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Eva vsir » Pecodingnostico UD ~y Cekener Erciely “Teinicw Feojech joo. Medvalltacis’ loboo/ / y forense 4 Fome t "Parle & Cyp-FyE Capitulo! Desarrollo y evolucién de la Evolutiva Grafica Criterios de Interpretacién de las Pautas Evolutivas en las Técnicas Graficas Proyectivas e sakyprebrcish en bb ambifes chives, Andrés Febbraio Los motivos que me llevaron a realizar el presente trabajo fueron dos: «© La dificultades que manifestaban los alumnos de la carrera de psicologia en comprender la va~ lider de las técnicas proyectivas y en especial las técnicas gréficas como medio de evaluacién de Ja personalidad. « La ayuda inestimable que me brindaron los tests en general y en particular las técnicas gréti- cas psicométricas y proyectivas en gran parte de mi trabajo en evaluacién psicolégica, dedicada al diagnéstico diferencial en nifios y adultos retrasados mentales, Consideré entonces que la forma clésica de ensefiar el tema requeria algunos cambios, entre ellos pensar qué producia dicha resistencia y cémo podria vencerla. Recordé las palabras de Arminda Aberastury en su trabajo “E] nifio y sus juegos”, presentado en la Revista Argentina de Psiquiatria y Psicologia de la Infancia y Adolescencia en el afio 1971, ‘cuando dijo: “Me atrevo a decir que es necesario aprender a leer un dibujo y que esta lectura Hega ai} ser apasionante siempre que sea minutia, prudente yn silo smbiica. ‘Tal ver faltaba minuciosidad y pradencia. Si bien no se trataba sélo de un problema puntual si- no de un proceso mas amplio, Particularmente del hincapié que en los tltimos afios algunos psicoa- nalistas han puesto en “la palabra” como medio privilegiado y casi excluyente de acceder a los con- tenidos pre-conscientes e inconscientes. No estaba en mis manos poder solucionarlo en su totalidad, pero sf era posible intentar un nuevo camino de aproximacién al tema que me era pertinente. ‘La ensefianza de las’ eas gréficas proyectivas y los aspectos simbélicos de los dibujos seria el resultado final de un. previo. Consideré que nada m4s minucioso y cuidado que el desa- rrollo evolutivo gréfico infantil para partir hacia mi objetivo. No se trataba de convencer a los alum- nos de las bondades de los tests gréficos sino de,comprobarles la validez de estos instrumentos. Tal ver la evohitiva gréfica me serviria entonces para mostrar estadisticamente la aparicién de distin- tas etapas sucesivas de logros pictéricos en los nifios y, a partir de allf, hacer evidente la riqueza de la expresin gréfica y el potencial que la misma encerraba. Este cambio didéctico me ofrecié muy buenos resultados. Intentaré en las paginas siguientes devolver el verdadero valor de significacién de las caracte- risticas graficas que se adquieren durante el proceso evolutivo del desarrollo del dibujo como una de las formas de expresién y comunicacién humana. Estas on tomadas por la psicologia como un posible instrumento de indagacién del mundo interno (aparato psiquico) de las personas. Para ello, siguiendo los trabajos de diversos autores, sintetizaré y actualizaré Ja evolutiva gré- fica de la figura humana, de la casa y del arbol en la infancia (los tres elementos constitutives que utilizé en 1940 J. Buck para la elaboracién de su test, el HTP). ‘Asu vez presentaré una serie de caracteristicas gréficas que se desarrollan durante la adoles- cencia que no han sido sistematizadas hasta el momento. Para esta parte utilicé un vasto material clfnico producto de mi practica profesional en diver- ‘sas escuelas secundarias y de procesos psicodiagnésticos privados. Finalmente desarrollaré los criterios de interpretacién de las pautas o indicadores evolutivos ‘grficos y su relacién con las pautas formales y de contenido. Gracieca Cevewen Introduccién La graficacién como otras tantas formas de produccién humana se entiende ‘como un medio de expresién y comunicacién histérico, social y cultural: El di- bujo y la pintura en la historia de la humanidad fueron previos a la escritura y permitieron dejar testimonio de acciones y situaciones del pasado. Como prue- ba de ello se puede recordar la “Cueva de Altamira”, situada en las proximida- des de Santillana del Mar (Provincia de Santander), Espafia, donde se encuen- tra el conjunto mas bello de pinturas rupestres del Paleolitico europeo. Las re- presentaciones artisticas superan las 150, con figuras de animales de tamafio natural: bisontes, caballos, jabalies y ciervos y representaciones antropomérfi- cas y signos como manos, ojos, ete. Este como otros tantos ejemplos demuestran que la comunicacién pictérica constituye un lenguaje bésico elemental. Caligor en su libro “Nuevas interpretaciones psicoldgicas del dibujo de la fi- gura humana” en 1971 afirma: “Desde el tiempo de las cavernas el hombre ha utilizado el dibujo como una forma de comunicacin”. Lo mismo sucede en el desarrollo de cada individuo, donde el dibujo y la pa- labra aparecen en forma casi conjunta y ambos posibilitan posteriormente el acceso ala eseritura. Este proceso permite apreciar la aparicién de diferentes capacidades y habilidades en forma creciente a lo largo del tiempo. Aproxima- cena desde los dos afios hasta finalizada la adolescencia se produce el de- ‘afo - pictérico, en sus eta ‘mas importantes. ‘sf Goma Tos sctudicens dal art piieron'deearrellnr tScnicas, tendencias, corrientes y teméticas sobre las producciones artisticas, los psicélogos estudia- ron el desarrollo grafico individual describiendo etapas sucesivas de aparicién ordenada, “Comprendieron que la graficacién-estaba directamente relacionada con la maduracién neuromuscular, a partir del control encefalico sobre su siste- made accion y conjuntamente con el desarrollo (estimulacién y aprendizaje) ad- ‘quieren expresion y funcionalidad.” (Di 23). Se ne Cooke y Rast ¥ Ruskin entre 1859 y 1886, pioneros en el tema, fueron los primeros en investigar y utilizar la relacién de los dibujos con la pe- dagogia. El dibujo para ellos era el resultado de la capacidad imaginativa y el antecedente mas importante para la adquisicién de la escritura en los nifios. En esa época todas las teorfas acerca del grafismo se basaron en el evolucionismo de Spencer (1888) que aftrmabe: que ot desarrollo del individun-e-hallaha. go: [es se arian a la [uz de la evolucién que deberfan manifestar a lo lar- godeldesarroliodeInifio.—=~=~2~2SOCOC*~C~*~“‘<‘=~*~*~*~S A partir de estos postulados se pudieron establecer instrumentos de medi-. ci6n para las capacidades gréficas que dieran cuenta del proceso de maduracién y el grado de desarrollo intelectual y motriz. Asi aparecieron las primeras téc- nicas psicométricas aplicadas a los dibujos infantiles. Los desarrollos teéricos de Clapared y Luquet a principios del siglo XX, res- pecto al dibujo y su relacién con la capacidad intelectual, fueron los que dieron como resultado el “Test del dibujo de la Figura Humana” de Goodenough (1926) como uno de los maximos exponentes de su época, Se trata de una técnica cuan- —110— ‘TRCNICAS PROYECTIVAS Actualizacién e Interpretacién en los Ambitos Clinico, Laboral y Forense titativa, don completa e,se puede medir e e intelectual de los sujetos (CD. Los afios siguientes se vieron colmados de investigaciones y nuevas técni~ cas sobre el tema. Pero fue varios afios més tarde cuando se reconocieron en la graficacién otros aspectos donde los investigadores descubrieron que cada persona presen- ‘taba i ismo dibujo, atin respetando las eta- pas propias del desarrollo, Esta manera particular de realizacién 0 graficacién faeTo que atrajo el interés de muchos estudiosos que darian origen a las técni- cas proyectivas. Dice Christopher Cornford (1975. Pag. 84): “Sea cual fuera la forma de ex- presién del pintor, su obra nos mostraré rasgos distintivos o caracteristicos que indican que son el producto de un determinado tiempo o lugar, mentalidad o mano, cualidades que resume la palabra estilo.” La palabra, “estilo”, guarda una particular importancia en el tema que se esté tratando aqui. Se puede decir que cada sujeto tiene un estilo particular de ejecucién y produccién. Estos aspectos ya no se refieren a datos cuantitativos, sino cualitativos. Pero Cornford continiia diciendo: “El estilo es, esencialmente, una eleccidn de] ‘medios, ya sea por parte de un individuo o de una época, una eleccién conscien- te oinconsciente de una manera determinada de utilizar un niimero de elemen: tos tales como la forma, el color, el espacio, las texturas y otras cualidades pict6: cd [anguaje de los dibujos y los contenidos pro a asain aaa celal apclaainenraeione obser- yaron en la clinica cotidiana como los pequefios pacientes evidenciaban en los procesos terapéuticos la necesidad y posibilidad de manifestarse a través de sus, dibujos. Los mismos reproducfan situaciones directamente relacionadas con sus conflictos y hasta sus fantasias de cémo solucionarlos. Los dibujos utilizan al igual que ios suefios un lenguaje simbélico que se expresa en imagenes plésticas. Paralelamente en la década del cuarenta y del cincuenta varios investigado- res en evaluacién psicolégica se interesaron por el discurso grafico y su rela- cién con las caracteristicas de personalidad, entre ellos: J. Buck (1948), K. Ma- chower (1949), P. Shilder (1950), Jolles (1952), E. Hammer (1958), y otros tan- tos seguidores en los afios sesenta como Bennett (1964), Bradfied (1964), ‘McHugh (1966) por s6lo nombrar algunos. En la actualidad no caben dudas de que el dibujo, a través de la combina: _ cién de Ia motricidad y los procesos cognitivos transmiten caracteristicas dela personalidad, dejando un testimonio visible (grafico) de la manera particular del fancionamiento psicolégico individual, con igual riqueza que el juego-y tx palabra-oral-o escrita. Pero a diferencia de estas tiltimas el dibujo permite ex- presar de manera privilegiada la proyeccién del esquema corporal, Ta imagen de si y sus cambios a lo largo del desarrollo, como asi también Tas capacidades, habilidades, conflic ieseos, impulsos y ansiedades de los Sujetos. —lli—

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