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La Confederación General de Trabajadores del Perú – CGTP y La Central Unitaria de

Trabajadores del Perú, pone en conocimiento ante la opinión pública lo siguiente:

LA AFECTACIÓN AL DIALOGO SOCIAL

Censuramos que el Gobierno, a través del Decreto Supremo N° 345-2018-EF,


publicado el 31 de diciembre del 2018, fue aprobado la Política Nacional de
Competitividad y Productividad en forma autoritaria, sin diálogo con los representantes
de los trabajadores, y fuera del marco institucional del Consejo Nacional de Trabajo y
Promoción del Empleo – CNTPE.

Esta decisión rompió el acuerdo del CNTPE, adoptado en la sesión del día 03 de
diciembre del 2018, en donde los representantes de los empresarios, el gobierno y los
trabajadores acordamos dialogar sobre esta materia antes de su aprobación diálogo
que debía iniciarse a partir del 09 de enero de 2019, Por otro lado, este hecho vulnera
el Convenio N° 144 de la OIT, ratificado por el Perú, porque prescinde del diálogo
social como medio democrático y deliberativo para concertar políticas públicas con la
necesaria participación de los actores sociales.

Los trabajadores y trabajadores le recordamos al presidente Vizcarra que fue el, quien
en diciembre del año pasado prometió -como no podía ser de otro modo- que el
debate de la reforma laboral se llevaría a cabo en el CNTPE, promesa que ahora ha
sido incumplida.

LA PELIGROSA GESTACIÓN DE UN GOBIERNO AUTORITARIO

Sin embargo, desde el mes de agosto del 2018 los representantes de las centrales
sindicales han solicitado en forma reiterada al Presidente de la República, reuniones
para tratar los graves problemas que afectan a los trabajadores y pensionistas que ni
siquiera por respeto como ciudadanos han sido respondidas.

La premisa de “no al diálogo” parece ser una regla de gobierno, que se ha instalado
en el propio Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. A la semana de iniciada su
gestión, la Ministra de Trabajo Sra. Sylvia Cáceres Pizarro tiene un conflicto de
intereses con la función pública que ocupa; refrendó, en contra del acuerdo del
Consejo Nacional del Trabajo y Promoción del Empleo – CNTPE, la Política Nacional
de Competitividad y Productividad y luego, ha venido promulgando Decretos
Supremos y Resoluciones que van en esta línea, sin consulta alguna a los
trabajadores.

La esencia autoritaria termina explicitándose con sus declaraciones realizadas en el


diario Gestión, de fecha 28 de febrero, resumida en el titular “Plan Nacional de
Competitividad estará listo con o sin CGTP y CUT”. ¿Expresan acaso estas
declaraciones valores democráticos?, pero además ¿Cree la Ministra de Trabajo que
es viable una reforma sobre temas laborales sin la representación de los
trabajadores? Al respecto, ¿no son estos síntomas y rasgos del Fujimorismo? La
dictadura cerró los espacios de diálogo social, el gobierno de Vizcarra parece apostar
por promover un cierre defacto; vaciar de contenido el espacio de diálogo y convertirlo
en irrelevante.

En contraste con este negacionismo de la representación sindical; el Presidente


Vizcarra sí es un activo partícipe de las reuniones empresariales; desde el CADE,
hasta reuniones sectoriales, e incluso de corte social. Es finalmente el Presidente,
también un empresario de la construcción; pero el país, y los trabajadores esperamos
que sea un verdadero mandatario de todos los peruanos y que pueda desvincularse
de estas relaciones y garantizar espacios transparentes, igualitarios y de respeto.

No es transparente ni ético, ni garantiza neutralidad que la actual Ministra de Trabajo y


Promoción del Empleo haya formado parte del grupo no institucional que elaboró para
el Ministerio de Economía y Finanzas el documento denominado “Informe de
Competitividad 2019” ( http://compite.pe/pdf/informe-de-competitividad-2019.pdf),
generando con ello conflicto de intereses con la función pública que hoy ocupa, ya
este documento es el que posteriormente fue la base técnica e ideológica para el
diseño y elaboración de la Política Nacional de Competitividad y Productividad
aprobada por el Gobierno. La señora Cáceres es la responsable precisamente de la
parte de dicho documento relativa al mercado de trabajo; aquella que propone la
rebaja de derechos laborales. Si es así como puede ejercer la función de Ministra de
Trabajo. Lo correcto para no ser juez y parte, debería renunciar por decoro.

Este grupo, que además tuvo una participación activa en el CADE, fue liderado por
Fernando Zavala (ex ministro de economía y finanzas y premier de PPK), y estuvo
compuesto por abogados de grandes estudios ligados a la defensa de los intereses
empresariales y al patrocinio de diversos casos de vulneración de derechos laborales.
Este grupo ha logrado poner en la agenda del gobierno las ideas que sustentan la
reforma laboral (entiéndase recorte de derechos laborales) y, de otro lado, ha
conseguido poner a una de sus integrantes como Ministra de Trabajo y Promoción del
Empleo.

Este contexto nos permite señalar que hay una estrategia de imposición, a través de
una dictadura empresarial instalada en Palacio de Gobierno.

EL PAÍS COMO UN PARIA INTERNACIONAL

Es necesario recordar al gobierno, que nuestro país tiene una larga lista de
incumplimientos internacionales en materia de derechos laborales y de seguridad
social. Lamentablemente esto no parece ser importante para la gestión Vizcarra.
El Perú ha ratificado acuerdos comerciales con la Comunidad Europea y los EE.UU de
Norteamérica, los que se vinculan con el sistema normativo de la OIT. De ellos se
desprenden que hay una obligación de no adoptar medidas que desmejoren los
derechos de los y las trabajadoras, ni que atenten contra el compromiso de generar
empleo de calidad y trabajo digno con pleno respeto a los derechos fundamentales.

Negar la participación de los representantes sindicales, la imposición de grupos no


institucionales, que defienden en el mejor de los casos intereses empresariales, la
presencia de autoridades que no garantizan una mínima imparcialidad y que son
explícitamente parte de estos grupos, el incumplimiento flagrante y sin propósito de
cambio de obligaciones internacionales nos producen la idea de una vuelta al peor de
los pasados; pero un retorno más grave: la erosión interna de la democracia que
marca el inicio del descrédito de toda la clase política y acelera la confrontación social.

La corrupción parece mutar, no se elimina con simples declaraciones sino con la


coherencia diaria en los valores democráticos, con la ética, con la transparencia y el
respeto, real y efectivo, en las instituciones y en el ejercicio imparcial del poder. El
derecho de impartir justicia en nuestro país se tendrá que hacer sin explotación y sin
corrupción.

Lima, 04 de marzo del 2019.

GERONIMO LOPEZ SEVILLANO JULIO CESAR


BAZAN
SECRETARIO GENERAL PRESIDENTE
CGTP CUT
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