INTRODUCCION
Sin moverse al exterior, se puede
conocer al mundo entero;
Sin mirar por la ventana, se puede
ver el camino del cielo.
Cuando mas lejos se va, menos se
conoce
Lao Tse
Desde que empecé a estudiar astrologia, interés que se ini-
cié en mi durante un periodo de grandes cambios personales
y que siguio a un profundo enfrascamiento en los escritos de
C.G. Jung, supe que hay en ella mas de lo que menciona la
mayoria de los libros de texto sobre astrologia. En otras pa-
labras, intuitivamente conoci el hecho de que, detras de los
simbolos y del lenguaje arcaico de la astrologia tradicional,
yace un vasto reino de sabiduria potencial, de conocimiento
mas hondo de las leyes mismas de la vida, y de intuiciones,
que al estudiante aplicado podrd llevarlo a entender mas
claramente las dimensiones espirituales de la experiencia.
De alli en mas, a medida que comencé a devorar un libro
astrolégico tras otro, me encontré de inmediato investigan-
do los significados mds profundos de los simbolos, la impor-
tancia interior de este lenguaje césmico que me parecia po-
seer tales grandes posibilidades de crecimiento espiritual y co-
nocimiento elevado.
Al continuar mis estudios, me result6 cada vez mds claro
que la astrologfa trabaja con niveles de conciencia y dimen-
siones de experiencia que estén mucho mas alla de la com-
prensién que posee la mente légica condicionada por la tie-
ra. Y fue para mi patente que sdlo la mente intuitiva supe-
rior (que podria llamarse el “‘ojo del alma”) podria entender
verdaderamente a la astrologia en todas sus ramificaciones y
significacién mds profundas; y, afio tras afio, descubri que
ciertamente se podia agudizar la intuicion mediante medita-
11cién practica constante y clarificacién hasta un punto tal en
que se pudiera experimentar inmediatamente la realidad esen-
cial que los autores trataron de explicar verbalmente en tan-
tos libros. .
Sin embargo, en mis primeros estudios, aunque enfoqué a
la astrologia con muy poco de ese escepticismo que muchas
personas de la cultura occidental tienen que vencer en tal em-
Pefio, rapida y profundamente me contrariaron la calidad de
pensamiento, discriminacion, objetividad y conocimiento es-
piritual de la que se daba ejemplo en los escritos de la mayo-
ria de los astrélogos antiguos y modernos. Esta desilusién se
extendié no sélo a las obras que enfocaban principalmente
acontecimientos, prediccién y andlisis superficial del cardcter,
sino también a aquellos textos de “astrologia esotérica” que,
aunque ocasionalmente precisos para algunas personas, habi-
tualmente son mas bien ridiculos en sus generalizaciones
y prédicas, desviando de esta manera toda discusién del
significado esencial de los diversos factores astroldgicos.
De alli que yo me sienta afortunado de que pronto me
encaminara hacia las obras de Dane Rudhyar y hacia los estu-
dios en profundidad en los campos del yoga, las curaciones,
las religiones orientales y los discursos y escritos de muchos
maestros espirituales, ademas de las incomparables investiga-
ciones cientificas de Jung que continué estudiarido durante
muchos afios. Todas estas ocupaciones, junto con mis per-
cepciones cada vez mds claras dentro de los campos de la
energia, m4s un prolongado estudio de centenares de suefios
muy instructivos, y una sintesis intuitiva de estas miltiples
dimensiones de la vida en torno de un ideal espiritual central,
me condujeron a su tiempo hacia un método de comprensién
y aplicacién de la astrologia con el que ahora me siento
muy comodo.
Con esto no pretendo inferir que desarrollé un “sistema ce-
rrado” de “tinterpretacion”’ astrolégica. Por el contrario, tales
enfoques fijos pronto se tornan rigidos ¢ inadecuados, y es
precisamente esa clase de sistema al que ahora encontré tan
intolerablemente limitativo. Sencillamente, quiero decir que
en la actualidad conffo en que la direccién que estoy siguien-
do en mi comprensién y en mi labor consultiva es la correcta
para mi crecimiento y, de hecho, mucho més constructiva-
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