0, FERNANDO CARBONELL PARAISOS FICTICIOS | Biblioteca de le Revists “tetera” MORTEUIDES 18Dedico este folleto al Sr, Adrién 4, Madril (del Rosario de Santa Fe), come sencillo homenaje, porel amor con que siempre ha contribuldo a Ta difusion de Ia augusta y amada Filosofia, en Ia gue se inspiran estas Paginas. 9. F, CARBONELL,PARAISOS FICTICIOS I ss i a La Humanidad es Y ha sido eon ee di gontanta: Sus quejas 10 se a eeu _ tugurios, no crecieron anicamen . es Piao. de la miseria; los paring nh 08 de am i s poderosos, fueren et Ge Zntes Ce eauihaties desdichas. Los ee. Eialeapecits: kalifas 0 visites, brahmanet gbernanles ij jelo, bonzos 0 manda 2 Sap eu a los gobernados, © igual eS ae ans ivilegiadas, las clases ¥ ae ag Oe de 1G los despreciados, 105 i | Rieles pontifives y epee ee arte ae g: todos han reve eee Pee dcccomtenne, una eomnrendee ape rs en los progresos sociales tardarén siglos oh grar, y donde quiera ha existido un corazén lumano vivienle, el deseontento ha formado parle inte grante de él, no menos que sus fibras musculares, sus ven- triculos 0 sus vilvulas. HI fué quien inventé los ideales, 61 quien perfee- ciond las artes. Las Madonas de Rafael: las Concep- ciones de Murillo, no han logrado su perfeceién ma- ravillosa sino porque cada elapa aleanza que hu- biera Henado de admirz . los espectadores inte- ligentes, sélo produc sonlento en el artista inspirado. y mientras F aneia y el mundo se enor- gullecen de los 300 metros de elevacién que tiene la torre Hiffel, a buen seguro qne Kiffel estuyo deseon- tento de no haberla proyeelado de 400, No imaginéis que las Aureas ctiipulas del Templo de Mahadeva, o las prodigiosas ascensionalidades de la g6lica Catedral de Colonia, o los admirables azule- jos de la Alhambra. o los regios marmoles del Taj- Mahal, inerustados de piedras preciosas, o el Puente de los Leones en la Ghina o su misma gran muralla,