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CAMBIO EDUCATIVO

Escuelas ‘sin paredes’:


puerta abierta a la
creatividad
La infraestructura del aula contribuye a despertar o apagar la motivación
de niños, jóvenes y maestros para la creatividad y los aprendiajzaes.
Nuevas escuelas rompen moldes para combinar educación con juego.

Alberto Barrantes. 20 febrero

El Liceo Europa en Zaragoza, España, es ejemplo de una arquitectura y diseño del aula en
favor de la creatividad. El proyecto estuvo a cargo del Rosan Bosch Studio. Cortesía: Rosan
Bosch Estudio
Educar entre cuatro paredes, con ruido, sin suficiente luz y con
estudiantes organizados en filas de pupitres, uno detrás de otro, no es
más que la reproducción de una fábrica de la era industrial, donde se
espera con ansias el sonido del timbre para hacer un receso, cambiar
el color del cuaderno y seguir repitiendo conceptos para aprobar el
examen.

Esa forma de educar apaga la motivación, la creatividad y nos obliga a


todos a encajar en un mismo molde, sin tomar en cuenta que
aprendemos diferente y que poseemos habilidades distintas.
Enhorabuena, ya en varios países se habla de “educar sin paredes”:
aulas o espacios que integran el uso medios digitales, mesas para el
trabajo en equipo, áreas de juego e investigación y que son amigables
con los estudiantes, los docentes y el medio ambiente (aprovechan la
luz natural en su arquitectura).

Son nuevos entornos en los que alumnos y maestros combinan el uso


de dispositivos móviles con la experiencia cara a cara para la resolución
de problemas: ya sea de pie, sentados o estirados en el suelo; rodeados
de paredes de colores y de materiales audiovisuales.

Un ejemplo de este cambio educativo es la Escuela Vittra Telefonplan,


en Estocolmo, Suecia, donde los mismos estudiantes aportaron ideas
para el diseño del centro educativo, en conjunto con el equipo de trabajo
de la artista Rosan Bosch. Su mensaje es directo: “basta de aulas
tradicionales, llenas de sillas y escritorios. Si queremos un cambio en el
mundo, debemos empezar por la escuela. ¿Es difícil? ¡Claro que lo es!
Pero no cambiar no es la opción.El entorno influye en la motivación para
ser creativos”, afirma Bosch.

En esta escuela, las maestras pueden dar clases encima de un


“iceberg” con videos, sonidos y espacios para jugar. Hay laboratorios
donde niñas y niños pueden aventurarse a proyectos de robótica. Estas
escuelas “sin paredes” trabajan por dotar a sus alumnos de las
herramientas que exige la era digital y el futuro del trabajo: creatividad,
comunicación, cooperación, resolución de problemas, adaptación al
cambio y aprender a aprender.

Para los más conservadores, el aula “sin paredes” no se trata de que


niños y jóvenes “hagan lo que quieran”, sino de crear entornos que
motiven y estimulen a que el alumno se involucre más con su proceso
aprendizaje, según sus capacidades y con un equilibrio adecuado entre
autonomía y límites, bajo la guía de sus maestros.

En Costa Rica. Desafortunadamente, la realidad en la mayoría de aulas


costarricenses apunta al modelo descrito en el primer párrafo: aulas
cuadradas, cajones oscuros, ruidosos, donde romper filas es la
excepción a la norma y donde la carencia de materiales didácticos
desmotiva a cualquiera.

El último Informe del Estado de la Educación señala que los materiales


más empleados en nuestras aulas son cuadernos, fotocopias, pizarras
y calculadoras. Sobre una muestra de 118 salones de clase el informe
anota las siguientes falencias:

 En todas las aulas, los niveles de ruido son altos y, en


algunos casos, mayores que los de los pasillos. Las aulas
evaluadas registran niveles de ruido por encima de los
máximos permitidos para zonas comerciales e industriales.
 La luminosidad suele ser bastante menor a la establecida
por el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (500 lux
es la norma). En centros de bajo desempeño, el promedio
es de 267 lux.
 En una observación en salones de preescolar de la Gran
Área Metropolitana (GAM) se identificó niveles mínimos de
calidad en el espacio físico, falta de mobiliario según la
edad de los niños y carencia de materiales, en especial
libros.
 En general, tres de cada cuatro aulas ticas (el 76%) se
encuentran fuera de las zonas de confort permisibles.

El entorno es capaz de despertar o apagar el interés en niños, jóvenes


y profesores: aulas uniformes, con los mismos colores, calurosas y con
ruido, acentúan los síntomas de una educación acartonada, de mala
calidad, donde lo que importa es solo aprobar el curso, buscar los días
feriados en el calendario y alegrarse con pasar el examen, aunque no
se sepa bien ni leer, ni escribir, ni pensar, ni comprender.
Sin paredes, sin pizarras, sin tizas

El sistema educativo sueco se ha caracterizado siempre por la innovación.


Ahora, en el siglo XXI, con el desarrollo de las tecnologías de la información (TIC) y sus
innegables y prácticas aplicaciones a la enseñanza, las escuelas Vittra han decidido asumir más
riesgos y rizar el rizo: un aula no ya inteligente sino inexistente.
En la página web www.yorokobu.es/un-colegio-que-no-parece-un-colegio/ aparecen unas fotos
que explican la novedad de este centro educativo sin clases ni aulas.

El diseño del colegio, que forma parte de su filosofía pedagógica, se lo han encargado al estudio
de interiorismo Rosan Bosch. El resultado es interesante y desconcertante, pues en España, y
en el resto del mundo, estamos acostumbrados a otra cosa.

Vittra, que cuenta con una red de 30 colegios, totalmente gratuitos (suele ser lo normal en
Suecia),propugna una educación más flexible donde el alumno es el centro del proceso
educativo. Lo que se busca es escaparse de un sistema férreo y encorsetado que se traduce en
la falta de innovación y de imaginación, con un modelo tan establecido y burocrático que impide
salirse del guión. Es cierto que en los últimos años, con la irrupción de las nuevas tecnologías,
en muchos centros, también españoles, se han producido interesantísimos experimentos para
introducir significativos cambios pedagógicos con el fin de acabar con la a menudo fría y distante
lección magistral e implicar más al alumno en su proceso de aprendizaje, contando con sus
gustos y opiniones. Las nuevas tecnologías, a sumanera, han revolucionado mucho las cosas.
UNA REVOLUCIÓN
Pero lo que propone Vittra es un salto copernicano. En sus colegios no existen clases ni aulas.
Los alumnos van por libre. Tienen zonas para trabajar de manera individual y otras zonas para
realizar trabajos en equipo.

Las prioridades son claras: primero, el uso de las tecnologías, indispensables para que el alumno
pueda marcarse su propio ritmo; en segundo lugar, la enseñanza bilingüe (sueco-inglés); y en
tercer lugar, un aprendizaje que está basado en la experiencia y en la cercanía de los alumnos,
subrayando la necesidad de relacionarse con los demás. El papel del profesor es la atención
personalizada a los alumnos y el constante acompañamiento para guiar, sugerir,motivar, etc. No
se trata, pues, de una educación individualista, donde todo dependa exclusivamente del alumno,
sino que también hay un componente social. Ni tampoco tiene nada que ver este sistema con la
modalidad home schooling, la enseñanza en casa, otro estilo educativo que crece en algunos
países (en Estados Unidos estudian en casa cerca de dos millones de alumnos).

Estos cambios chocan frontalmente con el modelo tradicional, apegado a unos esquemas y hasta
a un diseño y una arquitectura donde no hay sitio para el cambio y la imaginación. Este modelo
ha propiciado un interesante y encendido debate sobre su viabilidad en otros países.
Es cierto que está por ver si los resultados académicos de estos alumnos son iguales o mejores
que los de las escuelas tradicionales; sin embargo, el debate que ha generado resulta ya positivo,
pues las escuelas Vittrademuestran, en la práctica, que hay otros modelos de escuela posible.
"LOS ALUMNOS NECESITAN AL PROFESOR Y LAS AULAS"
Kärstin Hultman es directora de varios colegios en Suecia. La hemos pedido que nos dé su
opinión sobre este tipo de escuelas y sus posibilidades de desarrollo. “Este tipo de modelo de
escuela tiene cierto tirón en algunos lugares de Suecia, y está atrayendo a alumnos.
Personalmente, no creo en este modelo.Para mí, los alumnos necesitan tanto al profesor como
al aula. Los alumnos en este tipo de colegios trabajan de forma muy autónoma y los profesores
hacen de tutores/guiadores. Esto requiere, por parte de los alumnos, un alto grado de disciplina
para responder a este tipo de modelo y veo, hoy por hoy, muy lejos que la mayoría de los alumnos
puedan asumir la responsabilidad requerida.
Considero que los alumnos necesitan de estructuras más definidas así como de profesores
presentes y preparados para liderar la enseñanza.Para los alumnos, en principio, resulta
excitante tener su propio ordenador, aunque sea en préstamo.Pero los ordenadores deben de
ser una herramienta, un complemento, nada más.
En nuestros centros recibimos muchas veces a alumnos que proceden de otros centros que
trabajan de forma similar a las escuelas Vittra y, a mi entender, tienen fallos académicos
grandes”.
EL MODELO SUECO
En el número 135 de Nueva Revista, publicación de la Universidad Internacional de La Rioja
(UNIR), aparece un artículo de Mauricio Rojas, profesor adjunto de la Universidad de Lund, La
modernización de la educación española. El modelo sueco, del que extraemos los siguientes
párrafos que sirven para explicar los últimos pasos dados en Suecia para reformar sumodelo
educativo, dando facilidades para la creación de “escuelas libres” (friskolor), financiadas con
dinero público pero de gestión privada. Las últimas leyes fomentan la iniciativa de la sociedad
civil para mejorar la calidad.

“El año 1992 el Parlamento sueco estableció la libertad tanto de elegir como de crear escuelas
básicas no públicas plenamente financiadas por un bonus escolar que estas escuelas recibirían
en la medida en que los ciudadanos las eligiesen.
En 1993 se dio la misma libertad para los colegios secundarios y, posteriormente, la reforma se
extendió a las escuelas infantiles.
Condición para recibir el bono fue la de cumplir con una serie de requisitos de calidad y no
efectuar cobros suplementarios ni discriminar a los alumnos por razones ajenas a sumérito o
aptitud.
La reforma se fortaleció rápidamente debido al gran entusiasmo mostrado por docentes, padres
y emprendedores educacionales.
Esto hizo irreversible la irrupción de las llamadas “escuelas libres” (friskolor).
Hoy existen 1.230 escuelas primarias y secundarias libres a las que asisten unos 200.000
alumnos (....). El éxito de las mismas se debe al gran compromiso de profesionales, padres y
educandos en proyectos educacionales bien diferenciados y a su insistencia en la
responsabilidad, la disciplina y el estudio”.

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