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    Capitulo 1 Introduccion: moderno, posmoderno y contemporaneo Casi al mismo tiempo pero ignorando cada cual el pensamienco del otro, | historador alemén de arte Hans Belcingy yo, publicamos rexeos acerca del fin del arte! Cada uno habia acibada a Is vivida sensacin de que un cam bio histérico importante habia tenido lugar en las condiciones de prodc- im de las artes vsuales aun euando, afgyontemente, los complejos instiea- cionales del mundo del arte —galerias,excuelas de arte, eviseas, museos, instirucionesertieas, curadores-— patecln relatvamente estables. Belting ppublce después tin asorabeoso libro qu esza Is historia de las imigenes pia dosas en el Occidente cristiano desde Tos viempos romanos hasta el 1400 d.C., aproximadamente al cial le dio el soxprendente subtculo de La imagen ants dela era del arte. Fs0 no signilicaba que esas imgenes no fueran arte en un sentido ampli, sino que su scr arteno figuraba en su produccién, dado que lconcepto de atte no habia realmente emergido todavia en la conciencia sgeneral, por lo que esas imagenes —de hecho iconos— jugarom un papel bas- tance diferente en la vida de las personas del que las obras de arte viiron jugar cand el concepco de areal fin emergisy algo asi como considers cionesestticas éomensaron a gobeiai msi relacidn con ells. Ni siquié= ra eran consideradas en ef sentido elemental de haber sido producidas por 5 * dad, no menos profunda que és, entre el arte producido en la era del arte y 26 DESPUES DEL HIN DEL ARTE artistas (seres humanos que marcan superfcis) sino que eran observadas como si su origen fuera milagroso, como laimpresién dela imagen de exis en el velo de Veronica. Lugo, se tiene que haber producido une profunda Aisconcnuidad en las pectiea aristicas, ens el ances el despues del comcn- to dela era del are, dada que el concepco de artista no entraba ela expi- ‘acién de las imagenes piadosas’ Pero luego en el Renacimiento el concep to de artista se volviécental hasta el punto de que Giorpio Vasari esribis tun gran libro sobre a vida de los artistas. Antes tendria que haber sido lo sumo sobre as vidas de los santos ‘Si esto es concehible, enconces puede haber existido otra discontinsi- ‘latte producldo tras esa et, La Gra del arte notcomenz6 abruptamence en 1400, ni tampoco finalizé de golpe hacia la mitad de los afios ochenta, cuan- do aparecieron los textos, el de Belting y el mio, en alemn c inglés, sespecti: vamente. Tal vez ninguno de nosotros tuvier una idea clara de lo que taté~ bamos de decir como deber(amos tenerla ahora, diczafios después. Pero ahora «que Belding ha legado al idea de un arte anterior l comienzo delat debe= fiamos pensar en ol arte depuds del fin del ace. como s-esuvidsemos emer “piendo desde la era del are a otra cosa, cuys exacta forma yesuctura res ‘Ninguno de nosotros formal sus observacones aa manera de un juicio rio en tlacinal arte de nuestro tempo. En fos ator ochent,ccros ts sets tadcales consideraron cl tema de la muerte de a pinuraybasaon sus juieios en la afimacidn de que lapntuca avanzada paca most todos os “Ganon de un agotamieno intemo, 0, por lo menos, un lite marcado ms alli Gel cual no ea posible avanzat, Se refeian als pincurasblancas de Robert Ryman, o eal wea las monétona yagesvas pinnarasrayaas del artista fan- és Daniel Buren; y hubera sido dlc i considerar sus observaciones, en jet seid, com an ju crtico tant sobre estos dos artistas como sobre In pintaraen general. : eto era bastante coherente con el final de aera del arte, al como Bel ting y yo lo entendames, que el arte facse entemadamentevigor0s0¥ no mos trate ningtn signo de agotamiento interno. La musta ea wna llamada de Sencin acerca decémo un complejo de pricticesdieron lugar a otras aun and la oem del nuevo complejo permanecis (todavia permanec) ost ra, Nigguno de nosotros hablaba sobre Is muerte dl arte a pesas de que mi prop texto parece haber sido el ariculo central en el volumen, bajo c tu- fo Le muerte del arse. Ese ilo no era mio, dado que yo estaba escibiendo acerca de cirta nattativa que, pensé, habia sido objeivamente cunplida en Tr historia dela la que me parecié que habia ile su fina Una historia habfafinalizado. Mi opinidn no ert que no debi haber inerwopuecton = ss are (lo que realmente implica palabra «muerte. sino que evalquier harrativa jera ser considerado como su etapa siguiente, Lo que _ Fabia llega al final era ess narrative, pero noe ina de [a nareativa, Me ~apresuro a explicato En cierto sentido la via realmente comienza cuando la historia llega un fin, asi como en las historia toda parca dsfruta de cmo se enconttaton el sano al otto y wivieron feces para siempres.* Enel género alemén de Bil- ddangsroman —novela de formacién y autodescubrimiento— la historia es rnartada por medio de as etapa através de las cuales el héroe ola heroina pro- tresan en el camino del autoconocimienco. Este génevo ha terminado siendo, »priceicamentey uns mattiz de lamovelifeministay donde lzheroina llega-a¢ fener conciencia de quién es y de lo que significa ser mujer. Fsa conciencia, a pesar de se el fin de a historia, es, realmente, vel primer dia del resto de su vida, ilizando una de ls frases corrienes de la filosofa New Age La tem prana obra maestrade Hegel. La fenomenologa de espiritu tiene forma de Bil- dungsroman, cn cl seotido de que su héroe, Gest, atravesa una serie de etapas ‘con el fin de aleanzar el conocimicnto, no solamente sobre lo que es el cono- ‘imiento mismo, sino también, de tomar conciencis de que su conocimienco podria ser vacio sin csa historia de contratiempos y entusiasmos inapropia- dos. La tess de Beling también era sobre narativas. «El arte concempori=— neo», escribi6, emanifiesta una conciencia dela historia del arte, pero no la “Tleya mucho ms lejos. Habla ambién de sla laivay recite pérdida de ~Feen unagran nareativa que determine el modo en que ls cosas dzben ser vis-_ “Gain En parte eso es lo que significa no pertenecer mis a una gran narra ‘a que se inscribe, ella misma en algia sitio de nuestea conciencia, entre la inquietud y el egocijo, que marca I sensbilidad histsrica del present, y lo ‘ual ayuda (ci Bering y yo estamos en lo certo) a definir una aguda diferen-

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