EL REGIMEN TRIBUTARIO EN LA
CONSTITUCION: ESTUDIO PRELIMINAR*
‘La Constitiucién de 1993 ha renovado la discusién
sobre los alcances que, en ruestro pais, debe tener el
jpoder tributario. El Doctor Jorge Danés analiza en
il presente articulo la opcién que ha adoptado la
|rteva Carta eriticando tos dfectosen que ha inci
\rrido y realizando interesantes y ejemplificadoras
ie2mparaciones con el Derecho espaol.
|e autor se ocupa, también con rigor, de los princi-
pios rectores de la Constitucién, la vigencia de las
hormas tributarias, la inmunidad tributaria y las
Garantias Constitucionales aplicables a la tri-
‘butacién,
! aungae de tats de on,
Regional pan
oct Hel spe
‘ioonar tates tbutara 16 que nunc se produjo durante a
‘Sobre tama oe puede lee a Tess de Dahir de Andets Vande Angele,
Ie es stn y dnd ie Trt Reger we
e Ricardo Salazar Cher sAspetos Trbarins det
Jorge Danés Ordéiiez
Profesor de Derecho Administrativo
y Derecho Tributario
Pontificia’ Universidad Catélica
El propésito de este trabajo es esbozar algunas re-
flexiones acerca de las principales innovaciones
contenidas en la Constitucién de 1998, referidas a
Ja materia tributaria.
1 DISTRIBUCION DEL PODER
TRIBUTARIO.
Partimos del concepto de poder tributario como
atribucién 0 potestad atribuida por la Constitu-
Gién a los diferentes niveles de gobierno para
crear, modificar, suprimir 0 exonerar tributos
El articulo 74° de la nueva Carta sélo considera a
dos niveles de gobierno como titulares del poder:
tributario: al Gobierno Central y a los Gobiernos
Locales 0 Municipios, pero ya no a las Regiones,
como si lo hacia la Carta de 1979. Esto es perfecta-
mente explicable si consideramos que el diseno
constitucional ha sido propenso a acentuar el cen-
tralismo y por ello el Capitulo XIV reduce nota-
blemente las atribuciones de las instancias de go-
bierno descentralizadas.
Respecto del Gobierno Central, el poder tributario
estd repartido entre el Congreso y el Poder Ejecu-
tivo. Al Ejecutivo le corresponde regular aranceles,
(tributos que gravan las importaciones) y tasas; alCongreso, crear todos los demés tipos tributarios,
que son los impuestos (es decir, los tributos de
mayor gravitacién econémica) y las contribu-
ones. Eneste aspecto, la modificacién reside en.
que se han incrementado los poderes del ejecuti-
vo para regular el tipo tasas, que como sabemos
son tributos vinculados, que a su vez conforme al
nuevo texto del Cédigo Tributario, comprenden
arbitrios, derechos y licencias.
En esta materia, la Constitucién ha configurado
tuna verdadera «reserva de Administracin», de
tal modo que sélo el Ejecutivo podré regular los
tipos tributarios aranceles y tasas, sin que al Con-
greso le esté permitido intervenir en la regulacion
de estos tributos
A pesar de que, en un primer momento, el Pro-
yecto de Constitucién elevado al Pleno por la Co-
misin de Constitucién’ pretendié reservar el po-
der Tributario al Parlamento para su ejercicio ex-
clusivo a través de leyes, finalmente el articulo 27"
vigente establece en forma expresa que cabe la
delegacién de facultades legislativas en favor del
jecutivo para regular lo tributario mediante De-
creto Legislative, como sucedié con frecuencia
durante la Carta de 1979. No existe duda alguna
de que este dispositive admite también que en un
futuro el Pleno del Congreso pueda delegar facul-
tades legislativas a la Comision Permanente para
aprobar leyes de carécter tributario, conforme al
inciso 4) del art 101° de la nueva Constitucién’.
Pero la innovacién més importante estriba en que
se prohibe expresamente que el Ejecutivo pueda
utilizar los Decretos de Urgencia, a que se refiere
el inciso 19) del articulo 4$8° de la Carta, para re~
gular la materia tributaria[“rcerder aT Fh s=peonps]
Para explicar esa dréstica limitacion, vale la pena
recordar que durante la vigencia de la Constitu-
on de 1979 se dictaron largamente més de 2,000
Decretos de Urgencia, de los cuales un importan,
te porcentaje estuvo referido a la materia tribute:
ria Aunque en un primer momento, ante
avalancha de tales dispositivos, la reaccién de am.
plios sectores de la doctrina fue mas bien de dey,
concierto y ain de rechazo, la posibilidad de dist
tar Decretos de Emergencia de carcter tibutarig
fue finalmente reconocida por el Congreso a tra!
vvés de la Ley de control parlamentario, Ley NP
25397 de 1991, pero limitando su accionar tan s6lg
a le modifica 0 ala suspensién temporal de
tributes
Los constituyentes, en lugar de optar por una
formula semejante a la citada ley, han preferido
establecer una rigurosa prohibicin total que no
parece aconsejable. Incluso ello es contradictorio
con el comportamiento del Gobierno en lo que va
de su gestion, porque es evidente que las mas.
portantes normas tributarias en los uiltimos afiog
han sido dictadas por el Ejecutivo.
‘
Se sabe que la referida prohibicién fue propuesty
por el congresista Chirinos Soto y encontré inme:
diata acogida en otros integrantes de la Comisién
de Constitucién (en la 4% sesién celebrada el
260493). No cabe duda de que en ese momento
era coherente con la parte inicial del mismo at
ticulo que proyectaba una reserva de lo tributario
alla ley formal del Congreso (ver nota 4).
Se trata también de una manifestacion de cémo
nueva Constitucién, no obstante haber mantenido
Ja mencién a la «economia social de mercado», ha
establecido prohibiciones e incorporado insti.
cones que orientan el régimen econémico previs-
to en la Constitucién hacia un modelo decidide
mente mas-cercano con la. f6rmula.del Estado li |
beral abstencionista.
En los paises donde se acepta la legislacién de ur
gencia en materia tributaria, la doctrina sefiala
2 concepto sreserva’ de. Adiministricén» es polémico, pero creo que permite graficar la existenda ay
‘La relacén’ ene los: Poderes del: Estado’ en
‘constiticionalmente reservado.al-E “AV respecte: A. Embid ‘jo.
‘Alemana>. En Revista de Administrcién Publica N® 115. Ab 1988 Madsid.
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nines ssa e's Sm tc de Comin a Coin, Aue sic
‘exchisivamente por ley del Congreso, salvo aranceles y tasas que se regulan mediantal
se Cobiemo Les» Publindo en: Cate Toes y Tere Lar La nutraConsttucig del Pe 15
ceosthiyen ina de bs novedades legiltivas de in Carta de 1993 Sepiraments! seta
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e ésta nace «en gran medida ligada al
fenémeno de la intervencién del Estado en la eco-
romia», sobre todo con la difusién del modelo de
fstado Social de Derecho luego de la segunda
guerra mudial®
*| Esa rotunda prohibici6n puede traer graves con-
secuencias, no sélo porque entorpecerd el accionar.
Jéel gobierno en un instrumento de politica eco-
rémica tan importante como el tributario, sino
porque no permitiré hacer frente con la diligencia
necesaria a verdaderas situaciones de emergencia
o circunstancias imposibles de prever que requie-
ran una accién normativa inmediata, sino hasta
jque el Congreso se retina y adopte una solucién.
Como sefialé en una oportunidad el Tribunal
Constitucional Espafiol acerca de la procedencia
de la legislacién de urgencia:
Se puede dar también en aquellos casos en que por
circunstacias 0 factores concurrentes no pueda acu-
iirse a la. medida ordinaria sin hacer que-
tnar la efectividad de la accién requerida, ya sea por la
lentitud det legislatvo o por la necesidad
de inmediatez de la medida a adopter’.
Hubiera sido mejor que los constituyentes, sin
Jduda recelosos del uso abusivo de los Decretos de
Urgencia, los contrarrestaran con la incorporacion
de mecanismos efectives de control parlamenta-
rio, lo que sin embargo no se produjo, limiténdo-
se més bien a sefialar que el Congreso los puede
Imodificar 0 derogar (inciso 19 de articulo 18")
Existe el riesgo que en el futuro se resienta el mo-
delo si es que el Ejecutivo promueve la progresiva
ldegradaciGn del rango legal de la materia tributa-
ia, mediante la incorporacién a las leyes de cada
ributo, de normas que faculten al Poder Bjecutivo
para modificar o regular por simple Decreto Su-
premo aspectos sustanciales de los tributos, como
ya se puede apreciar en algunas leyes que facul-
fan al Gobierno a variar la tasa de los tributos 0
jsumentar las exoneraciones. Sin embargo, en tales
casos el limite de esa posible tendencia deslegali-
ta cia covesponde a Femando Perez Royo.