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Ayuno y oración

Cuando estudiamos la Biblia, pronto nos


damos cuenta de que la oración y el
ayuno ha tenido un lugar muy importante
en la vida de mujeres y hombres que le
fueron útiles a Dios. La manera como
ellos entendieron la oración y la
utilizaron, tiene hoy para nosotros una
serie de enseñanzas, quienes queremos
vivir la vida cristiana haciendo la perfecta
voluntad de Dios.

Muchos de ellos escribieron sus experiencias, al mismo tiempo que Dios mismo ha utilizado las
mismas para transmitirnos las verdades espirituales sobre la oración y el ayuno.

Por esta razón, tomando como punto de partida la Biblia, vamos a estudiar los
"descubrimientos" que dichas personas de oración hicieron, y vamos a aprender de ellos para
aprovechar al máximo sus experiencias.

Vamos a estudiar LA ORACIÓN y EL AYUNO a la luz de La Biblia. Nuestro texto base: LUCAS
18:1-14

I. La Oración

a) ¿Dónde hay que orar? En todo lugar - 1 Timoteo 2:8


b) ¿Cuándo hay que orar? Siempre - Lucas 18:1
c) ¿Sobre qué hay que orar? Nuestras peticiones - Filipenses 4:6
d) ¿Hay alguna condición? En el Nombre de Jesús - Juan 14:14

II. ¿Cómo hay que orar?

a) A solas - Mateo 6:6


b) En público - Mateo 18:19-20
c) Con fe - Mateo 21:22
d) Con eficacia - Santiago 5:16b
e) Sin cesar - 1 Tesalonicenses 5:17

III. ¿En qué se basa la oración?

a) En las promesas de Dios - Génesis 32:9-12


b) En los pactos de Dios con el hombre - Jeremias 14:21
c) En la fidelidad de Dios - Salmos 143:1
d) En la justicia de Dios - Daniel 9:16
e) En la misericordia de Dios - Daniel 9:18

IV. ¿De qué puede ir acompañada la oración?

a) Arrepentimiento - 1 Reyes 8:33


b) Confesión de pecados - Nehemias 1:4-7
c) Llanto - Oseas 12:4
d) Ayuno - Nehemias 1:4
e) Atención - despertar espiritual - Lucas 21:36
f) Sobriedad - 1 Peddro 4:7
g) Gratitud - Filipenses 4:6

V. ¿Qué es lo que nos anima a orar?

a) Las promesas de Dios - Job 22:27


b) Las promesas de Cristo - Lucas 11:9-10
c) El que Dios escucha las oraciones - Salmos 4:3

VI. ¿Qué hace el Espíritu de oración?

a) Es derramado por Dios - Zacaria 12:10


b) Nos auxilia en nuestra debilidad - Romanos 8:26
c) Actúa en la oración del creyente - Romanos 8:27

VII. ¿Existen determinadas posiciones para orar?

a) Con el rostro en tierra - Números 16:22


b) Arrodillado - Daniel 6:10
c) De pie - 1 Reyes 8:22
d) Con manos extendidas - Isaías 1:15
e) Con manos levantadas - Salmos 28:2

VIII. ¿Qué recibe el que ora?

a) Bendiciones temporales - Génesis 28:20-22


b) Bendiciones espirituales - Mateo 6:33
c) Misericordia y gracia - Hebreos 4:16
d) Más amor al Señor - Salmos 116:1
e) Deseos de adorar a Dios - Salmos 66:20
f) Lo que ha sido prometido - Isaias 58:9

IX. ¿Qué ocurre con el que ora?

a) La oración del justo puede mucho - Santiago 5:16


b) La oración sincera es agradable a Dios - Hebreos 10:22
c) El que persevera recibe contestación - Romanos 12:12

X - ¿Hay promesas para la oración privada y la pública?

a) Dios oye la oración - Job 22:27 - 2 Crón 7:14,16


b) La oración incluye bendiciones - Éx 20:24
c) La oración incluye alegría - Sal 95:1-2

XI - ¿Por quién (quiénes) debemos orar e interceder?

a) Reyes y los que están en eminencia - 1 Tim 2:2


b) Siervos de Dios - 2 Cor 1:11
c) Israel - Is 62:6,7 d) Todos los santos - Ef 6:18
e) Todas las gentes - 1 Tim 2:1
f) Patrones (amos) - Gén 24:12,14
g) Empleados (siervos) - Lc 7:2,3
h) Niños - Gén 17:18
i) Amigos - Job 42:8,10
j) Compatriotas - Rom 10:1
k) Enfermos - Stg 5:14
l) Perseguidores - Mt 5:44
m) Enemigos - Jer 29:7
n) Los que nos envidian e injurian - Núm 12:13
o) Los que nos abandonan - 2 Tim 4:16
p) Los que se quejan contra Dios - Núm 11:2 - 14:19
q) Los que lo piden - Heb 13:18
r) Unos por los otros - Stg 5:16
s) Los que pecan contra Dios - 1 Jn 5:16

La intercesión bendice - Job 42:10


Dejar de interceder es pecado - 1 Sam 12:23

XII - ¿Existen obstáculos para recibir respuesta?

a) Duda - Stg 1:6-7


b) Pedir mal - Stg 4:3
c) Un espíritu no perdonador - Mt 6:15
d) Un corazón inicuo - Sal 66:18
e) Cuando el marido no da honor a la mujer - 1 Ped 3:7

XIII - Exhortaciones a la oración

a) Orar en el Nombre de Jesús - Jn 16:23-24


b) Orar con gratitud - Fil 4:6
c) Orar con fe - Mr 11:22-24
d) Orar conforme a la voluntad de Dios - 1 Jn 5:14-15
e) Orar y guardar sus mandamientos - 1 Jn 3:22
f) Orar y permanecer en Dios - Jn 15:7
g) Orar sin cesar - 1 Tes 5:17

XIV - ¿Contesta Dios la oración?

a) Dios contesta al que ora - Sal 99:6


b) Dios contesta en su tiempo - 2 Cor 6:2
c) Cristo mismo contesta oración - Jn 14:12-14
d) Respuesta prometida en tiempos de angustia - Sal 50:15
e) Respuesta se da por la gracia de Dios - Is 30:19
f) Respuesta se da a tiempo - Is 65:24
g) Respuesta diferente a la esperada - 2 Cor 12:7-9
h) Respuesta mayor a la esperada - Jer 33:3

XV - Cuando oren ...

a) ... no hagan como los hipócritas - Mt 6:5


b) ... no hagan como los gentiles - Mt 6:7
c) ... hagan como los hijos - Mt 6:8

La oración es la expresión clave para la comunión entre nosotros y Dios.


La oración hace que esa comunión sea consciente y rica. Con contenido.
La oración crea una relación de "tu - yo" entre Dios y nosotros.

El ser humano tiene una necesidad profunda e instintiva de invocar, implorar o suplicar por
aquellos poderes que lo puedan proteger; o por suplicar ayuda contra peligros amenazantes; o
por lograr tener éxito en la vida. El límite entre la oración y la súplica no siempre es fácil de
definir.
La oración supone fe en un Dios personal que escucha y que se comunica con el ser humano.
Por eso la oración es una expresión de comunión del hombre con Dios.

Existe, en la esfera espiritual, una batalla que se lleva a cabo permanentemente. La Biblia nos
enseña sobre "el reino de las tinieblas" y sobre "el reino del Hijo amado de Dios" (1 Ped 5:8), y
¡Es aquí donde la oración pasa a ser UN ARMA que el cristiano utiliza para lograr las victorias
en esta lucha sin cuartel!

I. ¿Qué es la oración? ¿De qué se compone?

a) Petición
La oración puede ser pedir, sea conocimiento sobre acciones o solicitudes de que Dios
intervenga de una u otra manera - Jn 14:12-14 - Fil 4:6

b) Intercesión
En la oración ocupa un lugar muy dominante la intercesión. Entonces no se
trata de necesidades propias y personales, sino las de nuestro semejante.
La intercesión pasa a ser entonces un servicio santo a favor del prójimo - Jer 7:16-20 - 9:1 -
Rom 9:3 - Gál 4:19

c) Agradecimiento
La oración llena su contenido de gratitud por lo recibido.
La oración es la gratitud del ser humano hacia Dios por las respuestas, por
su ayuda y por sus dádivas - Ef 5:20

d) Adoración
La expresión más sublime de la oración es la adoración.
No son solicitudes de lograr o alcanzar algo. Tampoco mostrar gratitud por algo. Adoración es
un homenaje a Dios por lo que El es en sí mismo - 2 Cor 1:3 - Ef 1:3 - Stgo 3:9 - 1 Ped 1:3

II. ¿Cómo se puede describir la oración?

- elevar los ojos y el alma - Sal 121:1 - 25:1


- levantar y derramar el corazón - Lam 3:41 - Sal 62:8
- invocar el nombre del Señor - Gén 12:8 - Hch 22:16
- clamar a Dios y al cielo - Sal 27:7 - 2 Crón 32:20
- acercarse a Dios - Hebr 10:22
- rogar a Dios - Ex 32:30-32
- buscar a Dios - Job 8:4-6
- buscar el rostro de Dios - Sal 27:8

A pesar de todos los esfuerzos humanos por hacerlo bien, resulta casi que imposible "describir"
la oración. Eso sí:

1) No es una fórmula.
2) No es un rito religioso.
3) No es una costumbre mecánica donde repetimos frases de memoria.
¡ Hay que ORAR para "SABER" lo que es!

III. ¿Cuáles son los requisitos para orar correctamente?

Jesús nos exhorta a orar en Su Nombre - Jn 14:12-14


Orar "en el Nombre de Jesús" es orar alegando pertenecerle a El. Ser su discípulo y tener una
relación personal con y hacia El. ¡Sólo bajo esta condición es Dios nuestro Padre, y sus
promesas - en relación a la oración - son nuestras!

a) Orar según la voluntad de Dios


Al orar según la voluntad de Dios, la oración alcanza su nivel más alto y pasa a ser una
expresión de sometimiento de nuestra voluntad propia - Mt 6:10 - 26:39
En la realidad divina, donde nosotros no logramos penetrar pero donde Dios tiene todo el poder
y los medios para llevar todo a la perfección, se cumple la voluntad de Dios. Y si nuestras
oraciones son "según la voluntad de Dios", podremos participar de sus riquezas. Esto significa
vivir en Su Reino, pertenecer a dicho Reino y vivir del mismo.

b) La oración "privada" y la "pública"


Cuando oramos "en lo secreto", nace normalmente la oración de una situación actual concreta
o de lo que está ocupada en ese momento la mente del que ora. La oración recibe así, de
hecho, entonces su forma. (Jesús nos ordenó orar "en tu aposento" - Mat 6:5-8)

Ocurre algo parecido en la oración "pública" que forma parte del servicio cristiano. También
ésta oración nos ha sido ordenada, y tiene ciertas condiciones - Sal 95:6 - Zac 8:21-22 - Mt
18:19-20 - 1 Cor 14:14-20.
Cuando oramos "públicamente" no debemos orar como el hipócrita (Mat 6:5), tampoco como el
gentil (vers 7), sino como el hijo (vers 8).

En ambos casos (privada o pública), la oración tiene siempre que ser espontánea, genuina,
honesta, reverente, auténtica y llena de devoción.
¡ Toda oración - pública o privada - debe siempre buscar resultados concretos!

c) La oración debe hacerse:

- a Dios Sal 5:3 - Mt 4:10


- por medio de Cristo Ef 2:18 - Hebr 4:15-16
- por medio del Espíritu Santo Ef 2:18 - Jud 20
- en fe Mt 21:22 - Stgo 1:6
- en un espíritu de reconciliación - Mt 6:12
- de corazón - Jer 29:13 - Sal 119:58
- de corazón limpio - Job 11:13-15
- con toda el alma - Sal 42:5
- en espíritu y en verdad - Jn 4:22-24 - Ef 6:18
- con el espíritu y con el entendimiento - 1 Cor 14:15
- en confianza a Dios Sal 56:10 - 1 Jn 5:14
- negando la voluntad propia - Lc 22:42
- con consideración - Ecles 5:1-6
- con labios libres de falsedad - Sal 17:1
- con manos santas - 1 Tim 2:8
- pidiendo ser oído Neh 1:6 - Sal 55:2,3
- con libertad - Hebr 4:16
- en humildad Gén 18:27 - 2 Crón 33:12
- fervorosamente - 1 Tes 3:9-10
- importunamente - Gén 32:26 - Lc 11:5-10
- en todo - Fil 4:6

Seguramente cada uno, luego de estudiar esta larga lista, tendrá motivos suficientes para
recapacitar personalmente sobre su propia vida de oración

IV. Exhortaciones bíblicas para la oración

La Biblia, y sobre todo el Nuevo Testamento, nos exhorta a orar en forma "permanente" - Lc
11:9-10.

Jesús nos exhortó a orar "siempre" y "sin desmayar" - Lc 18:1

Las expresiones "orar día y noche" y "orar sin cesar" ocurren reiteradamente en la Biblia - Sal
55:17 - 88:1 - Lc 18:7 - Ef 6:18 - 1 Tes 5:17 - 1 Tim 5:5
"En todo lugar" es otra expresión en relación con la oración - 1 Tim 2:8

Nada debe impedir la oración (personas, situaciones o tiempos) - Dan 6:6-10

Algunas verdades sobre la oración para meditar en ellas:

1. ¡Dios Ama El ESCUCHARNOS ... también El RESPONDERNOS!

2. Cuando aprendemos a orar conforme a la voluntad de Dios, ésta forma de comunión nos
llevará mucho más rápida y profundamente a las experiencias espirituales grandes y gloriosas
que Dios nos tiene preparadas

3. Las contestaciones de Dios despertarán en nosotros un aún más ardiente amor hacia Él y un
mayor deseo de vivir en comunión con Él mediante la oración

4. Como la oración es la tarea principal de quienes dirigen la iglesia (Hch 6:4) y la tarea
primordial de todos sus miembros (1 Tim 2:1), tiene que tener la máxima prioridad tanto en lo
personal como en la vida de la iglesia

Muchos se asombran sobre el lugar sobresaliente que el ayuno tiene en la Biblia. Y otros no
quieren aceptar que el ayuno sea parte de la vida cristiana. Algunos asocian el ayuno con
fanáticos y con legalistas, y debido a ello rechazan el ayuno como algo sin importancia para
"nuestro" cristianismo de hoy .... "el cristianismo de nuestro siglo". Pero, si queremos alcanzar
las verdades más profundas sobre la oración y la intercesión, no podemos desconocer el lugar
primordial del ayuno a la luz de las Escrituras.

Ayunar es voluntario: el que ayuna se abstiene de comida y bebida (ésta es la expresión


principal del ayuno), pero puede también significar la abstención de varias otras cosas. Pablo
menciona, por ejemplo, que esposa y esposo pueden, por medio de una decisión conjunta,
"ayunar" del sexo, para poder dedicarse por un tiempo determinado a la oración - 1 Cor 7:5.

Podríamos entonces definir el ayuno de la siguiente manera:


"Ayunar es - por motivos espirituales - abstenerse voluntariamente de las satisfacciones que se
reciben al dar cumplimiento a ciertos deseos físicos"

-"El camino al corazón del hombre es a través de su estómago".


¿ Hemos oído esto alguna vez? A pesar de que muchos despreciarían hoy esta afirmación y la
catalogarían de discriminatoria, la realidad es que su veracidad se ha confirmado miles de
veces.

En los hechos, el propio diablo la ha utilizado como su propio lema por miles de años. El
descubrió hace mucho que se puede llegar al corazón del hombre a través de satisfacciones
físicas.

La primera tentación del ser humano estuvo relacionada con satisfacciones físicas según
leemos en Génesis 3:6. Y luego, vez tras vez, la tentación tiene que ver con el apetito. Noé
cayó. Isaac cayó. Y Pablo, cuando trata el tema del pecado de Israel al pie del Sinaí, entendió
que el apetito descontrolado fué la raíz del mal que allí ocurrió - 1 Cor 10:7.

El apóstol Pablo también exhorta a los filipenses a mantenerse alejados de las personas que
tienen su vientre como dios - Fil 3:19. Y cuando el propio Señor Jesús es tentado en el
desierto, Satanás dirige su primer ataque hacia su hambre - Mat 4:2-3.

Ahora bien: la necesidad de alimento es primaria para todo lo que tiene vida. Es una de las
expresiones más fuertes del cuerpo humano, inclusive antes de nacer. Y luego, el niño tiene el
instinto natural de alcanzar el pecho materno. Así que: el apetito es "legal", pero nunca debe
llegar a dominarnos y hacernos su esclavo. Tenemos que tener dominio también sobre el
apetito.

En la Biblia se describe la relación directa que hay entre el apetito físico de la persona y su
condición espiritual. Falta de disciplina en ésta área es demostración de carencias en otras
áreas de la vida. Y sin duda, por ésta razón es que la Biblia tiene tanto para decirnos sobre el
ayuno.

¡Si pudiésemos combinar el deseo natural e intenso de comer con un ferviente anhelo espiritual
por una comunicación con nuestra fuente espiritual, el resultado sería inevitablemente una
mayor intensidad en nuestra vida cristiana! ¡Ésta es la intención del ayuno con oración.

El ayuno en sí mismo no es una meta, ni tiene valor espiritual alguno. Pero el ayuno practicado
correctamente incluye muchas bendiciones. Además de otorgarle al ser humano dominio sobre
su cuerpo y sus demandas, le da autoridad, poder, coraje y fuerza en el mundo espiritual.

Ayunar no es ninguna prestación personal. Dios no contesta más o menos, ni más rápida o
lentamente porque ayunemos al orar. ¡El contesta siempre! No es más espiritual el que ayuna
más tiempo. El ayuno correctamente motivado nunca es motivo de vanagloria personal.

La motivación del ayuno es lo primordial. Observemos que cuando Jesús enseña a sus
discípulos sobre el ayuno, El no les dice "si ayunan" sino "cuando ayunen". Y esto tiene
entonces que significar que el ayuno no es una asunto de "querer" o de "no querer", sino que
es un asunto serio de disciplina espiritual. No es un tema de la voluntad ... sino de la
obediencia.

Jesús ayunó y supuso de que también sus discípulos ayunarían después de que El mismo
fuera devuelto a los cielos. Pero no en una manera legalista y esclavizante, sino en la libertad
evangélica y como una expresión natural y espontánea de la necesidad que cada uno tiene de
Dios.

Jesús les enseñó que debían ayunar. Les advirtió de que debían hacerlo con la motivación
correcta. Debían asegurarse de que las motivaciones fuesen sanas y las intenciones puras -
Mateo 6.

PROPÓSITOS DEL AYUNO

a) En la Biblia - el propósito del ayuno ¡siempre es espiritual!


b) Se ayuna para alcanzar una o varias metas espirituales.
c) ¡Un ayuno realizado con otro propósito que no sea espiritual, sea cual fuere, es un ayuno
carnal o sensual, egocéntrico o en busca de "aplausos", y reconocimiento de los demás, por lo
tanto motivado erróneamente!

También, en relación con el ayuno, aparece reiteradamente la verdad de que en el ayuno el ser
humano se humilla ante el Dios todopoderoso.

No se nos ordena en ninguna parte de que únicamente ayunemos. En cambio se nos insta a
que ayunemos y oremos. Que acoplemos el ayuno a alguna actividad espiritual. Por eso el
ayuno nos ayuda, en momentos de intensa devoción, a entregarnos completamente a Dios.

Ayunar bajo la guía del Espíritu Santo aumenta nuestra comprensión espiritual y nos da un
mayor sentir por lo divino; palpamos más profundamente la presencia de Dios y su auténtica
realidad.

La meta, razón y motivación del ayuno establece entonces que:


* Es una disciplina espiritual que nos ayuda a dominar los apetitos del cuerpo, al mismo tiempo
que tenemos un instrumento perfecto para expresar nuestro más íntimos deseos de Dios.
* El ayuno nos es también útil a causa de nuestra necesidad de una relación más cercana con
Dios ante determinadas situaciones en nuestra vida y en nuestro servicio cristiano.

El ayuno existe tanto en el AT como en el NT. En ambos se mencionan diferentes tipos de


ayunos y variadas razones por las cuales se ayunaba. También su tiempo y duración.

a) ayuno colectivo y público


Estaba determinado en la ley para Israel en una sola ocasión y en relación con el Día de la
Expiación - Levítico 16:29-31 - 23:27-32 - Números 29:7 - comparar con Hch 27:9

 durante y después del cautiverio babilónico los judíos celebraban cuatro ayunos
anuales - Zac 8:18-19

 ante catástrofes nacionales se reunieron en ayuno y oración - Jue 20:26

 cuando la nación era amenazada por los enemigos - 2 Crón 20:3 - Est 4:3

 el arrepentimiento del pueblo también ocurría con ayunos 1 Sam 7:6 - Neh 9:1

 el pueblo ayunaba como demostración de duelo nacional 1 Sam 25:1 - 1 Sam 31:13 - 2
Sam 3:35

 el pueblo oraba en ayuno cuando necesitaban la ayuda, la dirección y la protección


divina Esd 8:21-23

b) ayuno individual
El ayuno individual era muy común en los tiempos del AT.
Una expresión natural de lo que el individuo sentía y la posibilidad de concentrarse delante de
Dios

 en tristeza - 1 Sam 20:34 - Neh 1:14

 en compasión por el sufrimiento ajeno - Sal 35:13

 en oración e intercesión - 2 Sam 12:16-23 - Dan 9:3

 en sufrimiento o lucha espiritual - Dan 10:3 * en arrepentimiento - 1 Rey 21:27

 en relación a determinadas promesas - Núm 30

c) práctica del ayuno en los tiempos del AT


Se ayunaba parcialmente o absteniéndose completamente de alimentos y bebidas (en ayunos
prolongados se autorizaba a comer durante las horas nocturnas).

 el ayuno no estaba determinado por ciertos horarios.

 En ocasiones duraba desde el amanecer hasta el atardecer - Jue 20:26 - 2 Sam 3:35

 en el Dia de la Expiación, desde el atardecer de un día hasta el atardecer del otro

 tres días - Est 4:16


 siete días - 1 Sam 31:13

 veintiún días - Dan 10:2-3

 cuarenta días - Éx 34:28 (Moisés) - 1 Rey 19:8 (Elías)

d) la motivación del ayuno era muy importante en el AT.

 justicia y misericordia hacia el prójimo, y obediencia a la palabra de Dios, eran


condiciones inapelables para los efectos del ayuno - Is 58:6-11

 debía expresar la participación de toda la personalidad - 1 Sam 7:5-7 - Sal 69:11

 también la expresión de la humildad del alma ante Dios - Esd 8:21

 y la expresión de celo por la causa de Dios - Sal 69:11-18

En los tiempos del NT el ayuno ocupa un lugar preponderante, tanto en la vida individual del
cristiano como en la comunión espiritual - en la iglesia.

a) algunos ejemplos

 Ana servía a Dios con ayunos y oraciones - Lc 2:36-37

 los fariseos ayunaban dos veces a la semana - Lc 18:12


(los jueves, el día que según la tradición Moisés subió al monte de Dios, y los lunes, el
día en que descendió).

 los discípulos de Juan el Bautista ayunaban - Lc 5:33

 los discípulos de los fariseos ayunaban - Lc 5:33

 Jesús ayunaba - Mt 4:2

 Jesús supuso que sus discípulos ayunarían - Lc 5:33-35

 la iglesia cristiana practicaba el ayuno - Hch 13:2

 al apartar misioneros - Hch 13:3

 al apartar ancianos en las iglesias locales Hch 14:23

b) palabras de advertencia - ayuno inútil


La Biblia es nítida cuando advierte sobre ayunos llevados a cabo erróneamente.

 se hace mal uso del ayuno cuando se le lleva a cabo para demostrar devoción ante las
gentes - Mt 6:16

 si se le realiza como un medio para justificarse a sí mismo ante Dios Lc 18:12


comparar 1 Tim 4:3
 Dios no se agrada del ayuno de los impíos - Jer 14:11-12

 el ayuno no tiene razón de ser cuando hay pecado de por medio Is 58: 3-4

 no se debe ayunar por causa de los hombres Mt 6:16-18 - Lc:18:12


En cuanto a un ayuno correcto, Jesús prometió en Mateo 6:18 lo siguiente: "... tu Padre
que ve en lo secreto, te recompensará en público".

Al ayuno siempre se le ve en relación con la oración. La práctica del ayuno sin la oración
(métodos para adelgazar), no tiene valor espiritual alguno.
Pero como ya hemos visto, también se ayuna en conexión con, o seguido de una serie de
importantes "actividades" físicas y espirituales. Estudiemos esto.

a) en conexión con la oración

 por un pueblo pecador Dan 9:3 - Joel 1:14 - 2:12

 en la expulsión de demonios - Mr 9:19

 en el servicio a Dios (Ana) - Lc 2:37

 al encomendar a Dios nuevas congregaciones - Hch 14:23

 al recomendar a los esposos abstención de actividad sexual - 1 Cor 7:5

b) a causa de luto y/o duelo

 por la pérdida de una batalla - Jue 20:26

 ante la muerte - 1 Sam 31:11-13

 ante un mandato real - Est 4:3

 cuando Nehemías se enteró del estado de Jerusalén - Neh 1:4

 cuando "el esposo" les sea quitado - Mt 9:15

c) como muestra de dolor por el pecado

 después de la danza alrededor del becerro de oro - Deut 9:9-18

 después del llamamiento a la conversión - 1 Sam 7:6

 después del juicio de Elías sobre Acab - 1 Rey 21:27

 a causa de la infidelidad de las gentes - Esd 10:6 - Neh 9:1

 ante el pecado del pueblo y su desgracia - Dan 10:2-3

 después del juicio de Jonás sobre Nínive - Jon 3:5


d) durante tiempos de enfermedad

 David junto al lecho de su hijo enfermo - 2 Sam 12:16-22

 Saulo al quedar sin vista - Hch 9:9

 La oración de David - Sal 35:12-13

e) ante grandes decisiones

 Jesús ante su gran tarea - Mt 4:2

 antes del envío de los primeros misioneros - Hch 13:2-3

Cuanto más se estudia la Biblia sobre el tema, más se vé lo amplio del asunto en las páginas
de las Escrituras. Información práctica sobre algunas áreas también tenemos en la Biblia. Pero
a veces hay que ir a buscar más información en el ámbito médico y/o científico como así
también en las experiencias de quienes han hecho del ayuno una parte importante de su vida
cristiana.

a) ¿cuánto dura un ayuno (en los ejemplos bíblicos)?

 una noche - Dan 6:18

 un día - Lev 16:29

 tres días - Hch 9:9

 siete días - 1 Sam 31:13

 veintiún días - Dan 10:2-3

 cuarenta días - Éx 34:28 - Mt 4:2

 dos días por semana - Lc 18:12 (el historiador judío Josefo afirma que los cristianos
ayunaban los miércoles y los viernes)

 ciertos meses establecidos - Zac 8:19

Después de haber estudiado éstos ejemplos quiero afirmar aquí y ahora contundentemente lo
siguiente:

1. De la misma manera que la iglesia primitiva tenía por costumbre ayunar todos los miércoles
y viernes (NOTA. nosotros también acostumbramos fijar determinados días para nuestras
reuniones y demás actividades), deberíamos aprender a disciplinar nuestra vida cristiana
apartando tiempo regularmente para ayunar - tanto en nuestra vida privada como en la vida de
la iglesia local.

2. De la misma manera que Jesús fué "llevado por el Espíritu" (Mt 4:1), deberíamos ser muy
cuidadosos en permitir que el Espíritu Santo nos guiara cuándo vamos a ayunar, y por cuánto
tiempo. Si estamos verdaderamente abiertos a la guía del Espíritu sobre cuándo debemos
comenzar un período de ayuno, también cuándo el Espíritu desea que "entreguemos" el ayuno,
que lo cortemos.
b) ¿se puede beber cuando se ayuna?
La Biblia se refiere a diversos "grados" o "tipos" de ayuno (aunque no los menciona con
"títulos"). A veces se trata de abstenerse totalmente de todo alimento y bebida. A veces de
abstenerse sólo de alimento. Y a veces de abstenerse de ciertos alimentos y de cierta bebida
(manjar delicado - carne y vino).

Entonces podríamos dividir el ayuno en distintos grupos, grados, tipos o categorías.

1. Un ayuno "extremo" - sin alimento ni bebida - Moisés, cuando recibió la ley, practicó un
ayuno de este tipo - Y Saulo también, según Hechos 9:9.

2. Un ayuno "medio" - sin alimento pero con bebida - El ayuno de Elías fué seguramente un
ayuno así a juzgar por el texto en 1 Reyes 19:8. Es posible que el ayuno de Jesús fué así, ya
que Los Evangelios sólo nos hablan de su hambre y no mencionan para nada su sed.

3. Un ayuno "cortado" - sin alimento y bebida durante ciertas horas del día, pero no por las
noches - el ayuno de Daniel fué sin duda uno así, según Daniel 10:3

4. Un ayuno "parcial" - sin alimento y bebida únicamente durante algunas pocas horas. Seguido
es éste tipo de ayuno que practicamos quienes servimos a Dios cuando estamos justamente
realizando nuestro servicio. Puede ser cuando un predicador prepara sus mensajes; cuando se
va a ministrar a enfermos o poseídos; ante un servicio (culto), etc.

Así que, como se ve, la respuesta a la pregunta anterior es amplia y variada. Sobre todo,
también depende de los dos siguientes hechos concretos:

1. cuán largo período se piensa ayunar

2. cuán acostumbrado está el cuerpo a tales períodos de ayuno

 Si se ayuna períodos cortos, se puede llevar a cabo un ayuno extremo ... si el cuerpo lo
resiste.

 Si se ayuna períodos largos, se debe ayunar, o un ayuno medio o uno cortado.

 Si se ayuna frecuentemente, se aconseja ayunar ayunos parciales.

Hay que estar atento a las "necesidades", "mensajes" y/o "señales" que el cuerpo nos envía.
¡ Ante períodos largos - más de 7 días - se debe estar bajo control médico!

c) ¿hay que preparar un ayuno?


Depende de cuán largo será, y cuándo se le cortará. Podemos partir de estos dos principios
muy importantes y básicos:

1. Hay que preparar el cuerpo tanto tiempo antes de comenzar el ayuno como de duración
tendrá el mismo - ejemplo: (un ayuno de 10 días exige que el cuerpo sea preparado los diez
días anteriores a su comienzo).

2. Cuando se termina un ayuno, debe tomarse tanto tiempo como duró el mismo para que al
cuerpo se le suministre la alimentación habitual - ejemplo: (si un ayuno ha durado 10 días, el
cuerpo necesita de otros diez días para que esté listo para recibir la alimentación habitual) -
mientras tanto se le debe acostumbrar gradualmente.

Ante todo, al cortar un ayuno, hay que estar atento a las señales que el cuerpo nos envía.
Como durante un período de ayuno, por un lado, el cuerpo expulsa todos los venenos que tiene
(debido a esto muchos tienen dolor de cabeza o experimentan gran hambre), y por otro, toma
de las reservas que tiene (sobre todo grasas), es que hay que estar alerta a las señales que
nos envía.
Otra de las maneras que el cuerpo tiene para expresarnos que no recibe nutrición, es la
debilidad.

Después de 2-3 días de ayuno, el cuerpo siente hambre. Y luego de otros 4-5 días más, el
cuerpo se siente sumamente débil. A los 14-15 días de ayuno, retornan en parte las fuerzas.
Que no se sienta débil, no significa que no lo está. Es entonces cuando hay que ser muy
cuidadoso en no fatigar el cuerpo. Siempre es muy importante darle al cuerpo cierto ejercicio
durante un período largo de ayuno. Pero no puede ser un ejercicio exigente - nunca a nivel
deportivo. Lo mejor es caminar 1-2 kilómetros por día - no más - y a ritmo de paseo y no de
"joging".¡ Hay que usar y ejercitar la musculatura ... pero no exigirla!

También el sueño es afectado durante un período de ayuno. Pero si el ayuno se lleva a cabo en
quietud y oración, el cuerpo no exige tanto sueño como habitualmente lo hace. Por lo tanto, no
hay porqué inquietarse si no se duermen tantas horas como se está acostumbrado a hacer. En
cambio, no se debe ayunar períodos largos si al mismo tiempo se tiene que trabajar ya que la
falta de sueño producirá una disminución del rendimiento físico, tanto mental como muscular,
en las labores a realizar.

ADVERTENCIA:

¡Consulte siempre a un médico antes de ayunar períodos largos, especialmente si el cuerpo


está enfermo o necesita medicamentos regularmente!

Quisiera que estas mis últimas palabras pudiesen ser cuatro pensamientos de alerta y de
verdadero aliento a cada uno de los estudiantes con quienes hemos compartido varias horas
de estudio sobre el tema de la Oración y el Ayuno como el Camino de la Victoria.

1. En el libro de Daniel 10:2-10 se nos dice de que Daniel oró y un ángel fué enviado con el
mensaje de respuesta el primer día de la oración. La contestación demoró en llegarle al profeta
21 días. ¿Qué había pasado?

En las regiones celestes había un reino espiritual de tinieblas y un príncipe que dominaba. Ese
príncipe satánico resistió al ángel del Señor. Dios envió refuerzos y luego de 21 días el ángel
pudo pasar. En todo ese tiempo Daniel persistió en oración y ayuno hasta que la contestación
le llegó. ¡Aprendamos también nosotros la lección de la perseverancia!

2. En Efesios 6:12 se nos enseña que "no tenemos lucha contra sangre y carne sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes".

En el reino de este mundo Satanás tiene autoridad. El diablo ha establecido su reino aquí en la
tierra, en la esfera de los espíritus. Contra ellos siempre tendremos que pelear al interceder. A
veces la lucha es dura y violenta. No nos quejemos ni protestemos. Luchemos contra ellos y
proclamemos nuestra victoria por la fé en la Palabra de Dios y por el poder del Nombre de
Jesús.
No olvidemos nunca que quién está en nosotros es más grande y poderoso que los que están
en el mundo. No le demos lugar a Satanás (Efesios 4:27). ¡Tenemos autoridad sobre ellos
porque Dios nos ha conferido tal autoridad!

3. El reino invisible del diablo es el que gobierna las naciones y resiste nuestras oraciones,
súplicas e intercesiones. Si insistimos en la oración, en el ayuno, Dios no fallará en darnos la
victoria. ¡Nunca! Por lo tanto, esperemos pacientemente en Dios, orando y gimiendo. No
declaremos jamás palabras de derrota. Proclamemos la victoria ... ¡y Dios lo hará! Recordemos
lo que en Lucas 11:5-10 se nos muestra y enseña sobre el premio de la insistencia al orar.
4. Por último, vivamos una vida de oración con la práctica del ayuno en forma sana y con
motivaciones correctas. Que nunca se torne la práctica de la oración y el ayuno en una
demostración de nuestra "espiritualidad". Que jamás se tornen en ascetismo. Que la oración y
el ayuno jamás sea el intento de subyugar y debilitar nuestro físico para alcanzar metas
espirituales. Esto sería practicar doctrina de demonios. ¡Dios nos libre de tal cosa! ¡Dios nos
ayude a vivir personalmente la Oración y el Ayuno - Camino de la Victoria!

Imprimir sin gráficos Autor: Roberto Nordlund

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