‘Shen emer woz CULTURA, ETNICIDAD
Y GLOBALIZACION
La experiencia japonesa
por
‘TESSA MORRIS-SUZUKIGENERO 13
[La mujer: el hoger la identidad nacional, 127; Citas ale
‘familiar, 123; La moderaszacin de a moje: as mujeres y
tl temp, 196, Verinciones sobre un tema: "aque ipo de gente
{enrria que aber, 138; El Japon moderno como masclino
rihonjinvon, 142; Et Jepén moderna como fomenino: Oshin,
(6, anor, frie dentin, 152
cIvinizaciOn ast
‘Trascendiendo el paradigm euroeéntrio, 159; Civilizacion y
Cultura, 16, Clic y minor, 168; Ciizacion progr
So-267, Los itive do le viliznca", 170; Critens apanesas
‘Sela cultura In eviiznesen, 172
1st
El conocimicnto glabel y la formacién de a diferenci, 183;
Formateo del estado colon, 18; Glolizaigneidensided en
Ldap de le png, 199; Globalzacie esdentidad on a
trade laa ignoe, 106
9, DEMOCRACIA 209
El ahuscaniento de In democraia, 211; Dmocracia ransna
‘ona, 216; Ciudadsnia multieultal, 220; La nteraaciona
eaciénintorna, 224; El melticultuelisme interne, 227; La
nacicn on el Hemp, 235,
BIBLIOGRAPIA an
1. INTRODUCCION
‘Samuel Johnson definié Ia nacin eomo “gente que se distingue de
‘otra gente” (itado en Fried, 19753). Su definicion es especialmen-
te satisfactoria porque revela las grandes preguntas quo esconde
‘esa arrogante palabrita,{Cémo dstinguimes? ,Cémo trazamos las
lineas? Lo que nos da Ia seguridad ola confianza necesariss no os
simplemente el hecho de sumar 124 millones de “japonoses", 80
millones de “alemares", 1-1 mil millones de “chinos” 0 250 millo-
nes de “norteamericanes” en una sola palabra, sino convertir &
‘ada tina de estas palabras en actores de las historias que cont
mos: los japoneses tienen conciencia de grupo; a los alemanes les
preacupa el nacionalismo ruso; los ehinos desconfian de Ios japo-
‘hese los norteamericanos no aprucban la setited china respect
‘de los derechos hismanos, etectera,
Estas preguntas me han estado martllando con insistencia
durante vente afins de investigacin y ensenanza sobre el Japon.
‘Sie quiere llegar a decir algo es necesario generalizar, y por eso
‘ushmos eategorias coneeptuales que aunea podran eaptar la sus
toncia fuida eiridisconte de la realidad en toda su complejidad,
Pero las categorias que usamos comuinmente para estudiar un
fenSmeno como "Jupén" -nacidn, cultura nacional, sociedad japo-
nese, pucblo japonés- dejan demasiadas preguntas sin resolver,
{y por ello deben ser examinadas con mis atoncion de Ia que se le
hha dado hasta ahora. Como es sabido, as lineas divisorias entre
grupos nacionales, ctnicos o de otra identidad se han eonvertide
fen temas de intento debate en ls iltimos afios, tanto que puedo
‘casi of ls suspiros de los lectores ode las personas que van alas
librevias a curiosoar: *Por favor, oto libro sobre identidad nacio-
nal, nol” Pero en medio de este debate, términos lave como “eul-
tuna’, “etnicdad” e “identidad” se suelen profarir con tanta dee
preacupacin que. han convertido en obstdculos en ver de ser un
fpoye para entender mejor
As pues, este libro no es un intenta de esbozar un nuevo mo
{elo dela euttura japonesa, ni de decir algo original sobre las ot
genes ola constitueion de a raza japonesa (jinshu) 0 dl grupo2 stmonvectos
‘tio japonés (minnzoku), Pero 68 un intento de ahondar en las
‘catogorias do pensamiento que ton la base de les conceptos de
rhacién las nociones de cultura, raza, otnicidad,eivilizaciin y de
‘Japén mismo~y de deseubrireémo esas eatajorias se han uilizado
fen el contexto japones. Enel camino, espero desentranar algunos.
de Ine variables significados de estas lineasdivisorias entre gen-
‘wy gente, y de reflexionar sobre las implicacionespoliticas s0-
ciales de sti uso, Por supuesto, se podria eseribir todo un libro so
bre la evolucidn de cada uno de estos conceptos en Japén, porque
tados tienen historias largas, complejasy fascinantes. No es po
sible, dentro de los mites de un solo volumen, abarear ms que
‘una pequefia parte de los debates histérios y contempordncos en
torne a cada uno de los eonceptos, pero la vantaja es que al eon-
templar varias categoriasconceptuales ~por muy brevemente
sea~en un solo estudio, nos ayuda a ver las conexiones entre elas
y aabservar las maneras en que las imagenes y los ennceptos han
fluctuando entre la retdries dela cultura, el entorno natural, 1a
raza, la civilizacion y otros
‘Un tema que recorre todo el ibro es la relacin entre tiempo y
espacio. Cuando las gobiernos, ls académicos y los medios de eo-
‘munieacién populares definen las fronteras de la nacign y cream
imagenes de pertenencia nacional, reeurren a dimensiones espa-
cialesy temporales, La nacion es vista como una entidad geogeé:-
fica dalimitads, cuya forma se imprime en la mente de los ninos
‘con mapas en las paredes de innumerables aulas. También es un
‘espacio con un medio ambiente, entendido en términes de una
‘magineria familiar de cima y paisa, Este sentido de la nacion
‘como sina entidad natural con confines espaciales suele tener
rmicho que ver con ideas de etnicidad: ciudadanos que comparten
tuba hereneia genétieay cultural adaptada al ambiente natural del
‘espacio en el que viven, Pero las naciones también se pueden con-
siderar como "zonas temporales",separadas mas por la cronologia
que por la geografia, Desde este punto de vista, la relacién entre
“nuestra nacidn’ y las demas se puede entender como la que exis-
tiria entre formas mas avanzadas y formas més primitivas de
sistemas sociales. Sesucle partir del supuesto de que “nuestra na-
cidn” representa el presente o el futuro, en tanto que los “extra
jeroe" reprosentan el pasado, aunque a veces, por euptuesto, esta
laciGn imaginaria ve inverts, Jawaharlal Nehru guna vex dij
“Bn le India no tenemos que i al extranjero en busea del pasado
nerropuccioN 3
yylo distance. Los tenemos aqui en abundancia. Cuando vamos a
paises extranjeras es seando el presente” eitado en Chatterjee,
1986-198; véanse también Fabian, 1983, y Wallerstein, 3981), Uno
Ade fos objetivos de este estudio es explorar las diferentes mane>
ras, cn freeweneia estrechamente interconectadas, en que se han.
desplegado las dimensiones de espacio y tiempo en los debates
japrmeses sore el coneeplo dé nacién
El ibro empieza dando uns idea de Japén. Aunque Japén —1
iferencia de algunos paises continentales que eambian eonstan
twmente de fronteras-, parece una “nacién natural” definida sin
Siffcultad, sus fronteras son invenciones recientas y en algunos li-
ares ain eontrovertidas,Alexplorar el trazado de esas fronter
Intentaré mostrar eémo se usaron las ideas de tiempo y espacio
‘para erear una imagen de la naciny abordarla relacién entre las
rugiones fronterizas, como las comunidades ainu y okinawana, ¥
teentro. La ereacidn de la idea de nacién implica no sélo el tea
zado de fronteras poltticas, sino el desarrollo de una imagen do la
hnacidn como un solo entorno o habitat natural Io que et lésof
Watsuji Tetsuré lame fado~ que en Ia mente de los ciudadanos
scaba simbolizéndove con montataa o dasiertos, cambio de est
ciones, lores, mamaiferes aves (aun cuando puede ser que la ma
yoria de os ciudadanoe nunca haya visto ase ipo de eriaturas al
vajes). Emel cepitulo 3 veremos algunas ideas que estan surgiondo
sobre Japén como entorne natural y sobre la relacin entre el pe
blo japones y ese medio ambiente.
Durante el siglo x, las ideas de cultura, raza y etniidad —ba-
sadas en parte en planteamientos antropoldzicos y arquedligieos
‘de nacimiento recienta~se volvieron eonceptos clave para enten:
der el concepto de nacién. Estas ideas se uilizaron tanto para
definir una imagen de Japsn en relacién con las earacterizaciones
de otras naciones-estado poderosas (por ejemplo, Estadas Unidos,
Inglaterra y Francia) como para abordar las complejas intersec:
conde sociales generadas por Ia expansign imperial hacia Town,
‘Corea, Karafuto y partes de China y Micronesia, y por los Bye
migratorios hacia dentro y hacia aftera del “Japén propiamente.
icho" inaichi. Bn los eapitalas 4y 5 veremon imo ke adoptaron
¥y desarrollaron estas nuevas ideas en Japén, y ebmo las maneras
{en que se entendieron a prineipios del siglo xx las eonceptos de
cultura” (buna), “raza” Gish) y “grupo étnico”(minzoku) sie
quen influyendi en las interpretaciones contemporaineas de la 80: