éQuién es el
que anda ahi?
* Guia para los maestros»
| ee -yES CRI CRI!
Si, es el Grillito Cantor al que casi todos conocemos, Sus can-
ciones y sus cuentos se quedaron para siempre en nuestro
coraz6n, cabeza y pies. Y es que desde los afios cuarenta,
cuando menos, las canciones y los cuentos de Cri Gri han
andado por ahi, revoloteando en el radio, saltando sobre el
acetato ¢ imprimiéndose en la conciencia de todos los niiios:
os chicos y los no tan chicos. Han dejado su huella, incluso,
en aquella misteriosa zona que los psicélogos Haman ‘el
inconsciente”.
Por eso es que, aunque no todos podamos entender al
dedillo cuanto dice y canta Cri Cri, a todos nos suena cono-
cido aquello de que “Ditirambo Farfulla farfull6...", 0 la des-
cripcién de los marajachas, esos sefiores tan ricos, que usaban
elefante hasta para trasladarse a la habitacién contigua. A
algunos nos ha dado, igual que a Cri Cri, por confundir apelli-
dos compuestos como los de Sanchez Gémez o Giemes
Ronchas. Otros suefian por las noches con aquel pais donde
los ladrones eran tan hdbiles, que los ciudadanos perdian
hasta los calcetines sin Hegar a darse cuenta.
Ademés del impacto causado por Cri Cri en toda la geo-
grafia de nuestras personalidades, la mayoria tenemos algunas
certezas sobre el personaje en cuestién.
Por ejemplo, gracias a la irrefrenable tendencia de Gri Gri
a las confesiones intimas, sabemos que es un sefior que alguna
vez fue grillo, y que si se convirtié en sefior no fue porque le
desagradase el aspecto de los grillos. No, jqué val Cri Cri se
®volvié sefior con el tinico propésito de evitar peligros como
los pisotones, los escobazos o las réfagas insecticidas.
Por fortuna, la transformaci6n de Cri Cri fue Ginicamente
estratégica. En el fondo, su alma siguié siendo la misma. Es
por eso que conserva la pertinaz costumbre de llevar serenata
acuanto sitio romantico, calido o acogedor le es posible. Hoy,
incluso, est4 Hevando su misica y sus inyenciones a las
escuelas. Quiere asf poner un poco de sal y alegria a las largas
jornadas académicas durante las que nifios y maestros se
empefian en dominar el dificil arte de aprender.
En efecto, Cri Cri ya lo entend
2Qué mejor sitio que el
patio de una escuela para deslizarse al ritmo del tango, la haba-
nera, el chachacha, el tap 0 la jota aragonesa? Qué mejor lugar
que el salén de clases para familiarizarse con un lenguaje tan
rico, fino, agudo y pulido como el de Gri Cri? Qué mejor
manera de aprender que mediante el juego, esa curiosa mania
que los nifios traen al mundo desde el nacimiento?
Una vez asentado lo anterior, convendria poner cara de
circunstancia y aclarar una que otra situacién que podria
prestarse a malos entendidos.
Se sabe que algunos nifios todavia confunden a Cri Cri
con el grillo de Pinocho. Yes que, clare, ambos son grillos.
Pero existe entre estos grillos una diferencia sustancial que es
preciso aclarar. En contraste con los que se erigen en
conciencia de su prjimo, Cri Cri nunea pretendié aleccionar
a nadie, ni mucho menos dar érdenes. Es cierto que prodiga