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Artículo 69.

El Estado promueve el desarrollo sostenible de la Amazonía


con una legislación adecuada.
Sí al Perú se le ofreciera el estímulo de “una nueva frontera”, como ofreció
metafóricamente el Presidente John F. Kennedy al pueblo de lo Estados Unidos,
habría que señalarle la Selva. Debe ésta ser conquistada por los peruanos del
mismo modo que el “Far West” fue conquistado por los norteamericanos. Hay
que incorporarla al resto del país. (Soto, 1995, págs. 120-121)
La Selva precisamente, en las Zonas de frontera, puede sentir y de hecho
siente la atracción geopolítica de otros países, como el poderoso Brasil y como
Colombia. Es, en alguna medida, un milagro del espíritu que nuestra Selva se
mantenga peruana. Por eso, el Perú debe hacerse presente en la vasta
extensión de su Amazonía. Sí, para ello, se requiere legislación adecuada, no
hay que vacilar en expedirla. Dichas leyes especiales, por provenir de la
naturaleza de las cosas, y no de la diferencia de personas, no atentan contra el
principio esencial de igualdad ante la ley. (Abensur, 2003, pág. 10)
La norma está referida a la Amazonía peruana, región del país poco
explorada y donde se hace necesario atender a su rico territorio y a sus grupos
humanos.
El artículo 69 de la Constitución Política del Perú propone un desarrollo
sostenible de la Amazonía en base a una legislación adecuada, es decir,
propulsar el desarrollo de esta región logrando, al mismo tiempo, que los
recursos naturales existentes se reproduzcan adecuadamente y queden
protegidos de la degradación o de extinción. La legislación a elaborarse supone
que haya una política previamente diseñada, con objetivos programáticos y
también con fundamentos técnicos. (Ballesteros, 1999, pág. 42)
Ha sido muy común y muy hablado que en las zonas más desarrolladas
del Perú considerar que la Amazonía es un territorio virgen y despoblado,
cargado de riquezas que están listas para ser explotadas y, además, con tierras
capaces de reproducir agropecuariamente.
Muchas de éstas son afirmaciones completamente falaces, por lo tanto,
algunas afirmaciones y opiniones son tomadas como posturas para una
adecuación de la normatividad. Son las siguientes: (Ballesteros, 1999, págs. 43-
44)
La Amazonía no está despoblada. Existen en ella tribus y etnias
perfectamente adecuadas al ecosistema, que han vivido en esos
parajes; que han desarrollado técnicas de utilización de los recursos
compatibles con las posibilidades del medio; que han desarrollado
culturas compatibles con su medio ambiente y que han permitido la
vida humana en esas regiones; que tienen el derecho de seguir
teniendo este hábitat como suyo y, en ese contexto, que tienen
también derecho al progreso.
La Amazonía no es una frontera por conquistar. En muchos casos vivir allí
requiere convivir las poblaciones nativas y respetar sus derechos.
En la Amazonía hay derechos de sus poblaciones nativas que,
generalmente, se ubican en los ámbitos en los que también preferirá
ubicarse un colono: cerca de los ríos navegables que permiten y que
dan agua para la vida.
La idea de que la selva es un territorio virgen y en estado de naturaleza,
ha conducido a políticas oficiales que han supuesto el despojo de los nativos
en pro de políticas de colonización de extraños trasladados a la zona. Si ha
de haber colonización en la selva, tendrá que ser respetando y reconociendo
los derechos de las comunidades nativas, en cuanto protección de sus
especies y utilización de los recursos.
La idea de existencia de riquezas inconmensurables ha conducido a la
sobreexplotación de los recursos, a la depredación del bosque y al
perjuicio de la biodiversidad de muy variadas maneras.
Es indispensable que se tome conciencia de la existencia de recursos,
pero que son limitados, cuya reposición toma mucho tiempo y esfuerzo, y que
por tanto deben ser preservados con políticas eficientes para tal fin.
La idea que la Amazonía puede servir para producción agropecuaria
de escala por las tierras y el agua, ha conducido a la deforestación de
extensas zonas que han sido convertidas en terrenos de cultivo que,
por la pobreza de los suelos, son rápidamente abandonados para ser
sustituidos por otros. La pérdida de bosques en explotaciones
irracionales es verdaderamente pavorosa porque, en la mayoría de los
casos, es casi imposible recuperarlo.
En realidad, la Amazonía debe lograr un desarrollo sustentable, pero
sobre la base de que hay en ella poblaciones y bienes que respetar, antes
que expoliar. La política en el pasado pareció más de expoliación que de
respeto. La nueva legislación debería revertir esta tendencia.
La Ley de Promoción de la Inversión en la Amazonía. Ley N° 27037.
CAPÍTULO I DE LA FINALIDAD Y ALCANCES
Artículo 1. Objeto de la Ley.
La presente Ley tiene por objeto promover el desarrollo sostenible e
integral de la Amazonía, estableciendo las condiciones para la inversión pública
y la promoción de la inversión privada.
Artículo 2. Base Constitucional
De conformidad con los Artículos 68 y 69 de la Constitución Política del
Perú, el Estado fomenta el desarrollo sostenible de la Amazonía con una
legislación orientada a promover la conservación de la diversidad biológica y de
las áreas naturales protegidas.
Artículo 3. Definiciones.
Para efecto de la presente Ley, la Amazonía comprende:
Los departamentos de Loreto, Madre de Dios, Ucayali, Amazonas y San Martín.
Artículo 4. Principios para la promoción de la Inversión en la Amazonía.
Es responsabilidad del Estado y de todos los ciudadanos, promover la
inversión en la Amazonía, respetando los siguientes principios:
La conservación de la diversidad biológica de la Amazonía y de las
áreas naturales protegidas por el Estado.
El desarrollo y uso sostenible, basado en el aprovechamiento racional
de los recursos naturales, materiales, tecnológicos y culturales.
El respeto de la identidad, cultura y formas de organización de las
comunidades campesinas y nativas.
CAPÍTULO II
Subcapítulo I
Artículo 5. Rol del Estado
El Estado cumple un rol de promoción de la inversión privada, mediante
la ejecución de obras de inversión pública y el otorgamiento al sector privado de
concesiones de obras de infraestructura vial, portuaria, aeroportuaria, turística y
de energía; así como el desarrollo de las actividades forestal y acuícola en la
Amazonía de acuerdo a la legislación vigente, respetando los derechos reales
de las comunidades campesinas y nativas.
Asimismo, el Estado cumple un rol de promoción social, asegurando el acceso a
salud, educación, nutrición u justicia básica en la zona, con el fin de mejorar la
calidad de vida de la población amazónica. Para tal fin se promoverán los
programas y proyectos de desarrollo socioeconómico que revaloricen la
identidad étnica y cultural de las comunidades campesinas y nativas.
CONCLUSIÓN.
El Estado Peruano debe redactar leyes de acuerdo a las costumbres, culturales,
creencias religiosas, y socio-políticas para no vulnerar los derechos
fundamentales, la Amazonía necesita del apoyo y del rol del Estado para
promover el desarrollo.

Bibliografía
Abensur, V. B. (2003). LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE Y LOS RECURSOS NATURALES EN
LA CONSTITUCIÓN DE 1993.

Ballesteros, E. B. (1999). La Constitución de 1993 (Vol. 5). Lima, Perú. Recuperado el 13 de julio
de 2017, de
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con3_uibd.nsf/DD60BF7FE0882EE3052
578ED00705992/$FILE/Const.Comentada_Bernales_Indice_R%C3%A9gimenEcon%C3%
B3mico.pdf
Soto, E. C. (1995). Lectura Y comentarios (Vol. 2). Lima, Perú: Grijley E.I.R.L. Recuperado el 13
de julio de 2017

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