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1.2.

Variables macro económicas: PIB, inflación, tasas de interés, PEA y su


influencia en la operación de las organizaciones industriales.

Crecimiento económico del país.


Un país necesita crecer por dos razones: la primera es que si su tasa de
crecimiento demográfico es positiva, es decir, cada año hay más habitantes, el
gobierno tiene la obligación de proporcionarles de todo, esto es, servicios de
salud, educación, vivienda, trabajo estable y bien remunerado, etc. Es probable
que el gobierno no proporcione directamente todo esto, pero sí debe propiciar las
condiciones para que los ciudadanos adquieran estos satisfactores con cierta
facilidad. En segundo lugar, si la tasa demográfica del país es cero o negativa, el
gobierno tiene la obligación de elevar el nivel de vida de la población, cual significa
propiciar la adquisición de los factores mencionados, pero de mejor calidad.

PIB Producto Interno Bruto


Para que las condiciones de crecimiento sean propicias en un país, y la población
en general pueda adquirir los satisfactores mencionados, es necesaria una
condición económica llamada equilibrio. El equilibrio es lo contrario de
inestabilidad y la inestabilidad económica se caracteriza por una alta fluctuación
en los parámetros económicos: la tasa de interés, la paridad de la moneda, la
inflación, la tasa de empleo (o de desempleo), el producto interno bruto (PIB), el
resultado de la balanza comercial, etc., lo cual significa que si hay inestabilidad en
una economía, estos parámetros y otros fluctuarán de manera abrupta de un año
a otro, o permanecerán con valores malos durante largos periodos. En tanto, una
economía estable se caracteriza por una baja tasa de interés en el mercado, una
paridad de la moneda con muy poca variación durante largos periodos, una baja
tasa de desempleo de la población en edad de trabajar, un PIB positivo cada año,
de preferencia igualo mayor que la tasa de crecimiento poblacional, una balanza
comercial con un déficit mínimo y de preferencia cero o con superávit, etc. Al
menos dos de estos parámetros, la tasa de interés y la paridad monetaria,
dependen casi en forma directa del Banco Central, aunque sus políticas tienen
gran repercusión en el comportamiento de los demás parámetros
macroeconómicos mencionados.
El crecimiento económico de un país se mide por el crecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB), y de manera más específica por la tasa de crecimiento de la
producción per cápita, ya que ésta determina la tasa a la que aumenta el nivel de
vida de los habitantes de un país, que es precisamente el objetivo del crecimiento
económico.
El PIB es el indicador más utilizado para medir la producción total de bienes y
servicios de un país. Al margen de las enormes dificultades y errores que puede
haber en su medición, es la suma de los valores monetarios del consumo, la
inversión bruta, las compras de bienes y servicios por parte del Estado y las
exportaciones netas producidas en un país durante cierto periodo, generalmente
un año.
De manera sencilla, el PIB se define como la cantidad de dinero que se genera
internamente en el país, midiendo así la actividad económica.
Un país no está endeudado por la cantidad de dinero que debe al exterior, sino por
su capacidad de pago para saldar esa deuda. Un buen indicador de esa capacidad
es la tasa de la deuda externa en relación con el PIB del país. De acuerdo con el
informe del Banco Mundial de 1997, los países con la tasa deuda/PIB más alta son
República del Congo con 247%, aunque su deuda externa apenas rebasa los 5
000 millones de dólares (mdd) y Nicaragua con una tasa de 244%, con una deuda
externa de unos 7000 mdd para ese año. Deber 200% del PIB significa que sólo
los intereses representan 15% o más del PIB al año, cifras que, sin duda son
impagables y que además frenan cualquier intento de crecimiento económico y
social.
De acuerdo con el Criterio de Convergencia del Tratado de Maastricht, de la Unión
Monetaria Europea, la tasa límite de deuda/PIB para que un país siga siendo
sujeto de crédito es 60%. El promedio de esta tasa para Latinoamérica fue de 37%
para 1998, de 40% para el Este Asiático, de 27% para el sur de Asia, para los
países europeos en vías de desarrollo 36%, Medio Oriente 29% y de 68% para
África. La pregunta es ¿cómo llegaron tal cantidad de países a estos niveles de
endeudamiento? El problema para ambas partes, acreedores y deudores, es que
para los acreedores una gran proporción de esa deuda es impagable. Para los
países deudores es que, en vez de dedicar muchos de sus ingresos para sentar
las bases de su desarrollo económico, mediante la promoción de la educación, la
salud, la infraestructura industrial, etc., ese dinero se destina a pagar la deuda con
sus respectivos intereses, y los países se hunden cada vez más en la pobreza,
con todas las consecuencias que ello acarrea. Entonces, ¿dónde quedaron los
objetivos iniciales del FMI y del BM? Los resultados han sido totalmente contrarios
a los objetivos planteados.

Inflación
Hay un fenómeno económico conocido como inflación, el cual consiste en la
pérdida del poder adquisitivo del dinero con el paso del tiempo. Ningún país en el
mundo está exento de la inflación, ya sea que tenga un valor bajo, de 2 a 5%
anual en países desarrollados, o por arriba de 1 000% anual, como en algunos
países de América del Sur. Nadie puede escapar de ella. De la misma forma,
nadie sabe con certeza por qué es necesaria la inflación o por qué se origina en
cualquier economía. Lo único que se aprecia claramente es que en países con
economías fuertes y estables la inflación es muy baja, pero nunca de cero.
Lo único en que se hace énfasis es que el valor del dinero cambia con el tiempo
debido principalmente a este fenómeno; de lo contrario, es decir, si no hubiera
inflación, el poder adquisitivo del dinero sería el mismo a través de los años y la
evaluación económica probablemente se limitaría a hacer sumas y restas simples
de las ganancias futuras.

¿Qué es la inflación y cómo se mide?


La inflación se define como el incremento sostenido en el nivel general de los
precios en una economía. Todos los países padecen inflación, aunque ésta sea
muy baja. En la década de los años sesenta muchos países, incluyendo a México,
tuvieron tasas anuales de inflación que no sobrepasaban 2%. Sin embargo, por
causas que no se discutirán en este texto, México alcanzó en 1987 el mayor índice
de inflación de su historia, con un valor de 170%, y hubo un país en Sudamérica
que pudo contar su índice anual de inflación por miles. Antes de iniciar el
tratamiento de la inflación es conveniente dar el concepto:
Inflación: medida ponderada y agregada del aumento de precios en la canasta
básica de una economía.
La canasta básica de una economía capitalista se define como el conjunto de
bienes y servicios que una familia de clase media necesita para vivir con
comodidad. Esta definición es bastante oscura, ya que hace necesario definir el
significado de clase media y vivir con comodidad, lo cual, de intentarlo, podría
conducir a más confusión. Por ello, bastará con decir que el valor de la inflación
debe reflejar el aumento de precios de los productos y servicios consumidos
comúnmente en la economía de un país, y que se consideran casi indispensables
para vivir. Por lo tanto, quedan eliminados todos los artículos suntuarios, tales
como perfumes y lociones importadas, algunos tipos de aparatos eléctricos, como
televisores, estéreos, reproductores de discos compactos, cierto tipo y marcas de
relojes, ropa, zapatos, etcétera.
En la definición de inflación también aparecen los términos medida ponderada y
media agregada. Supóngase que el gobierno de un país está determinando el
aumento en el precio del aceite comestible (producto indispensable para vivir) en
el último mes. También supóngase que en ese país hay siete variedades de aceite
comestible disponibles en el mercado. Para determinar la inflación, el gobierno de
ese país, además de investigar el aumento de precios en cada variedad de aceite,
deberá ponderar cuál es la participación porcentual de cada tipo dentro del total de
las ventas sólo para ese producto, ya que no todas las variedades sufrirán
exactamente el mismo porcentaje de aumento de precios en el mismo periodo.
Este mismo procedimiento será aplicado en todos los productos y familias de
productos y servicios que conforman la canasta básica de esa economía, y
cuando se hace esto se están agregando todos los datos para obtener un dato
único de inflación.
El efecto que tiene la inflación es que disminuye el poder de compra del dinero.
Esta disminución del poder adquisitivo puede medirse de varias formas. Los
economistas lo registran como un índice nacional de precios al consumidor
(INPC), el cual se determina al medir el aumento de precios de los productos de la
canasta básica. Los consumidores pueden medir la inflación por la cantidad de
productos que puedan comprar con cierta cantidad constante de dinero. Por
ejemplo, si siempre se dispone de $100, ¿cuántos litros de gasolina, cuántos kilos
de carne y huevos y cuántas piezas de pan puedo comprar? Se observará que,
con el paso del tiempo, con los $100 se podrá adquirir cada vez menos gasolina,
carne, huevo y pan.
La tasa de inflación siempre se mide o se contabiliza sobre el valor del año previo,
por lo que su valor tiene un efecto capitalizado con el tiempo.

Tasas de interés

La tasa de interés (o tipo de interés) es el precio del dinero o pago estipulado, por
encima del valor depositado, que un inversionista debe recibir, por unidad de
tiempo determinando, del deudor, a raíz de haber usado su dinero durante ese
tiempo. Con frecuencia se le llama "el precio del dinero" en el mercado financiero,
ya que refleja cuánto paga un deudor a un acreedor por usar su dinero durante un
periodo.
Si una persona, empresa o gobierno requiere de dinero para adquirir bienes o
financiar sus operaciones, y solicita un préstamo, el interés que se pague sobre el
dinero solicitado será el costo que tendrá que pagar por ese servicio. Como en
cualquier producto, se cumple la ley de la oferta y la demanda: mientras sea más
fácil conseguir dinero (mayor oferta, mayor liquidez), la tasa de interés será más
baja. Por el contrario, si no hay suficiente dinero para prestar, la tasa será más
alta.
¿Cómo influyen las tasas de interés en la economía? Tasas de interés bajas
ayudan al crecimiento de la economía, ya que facilitan el consumo y por tanto la
demanda de productos. Mientras más productos se consuman, más crecimiento
económico. El lado negativo es que este consumo tiene tendencias inflacionarias.
Tasas de interés altas favorecen el ahorro y frenan la inflación, ya que el consumo
disminuye al incrementarse el costo de las deudas. Pero al disminuir el consumo
también se frena el crecimiento económico.
Los bancos centrales de cada país (Banco de México, en el caso de nuestro país)
utilizan las tasas de interés principalmente para frenar la inflación, aumentando la
tasa para frenar el consumo, o disminuyéndola ante una posible recesión.

Población económicamente activa (PEA)

Es el conjunto de personas que, en una sociedad determinada, ejercen


habitualmente una actividad económica o están en aptitud de trabajar aunque se
encuentren momentáneamente sin ocupación por causas ajenas a su voluntad. La
PEA está constituida por los productores, es decir, por quienes desempeñan
alguna función en la actividad productiva de la sociedad o están en posibilidad de
hacerlo por sus condiciones de edad y aptitud, aunque transitoriamente carezcan
de empleo.
El concepto de “persona económicamente activa” debe ser considerado en
relación con la organización del trabajo en cada sociedad. Es, por tanto, un
concepto relativo que siempre está referido a las características culturales de cada
lugar. En las sociedades primitivas, de economía de subsistencia —economías
recolectoras, pastoriles y agrícolas— la población económicamente activa no se
diferencia mayormente de la población en general puesto que su bajísimo nivel
tecnológico vuelve indispensable la participación de virtualmente todo el grupo
social, mayor de una edad mínima, en las tareas comunes de producir los bienes
de subsistencia.
Con el paso del tiempo los procesos productivos de las sociedades se
transformaron gradualmente en economías de mercado y, al acusarse la división
social del trabajo, quedaron al margen las personas económicamente inactivas:
menores de edad, estudiantes, amas de casa, jubilados, incapacitados, enfermos,
presidiarios. Este proceso se acentuó en las sociedades industriales, cuyas
normas laborales fueron muy precisas. Allí surgió el concepto de PEA. El trabajo
de los niños quedó prohibido. La actividad productiva de las mujeres se sometió a
regulaciones especiales. Los enfermos, ancianos e impedidos fueron sometidos a
la protección del Estado.
Por lo general, se considera como miembros de la población económicamente
activa a las personas de entre 15 y 65 años de edad. Sin embargo, no están
incluidas las amas de casa que no perciben remuneración, ni los estudiantes por
sus actividades, ni el trabajo forzado que hacen los presidiarios, ni las faenas de
solidaridad social que cumple el “voluntariado”, ni el trabajo de los sacerdotes en
sus conventos e iglesias. La percepción de una remuneración es un elemento muy
importante aunque no esencial para hacer de un trabajador un factor activo de la
producción, puesto que excepcionalmente puede haber trabajadores sin
estipendio. En cambio, forman parte de la población económicamente activa (PEA)
los desocupados, esto es, quienes siendo hábiles para trabajar no tienen empleo.
Ellos están disponibles para asumir una función productiva y, por tanto, se
consideran elementos activos.
La PEA se mide por medio de los Censos Generales de Población. Los pliegos de
indagación contienen preguntas para establecer el número de personas
económicamente activas —por edad, sexo, grado de instrucción, nacionalidad,
estado civil y otros datos— y el tipo de faenas a las que se dedican. A través de
ellos puede establecerse el porcentaje de la población activa con relación a la
población total de un país.
En la consideración global, la población económicamente activa es uno de los
factores de la producción juntamente con el capital y la tecnología. Estos tres
elementos deben conjugarse para que sea posible la operación productiva.

Para que las condiciones de crecimiento sean propicias en un país, y la población


en general pueda adquirir los satisfactores mencionados, es necesaria una
condición económica llamada equilibrio. El equilibrio es lo contrario de
inestabilidad y la inestabilidad económica se caracteriza por una alta fluctuación
en los parámetros económicos: la tasa de interés, la paridad de la moneda, la
inflación, la tasa de empleo (o de desempleo), el producto interno bruto (PIB), el
resultado de la balanza comercial, etc., lo cual significa que si hay inestabilidad en
una economía, estos parámetros y otros fluctuarán de manera abrupta de un año
a otro, o permanecerán con valores malos durante largos periodos. En tanto, una
economía estable se caracteriza por una baja tasa de interés en el mercado, una
paridad de la moneda con muy poca variación durante largos periodos, una baja
tasa de desempleo de la población en edad de trabajar, un PIB positivo cada año,
de preferencia igualo mayor que la tasa de crecimiento poblacional, una balanza
comercial con un déficit mínimo y de preferencia cero o con superávit, etc. Al
menos dos de estos parámetros, la tasa de interés y la paridad monetaria,
dependen casi en forma directa del Banco Central, aunque sus políticas tienen
gran repercusión en el comportamiento de los demás parámetros
macroeconómicos mencionados.

Baca Urbina Gabriel. FUNDAMENTOS DE INGENIERÍA ECONÓMICA. Editorial Mc. Graw Hill.
Cuarta Edición. México 2001. ISBN 970-10-2465-6

http://www.enciclopediadelapolitica.org/Default.aspx?i=&por=p&idind=1183&termino=
http://www.economia.com.mx/tasas_de_interes.htm

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