Prttoaucuity
224 "A APALICION DEL FUTHOL EN ORAN BRETARA
es verdaderamente detallados— leyendo
tos escasosinformes més amplice qhe hos haw Uegado de este period acerca de
nooo Aunaue en ellos no se empleara en realidad un fil sina otros
instrurmentos.
Uno de estos informes més proljos, que bien merece la pena leerse, es el
de un juego de Cornwall que ain tenia el familar nome Acting, un auati-
Heda, ie Bae Mitbol. 1 informe muestra brillantemente ome en las an
Gedades de la Edad Media las costumbresy reglastradicionales on tomadas
cop mucho menos rigor, de manera mucho més personal einfosrad que las re-
sas ¢ incluso las costumbres y tradiciones de nuecro tiempo.
El texto habla por si mismo, Ninguna pardftasie
puede emular la impresién
del juego y de la atmésfera que comunica:
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{LA APARICION EL FTBOL EN GRAN BRETARA 228
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{UA aPaucion DEL FOTBOL EN GRAN BRETARA
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{UA APARICION DEL FFTDOL EN GRAN BRETARA 20
casas como quien regresa de una dura batalla, con la cabeza abierta, huesos rotos
y dislocados, y con tales heridas que hacen menguar sus dias; sin embargo, todo
fs buen juego y jamés un Gscal o regente se preocup6 por el asunto"
Descripciones como ésta son de enorme utilidad para formarse una idea ra-
zonablemente clara de las caracteristcas distintivas —de la «estructura» dife-
rente— de los juegos en una etapa anterior del desarrollo de la sociedad ingle-
sa, la correspondiente a fines de la Edad Media y principios de la Edad Mo-
dema. Utiles asimismo para arrojar luz sobre las diferencias que existfan en le
estructura més amplia de la sociedad inglesa en aquella etapa de su desarrollo.
En algunos aspectos, una tradicién de juego popular como la descrita aqui debe
de haberse visto afectada por una caracterstica muy influyente de la sociedad
briténica, si bien no es posible discernir exactamente de qué manera. Sélo los
estudios comparativos de otras sociedades y de la estructura de sus juegos po-
Adrfa confirmarnos algo en este sentido. El juego popular, como hemos visto en
‘estos pérrafos, refleja una relacién muy especifica entre propictarios de tierras
¥y campesinos. Como hemos podido coniprobar, los propios sefiores se ocupa~
ban de organizar los juegos y fungir como patrocinadores. El juego antes rela-
tado, can todo lo brutal y desordenado que pueda parecemas, no es slo wn ji
go entre aldeanos y gente de la ciudad, sin referencia alguna a las autoridades
que, segin las normas de aque! tiempo, pudiesen poner el alto a lo que enton-
ces parecia una violencia excesiva. Como es sabido, una caracteristica de la pau-
ta de desarrollo social en estas islas es, por un lado, que la poblacién rural in-
tegrada por campesinos en diversosniveles de servitud se transformé en una po-
blacién rural de campesinos més,o menos libres; y por otro lado, que junto a
la clase de terratenientes nobles surgié una clase de hombres propietaros de tie-
ras que carecian de tos nobiliarios, una clase cuyos miemibros eran sélo wa-
balleros, geronn, iste, hasta donde se puede deducir, es el marco social del
Jjuego que hemos visto: un entretenimiento local para una poblacién de campe-
sinos més o menos libres, patrocinado por los terratenientes del lugar, quienes
a menudo, aunque quiz4 no siempre, no eran personas de la nobleza. Si alguien
resultaba con algtin hueso roto en el transcurso del juego; si quizds alguien mo-
ria ocasionalmente debido a las lesiones recibidas en el juego; si, en resumen,
todo esto inftingia las leyes del rey y era desaprobado por sus representantes,
los habitantes del lugar, tanto campesinos como miembros de la genty, distruta-
‘ban con el juego y se burlaban de esas leyes sin ningin reparo. Atin se escucha
cl matiz de socarroneria en las palabras de Carew cuando hablaba de duras ba-
Rika Cuew, Sing of Comal, Lone, 1602, pg. 73.5.