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Entre los economistas, en cambio, es otro el aspecto de esta crisis que acapara las miradas: la
deuda externa.
Cuáles son los países que están apoyando abiertamente al gobierno de Maduro luego
de la polémica elección de la Asamblea Constituyente en Venezuela
Los temores de que el país sudamericano deje de pagarla circulan desde hace al menos tres
años.
La probabilidad de que esto se dé en los próximos 12 meses se elevó esta semana al 62% ante
el miedo de que Estados Unidos impusiera sanciones a Caracas relacionadas con el petróleo,
según la agencia Bloomberg.
Por qué Estados Unidos ha evitado (hasta ahora) sancionar al sector petrolero de
Venezuela
Pero a Venezuela, uno de los países que más impagos ha tenido en su historia , se le está
agotando el dinero.
Sus reservas internacionales se redujeron en julio a US$9,986 millones, según datos del Banco
Central de Venezuela.
Se trata del mínimo en, al menos, los últimos 20 años .
Vender petróleo poco ayudará a recargar las arcas, ya que hay sobreoferta y bajos precios en el
mercado.
Los otros mecanismos que se suelen usar para generar ingresos tampoco están disponibles. Al
menos, no fácilmente.
China y Rusia han contribuido en los últimos años a la economía venezolana con préstamos e
inversiones.
Pero Caracas tampoco cumplió, según se reveló el pasado mes de junio en un control de
auditoría a las cuentas nacionales rusas.
Ante este panorama, muchos ven difícil que Rusia financie a Venezuela.
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en Venezuela
Venezuela le debe a los chinos, sus mayores acreedores, US$65.000 millones y, al parecer,
el grifo se ha cerrado.
” Financiar la represión “
Pero la oposición venezolana ha pedido a los inversores que dejen de financiar al gobierno de
Maduro porque, cuando este ya no esté en el poder, es muy probable que su sucesor se
niegue a reconocer estos compromisos .
Uno de los motivos es que Venezuela está ofreciendo a los prestamistas rentabilidades
demasiado altas, por ejemplo, del 20%.
El otro es que los opositores, que controlan la Asamblea Nacional, consideran que dar un
“salvavidas financiero” a un régimen que “viola los derechos humanos” sirve para ” fortalecer la
brutal represión” contra los manifestantes .
Así lo denunció el presidente del órgano legislativo, Julio Borges, en una carta a Goldman
Sachs.
El banco compró en mayo a precio de ganga bonos de la petrolera estatal PDVSA por una
deuda que vence en 2022.
Su valor ascendía a US$2.800 millones, pero el banco sólo pagó un tercio de esta cantidad .
Este tipo de operaciones son las que han llevado a la Asamblea Nacional a tomar cartas en el
asunto, advirtiendo que un futuro gobierno podría considerar ilegítima la deuda que herede.
LOS ‘HOLDOUT’
Todos estos elementos dejan a los inversores en una incertidumbre de la que nace otra posible
amenaza para la economía venezolana: los acreedores holdout .
Para renegociar una deuda, los acreedores exigen garantías de que la economía del deudor va
a mejorar y, a menudo, se ven obligados arenunciar a parte de l dinero para darle un respiro.
Pero no todos están dispuestos a hacer sacrificios ni asumir riesgos como estos.
Hay algunos prestamistas que se niegan a postergar el cobro y optan por acudir a los tribunales
a exigir lo que se les debe.
El mercado los llama acreedores holdout (del inglés “quedarse fuera”) y pueden llegar a poner la
economía de un país en una encrucijada.
Así ocurrió en Argentina, que a raíz de la crisis de 2001 dejó de pagar los bonos que había
emitido a cambio de financiación.
Años más tarde, consiguió llegar a un acuerdo con la gran mayoría de sus acreedores, menos
un pequeño porcentaje que se negó a pactar y acudió a la justicia.
Esta les dio la razón y sentenció al gobierno a pagar sumas millonarias pese a que muchos
habían adquirido los bonos cuando su precio estaba por los suelos.
Algunos bienes del Estado que se encontraban en el extranjero fueron embargados, como el
barco insignia del ejército argentino, la Fragata Libertad, en 2012.
Un bono es un instrumento que utilizan empresas y Estados para obtener dinero cuando les
hace falta .
Se venden en el mercado financiero con el compromiso de devolver al comprador el precio
pagado y los intereses en un plazo indicado.
En Venezuela, dos bonos han dado oxígeno a su economía durante estos años: los del Estado y
los de la compañía petrolera estatal, PDVSA.
Esta última, por ejemplo, tiene, entre otros muchos, unos que vencen el próximo 2 de noviembre
y que requerirán un desembolso de US$1.000 millones.
Hasta ahora, Venezuela y PDVSA han cumplido con el pago de intereses pese a los
problemas económicos que vive el país.
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“(El ex presidente de Rumanía Nicolás) Ceausescu, tuvo a su gente pasando hambre durante
años, pero él cumplía con el pago de la deuda externa”, recordó en una conversación con BBC
Mundo el profesor de Derecho de la Universidad Duke (EE.UU.) Mitu Gulati.
Para él, la situación de Venezuela “está muy cerca” de esta “conducta rara” que han tenido
algunos “líderes en la historia”.
Pero “existe un consenso entre la mayoría de analistas” de que esto “se está volviendo
insostenible”, según un estudio publicado hace dos semanas por Gulati junto a Lee C. Buchheit,
de la firma de abogados Cleary Gottlieb Steen & Hamilton.
El más importante: el dinero que percibe por la venta de petróleo, que representa el 95% de las
exportaciones venezolanas .
Gulati y Buchheit proponen una alternativa para proteger la principal fuente de ingresos de
Venezuela.
Pero para materializarla, se necesitaría “un gobierno que pueda convencer a los acreedores de
que la economía va a dejar de caer y empezar a subir”, afirmó Gulati.
CAMBIO DE GOBIERNO
En el primero, Maduro consigue mantener las cuentas de forma “milagrosa” y, aún así, la
probabilidad de impago es “alta”.
En el segundo, el presidente también sigue en el poder, pero la caída del precio del petróleo
continúa, por lo que el default se vuelve “inevitable”.
En el último, hay un cambio de gobierno y el país reestructura su deuda con ayuda del Fondo
Monetario Internacional (FMI). Para él, este es el más probable y “necesario” para los
venezolanos .
García es optimista y no cree que los acreedores se arriesguen a la “caótica” vía holdout .
“Embargar no es tan sencillo y la situación actual es tan mala, que si les ofrecen una
reestructuración atractiva, la van a aceptar”, aseguró a BBC Mundo desde Caracas.
“La gente sabe lo mal que está Venezuela”, insistió.
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Trump quiere vender)
FONDOS BUITRES
Pero los inversores no suelen caracterizarse por anteponer el interés social a las ganancias.
La economía venezolana tiene al petróleo como base y su precio ha caído más del 50% en
pocos años.
A esto se suman los niveles de inflación que , según el FMI , este año superarán el 700% ,
algo que devalúa la moneda y dificulta aún más el pago de bonos emitidos en dólares.
“¿Quién está dispuesto a suscribir deuda de un país así? Pues fondos especulativos, también
llamados buitres , que sólo están dispuestos a prestar con rentabilidades muy elevadas”,
aseguró a BBC Mundo Francesc Xavier Mena, profesor del Departamento de Economía de las
escuela de negocios española Esade.
“Por su situación, Venezuela tiene que ofrecer intereses altos para que alguien le quiera
prestar. Esto es ponerle una soga al cuello al país”, señaló.
“Dependerá de qué gobierno haya. Tiene que ser uno que inspire confianza a los inversores y,
con Maduro, no está clara la intención de negociar con buena fe”, aseguró.
Y en el caso de PDVSA, un impago resultaría aún más dañino: “Se marchitaría en cuestión de
meses”.
“El mejor escenario para los inversores es que Venezuela continúe pagando pero muchos
reconocen que es improbable”, explicó.
El catedrático aseguró que los prestamistas con los que ha hablado le han dado a entender
que poseer un bono venezolano es como la lotería, ya que nunca se sabe si se podrá cobrar.
Confesó que le dicen: “No entendemos, cada vez que recibimos un cupón de pago es como
Navidad”.
“El país está pagando los retornos más grandes del Índice de Mercados Emergentes por un
factor de 20. Todo el mundo está haciendo dinero a expensas del pueblo venezolano “,
añadió el experto.
Tal vez por eso, la mayoría de acreedores parecen estar “dispuestos a colaborar” en caso de
que suceda el que, según Gulati, sería ” uno de los mayores impagos de la historia “.
Gulati y Buchheit estiman que la deuda venezolana supera los US$100.000 millones .
De estos, unos US$35.000 millones corresponderían a los bonos estatales y otros US$25.000
millones, a los de PDVSA.
En su informe, ambos expertos advierten de que, en caso de que haya acreedores holdout ,
Venezuela no podrá enfrentarlos “con la misma ecuanimidad” que Argentina y que “el daño que
pudieran causar” sería “considerablemente mayor”.
Los analistas concluyen que, si “la invasión de Rusia por Napoleón en 1812 fue un gran
emprendimiento”, la reestructuración de la deuda venezolana será uno “aún mayor”.
Foto: BBC