Samie Heloise

Hacia una deconstruccion del mapa

Brian Harley

"Defino la cartografía como un conjunto de conocimientos teóricos y prácticos que los

cartógrafos utilizan para cartografiar como una representación visual", explica Brian
Harley en su texto La nueva naturaleza de los mapas.

En este artículo, Brian busca definir qué es el estudio de investigación, la comprensión de

los mapas, lo que nos lleva de inmediato a un cuestionamiento hermenéutico. Y esta termina
no se usa con el hasar, ya que uno lo encontrará más adelante cuando abra los campos de
reflexión a los campos del lenguaje, la literatura o la filosofía. Esta transdisciplinariedad es
un foco importante de todas sus reflexiones. Este pasaje nos permite ver cómo Harley desafía
la historia y la epistemiología de la cartografía al redefinir el tema de estas disciplinas al
interpretar los mapas de acuerdo con un modelo semio-lánguido.

El texto se puede dividir en tres ideas principales: la primera es que, en primer lugar, es
necesario construir los textos e ideas preconcebidos. Luego, debemos tener en cuenta la
importancia de la historia de los mapas para comprender la tinta sociocultural. Finalmente,
aborda la cuestión de la retórica y el discurso de las cartas.

Las innovaciones tecnológicas y sociales realizadas desde el Renacimiento

(levantamientos topográficos, instrumentos de medición, proyecciones cartográficas,
impresiones) nos llevan a considerar la cartografía como un conjunto de prácticas en
constante evolución. Pero entonces solo sería el producto de una geografía formal, una
objetivación del espacio. La aplicación de modelos científicos estandarizados tendría como
objetivo producir representaciones de la realidad cada vez más precisas y, por lo tanto, un
conocimiento considerado como "neutral". En esta perspectiva, el mapa es una imagen
"objetiva".
Esta visión de la cartografía es caricatural. Brian enfatiza la necesidad de deconstruir el
aprendizaje de la comprensión de mapas a través de una forma de historización. De hecho,
la cartografía es un dominio muy firme y hace la distinción entre la denominada cartografía
"profesional" (que sería una ciencia hecha para analizar e interpretar las relaciones
geográficas) y este llamado "gran público" (con las fronteras del arte). , ciencia y tecnología).

Este concepto de deconstrución es esencial en el sentido de que se opone a una teoría

social y al positivismo científico. Harley propone una retórica de la cartografía y tiene una
connivencia con la naturaleza / cultura (no podemos establecer fácilmente el vínculo con Jean
Jacques Rousseau y su concepción de la conciencia social como hechos de las culturas y no
de la naturaleza).

Por lo tanto, sugiere que los mapas no son encuestas pasivas de objetos geográficos, sino
que están llenos de valores e influenciados por múltiples factores (clase social, género,
religión, etnia, etc.). La intencionalidad social de la tarjeta y su carácter fundamentalmente
retórico se resaltan. Las tarjetas no solo no son neutrales, sino que también afectan el cambio
social al transmitir categorías particulares de análisis del mundo. El historiador demuestra el
vínculo intrínseco entre el poder del estado y el dominio de las herramientas cartográficas, a
través de las cuales los ciudadanos y los recursos se vuelven "legibles". La cartografía
también aparece en las estrategias de afirmación territorial y control de los recursos naturales.

Al distanciarse de los enfoques funcionalistas y al enfatizar su alcance cognitivo, las

ciencias sociales han hecho posible reconsiderar los mapas como formas de conocimiento
socialmente construido, subjetivo e ideológico. Brian nos invita a analizar el discurso
cartográfico inspirado por Foucault y Derrida porque los mapas se pueden percibir y descifrar
como textos culturales.

Con el mapeo crítico, Brian Harley ofreció una "ampliación del horizonte" que ahora
permite preguntas sobre mapas que antes no se consideraban importantes. Como por ejemplo
el hecho de que no puede haber representación del mundo sin proyección social.