obtenía como
mínimo un quinto de los votos a favor de la apertura del caso, debía desembolsar una
gran suma e incluso podría perder la ciudadanía. 2) El juicio generado por una causa
publica (compete al interés general de la polis) se compondrá de 500 ciudadanos elegidos
por la ekklesía (o también llamado ecclesía) quien convoca un sorteo, cuyos requisitos
para su participación eran: Pertenecer a la asamblea, tener una edad igual o mayor a los
treinta años y no estar desprovisto de sus derechos civiles. 3) El sorteo de los ciudadanos
atenienses (quienes eran los elementales encargados del fallo de la sentencia con
respecto a Sócrates) tenia lugar al amanecer del mismo día en que tendría en relación al
juicio correspondiente. 4) El juicio terminará el mismo día por medio de la clepsidra (reloj
de agua), quien se encargará de la contabilización del tiempo justo y establecido entre
las intervenciones de las partes, evitando así la deliberación (reflexión antes de tomar un
fallo considerando los pros y contras) por parte de los jueces e incentivando su
autonomía, pues, solo tienen que decidir con respecto a la ley y a la justicia. 5) La sesión
inicia con una purificación y una plegaria ante los dioses mitológicos entonada por el
heraldo. 6) Las leyes atenienses para proteger al acusado autorizan a Sócrates durante
su juicio la ayuda de un técnico en la confección de discursos de defensa, por lo que
posteriormente Sócrates acepta la ayuda por parte de Lisias, quien era un destacado
orador y retorico de su época. Disponiendo así de una defensa especializada, en el que
Sócrates tendría que recitarla de memoria. 7) El juicio de Socrates era un particular caso
de “Agón Timetós” pues no existía una pena previamente establecida para los delitos de
los que está acusado. Por consiguiente, se le concede la facultad a Socrates de decidir
a voluntad que pena consideraba merecer después del fallo de imputación de cargos.
Pena del cual Socrates estima no merecer, pues, desde su encuentro con Eutifrón al
dirigirse al pórtico real por su imputación de penas considera que el juicio en el que lo
acusan es injusto, pues no hay fundamentación alguna puesto que no hay perjuicios
ocasionados por sus ideales. ¿Cómo Socrates realizaba su defensa? Por medio de 4
puntos fundamentales orientadas a través de frases: A) “O si bien no empeora a nadie o
si lo hace es sin intención”. Pues, Socrates estima que su única y más importante
intención era la de volver más virtuosos a la polis ateniense -en especial a los jóvenes-.
B) “Si empeoraba a alguien, se debe señalar al perjudicado y entonces merecerá el
castigo”. Ya que Socrates consideraba que no había fundamentación alguna que legitime
los cargos a los cuales se les acusa. C) “Pero si empeoraba a los demás sin intención,
no merece ser castigado, sino instruido” (de acuerdo, también con la teoría de la función
de la pena en Protágoras). Es decir, las autoridades atenienses deberán mostrar su
capacidad de cuidarse de Socrates. D) Conclusión: “Es evidente que Meleto no se ha
preocupado nunca ni poco ni mucho de estas cosas”. Por lo que Socrates se consideraba
“cuidador” de los otros, pues era el único sujeto a quien le importaba y actuaba en pro de
convertir a los jóvenes más virtuosos. Socrates al valorarse como un “cuidador” de los
otros, fue el fundamento necesario para su pena de muerte, debido a que se
autoproclama vicario correspondiendo a ser un falso pretendiente (a causa de que los
dioses son el único fundamento de legitimidad para la práctica de esta tarea). Pues como
dice Deleuze, “según la costumbre antigua, la del mito y la epopeya, los falsos
pretendientes deben morir”.
6. Preguntas:

6.1. SEÑALE LA RESPUESTA CORRECTA, SOLO UNA:


En el capitulo 1, titulado “El juicio de Sócrates”, del libro “El proceso de Sócrates |
Sócrates y la transposición del socratismo”, del autor Gregorio Luri Medrano, plantea que:
“La politeia ateniense, como ya hemos dicho, no era sólo una cuestión política en el
sentido que hoy entendemos lo político. No podemos traducirla, por lo tanto, por
«constitución», «régimen» u «orden jurídico»”. Es una palabra ambigua que puede ser
entendida como: (página 22)
a) Constitución (en sentido de régimen político), orden jurídico y sabiduría práctica.
b) Conductas irreligiosas, impiedad y la conciencia popular ateniense (en sentido a las
prácticas tradicionales atenienses).
c) Derecho de la polis (en el sentido de la civitas latina), la constitución (en el
sentido de régimen político) y el de la paideia (nutriente de su identidad política).
d) Sabiduría práctica, justicia y virtudes.

6.2. COMPLETE:
En el capitulo numero 1, titulado “El juicio de Sócrates”, del libro “El proceso de Sócrates
| Sócrates y la transposición del socratismo”, del autor Gregorio Luri Medrano, manifiesta
que “A Sócrates se le acusa de” corresponden a cuatro delitos, los cuales son los
siguientes: “1) Impiedad (asebeia), 2) Corruptor de la juventud, 3) Introductor de nuevas
divinidades, 4) Transformar en bueno un logos malo, es decir, de manipular el logos”.
(Página 21).

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