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LOS MERCADOS EN LA HISTORIA ECONOMICA ‘Ninguna institucién social responde perfectamente al modelo ideal, pero el sistema de mereado autorregulado puede decirse que ha exis- tido, aproximéndose bastante al modelo ideal, durante la tkima parte el siglo pasado y la primera del actual. En muchos lugares, en grado mayor 0 menor, constituye todavia un modelo adecuado para la sol cién de muchos problemas esonémicos. Efectuando determinados puestos y reconociendo sus Limitaciones, el economista puede utiliza para Ia discusién de Tos pro- Blemas de eleccidn, eficacia econtmice, precios, distribucién de bienes y asignacion de recursos. Nos proponemos ahora examinar otros tipos de mercados que muestran diferencias significatvas, algunas de ellas tan notables que no cabe hablar de mercados en la acepelén de este término que hemos venido utilizando hasta shore, Como primer paso, distinguiremos entre mercados en el sentido de los economistas y mercados como lugares de compraventa, En ‘mer caso, el mercado no tiene por qué tener une ubleacién que, evidentemente, puede tenerla. El Chicago Board sxistencia geogrifice, pero el segundo no: existe personas que demandan y offecen moneda extranjera. Es esta especie de vago mecanismo de cferta-demanda-precio, «sin sede Siar, el produce los fenémenos conocidos como mercado mundial yp mundial EI mercado como luger fisico es ung cuestion muy diferente. Se trata de un sitio determinado en el que se reine la gente para inter- cambiar productos, El témino «intercambio» tiene en realidad tres niveles de signifcactén: 1, Desde un punto de vista operacional, el intereambio incluye todo movimiento de bienes en doble direccién, a un precio fjo o en luna proporcién indeterminada o desconocida, como en el caso de los regalos de Navidad. En este sentido amplio comprende la reciprocidad y la redistribucisn, 2° En un sentido més limitado, intercambio significa compra y venta a un previo definido o fijado. La eleccién consiste en aceptar no la opeién ofrecida. Este significado incluye: 3. El intercambio como compra y venta @ un precio regatesdo. -Aqul interviene en Ia opcién un elemento adicional de libertad, Ia negociacién del precio que determina la eleccién final. Este es el sig- ald nificado del término iitercambio en un sistema de mercado euto- regulado. Resulta ahora evidente que podemos encontramos ante eintercam- bio» 0 elugar de mercado» en les acepciones primera y segunda sin que existe mercado en el sentido utiizado por los economistas. En el mercedo en sentido fisico no existe necesidad de un mess- rnismo de oferta-demande-precio. No tiene por qué produetrse la si- tuacién tipica de los mercados del economista, en que los individuos pueden ser indiseriminedamente compradores y vendedores, pasando de una parte a la otra.’ Por ejemplo, [os campesinos pueden acudir al mercado de la ciudad sélo a vender comida y la pol s6lo a comprarla, Ademés, los campesinos pueden aportar una canti- dad fija de comida y venderla cualquiera que sea el Este puede estar determinado por algiin funcionario 0, simplemente, adecuarse @ tun precio tradicional. En ambos casos, el precio no inffuye en la can- tidad ofrecida o demandeda. El mercado medieval de comida se apro- ximaba a esta situacién. El mercado en sentido fisico no requiere siquiera Ia existencia de un precio, Por ejemplo, puede existir un lugar de reunién simplemente para la transferencia de un tipo de rod de un grupo a oto, las Trobriand tienen estas caracteristcas, lugares de intercembio del cireulo de K: ments, un mercado de este tipo tiene muy poco que ver con el maca- immo de oferta-demande-precio. El mercado puede tener una ubjcacién fja y estar abierto conti- nuamente 0 bien celebrarse slo determinsdos diss, como en las ciu- dades inglesas. Otro ejemplo es el constituldo por las ferias medi vales, que se celebraban una vez al aio. Estos ejemplos nos propor- cionan también un contraste entre el mercado con una infeaestructure ficiea, como paredas permanentes o una extensién pevimentada, y el rmercedo que desaparece por completo en cuanto se termina de comprar y vender. Este tipo de mercado se puede celebrar en diferentes sitios suce sivamente. Por ejemplo, puede celebrarse en un [ugar determinedo cada dia, con una rotaciin entre cindades. De Ia misma manera, una feria o diferentes ferias organizadas por el mismo personal pueden desplazarse de un lugar fo de mercado a” otro. Esta situacién es tipica de las ferias agricolas de otovo. En todos estos casos nos encontramos con una reunién de petso- nas para el intercambio: de productos, pero io necesariamente ‘con a5 ee ‘un mecinismo de oferta-demanda-precio. El-Chicego Board of Trade, los mercados de las ciudades inglesas del ltimo ionado con este mecanismo, pero la coineiden- ado lugar fsico de mercado con un mecanismo de precio e2 una cuestin histériea. Lo i preci La diferencia entre mercados autorregulados y otros mereados puede ilustarse de diversas formas: 4) La subasta es un mercado con una oferta, un grupo de gente ‘que compra y precios, pero no es un mercado autorregulado. La oferta se determina fuera del sistema econémico. Por ejemplo, la oferta de cautivos de guerra vendidos como esclavos en subasta es econbmica- mente una consecuencia politica. La subasta de cunstancia accidental causada por la m! subasta no potenciarin el surgi decir, no poco por Los precios altos en la de una demanda ictorias ni més muer nes (no ningin mecanismo equilibrador a largo plazo). sélo una ta de comprar un determinado lote de bienes, En un mercado eutorregulado, la existencia de precios altos a comprar artiulos generan un aumento del consumo de un continuo proceso de adaptacion entre oa que no ccurre en la subasta, en la que se compra To que se desea cuando se es e] mefor postor y aquf se acaba la ope raclén, pues después el consumidor ha de volver a sus fuentes normales de oferta. B) La leche se vende 2 cambio de dinero en muchas aldeas Las mujeres de familias que poseen vacas llevan al mercado la leche que las famillas no consumen. Por lo general, el precio de la leche aria por mucho que fucttien tos que se compran y venden en el mercado mundial, Es, asimismo, evidente que las familias que poseen vvacas no aumentan el mimero de éstas como ta a cambios en 1a diferencia ente el precio tradicional y el cote de manutencién vvacas. ©) Hay mercados que se 0 ‘que constituyen clasifcaciones intermedias (no etapas). Asl, nos {podemos encontrar con mercados en los que el precio esté Bjado ofi- oximan més al mercado autorregulado, bierno y las multitudes oferentes y demandantes fe adaptan al precio inmévil més o menos como el economlsta expe- aria, Un ejemplo es el control: de precios en épocas de guerra 0, en de algunos rercantlistas pere far los precios. configure independientemente y la oferta reacsionen como el economis ‘caso es la demanda ilimitada de armamento por parte de un Gobierno ten tiempos de guerra, sin ningtin control de precios. Todas las compras gubernamentales participan, en alguna medida, de este cardcter. ‘é) Han existido y existen muchos ejemplos de mercados en los que tno o mis de los elementos de la teoria econémica estin deter- aciones que estin fuera del campo del mercado a demanda ilimitada, ado, del Gobierno de les Estados Unidos para ‘algunos productos agricolas y la demanda soviétiea de una cantidad minima de productos agricolas a un precio bajo, especifcado de antemano. El mercado eutorregulado fonefona sélo con wna demands, un ta y unos precios que se hallan interrelacionados entre sf. wuede quedar destruido por la introduccién de elementos .n al mecanismo equilibrador. Los Goblernos mercan- “iglos xvt al xv alteraban el equilibrio al que el mer- ido por s{ solo subvencionando determinadas indus~ twiss, y prohibiendo Ia exportacién de algunos productos y la impor- tacién de otros. La Libertad para minimizar los costes estaba limiteda sobre las téenicas de producciéa. fa una diferencia significetiva vis, Ea um mercado auto- fa base de los precios relati- oferta-demenda-precio. Para Jonalidad: econémica> o poner los precios toman decisiones en base a otras consideraciones tes 0 adicionales. "Por lo general, los economistas conciben los mercados eutorregu- ledoe como una parte de un sistema de mercados autorregulados que todo lo abarce. Alli donde algunos mercados son autoregulados otros no, cabe afirmar que ninguno de los mercados puede ser verda deramente autorregulado, pues los elementos limitadores de los mex~ cados controlados afectarin al funcionamiento de todos los mercados. EL que los elementos limitadores destruyan o no le validez del ané- ait isis basado en la suposicién de mercados, autorregulados dependeré de lo estricta que haya de ser Ja eproximacién al ideal y de lo fre~ ccuentes 0 extendidas que sean las Limitaciones. Corresponde al histo lador econémico decidir si los mercsdos de une época y un luger de- terminados se aproximaron a la autocregulacién o si las limitaciones e interferencias son tan importantes que hacen que el anilisis no se pueda aplicar 0 se aplique sélo con reservas, Si las limitaciones a la autorregulacion son importantes, Ia historia econémica ha de diferen- ciar estos mercados de los mercedos eutorregulados y definir sus caracteristicas independientemente de las.deducciones que realizan los economistas en bese al mercado autorregulado, La historia de Europa occidental de tos siglos xv al xxc se ha inter- pretado con frecuencia erréneamente debido » la incapacidad. para captar la diferencia entre un sistema de mercado autorreguledo y una serie de mercados més 0 menos libres de regularse zero que no cons- itufan en su conjunto un sistema autorreguledo. Un ejemplo es el antiguo mercado inglés de le lana, en el que los precios internacio- nales fuetuaben y los comerciantes se comportaban en gran medida igual que los colegas modems. Sin embargo, Ia produccién de lana mediante Ia cra de ganado lanar estaba todavia en manos de per- sonas que vivian en un sistema feudal de posesion de la terra, y la mano de obra se organizaba en gremics, en : mente regulada de aprendices y oficial que se suele lamer Ia revolucién comercial 0 el periedo mercanti nos encontramos con que los mercados de productos tendian, medida en que era a aproximarse al mercado eutorregulado, pero estaban sometides a controles de importancia y eficacia diversas, y los mercados de factores en el sentido que hoy le dan a este término los econcmistas todavia no exlstian, a excepcién del mercado de ca- pital’ La situacién era légicamente (y en este caso histéricamente) ‘una etapa entre mercados en sentido fisico no regidos por el meca- nismo de oferta-demands-precio ‘y um mercado autorregulado basedo en dicho mecanismo, Podemos utilizala para nuestros propésitos como ejemplo de un sistema de mercados de naturaleza espectfica que cubrian sélo une parte de la economfa, sistema claramente diferenciado del de mercados autorregulados. tuna serfe de tipos de mercados que se pueden joria econémica, Se les puede clasifcar dentro de los siguientes lites: @) Mercados autorvegulados, en los que la demanda, el precio y el coste determinan de forma mutua y exclusiva lo que se ha de pro- ducir, cémo se ba de producir y entre quién se ha de distibutr. a3 8) Mercados en sentido fisioo, que no tienen nada en cointin con los mercados autorregulados, a excepcién del hecho de que los pro- san de una mano e otra. Los diversos sistemas de normés sn el funcionamfento de estos mercados constituyen un campo igacién en el que el economista no puede aportar més que tes, a menos que esté en condiciones de prevenir en contra de 1a avibucién ineonsclente de caracteristicas de autorregulacién a estos lugares de mercado. Entre estos dos tipos existen otros mercedes que participan de al- ggunas de las caracteristicas de los mercados autorregulados. Pueden ser mercados ereadores de precios en los que consideraciones ajens ‘a le demanda, el precio y el caste contribuyen a la determinectin de lo que se produce, cémo se produce y entre quién se distribuye. Pueden ser también mercados en sentido fisioo que utilizan dinero pero fun- cionan con precios fijos. Cuanto més se aproximen estos mercados a les tipos creadores de precios y autorregulados, més itil es la teorla econdmica, pero la teorla econémica sélo tiene valor explicativo uns vvez se poseen los datos, pero no « pri Un tema de especial interés pera lador econtmico es el surgimiento, en los mercedos en sentido fisico, de instituciones o me- canismes que se parecen a los de un mercado autorregulado, Este interés obedece parcialmente a un deseo de demostrar la capacidad de estas instituciones y mecanismos pera imponer en le economia otras caracteristicas de los mercados autorreguledos, y también a la ccurlosided por descubrir cémo estas instituciones similares pueden fun- cionar de formas distintas y perseguir finalidades diferentes de les que los analistas econémicos les atibuyen. E| historiador econémico esti interesado tembién en descubrir qué otras formas, afenss se han desarrollado a lo largo de la historia para cumplir las mismas funciones bisicas del mercado auto- regulado en una economia de mercado, es decir, la-de prozorcionar rmedios materiales para satisiacer las necesidades: de ahi nuestro in- terés por los sistemas de reciprocided y redistribucién. PP Como punto final, conviene aclarar que los cientifces sociales que than escrito este libro participan, en principio, de la concepeién que con~ sidera que los mercedos autorregulados son la excepcién y no la regla e incluso que sdlo aparecen en los sigles xre y xx. Ademés, conciben los mercados creadores de precios como un producto histcico excep- cional y creen que durante buena parte de su trayectorié hhombre ha vivido con mercados de precios fijos y quizS con sistemas 419

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