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EDICIÓN 3
ÍNDICE
Módulo 2. Biocarburantes
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0. RESUMEN EJECUTIVO
A las ventajas comunes al resto de las energías renovables como son su carácter
autóctono, el respeto por el medioambiente y la creación de más empleo que las fuentes
convencionales, la biomasa presenta una serie de características que la hacen especialmente
interesante. La energía de la biomasa es gestionable, es decir se puede adaptar a los picos de
demanda ya que permite un cierto grado de almacenamiento y contribuye decisivamente al
equilibrio socioeconómico, fijando población en el ámbito rural. Otro aspecto que hace
interesante a la biomasa como recurso energético es el hecho de ser la única fuente
renovable capaz de proporcionar combustibles sólidos líquidos y gaseosos para ser
utilizados en la producción de calor, electricidad y biocarburantes para el sector del
transporte. Esta última utilización es especialmente relevante ya que los
biocarburantes de origen vegetal son, a corto plazo, la única alternativa renovable en
este sector.
Este documento, que servirá como texto al módulo II “Introducción a la Biomasa como
Recurso Energético y Biocarburantes“ del Curso Estrategias para el Desarrollo de la Bioenergía,
se divide en seis apartados. En el primer capítulo se realiza una introducción general al tema de
la biomasa como fuente de energía describiendo las áreas que se desarrollarán con mayor detalle
a lo largo del curso. Se define el concepto de biomasa energética, biocombustibles y bioenergía,
se realizan algunas consideraciones sobre los distintos tipos de biomasa que pueden utilizarse
con este fin, se describen brevemente los distintos tipos de biocombustibles y sus aplicaciones y
se hace una somera descripción las implicaciones medioambientales, sociales y económicas de su
utilización.
Módulo 2. Biocarburantes
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sector del transporte se caracteriza por el hecho de que casi la totalidad de combustibles
empleados corresponden a derivados del petróleo. Si se tiene en cuenta que el petróleo se
produce en unas pocas áreas geográficas y que, a corto plazo, no se perfila ningún sustituto para
los combustibles de automoción, es lógico que el problema del consumo energético en el
transporte constituya una de las principales preocupaciones de los países desarrollados.
En el capítulo 3, se realiza una revisión sobre las materias primas que se utilizan en la
actualidad para obtener biocarburantes y las que se utilizarán en el futuro. Los biocarburantes
son combustibles líquidos (bioetanol o biodiésel) o gaseosos (biogás e hidrógeno) obtenidos a
partir de productos vegetales. Los biocarburantes más utilizados en la actualidad (bioteanol y
biodiésel) son líquidos y poseen unas características parecidas a las de los combustibles fósiles y
se pueden utilizar en motores de combustión interna sin tener que efectuar modificaciones.
Además, poseen ventajas medioambientales, ya que son un instrumento para reducir las
emisiones de CO2 a la atmósfera, no contienen azufre y su utilización en mezclas con los
combustibles fósiles supone reducciones importantes en las emisiones de los vehículos. Los
capítulos 4 y 5 están dedicados a analizar el estado actual de las tecnologías de producción de
biodiésel y bioetanol y la utilización de estos biocarburantes en motores.
El objetivo final del Módulo es ofrecer una visión lo más amplia y detallada posible de las
posibilidades que ofrece la biomasa para producir energía, especialmente en el sector del
transporte, analizando las materias primas en las que se basa su producción, las tecnologías de
transformación y las características de su utilización en vehículos. También se hace un repaso de
la situación actual del sector, de las principales barreras para su avance, así como de las
soluciones tecnológicas que se están desarrollando en la actualidad.
Módulo 2. Biocarburantes
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1. INTRODUCCIÓN A LA BIOMASA COMO RECURSO
ENERGÉTICO
A las características comunes al resto de las energías renovables, como son su carácter
autóctono, el respeto por el medioambiente y la creación de más empleo que con las fuentes
convencionales, en el caso de los biocombustibles derivados de biomasa se unen otras ventajas.
Por una parte, es una energía complementaria a otras necesidades medioambientales (limpieza
de bosques, prevención de la erosión y fijación de la población rural) y por otra permite un cierto
grado de almacenamiento lo que la convierte en una energía gestionable en la que se puede
adaptar la producción a los picos de demanda. Estas ventajas convierten a la biomasa en un
recurso energético interesante y su desarrollo puede llegar a constituir en el futuro una de las
fuentes potenciales de empleo, convirtiéndose en un elemento de gran importancia para el
equilibrio territorial, en especial en las zonas rurales.
La biomasa, en forma de leña, fue la primera y única fuente energética utilizada por el
hombre hasta la llegada del carbón y ha continuado siendo el principal recurso energético
mundial hasta el siglo XIX. La Agencia Internacional de la Energía calcula que actualmente el
10% de la energía primaria mundial procede de esta fuente, porcentaje que es comparable al
que se obtiene del gas natural (17%) o de la energía nuclear (7%). Gran parte de este
porcentaje corresponde a los países pobres y en desarrollo, donde es la materia prima más
utilizada para la producción de energía. Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), “algunos países pobres obtienen el 90% de su energía de la
leña y otros biocombustibles”. En África, Asia y Latinoamérica representa la tercera parte del
consumo energético y para 2.000 millones de personas es la principal fuente de energía en el
ámbito doméstico. Pero no conviene olvidar que, en muchas ocasiones, esta utilización masiva no
se realiza mediante el uso racional y sostenible de los recursos, sino como una búsqueda
desesperada de energía que provoca la deforestación de grandes áreas. El desarrollo de sistemas
bioenergéticos que permitan revalorizar los recursos de biomasa mediante tecnologías eficientes
y respetuosas con el entorno permite el desarrollo de los países pobres, evitando que el aumento
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del consumo energético asociado a este desarrollo ponga en peligro el medioambiente y la
seguridad de su abastecimiento energético. La propia FAO reconoce que “la mejora del uso
eficiente de los recursos de la energía de la biomasa, incluidos los residuos agrícolas y las
plantaciones de cultivos energéticos, ofrece a los países en vías de desarrollo, oportunidades de
empleo, beneficios ambientales y la posibilidad de mejorar sus infraestructuras rurales”.
Existe una cierta confusión al utilizar los términos biomasa, biocombustibles y bioenergía.
El término “biomasa”, engloba un gran grupo de materiales de diversos orígenes y con
características muy diferentes. La definición de la Especificación Técnica Europea CEN/TS 14588
(2004) considera a la biomasa como “todo material de origen biológico excluyendo aquellos que
han sido englobados en formaciones geológicas sufriendo un proceso de mineralización”. Dentro
de esta definición se encuentran los residuos de aprovechamientos forestales y cultivos agrícolas,
los residuos de podas de jardines, los residuos de las industrias agroforestales, los cultivos con
fines energéticos, los residuos de origen animal o humano, etc. Esta heterogeneidad, tanto de
recursos como de aplicaciones (como se verá a lo largo del curso), es la principal característica
de la biomasa.
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biocombustible para referirse a los utilizados en el transporte (bioetanol, biodiésel, etc.), cuando
sería más correcto utilizar la palabra biocarburantes para referirse a los biocombustibles líquidos
utilizados en motores térmicos de combustión interna.
BIOCOMBUSTIBLE
BIOMASA producción Sólido conversión BIOENERGÍA
Líquido
Gaseoso
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Atendiendo a su origen, los materiales biomásicos se pueden clasificar en:
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o Residuos agroindustriales sólidos: Como su propio
nombre indica son aquellos generados por las
agroindustrias. Entre ellos cabe mencionar el bagazo de
caña de azúcar, la cascarilla y paja del arroz, la cáscara
de almendras, así como el orujo y alperujo resultantes
del proceso de extracción del aceite de oliva.
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de rebrote, presentar una alta resistencia soportando con mínimos
cuidados la competencia de malas hierbas y el ataque de plagas.
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y en algunos casos, como en EE.UU., también se han considerado
pastos perennes y algunos residuos.
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su manejo y baja eficiencia en los procesos de transformación. Para facilitar
su manejo, transporte y alimentación de esta biomasa al sistema de
conversión energética (caldera) es preciso realizar reducciones de tamaño y
forma de estos residuos, obteniéndose el denominado biocombustible sólido
apto para el abastecimiento automatizado del combustible. Estas
transformaciones previas pueden ir, desde un simple astillado hasta procesos
más complejos como la densificación.
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gasolinas y gasóleos, lo que permite su utilización en motores sin tener que
efectuar modificaciones importantes. Aunque se consideran biocarburantes
líquidos una amplia gama de productos (aceites vegetales, biometiléter,
biometanol y su derivado el bioMTBE), el sector de los biocarburantes a nivel
mundial está constituido básicamente por el biodiésel y el bioetanol.
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1.3.2. BIOCOMBUSTIBLES GASEOSOS.
Los biocombustibles gaseosos son aquellos combustibles obtenidos a
partir de biomasa que se encuentran en estado gaseoso en condiciones
normales de presión y temperatura y están destinados a la producción de
calor y electricidad o como combustibles para el transporte. Son
biocombustibles gaseosos el biogás y el gas de gasificación.
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se postula como futuro vector energético en sustitución de los combustibles
fósiles actuales, una vez que se solventen los problemas tecnológicos
relacionados con su almacenamiento, transporte y sobre todo, con el
desarrollo de una pila de combustible factible. La obtención de hidrógeno por
gasificación de biomasa se presenta como una opción interesante, ya que
tiene la ventaja sobre el procedimiento clásico (reformado de metano con
vapor de agua) de emplear como materia prima un residuo. Por lo tanto, se
consigue realizar la doble tarea de eliminarlo y a la vez valorizarlo. La
gasificación de residuos vegetales, no obstante, presenta una serie de
desafíos. Por un lado, desarrollar catalizadores que maximicen la producción
de hidrógeno a las elevadas temperaturas de trabajo con la mayor vida útil
posible. Por otra parte, conseguir el máximo agotamiento posible de CO en la
corriente de hidrógeno obtenida, considerando su futura aplicación
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generar electricidad es todavía escasa. Se comienzan a desarrollar proyectos
de generación eléctrica mediante combustión integrada en un ciclo de vapor
sencillo, lo que hace posible disponer de centrales de hasta 50 MW de
potencia con rendimientos de entre el 18 y el 30%.
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mediante un proceso de transesterificación capaz de mejorar
substancialmente las características como carburante de los aceites
vegetales.
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generación, las especies de crecimiento rápido pueden reciclar carbono rápidamente en cada
ciclo.
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grandes urbes, como son el abandono de las actividades del mundo rural, el abandono de los
pueblos y la aparición de zonas marginales y desempleo en las grandes ciudades.
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2. BIOCARBURANTES: CARACTERÍSTICAS
ENERGÉTICAS DEL SECTOR DEL TRANSPORTE
El sistema energético mundial seguirá estando dominado por los combustibles fósiles, los
cuales representarán casi el 90% del suministro total de energía en 2030. El petróleo se
mantendrá como principal fuente de energía (34%), seguido del carbón (28%). Se prevé que el
mantenimiento del predominio de los combustibles fósiles implicará un incremento de las
emisiones mundiales de CO2 superior al crecimiento del consumo de energía (2,1% anual por
término medio). En 2030, las emisiones mundiales de CO2 serán más del doble de las registradas
en 1990. Con arreglo a las proyecciones para 2030, en la UE estas emisiones serán superiores a
las registradas en 1990 en un 18%, mientras que en los Estados Unidos de Norteamérica
(EE.UU.) el aumento será de cerca del 50%. Los países en vías de desarrollo, cuyas emisiones de
CO2 sólo representaban un 30% del total en 1990, serán causantes en 2030 de más de la mitad
de las emisiones mundiales.
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eficiente y que se ha producido un desplazamiento hacia actividades productivas menos
intensivas en el uso de energía, se ha visto contrarrestada con creces por el auge del consumo
en el sector residencial, comercial y sobre todo en el sector del transporte.
En el conjunto de los países desarrollados el sector del transporte es uno de los mayores
consumidores de energía y se encuentra en continuo crecimiento. En concreto, el transporte
constituye la gran incógnita energética del futuro de las sociedades desarrolladas. Supone un
sector clave de nuestras economías, depende en un 98% del petróleo (cuyos precios no hacen
más que incrementarse en los últimos años) y registra un importante crecimiento de la demanda
de energía. Se prevé que en el próximo decenio seguirá creciendo en la Unión Europea en torno
al 3% anual. En el caso español, el aumento el crecimiento experimentado en el consumo de
energía en el transporte ha sido espectacular, lo que nos ha llevado a tener una de las mayores
intensidades energéticas en Europa en este sector.
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contaminantes (CO2, NOx, Pb, etc.) que tienen importantes impactos ambientales y contribuyen a
la lluvia ácida y al debilitamiento de la capa de ozono estratosférico.
El Parlamento Europeo tiene como objetivo, para el año 2020, de producción del 20% del
consumo total de energía mediante fuentes renovables y un 10% del consumo energético en el
transporte por carretera, con el doble fin de incrementar la seguridad del abastecimiento y
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este objetivo del 10% del consumo
energético en transporte plantea un desafío que supera con mucho las exigencias a las que se
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han visto enfrentadas en el pasado las industrias automovilística y petrolera, entre las que cabe
señalar la reducción drástica de las emisiones de agentes contaminantes convencionales, la
práctica eliminación del plomo y el azufre de los combustibles de automoción o la mejora
significativa de la eficiencia energética.
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La penetración de cualquier tecnología nueva en el sector del transporte
depende, en lo fundamental, del elevado nivel de disponibilidad del combustible de
que se trate. El establecimiento de sistemas de suministro de combustible con una
cobertura amplia es especialmente costoso y sólo queda justificado cuando hay una
demanda lo suficientemente alta (en otras palabras, cuando se produce la
penetración del mercado).
Este círculo vicioso dificulta cualquier innovación y, siendo realistas, implica que sólo cabe
imaginar la introducción de combustibles que puedan satisfacer cuotas de mercado significativas
a un nivel lo suficientemente amplio.
2.2. BIOCARBURANTES
Desde que se produjo la primera crisis del petróleo en 1973 se ha considerado la
biomasa como una fuente de energía alternativa al combustible fósil, cuyo uso se ha
fomentado en diversos países. En este sentido, ha sido objeto de especial atención su
potencial como materia prima para la producción de combustibles de automoción
alternativos (al gasóleo o a la gasolina) ante la situación de dependencia casi exclusiva
del petróleo por parte del sector del transporte. Los biocarburantes constituyen una
opción que tiene que ser aprovechada ya que suponen la única alternativa renovable, a
corto y medio plazo, y pueden utilizarse en los vehículos y los sistemas de distribución
existentes, sin generar, prácticamente, coste adicional alguno.
– Los aceites vegetales (colza, soja, girasol, palma, etc.) pueden transformarse en un
sustituto del gasóleo denominado biodiésel, que puede mezclarse con el gasóleo
convencional o utilizarse en estado puro.
– Los avances tecnológicos permiten suponer que, a medio plazo, podrían llegar a ser
competitivos otros biocarburantes líquidos y gaseosos producidos mediante tratamiento
termoquímico de la biomasa, entre los que cabe mencionar el biodimetiléter, el
biometanol, los bioaceites (obtenidos por pirólisis) y el hidrógeno.
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2.2.1. GAS NATURAL
El gas natural está compuesto fundamentalmente de metano (CH4) y puede utilizarse
como combustible en un motor convencional de gasolina, sin embargo, requiere un equipo
especial de almacenamiento e inyección, motivo por el que, para su uso a gran escala, sería
aconsejable utilizar automóviles especialmente fabricados en lugar de recurrir al
acondicionamiento de los vehículos de gasolina ya existentes. Para permitir que los vehículos
lleven el combustible necesario para gozar de una autonomía suficiente (+ 400 km), el
almacenamiento del gas natural tendría que hacerse a altas presiones (200 bares) o en forma
licuada a -162 °C.
2.2.2. HIDRÓGENO
Durante los últimos años, el uso del hidrógeno como combustible potencial para
vehículos de motor ha sido objeto de un intenso esfuerzo de investigación.. Las pilas de
combustible de hidrógeno, cuyo único "producto de combustión" es el agua, ofrecen la
posibilidad de que las emisiones de CO2 en el vehículo sean cero. El uso del hidrógeno como
combustible de automoción no se limita a las pilas de combustible, ya que dicho gas también es
un combustible perfecto para los motores de gasolina convencionales. Debido al coste mucho
menor de los motores de combustión en comparación con las pilas de combustible, esta podría
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ser una opción más realista hasta que los avances futuros reduzcan de manera significativa el
coste de las pilas de combustible o mejoren su rendimiento energético de conversión.
Son varios los fabricantes de automóviles importantes que realizan fuertes inversiones
para desarrollar la tecnología del hidrógeno y de las pilas de combustible y, sin embargo es
necesario reducir los costes de producción de los sistemas de pilas de combustible a la décima
parte como mínimo para que esta opción puede llegar a comercializarse.
Como en el caso de la electricidad, las ventajas que pueden derivarse del uso del
hidrógeno como combustible, desde el punto de vista de la seguridad del abastecimiento y de las
emisiones de gases de efecto invernadero, dependen de cuál sea el procedimiento de producción
empleado. Si se recurre al carbón como fuente de energía, se incrementarían las emisiones de
CO2. Si la producción de hidrógeno se hace con energía no fósil se reducirían las emisiones de
CO2.
El uso del hidrógeno como futuro portador de energía a gran escala presenta la ventaja
(que también ofrece la electricidad) de permitir la generación a partir de cualquier fuente
imaginable de energía, a la que se añade la característica (que no comparte la electricidad) de
hacer posible su almacenamiento durante un período de tiempo. La mayor ventaja del hidrógeno
como portador de energía es que ofrece un vínculo flexible y con capacidad de almacenamiento
temporal con un mercado energético descentralizado basado en combustibles no fósiles. La
distribución del hidrógeno mediante canalizaciones se requiere la construcción de una amplia red
de distribución (que implica grandes inversiones) dependerá de la existencia de una clientela lo
suficientemente numerosa. Hasta que llegue a ese momento, la distribución en contenedores a
las estaciones de servicio constituye la alternativa más viable. El almacenamiento de una
cantidad suficiente de combustible en los vehículos es uno de los problemas para los que todavía
no se ha encontrado una solución satisfactoria. A volúmenes iguales, el hidrógeno sólo posee el
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30% del contenido energético del gas natural y, por esa razón, los depósitos necesarios para
almacenar una cantidad de combustible son grandes y pesados. Aunque se están estudiando
diversas técnicas para almacenar el hidrógeno a bordo de los automóviles, por el momento
ninguna de ellas representa una alternativa seria a los depósitos de alta presión (hasta 350
bares).
Mientras que el uso de otros combustibles alternativos pueden hacerse recurriendo a los
vehículos existentes (biocarburantes), a los combustibles disponibles (gas natural) o a la
infraestructura de distribución ya en funcionamiento (biocarburantes y, en parte, gas natural), el
desarrollo e implantación de la tecnología del hidrógeno y las pilas de combustible tiene que
partir de cero. Sin lugar a dudas, se trata de la alternativa a los automóviles convencionales de
gasolina o gasóleo que representa el mayor desafío y, por ello, la opinión más generalizada es
que aún pasarán varios años antes de que sea posible la implantación comercial del hidrógeno
como combustible de automoción a gran escala.
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ausencia de ruido y emisiones, permitiendo los desplazamientos diarios al trabajo del 90% de la
población que vive en las zonas urbanas, más del 50% de la población mundial en la actualidad.
Aunque la introducción del vehículo eléctrico se estima que puede suponer un ahorro
considerable de emisiones de CO2 y otros contaminantes, buena parte del impacto
medioambiental vendrá determinado por la fuente primaria de energía utilizada para generar esa
energía.
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comparación con el uso directo del gas como combustible, cabe señalar que la pérdida de
energía que se registra en la transformación del metano en metanol reduce la eficiencia de
conjunto e incrementa las emisiones globales de CO2. Además, la alta toxicidad del metanol lo
hace menos atractivo como combustible de automoción.
El DME posee unas propiedades físicas similares a las del gas licuado del petróleo (GLP),
a saber, es gaseoso a temperatura ambiente, pero se licua al ser sometido a una presión de
algunas atmósferas. Al tratarse de un combustible para motor diesel, ofrece una eficacia más alta
que los combustibles para motores de gasolina, que podría bastar, de hecho, para compensar la
pérdida de energía que se registra en el proceso de transformación del metano. Otra ventaja
adicional del DME es que su quemado es más limpio, en comparación con el gasóleo, y plantea
menos problemas de equipos de control de las emisiones. Por ello, ha suscitado el interés de los
fabricantes de camiones y autobuses.
Hay motivos para pensar que la aplicación de procesos de refinado más sofisticados y el
incremento de la producción de gas natural aumentarán en el futuro la disponibilidad de GLP. De
ser así, cabría prever un aumento limitado del GLP utilizado como combustible de automoción.
Una vez analizadas las diferentes alternativas tecnológicas para la sustitución total o
parcial de los combustibles derivados del petróleo en el sector del transporte, y teniendo en
cuenta las consideraciones anteriores, los biocarburantes son ka única opción renovable y
aplicable en el corto plazo ya que pueden ser utilizados y distribuidos en los vehículos y sistemas
disponibles actualmente.
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RESUMEN.
En cuanto al gas natural, en este caso comprimido (GNC), también permite una gran
reducción de emisiones contaminantes y ruido. Al igual que los autobuses de hidrógeno, los
vehículos de GNC necesitan una planta en la que llenar los depósitos a una presión suficiente
para las necesidades del motor lo que limita, por el momento, su uso generalizado
Puesto que los biocarburantes, obtenidos a partir de biomasa, son los únicos productos
renovables que pueden integrarse fácilmente en los actuales sistemas de distribución de
combustibles, constituyen una de las pocas alternativas razonables de diversificación en el sector
del transporte en el futuro inmediato, y por lo tanto deben representar una prioridad de las
futuras políticas energéticas de cara a aumentar la seguridad de suministro y reducir las
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emisiones de gases de efecto invernadero. Además, pueden preparar el camino para posteriores
avances como el hidrógeno.
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3. MATERIAS PRIMAS PARA LA PRODUCCIÓN DE
BIOCARBURANTES
Módulo 2. Biocarburantes
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que estamos ante una industria sumamente competitiva a nivel mundial, con producciones
anuales en alza y con una complejidad creciente en el acceso a nuevos mercados.
A esto se suma un ingrediente adicional. El aumento que ha registrado en los últimos dos
años la producción de biodiésel en base a aceite de palma (Tabla 1). Si evaluamos
individualmente la producción mundial de biodiésel en base a aceite de palma, colza y soja, todas
ellas rondaban en el año 2012 en 6 a 6,8 millones de toneladas de producción, respectivamente.
El crecimiento del aceite de palma ha sido explosivo. En el año 2014 la producción de biodiésel
con esta materia prima aumentó un 40% respecto de los valores del año 2012: pasando de 6,82
millones de toneladas en el año 2012 a 9,56 millones de toneladas en el 2014.
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puestos de cabeza con 4,3 y 3,8 millones de toneladas. Seguidos de Brasil con 3 y Alemania con
2,75 millones.
Producción mundial
9,56 8,59 66,82 5,12 3,99 3,37 2,28
de biodiésel de
palma.
1º Indonesia 3,80 2,63 1,99 1,38 0,68 0,40 0,32
2º Unión Europea 2,28 2,51 1,93 1,42 1,45 1,54 0,94
3º Tailandia 1,00 0,95 0,92 0,79 0,65 0,57 0,40
4º Malasia 0,63 0,47 0,25 0,17 0,19 0,24 0,20
5º Colombia 0,54 0,50 0,49 0,44 0,34 0,17 0,04
6º Singapur 0,42 0,41 0,55 0,34 0,12 0,05 0,00
Producción mundial
de biodiésel de soja. 7,29 7,00 6,83 7,37 5,34 4,38 4,53
Módulo 2. Biocarburantes
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Tabla 2. Producción Mundial de Biodiésel y principales países productores. Período 2008-2010
(En millones de toneladas).
En los últimos años, el biodiésel ha recibido cada vez más críticas, con acusaciones de que
la producción de biocombustibles con materias primas alimentarias contribuye a aumentar los
precios de los alimentos. Por todo ello, se debe contemplar también la utilización de otras
materias primas distintas de las convencionales, como son algunas especies vegetales bien
adaptadas a las condiciones del país donde se desarrollan, productoras de semillas oleaginosas y
que se pueden cultivar específicamente para la producción de biomasa energética.
Uno de los problemas destacados para poder implantar el biodiésel como combustible a
gran escala es la necesidad de disponer de una gran superficie de cultivos destinados a
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obtenerlo. La Jatropha curcas (piñón de la India), un arbusto indio cuyo fruto sólo sirve con fines
industriales, parece ofrecer buenas perspectivas de desarrollo ya que no es apto para el consumo
humano, a diferencia del aceite proveniente de la palma, soja o colza.
Módulo 2. Biocarburantes
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La especie oleaginosa Brassica carinata (Figura 3), conocida como colza etíope debido su
procedencia de ese país, es muy parecida a la colza europea, si bien muestra algunas diferencias
importantes. Se trata de una especie que presenta una elevada resistencia a la sequía y a
muchas de las plagas y enfermedades que afectan a la colza. En España se puede obtener
rendimientos de hasta 3-4 toneladas/ha en secano, con un contenido en aceite del 32%,
rendimientos que son muy superiores a los obtenidos con otras oleaginosas. Los estudios
realizados con esta especie han conducido a la identificación de los cultivares más adaptados al
clima mediterráneo que, además de no requerir frío para la floración, florecen en condiciones de
días cortos, permitiendo así su cultivo en el otoño.
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varían desde los 1070 a los 2850 kg por hectárea y los rendimientos en aceite de 480 a 1210 kg
por hectárea.
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Figura 5. Cultivo de cardo Cynara cardunculus.
Las grasas animales, como el sebo de vaca, la manteca de cerdo y las algas que
almacenan lípidos, también podrían ser susceptibles de utilización para la producción de
biodiésel. Sin embargo, aunque se mencionan frecuentemente en la literatura, su utilización no
ha sido estudiada al mismo nivel que los aceites vegetales. Algunos métodos de producción de
biodiésel aplicables a estos aceites no son aplicables a las grasas animales debido a diferencias
en sus propiedades. El sebo de vaca tiene un elevado contenido en ácidos grasos libres y la
conversión de este tipo de material por los métodos estándares de producción de biodiésel con
aceites vegetales produce una esterificación incompleta. Se están realizando investigaciones para
solventar estas dificultades metodológicas y conseguir resultados satisfactorios con rendimientos
de producción de biodiésel altos a partir de grasas animales.
Últimamente está recibiendo mucho interés la producción de biodiésel a partir del aceite
de cultivos de microalgas. Las ventajas de esta tecnología parecen contundentes: las microalgas
tienen un alto rendimiento por superficie cultivada, bajos costes de producción y no compiten con
productos alimentarios como otros cultivos energéticos. Además podrían aprovecharse las
emisiones de CO2 de centrales térmicas o de otro tipo de industrias para el cultivo de las
microalgas, convirtiendo un problema ambiental en materia prima para la producción de
combustible. Las algas necesitan tres componentes esenciales para su desarrollo: luz, dióxido de
carbono y agua. Algunas especies contienen un alto contenido en grasas, que resultan esenciales
para la producción de aceite o biodiésel. Pueden cultivarse en balsas de escasa profundidad, para
permitir una mayor iluminación o en fotobiorreactores. Una vez desarrolladas, se extraen de su
medio de crecimiento mediante un adecuado proceso de separación y se extrae el aceite. Se ha
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avanzado en la intensificación de estos cultivos mediante la producción en invernaderos, o en los
llamados fotobiorreactores, sistemas cerrados que permiten el control de los distintos factores de
crecimiento. En la actualidad, este tipo de producción se reduce a algunas experiencias piloto no
habiéndose desarrollado todavía a escala industrial.
Entre los productos agrícolas que se utilizan como materia prima para la producción de
combustibles de automoción, el etanol es, en estos momentos, el producto dominante. El etanol
se obtiene de plantas ricas en azúcar (caña en Brasil) y granos ricos en almidón (maíz en EE.UU.,
trigo y cebada en Europa). Con la excepción de los programas de etanol combustible en Brasil y
Estados Unidos el mercado mundial del etanol combustible es todavía inmaduro.
Las materias primas para producir este tipo de alcohol son productos hidrocarbonados de
tipo azucarado o amiláceo susceptibles de sufrir un proceso de fermentación, ya sea
directamente (sacarosa) o tras un proceso de hidrólisis (almidón, inulina). Cultivos tales como la
caña de azúcar y la remolacha, entre los del primer grupo, y cereales (maíz, trigo y cebada)
entre los del segundo son, hasta estos momentos, las materias primas utilizadas para la
producción de bioetanol. También podrían utilizarse biomasas lignocelulósicas (como el bagazo
de caña o la paja de cereal), aunque estas tecnologías no están disponibles todavía a escala
comercial de manera generalizada.
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CAÑA DE CEREAL
AZÚCAR (Trigo, cebada, maíz) BIOMASA
REMOLACHA ALMIDÓN LIGNOCELULOSA
Trituración Trituración
Fermentación
Destilación
ETANOL-COMBUSTIBLE
Hoy, Brasil es el segundo productor de etanol del mundo después de Estados Unidos.
Cerca de 80 por ciento de este etanol se utiliza en el mercado doméstico, suponiendo el 50% de
todo el combustible utilizado en transporte en Brasil.
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Para la producción de bioetanol combustible se están investigando otra especie que
contiene sacarosa como el sorgo azucarero (Sorghum bicolor L.). El sorgo azucarero es un cultivo
preferentemente para los regadíos de zonas cálidas, donde puede dar productividades en
biomasa superiores a las 30 toneladas de materia seca por hectárea. La época de cultivo se
extiende de mayo a octubre, necesitando al menos un riego semanal durante la época estival.
Aunque es más resistente a la sequía que el maíz, por tener un sistema radicular más potente, en
las condiciones climatológicas españolas, debe regársele abundantemente si se quieren obtener
buenas producciones (de 10 a 14 toneladas de azúcar por hectárea). El principal inconveniente
que tiene la producción de alcohol a partir del sorgo, es la necesidad de realizar la cosecha y el
procesado en un período muy corto de tiempo para evitar la degradación del azúcar (sacarosa
principalmente). La producción de etanol puede superar los 4000 litros/ha sin necesidad de
hidrólisis previa. El abundante bagazo que se produce puede ser utilizado con fines energéticos,
principalmente para suministrar energía al proceso de fabricación de alcohol y hacer a éste
autosuficiente desde el punto de vista energético, al igual que ocurre con la caña de azúcar.
Módulo 2. Biocarburantes
44
obteniéndose en estas condiciones, en los lugares de fuerte insolación, rendimientos de 60-80
toneladas de tubérculos por ha y de 8 a 10 toneladas de materia seca de tallos. Los tubérculos
tienen un contenido en inulina (polifructosano formado por una glucosa y varias fructosas
fácilmente hidrolizables) del orden del 17-18%, siendo la proporción de materia seca total del 20-
22 %. La hidrólisis de los polisacáridos de los tubérculos produce un jugo azucarado que contiene
del 70 al 80 % de fructosa y del 15 al 25 % de glucosa. Se pueden obtener producciones de
6000-6800 litros de etanol por ha (a razón de un litro por cada 11 kg de tubérculos), con la
ventaja de que si se utiliza el poder calorífico de los tallos no se necesita aporte calórico
suplementario para la destilación del alcohol.
Tabla 3.- Producción de etanol por diversas materias primas de origen agrícola en base a
producciones medias estimadas. Todos los cultivos (excepto el trigo) son de regadío.
Rendimiento en
Producción Producción de etanol
CULTIVO etanol
t / ha l / ha
kg / l
Remolacha 60 10 6.000
Pataca 65 12 5.416
Módulo 2. Biocarburantes
45
estos fines, se generan como residuos en los procesos productivos de los sectores agrícola,
forestal e industrial. Los residuos agrícolas proceden de los cultivos leñosos y herbáceos y, entre
ellos hay que destacar los producidos en los cultivos de cereal y algunos otros cultivos con
utilidad industrial textil y oleícola. Los residuos de origen forestal, proceden de los tratamientos
silvícolas y de mejora y mantenimiento de los montes y masas forestales. También pueden
utilizarse residuos generados en algunas industrias, como la industria papelera, y la fracción
orgánica de los residuos sólidos industriales. Muchos de estos residuos no sólo no tienen valor
económico en el contexto en el que se generan, sino que suelen provocar problemas ambientales
durante su eliminación.
RESUMEN
Módulo 2. Biocarburantes
46
trigo y cebada en Europa) son las materias primas utilizadas actualmente en la industria de
etanol de almidón.
Por ello deben desarrollarse, desde una perspectiva energética, nuevos cultivos más
productivos y con menores costes de producción. En este sentido, la colza etíope (Brassica
carinata), el cardo (Cynara cardunculus L.), la Camelina sativa y la utilización de los aceites
vegetales usados son ejemplos prometedores de materias primas para la obtención de biodiésel
en un futuro. Para la producción de bioetanol combustible se están investigando otras especies
como la pataca (Helianthus tuberosus L.) y el sorgo azucarero (Sorghum bicolor L.). Estos
cultivos, además de su menor coste de producción, serían más rentables para la producción de
etanol ya que se podrían emplear los tallos secos (pataca) o el bagazo (sorgo) para la producción
del vapor y la electricidad necesaria en el proceso de obtención de etanol.
Además de los nuevos cultivos anteriormente citados, los materiales lignocelulósicos son
los que ofrecen, en el futuro, un potencial mayor para la producción de bioetanol y
biocombustibles sintéticos. Una gran parte de los materiales con alto contenido en celulosa,
susceptibles de ser utilizados para estos fines, se generan como residuos en los procesos
productivos de los sectores agrícola, forestal e industrial. Los residuos agrícolas proceden de los
cultivos leñosos y herbáceos y, entre ellos hay que destacar los producidos en los cultivos de
cereal y algunos otros cultivos con utilidad industrial textil y oleícola. Los residuos de origen
forestal, proceden de los tratamientos silvícolas y de mejora y mantenimiento de los montes y
masas forestales. También pueden utilizarse residuos generados en algunas industrias, como la
industria papelera, y la fracción orgánica de los residuos sólidos industriales. Muchos de estos
residuos no sólo no tienen valor económico en el contexto en el que se generan, sino que suelen
provocar problemas ambientales durante su eliminación.
Módulo 2. Biocarburantes
47
4. PROCESOS DE PRODUCCIÓN DE BIOCARBURANTES
Semillas
oleaginosas
Aceites vegetales
en bruto Estabilización
Acondicionamiento
Filtrado
Neutralización
Los aceites vegetales son moléculas grandes y ramificadas con gran viscosidad y si se
utilizan en los motores diesel convencionales causan diversos problemas que obligan a la
modificación de los motores. Para evitarlos se recurre a transformarlos químicamente mediante
un proceso de transesterificación capaz de mejorar substancialmente las características como
carburante de los aceites vegetales.
Módulo 2. Biocarburantes
48
La obtención del BIODIÉSEL se basa en la reacción con metanol o etanol
(transesterificación) de las moléculas de triglicéridos para producir ésteres. De esta manera se
consigue que las moléculas grandes y ramificadas iniciales, de elevada viscosidad y alta
proporción de carbono se transformen en otras de cadena lineal, pequeñas, con menor
viscosidad y porcentaje de carbono y de características físico químicas y energéticas más
similares al gasóleo de automoción (Tabla 4).
Son estos compuestos derivados, bien sea de los aceites vegetales, o de grasas animales,
los que se engloban en la definición de biodiésel. Recientemente existe una cierta tendencia a incluir
también en este concepto a las mezclas de estos ésteres y gasóleo en distintas proporciones.
Respecto a estas mezclas, una terminología usada de bastante utilidad consiste en nombrar a la
mezcla con una B (de biodiésel) seguida de la proporción de biodiésel. Así por ejemplo, la mezcla
B20 estaría formada por un 20% de biodiésel y un 80% de combustible diesel. Actualmente en
Europa existe la tendencia de utilizar el término FAME (del inglés “Fatty Acid Methyl Ester”) en lugar
de biodiésel.
Hidróxido sódico/potásico
Aceite de colza + metanol Metilester colza + glicerina
1000 kg + 110 kg 1000 kg + 110 kg
Módulo 2. Biocarburantes
49
Entre los alcoholes que se pueden utilizar en la reacción de transesterificación están el
metanol, etanol, propanol, butanol y alcohol amílico. El metanol y el etanol son los más
utilizados, especialmente el metanol debido a su bajo coste. Generalmente se utiliza un
catalizador para mejorar la velocidad de reacción y el rendimiento final. Los catalizadores pueden
ser ácidos, básicos o enzimáticos. Los álcalis incluyen NaOH, KOH, carbonatos y los
correspondientes alcóxidos sodicos y potásicos tales como metóxido sódico, etóxido sódico,
propróxido sódico y butóxido sódico. Entre los catalizadores ácidos, cabe citar el ácido sulfúrico,
clorhídrico y los ácidos sulfónicos. Las lipasas se pueden utilizar como catalizadores enzimáticos.
Módulo 2. Biocarburantes
50
Tabla 4. Propiedades de los aceites vegetales y sus ésteres metílicos en comparación con el diesel
PROPIEDAD COMBUSTIBLE
Viscosidad (mm2/s) a:
20°C 5,1 65,8 --- 50,5 8,4 77,8 7,5
50°C 2,6 34,9 4,22 --- --- 25,7 3,8
Calor de combustión bruto 28,4 36,5 35,2 36,9 37,2 37,2 ---
(MJ/l)
Calor de combustión neto (MJ/l) 35,4 34,1 33,0 --- 34,3 34,3 33,1
Número de cetano > 45 33 45-51 --- 44-51 44-51 52-56
Residuo carbonoso (%) 0,15 0,42 0,05 --- 0,25 0,25 0,02
Módulo 2. Biocarburantes
Esta formación de jabones consume parcialmente el catalizador y disminuye
sensiblemente el rendimiento del proceso. Para evitar esto, se pueden utilizar catalizadores
ácidos o bien someter a los triglicéridos a un proceso previo de saponificación (conocido como
tratamiento alcalino) y después utilizar el catalizador básico. También se pueden utilizar aceites
con baja proporción de ácidos grasos libres (<0,5%), que muchas veces estos no son los más
rentables económicamente. Este es, por ejemplo, el caso de los aceites y grasas usadas, si bien
son muy rentables desde el punto de vista económico, contienen alta proporción de ácidos
grasos libres.
En este punto el biodiésel obtenido es un producto limpio pero saturado en agua, por lo
que es necesaria una etapa de secado hasta alcanzar la humedad requerida en las
especificaciones de este producto. Por otra parte, la glicerina separada de los ésteres metílicos
Módulo 2. Biocarburantes
52
también se purifica para poder ser utilizada en diversas aplicaciones. En la purificación de la
glicerina se separa la otra parte del alcohol no reaccionante y ácidos grasos, que pueden
esterificarse nuevamente para formar más biodiésel, o utilizarse como materia prima para
producir jabón u otros productos.
Aceite vegetal
pretratamiento
desadificación
MeOH Tratamiento
+ Cat. de glicerina
TRANS-ESTERIFICACIÓN
Destilación
de glicerina
Secado
Glicerina
Glicerina bruta
farmacéutica (99,5%)
Biodiesel (80%)
Módulo 2. Biocarburantes
53
4.2. PRODUCCIÓN DE BIOETANOL Y ETBE
La manera más sencilla de producir etanol es utilizar materias primas que contengan
azúcares de seis átomos de carbono (hexosas), como la caña de azúcar y la remolacha, ya que
pueden ser fermentados directamente a etanol. El proceso general de producción de bioetanol
combustible a partir de caña consta de diferentes etapas (Figura 10).
Purificación
Fermentación
Destilación/Deshidratación
Bioetanol combustible
Figura 10.- Etapas del proceso de obtención de etanol a partir de materias primas
azucaradas.
La caña preparada por las picadoras ( Figura 11) llega a los molinos y, mediante presión,
se extrae el jugo que se recolecta en tanques.
Módulo 2. Biocarburantes
54
Figura 11. Tallos de caña a la entrada de las picadoras
El bagazo que sale de la última unidad de molienda se emplea en las calderas para la
producción del vapor utilizado en el proceso y la generación eléctrica para atender las
necesidades de la planta, generándose excedentes que se exportan a la red eléctrica y
contribuyendo a reducir los requerimientos de energía fósil y las emisiones de gases de efecto
invernadero del proceso de producción de etanol a partir de caña de azúcar
Módulo 2. Biocarburantes
55
4.2.2. BIOETANOL A PARTIR DE CEREAL.
En los procesos convencionales de obtención de etanol a partir de grano de
cereal se utilizan, para la fermentación, los azúcares contenidos en el almidón
obtenidos tras un proceso de hidrólisis. Existen dos vías principales para la obtención
de etanol a partir de grano de cereal que se diferencian, básicamente, en cómo se
realiza el proceso de molienda (Figura 12).
La mayor parte de las nuevas instalaciones de producción de etanol a partir de cereal utilizan
el proceso de molienda seca que tiene menor coste de capital asociado con la construcción y
operación.
Módulo 2. Biocarburantes
56
MOLIENDA HUMEDA
MOLIENDA MOLIENDA SECA
MOLIENDA
Remojo
Remojo AGUA
AGUARESIDUAL
RESIDUAL
Molienda
Molienda
Filtrado
Filtrado lavado
lavado Molienda
Molienda
Separ
Separ . germen
. germen GERMEN
GERMEN
Molienda
Molienda
Cocción
Cocción
Separación
Separación FIBRA
FIBRA
Almidón
Almidón GLUTEN
GLUTEN
Licuefación
Licuefación Licuefacción
Hidrólisis
Hidrólisis Hidrólisis
Hidrólisis
Fermentación
Fermentación CO22
CO Fermentación
Fermentación
Recicl
Recicl . levaduras
. levaduras Recicllevaduras
Recicl. . levaduras
Destilación
Destilación Destilación
Destilación
ALCOHOL
ALCOHOL Deshidratación
Deshidratación
Deshidratación
Deshidratación
Centrifugación
Secado
Secado Evaporación
Evaporación Vinazas
DWG Vinazasligeras
ligeras
DDG/DDGS
DDG/DDGS SIROPE
SIROPE
Figura 12.- Procesos de obtención de etanol a partir de materias primas amiláceas.
Módulo 2. Biocarburantes
57
etanol totalmente autónomo desde el punto de vista energético, sin necesidad de utilizar
combustibles fósiles.
RESUMEN
Los aceites vegetales sin modificar causan diversos problemas que obligan a la
modificación de los motores actuales. Para evitar estos problemas, se recurre a transformarlos
químicamente mediante un proceso de transesterificación capaz de mejorar substancialmente las
características como carburante de los aceites vegetales.
Módulo 2. Biocarburantes
58
gasóleo de automoción. El biodiésel pueden utilizarse como único combustible o en mezclas con
el gasóleo sin efectuar ninguna modificación en el motor.
La manera más sencilla de producir etanol es utilizar materias primas que contengan
azúcares de seis átomos de carbono (hexosas), como la caña de azúcar y la remolacha, ya que
pueden ser fermentados directamente a etanol.
El bagazo que sale de la última unidad de molienda se emplea en las calderas para la
producción del vapor utilizado en el proceso y la generación eléctrica para atender las
necesidades de la planta, generándose excedentes que se exportan a la red eléctrica y
contribuyendo a reducir los requerimientos de energía fósil y las emisiones de gases de efecto
invernadero del proceso de producción de etanol a partir de caña de azúcar
Módulo 2. Biocarburantes
59
desempeñan un papel importante, pueden contribuir de manera decisiva a mejorar su
competitividad.
Durante el transcurso de la historia los biocarburantes siempre han tenido la crisis de los
recursos petrolíferos como motor de desarrollo.
Módulo 2. Biocarburantes
60
En la Figura 12 se muestra un esquema de las distintas alternativas de utilización en
motores de los aceites vegetales, tanto como único combustible como en mezclas con los
combustibles fósiles.
Cuando se pretende utilizar bioaceites en los motores de inyección directa (los más
desarrollados en los últimos años) aumentan las exigencias en cuanto a las características fisico-
químicas del carburante, por lo que hay que recurrir a mezclas del bioaceite con gasóleo, lo que
permite (modificando la proporción de los componentes) mantener la viscosidad, el índice de
cetano y el punto de congelación dentro de unos límites aceptables. Las características como
combustible de las mezclas de gasóleo y aceite hasta el 5% cumplen las especificaciones
requeridas al gasóleo para automoción, no observándose diferencias significativas en cuanto a
potencia y par del motor.
Una alternativa interesante, sobre la que se experimenta en la actualidad, son las mezclas de
aceites vegetales brutos con gasolina (14%) y alcohol (5%), que se pueden utilizar como
carburante de los motores diesel de manera directa, con resultados similares a los que se obtiene
con el gasóleo comercial y sin que se lleguen a producir depósitos anormales en las cámaras de
combustión.
Otra alternativa es crear motores completamente nuevos que puedan utilizar aceites vegetales,
como es el caso del motor Elsbett, diseñado por la empresa Elsbett Konstruktion Germany, que
se fabrica en Alemania, Malasia y Estados Unidos. En estos motores se modifican las cámaras de
Módulo 2. Biocarburantes
61
combustión para que las condiciones de temperatura durante el funcionamiento aseguren una
total combustión de los aceites vegetales. Debido a la complejidad de esta modificación, este
sistema sólo se aplica en motores de gran consumo de última generación. La modificación es
exhaustiva e implica conductos, filtros, inyectores y modificación de la programación de la
inyección.
Otra solución son llamados motores de doble depósito, uno para el aceite y otro para diésel
mineral o biodiésel. Hay que arrancar el motor con diésel o con biodiésel mientras el aceite del
otro depósito se calienta por lo menos hasta 70º C usando el refrigerante del motor o un
calentador eléctrico (o los dos a la vez). Cuando se ha calentado bastante se corta el suministro
de diésel al motor y se empieza a bombearse aceite. Unos minutos antes de parar el motor se
cambia otra vez, sustituyendo el aceite por diésel como al principio. Esto se hace para que el
aceite salga del sistema de distribución de combustible, porque al enfriarse atascaría los filtros y
los inyectores. Una de las principales ventajas de este sistema, radica en mantener el motor del
vehículo sin sufrir ninguna modificación, y solo es necesario modificar el sistema de alimentación
de combustible.
Módulo 2. Biocarburantes
62
del aceite vegetal crudo. El índice de cetano es superior en el caso de los ésteres, siendo los
valores adecuados para su utilización como combustible.
Tabla 4.- Especificaciones aprobadas para el biodiésel (prEN14214:2001) por el Comité Europeo de
Estandarización (CEN). En España estas especificaciones se transcriben en el Real Decreto
1700/2003 del 15/12.
Si se comparan las emisiones producidas con el biodiésel en comparación con las del
gasóleo, se observa que el uso de una mezcla de biodiésel al 20% (B20) reduce las emisiones
monóxido de carbono en un 12,6%, humos y partículas en aproximadamente un 20% e
Módulo 2. Biocarburantes
63
hidrocarburos en un 11%. El porcentaje de reducción de emisiones es muy superior cuando se
utiliza biodiésel puro. Por otra parte, el biodiésel solo contiene 0-24 ppm de azufre, con lo que
se reducen significativamente las emisiones de dióxido de azufre. No obstante, se observa un
ligero aumento en las emisiones de los óxidos de nitrógeno, si bien se han dado como posibles
soluciones la utilización de un catalizador de oxidación y de aditivos específicos.
B IO E T A N O L
U t i li z a d o c o m o M e z c la d o c o n g a s o l in a A d it iv o a l a g a s o l in a
c o m b u s t i b le ú n ic o
Módulo 2. Biocarburantes
64
La utilización de etanol hidratado como único combustible requiere profundas modificaciones
en los motores que conducen a que estos nuevos vehículos no puedan utilizar gasolina. Sin
embargo, las mezclas de etanol deshidratado o ETBE con gasolina convencional en bajos porcentajes
(10-15 %) no precisa modificaciones de los motores. Las mezclas de etanol en mayores porcentajes
(desde el 15 al 85%) si requieren modificaciones en los vehículos convencionales. La aparición de
los vehículos con motores flexibles (flex-fuel), capaces de detectar la proporción etanol/gasolina y
adaptar los sistemas de inyección e ignición a las características de la mezcla hace posible utilizar
gasolina, etanol hidratado puro o mezclas de esos dos combustibles en cualquier proporción.
Para poder utilizar etanol como combustible único se necesitan profundas modificaciones
en los motores. Las principales características de han de reunir respecto a los motores
convencionales son las siguientes:
Módulo 2. Biocarburantes
65
• Materiales resistentes a las propiedades corrosivas y disolventes del etanol.
El etanol puro tiene un elevado octanaje RON y MON y una baja volatilidad (Tabla 5). Se
puede utilizar etanol en mezcla con gasolina en proporciones inferiores al 15 %, con objeto de poder
utilizarse en vehículos convencionales de gasolina sin necesidad de hacer ajustes ni modificaciones
en los mismos.
Módulo 2. Biocarburantes
66
% Oxígeno (peso) 347 0 15,7
Por otro lado, el etanol es miscible con el agua en todas proporciones, por lo que en una
mezcla etanol-gasolina en presencia de agua se produce separación de fases, pasando el etanol a la
fase acuosa en gran proporción. Es preciso, por tanto, asegurar que los circuitos por los que pasen
las mezclas etanol-gasolina durante su distribución y venta estén libres de agua. Las prestaciones
técnicas de las mezclas bioetanol-gasolina en los vehículos son satisfactorias y similares a las de las
gasolinas convencionales (arranque, conducción, satisfacción del conductor.
El etanol también puede utilizarse conjuntamente con la gasolina en mezclas mucho más
altas como el E-85. El E-85 es un combustible que contiene hasta el 85% de etanol y sólo un
15% de gasolina y que puede utilizarse en los vehículos denominados FFV (Flexible Fuel Vehicle).
Los FFV están diseñados para poder utilizar indistintamente gasolina y mezclas en cualquier
porcentaje hasta un máximo de etanol del 85%. Estos vehículos están equipados con un sensor
de combustible que detecta la proporción etanol/gasolina y adapta los sistemas de inyección e
ignición a las características de la mezcla.
Módulo 2. Biocarburantes
67
componentes oxigenados a la gasolina reside en su elevado índice de octano, que puede compensar
el déficit de octano, asociado a la eliminación del plomo de las gasolinas.
El etanol puede utilizarse para la fabricación de etil terciario butil éter (ETBE), mediante un
proceso de destilación catalítica o vapodestilación. El ETBE es el producto principal de la reacción en
la que interviene una molécula de etanol y otra de isobuteno (Figura 16), lo que equivale a utilizar
una tonelada de isobuteno y 0,8 toneladas de etanol para obtener 1,8 toneladas de ETBE, cuyas
propiedades físico-químicas son mejores que las del bioetanol para utilizar en mezclas con gasolina:
menor volatilidad, menor solubilidad en agua, mejor eficiencia térmica y no es corrosivo.
El ETBE es una alternativa al MTBE (metil terciario butil éter), que se obtiene a
partir del petróleo y se utiliza como mejorante de las gasolinas por adición. El ETBE tiene
un índice de octano y un poder calorífico ligeramente superior al MTBE, y su rendimiento
de fabricación, a partir del isobuteno, también es más elevado.
REACCIONES DE ETERIFICACION
CH 3
+ CH 3 OH CH 3 C O CH 3 MTBE
CH 3 Metanol CH 3
Isobuteno CH 3 C
CH 2 Etanol CH 3
+ CH 3 CH 2 OH CH 3 C O CH 2 CH 3 ETBE
CH 3
CALIDAD CARBURANTE
MTBE ETBE Espec . Eurosuper 2000
Octano RON 110 - 120 110 - 120 95 min
MON 94 - 97 95 - 98 85 min
PVR ( kPa ) 50 30 60 max
Azufre ( ppm ) 0 - 20 0 - 20 150 max
Aromáticos (% vol.) 0 0 42 max
Olefinas (% vol.) 0 0 18 max
Figura 16. Reacción de producción de ETBE y comparación de las características del MTBE, ETBE y
gasolina Eurosuper.
Módulo 2. Biocarburantes
68
Una de las ventajas de la operación con etanol es el aumento de rendimiento que se
produce debido al mayor peso molecular de este alcohol. A pesar de la pérdida de conversión
química ya citada, se obtiene aproximadamente un 5-10% en peso más de producto valioso
como gasolina.
RESUMEN
Módulo 2. Biocarburantes
69
presenta dificultades que se derivan de las diferencias físico-químicas (viscosidad) entre ellos y
entre el estándar que define al gasóleo. Para poder utilizar un aceite vegetal bruto en un motor
diesel se necesitan motores especialmente concebidos con este fin, como el diseñado por Elsbett
o los desarrollados por Deutz-Farh.
Para evitar las modificaciones en los motores que se requieren para la utilización de
aceites vegetales sin modificar, y mejorar sustancialmente sus características como carburantes,
se recurre a transformarlos en sus derivados ésteres metílicos o etílicos. De esta manera se
consigue que las moléculas grandes y ramificadas iniciales, de elevada viscosidad y alta
proporción de carbono se transformen en otras de cadena lineal, pequeñas, con menor
viscosidad y porcentaje de carbono y de características físico-químicas y energéticas más
similares al gasóleo de automoción. Son estos compuestos derivados, bien sea de los aceites
vegetales, o de grasas animales, los que se engloban en la definición de biodiésel y puede
utilizarse en los motores convencionales en estado puro o en cualquier mezcla con el gasóleo sin
tener que efectuar ninguna modificación.
Para poder utilizar etanol como combustible único se necesitan profundas modificaciones en
los motores. En cambio, las mezclas de etanol con gasolina convencional en bajos porcentajes
(menores del 5-10%) no precisa modificaciones de los motores convencionales.
El etanol también puede transformarse en ETBE (etíl terciario butíl éter) que es un aditivo
“oxigenado” para las gasolinas de automoción que mejora su índice de octano, lo que supone una
mejora en las prestaciones del vehículo, menor consumo y menores emisiones contaminantes.
Módulo 2. Biocarburantes
70
6. ESTADO ACTUAL DE DESARROLLO DEL LOS
BIOCARBURANTES
Respecto al precio de las materias primas, parece que la utilización de aceites usados se
contempla como una alternativa inmediata y prometedora, ya que su uso no depende de
factores relacionados con la política agraria y además contribuye a mejorar su eliminación,
solucionando así un problema medioambiental. No obstante, la limitación en la cantidad
producida de aceites de fritura y los problemas asociados a su recogida hacen necesario
contemplar la utilización de aceites vegetales de primer uso, bien sea de especies tradicionales o
de nuevas especies cuyo cultivo se desarrolle e implante bajo programas específicos de
promoción de nuevas materias primas.
Módulo 2. Biocarburantes
71
a partir de aceites vegetales de especies no alimentarias como la jatropha. Por su parte, Europa y
Estados Unidos están invirtiendo en proyectos de I+D para que permitan avanzar en la
producción de aceites de microalgas.
Existen un número cada vez mayor de proyectos para producir biodiesel de segunda
generación que eviten los problemas de sustentabilidad que plantean el biodiésel de materias
primas alimentarias, que tengan mayor rendimiento de producción y que puedan hacer frente a
la creciente demanda del mercado.
Módulo 2. Biocarburantes
72
vehículos adaptados para funcionar con bioetanol y 16 millones que utilizan mezclas de
etanol/gasolina en un porcentaje que oscila entre el 22 y el 25%. El área dedicada al cultivo de
caña de azúcar en los últimos años está aumentando de manera considerable para hacer frente a
la demanda creciente tanto del mercado interno como de las demandas de terceros países.
Módulo 2. Biocarburantes
73
cantidad debía aumentar progresivamente, de manera que la sustitución alcanzara el 5,75% en
el año 2010. La Directiva 2003/30/CE, junto con el artículo 16 de la Directiva 2003/96/CE que
reestructuraba el marco impositivo de los productos energéticos que permite exonerar de
impuestos especiales a este tipo de biocarburantes, abrieron la puerta al desarrollo de estos
productos y permitió a la Unión Europea crear un mercado de biocarburantes.
También Australia, Nueva Zelanda, India, Japón, China y Corea, están desarrollando
políticas que persigue la reducción de su dependencia de los carburantes convencionales y la
Módulo 2. Biocarburantes
74
lucha contra el cambio climático mediante el fomento de nuevas fuentes de energía, en particular
los biocarburantes.
Puesto que el coste de la materia prima es el que más contribuye al coste final del
biocarburante, deben desarrollarse, desde una perspectiva energética, nuevos cultivos más
productivos y con menores costes de producción. En este sentido, la colza etíope (Brassica
carinata), la Jatropha, el cardo (Cynara cardunculus L.) y la utilización de los aceites vegetales
usados son ejemplos prometedores de materias primas para la obtención de biodiésel. Para la
producción de bioetanol combustible se están investigando otras especies como la pataca
(Helianthus tuberosus L.) y el sorgo azucarero (Sorghum bicolor L.). Estos cultivos, además de su
menor coste de producción, serían más rentables para la producción de etanol ya que se podrían
Módulo 2. Biocarburantes
75
emplear los tallos secos (pataca) o el bagazo (sorgo) para la producción del vapor y la
electricidad necesaria en el proceso de obtención de etanol.
Además de los nuevos cultivos anteriormente citados, los materiales lignocelulósicos son
los que ofrecen, en el futuro, un potencial mayor para la producción de bioetanol. Una gran parte
de los materiales con alto contenido en celulosa, susceptibles de ser utilizados para estos fines,
se generan como residuos en los procesos productivos de los sectores agrícola, forestal e
industrial. Los residuos agrícolas proceden de los cultivos leñosos y herbáceos y, entre ellos hay
que destacar los producidos en los cultivos de cereal y algunos otros cultivos con utilidad
industrial textil y oleícola. Los residuos de origen forestal, proceden de los tratamientos silvícolas
y de mejora y mantenimiento de los montes y masas forestales. También pueden utilizarse
residuos generados en algunas industrias, como la industria papelera, y la fracción orgánica de
los residuos sólidos industriales. Muchos de estos residuos no sólo no tienen valor económico en
el contexto en el que se generan, sino que suelen provocar problemas ambientales durante su
eliminación.
Módulo 2. Biocarburantes
76
Fischer-Tropsch Alcanos
n
c ió
ca Agua-Gas Sh ift Hidrógeno
s if i
Ga
Deshidroxigenacion Biocarburantes
Biomasa Pirolisis o Liq. Aceites pirólisis
celulósica
Fermentación Etanol
is i
s
Hidrocarburos
Azúcares Deshidratación aromáticos
solubles
Aunque no es el objeto de este módulo analizar en detalle cada una de las tecnologías de
transformación de la biomasa lignocelulósica en biocarburantes, debido a que es un área que
Módulo 2. Biocarburantes
77
adquirirá una gran importancia en su desarrollo futuro, intentaremos describir someramente en
que consiste cada una de las rutas.
Los combustibles que pueden obtenerse a partir del gas de síntesis incluyen el hidrógeno
por reacción shift gas-agua, mtanol obtenido por síntesis, alcanos por síntesis Fischer-Tropsch,
isobuteno mediante isosíntesis, etanol por fermentación o mediante catálisis homogénea y
aldehídos y alcoholes mediante oxosíntesis. La figura 19 muestra las rutas por las que es posible
obtener biocarburantes y productos químicos a partir de gas de síntesis
Módulo 2. Biocarburantes
78
Gasolina
Gasóleo Olefinas MTBE
Alcoholes Olefinas
Resina ácida
Alcanos
Isobutileno
superiores Gasolina
Aldehidos
Tropsch
Co y Fe
Fischer
s
Alcoholes
lit a
Zeo
Ox
o si
nt.
Syngas Cu/ZnO
Metanol
t. CO + H2 Us
sin
Iso o
Deshidratación
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Fermentación
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Al2 O3
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M100
M85
H2 DM E
Etanol
Figura 19. Diferentes rutas para la obtención de biocarburantes a partir de gas de síntesis
Otras rutas son la oxosíntesis o hidroformilación (que consiste en una reacción del gas de
síntesis con hidrocarburos olefínicos para formar una mezcla isomérica de aldehidos) y la
isosíntesis (conversión del syngas a isobuteno mediante catalizadores basados en torio o
zirconio).
Módulo 2. Biocarburantes
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de uno u otro producto. Los tiempos de residencia cortos y las temperaturas moderadas, con
tasas de calentamiento rápidas, favorecen la formación de productos líquidos.
Los aceites de pirólisis, para ser utilizados como combustibles en motores diesel, plantean
algunos problemas todavía sin resolver ya que tiene baja volatilidad y alta viscosidad y
corrosividad. Estos aceites pueden tratarse mediante hidrodesoxigenación (a temperaturas entre
300 y 600ºC con alta presión de H2 en presencia de un catalizador heterogéneo) o mediante
zeolitas (materiales microporosos cristalinos) para mejorar sus características como combustible.
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solubilización de la hemicelulosa y la celulosa, quedando prácticamente inalterada la lignina. A
temperaturas superiores a los 200ºC aparecen productos de descomposición de los azúcares
(furfural, hidroximetilfurfural y una serie de productos solubles no identificados), por lo que no
pueden obtenerse rendimientos muy altos. Además, estas sustancias son inhibidoras del proceso
fermentativo por lo que deben eliminarse del hidrolizado antes de realizar la fermentación. Los
métodos industriales de hidrólisis ácida de la fracción celulósica se agrupan en dos tipos: los que
emplean ácidos concentrados y bajas temperaturas (40-60ºC) y los que utilizan ácidos diluidos a
temperaturas más altas (170-240ºC). Pese a los altos rendimientos de hidrólisis (cercanos al
80%) que se obtienen con los procesos que utilizan ácidos concentrados, no existe en la
actualidad operando con este sistema ninguna planta industrial por falta de rentabilidad. Entre
los procesos de hidrólisis de celulosa utilizando ácidos diluidos, el método de percolación, en el
que el ácido se hace pasar a través del material, ha sido el más utilizado. Puesto que la eficiencia
de conversión de la celulosa en glucosa aumenta con la temperatura de proceso, desde los años
70 se están desarrollando procesos que trabajan a temperaturas en el entorno de los 250º-
270ºC. La realización del proceso a estas temperaturas para lograr mejores rendimientos, obliga
a emplear tiempos de residencia muy cortos que minimizan las reacciones de degradación de la
glucosa.
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escala industrial debido a altos costes o las dificultades técnicas que conllevan. En cada caso
debe evaluarse la idoneidad del tipo de pretratamiento a emplear, en función del tipo de materia
prima empleada y del incremento del rendimiento de hidrólisis obtenido tras el pretratamiento.
Estos problemas asociados a los procesos en dos etapas pueden reducirse si la hidrólisis
enzimática y la fermentación se realizan en una sola etapa. Los procesos en una etapa pueden
subdividirse a su vez en procesos de sacarificación y fermentación simultánea, cocultivos y
monocultivos.
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encuentra en un rango de 45-50ºC, es necesaria la utilización de levaduras termotolerantes
cuando se quiere realizar procesos acoplados de SFS. A lo largo de los últimos años se han
investigado y descrito en la bibliografía diferentes cepas de levaduras que son capaces de crecer
a temperaturas por encima de 40ºC si bien no son muy abundantes las publicaciones de
fermentaciones etanólicas con elevados rendimientos utilizando estos microorganismos.
Otro concepto de transformación en una sola etapa, y que supondría un avance frente al
proceso descrito anteriormente, sería la utilización de cocultivos. En los cocultivos, se utilizan dos
microorganismos, uno capaz de hidrolizar la celulosa y otro capaz de fermentar los azúcares
producidos en la hidrólisis a etanol. La fermentación de la celulosa con un cocultivo de
Clostridium thermocellum y una bacteria productora de etanol tiene lugar siguiendo diferentes
etapas. El primer estado consiste en la inducción del complejo celulolítico de C. thermocellum y la
hidrólisis de la celulosa. En la segunda etapa, los productos son consumidos por la bacteria
productora de etanol, en este estado, tanto la bacteria celulolítica como la productora de etanol
están activas. En la tercera etapa, la actividad metabólica de la bacteria celulolítica es inhibida
por los productos de fermentación, pero las celulasas excretadas al medio todavía siguen siendo
activas. Durante este estado, la actividad dominante corresponde a las bacterias productoras de
etanol. Finalmente, esta bacteria también es inhibida por los productos de fermentación y la
fermentación empieza a detenerse. En la actualidad, se están realizando grandes esfuerzos en los
estudios de fermentación alcohólica utilizando cultivos mixtos con el fin de incrementar las
productividades de etanol, principalmente con la obtención de mutantes más etanol-tolerantes y
mejorando el proceso de sacarificación, que generalmente es la fase limitante.
Como conclusión podemos resaltar que existe un gran abanico de tecnologías para
producir biocarburantes de segunda generación a partir de materias primas lignocelulósicas que
mitiguen el riesgo de competencia con la industria agroalimentaria.
Módulo 2. Biocarburantes
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marinas. Crecen muy rápido (pueden doblar su biomasa en 24 horas), y al ser organismos
unicelulares su rendimiento fotosintético es claramente superior a las plantas terrestres.
Pero para que las tecnologías de segunda generación y tercera puedan llegar a
comercializarse es necesario apoyar decididamente la I+D+i (Investigación, Desarrollo e
Innovación). Recientemente la Comisión Europea ha instado a las autoridades públicas, las
empresas y a los investigadores europeos a unirse en el esfuerzo de desarrollar en 2020 las
tecnologías necesarias para hacer frente al cambio climático, la seguridad del suministro
energético y garantizar la competitividad de la economía europea. En una propuesta para la
inversión en el desarrollo de tecnologías de baja emisión de carbono, la Comisión estima que en
los próximos 10 años será necesaria una inversión adicional de 50 mil millones de euros para
acelerar la transición de estas tecnologías desde el campo de la investigación al mercado. Esto
significa casi triplicar la inversión anual en la Unión Europea actual que se sitúa en torno a los 3
mil millones de euros. La Comisión, junto con la industria y la comunidad investigadora, ha
elaborado "hojas de ruta" que identifican las principales tecnologías de baja emisión de carbono a
nivel de la UE en seis áreas: eólica, solar, redes eléctricas, bioenergía, captura y almacenamiento
de carbono (CCS) y fisión nuclear sostenible.
Módulo 2. Biocarburantes
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empleos. Las necesidades de inversión para desarrollar las energías limpias y renovables sólo
podrán superarse a través de una amplia gama de instrumentos financieros. La Comisión y el
Banco Europeo de Inversiones están aumentando significativamente los fondos para este fin.
Pero también se tienen que movilizar más fondos privados mediante mecanismos de financiación
de riesgo compartido
DuPont ha invertido más de $ 200 millones para construir una planta de etanol celulósico
a escala comercial en Iowa, que se alimenta de residuos agrícolas recogidos en un radio de 30
millas alrededor de la instalación.
POET-DSM posee una planta de bioetanol celulósico $ 250 millones que utiliza las
residuos de maíz para producir 25 millones de galones de etanol al año y está situada al lado de
una planta de etanol de grano con el fin de aprovechar las sinergias en el personal, la
infraestructura y la experiencia.
Módulo 2. Biocarburantes
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8. CONCLUSIONES
Desde el punto de vista energético, los biocarburantes constituyen una fuente energética
renovable y limpia. Además, su utilización contribuye a reducir la dependencia energética de los
combustibles fósiles y otorga una mayor seguridad en cuanto al abastecimiento energético.
Módulo 2. Biocarburantes
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similares a las del gasóleo y las gasolinas tradicionales, respectivamente, pudiéndose utilizar
sustituyendo total o parcialmente a éstos. Cada vez existe un mayor consenso en reconocer que
estos biocombustibles de primera generación son una energía de transición que únicamente
podrá sustituir una parte de los derivados del petróleo debido a problemas de abastecimiento de
las materias primas. Sin embargo, representan un sustituto directo de los combustibles fósiles y
pueden integrarse fácilmente en los sistemas de abastecimiento de combustible por lo que se
está impulsando su utilización en un gran número de países.
Módulo 2. Biocarburantes
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de alimentos, piensos seguros y sanos, materiales para la industria química, energía y otros
productos.
Para finalizar debe resaltarse que si somos capaces de asegurar las prácticas sostenibles
en los cultivos energéticos y el desarrollo de tecnologías avanzadas de transformación, la
utilización de la biomasa como materia prima para la producción de alimentos y piensos, así
como para la producción industrial y energética resulta esperanzadora. Es preciso crear los
instrumentos necesarios para una transición desde una sociedad basada en los combustibles
fósiles a otra de tipo biológico, con la investigación y la innovación como motores, en lo que ha
venido a denominarse “bioeconomía”; es decir, una economía más innovadora y con bajas
emisiones, que concilie las demandas de gestión sostenible de la agricultura y la pesca, la
seguridad alimentaria y la utilización sostenible de los recursos biológicos renovables para fines
industriales, garantizando al mismo tiempo la biodiversidad y la protección del medio ambiente.
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