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Padre Ángel: ( padre Gilberto).

Como reflejar en unas líneas lo que ustedes ha sido


para muchos a través de su encuentro personal. Sólo Dios sabe lo que han
sembrado en el corazón de cada uno de nosotros.

Hoy en el día del buen pastor haciéndome eco del sentimiento y afecto de toda la
Iglesia en Acacias, quisiera transmitirle nuestro más profundo reconocimiento por
su identidad tan transparente de pastor, de padre y amigo…, haciendo fácil el
anuncio del Evangelio a través de la acogida personal, del encuentro, de ponerse
del todo en la calle y hacer visible que la vida del Reino es presencia y alegría.

Gracias padre por la huella de compromiso, de comprensión y apoyo para todos en


esta comunidad eclesial dejando su olor de buen pastor en cada uno de los que
formamos esta Iglesia.

Gracias Padre, porque por medio de usted, nuestras comunidades parroquiales


han recibido el aliento de profundizar en el misterio de Dios y aunar, como Iglesia,
esfuerzos y compromisos. Hemos recibido el anuncio de estar siempre en constante
misión y, para eso, no ha evitado esfuerzos por salir, conocer y querer a todos, por
supuesto y muy especialmente a los alejados, y hacernos sentir a todos que somos
necesarios para hacer realidad el proyecto de Dios.

Gracias Padre por motivar a nuestros jóvenes en el compromiso de la oración


asidua, reuniéndose con ellos cada ocho días en la parroquia , y por hacer que se
sientan enviados como misioneros de otros jóvenes.

Gracias Padre por su interés paternal por todos y cada uno de nosotros. No ha
escatimado tiempo, ni oportunidades para estar a nuestro lado: a título personal le
agradezco porque usted padre estuvo en los tres momentos más difíciles de mi vida
demostrándome que el amor y la paz de Cristo está y estará con nosotros siempre.,

Gracias padre porque ha guiado esta parroquia, indicando el camino de la unidad y


poniendo siempre a Jesucristo como modelo y camino al servicio de la Verdad de
Dios. Y para esto, como tantas veces nos ha señalado y pedido, hay que estar
visibles y dispuestos, en camino y en búsqueda. Toda una referencia a abrir el
Evangelio y llevarlo a las periferias de nuestras vidas y de nuestras familias, de
nuestras parroquias, de nuestra sociedad.

Gracias padre, porque hemos visto y sentido que su corazón nos ha amado y
siempre ha buscado caminos para demostrarlo.

Los que hemos tenido la fortuna de estar más cerca de usted, sabemos que usted
no improvisa, todo lo trata previamente con el Señor. Hasta altas horas de la noche
y las primeras horas del día siempre han estado reservadas para el encuentro
reposado con Dios. Nada es para usted tan importante como el alimento espiritual
de la oración.

Padre esta parroquia es ahora diferente, tanto en su estructura como en su


apostolado.

Hemos tenido un buen pastor, un mejor padre y un muy cercano amigo. Aquí tiene
padre su casa, su familia y su Iglesia, que esta comprometida a seguir creciendo.

Vicente Fontestad

Fecha de Publicación: 02 de Octubre de 2014

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