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LA ENERGÍA HIDRÁULICA: se basa en aprovechar la caída del agua desde

cierta altura para producir energía eléctrica. Actualmente, el empleo de la energía


hidráulica tiene uno de sus mejores exponentes: la energía minihidráulica, de bajo
impacto ambiental.

La energía hidráulica o energía hídrica se obtiene del aprovechamiento de


las energías cinética y potencial de la corriente del agua o los saltos de agua
naturales. En el proceso, la energía potencial, durante la caída del agua, se
convierte en cinética y mueve una turbina para aprovechar esa energía.

Este recurso puede obtenerse aprovechando los recursos tal y como surgen
en la naturaleza, por ejemplo una garganta o catarata natural, o bien mediante
la construcción de presas. Desde hace siglos existen pequeñas explotaciones
en las que la corriente de un río mueve un rotor de palas y genera un movimiento
aplicado, por ejemplo, en molinos rurales. Sin embargo, la utilización más común
hoy en día la constituyen las centrales hidroeléctricas de las presas.

El renacimiento de la energía hidráulica se produjo por el desarrollo del


generador eléctrico, seguido del perfeccionamiento de la turbina hidráulica y
debido al aumento de la demanda de electricidad a principios del siglo XX por el
desarrollo industrial. Ya en 1920 las centrales hidroeléctricas generaban una parte
importante de la producción total de electricidad.

La energía eólica: es la energía obtenida a partir del viento, es decir, la energía


cinética generada por efecto de las turbinas de aire, y que es convertida en
electricidad u otras formas útiles de energía para las actividades humanas. El
término «eólico» proviene del latín aeolicus, es decir «perteneciente o relativo
a Eolo», dios de los vientos en la mitología griega.
En la actualidad, la energía eólica es utilizada principalmente para
producir electricidad mediante aerogeneradores conectados a las grandes redes
de distribución de energía eléctrica. Los parques eólicos construidos en tierra
suponen una fuente de energía cada vez más barata y competitiva, e incluso más
barata en muchas regiones que otras fuentes de energía convencionales. 23
Pequeñas instalaciones eólicas pueden, por ejemplo, proporcionar electricidad en
regiones remotas y aisladas que no tienen acceso a la red eléctrica, al igual que
la energía solar fotovoltaica. Las compañías eléctricas distribuidoras adquieren
cada vez en mayor medida el excedente de electricidad producido por pequeñas
instalaciones eólicas domésticas.4 El auge de la energía eólica ha provocado
también la planificación y construcción de parques eólicos marinos —a menudo
conocidos como parques eólicos offshore por su nombre en inglés—, situados
cerca de las costas.
La energía del viento es más estable y fuerte en el mar que en tierra, y los parques
eólicos marinos tienen un impacto visual menor, pero sus costos de construcción y
mantenimiento son considerablemente mayores
La energía del viento está relacionada con el movimiento de las masas de aire que
se desplazan desde zonas de alta presión atmosférica hacia zonas adyacentes de
menor presión, con velocidades proporcionales al gradiente de presión.
Los vientos se generan a causa del calentamiento no uniforme de la superficie
terrestre debido a la radiación solar; entre el 1 y el 2 % de la energía proveniente
del Sol se convierte en viento. Durante el día, los continentes transfieren una
mayor cantidad de energía solar al aire que las masas de agua, haciendo que este
se caliente y se expanda, por lo que se vuelve menos denso y se eleva. El aire
más frío y pesado que proviene de los mares, océanos y grandes lagos se pone
en movimiento para ocupar el lugar dejado por el aire caliente.

Parque eólico en Vendsyssel-Thy, Dinamarca


Para poder aprovechar la energía eólica es importante conocer las variaciones
diurnas, nocturnas y estacionales de los vientos, la variación de la velocidad del
viento con la altura sobre el suelo, la entidad de las ráfagas en espacios de tiempo
breves, y los valores máximos ocurridos en series históricas de datos con una
duración mínima de 20 años. Para poder utilizar la energía del viento, es necesario
que este alcance una velocidad mínima que depende del aerogenerador que se
vaya a utilizar pero que suele empezar entre los 3 m/s (10 km/h) y los 4 m/s
(14,4 km/h), velocidad llamada "cut-in speed", y que no supere los 25 m/s
(90 km/h), velocidad llamada cut-out speed.
La energía del viento se aprovecha mediante el uso de máquinas eólicas o
aeromotores capaces de transformar la energía eólica en energía mecánica de
rotación utilizable, ya sea para accionar directamente las máquinas operatrices o
para la producción de energía eléctrica. En este último caso, el más ampliamente
utilizado en la actualidad, el sistema de conversión —que comprende
un generador eléctrico con sus sistemas de control y de conexión a la red— es
conocido como aerogenerador. En estos la energía eólica mueve una hélice y
mediante un sistema mecánico se hace girar el rotor de un generador,
normalmente un alternador, que produce energía eléctrica. Para que su instalación
resulte rentable, suelen agruparse en concentraciones denominadas parques
eólicos.
Una turbina eólica o aerogenerador es una máquina que transforma la energía del
viento en energía mecánica mediante unas aspas oblicuas unidas a un eje común.
El eje giratorio puede conectarse a varios tipos de maquinaria, sea para moler
grano (molinos), bombear agua o generar electricidad. Cuando se usa para
producir electricidad se le denomina generador de turbina de viento. Las máquinas
movidas por el viento tienen un origen remoto, siendo las más antiguas las que
funcionaban como molinos. También es una forma de generar energía eléctrica
COMBUSTIBLES FÓSILES
1. El petróleo. El petróleo se caracteriza por su gran densidad energética, es decir,
por la cantidad de energía que contiene por litro, y su facilidad de transporte y
almacenamiento. ...
2. El gas natural. ...
3. El carbón. ...
4. Hidrocarburos no convencionales. ...
5. Las refinerías. ...
6. Las centrales termoeléctricas. ...
7. Las centrales de ciclo combinado.

RADIACTIVOS: Hemos visto que algunos elementos son radiactivos, mientras


que otros no lo son. Esto implica que la radioactividad se genera al nivel atómico,
por lo que hay que examinar los átomos, en concreto los núcleos, para entenderla
mejor.

Hay tres tipos de radiación resultantes de los átomos radiactivos: alfa, beta y
gamma. Consiste en la emisión de partículas, o energía, desde el núcleo del
átomo cuando el núcleo es inestable. Podría decirse que es la desintegración de
los átomos debido a su inestabilidad.

Entonces, ¿por qué algunos átomos son inestables y otros no?. Esto se aborda en
una sección posterior, pero por el momento digamos que se debe al diferente
número de nucleones en el núcleo, y en particular la razón entre protones y
neutrones. Los diferentes tipos de radiación se emiten para distintos tipos de
inestabilidad. Por eso diferentes fuentes emiten radiación diferente.
La inestabilidad no se limita a ciertos núcleos. Los neutrones se desintegran e
incluso los protones se acaban desintegrando, ¡pero al cabo de un tiempo de
aproximadamente 1034años! De manera que a la escala de la vida humana sobre
la Tierra, los protones se consideran estables.

Ahora que ya tenemos una idea de lo que es la radiación, podemos ver dónde la
podemos encontrar en la práctica.

Los cinco elementos: la tierra en Ayurveda

El elemento tierra, llamado prithvi en sánscrito, es el quinto de los cinco grandes


elementos (pancha mahabhutus). Está en quinto lugar porque evoluciona de cada
uno de los otros cuatro elementos (éter, aire, fuego y agua) conteniendo la esencia
de estos dentro de él. El éter proporciona a la tierra el espacio para existir. El aire
proporciona a la tierra movimientos sutiles vistos desde un nivel subatómico. El
fuego (energía) está latente dentro de la tierra, atado por los enlaces químicos de
la naturaleza que mantienen la estructura junta. Einstein cuantificó la relación
como E=MC2. E (energía) representa al elemento fuego. M (masa) representa al
elemento tierra. C (velocidad de la luz) representa al elemento aire. El agua
también es inherente a la tierra. El agua es el puente entre el estado gaseoso de
la materia y el estado sólido. Según la materia se vuelve más densa, el gas (aire,
éter y fuego) se funde en agua (materia fluida). El proceso de densificación
continúa hasta que la materia se convierte en sólida. La tierra es el representante
elemental de la naturaleza sólida de la materia.

El elemento tierra representa la materia sólida y la estructura del universo. La


tierra da forma al cuerpo humano y a toda la creación. La estructura provista por la
tierra es el conducto a través del cual los otros elementos fluyen. Todos los
elementos nacen del éter y están contenidos dentro de la tierra.

El origen del elemento tierra es el tanmatra del olor llamado gandha. El estado del
elemento tierra en el cuerpo y la capacidad para oler están profundamente
conectados. Gandha tanmatra es la causa primordial de la experiencia del olfato.
Es la semilla de la energía o potencial, que emerge del cuerpo causal que brota
del elemento tierra. Este elemento, entonces, genera el potencial de la experiencia
del olor en el cuerpo sutil y las estructuras a través de las cuales se puede
experimentar el olor en el cuerpo físico. Así, el gandha tanmatra no es el olor en sí
mismo, sino que el olor depende de él. Los trastornos en la capacidad de oler
reflejan un desequilibrio del elemento tierra.

Tierra: órgano de los sentidos y órgano de acción

La nariz es el vehículo mediante el cual se manifiesta gandha tanmatra. A través


de este organo tomamos los olores de la creación. Estas impresiones entran en el
cuerpo, la mente y la conciencia afectándonos de manera física y emocionalmente
profunda. El recto es el órgano de acción. A través del consumo y la defecación,
se regula el equilibrio del elemento tierra en el cuerpo. Si se libera demasiada
tierra, como ocurre con la diarrea, la estructura del cuerpo se debilita. Si se libera
muy poca tierra como ocurre con el estreñimiento, el cuerpo permanece fuerte
durante un tiempo pero se vuelve más y más tóxico. Debido a que el elemento
tierra y el olor están íntimamente ligados, tanto la diarrea como el estreñimiento
tienen un impacto negativo en la capacidad de oler. El exceso de elemento tierra
puede obstruir el sentido del olfato, mientras que una deficiencia de este puede
debilitar las estructuras responsables de oler. Por lo tanto, una eliminación
saludable es esencial para el equilibrio del elemento tierra, el sentido del olfato y el
bienestar general del cuerpo.

Las cualidades de la tierra

Conocer cualquier elemento es conocer sus cualidades. La tierra es fría, estable,


fuerte, seca, áspera, gruesa, densa, opaca, clara y dura. El elemento tierra es el
antídoto para los síntomas que tienen las cualidades opuestas en el cuerpo. Es
importante tomar las cualidades de la tierra cuando uno se siente demasiado
caliente, sin conexión a tierra, caótico, debilitado, fluido, carente de autoestima,
insignificante, irritable con una lengua afilada, vulnerable o si no puede soportar el
estrés.

Tierra y el kapha dosha

Kapha dosha se compone de tierra y agua. El agua con sus propiedades fresca y
calmante proporciona la protección primaria del cuerpo contra los factores de calor
(pitta) y movimiento (vata). La tierra proporciona la estructura subyacente y el
fundamento que permite el crecimiento y desarrollo de los tejidos. A medida que
aumenta kapha dosha en el cuerpo, hay un aumento general de los fluidos y la
estructura, aunque uno de los dos puede aumentar menos que el otro. El aumento
del elemento tierra provoca el engrosamiento de las estructuras del cuerpo.

De los siete dhatus del cuerpo, la tierra se encuentra en cantidades significativas


en la masa que compone los mamsa y medas dhatus. También constituye el
componente estructural sólido del ashti dhatu. Estos tres dhatus son
inmediatamente dependientes de que el elemento tierra esté sano en el cuerpo.
Mientras que los otros dhatus no tienen grandes cantidades de tierra contenida
dentro de ellos y no podrían sostener su forma sin esta. Por lo tanto, la tierra
también provee la estructura básica de los rasa, rakta, majja y shukra dhatus. Así,
todo el cuerpo depende del elemento tierra para su salud y bienestar.

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