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Seminario de Doctorado

"La Teoría de la Acción Comunicativa de

Jürgen Habermas"

PROFESOR:

Dr. Mario Heler

Escrito:

El cuidado de la Salud Pública como imposición de

imperativo sistémica.: Una lectura del higienismo Argentino

Por: Alfredo Juan Manuel Carballeda

"Creo que debemos aprender de los extravíos que han

acompañado al programa de la Modernidad y de los errores del desvariado

programa de superación en lugar de dar por perdida la Modernidad y su

proyecto"

Jürgen Habermas: La modernidad un Proyecto inacabado


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1-Introducción

"La representación de un principio objetivo en cuanto que es

constrictivo para una voluntad se denomina mandato (de la razón), y la

fórmula del mandato se llama imperativo". ( E. Kant. 80)

Jürgen Habermas intenta construir una teoría de la sociedad a

partir de la "acción comunicativa", siendo para el autor, el entendimiento

lingüístico un mecanismo de coordinación de la acción dentro de una mirada

social en dos planos; el mundo de la vida y la sociedad como sistema.

De esta forma intenta conjugar una serie de teorías alrededor del

lenguaje, la sociedad, la racionalidad y la modernidad.

Si bien Habermas es un “heredero” de la sociología crítica, no

comparte con sus maestros; Horkheimer, Adorno y Marcuse,

completamente, la visión de mundo, las críticas a la modernidad como así

tampoco acompaña la actitud pesimista y desilusionada de éstos, poniendo

énfasis por el contrario en las posibilidades de liberación que entraña la

sociedad moderna.

A partir de los trabajos de Parsosn y Luhman, Habermas, trata

de aproximarse a uno de los puntos de conflicto del Proyecto Ilustrado; la

racionalización creciente del mundo de la vida va irremediablemente en

paralelo a la complejidad sistémica. Así, esta coloniza el mundo de la vida,

poniéndose en riesgo el sentido de la acción y la libertad.

Otra característica de la obre de este autor que puede ser útil

para el tema que se propone es la noción de universalidad, como alternativa


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única , mostrando de alguna forma su reencuentro con el pensamiento

Ilustrado y esencialmente con uno de los pilares de la modernidad.

En este trabajo se tratará de analizar las posibilidades de aporte

de la Teoría Habermasiana para el estudio de los orígenes del higienismo

argentino en el marco del Proyecto Político de la Generación del Ochenta.

2- Algunos aspectos generales e interrogantes

Este trabajo, surge de una serie de interrogantes relacionados

con la mirada habermasiana de mundo; en especial a partir la centralidad

de la visión de este autor desde Occidente , comenzando en Europa.

Estas cuestiones pueden ser interesantes para interrogar a los

orígenes de los mecanismos de sustentación y consolidación del Estado

Moderno Argentino a través de la mirada a uno de sus dispositivos de

intervención en lo social; la higiene médica..

También , Habermas, al concebir a la sociología como "ciencia

de la crisis", plantea su preocupación por los aspectos anómicos que son

producto de la disolución de los sistemas sociales tradicionales y de la

formación de los modernos. El estudio de los trabajos de Habermas, puede

servir para analizar los procesos descriptos mas arriba en especial desde, la

presentación de la Generación del Ochenta en nuestro país, como "lo nuevo"

que rompe con "lo viejo", es decir con la tradición, pero, especialmente con

una visión del pasado que es relacionado con la barbarie, el atraso y

especialmente con dudosas expectativas de futuro en caso de mantenerse el

"viejo orden".
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Así aplicando conceptos de Habermas, es posible, estudiar,

como desde los “sistemas expertos“, tal esferas de valor, se produce una

relación particular con la medicina, en tanto ésta se torna casi esencialmente

"prescriptiva", aplicando esta intervención al “mundo de la vida” < desde el

esquema Habermasiano de sociedad>.

Las Políticas de Salud se transforman de este modo en

mediadoras entre la vida cotidiana de determinados grupos sociales y el

Estado en la Argentina del Primer Estado Moderno.

De esta forma surge otra perspectiva que implica y vincula a la

medicalización de la vida cotidiana como forma de resolución de los

momentos anómicos de transición de lo "viejo" a lo "nuevo", en nuestra

sociedad de fines de siglo XIX y principios del siglo XX. Así , también es

posible hallar, una relación del “mundo de la vida” con lo que el autor

denomina “patologías”, al “empobrecimiento” del primero, le corresponde

la colonización. En otras palabras, los imperativos sistémicos pueden

imponerse por sobre los consensos.

Así, el cuidado de la Salud Pública se transforma en un

instrumento de coerción como así también de amalgama de un determinado

grupo social. Pero, este , en tanto proceso, inevitablemente se extenderá en

forma lenta y paulatina en prácticamente toda la sociedad Argentina a lo

largo del siglo XX., tal vez reafirmando su modernización y el ajuste de sus

mecanismos de disciplinamiento.

En principio, el cuidado de la Salud Pública depende del aparato

político, pero por otra parte muestra la necesidad de existencia de "sistemas

expertos" que tengan la capacidad o estén habilitados para "prescribir"


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alrededor de lo que se considera correcto e incorrecto desde determinados

parámetros apoyados dentro de un establecido marco normativo.

Desde esa perspectiva, quienes, en una primera etapa reciben las

acciones de salud desde lo público pueden ser entendidos como carentes de

la "cultura política" necesaria como para dialogar simétricamente . Es

justamente que el desarrollo de las primeras acciones de salud en la Ciudad

de Buenos Aires dentro de la Generación del ochenta se dan en la periferia

de la ciudad. Un lugar caracterizado como peligroso desde diferentes

aspectos..." «El servicio respectivo de la administración sanitaria interviene

con sus elementos una vez por mes, ayudando así la acción provechosa del

inspector visitante, que tiene a su cargo la vigilancia periódica de la

higiene de la habitación, el género de vida que lleva el paciente, sus

necesidades, sus recursos, y si da cumplimiento, en fin, a los preceptos

profilácticos dados verbalmente o por escrito» ( Higiene pública. La lucha

antituberculosa en la Argentina. En la revista «La Semana Médica». Octubre

de 1903). Pero también el temor al contagio sustentaba las intervenciones ;...

...«De aquellas fétidas pocilgas, cuyo aire jamás se renueva y en

cuyo ambiente se cultivan los gérmenes de las más terribles enfermedades,

salen esas emanaciones, se incorporan a la atmósfera circunvecina y son

conducidas por ellas tal vez a los lujosos palacios de los ricos»... ( Rawson,

Guillermo. Escritos y Discursos.1895)

En la contingencia de que acción política articula palabra y bien

común, Habermas desde su noción de "aspecto deliberativo" le da una

singular importancia a este encuentro que en nuestro país pareciera que se

reduce a un determinado grupo social. Así la concepción de política


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deliberativa que plantea el autor es válida en tanto ideal aceptado.

Especialmente a partir de un "modelo" de democracia normativa que

incluye un proceso deliberativo en la toma de decisiones .Ahora bien, ¿es

posible que todo ese juego se restrinja a un sector de la sociedad?, si se tiene

en cuenta la visión de la democracia desde la fórmula restrictiva de Juan

Bautista Alberdi como principio de legitimidad, en la perspectiva de

satisfacer gratificar intereses materiales reivindicados por grupos y clases

sociales, la limitación se hace de alguna forma, visible...."Un razonamiento

subtiende esta opción política : el principio democrático fundado en la

soberanía popular es legítimo si y solo si los sujetos que la ejercen "son

capaces por su cultura, como en los Estados Unidos, de la participación de

los negocios generales", requisito para cuyo cumplimento Alberdi

únicamente observa en el horizonte político de su patria un vacío

insoportable que demanda ser cubierto por la acción educativa de las élites

del saber y del poder"( Terán, Oscar:1988)

Por otra parte, la vida política de los ochenta cumplía con ese

tipo de expectativas, así se podrían cumplir ciertos "requisitos "

relacionados con su "lógica evolutiva" en el lenguaje de Habermas, en una

especie de enfrentamiento entre lo emancipatorio y lo conservador.

"Era sólo una clase de sociedad , pero se pensaba y se sentía

como si fuera la sociedad entera. Sus integrantes se repartían

exclusivamente los cargos públicos en un juego electoral de oficialistas y

opositores de salón; alsinistas o mitristas, alternativa o copartícipes del

poder"..(Rosa, José María: 1974)


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Así, la política deliberativa puede generar un poder legítimo, en

principio dentro de un grupo reducido y paulatinamente irse extendiendo a

toda la sociedad y dentro de este juego podría haberse construido la

medicalización como producto, en tanto procedimiento para resolver

problemas que requieren de un saber, en definitiva ,útil para la regulación

de conflictos.

La medicalización podría implicar cierto nivel de articulación

entre poder, saber y regulación de conflictos con fines que son enunciados

como colectivos, pero que responden a intereses de un grupo que detenta el

poder.

De esta forma, a medicalización abarca a toda la sociedad, pero

habría diferentes criterios o "modalidades de mandato" para cada grupo

social.

La política deliberativa en tanto discursos y negociación, podría

haberse gestado en sus orígenes dentro de un grupo reducido de la sociedad

argentina incluido dentro de quienes adscribían y se integraban al proyecto

de la Generación del Ochenta y especialmente < en el caso de la

medicalización > al Positivismo Argentino. Concretando, de esta forma la

solución de cuestiones pragmáticas y éticas dentro de un grupo reducido,

donde se presupone que están arraigados ciertos valores cívicos.

Si las formas de la comunicación van construyendo escenarios

en donde la opinión pública se puede expresar de diferente manera , la

generación del ochenta, tiene, una serie de elementos como para

constituirlos.
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Ahora bien; ¿no es posible pensar una "opinión pública"

restringida a cierto grupo social?. Así esa "opinión pública" enmarcada por

su propia racionalidad es factible que genere cierta voluntad en común

compartiendo una agenda temática de cuestiones que ese grupo considera

relevantes para la "sociedad" generando mecanismos de regulación del todo.

De esta manera, el poder que se produce comunicativamente se

transforma en un poder utilizable en forma administrativa.

Quedaría como otro interrogante la posibilidad de que dentro

de la sociedad Argentina de fines de siglo XIX un grupo, que se consideraba

a si mismo "todo el país", cumplía con parte de esas condiciones, las cuales

serían comprobables por lo menos, desde un punto de vista formal.

Tal vez estas cuestiones se expliquen de esta forma ;

" La conciencia política de pertenencia a una nación surge de

una dinámica que solo puede apoderarse de la población cuando ésta había

sido arrancada de una red de lazos sociales de tipo estamental mediante

procesos de modernización económica y social, es decir cuando habíasido

movilizada a la vez que los individuos habían quedado sujetos y

aislados"...( Habermas, J:1998 .621)

O sea, están quienes se encuentran "habilitados" y quienes no,

éstos últimos , lentamente podrán ingresar a la instancia deliberativa.

3- Política y Políticas de Salud

Desde la perspectiva de J. Habermas , el nivel sistémico

coloniza al mundo de vida, de ahí que la acción comunicativa se presente

como un especie de meta para la sociedad, donde el sujeto (personalidad) es


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idealmente auto-crítico y puede abstraerse de la acción estratégica (poder-

manipulación), logrando todo ello a partir de la racionalidad comunicativa,

donde la interacción simbólica se dé partiendo de la buena fe de los

hablantes, de la comprensión y entendimiento de las actitudes y símbolos de

los mismos, buscando el consenso.

Las Políticas de Salud también sugieren la presencia de un nivel

sistémico y la existencia de sistemas expertos que se trasforman

rápidamente en normativos. Asimismo las políticas de salud, se desprenden

del aparato político. Pero, la política sanitaria aparece como elemento de

socialización dentro de un "proceso de modernización". De esta forma el

consenso sería lenta y paulatinamente adquirido. El proceso de

modernización según Habermas implica una racionalización que afecta tanto

al "nivel sistémico" como al "mundo de la vida". ..."así como desde la

perspectiva sistémica, permite la conformación de ámbitos de acción

formalmente organizados. Se distinguen y separan ,de este modo., los dos

tipos de integración, que además entran en competencia"( Heler, M.: 88)

Pero en algunas áreas esos mecanismos no existen, de allí, que

se presenta una contradicción entre el consenso adquirido y el consenso

adscripto. El primero sería adquirido, <incorporado> paulatinamente en una

suerte de "evolución" de la sociedad.

A su vez, la medicalización se presenta como un producto de

saberes de los expertos que colonizan el mundo de la vida . También, puede

ser vista como proceso de racionalización que desde la intervención en lo

social en muchos casos apunta a la familia. Esta como institución, se

presenta como un espacio de relaciones de poder que trata de transformar un


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cuerpo biológico en un sujeto humano mediante la introyección de la ley

(Lacan; J: 1997).

Estas cuestiones también muestran la necesidad de dispositivos

de formación de consensos, estos , en el caso de nuestro país , pueden

haberse constituido por coerción y paulatinamente desde la construcción de

opinión pública, coincidiendo nuevamente en la medicalización como vía

para la socialización. Pero, en definitiva la formación de consenso en este

"sector", nuevamente corresponde al experto quien tiene, "poder de

prescripción".

Pareciera que existe cierto consenso y alguna relación en el

"mundo de la vida", como algo construido artificialmente. Por otra parte ,

entre la comunidad real y la comunidad ideal; ¿se obtienen consensos en

relación a las conductas dominantes?

El Nivel Sistémico, implica una serie de redes de

interdependencia anónimas, pero la aparición de "patologías" implica la

necesidad de imposición de imperativos sistémicos. De esta forma, es

posible pensar que desde los orígenes del Higienismo Argentino, en especial

desde su espíritu positivista, se construyen imperativos sistémicos, en

función de una idea de "bien común", perteneciente a una clase social, que

se considera a si misma todo el país, pero especialmente como portadora

única de la racionalidad , adscribiendo su proyecto de clase a una estrecha

vinculación con Europa , en especial con Inglaterra y Francia.

La Generación del Ochenta sería el proyecto "moderno" de país

que no acepta ningún tipo de relativismo cultural. Existirían de todas formas

algunas diferencias, en tanto que el Proyecto de los ochenta se relaciona


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con el Positivismo, mientras que esta estructuración del "nivel sistémico"

que propone Habermas se vincularía mas estrechamente con el ideal

emancipador de la Ilustración. Ambas corrientes dentro de la modernidad

interpretan de forma diferente el país. En el caso de la Generación del

Ochenta, plantea la existencia de una lógica evolutiva presentándose a si

misma como "comunidad ideal", separándose de una "comunidad real" a la

cual debe colonizar mediante prescripciones.

Tal vez, el " nivel normativo", muestre el aspecto institucional

de las prácticas de gestión de la salud pública a principios de siglo,

articulando una serie de medidas, reglamentaciones, ordenanzas

municipales, etc. que ratifican la aplicación y necesidad de la

institucionalización. De esta forma, el cuidado de la salud que podría se

ubicado en el nivel comunicativo en tanto expresión ética se transforma en

definitiva en una imposición de imperativo sistémica. Por otra parte, la

aplicación de normas es considerada válida si se cumple con determinados

procedimientos o prácticas . Por ejemplo; en una aplicación directa de la

prescripción el cuidado del cuerpo se aproximaba cada vez más a una

práctica moral:

«Tomemos un obrero cuyo trabajo está bien pago y expuesto a

pocos paros, su mujer es hacendosa y gana además un pequeño salario

trabajando en casa: no tienen sino uno o dos hijos. Si la sensibilidad y la

inteligencia de este hombre estuviesen lo bastante cultivadas para que

apreciase otros placeres que la bebida, las barajas y el café concierto, si

estuviese instruido en higiene y supiese que la salud es el primero de los

bienes, si para conservar la suya estuviese resuelto a refrenar varias de sus


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tendencias y además de todo eso tuviese una voluntad de hierro... Oh!

entonces cuántos cambios en su existencia! Gastaría más en habitación y

menos en ropa, más en alimentos y menos en bebidas, elegiría sus

alimentos de otra manera, los mascaría con cuidado extremo y los

absorbería despacio en vez de tragarlos apresuradamente. Obligado como

está a madrugar, se acostaría temprano en vez de velar en el café; sabiendo

que la fatiga prepara el terreno de la Tuberculosis, se privaría de los

excitantes tales como el vino, el tabaco y el café... Inmediatamente que le

llegase esta queja, disminuiría su esfuerzo restringiendo su tarea o

buscando jornadas más cortas y heroicamente aceptaría la reducción de su

salario que un asalariado sufre necesariamente cuando la producción

disminuye. Esposo fiel y tranquilo, escaparía a las contaminaciones

venéreas y a la fatiga sexual...--( Bunge, Augusto. Las conquistas. Citado

por Héctor Recalde en «La Higiene y el Trabajo». CEAL 1988).

Las mismas se proponen desde una visión local pero desde una

posición universalista, desde estructuras universales de racionalidad, las

mismas, subyacen a la comprensión moderna del mundo. La universalidad

de la razón se inscribe en la modernización occidental. Así desde esa

perspectiva es posible justificar la colonización de algunos aspectos del

"mundo de la vida" de los otros, de aquellos que no fueron incorporados al

Proyecto de Nación de la generación del ochenta.

4-Habermas y la Modernidad: modernización como

racionalización de la sociedad
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"La Modernidad ya no puede pedir prestada a otras épocas las

pautas por las que ha de orientarse. La modernidad depende

exclusivamente de si misma y tiene que extraer de sí misma sus elementos

normativos".(Habermas, J,:1988)

El presente es visto como una transición hacia lo nuevo, en una

visión optimista del futuro donde aquello que está adelante en la secuencia

cronológica del tiempo es "mejor", por el solo hecho de estar allí. Pero lo

moderno, también se presenta como autónomo y construye su propia esfera

de racionalidad . Esta se presenta como única y universal, de alguna manera

con un mandato expansivo hacia toda la humanidad. A su vez, la razón se

presenta como principio ordenador, oponiéndose al "caos", desde la

racionalidad europea. Una razón que se universaliza.

Desde la afirmación donde en Occidente a partir del siglo XVIII

se viene constituyendo una nueva conciencia de época. Nueva como

"período propio" , "contemporáneo".

También desde esa perspectiva el presente implica una visión del

pasado "dirigiendo su acción", En especial , la modernidad "debe extraer de

si misma sus elementos normativos".

Por otra parte , Habermas intenta articular historia y

pensamiento utópico, ..."El pensamiento histórico, nutrido por la

experiencia, parece estar llamado a criticar los proyectos utópicos; el

exuberante pensamiento utópico parece tener la función de exponer

alternativas de acción y posibilidades de juego que trasciendan a las

continuidades históricas"...

( Habermas, J:1988)
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A su vez desde la complejidad de los sistemas se orienta en que

cuanto mayor sea la complejidad de los sistemas mas importante será la

posibilidad de consecuencias secundarias disfuncionales. En otras palabras y

volviendo a la cuestión de la medicalización, desde esta perspectiva, la

sociedad porteña de principios de siglo XX se presenta como sumamente

compleja y de allí se podrían pensar intervenciones que apunten a las

posibles disfuncionalidades. Las mismas atravesadas por los ideales

positivistas asentados en el evolucionismo de Spencer, donde se apoya la

visión del darwinismo social, desde la interpretación de la "lucha por la

vida" y la "supervivencia del mas apto" , el mundo social relacionado con la

modernidad naciente del Estado Argentino, donde se temía por la

gobernabilidad a partir de la enorme afluencia de población inmigrante, la

que genera un marco de preocupación a los pensadores positivistas

Argentinos de principios de siglo. La mayoría de ellos relacionados a la

medicina y a una visión de la sociedad como "cuerpo" y a las crisis como

"patologías". Proceso que se construye dentro de una sociedad que se

caracteriza por la heterogeneidad de los recién llegados y la "amenaza" de la

"orilla", es decir aquellos que quedaron afuera de la modernización y el

orden.

Aquí nuevamente aparece el relativismo como amenaza, la

Generación del Ochenta es consecuente con temor moderno al relativismo

cultural que luego va a ser retomado por Habermas. Es mas, en el caso del

Positivismo Argentino una de las resoluciones que se plantean se relacionan

con la creación de dispositivos de homogenización de la sociedad, así la

salud y la educación cumplirán un papel clave. El caso de José María Ramos


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Mejía (médico), creador de la Asistencia Pública, el Departamento de

Higiene, la Cátedra de Neuropatología y en 1914 queda al frente del

Consejo Nacional de Educación, preocupado por la gobernabilidad, se

apoya en las instituciones ..."pocas cosas como la organización de la

liturgia patria por Ramos Mejía desde aquel espacio educativo avalan tan

linealmente ese aserto"....(Terán Oscar: 1987)

Si Habermas considera a la sociología como ciencia de la crisis,

en esta aspecto también puede ser útil su mirada para el análisis de la

Generación del ochenta y el origen del higienismo argentino, ocupándose de

la disolución de los sistemas sociales tradicionales y la formación de los

modernos.

En síntesis , el cuidado de la Salud Pública como imposición de

imperativo sistémico, implica una posibilidad de lectura de los orígenes del

higienismo argentino como ordenador de la sociedad y esencialmente como

dispositivo de búsqueda de equilibrios en la obturación del conflicto social.

Bibliografía

Kant. E Fundamentación de la metafísica de las costumbres, cap.

2 (Espasa Calpe, Madrid 1994, 10ª ed., p. 80-83).

Habermas,Jürgen Facticidad y Validez. Editorial Trotta.

Madrid.1998

Habermas, Jürgen : Ensayos Políticos. Ediciones Península 1988


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Heler, Mario Modernidad , Racionalidad y Universalidad en

Jürgen Habermas (inédito)

Terán, Oscar: Positivismo y Nación. Editorial Puntosur.1988

Terán,Oscar: Alberdi póstumo. Editoroal Puntosur.1987.


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