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Elfatbolacomienzos del siglo XIX La prictica del flitbol se encuentra en muchas culturas diferentes, pero el juego moderno fue una innovacién realizada por los britanicos en el siglo XIX. Se solia pen- sar que sus origenes se remontaban a las public schools (colegios privados), peroinvestigaciones recientes sugie- ren que también posee una historia mas popular. Las public schools jugaban con idiosincrasia propia sus par- tidos de futbol, en parte dependiendo del espacto y de las condiciones disponibles. En Charterhouse, en el cen tro de Londres, por ejemplo, el ‘campo de juego’ era un claustro de setenta metros de largo y slo cuatro metros de ancho, Sobresalian, de uno de sus lados un espacio, yen cada extremo del claustro una puerta que simulaba las porterias, Cuando la escuela se trasladéa la zona rural de Surrey, en 1872, y los campos de juego reemplazaron Jos claustros, a vieja forma de jugar se de'6 de lado, cosa que algunos alumnos lamentaron mucho. Probablemente, los juegos obligatorios fueron introduci- dos por primera vez en la escuela Harrow, y eran fomen- tados en otras escuelas, principalmente para establecer ‘una mayor disciplina entre los varones en las actividades aque desarrollaban en su tiempo libre. Debido a que eran LAINVENCION DEL FUTBOL EN GRAN BRETARA Foor BaLL, KINGSTON-UPON-THAMES, arated y crs SHROVE TUESDAY, FEB. 20TH, 1516 ‘uno dels unos ® partidos citadinos fisputadoe el Mar actividades populares, también fueron utilizadas para for~ de Carnaval de ab 1646 en Kingston- talecer las relaciones entre los maestros y los alumnes. pon-Thams. Entre 1840 y 1870, gradualmente, fueron fomentando las ‘Weeden ad Media y «pes d lnterdiesione a municipal, fit Popular se instal Tas ealles de as ciudades ingles, ome aqui en Ban Grabado de 1750, -virtudes de lealtad y abnegacién de las personas hacia la institucién educativa, parte importante de la cultura por Ja cual las public schools adquirieron notoriedad. El ejer~ cicio rudo resultaba impensable entre las clases educadas de alrededor de mediados del siglo XIX, y el deporte en general, y el cricket y el fitbol en particular, se convir- tieron en objetos de culto, no sélo en las public schools sino tambign en las universidades de Oxford y Cambridge. 1 fiitbol practicado en las public schools tendiaa ser simi- 18 no de los jue fitbol "primis las acuta pbc 1 Footer de Her {Setoo), acuarel asada en un di Walker Cox (1857 lar al tradicional juego del Martes de Carnaval en lo que se refiere a la forma de desarrollarse. El niimero de juga- ores era ilimitado; las cargas 0 encuentros fisicos entre Jos delanteros de ambos equipos similares a scrums- o las peloteras eran elementos comunes en donde estaba per~ mitido tomar la pelota con la mano y también patearla. Estas normas, como tales, tendian a ser transmitidas oral- 6 mente, No fue sino hasta 1846 que las reglas de juego, por ejemplo las de la Escuela de Rugby, comenzaron a ser eseri- tas por primera vez. Dos allos mis tarde, en 1848, los ex ‘alumnos de la public school de varones, en Cambridge, intentaron establecer un c6digo comin y redactaron las Reglas de Cambridge. Pero éstas no tenian mucha oportu- nidad de ser aceptadas por la mayoria de la gente debido a que las primeras public schools para varones eran reacias a abandonar las formas del fétbol que habian aprendido. ‘Actualmente, se sake que habia muchos mis partidos de fiitbol por fuera de ls public schools. Las publicidades en. os periddicas deportivas locales contemporiineos son prueba de esto, All se informaba sobre muchos partidos cen donde se apostaba, a menudo por dinero, en toda Gran Bretafa. Ejemplo de ello es esta informacién aparecida cen la zona este del centro de Inglaterra en 1838: “Se juga- 1 un partido de fitbol en la cancha de cricket, Leicester, cl préximo ViernesSanto, entre once jugadores de Derby (principalmente trabajadores de imprenta) y el mismo nimero de Leicester. Los ganadores desafiarén a un rimero igual de cualquier ciudad de Inglaterra, por un premio no mayor a los £25", ‘Adems, studios que se reaizaron entre 1830 y 1860, per- ritieron reconocer la existencia de alrededor de setenta cequipos de fitbol surgidos de clubes, bares, empleos par- ticulares, del ejército e incluso de algunos pueblos. No se ‘conoce mucho sobre las actividades d= estos equipos, que ‘en su mayoria tardaron poco en desaparecer. Sin embar: 40, contrariamente a una vieja conviccién, su existencia demuestra que ni el tiempo, ni la energia, ni los espacios para jugar aunque fueran campos de juego poco delimi- tados~ faltaron en esa Gran Bretaftaen vias de industria Tizacién ripida y de urbanizacion. También se sabe que a menudo los espectadores se veian atraidos por estos jue 0, que la apuesta por el resultado final era comiin, y que los referee o érbitros podian ofieiar para controlar que las rnormas acordadas para Jos desafios especiales fueran cum- plidas. Mucho antes de la fundaciéa de la Asociacion de ‘itbol inglesa (Football Association) FA, 0 dela Unién de ltbol Rugby (Rughy Football! Union), algunos clubes se

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