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—————— ll lt Mac, el microbio desconocido mena eSOcle Co una rn 1 Una asamblea extraordinaria e— AUTEUR Si alguien hubiera pasado por ahf aquel dia, por cierto que habria dicho: “;Qué lugar tan hermoso y apacible!”. Y, en realidad, asf era. Nada le faltaba a aquel sitio para tener la romntica belleza de las tarjetas postales que se venden a montones en las ciudades y en los pueblos. Porque, va- mos viendo con calma: al lado izquierdo del paisaje habfa un lago; junto a él, un sauce llorén inclinaba sus ramas con el evidente deseo de mirarse en las aguas quietas; y los péjaros, muy a menudo, iban y venfan de aquf para alld, en ese paisaje encantador. Al lado derecho habia unos drboles, y detrds aparecfan unos montes. rr 8 Mac Et Micromio DEScONOCtX / HERNAN DH. SoLAR Cierta mafana pasé por ahi un hombre melenudo, con un sombrero de anchas alas, Apenas vio aquello, sacs un papel y un lapiz y comenzé a escribir: iOh lago junto al seuce melancélico! iOh sauce junto al iago transparente! Paisaje simbélico eres la vida quieta de mi mente, No se movié ni una sala rama cuando el hombre melenudo escribié aquello. No cabia duda: el paisaje deseaba ser la representacion exacta de la quietud. Pues bien: si continuamos creyendo que este paisaje es quieto, manso, apacible y se- ductor, nos equivocamos de la manera mag lamentable. Y como aseguramos algo que exige una in- mediata explicacién, vamos a darla en seguida, No queremos que se nos tenga por exagerados Y graiiones, EI paisaje no es apacible, a pesar de su aspecto. Y no lo es porque viven en él unos seres peligrosos, que ahora acaban de decidir Teunirse en una asamblea extraordinaria, Dirdn ustedes: “ZY donde estan esos peli- 8FOS0s seres que no se ven por ninguna parte?”. Mac, EL MicRoBio Desconocino / HERNAN DEL SOLAR 9 iAh! Esto es, justamente, lo que més debe in- quietarnos. Los seres peligrosos se encuentran a dos o tres pasos del sauce, a orillas del lago, y aunque parece que estén escondidos, la rea- lidad es muy distinta: no necesitan esconderse porque nadie los ve. e¥ entonces? {Cémo es posible que sean peligrosos si tienen un tamafio inverosf-mil- mente pequefio? Vamos a decirlo con una sola palabra: son microbios. jMicrobios junto al lago!_jNegros microbios de larga cola! ;Tertibles microbios que van a reunirse en asamblea! Ya estd: ahora todo el mundo nos cree. No necesitamos explicar nada més. La sola palabra microbio ha dicho mas que siete grue- sos libros. zCuéntos son? Sabemos su ntimero exacto: once millones quinientos veinte mil setecientos cincuenta y cuatro. Entre ellos hay dos que sobresalen: uno, el viejo, llamado el Patriarca; otro, el joven, lamado Mac. Desde hace mucho tiempo viven allf. An- tes eran menos, considerablemente menos; pero al paso que van las cosas, seran dentro de poco mds de veinticinco millones. Los microbios se Parecen a los conejos y alos chinos: nacen y

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