You are on page 1of 8

Qué es El Fenómeno El Niño

El fenómeno de El Niño - Oscilación Sur (ENOS) es un patrón climático recurrente que


implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico
tropical. En períodos que van de tres a siete años, las aguas superficiales de una gran franja
del Océano Pacífico tropical, se calientan o enfrían entre 1 ° C y 3 ° C, en comparación a la
normal. Este calentamiento oscilante y el patrón de enfriamiento, es conocido como el ciclo
ENOS (o ENSO por sus siglas en Ingles), afectando directamente a la distribución de las
precipitaciones en las zonas tropicales y puede tener una fuerte influencia sobre el clima en
los otras partes del mundo. El Niño y La Niña son las fases extremas del ciclo ENOS; entre
estas dos fases existe una tercera fase llamada Neutral.

El nombre de El Niño (refiriéndose al niño Jesús) fue dado por los pescadores peruanos a
una corriente cálida que aparece cada año alrededor de Navidad. Lo que ahora llamamos
El Niño les pareció como un evento más fuerte de la misma, y el uso del término se modificó
para hacer referencia sólo a los hechos irregularmente fuertes. No fue hasta la década de
1960 que se notó que este no era un fenómeno local peruano, y se le asoció con cambios
en todo el Pacífico tropical y más allá. La fase cálida de El Niño suele durar
aproximadamente entre 8-10 meses. El ciclo ENOS entero dura generalmente entre 3 y 7
años, y con frecuencia incluye una fase fría (La Niña) que puede ser igualmente fuerte, así
como algunos años que no son anormalmente fríos ni cálidos. Sin embargo, el ciclo no es
una oscilación regular como el cambio de estaciones, pudiendo ser muy variable en tanto
en la intensidad como en su duración. En la actualidad, aún no se entiende completamente
cuáles son las causas de estos cambios en el ciclo ENOS.

FENOMENOS DEL NIÑO Y LA NIÑA


CONSECUENCIAS DESASTRES
NATURALES
Inicio » Geografía del Mundo » Fenomenos del Niño y la Niña Consecuencias Desastres Naturales

Históricamente, los pescadores de las costas del Perú y del Ecuador han denominado “El Niño” a una
corriente cálida que aparece anualmente hacia la época de Navidad cerca de la costa, y que ocasiona
una disminución en la pesca durante algunos meses. Sin embargo, en algunos años, ese calentamiento es
muy marcado y no solo afecta a los pescadores sino que también implica grandes lluvias o graves sequías
en diversas partes del mundo. Esto se produce cuando la corriente de El Niño aparece en conjunción con
el fenómeno atmosférico de la Oscilación del Sur.
Actualmente, los científicos reservan el nombre de El Niño para hacer referencia a estos últimos eventos
catastróficos de gran impacto en la sociedad y los ecosistemas. La influencia del fenómeno de El Niño en
los climas regionales es tal, que solo es superada por la del paso de las estaciones.
LOS FENÓMENOS DE EL NIÑO Y LA NIÑA:
El Niño y La Niña son los nombres de dos fenómenos atmosféricos-oceánicos que se presentan
cíclicamente en períodos variables de 2 a 7 años. Tienen mayor incidencia en el océano Pacífico y sus
alrededores, a la latitud del ecuador. Sus efectos son de alcance regional y global, pues transforman el
estado del clima de casi toda la Tierra. Por ejemplo, durante el episodio de El Niño 1997-98 la temperatura
en Mongolia alcanzó los 42°C y las precipitaciones en el centro de Europa ocasionaron una de las mayores
inundaciones del siglo.

Este fenómeno afecta severamente la vida social, económica y política de los países, alterando su ciclo
productivo y el crecimiento económico-social. En las áreas normalmente húmedas se originan prolongadas
sequías, en las zonas áridas se producen torrenciales lluvias y olas de frío o de calor en distintos lugares
del mundo.

Por lo general, esto representa graves pérdidas en las actividades económicas, sobre todo en las actividades
primarias, por lo que afectan mucho más a los países en desarrollo donde éstas constituyen la base de su
economía. Por ejemplo:

• las sequías, aumentan la mortandad del ganado y los incendios forestales que contaminan el ambiente y
provocan pérdida de la biodiversidad;

• las lluvias torrenciales provocan graves inundaciones y aluviones de barro y rocas;

• el aumento de la temperatura de las aguas aleja de algunos bancos pesqueros especies ictícolas muy
importantes por su valor comercial por lo que se perjudica la actividad pesquera;

• otra actividad afectada es el turismo, fuente de ingreso para estos países.

Ahora bien, ¿Cómo es la circulación atmosférica-oceánica en tiempos normales?

Los vientos alisios soplan de Este a Oeste y arrastran las aguas cálidas superficiales del océano Pacífico
hacia su sector occidental. Por esta razón, en las costas asiáticas y australianas, el mar se encuentra
alrededor de 50 cm. más alto y con 70 C a 90 C más de temperatura que en las costas americanas. Esto
provoca que:

• frente a las costas del Sudeste Asiático, durante el verano, haya mayor evaporación de las aguas. Los
vientos monzónicos transportan la humedad provocando las lluvias sobre el continente, y permiten la
práctica de la agricultura intensiva, que proporciona el alimento de millones de personas;
• frente a las costas americanas, donde circulan las corrientes frías de California y de Humboldt, se dificulta
la evaporación. Esto produce que el clima en las costas sea árido y que las aguas cálidas superficiales sean
de poco espesor. Este proceso permite el ascenso de las aguas profundas con los nutrientes que alimentan
a la abundante fauna marina, generando una de las áreas pesqueras más productivas del mundo.

Entonces, ¿Qué sucede cuando se presenta El Niño?

Cuando El Niño se presenta se produce una alteración en la presión atmosférica sobre el océano Pacífico,
que disminuye cerca de Tahití y aumenta al norte de Australia. Los vientos alisios se debilitan o incluso
desaparecen provocando, tanto en la atmósfera como en los océanos, grandes anomalías. Los vientos
alisios no tienen fuerza para arrastrar las aguas cálidas superficiales hacia las costas asiáticas, entonces
regresan a las costas americanas formando la contracorriente El Niño. Ello origina efectos atmosféricos y
oceánicos contrarios a los tiempos normales. Es decir, en las costas asiáticas aparecen las sequías, los
incendios en los bosques, etcétera. A su vez, en las costas americanas se desatan grandes temporales
tropicales, que acarrean aluviones e inundaciones.

Finalmente, ¿Qué pasa cuando aparece La Niña?

La niña por su parte, origina un mecanismo inverso al que produjo El Niño: la presión atmosférica sube
en Tahití y baja en Australia, restableciendo la dirección de la circulación normal pero con más fuerza.
Los vientos alisios soplan con más intensidad que la normal y arrastran hacia el Pacífico occidental mayor
volumen de agua, provocando que aflore más cantidad de agua fría en el Pacífico oriental. Esto produce
precipitaciones superiores a las normales en Asia, Australia e inclusive en África del Sur. Mientras tanto,
desciende la temperatura sobre las costas americanas y aumenta la aridez y la frecuencia de los huracanes
en la planicie central de Estados Unidos.

PARA SABER MAS…


El fenómeno de El Niño debe entenderse como una interacción entre el océano y la atmósfera: la corriente
de El Niño representa el componente oceánico y la Oscilación del Sur, el componente atmosférico. Por
eso, en realidad su nombre más apropiado es El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, por su sigla en inglés).
En el sector occidental del océano Pacífico tropical, la temperatura del mar normalmente es de alrededor
de 29 °C, la presión atmosférica es baja y la precipitación abundante, mientras que en el Pacífico
oriental,—unos 15.000 km hacia el este—, la situación es muy diferente: el agua es fría (21 a 26 °C) por
efecto de la surgencia de aguas frías (corriente de Humboldt), la presión es alta y la precipitación, escasa.
Este gradiente en la temperatura de la superficie del mar a lo largo del ecuador está vinculado a la
circulación de los vientos alisios del oeste (que fluyen desde las altas hacia las bajas presiones).

Durante un evento de El Niño, los vientos alisios del Oeste se debilitan (e incluso pueden cambiar de
dirección) y en consecuencia, también lo hace la surgencia de aguas frías típica de la costa occidental
americana. Las aguas cálidas del Pacífico occidental se desplazan hacia el Este y acompañando estos
cambios en la superficie del mar, la región de baja presión también se corre hacia el Este.

El resultado es un desplazamiento en la localización de la zona de lluvias en el Pacífico tropical, desde


Indonesia hacia las costas áridas del Perú y el Ecuador. Los cambios en la presión atmosférica están
vinculados a la Oscilación del Sur, que es una fluctuación de la presión entre lugares ubicados en el este
y oeste del océano Pacífico (por ejemplo, cuando la presión sube en el Este, baja en el Oeste y viceversa).
Así queda demostrado cómo los cambios en el mar inducen cambios en la atmósfera, que a su vez
implicarán nuevos ajustes en el mar.

En un principio se creía que el calentamiento de las aguas (que pueden elevar su temperatura unos 2 °C
en promedio) se restringía exclusivamente a las costas del Perú y el Ecuador, pero en realidad se extiende
a todo el Pacífico tropical (un cuarto de la circunferencia terrestre). Toda esta masa de agua cálida
humedece y eleva la temperatura del aire que está por encima de ella. Cuando este aire asciende, forma
grandes nubes que producen lluvias y liberan calor en la atmósfera. Este calentamiento de la atmósfera en
el trópico afecta la circulación atmosférica global y ocasiona anomalías climáticas en lugares distantes
(llamadas teleconexiones).

Los eventos del fenómeno de El Niño tienen una duración promedio de 12-18 meses y se presentan con
intervalos que fluctúan entre los 2 y 7 años. El término El Niño está asociado a la fase cálida del ENSO,
mientras que su fase opuesta, o fase fría, fue denominada “La Niña” En los eventos de La Niña, las aguas
del Pacífico tropical tienen temperaturas inferiores a lo normal y las anomalías climáticas asociadas son
esencialmente opuestas a las observadas durante la fase cálida (por ejemplo, las regiones que experimentan
grandes lluvias durante El Niño, padecen sequías durante La Niña).

Si bien todavía los científicos no han podido determinar cuáles son los mecanismos que disparan El Niño,
se han producido grandes avances en su pronosticación.

El Niño y La Niña

Tanto El Niño como La Niña, son los ejemplos más evidentes de las oscilaciones climáticas
globales, siendo parte fundamental de un vasto y complejo sistema de
fluctuaciones climáticas. La Niña se caracteriza por temperaturas frías y perdurables, si se le
compara con El Niño ya que éste se caracteriza por temperaturas oceánicas inusualmente
calientes sobre el Océano Pacífico Ecuatorial.
Los episodios de La Niña, al igual que el fénomeno del NIÑO, también producen cambios a gran
escala en los vientos atmosféricos sobre el Océano Pacífico Tropical, incluyendo un incremento en
la intensidad de los vientos Alisios del Este (Este-Oeste) en la atmósfera baja sobre el océano
Pacífico Oriental, y de los del oeste en la atmósfera superior. Estas condiciones reflejan cambios
significativos en la circulación ecuatorial de Walker.
Los episodios Cálido/El Niño y Frío/La Niña, forman parte de un ciclo conocido como El
NiñoOscilación del Sur, ENOS. El ciclo tiene un período medio de duración de aproximadamente
cuatro años, aunque en el registro histórico los períodos han variado entre 2 y 7 años.
Durante un episodio de La Niña, es típico observar condiciones más secas respecto a lo normal
sobre el océano Pacífico Ecuatorial Central, debido a un debilitamiento de la corriente en chorro
durante los meses de diciembre a febrero, y por el fortalecimiento de los sistemas monzónicos en
Australia/Sudeste de Asia, América del Sur/Centroamérica y África.
En las primeras fases de los episodios de La Niña, la termoclina (isoterma de 20 °C que separa las
capas superficiales del océano de las más profundas) se localiza a poca profundidad respecto a lo
normal, principalmente en los sectores del océano Pacífico Central y frente a las costas de América
del Sur. Durante la fase madura la termoclina gradualmente se profundiza en la parte occidental
del Océano Pacífico y en el sector Central en las últimas fases de los episodios.

Transición del fenómeno frío la Niña a un episodio cálido El Niño

Como resultado de los cambios arriba indicados, las temperaturas subsuperficiales del mar se
vuelven gradualmente más cálidas de lo normal en los sectores occidental y central del Océano
Pacífico Ecuatorial, creándose condiciones muy favorables para una transición a un estado neutral,
o a un episodio de El Niño. Los factores críticos que determinarán dicha transición son los vientos
del Este de nivel bajo y la estructura de la temperatura oceánica sub-superficial.
En las últimas fases de los fenómenos El Niño, la profundidad de la termoclina y de la temperatura
del mar subsuperficial llegan a ser inferiores a lo normal por diversas partes del Océano Pacífico
Ecuatorial. Esta evolución indica un vaciado del contenido de calor hacia la parte superior del
océano y a la vez son los preparativos para una fase de transición hacia un estado neutral, o hacia
un año más del fenómeno la Niña. El carácter de esta transición depende una vez más de la
variabilidad de la intensidad de los vientos del este de nivel bajo y de la estructura de la
temperatura oceánica sub-superficial.

Frecuencia de El Niño y La Niña

Es importante señalar que cuando finaliza un evento El Niño, no necesariamente se debe esperar
que se desarrolle un episodio de La Niña, sin embargo en la mayoría de las veces esta transición
tiene lugar. Por ejemplo, los eventos El Niño de 1957, 1965 y 1991 presentaron un rápido
decrecimiento de las temperaturas de la superficie del océano, pero no se desarrollaron a eventos
fríos.
También ha habido ocasiones en que unos episodios Cálidos conllevaron episodios Fríos en la
estación siguiente, tal y como sucedió en 1969, 1972 y 1987; pero en cada uno de estos episodios
las condiciones frías completamente establecidas se desarrollaron hacia finales de julio. Las
condiciones de un episodio La Niña moderado, se desarrollaron a continuación de El Niño
1982/83, que fue el evento Cálido más parecido a El Niño de 1997/98. En este último caso, las
condiciones de La Niña se desarrollaron en el otoño (septiembre - noviembre) de 1983.
Regularmente los eventos de El Niño ocurren más frecuentemente que los eventos de La Niña. Por
ejemplo, durante el período 1950-1998 (49 años) y según los registros de NOAA, han ocurrido un
total de 12 eventos del fenómeno El Niño, versus 9 eventos de La Niña.

Eventos de mayor duración y mayor intensidad

De acuerdo a los registros de NOAA del período 1950-1991, los eventos La Niña de mayor duración
han sido los ocurridos en 1955-1956 y en 1974-1975, siendo más fuerte este último. El evento de
mayor intensidad fue el de 1988-1989, a pesar de que su duración promedio fue de 12 a 14 meses.

Su impacto en el clima global

En los trópicos las variaciones experimentadas en el clima global por efecto del fenómeno de La
Niña son radicalmente opuestas a las variaciones ocasionadas por El Niño.
En latitudes más altas que las de Nicaragua, tanto El Niño como La Niña son parte de los diferentes
factores que influyen en el clima. En estas latitudes los impactos de El Niño y La Niña se aprecian
más claramente en la estación invernal (diciembre-febrero). En el continente americano durante
los años La Niña, las temperaturas del aire de la estación invernal se tornan más calientes de lo
normal en el Sudeste y más frías que lo normal en el Noreste.
En América Central es bastante probable esperar condiciones relativamente más húmedas de lo
normal, principalmente sobre las zonas costeras del mar Caribe. En América del Sur predominan
las condiciones más secas y más frescas de lo normal sobre Ecuador y Perú, así como condiciones
más húmedas en el Nordeste de Brasil.

Su efecto es mas notable en el clima de Nicaragua

En el caso particular de Nicaragua el fenómeno de El Niño está íntimamente relacionado con la


ocurrencia de sequías sobre el territorio nacional. Contrariamente, La Niña se asocia con
estaciones lluviosas benignas o más húmedas y también con la ocurrencia de eventos
meteorológicos extremos que causan desastres naturales como depresiones atmosféricas,
tormentas y ciclones tropicales.
En años de La Niña, durante el período de Junio a Agosto, sobre Centroamérica prevalecen las
condiciones más frescas y más húmedas, de tal manera que sobre Nicaragua es posible esperar un
período canicular benigno, o en su defecto la ausencia de este mínimo estival en la marcha
mensual del régimen de precipitación.
Según la información histórica que posee INETER(Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales)
sobre vórtices ciclónicos que han impactado al territorio nacional en los últimos 100 años, se
puede concluir que los desastres naturales de origen meteorológico más trágicos han ocurrido en
años La Niña. Durante el evento 1970-71, en septiembre de 1971 el huracán IRENE atravesó el país
de Este a Oeste siguiendo la ruta más al Sur utilizada hasta la fecha por un vórtice ciclónico,
recibiendo el nombre de OLIVIA como tormenta tropical en aguas del Océano Pacífico. En el
evento 1974-75, catalogado como el de mayor duración en los últimos 49 años, en septiembre de
1974 Nicaragua se vio seriamente afectado de forma indirecta por el huracán FIFÍ, el cual causó
severas inundaciones en los Departamentos de Chinandega y León principalmente, como
resultado de la circulación atmosférica creada por el sistema ciclónico.
En octubre de 1988 otro evento de La Niña clasificado como el más intenso del período 195?-
1998, propició la entrada al territorio del segundo huracán más desastroso en la historia de
Nicaragua, El JOAN, y el más intenso respecto a la escala internacional de Saffir-Simpson de los
que han impactado directamente al país. A pesar que los daños fueron cuantiosos en
infraestructura, en el sector agrícola, en forestaría y en algunos ecosistemas, se podría decir en
relación a la última catástrofe provocada por el huracán Mitch que la pérdida de vidas humanas
causadas por el JOAN podrían ser inferiores al 10% de las originadas por este último.
Nuevamente la ocurrencia del evento de La Niña 1995-1996 clasificado como débil
internacionalmente, creó condiciones propicias para que en julio de 1996 el huracán CESAR
irrumpiera sobre territorio Nicaragüense a la altura de Kukra Hill y que posteriormente atravesara
el territorio nacional con intensidades de tormenta y depresión tropical. En lo general, se podría
decir que el huracán CESAR (intensidad 1 en la escala internacional) no ocasionó grandes daños
económicos ni significativas pérdidas humanas respecto al JOAN y el MITCH.
En mayo de 1998 de forma abrupta finalizó uno de los eventos El Niño más intensos del presente
siglo, creando condiciones propicias para que de forma acelerada se iniciase la gestación de un
episodio de La Niña, el cual actualmente está en su sexto mes de vida junio - noviembre) y que ha
sido catalogado por la comunidad científica internacional de intensidad moderada. Así mismo las
últimas predicciones de los Modelos Numéricos de pronósticos de los Centros Internacionales,
indican un fortalecimiento del Episodio Frío/La Niña durante lo que resta de 1998, continuando
con condiciones moderadas hasta abril -junio de 1999.
Una vez más un Episodio Frío/La Niña, potenció el desarrollo de condiciones atmosféricas y
oceánicas favorables para que se desarrollara en la cuenca del mar Caribe el huracán MITCH,
considerado como el vórtice ciclónico más potente (categoría 5 en la escala internacional Saffir-
Simpson) que nunca jamás había afectado de forma indirecta al territorio nacional, causando a la
vez los daños más arteros y trágicos en la población más pobre de nuestro país, así como en
infraestructura; afectando a la vez significativamente a los sectores económicos más sensibles,
como el sector agrícola, ganadero, energía y salud, principalmente.
Sobre la base de lo antes expuesto se puede decir, que es más que evidente la relación que existe
entre el fenómeno de La Niña y la exagerada actividad ciclogenética que se observa en la cuenca
del Océano Atlántico - Golfo de México - Mar Caribe, así mismo en años La Niña la probabilidad
crece tanto que es muy probable que un vórtice ciclónico afecte directa o indirectamente al país,
originando desastres naturales de origen meteorológico, tales como lluvias intensas, tormentas y
ciclones tropicales, y consecuentemente inundaciones, marejadas de tempestad y deslizamientos
de tierras, entre otros.

Duración y frecuencia

El fenómeno la Niña puede durar de 9 meses a 3 años y según su intensidad se clasifica


en débil,moderado y fuerte.
Es más fuerte mientras menor es su duración, y su mayor impacto en las condiciones
meteorológicas se observa en los primeros 6 meses de vida del fenómeno. Se presenta con menos
frecuencia que el Niño y se dice que ocurre cada 3 a 7 años.
Según la NOAA de 1950 se han presentado 8 fenómenos de la Niña.

Diferencia entre la corriente de El Niño y el Evento de La niña


Es de suma importancia establecer la diferencia entre los términos Corriente y Evento El Niño. El
primero de estos, Corriente El Niño, trata de un evento periódico y normal que sucede cada año
durante los meses de diciembre a abril. Este tiene características de aguas cálidas que provienen
del norte de la cuenca de Panamá y bajan por las costas de Sudamérica, marcando el inicio de la
estación cálida y húmeda de la región costera del Ecuador.
El segundo término, Evento La Niña o también conocido como evento ENOS (El Niño-Oscilación
Sur) por su relación con la Oscilación del Sur, por el contrario se trata de un evento no periódico,
por lo que este sucede hasta cierto punto de manera sorpresiva y sus consecuencias se dan a nivel
global y no únicamente en las costas de Sudamérica como en el caso anterior.
Por su parte al evento ENOS se le define científicamente como la respuesta dinámica del océano
Pacífico al forzamiento
Debido a las características de los eventos ENOS y sus grandes consecuencias a nivel global se
llevan a cabo una serie de investigaciones y se crean un sinnúmero de proyectos e institutos
dedicados a su estudio y monitoreo, con sus resultados se busca, en cierta forma, disminuir los
desastrosos impactos de este evento a nivel mundial, mediante un pronóstico oportuno de su
ocurrencia.

You might also like