Leonor Arfuch
Norberto Chaves
Maria Ledesma
Disefio y comunicacién
Teorias y enfoques criticos
”
Paidés
Buenos Aires * Barcelona * Méxicoimagenes fugaces, estimyfan a En cuanto a la relacion entre el diseiio grjgtoy las visuae
De einem merry idades contempordneas, en la compleja te
eo én sera 0s al comienzo, sin duda encuentra en
1ra puesta en cuestién sera entonces fa :
jasc owas cue Go : incipio articulador. Desinde
canibiNads eared barancrensiataaae de grdfio puede resultar impropi
sroviledl stipes, idtlidad, Sitectie fe adr. | movimiento y se transforma a}
pondremos en camblo, como alternativa, uf paradigms de ise delinea ot
Iohheterogeneo,a partir dels omedad cons entre deo y la
é a del pe
je y de la percepeién, en la senda del p ’ 7
“Je Mall Bajtin, que se inscribe ty de dodo
la enunciacién, Desde esta 6pt ai
es ocurridas en el espacio piblico politico,
incluye tanto la reconversion (y “redisefio") de
npysas esiatales en entes privados, hasta la reconfigura.
sma de Ia idea de ciudadai
cuestin,
as
| Disefio y comunicacion: notas sobre una divergencia
a8 seguro que corresponda a la palabra
Comunicacién un concepto tinico, untvoco,
Tigurosamente dominable y transmisible:
comunicable? Segiin una extratia figura del
Aiscurso, debemos preguntarnos inicialmente si
4a palabra o et significante “comunicacién”
comunica un contenido determinado, un
sentido identificable, un valor descriptbl.
Jacques Deraiva, Mangenes de la filosofia
Ea comunicacién como virtualidad
istinciOn, sus sefias de
‘UBACYT, sobre e tema : mas bien, apenas acotada cierta zona que brin-
fo en las transformaciones de a €or
Imaginario.
41britfa el aba.
as, las vecindades, las “contaminacionege
foro de las disciplinas, tanto acagg
como profesional, supone la tension entre certerayg
interrogantes, la bisqueda conjetural ce pertinencias des
lindes. En la todavia reciente historia del diseno ‘St4fieg
como especializaci6n universitaria en nuestro med,
tensi6n tiene una indudable centralidad, y hasta una o
va recurrencia: constantemente parece necesario rez
Jo que es. no es
dad del campo.
Entre las definiciones més corrientes hay una que pan
provenir de un orden natural, incuestionable, y que sey
sa tanto bajo la forma de una equivalencia -ei dised
co) ¢s comunicacién-, como de una conjuncién amor
la manera de una pareja simbiotica: diseiio y comuniea
‘Quizas esta alianza sea facilmente comprensible: con
fulerza que en otros campos pesan sobre el disefiador
ciertos mandamientos ~claridad, univocidad, sin
nencia— que tocan muy de cerca la utopia mi
‘municacion”.
Esta naturalidad del uso es la que, como sugieres
epigrafe, lleva a preguntarse una vez mas por los §
que se le otorgan a la palabra “comunicaci6n”, Qui
pocas ha resistido a la crisis de credibilidad, a la ince
bre de estos tiempos -pensemos, por ejemplo, lo
que han sufrido las ideas de verdad, totalidad-l
lismo-, conservando un aura de positividad, de cei¢
buenas intenciones. La
alienta desde la fantasia democratica de didlogos, at
comunidades de consenso, hasta la presuposicign
parencia, direccionalidad, de envio capaz de Ul
142
worsién a su destino, mediando
jidad de los cédigos,
Esesta tiltima idea la que prima cn la equiparaci6n lisa y
Jana entre “diseio” y *comunicacién". Si bien la unidirec.
donalidad del mensaje, esa linealidad de una flecha que cu-
la distancia entre dos puntos, ha sido suficientemente
sefutada en lo que va del siglo por teorias filosdficas, lingiifs
fics y hasta por las ciencias “duras*, algo ha quedado como
parca del sentido comtin que parece dificil desterraryque es
ductor del mensaje, cumpliendo con ciertos requisitos,
Elque logra “hacerse entender”, imponer un sentido. Tal pri.
gicia Oiorgada al enunciador, que cjerceria el control de su
jensaje y hasta de sus “efectos”, en detrimento de la libertad
receptor, inspir6 justamente, en los altos '40, criticas vi
mientas contra el imperio creciente de los medios de comu.
iaci6n de masas, su poder de persuasién y seduccidn, que
fan sido eficaces instrumentos en el sustento de los re-
jenes totalitarios antes y durante la Segunda Guerra,’ tam.
gx parecian serlo en la posguerra, para el afianzamiento de
nuevas fronteras politicas, la sociedad de consumo y la
macionalizacién del mercado Conformismo, consumis-
's condiciones de legibi-
Bien conccido el uso intensivo de Ia grafica, ef cine y la radio en el afta.
nasa y la propaganda potiea de fa guera, como bien el papel
feempciaron esis nuevos medios como soporte idedlogicos dela seekers
iis 20. Al respect, y sobre todo en
destacable, dentro de la produccion de la Escuela de Frankfurt o
iss de Adorno y Hortheimer sobre la “Industsia Cultural Enel
res reflexionan sobre la pedida de distancia enue lace
i creado pot la radio y el cine, to que resulta en uns
pie ver.
6 operncin negdors deo specs co.
‘de la industria cultural, lo cual conduce a
ccc lo ue preoctp os stores
niemizader,lercxat hegemonis fea
sd oe warsorna en conser,