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te Bon os user Meu Los REVOKE ves FoluLonices y Su Comvexte HUKAe 5 Jove cUGLA. 1498 . ‘eo ay CULTVARL) Conce sion quedo wal divs. y ¢ 7 : ¢ ep rise Robi Co e tax ar vy Drasi wer Felutong EB AMERICA LATIVA ition: ois CATEDAD + Sku Re IE. Susuk Goer { e ANTECEDENTES La primeta vislumbre sobre el proyecto de publiear un volumen, com articulos sobre teorfa folklérica la tuve en el curso del Simposio de folklore inoamericano, convocado en 1967 por 1 Centro para el Estudio de Folk- Comparado y Mitologts, de la Universidad de California en Los Ange- in tanto acierto dirige Wayland D, Hand, En cl seno de esa reu- 1, durante la cual convivimos cinco repres jencia folkldrica de América Latina con de los Estados Unidos que de un modo u otro trabajan en este "Américo Paredes esbozd el germen de, su proye nfirmado mis Con motivo del visje a los Estados Unidos de Manuel le encomendé Ia terea de organizarlo en América del Sud y 14 el honroso’ encatgo, reiterado personalmens ando estuvo itado, « mi propuesta, por acuerdo con. las . Procuro, pl interpretaciones en. fecundo refuerzo equipos de diseipal argentina, cercddel ‘aucana en Ie Provincia de Neuquén, yen co) forte de In Patagonia, no lejos de * Los FENOMENOS FOKLORICOS TEORIAS DEL FOLKLORE EN AMERICA LATINA 49 95 La otta circunstancia estimulante ha sido el citado cursillo del Profes Dannemann en nuesto Departamento de Ciencias Antropolégicas. La expo- F ‘icién a la ver sélids y fluids, muy documenteda y muy personal, critica y 1Premisas y puntos de vista generales por momentos incisiva-ha dejado recuerdo memorable en los numerosos cole cs que lo siguieron con simpatfa. Algunos de los aspectos ex lo aqut y tanto las eproximaciones con Ia mejor muestea de Ia fecundidad de’ los ni fnimados por una comin vocacién hacia tetra clencia, el mismo limpido anhelo de conocimiento y de verdad y un estrecho vineulo de amistad fraternal. ral es folklore, éste que Jo distinguen y caracterizan.) 4 La dific ta caracterizaciéa es la na puestos se vinculan con como algunas diverges (. [EI folldore es un fenémeno culturel, pero como ol © Q puede ser concebido xtinea a veces, en tod ies del muado, a lo de Ia civilizacién, inadvertida lasgos perfodos por Ja sociedad letrada, por los centros intelectuales Y librescos de Tas ciudades, pues no se manifesta en documentos escritos y se desarcolla caracteristicamente en lugares cast aislados, remot ALCANCES ¥ LIMITES DE ESTE TRABAJO as péginas de exponer una con lados a conocer desde los primeros me ha pedido, trato en ideas y puntos d ‘on el aporte de la teoria folklérica, Formacién 10 del siglo XVI al XVIII y El folklore en la Ar- plo) y especlficamente en los libros de eardcter doc- del estado latente de Ramén Menénder Pi lore, 1954; Esqueraa del Jolklore, 1959, 2! ed. lante; por ahora, m4s que en el hecho de su ocultacién re lore 5 literatura, 1964, pperfodos, pongo el tono en su condicién de fiuencia let 1968 y especialmente Is “yu fisonomfa y su cardcter esencial, pero en realidad parsi integral emansado sfo de Manura. ‘Aquella condicién dinémica de los fenémenos folkléricos ; cho demostrado de quel folklore se jo no es una mecénica repeticiéa de lo ya dicho; je, logan ibrio # veces “asombroso de perk seferentes al tema, ni un simple resumen; 7S) forma reconocible asgos fundame y ala vez darse siempre il dia con Jos aportes.5 | en expresiones upicas y regions] como fécilmente se comprucba con sélo S : Y ~ recordar, par ejemplo, cuentos nales, romances y coplas, fiestas y z agen de Ja napa soterrafe se E| folblore y su proyecct ‘eve exposicién sobre Ia teorfa y Ia prictica del natia que corona El cornaval en el folklore se aproxima més bien a una sin + amfs recientes de la bibliografia internacion ris cursos tkimos y Ja renovada experienc de campo en coraunidades de los extremos No Cuyos patrimonios corresponden 2 mbitos culturales tan distantes como pueden ser el norte, de raigambte quichua-aimara y el surefio de esticpe costumbres, leyendas y mitos. es convincente en este sentido lo gue he llamado |relotividad de rio del principio enunciado de ida es folklore por no de un proceso cu ‘que por cetto no termin or “de exponer estos concept bien que fueron auténtico folklore en una époce detesminada pueden dejar io en desuso o perdido su vigencia; por Jo tanto, Jeedentes comportan dos consecuencias: estas limitadas pigi- ina veingena de libros y un cente * as no €9} de articulos, pues es obvio que no re Jos pasajes que “actual, pues hubiers sido ingenuo y baldio esforza Gque el autor cotisidera adecuada @ su propia concepeién. 9999999255299 9999 84 g a 5 FOLKLOXICOS ‘reonias DEL TO! censificacidn de las comt ica y otras formes propias de la actwalidad del mundo proporcionan a : ejemplos de la mayor po: de cambio en Ia épaca contempo- ite envergadura y arraigo como part pi veven; por cierto 00 se convierte en folklore cuanto Ja ciudad difunde, pero i fo ctel pecomneeoeetia ver tja alguna novedad de arraigar en tal o cual grupo popular y después gg ten-ee ode an RAY Oe ciggaditiog weesaa aes AP Colectvizado y discénicemente trasmitido, adquicic « le larga aquel co- — futuro podré confirmar o sec desde los origenes de 1a civilizac regiones y palses; para los arge lad aunque shora alarme i slo xvint, y a Ia inversa, el compl En cada caso factores icos pueden reconocer en una mani jecunstancias ambientes coadyuv del tango portefo, cuye es relativamente nueva y se manifiesta vigo © rosamente en los ambientes populates urbancs, pero no todavia en los de tipo ‘folk’ dad espacial 0 geogrifica se comprucba en Ia evidencis de Ix de todo fenémeno folklérico, lo cual no de sustraios universs ‘st como el nylon para prendas de la indument ‘amboriles) de carnaval o cordeles para redes de Tra Tegado «eos nivel parches de las <2 peseat, para dar s6lo algunos pocos ejemplos sig 2/- [Las supervivencias ; 81 an aleanead sf como al exponer el concepto y la trayectoria de las proyee: 7 te los elementos trasculturados. En éste punto sélo Ry GLE cabe recordar que(pe caudal de lo folklérico aportes de 2 Ba) divers 2 98) wal ae) et jonas que arraigen en el acervo poptl SPYS EEF de un grupo “folk” a otro. Estos y otros casos de blenes cee que en tal cis inci hist6ri fl ‘ + $3 3s sectores culminantes de una civilizacién (como ep | pont de vista y slo co 2 ) llegan a ser folklore una ver cumplido el proceso correspondien- | tales entre pueblos que producen cambios o renov: es E ead ae sot {a vida doméstics, el habla, lor modos de, comportamiento y otros de ndo algunas poces refereaciés el mundo hispanoamericano, cos y musica palaci ‘ este tipo.) En el campo del folklore mi relaivas, pues un mito pierde su co de cuento; un sito, en costumbre y_ és aes getmen de juegos infantles; los romances se fragmentan en plos equivalentes. a medieval, sub- {estos diversos grados y modalicla- fluida y dindmica, aunque no andr- y teadicidn ana; se diferenclan potanieidad (con respecto “al momento de Ja 1d de Jo tradicional supetior, cuya 3s. Las mil musical y bablada gracias a las radios por

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