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Ataduras que abortan teu destino.

Juizes 16:21

Uma pessoa pode experimentar ataduras em uma, várias ou todas as áreas de sua vida.
Existen diferentes géneros e tipos de ataduras. Ataduras vielhas e novas, próprias
e generacionais, voluntarias e involuntarias, visiveis e invisíveis. Uma atadura
existe dentro de um destes seis grupos: ataduras físicas, emocionais, espirituais,
culturais, sociais e económicas. Quando una pessoa está cativa por una
atadura, experimenta o que Sansão experimentou em Gaza: girar en círculos em um
moinho, dando voltas no mesmo lugar sem poder avançar, desperdiçando esforço e
energía para o beneficio de outro. Siempre habrá alguien que se beneficia de una
atadura: el infierno y las personas que operan bajo las tinieblas. La persona que
ha tenido una atadura por mucho tiempo, muchas veces no es conciente de esa
atadura, hasta que es expuesta por la luz y el poder de Dios. A Sansón le
arrancaron los ojos; esto proféticamente nos dice que donde no hay visión no hay
avance, pero además predomina una atadura. Las ataduras traen ceguera espiritual,
falta de visión, de entendimiento y de esperanza.

Si has estado experimentando todo esto ¡necesitas un urgente rompimiento que acabe
con todas esas ataduras! Este artículo no ha llegado a tus manos por casualidad,
sino porque ¡Dios hoy quiere comenzar un proceso de liberación para que
experimentes su Presencia en el ahora y entres a su propósito!

1. ¿QUÉ ES UNA ATADURA?

Una atadura o una ligadura, es un elemento espiritual que impide el movimiento y el


avance, aislando y destruyendo la libertad de una persona o una nación. Todo
aquello que amarra a un punto fijo es una atadura. Las Escrituras utilizan
diferentes figuras proféticas para ilustrar cómo opera una atadura: yugos, cuerdas,
pesadas cargas, molinetes, grilletes y cadenas. Todos tienen algo en común: oprimen
y atormentan.

Toda atadura o ligadura, con el paso del tiempo termina desarrollando un hábito y
una conducta, que luego generan más hábitos y más conductas destructivas. Una
atadura es también un ámbito espiritual de destrucción en donde se aceleran el
deterioro físico, espiritual y moral de la persona. El alimento de las ataduras son
el pecado contra Dios y la ausencia de Él. Es decir, cuando alguien no lidia a
tiempo con una atadura, esta irá echando raíces hasta establecer otra atadura, y
luego otra atadura en otra área, hasta que la persona queda en completa cautividad.
En cambio cuando existe una comunión intima con Dios y una obediencia a su visión,
propósito y diseño, día a día Dios va limpiando, sanando, liberando y rompiendo las
ataduras cuando estas recién quieren arraigarse.

Las grandes ataduras comienzan con pequeñas puertas abiertas, y van creciendo y
arraigándose al punto de convertirse en fortalezas y luego en maldiciones. Toma
tiempo y rebelión que una atadura inicial se transforme en � maldición
generacional.

Por ejemplo, las ataduras físicas tienen que ver con la manifestación demoníaca en
el ámbito del cuerpo y la influencia que ejercen sobre el, aunque la raíz esté en
el alma. Algunos ejemplos de ataduras en el ámbito físico se manifiestan en forma
de vicios y son: uso de drogas, dependencia innecesaria de fármacos, alcoholismo,
hábitos y conductas sexuales desordenadas y desenfrenadas, falta de higiene u
obsesión por la misma, desordenes alimenticios que se manifiestan en la obesidad,
la bulimia o la anorexia. Sansón había desarrollado una seria conducta viciosa y un
estilo de vida desordenado en su sexualidad, en su llamado y en su identidad. Eso
provocó que una atadura llevara a una fortaleza, y finalmente a la destrucción.
Normalmente una atadura física tiene un equivalente en una atadura emocional y
espiritual. Es decir, lo físico es reflejado en lo emocional.

Cuando Dalila intentó conocer el secreto de la fuerza de Sansón, Sansón le dio


falsas respuestas, y a pesar de que Dalila intentaba poner en práctica la forma de
quitarle la fuerza y la unción, Sansón seguía jugando con su secreto ¿porqué?
Porque ya estaba en un nivel de atadura habitual que le impedía ver el peligro
inminente. La persona que está bajo ataduras, en la medida que las ataduras se
vuelven fortalezas y maldiciones, menos ve, menos oye y menos percibe lo evidente.
Mucho antes de que le arrancaran los ojos, ya Sansón había perdido su visión. El
castigo tuvo mucho que ver con su transgresión: su caída fue por lo que vio y lo
sedujo, pero su final glorioso, tuvo que ver con lo que no vio pero logró destruir.

No obstante, Sansón le dio a Dalila tres falsas respuestas, que sin embargo
contienen códigos proféticos que nos muestran más acerca de como operan las
ataduras y en qué niveles y nos dejan importantes enseñanzas.

“Si me ataren fuertemente con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos,
entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres” Jueces 16:7

2. TIPOS DE ATADURAS.

Ataduras con mimbres verdes: Lo primero tuvo que ver con ser atado por siete
mimbres verdes, y con un hechizo de sus propias palabras: no dijo que perdería su
fuerza, sino “si me ataren me debilitaré y seré como cualquier de los hombres”. En
esta instancia había perdido ¼ de su fuerza. Sus propias palabras comenzaron a
tejer el comienzo de su final.
La palabra hebrea original para este tipo de ataduras es “kelub”, y se refiere a
los mimbres utilizados para tenzar arcos y lanzar flechas.

También se refiere a los mimbres que se utilizaban para fabricar jaulas. Esto es
muy interesante por dos razones: al enredarse con sus propias palabras Sansón
estaba entregando su unción para la guerra y su discernimiento profético.
Recordemos que la palabra “pecado”, no tiene que ver en su signifciado original
tanto con maldad, sino mas bien con “errar al blanco”. Entonces, al declarar esto
con sus propias palabras, el se estaba atando al error, y a la pérdida de su
libertad. Entendamos esto: nadie pierde la unción de un día para otro, y nadie cae
de la noche a la mañana. Toda caída, es una serie de errores y malas decisiones,
que termina en un caos, pero se origina con algo pequeño. Los grandes desastres
siempre comienzan con pequeñas mentiras y pequeñas “cesiones” que a la larga se
terminan pagando muy caro.

Toda persona que experimenta una pérdida real de su libertad espiritual y


emocional, se encuentra en este nivel. Muchas veces los mimbres son relaciones y
personas que Dios no aprueba, personas que nos atan y maldicen con sus palabras, o
malas decisiones que tomamos por ignorancia o falta de experiencia y madurez.
Ataduras con cuerdas sin usar:Lo segundo tuvo que ver con ser atado fuertemente con
cuerdas nuevas que no se hayan usado antes. Esto nos habla de ataduras al nivel del
alma y las emociones. La palabra hebrea utilizada en este caso es “kjbel”, que
significa “atadura que produce dolor”. Muchas personas no dimensionan el daño que
su pasado le infringe a su presente y a su destino profético, y toda atadura que
causa dolor, tiene que ver con esto. Cuando no resolvemos los asuntos de nuestro
interior por medio de la liberación y la sanidad, esto se convierte en algo peor, y
origina que el dolor y la culpa se propaguen a otras áreas de nuestro ser, incluso
nuestro cuerpo. Cuando un recuerdo, al traerlo al ahora, trae dolor y sigue
causando angustia e impotencia, se está manifestando este nivel de ataduras.

Proféticamente, las cuerdas también nos habla de territorios y dominios. Al ser


atado con cuerdas, él estaba cediendo su territorio asignado. Nuevamente se ató con
sus propias palabras al decir: “si me ataren, me debilitaré y seré como cualquiera
de los hombres”. En esta instancia ya había perdido la mitad de su fuerza. Una
persona que ha experimentado pérdida de su familia, ministerio, capital, de sus
bienes, de su área de influencia y de aquello que en un momento tuvo y ya no tiene,
está en este nivel de ataduras.

Ataduras con trenzas de su cabeza a una estaca: Lo tercero tuvo que ver con
tejer siete guedejas (trenzas) de su cabeza con tela y asegurarlo a la estaca.
Notemos que el primer tipo de ataduras, los mimbres verdes, alcanzó al cuerpo; el
segundo tipo de ataduras alcanzó al alma y las emociones; y este tercer tipo de
ataduras de su cabello a una estaca clavada en tierra, alcanzó la cabeza, es decir
el espíritu, el hombre interior y la unción que este portaba.

Cuando hablamos de las trenzas, es una figura profética de los pensamientos y las
decisiones, y en el caso de Sansón, estaba relacionado directamente con su
identidad. Es decir, el estaba diciendo proféticamente, ato mi unción y mi llamado
a una estaca clavada en la tierra. Cada vez que el infierno logra controlar la
mente trayendo depresión, angustia, verdades contaminadas y pensamientos tóxicos
cargados de autocompasión y reproches, es porque hay una estaca clavada a la
tierra, que está transmitiendo la maldición de ella.

El hecho de que esta atadura tuviera que ver con su cabeza, nos habla de la
abdicación de su autoridad y su medida de unción. Lo que él creía que era un engaño
a Dalila, era en realidad un engaño hacia él mismo. Jamás satanás puede operar en
una vida, un territorio o una nación si alguien no le otrogó el derecho legal de
hacerlo. En el caso de la tierra, quien se lo dio fue Adán, pero en el caso de cada
individuo, a lo largo de nuestra vida vamos cediendo derechos legales. Cada estaca
clavada en la tierra, tiene que ver con la legalidad con la que el infierno está
operando. Sansón no se dió cuenta, de que antes de revelar el gran secreto y de la
posterior gran caída, primero había sido atado por sus propias acciones, por sus
propias mentiras y por sus propios enemigos.

Los límites fueron puestos por Dios para protegernos, pero en este caso, todos los
límites que lo protegían, habían sido violados sistemáticamente, a tal punto que ya
cuando al final Sansón revela el secreto de su fuerza, su unción había sido drenada
por causa de las ataduras a las que el mismo se había amarrado. La estaca fue el
paso previo a la caída. En el momento en que Dalila ató sus cabellos a una estaca,
usurpó la autoridad y la unción del cielo, clavándolo y amarrandolo en la tierra
llena de maldiciones. Tomó lo que Sansón tenía del más allá, y lo clavó con una
estaca a las limitaciones del más acá. ¿Cuantas personas existen hoy con
poderososllamados, y con dones sobresalientes, pero con su propósito clavado a una
estaca por causa de una mala decisión o una mala relación?

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