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RESISTENCIA BACTERIANA A LOS ANTIBIOTICOS

I. INTRODUCCION
Las enfermedades infecciosas siguen siendo, a principios del siglo XXI, una de
las causas más importantes de muerte en la humanidad, aunque su
contribución relativa ha ido disminuyendo desde el siglo XIX. La introducción
de los antibióticos en la práctica clínica en la década de los cuarenta del siglo
XX supuso una de las intervenciones más importantes para su control, y
aumentó en varios años la esperanza de vida de la población.

Los antibióticos han salvado millones de vidas, pero además han supuesto una
revolución en la medicina. Han contribuido de forma muy significativa al
progreso en campos como los trasplantes de órganos sólidos y de progenitores
hematopoyéticos, la cirugía de material protésico y los catéteres vasculares,
donde las infecciones son especialmente prevalentes e importantes.

Sin embargo, desde hace ya no pocos años, una amenaza creciente deteriora
la eficacia de estos fármacos. Esta es La resistencia bacteriana a los
antibióticos.

Puesto que puede afectar a mucha gente, la resistencia bacteriana a los


antibióticos es un problema global creciente que representa un grave
problema de salud pública que ocurre tanto en países de bajos y medianos
ingresos, como en países de altos ingresos, tanto en el ámbito hospitalario
como en el comunitario, con fuertes impactos en términos de morbilidad,
mortalidad y costos.

Por esto organismos internacionales tales como la organización mundial de la


salud (OMS) trabajan a nivel local, nacional e internacional para generar la
capacidad, las orientaciones técnicas y el compromiso político necesarios para
hacer frente a la amenaza que supone la resistencia a los antibióticos
II. DEFINICION
La resistencia bacteriana a los antibióticos o también llamada resistencia a los
antimicrobianos, se refiere a la capacidad de los microorganismos infecciosos
de adaptarse por medio de mecanismos evolutivos a nuevos entornos
medioambientales. Las bacterias pueden cambiar su estructura celular para
ser capaces de sobrevivir al ataque de los fármacos antibióticos. Una vez la
bacteria se vuelve resistente a un fármaco, el antibiótico deja ya de ser eficaz
frente a las infecciones producidas por esa bacteria. Además, algunos tipos de
resistencia también pueden pasar de una bacteria a otra de manera que va
creciendo el número de infecciones que no pueden ser ya tratadas con los
fármacos antibióticos.

Figura 1: Principales causas de la aparición de resistencia a los antibióticos en relación a su empleo masivo
III. TIPOS DE RESISTENCIA BACTERIANA A LOS ANTIBIOTICOS
La resistencia exitosa de las bacterias a la acción de los antibióticos requiere la
interrupción o Ia alteración de uno o más de los pasos esenciales para una
acción antimicrobiana eficaz. Estas alteraciones o mecanismos de resistencia
pueden aparecer de diversas maneras, pero el resultado final es la pérdida
parcial o completa de la eficacia antibiótica. Entre los diferentes mecanismos
de resistencia a los antimicrobianos que existen figuran tres tipos de
resistencia; la resistencia biológica o clínica, Ia resistencia mediada por
factores ambientales y Ia resistencia mediada por microorganismos.

1. RESISTENCIA BIOLOGICA O CLINICA

EI desarrollo de resistencia de Ias bacterias a los antibióticos a los que


originalmente eran sensibles requiere alteraciones de Ia fisiología o la
estructura celular.
El término resistencia biológica se refiere a los cambios que determinan que Ia
sensibilidad del microorganismo a un antibiótico determinado sea inferior a la
observada con anterioridad. Cuando la sensibilidad al antibiótico se ha perdido
hasta tal grado que el fármaco ya no es eficaz para uso clínico se dice que el
microorganismo alcanzo la resistencia clínica.

2. RESISTENCIA MEDIADA POR FACTORES AMBIENTALES


La resistencia a Ios antibióticos es el resultado de las interacciones casi
inseparables entre el fármaco, el microorganismo y el ambiente.
La resistencia mediada por factores ambientales se define como aquella que
resulta directamente de las características físicas o químicas del ambiente que
alteran en forma directa al agente antimicrobiano (antibiótico) o bien alteran
la respuesta fisiológica normal del microorganismo al fármaco.
Entre los ejemplos de factores ambientales que median Ia resistencia figuran
el potencial de Hidrógeno (pH), una atmósfera anaerobia y Ia concentración
de cationes en el medio (como Mg y Ca).
En el caso del pH varios antibióticos son afectados por este. Por ejemplo, la
actividad antibacteriana de Ia eritromicina y de los aminoglucósidos disminuye
con Ia reducción del pH mientras que en Ia tetraciclina decrece con el aumento
del pH.

3. RESISTENCIA MEDIADA POR MICROORGANISMOS


La resistencia mediada por microorganismos es Ia producida por rasgos del
microorganismo codificados genéticamente. La resistencia basada en el
microorganismo puede dividirse en dos categorías: Ia resistencia intrínseca o
inherente y Ia resistencia adquirida.
3.1. RESISTENCIA INTRINSECA O NATURAL
La resistencia natural a los antibióticos es resultado del estado normal
genético, estructuraI o fisiológico de un microorganismo. Se considera que
este tipo de resistencia es una característica natural y heredada en forma
invariable que se asocia con una inmensa mayoría de las cepas que constituyen
un grupo, un género o una especie de bacteria particular.
La bacteria siempre presenta resistencia a un antibiótico dado, bien por
carecer de la diana de acción del antimicrobiano (Los antibióticos b-
lactámicos son inactivos frente al género Mycoplasma ya que este carece de
peptidoglucano), o bien porque la bacteria expresa siempre un mecanismo
de resistencia que afecta a ese antimicrobiano (la sobreexpresión de bombas
de expulsión activa en Pseudomonas aeruginosa confiere resistencia
intrínseca de esta bacteria a las amino penicilinas).
Por consiguiente, esta es una resistencia predecible de manera que una vez
que se conoce la identidad del microorganismo también se conocen ciertos
aspectos de su perfil de resistencia a los antimicrobianos.
3.2. RESISTENCIA ADQUIRIDA
La resistencia a los antibióticos como resultado de la alteración de la fisiología
y la estructura de las células a causa de cambios en Ia composición genética
habitual de un microorganismo se conoce como resistencia adquirida. A
diferencia de la resistencia intrínseca, Ia adquirida puede ser un rasgo asociado
con algunas cepas de un grupo o especie de microorganismo, pero no con
otras. Por consiguiente, la presencia de este tipo de resistencia en cualquier
aislamiento clínico es imprevisible y esta falta de previsibilidad es la razón
fundamental por la que se necesitan métodos de laboratorio para detectar la
resistencia.
La bacteria presenta un antibiograma que no concuerda con los descritos
como fenotipos naturales, es decir, el microorganismo que era
originariamente sensible a un antimicrobiano se hace resistente a él. Las
bacterias muestran una gran tendencia a desarrollar resistencia a cada
antibiótico nuevo
Como todos los mecanismos de resistencia adquiridos están codificados en
forma genética, los métodos de adquisición son básicamente los mismos. Por
lo tanto, la resistencia puede adquirirse por:
 Mutaciones genéticas exitosas: los descendientes heredan esta
característica y, con el tiempo, esta resistencia se difunde entre otras
bacterias de la misma especie.
 Adquisición de genes: se debe a la adquisición de material genético a
través de elementos móviles, como plásmidos, transposones,
secuencias de inserción, o bien a través de fagos. Se denomina
resistencia transmisible, ya que los microorganismos que se han hecho
resistentes pueden transmitir este mecanismo a otros sin necesidad de
que sean sus descendientes. Esto sucede por diferentes vías, como la
conjugación, la transformación o la transducción.
 Una combinación de acontecimientos de mutación y transferencia
génica.
4. MULTIRESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS
Fenómeno por el que una bacteria se hace resistente, simultáneamente, a
muchos antibióticos. Este fenómeno puede
producirse de tres formas:

 Resistencia cruzada (resistencia de clase): expresión de un mecanismo de


resistencia que afecta a antibióticos de la misma familia. Por ejemplo, la
mutación en el gen mecA de Staphylococcus aureus ocasiona una
alteración en la proteína PBP2a o PBP2’ que conlleva el desarrollo de
resistencia a todos los b-lactámicos (S. aureus resistente a meticilina).
 Corresistencia (resistencia múltiple): la información genética que codifica
varios mecanismos de resistencia no relacionados se transmite en un solo
proceso y se expresa en los nuevos huéspedes bacterianos. Esta
transferencia de genes codificantes de resistencia entre dos bacterias
está generalmente mediada por plásmidos, es decir, moléculas de ADN
extracromosómico que se replican y transcriben independientemente del
ADN cromosómico. Por ejemplo, las enterobacterias productoras de las
denominadas b-lactamasas de espectro extendido (BLEE) se caracterizan
por presentar resistencia a la mayoría de los b-lactámicos, pero también a
otros grupos antibióticos como las quinolonas, los aminoglucósidos o el
cotrimoxazol.
 Resistencia pleótropa: se genera cuando un mecanismo de resistencia
afecta a antibióticos de diferentes familias. Por ejemplo, las cepas de P.
aeruginosa que expresan bombas de expulsión activa afectan a grupos
antibióticos con distinta estructura química y distinto mecanismo de
acción, como b-lactámicos, fluoroquinolonas, tetraciclinas, macrólidos,
trimetoprim, cloranfenicol, novobiocina y sulfonamidas.
IV. MECANISMOS DE RESISTENCIA BACTERIANA
Desde el momento en que se empezaron a utilizar antibióticos se comenzó
hacer presión sobre el ambiente microbiológico, surgiendo así la resistencia a
los antimicrobianos; esto ha generado que la tarea de formular un antibiótico
sea un ejercicio mucho más complejo por la cantidad de aspectos que
involucra.

La resistencia de las bacterias a los antibióticos es una consecuencia previsible


de la variación genética. Al administrar un antibiótico se ejerce una presión
selectiva sobre las bacterias de tal manera que se ven forzadas a defenderse.

La variabilidad genética se adquiere mediante tres mecanismos:

 El primero ocurre a un nivel del ADN e incluye el cambio en las bases de


nucleótidos pareados; esta mutación puede afectar el sitio de acción de
los antibióticos.
 El segundo incluye cambios estructurales en el ADN bacteriano que se
generan por medio de elementos genéticos especializados conocidos
como secuencias de inserción.
 Un tercer nivel de variabilidad genómica es dado por fracciones de
genes exógenos o extracromosomales conocidos como plásmidos,
bacteriófagos o elementos genéticos transportables.
El mensaje genético entre bacterias es transmitido por los plásmidos que son
elementos extracromosomales capaces de determinar el grado de resistencia
a un antibiótico; además pueden transportar los mensajes entre bacterias de
diferentes especies y esto se hace a través de un complejo mecanismo donde
intervienen otros elementos llamados transposones.

La transformación bacteriana por los transposones requiere un aparato


altamente especializado conservado en la mayoría de las especies bacterianas
y hace que las bacterias puedan desarrollar una capacidad ilimitada de
resistencia a los antibióticos y les permiten, además, que, una vez desarrollado
el gen resistente, éste pueda extenderse a otros microorganismos. Las
modificaciones genéticas que se presentan en las bacterias son capaces de
impedir que los antibióticos destruyan la célula al generar sistemas de defensa.

Tabla Nº1: Los diferentes mecanismos de resistencia en las bacterias.

Destrucción o inactivación enzimática


Alteración de la membrana bacteriana
Cambios en la permeabilidad de la membrana interna
Alteración del blanco ribosomal
Modificación enzimática
Extracción activa del antibiótico
Alteraciones de los precursores de la pared
Modificación de las enzimas blanco

1. DESTRUCCION O INACTIVACION ENZIMATICA


Es la forma más común de este tipo de resistencia es la perduración de β-
lactamasas, que son encimas que actúan rompiendo la unión; estas enzimas
están presentes tanto en bacterias Gran negativas como en Gran positivas,
aerobias y anaerobias y son codificadas tanto por el gen cromosomal como por
los plásmidos y los transposones.

La bacteria produce enzimas que modifican o destruyen el fármaco,


inactivándolo y, por lo tanto, imposibilitando su acción. Las hay de muchos
tipos, entre las que destacan las b-lactamasas por su elevada prevalencia
(enzimas que inactivan a los b-lactámicos) y las acetiltransferasas (enzimas que
modifican a los aminoglucósidos).

La producción de β -lactamasas puede ser constitutiva o inducida; en la


primera forma de enzima no es afectada por el estímulo del antimicrobiano,
mientras que en la segunda la enzima es producida después de tener
exposición de antibiótico. Esta inducción tiene como característica el
incremento marcado de la síntesis de la enzima. No es claro todavía cual es el
origen genético o evolutivo de las β -lactamasas, sin embargo, su continua
evolución, sujeta a mutaciones especificas frecuentes, ha convertido este
sistema de resistencias en uno de los más eficientes con los que cuentan las
bacterias.

Las β -lactamasas usualmente están codificadas mediante:

a) Genes cromosomales.
b) Genes transferibles localizados en plásmidos o transposones.
La situación se ha vuelto tan compleja que ha sido necesario clasificar las β-
lactamasas de acuerdo con su forma de producción y de esta manera se han
organizado cuatro grupos:

 Por localización genética (cromosomas o plásmidos)


 Por exposición genética (constitutiva o inducida)
 Por producción primaria (dependiente del microorganismo)
 Por substrato mayor que depende de la clase de antibiótico.
En síntesis, lo que sucede entre las β -lactamasas y los antibióticos es que,
inicialmente la bacteria se ve expuesta al antibiótico y esto la induce a producir
β -lactamasas. Hasta la fecha han sido identificadas más de 100 de tales
enzimas, siendo las más reconocidas TEM-1, TEM-2, SHV-1, BRO-1; esta última
es la principal causa de resistencia a ampicilina.

La resistencia de las bacterias por el mecanismo de inhibición enzimática no


está limitada al medio hospitalario, sino que también toca a las bacterias
adquiridas en las comunidades, fenómeno que puede deberse al uso
indiscriminado de los antibióticos en humanos, en animales y en la agricultura.
2. ALTERACION DE LA MEMBRANA BACTERIANA
Los genes que codifican las proteínas que actúan como canales de entrada de
los fármacos mutan de manera que la entrada del antibiótico al interior de la
célula se ve impedida o limitada.
Este mecanismo de resistencia bacteriana a los antibióticos incluye tres
componentes:

 La estructura de la capa externa de la bacteria


 Las “porinas”
 Las características físico químicas del antibacteriano.
Este mecanismo fue reconocido cuando se conoció la penicilina y se estableció
claramente la acción sobre gérmenes Gram negativos; la diferencia a la
susceptibilidad a las penicilinas se debe a la existencia de una membrana
externa lipídica que impide que el antibiótico la atraviese en los Gran
negativos; estas bacterias poseen una eficiente barrera de permeabilidad que
contiene lipopolisacáridos y unos orificios llamados porinas, los cuales están
constituidos por proteínas que forman un canal de paso restringido hacia el
interior de microorganismos; la ubicación externa de los peptidoglicanos de la
pared bacteriana en los gérmenes Gran negativos está ausente en los Gran
positivos; este mecanismo de resistencia se estableció cuando se supo que los
gérmenes Gram positivos son sensibles a la penicilina pero no ocurría lo mismo
en las Gram negativos.

El paso del antibiótico a través de esta membrana se debe no solo a la


presencia de porinas, sino a las características fisicoquímicas del
antibacteriano. Se ha identificado la resistencia que existe a algunos
compuestos como aminoglucósidos, cefalosporinas de primera generación y
carbapenem lo cual se debe a que las mutaciones permiten que las bacterias
pierdan porinas específicas y se vuelvan resistentes a los antibióticos β-
lactamicos. Donde más se ha detectado la modificación estructural de las
porinas es en las bacterias resistentes al imipenem, lo cual tiene implicaciones
clínicas importantes; un ejemplo sería la resistencia al imipenem por parte de
la Pseudomonas aeruginosa, que aparece por la actividad del cromosoma
productor de β-lactamasa y cambios en la porina D2.

3. CAMBIOS EN LA PERMEABILIDAD DE LA MEMBRANA INTERNA


Otra forma de resistencia de la bacteria es la alteración de la producción
energética que no permite el paso del antibiótico de la capa externa a la
interna de la membrana; este tránsito consume energía y se efectúa a través
de un transportador aniónico; al alterar este mecanismo se defiende del
ataque de antibiótico.

4. ALTERACION DEL BLANCO RIBOSOMAL


La mutación de algunos componentes ribosomales también ha generado
resistencia a los antibióticos con efecto sobre la síntesis bacteriana. Este
mecanismo también es frecuente, pues depende de la simple mutación
puntual aleatoria. Por medio de este mecanismo la bacteria adquiere habilidad
para inhibir la síntesis proteínica y el crecimiento celular. La alteración del
blanco ribosomal lo realiza la bacteria por genes mediados por plásmido.

5. MODIFICACION ENZIMATICA
Esta forma de resistencia enzimática, poseen algunas bacterias para modificar
los antibióticos aminoglucosídicos; esta resistencia en las bacterias aeróbicas
se da por el cambio enzimático codificado por el gen del plásmido o del
cromosoma. La alteración de la molécula por acetilación, fosforilación y
adenilacin, puede inactivar los antibióticos durante su paso por el citoplasma
bacteriano. Las enzimas responsables son heterogéneas y su síntesis esta
codificada por varios genes.

6. EXTRACCION ACTIVA DEL ANTIBIOTICO


El antibiótico consigue entrar al interior de la célula bacteriana, pero es
expulsado, bombeado al exterior de la misma, gracias a un sistema de
transporte activo situado en la superficie de las bacterias.
Por medio de este mecanismo se altera la producción de energía y disminuye
la entrada del antibiótico, las bacterias a su vez reducen la concentración del
antibiótico y promueve la extracción activa del mismo y su efecto se reduce.
Para garantizar que el antibiótico sea expulsado hasta el ambiente externo
las bombas de energía altamente eficientes se acoplan con algunas porinas.
Este mecanismo ha sido demostrado en E. Coli, caso en el cual es responsable
de la resistencia a las fluoroquinolonas. Una de las características más
importantes de este tipo de resistencia es que suele conferir protección contra
diferentes antimicrobianos a la ves; como es el caso de S. aureus, Haemophilus
influenzae y algunas especies de Pseudomonas.

7. ALTERACIONES DE LOS PRECURSORES DE LA PARED


A través de este mecanismo de resistencia mediado por un gen cromosomal el
peptidoglicano precursor es cambiado al modificar la terminación D-alamina
por D-alanina-D-lactato y de esta manera se logra que el antibiótico no se
pueda unir al precursor de membrana. Este mecanismo se ha estudiado con
vancomicina y antibióticos glicopeptídicos.

8. MODIFICACION DE LAS ENZIMAS BLANCO

Considerado un mecanismo de resistencia a la penicilina y otros antibióticos


β-lactámicos, comprende las alteraciones en una o más de las proteínas
fijadoras de penicilina (PBP) que son fundamentales en la síntesis de
peptidoglicanos que forman la membrana bacteriana y al alterarlos, hace que
la bacteria se torne resistente al antibiótico, así podemos apreciar la
resistencia de Streptococcus pneumoniae.

Los genes que codifican la alteración de las proteínas fijadoras de penicilina se


conocen como “mosaicos” porque se componen de segmentos de ADN nativo
de neumococo acoplados con segmentos de ADN foráneo, posiblemente
pertenecientes a otros organismos penicilino-resistentes como el
Streptococcus viriadans.
Cabe resaltar que existe evidencia que estos genes híbridos pueden
transferirse a otros pneumococos y hasta otros organismos Gram positivos,
como el S. oralis

V. MECANISMOS DE RESISTENCIA BACTERIANA EN


ORGANISMOS ESPECIFICOS
Independientemente de que la resistencia sea intrínseca o adquirida. Las
bacterias comparten vías o estrategias similares para efectivizar la resistencia
a los agentes antimicrobianos. Las vías más frecuentes son Ias que involucran
destrucción o alteración enzimática del antibiótico, disminución de Ia
captación o acumulación intracelular del fármaco y modificación del sitio dc
acción del antibiótico. Una soIa célula puede expresar una o más de estas vías
para evitar el efecto de uno o más antibióticos.
1. RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS BETALACTÁMICOS
La resistencia bacteriana a los betalactámicos puede ser mediada por Ia
destrucción enzimática de los antibióticos por la modificación de sus sitios dc
acción o por la disminución de la captación intracelular del fármaco. Las tres
vías cumplen una función importante en la resistencia a los antibacterianos de
relevancia clínica para la destrucción bacteriana de los betalactámicos por
producción de betalactamasas es por lejos el método mis frecuente de
resistencia.

Los

estafilococos son las bacterias grampositivas que producen betalactamasa con


mayor frecuencia: alrededor del 90% o más de los aislamientos clínicos son
resistentes a la penicilina como resultado de la producción de la enzima. Unos
pocos aislamientos de enterococos también producen betaIactamasa. Las
bacterias. Gram negativas. Incluidos los miembros de la familia
enterobacteriaceae, P. aeruginosa y especies de acinetobacter producen
docenas de diferentes tipos de betalactamasas que median la resistencia a uno
o más de los antibióticos betalactamicos.

Aunque el mecanismo básico de actividad de las betalactamasas es el mismo


para todos los tipos de estas enzimas hay diferencias bien marcadas. Por
ejemplo, las betalactamasas producidas por las bacterias grampositivas como
los estafilococos, se excretan en el medio circundante donde tiene lugar la
hidrolisis de los betalactamicos antes de que el fármaco pueda unirse a los PBP
presentes en la membrana celular. Por el contrario. Las betalactamasas
producidas por Ias bacterias gramnegativas permanecen dentro de la célula en
el espacio periplasmático donde están ubicadas de manera estratégica para
hidrolizar a los betalactámicos cuando atraviesen Ia membrana externa a
través de los canales de porinas llenos de agua y revestidas por proteínas. Las
betalactamasas también varían en el espectro de sus sustratos, es decir, no
todos los betalactámicos son sensibles a la hidrólisis por cada betalactamasa,
Por ejemplo, Ia betalactamasa estafilocócica puede hidrolizar con facilidad la
penicilina y los derivados de la penicilina, como la ampicilina, la mezlocilina y
la piperacilina, pero no puede hidrolizar con eficacia muchas cefalosporinas ni
el imipenem.

Se desarrollaron diversas modificaciones moleculares en la estructura de los


betalactámicos para proteger al anillo betalactamico contra la hidrolisis
enzimática. Este avance condujo a la producción de antibióticos más efectivos
de esta clase. Por ejemplo, la meticilina y los agentes estrechamente
relacionados oxacilina y nafcilina son derivados moleculares de la penicilina
que por la naturaleza de su estructura no son sensibles a Ias betalactamasas
estafilocócicas. Estos agentes constituyen el pilar del tratamiento contra los
estafilococos. Se han aplicado estrategias similares para desarrollar penicilinas
y cefalosporinas más resistentes a Ia variedad dc betalactamasas producidas
por los bacilos gramnegativos. Aun con esta estrategia, es importante notar
que entre los bacilos gramnegativos más comunes (ejemplo
enterobacteriaceae) la lista de tipos moleculares y números de betalactamasas
continúa en aumento y muestra divergencias; hay riesgos de que se
comprometa la eficacia de los agentes betalactámicos disponibles en la
actualidad.

Otra estrategia terapéutica consiste en combinar dos fármacos betalactámicos


diferentes. Uno de ellos (el inhibidor de betalactamasas) se une con avidez y
de forma irreversible a Ia betalactamasa y la incapacita para Ia hidrólisis,
mientras que el segundo betalactámico. Que es sensible a la actividad de la
betalactamasa ejerce su actividad antibacteriana. Entre los ejemplos de
combinaciones de betalactámico/inhibidor de la betalactamasa figuran
ampicilina/sulbactam, amoxicilina/ácido clavulánico y
piperacilina/tazobactam.

La modificación de los sitios de acción también cumple una función importante


en la resistencia a los betalactámicos de relevancia clínica. Por esta vía el
microorganismo cambia o adquiere de otro microorganismo los genes que
codifican enzimas para Ia síntesis de la pared celular (es decir. PBP) con
modificaciones. Estas PBP “nuevas” conservan su función incluso en presencia
de un antibiótico betalactámico, por lo general porque el betalactámico no
tiene afinidad suficiente por isla PBP modificada. Éste es cl mecanismo por el
que los estafilococos son resistentes a la meticilina y a todos los otros
betalactámicos (ejemplo cefalosporinas e imipenem). Por consiguiente, Ias
cepas que presentan este mecanismo de resistencia deben ser tratadas con un
agente no betalactámico que actúe sobre la pared celular.

Como Ias bacterias grampositivas no poseen membranas externas que deban


atravesar los betalactámicos antes de alcanzar Ias PBP sobre las que van a
actuar, en estas bacterias la disminución de Ia captación no es una vía para la
resistencia a los betalactámicos. En cambio. Ia disminución de Ia captación
puede contribuir en forma significativa a la resistencia a los betalactamicos
observada en Ias bacterias gramnegativas. Los cambios del número o las
características dc Ias porinas de la membrana externa que atraviesan los
betalactámicos contribuyen a la resistencia absoluta (ejemplo la resistencia de
P. aeroginosa al imipenem). Además, los cambios de las porinas combinados
con Ia presencia de ciertas betalactamasas en el espacio periplasmático
pueden producir niveles de resistencia de relevancia clínica.

2. RESISTENCIA A LOS GLUCOPÉPTIDOS


Hasta ahora se ha descrito con frecuencia resistencia adquirida de alto nivel a
la vancomicina entre los enterococos. Rara vez entre los estafilococos y nunca
entre los estreptococos. El mecanismo involucra la producción de precursores
modificados dc la pared celular que no se unen a la vancomicina con la avidez
suficiente para permitir Ia inhibición de las enzimas que sintetizan
peptidoglucano. Estos sitios de acción alterados se incorporan con facilidad a
Ia pared celular, por lo que la síntesis progresa corno de costumbre. Un
segundo mecanismo de Resistencia a los glucopéptidos solo descrito hasta la
fecha en los estafilococos. Produce un bajo nivel de resistencia y. según se
cree, es mediado por una sobreproducción de la cubierta de peptidoglucano,
lo que resulta en una unión excesiva de moléculas de glucopéptido y una
capacidad reducida para que el fármaco produzca su efecto antibacteriano.

La vancomicina es el único agente inhibidor de la pared celular para usar


contra microorganismos grampositivos resistentes a todos los betalactámicos
disponibles en Ia actualidad (ejemplo estafilococos resistentes a Ia meticilina
y enterococos resistentes a la ampicilina). Por consiguiente, Ia posibilidad de
que la resistencia a vancomicina se difunda a otros géneros grampositivos
representa una amenaza grave para la salud pública. No se ha descrito
resistencia a la vancomicina por modificación o destrucción enzimática.

3. RESISTENCIA A LOS AMINOGLUCÓSIDOS


La forma análoga a Ia resistencia a los betalactámicos, Ia resistencia a los
aminoglucósidos se produce por vía enzimática, por vía de la modificación del
sitio de acción o por vía de la disminución de la captación. Las bacterias
grampositivas y gramnegativas producen varias enzimas modificadoras de
aminoglucósidos diferentes. Tres tipos generales dc enzimas catalizan una de
las siguientes modificaciones de la molécula de aminoglucósido:

• Fosforilación de los grupos hidroxilo

• Adenililación de los grupos hidroxilo

• Acetilación de los grupos amino

Una vez modificado un aminoglucósido, su afinidad de unión a Ia subunidad


30S del ribosoma puede disminuir o perderse por completo dc manera que Ia
síntesis de proteínas puede continuar sin inconvenientes.

Para ingresar en Ias células gramnegativas los aminoglucósidos atraviesan los


canales dc porinas de Ia membrana externa. Por lo tanto, en estas bacterias
Ias alteraciones de las porinas también pueden contribuir a Ia resistencia a los
aminoglucósidos. Aunque se conocen algunas mutaciones que producen sitios
de acción ribosómicos alterados, se cree que Ia vía de alteración de estos sitios
es un mecanismo poco habitual de Ias bacterias para lograr Ia resistencia a los
aminoglucósidos utilizados con mayor frecuencia.

4. RESISTENCIA A LAS QUINOLONAS


La degradación enzimática o la alteración de Ias quinolonas no se han descrito
como una vía clave de resistencia. La resistencia es mediada con mayor
frecuencia por la disminución dc la captación o la acumulación o por la
producción de una diana alterada. Los componentes de Ja envoltura celular de
los microorganismos gramnegativos pueden limitar el acceso de las quinolonas
al sitio intracelular de procesamiento del ADN. Otras bacterias, en panicular
los estafilococos, muestran un mecanismo por el que el fármaco es
“bombeado” fuera de la célula después de haber ingresado, lo que mantiene
Ia concentración intracelular de quinolonas en un nivel lo suficientemente bajo
como para permitir que el procesamiento del ADN prosiga relativamente sin
alteraciones. Por lo tanto, este proceso de “expulsión” es un mecanismo de
disminución de Ia acumulación de fármaco y no de reducción de la captación.
El otro mecanismo de resistencia a la quinolona incluye cambios mutacionales
en Ias subunidades de Ias ADN girasas que son Ia diana de la actividad de Ias
quinolonas. Cuando los cambios son suficientes en cantidad o en calidad Ias
girasas ya no se unen a las quinolonas de manera que el procesamiento del
ADN continúa.

5. RESISTENCIA A OTROS ANTIMICROBIANOS


Los mecanismos de resistencia bacteriana a otros agentes antimicrobianos
involucran modificaciones o derivaciones de Ias estrategias de Ias vías de
actividad enzimática, sitios de acción alterados o disminución dc Ia captación.

VI. SURGIMIENTO Y PROPAGACIÓN DE LA RESISTENCIA A LOS


ANTIMICROBIANOS
Las vías de resistencia que se han descrito no son necesariamente mecanismos
nuevos y de evolución reciente entre las bacterias. Por definición, los
antibióticos se originan en microorganismos. Por consiguiente, los
mecanismos de resistencia a los antibióticos siempre han formado parte de la
evolución de Ias bacterias cono un medio de supervivencia entre competidores
productores de antibióticos. Sin embargo, con la introducción de los
antibióticos en la práctica médica, las bacterias de importancia clínica tuvieron
que adoptar mecanismos de resistencia como parte de su estrategia de
supervivencia. Debido al empleo de los agentes antimicrobianos. Ias bacterias
usaron la estrategia de supervivencia más adecuada para adaptarse a las
presiones del ataque antimicrobiano.

Todas las estrategias de resistencia bacteriana son codificadas por uno o más
genes y estos genes de resistencia son compartidos con facilidad entre cepas
dc Ia misma especie, entre especies de géneros diferentes e incluso entre
bacterias emparentadas de manera más lejana. Cuando surge un mecanismo
de resistencia, sea por mutación o por transferencia de genes, en una
determinada cepa o especie bacteriana, es posible que este mecanismo se
transfiera a otros microorganismos mediante Ias vías normalmente descritas
de comunicación genética. Por consiguiente. Ia resistencia puede propagarse
a una amplia variedad de bacterias de importancia clínica y cualquier
microorganismo aislado puede adquirir numerosos genes y volverse resistente
a todo el espectro de agentes antimicrobianos disponibles. Por ejemplo, hay
cepas de enterococos y pseudomonas aeruginosa para Ias que no hay
tratamiento efectivo disponible. Por otra parte. Ia resistencia múltiple puede
estar mediada por un gen que codifique un solo mecanismo de resistencia muy
potente. Un ejemplo es el gen meco, que codifica la resistencia estafilocócica
a la meticilina y a todos los demás betalactámicos disponibles en la actualidad
para combatir a estos microorganismos, lo que deja a la vancomicina como
único agente inhibidor de Ia pared celular disponible y eficaz.

En resumen. el uso de los antibióticos unido al formidable repertorio que


tienen Ias bacterias para frustrar la actividad antimicrobiana y su capacidad de
compartir estas estrategias por vía genética median el proceso continuo de
aparición y diseminación de la resistencia. Esta se manifestó por Ia aparición
de genes nuevos de origen desconocido (ejemplo estafilococos resistentes a la
meticilina y enterococos resistentes a la vancomicina), el desplazamiento de
viejos genes a nuevos huéspedes bacterianos (ejemplo N. gonorrhoeae
resistente a Ia penicilina), mutaciones en genes de resistencia familiares que
producen mayor potencia (ejemplo resistencia mediada por betalactamasas a
las cefalosporinas en E. coli ) y Ia aparición de patógenos nuevos cuyo factor
de virulencia más evidente es la resistencia intrínseca o natural a muchos de
los antimicrobianos usados en el ámbito hospitalario (ejemplo
stenotrophomonas maltophilia).

EI surgimiento y Ia diseminación continuos de la resistencia obligan a usar


procedimientos de laboratorio fiables para detectar la resistencia con el fin de
mejorar el tratamiento del paciente infectado y controlar las tendencias a la
resistencia cambiantes entre Ias bacterias clínicamente importantes.
ENFERMEDADES POR AUMENTO Y DEFICIENCIA DE
BIOELEMENTOS, AGUA Y PROTEÍNAS

 AZÚFRE (S)
Carencia: Retardo en el crecimiento.
Exceso: Es muy difícil que se produzca un exceso de azufre puesto que se
elimina por la orina en forma de sulfatos. El azufre es un elemento que se
encuentra concentrado en un 0.25% aproximadamente en el cuerpo humano.
Interviene en la respiración tisular, en la constitución de tejidos conjuntivos,
en la constitución de la piel y de la queratina y en los mecanismos de
desintoxicación.

Dentro de la categoría de oligoelementos, se utiliza para eliminar toxinas, para


el tratamiento de eczemas, psoriasis y otras afecciones cutáneas. También en
casos de artrosis, insuficiencia hepato-biliar, para problemas de las mucosas
bronquiales (acción anti-infecciosa y regulación de las secreciones).

Fuente Natural: El azufre lo podemos encontrar en numerosos alimentos


como el ajo, el germen de trigo, los mejillones, la avena, en las avellanas, las
nueces, el rábano negro, la leche, el pescado, los huevos y el queso.

 BORO (B)

Aunque es un metal poco prescrito en terapia catalítica, dentro de la categoría


de oligoelementos tiene una remarcable acción anti-infecciosa, especialmente
en otorrinolaringología, en la inflamación de las mucosas en general, gastritis
y epilepsia.
 BROMO (Br)

El bromo se puede emplear en problemas espasmódicos locales como la tos y


también generales como la neuro-excitabilidad, así como adyuvante en la
epilepsia

 CALCIO (Ca)

Aporte diario necesario: Adulto:880-1200 mg/día. Lactante:400-600 mg/día


Carencia: Raquitismo, osteoporosis, osteomalacia.
Exceso: Superar una dosis de más de 2000mg diarios provoca hipercalcemia,
litiasis renal, nefrocalcinosis.
El calcio es un macro-elemento (de 1000 a 1250gr), de los cuales el 90% lo
encontramos en el esqueleto óseo. Las carencias moderadas de calcio son
bastante frecuentes, con signos de hiperexcitabilidad neuro-muscular y
descalcificación.
El calcio tiene numerosas funciones en nuestro organismo como favorecer la
actividad plaquetaria y la actividad neurológica. También evita la
descalcificación evitando caries, reumatismo, osteoporosis, secuelas de
fracturas, embarazo y lactancia, crecimiento y raquitismo.
 Raquitismo
El raquitismo es una enfermedad carencial que se presenta en los niños en
crecimiento desde los 6 meses hasta los 2 años. Se Caracteriza por las
siguientes lesiones y rasgos clínicos.
 Craneotabes: Ablandamiento de los huesos del cráneo
 Surco de Harrison: Aparece debido a la contracción centrípeta de las
costillas que se encuentran blandas.
 Rosario Raquítico: Deformidad del tórax generada por hipertrofia
cartilaginosa a nivel de la articulación costocondral.
 Pecho de Paloma: Protrusión anterior del esternón debido a la acción
de los músculos respiratorios.
 Piernas Arqueadas: Debido a la debilidad de los huesos en los
miembros inferiores.
 Genu Valgo y Lordosis Lumbar

Figura 5: Lesiones Características del Raquitismo

 Osteomalacia
Es el homólogo adulto del raquitismo. La matriz osteoide no se mineraliza. La
osteomalacia se caracteriza por:
Tabla 4: Características de la Osteomalacia
Características Clínicas Características Bioquímicas
Debilidad Muscular Calcemia Disminuida
(Hipocalcemia)
Dolores Óseos Difusos Fosfatemia Disminuida (Hipofosfatemia)
Fracturas Incompletas o en tallo Aumento de la fosfatasa alcalina debido
verde y pseudofracturas en lugares al aumento de la actividad osteoblástica
de elevada debilidad ósea.
Adaptado de: Harsh Mohan, Patología 6° ed. Edit Panamericana Buenos Aires 2010

 CADMIO (Cd)

El cadmio es un metal blando tóxico. Después del plomo, es el metal más


concentrado en el aire que respiramos. Lo encontramos en los humos
industriales, en el marisco, en el té y el café e incluso en el agua potable. Las
intoxicaciones por este metal son frecuentes debido a la polución y a la
carencia de zinc, teniendo una acumulación importante en los riñones y en las
arterias. Por este motivo, a menudo, a partir de los 50 años esta intoxicación
aparece en forma de lesiones renales, enfisema o hipertensión.

El Exceso de Cadmio ocasiona una enfermedad conocida como: “Enfermedad


itai-itai” que viene a ser una intoxicación por cadmio.
Este envenenamiento causa los siguientes síntomas:

 Los huesos se vuelven débiles y quebradizos


 Dolor espinal y en las piernas
 Fisuras óseas localizadas en el cuello del fémur
 Anemia
 Insuficiencia Renal

 CLORO (CI)

Aporte diario necesario: 1500-5100 mg/día – Lactantes: 275-1200 mg/día


Carencia: Hipotensión arterial.
Exceso: Destrucción de la microbiota intestinal, lesión de las mucosas y la
alcalinización del plasma.
El cloro llega a nuestro organismo a través de la sal de cocina. Aunque no se
utiliza como oligoelemento catalítico, sirve para mantener el equilibrio iónico
e interviene en la producción de jugos gástricos.
Su función dentro de la categoría de oligoelementos, es la principal unión
extracelular, ayuda a mantener el equilibrio ácido básico y el volumen de los
líquidos. También disminuye la tensión arterial y favorece la digestión de los
jugos gástricos. Colabora en la transmisión del impulso nervioso.

 COBALTO (Co)

Aporte diario necesario: entre 1-2 µg /día


Carencia: anemia perniciosa, anemia falciforme.
Exceso: incrementa el estrés oxidativo, cardiomiopatía, policitemia,
mutagenicidad.
El cobalto es tóxico en dosis altas pero necesario en dosis catalíticas.
El páncreas es el responsable de su almacenamiento y un factor regulador
importante.
El cobalto se encuentra en el centro de la estructura molecular de la vitamina
B12 y es así, gracias a la intervención de ésta, que el cobalto interviene en
muchas reacciones biológicas.

 Anemia Perniciosa
La anemia perniciosa es una enfermedad caracterizada por una disminución
de los niveles de hemoglobina debido a que el intestino no absorbe de forma
correcta la vitamina B12. Es un tipo de anemia megaloblástica, es decir, los
glóbulos rojos tienen un tamaño mayor al promedio, fue descrita por primera
vez por Addinson.
La anemia perniciosa tiene las siguientes características morfológicas y
clínicas:
Tabla 5: Características morfológicas y clínicas de la Anemia Perniciosa

Características Morfológicas Características Clínicas


Atrofia Gastrointestinal Anomalías Neurológicas (Neuropatías)
Atipía Celular Del Epitelio Gástrico Hepatoesplenomegalia
Alteraciones Megaloblastoides en el Manifestaciones Gastrointestinales
epitelio gastrointestinal (Diarrea, Anorexia, Pérdida de peso)
 COBRE (Cu)

Aporte diario necesario: 1.5-3 mg día – Lactantes: 0.4-0.7 mg/día


Carencia: Anemia.
Exceso: Disminuye los niveles de zinc, insomnio, depresión, caída del cabello,
menstruación irregular.

Estamos ante uno de los minerales más necesarios para nuestro organismo y
uno de los oligoelementos más utilizados, el cobre. Este es otro de los
oligoelementos esenciales para la vida, pero en exceso también es tóxico.
El cobre es esencial en el metabolismo oxidativo, en el crecimiento celular y
en la síntesis de la hemoglobina. En los adultos se encuentra almacenado en
el hígado de 60 a 125mg, también en los músculos y en el cerebro.
La carencia de cobre provoca anemia, propensión a las infecciones y
deformaciones óseas, así como problemas cardiovasculares.
El exceso de cobre puede provocar arterioesclerosis, artrosis, problemas
neuro-psíquicos, hipertensión, tensión premenstrual, abortos naturales,
malformaciones congénitas, hipoglucemia, insomnio, envejecimiento
prematuro, tartamudeo, depresión nerviosa, autismo, psicosis paranoide y
alucinatorias.
Los antídotos del cobre son el selenio y el molibdeno que impiden su
absorción, pero sus antagonistas son el zinc y el manganeso que aumentan la
excreción renal del cobre.
 CROMO (Cr)

Aporte diario necesario: 0.05-0.2 mg/día – Lactantes: 0.01-0.06 mg/día


Carencia: Diabetes mellitus, disminución de la fertilidad y del número de
espermatozoides, neuropatía periférica, hiperlipidemia.
Exceso: Dermatitis alérgica, úlceras, potente tóxico y carcinógeno por
fomentar el estrés oxidativo, cáncer de pulmón.
El cromo interviene en el metabolismo de los glúcidos uniéndose a la insulina
para formar un complejo que permite su transporte hasta los receptores
celulares.
Su déficit disminuye la tolerancia a la glucosa y aumenta la insulinemia, algo
que se puede evitar mediante la suplementación de este oligoelemento.
También interviene en el metabolismo de los lípidos. Su déficit aumenta las
tasas sanguíneas de ácidos grasos, triglicéridos y de colesterol, y también
puede provocar arteriosclerosis.

Una dieta rica en alimentos refinados y especialmente el azúcar blanco,


provoca una fuga urinaria de cromo que se puede agravar con el estrés, el
deporte, inflamaciones o un exceso de aporte proteico. La acción del cromo se
favorece con la vitamina C, mientras que el hierro es un antagonista. El cromo
es uno de los oligoelementos que se utiliza para tratar la diabetes, el riesgo
atero-hiperlipídico y la obesidad.

 Síndrome hiperglucémico (Diabetes Mellitus)


El síndrome diabético se define par un dato fisiopatol6gico, la deficiencia
absoluta o relativa de insulina, que condiciona una alteración bioquímica
característica, la hiperglucemia, así como las manifestaciones clínicas
derivadas de la hiperglucemia (poliuria, polidipsia y polifagia) y de sus
complicaciones (micro- y macroangiopaticas). Estudiaremos, sucesivamente,
el síndrome hipoglucémico o diabético.

Mecanismos y causas
El mecanismo común a todos los tipos de diabetes mellitus es la deficiencia de
insulina, ya que en todos los casos las manifestaciones se corrigen con la
administraci6n de cantidades mayores 0 menores de esta hormona. La
deficiencia de insulina puede ser absoluta (cuando la secreci6n es insuficiente
para controlar la glucemia) 0 relativa (cuando la cantidad de insulina
segregada, independientemente de la cantidad, es incapaz de controlar la
glucemia, generalmente por resistencia a su acción). La clasificación actual de
los síndromes diabéticos incluye dos formas «primarias» y varias formas
secundarias.

 FLÚOR (F)

Aporte diario necesario: 1.5-4 mg día – Lactante: 0.1-1.0 mg/día


Carencia: Caries dental, potencial riesgo de osteoporosis.
Exceso: Fluorosis dental, hipomineralización del esmalte dental, muerte.
El 99% del flúor se encuentra en los huesos, en los dientes y en los
ligamentos. El flúor activa la síntesis del colágeno y participa en la fijación del
calcio en los huesos. También es un endurecedor del esmalte dental, de ahí
que lo encontremos presente en la mayoría de dentífricos y colutorios.
El flúor, además, contribuye a conservar el calcio en los tejidos duros e impide
su fijación en los tejidos blandos, impidiendo la calcificación arterial. Por otro
lado, impide la pérdida de calcio a través de la orina.
Es uno de los oligoelementos que está indicado en el tratamiento y prevención
de caries dentales, en el crecimiento, descalcificaciones y desmineralizaciones.

 FÓSFORO (P)

Aporte diario necesario: 800-1200 mg/día – Lactantes: 300-500 mg/día


Carencia: Raquitismo, piorrea, osteomalacia, osteoporosis.
Exceso: Pérdida ósea, entorpece la absorción del calcio.
El fósforo es uno de los elementos más abundantes del cuerpo después del
calcio. El 85% lo encontramos en los huesos.
Muy ligado al calcio, depende de la vitamina D, pero la relación calcio-fósforo
es inversa ya que un exceso de uno, provoca la excreción del otro. Por ello, la
HUESO
relación óptima calcio-fósforo es de la 1/2, con CON normal de vitamina
un aporte
D. OSTEOPOROSIS
HUESO
SANO
 HIERRO (Fe)

Aporte diario necesario: 10-15 mg/día – Lactantes: 6-10 mg/día


Carencia: Anemia microcítica.
Exceso: Fomenta el estrés oxidativo y el riesgo de padecer enfermedades
relacionadas como diversos tipos de cáncer.
Numerosos estudios han demostrado que la carencia de hierro a menudo está
relacionada con una ingestión de alimentos inferior a las normas
recomendadas.
El hierro es un constituyente de la hemoglobina y está indicado en casos
de anemia ferropénica, absorción intestinal debilitada, ciertas astenias,
prevención de infecciones y etilismo (facilita la abstinencia).
 Anemia por deficiencia de hierro
La anemia por deficiencia de hierro se presenta cuando sus reservas
corporales bajan. Esta deficiencia se puede expresar con los siguientes
síntomas:
 Astenia y Palidez
 Eritrocitos Hipocrómicos Microcíticos
 Hierro Sérico Bajo (Ferritina < 15 ng/mil)
Figura 7: Anemia por deficiencia de hierro.

 MAGNESIO (Mg)

Aporte diario necesario: 250-350 mg/día – Lactantes: 40.60 mg/día


Carencia: Tetania franca, convulsiones tónico clónicas, coma, fasciculaciones
y espasmos musculares, disfunción miocárdica, trastornos de la personalidad,
depresión, resistencia a la insulina, Alzheimer.
Exceso: Disminución de los reflejos tendinosos, miotáticos y respiratorios.
Narcosis.
El magnesio es más un macronutriente que un oligoelemento debido a su
peso en el organismo (30gr). El magnesio interviene en la respiración celular,
en la síntesis proteica, en la fisiopatología cardiovascular, en la resistencia de
la actividad celular, en la acción del colágeno y entre otras muchas.
Los oligoelementos de magnesio están indicados en la distonía neuro-
vegetativa, artrosis, espasmos, rampas nocturnas, disfunción paratiroidea,
problemas intestinales, infecciones agudas y crónicas, alergias, rinitis,
problemas de la menopausia, problemas neuro-psíquicos (ansiedad,
depresión…), faneras, obesidad, fijación del calcio y fósforo, disminución de la
tasa de colesterol, desmineralización y descalcificación ósea, cirrosis hepática
y alcoholismo crónico.

 MANGANESO (Mn)

Aporte diario necesario: 2-5 mg/día – Lactante: 0.3-1.0 mg/día


Carencia: Defectos del crecimiento y desarrollo óseo, alteración de la síntesis
y metabolismo de la insulina, hígado graso y ataxia.
Exceso: Disminuye la absorción del hierro, alteración del sistema nervioso,
síntomas psicóticos, Parkinson, alteración del sistema reproductor, alteración
del sistema inmunológico, nefritis, mutagenicidad, carcinogénesis.
El manganeso está ligado a la actividad de las mitocondrias por lo que
interviene en numerosas reacciones enzimáticas. Entre sus funciones están
la eliminación de radicales libres, la regulación de los neurotransmisores, en la
síntesis de mucopolisacáridos y de las proteínas, así como en el metabolismo
glucídico, lipídico y de las hormonas esteroides.

 MOLIBDENO (Mo)

Aporte diario necesario: 75-250 kg/día – Lactantes: 15-40 u/día


Carencia: Desconocido
Exceso: Elevación de los niveles de ácido úrico y diarrea.
El molibdeno es un oligoelemento esencial. Este metal está sobre todo
presente en el hígado, en los riñones y las suprarrenales, los huesos y los
músculos estriados.
Forma parte de la oxidasa de xantina, que permite la formación de ácido úrico,
de la oxidasa de aldehído, de la oxidasa de sulfito y es indispensable para la
liberación del hierro transportador por la ferritina. Al igual que el flúor y el
vanadio, el molibdeno posee una acción preventiva de las caries dentales.

 Hiperuricemia
La hiperuricemia es el aumento de la concentración de ácido úrico en
el suero, que puede cursar de forma asintomática o manifestarse por
el depósito en los tejidos. Existen dos mecanismos principales por los
que aparece hiperuricemia: el aumento de su síntesis (hiperuricemia
metabólica) y la disminución de su eliminación (hiperuricemia renal);
asimismo, existen causas que dan lugar a hiperuricemia por un
mecanismo mixto (hiperuricemia mixta).
 NÍQUEL (Ni)

Aporte diario necesario: 60-150 ug/día – Lactantes: 15-40 ug/día


Carencia: Disminución del crecimiento y la hematopoyesis, anemia,
deformidad en huesos largos, dermatitis.
Exceso: Desconocido
El níquel en altas concentraciones es tóxico para el ser humano, pero al mismo
tiempo es un oligoelemento esencial en su papel bio-catalítico. Está indicado
para el tratamiento de la disfunción pancreática y hepática, en casos de
anemias ferropénicas, celulitis, obesidad y diabetes.

 POTASIO (K)

Aporte diario necesario: 1800-5625 mg/día – Lactantes: 275-1200 mg/día


Carencia: Debilidad muscular, parálisis, edema, confusión mental,
hipoglicemia.
Exceso: Bradicardia, paro cardíaco, úlceras, depresión nerviosa, muerte por
trastorno de la actividad neuromuscular.
El potasio es el mineral más abundante en el cuerpo humano después del
calcio y el fósforo. Sus funciones las encontramos en el mecanismo de la
bomba de sodio, interviene en la permeabilidad de la membrana celular, a
nivel de la célula muscular lisa cardíaca y vascular y controla el potencial del
reposo.
Además, está implicado en la regulación de la hipertensión arterial y participa
en el metabolismo de los hidratos de carbono y en el almacenamiento del
glucógeno
Está indicado para la retención de líquidos, la celulitis, la obesidad, edemas.

 SILICIO (Si)

Aporte diario necesario: 5-20 mg/día


Carencia: Desconocido
Exceso: Cálculos renales
Está indicado en el tratamiento de la descalcificación, tendinopatías, piel y
faneras, envejecimiento cutáneo precoz, cicatrizante y en riesgos
cardiovasculares.

 SODIO (Na)

Aporte diario necesario: 1100-3300 mg/día – Lactantes: 115-750 mg/día


Carencia: Hipotensión arterial, alteración del sistema nervioso por edema,
obnubilación, coma. convulsiones.
Exceso: Hipertensión arterial, lesión de las mucosas, sed, edemas.
El sodio es uno de los minerales más abundantes en la superficie de La
Tierra. Juega un papel muy importante a nivel celular, ayuda al mantenimiento
de la presión osmótica y a la regulación hídrica del organismo. También tiene
un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio ácido-base de la
sangre.
Contribuye a mantener la homeostasis del calcio y otros elementos, forma
parte del jugo gástrico, pancreático e intestinal. Contribuye, además, junto con
el calcio, el cloro, el magnesio y el potasio a la transmisión del impulso
nervioso, ayuda a mantener la estructura ósea. Lo podemos encontrar en
alimentos como la sal refinada, el jamón ahumado, pan de trigo, atún en lata,
mayonesa, sardina en lata, gelatina, langosta, acelgas.

 VANADIO (V)

Aporte diario necesario: 6-20 ug/día


Carencia: Malformaciones óseas
Exceso: Más de 10mg/día puede causar neurotoxicidad, hemorragias,
nefrotoxicidad, retardo del crecimiento, pérdida del apetito, trastornos
maníaco depresivos, muerte.
El vanadio es un metal blanco cuyas funciones se encuentran en el
metabolismo lipídico. Una alimentación carente de este elemento presenta un
hipercolesterolemia y una hipertrigliceridemia. Contrariamente una
alimentación rica en vanadio reduce la tasa plasmática de los fosfolípidos en
los animales e inhibe la biosíntesis del colesterol en el hombre.

 YODO (I)

Aporte diario necesario: 80-150 mcg/día – Lactantes: 40-50 mdg/día


Carencia: Bocio por hiperplasia de la glándula tiroidea, aborto, anomalías
congénitas, aumento del riesgo de mortalidad perinatal, defecto del desarrollo
mental, sordera, apatía, hipotiroidismo, mixedema, deficiencias
psicomotrices.
Exceso: Bocio, hipotiroidismo.
El yodo es un componente de las hormonas tiroides y participa en la actividad
del metabolismo basal del organismo. Favorece el crecimiento y el desarrollo,
ayuda a regular el metabolismo y favorece la agilidad mental.
Sus funciones están ligadas estrechamente a las tiroides, en el metabolismo
del calcio, en la maduración del córtex cerebral, en las glándulas endocrinas,
en el funcionamiento neuro-muscular, en el dinamismo cardiovascular, en las
faneras, metabolismo glucídico, lipídico y proteico.
 DESHIDRATACIÓN

DEFINICIÓN:

Aunque el término Deshidratación se refiere solo a la pérdida de agua, en la


práctica médica el estado de Deshidratación (o de Contracción o Depleción de
Volumen del Líquido Extracelular) es el cuadro clínico resultante de la pérdida
por el organismo tanto de agua como de sodio. Las características del líquido
que se pierde (proporción entre ambos y volumen) determinan el tipo de
deshidratación, su clínica y la actitud terapéutica.

CLASIFICACIÓN:

• Deshidratación isotónica (contracción de volumen isotónica o depleción de


volumen isotónica): Se pierden cantidades proporcionales de agua y sodio
(130 mmol /L < Na < 150 mmol/L)

• Deshidratación hipertónica (contracción de volumen hipertónica o depleción


de volumen hipertónica): Se pierde proporcionalmente mayor cantidad de
agua que de sales (Na > 150 mmol/L)

• Deshidratación hipotónica (contracción de volumen hipotónica o depleción


real de sodio o depleción de volumen hipotónica): Se pierde
proporcionalmente más cantidad de sales que agua (Na < 130 mmol/L)

1) DESHIDRATACIÓN ISOTÓNICA.

A) Causas:

- Pérdidas gastrointestinales

- Pérdidas renales

 Sin daño estructural renal

- Insuficiencia suprarrenal crónica

- Uso de diuréticos (Furosemida)


- Uso de soluciones hipertónicas (NPT)

• Con daño estructural renal

- IRC

- Enfermedad quística medular del riñón

- Fase diurética de la Necrosis Tubular Aguda

- Nefropatía postobstructiva

- Pérdidas cutáneas:

- Sudor

- Quemaduras

- Paracentesis frecuentes y cuantiosas

B) Cuadro clínico

- LIGERA: Cuando hay pérdidas del 2 % del peso corporal y los síntomas son
escasos, solamente hay sed

- MODERADA: Cuando ocurren pérdida del 6-30 % del peso corporal; hay sed,
sequedad de la piel y mucosas, hipotensión postural, oliguria, pérdida de la
turgencia cutánea, obnubilación, náuseas y vómitos

- SEVERA: Pérdida de más del 30 % del peso corporal, hay intensificación de


síntomas previos

2) DESHIDRATACIÓN HIPERTÓNICA

Es la pérdida preponderante o exclusiva de agua pura lo cual provoca un


incremento de la osmolaridad del plasma superior a 295 mosm/L. Se produce
deshidratación intracelular solamente. Es más frecuente en niños.

A) Causas

- Estados sépticos graves con fiebre mantenida y mala reposición de agua


- Coma hiperosmolar

- Diabetes insípida

- Pacientes con edema cerebral sometidos a hiperventilación y deficiente


aporte de agua

- NPT con concentraciones elevadas de lípidos, proteínas, carbohidratos y


deficiente aporte de agua

- Tirotoxicosis

- Administración exagerada de solución salina hipertónica

- Pérdida de soluciones hipotónicas: - Diarreas acuosas - Diuresis osmótica -


Diálisis peritoneal con soluciones hipertónicas

B) Cuadro clínico

- Sed (aumenta a medida que se incrementa la deshidratación)

- Sequedad de la piel y las mucosas

- Estupor, irritabilidad.

- Rigidez nucal e hipertonía (más frecuente en niños)

- No hay pliegue cutáneo

- Oliguria

3) DESHIDRATACIÓN HIPOTÓNICA

Se conoce también como Deshidratación Extracelular o Síndrome de Depleción


de Sal:

- Se constata osmolaridad plasmática < 285 mosm /L

- Na plasmático < 130 mmol /L. Aunque el sodio está bajo no indica siempre
deshidratación extracelular
A) Causas

- Extrarrenales

• Pérdidas gastrointestinales

- Vómitos

- Diarreas

- Grandes quemados

• Acúmulo de líquidos en el tercer espacio

- Pancreatitis

- Peritonitis

- Íleo paralítico

- Renales:

- Uso de diuréticos

- Insuficiencia suprarrenal primaria

- Enfermedad renal con pérdida de sal

- Acidosis tubular renal proximal

B) Cuadro clínico

- Cansancio, apatía, laxitud e indiferencia

- Hipotensión arterial o shock

- Hipotonía muscular y de los globos oculares

- Pliegue cutáneo (poco valor en el anciano)

- Náuseas y vómitos

- Calambres musculares
- Cefalea, convulsiones o coma

- Hiporreflexia

- La tendencia a la sed es poca

- Oliguria

TIPOS DE DESHIDRATACIÓN
El tipo de deshidratación es un reflejo de las pérdidas finales relativas de
agua y electrólitos, y se basa en la concentración sérica de sodio o en la
osmolaridad del plasma. Es frecuente que estos términos se utilicen de forma
intercambiable, porque la osmolaridad extracelular está determinada en gran
parte por la concentración del sodio, el catión extracelular predominante, y
por el cloruro, el anión extracelular más abundante que está íntimamente
unido al sodio. La deshidratación hipotónica o hiponatrémica aparece cuando
los niveles séricos de sodio son menores de 130 mEq/L, la deshidratación
isotónica o isonatrémica se observa cuando la natremia se encuentra entre
130 y 150 mEq/L, y la deshidratación hipertónica o hipernatrémica es la que
cursa con valores de sodio sérico superiores a 150 mEq/L. La deshidratación
hipertónica puede aparecer cuando los niveles de sodio son inferiores a 150
mEq/L, si existen al mismo tiempo niveles anormales de otros osmoles, como
la glucosa en la cetoacidosis diabética, o el Manitol. En la uremia, el aumento
de urea se difunde bien a través de las membranas celulares y pasa al espacio
intracelular, su efecto final sobre la osmolaridad extracelular es escaso o
nulo. El tipo de deshidratación tiene una importante connotación desde el
punto de vista fisiopatológico, terapéutico y pronóstico. Los cambios de
osmolaridad en un compartimiento producen desviaciones compensadoras
del agua, que puede difundirse libremente a través de las membranas
celulares desde un compartimento a otro y restablecer la igualdad de
osmolaridad. En la deshidratación isotónica, el líquido extracelular es
relativamente hipotónico con respecto al líquido intracelular, y el agua pasa
desde el compartimento extracelular al intracelular. El déficit de volumen
debido a pérdidas al exterior se acentúa en esta forma de deshidratación
producto de esta desviación. El consiguiente descenso del volumen de líquido
extracelular puede manifestarse clínicamente por una profunda
deshidratación que puede traer colapso circulatorio. En la deshidratación
hipertónica se produce lo contrario; el agua se desplaza desde el espacio
intracelular al extracelular para igualar la osmolaridad de esos dos
compartimentos. Esta es la única forma de deshidratación que disminuye
significativamente el volumen intracelular. Los distintos tipos de
deshidratación pueden mostrar manifestaciones clínicas diferentes. Los
pacientes con deshidratación hipotónica pueden presentar signos de intensa
reducción de volumen y shock. Los pacientes con deshidratación hipertónica
suelen tener menos signos de deshidratación, aunque el volumen de la
pérdida sea similar. La piel permanece caliente y tiene una consistencia
pastosa al tacto. Estos pacientes tienen tendencia a mostrar letargia igual
que en las otras deshidrataciones, pero muestran mucha irritabilidad al
tocarles y tienen hipertonía e hiperreflexia. Por otra parte, existen signos
comunes a todos los tipos de deshidratación. Los pacientes con acidosis
generalizada debida a las pérdidas de bicarbonato por las heces pueden
tener respiración de Kussmaul; los que tienen hipopotasemia pueden sufrir
debilidad, distensión abdominal, íleo paralítico y arritmias cardiacas. Los
pacientes con hipocalcemia e hipomagnesemia pueden tener al mismo
tiempo tetania, sacudidas musculares y hallazgos electrocardiográficos
anormales.
Tabla 7: VALORACIÓN CLÍNICA DE LA INTENSIDAD DE LA DESHIDRATACIÓN
DEFICIENCIA Y EXCESO DE PROTEINAS

Puede ser muy perjudicial para nuestra salud. Las proteínas son necesarias para el
crecimiento muscular, y es que son las causantes de la formación de nuevas fibras. Las
encontramos habitualmente en los alimentos que consumimos a diario, aunque en fases de
aumento muscular muchos de nosotros echamos mano de preparados que contienen
proteínas. Estos productos los debemos consumir con moderación, pues un abuso nos
puede traer graves consecuencias.

El exceso de proteínas es la causa de numerosas enfermedades como trastornos


cardiovasculares. Esto es debido a que la mayoría de las proteínas, concretamente las de
origen animal van acompañadas de grasas saturadas que ayudarán a aumentar nuestro
colesterol y con ello a obstruir nuestras arterias. Además, es una forma de empeorar la
circulación sanguínea y con ello el riego de nuestro cuerpo. El exceso de proteínas sin una
cantidad suficiente de carbohidratos puede causar un acumulamiento de cetonas en el
cuerpo (cetosis). A las personas realizando dietas de alto valor proteínico, como la dieta
Atkins, se les dice que estar en un estado de cetosis constante puede ayudarlas a perder
peso, ya que esto fuerza al cuerpo a quemar grasas para obtener energía. Sin embargo, la
cetosis es peligrosa, ya que puede causar deshidratación leve al agobiar los riñones.
Además de esto, los efectos colaterales pueden incluir dolor de cabeza, mareos, confusión,
fatiga y náuseas. El exceso de proteínas en tu dieta aumenta el riesgo de contraer
osteoporosis debido al consumo limitado de calcio. También acarrea un aumento de acidez
en la sangre, ya que cuando los ácidos se rompen y entran en ella, perturban los niveles de
pH. Un desequilibrio extremo entre las cantidades de proteínas y carbohidratos
generalmente conlleva una disminución en la cantidad de fibra, resultando en estreñimiento.
Esto puede causar hemorroides, pólipos e incluso cáncer de colon. También puede causar
enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Igualmente, el exceso de proteínas puede
causar hipertensión (presión sanguínea alta).

EXCESO DE PROTEINAS

La obesidad tiene unos Efectos derivados de la ingesta excesiva de complementos


proteicos, y es que esta grasa que la suele acompañar es la causante de un mal
funcionamiento orgánico en lo que a asimilación de las grasas se refiere.

Un consumo continuado de proteínas puede producir una sobrecarga en el organismo. Los


riñones y el hígado se pueden ver afectados, pues son los encargados de eliminar las
sustancias de desecho que generan las proteínas como son el amoniaco, la urea y el ácido
úrico. Además, la proteína animal ayuda a la formación de cálculos renales, pues con ella
se elimina mucho calcio que se depura a través de los riñones y se queda acumulado
formando piedras.

 ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
las proteínas, sobre todo animales, suelen ir acompañadas de grasas saturadas las
cuales en exceso aumentarán nuestro colesterol.
 CALCULOS DE RIÑON
La proteína animal ayuda a perder o eliminar calcio ya que además de mucho fósforo
se acostumbra cocinarse con mucha sal.

 PARKINSON
El alto consumo de proteínas altera el proceso de reciclaje vital de las neuronas por
lo que se desarrolla una degeneración progresiva y eventual muerte celular, sobre
todo en aquellas que regulan el movimiento y emociones, dando origen a esta
enfermedad.

 OSTEOPOROSIS
El alto consumo de proteínas animales causa pérdida ósea, sobre todo en caderas.

CARENCIA DE PROTEINAS

Es un estado de malnutrición provocado por una ingesta insuficiente de proteínas. Sus


síntomas pueden llegar a ser muy graves y afectan a todo el organismo. De hecho, es una
de las principales causas de muerte por desnutrición de millones de personas en países del
“Tercer Mundo”, especialmente niños. En los países desarrollados, aun contando con una
amplia variedad de fuentes de proteínas, la gente también puede sufrir déficit debido sobre
todo a dietas de choque restrictivas, desconocimiento de los nutrientes y, en general, dietas
desequilibradas y malo hábitos alimenticios.

Es importante que mantengamos un equilibrio en la ingesta de proteínas, pues muchas


veces echamos mano de los complementos cuando ya estamos siguiendo una dieta rica en
este nutriente. Si esto es así, es suficiente con la dieta para mantener los niveles que
necesitamos para conseguir un buen desarrollo muscular.

 MARASMO
Es una enfermedad causada por una deficiencia severa de proteínas y calorías que
afectan a los bebés y niños muy pequeños, resultando a menudo en la
deshidratación y pérdida de peso.

 KWASHIORKOR
Causada por una deficiencia severa de proteínas en dietas que contienen calorías
principalmente de hidratos de Carbono como ñame, arroz y plátanos.

 CAQUEXIA
Es una afección que involucra la deficiencia de la proteína, agotamiento de los
músculos esqueléticos y un aumento en la tasa de degradación de proteínas.
BIBLIOGRAFÍA:
 Microbiología basada en la experimentación, Carlos Gamazo de la
Rasilla, Susana Sánchez Gómez, Ana Isabel Camacho Peiro. 2013,
Elsevier España, S.L.
 Microbiología e inmunología médica, Warren Levinson. 2004, 8° edición
Editorial Mc Graw Hill España.
 Patología, Harsh Mohan. 2012, 6° Edición. Editorial Médica
Panamericana Buenos Aires.
 Patología General, Pérez Arellano José Luis. 2013, 7ª edición. Editorial
Elsevier Masson. España.
 Patología Estructural y funcional, Kumar V, Abbas A, Aster J. Robbins.
2015, 9a Edición. Editorial Elsevier S.A. Madrid.
 DESHIDRATACIÓN, Dr. Moisés A. Santos Peña, Dr. Ariel E. Uriarte
Méndez, Dr. Juan F. Rocha Hernández. 2006, Vol. 11, No. Especial 1,
Revista de las Ciencias de la Salud de Cienfuegos
 Manual de diagnóstico y tratamiento, Lawrence M. Tierney, Jr. Sanjay
Saint, Mary A. Whooley. 2006, 3° edición. Editorial El Manual Moderno
México.
 Diagnóstico Microbiológico, Forbes Sahm Wissfeld. 2007, 12 edición.
Editorial Médica Panamericana. Madrid.
 Infección en Cirugía, Quintero Nieta Lerma. 2001, Editorial Médica
Panamericana. Bogotá.
 Farmacología médica, Nicandro Mendoza Patiño. 2008, Editorial
Panamericana. México.

REFERENCIAS:
 Las desnutriciones y sus consecuencias sobre el metabolismo interno:
Alpízar Salazar M. Guía para el manejo integral del paciente diabético. México:
Manual Moderno, 2001. p.339. / http://www.ejournal.unam.mx/rfm/no46-
1/RFM46108.pdf
 Guía para el manejo integral Rojas E. Funciones de los carbohidratos. En: Los
carbohidratos en nutrición humana. Madrid: Ed. Grupo Aula Médica; 1994:45-57.

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