Professional Documents
Culture Documents
Las Escuelas de Reingreso son un novedoso proyecto educativo que surge en el año
2004 en el marco de la obligatoriedad de la Escuela Media dispuesta por la Ley Nº 898–
con el propósito de satisfacer la demanda de un sector importante de la población joven
que no ha podido comenzar sus estudios de nivel medio o ha visto interrumpida su
escolaridad ( mas de 16.000 jóvenes adolescentes, de entre 16 y 18 años, se
encontraban fuera del sistema educativo por distintas cuestiones que tenían que ver con
su vida particular. En general, eran chicos en situación de riesgo. Las escuelas normales
medias no los recibían por estar excedidos de edad y las escuelas de adultos porque les
faltaba edad. Entonces, quedaban afuera del sistema.
Estas Escuelas de Reingreso, fueron ocho, que surgieron como un proyecto del
Gobierno de la Ciudad, en aquel entonces encabezado por Aníbal Ibarra, bajo la
Presidencia de Nestor Kirchner.
• Condiciones de admisión. Para poder ingresar a una ER, el alumno debe haber dejado
de asistir al sistema educativo por un período mínimo de un (1) Ciclo Lectivo.
• Reconocimiento de los saberes previos. Los alumnos pueden acreditar las materias
aprobadas en otros establecimientos
La experiencia aquí demostró que es preciso trabajar con grupos pequeños, avanzando
en una enseñanza casi personalizada, que pueda destrabar inseguridades, aclarar dudas e
incomprensiones, y darle a cada quién el tiempo que necesita para aprender.
Además de las disciplinas, la Escuela implementa talleres – como el de radio o el de
teatro- y que tiene varias funciones desde luego ligadas a la expresividad y el afecto
pero le agregan espacios de intersección con conocimientos curriculares.
El trabajo de docentes en parejas pedagógicas permite tender un puente entre los talleres
y los contenidos y métodos de las materias.
Se ensayan formas organizativas para que los jóvenes sean reconocidos en sus logros y
auxiliados en sus dificultades sin excluirlos ni estigmatizarlos. Hay flexibilidad con los
horarios y la asistencia, pues el objetivo de la institución es asegurar la continuidad de
la permanencia de los chicos. Para esto se generan dispositivos como
formularios/compromisos para que se asuman determinadas pautas para la
reincorporación del estudiante.
Los y las jóvenes hablan de esa escuela como una escuela más humana, como familia,
como preocupada por la suerte de cada quién, como un lugar entre iguales.
Los chicos se incorporan a la institución con una autoestima muy baja, que emerge de
un contexto vital con derechos vulnerados y, a menudo, una historia escolar de
frustraciones. Los estudiantes advierten que en otras escuelas por las que pasaron son un
número, un legajo, un objeto a calificar y que si están o no están a casi nadie le importa.
Lo que los jóvenes encuentran cuando entran las escuelas de reingreso es mas que solo
un titulo secundario que les ayuda a conseguir un trabajo mejor: ellos encuentran la
inclusión. Para muchos de los alumnos es la primera vez en sus vidas que realmente han
sentido incluido en su propio proceso de educarse, porque sus escuelas previas les han
rechazado tantas veces que ellos nunca pudieron sentirse parte de su escuela.