¿Qué se puede reutilizar?

Primero tenemos que ser conscientes del daño que causamos al planeta al tirar

las pilas de litio a la basura cuando ya no las necesitamos o cuando su energía

se extingue. Lo podemos considerar como un acto inofensivo pero representa

un serio problema de contaminación ya que contienen un elevado contenido de

toxicidad que puede ser dañino para el planeta, sino también para nuestra

salud.

El tiempo de biodegradación de las pilas es de más de 1000 años. Las pilas

contienen elementos altamente contaminantes y que no se degradan

fácilmente, ya que contienen mercurio, zinc, cromo, arsénico, plomo o cadmio.

Un punto muy importante a conocer es que a los 50 años de desechada

comienza su degradación, pero seguirán siendo nocivos durante más de mil

años.

Es decir, las pilas, al ser desechadas se oxidan con el paso del tiempo se

descomponen de sus elementos y de la materia orgánica que contienen

internamente, lo que provoca daños a la carcasa o envoltura provocando la

liberación al ambiente de sus componentes tóxicos a los suelos cercanos y a

los mares, ríos, lagos.

Otras causas de considerable importancia que contribuyen a la liberación de

esos componentes son los incendios de los basureros o la quema intencional

de basura, lo cual resulta en una liberación significativa de esos contaminantes

al aire.
En México, la recuperación se lleva a cabo destruyendo la pila, convirtiéndola

en polvo. El 100% de las pilas que entran al proceso de tratamiento se

recuperan en materia prima diversa, como: metales ferrosos (25%),

zinc/manganeso (25%) y carbón (50%). El proceso entero genera una mínima

cantidad de CO2 en el medio ambiente, es decir se puede contaminar en lo

mínimo al momento de destruir al 100 por ciento la pila pero es un riesgo que

se toma para bajar los índices de contaminación de las pilas de litio.

Rentabilidad del reciclaje

Si hablamos de las baterías de litio, es un negocio rentable, en el cual se

desecha el propio litio de las mismas. Esto puede parecer una incongruencia,

pero económicamente es así. El precio del litio es de alrededor de 6 euros por

kilogramo, lo suficientemente bajo como para que no exista un movimiento

privado a favor del reciclaje.

Al momento de reciclar las baterías de litio lo que se extrae son aquellos más

valiosos, como el cobalto. El cobalto se utiliza en las baterías de ion litio, de

donde luego se extrae en forma de óxido de cobalto y litio, con un precio de 19

euros por kilo, más de tres veces el precio en el mercado del litio.

Debido al bajo precio del litio, que se espera se mantenga estable gracias a los

nuevos yacimientos encontrados en Bolivia ya que el gobierno boliviano afirmó

tener las reservas más grandes de litio del mundo, ubicadas en el Salar de

Uyuni del departamento de Potosí, en Perú también se descubrió una reserva

de litio en la región andina de Puno, pero ya no en salares como en Bolivia sino

en roca, requerirá el desarrollo de nuevas tecnologías e investigación para su

procesamiento metalúrgico, extracción y producción

La verdad es que los fabricantes han comenzado a tomar cartas en el asunto.

General Motors (compañía estadounidense que fabrica automóviles, camiones

y motores) intenta buscar nuevas utilidades a las baterías usadas de los Volt, o

cómo Toyota buscaba alianzas para reciclar las baterías de sus híbridos en

Europa. Pero reciclar el litio sigue sin ser económicamente rentable.

Las baterías de litio se utilizan desde móviles a coches, y su uso no hace más

que aumentar.

Aunque por ahora el litio parezca un material abundante, sus usos industriales

son más que limitados, y es posible que no dispongamos de mucho litio a bajo

precio.

Para sacar el litio puede causar impactos severos en el hábitat de muchas

comunidades indígenas, así como en el medio natural, y mediante el reciclaje

este impacto se minimizaría.