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El desarrollo urbano o de los asentamientos humanos y el urbanismo, son tan antiguos como la
civilización considerando aquellos como detonantes y característicos de esta, su planeación
entiende a esta como el proceso, racional y objetivo, sistemático y/o científico-técnico, de
conocer, comprender y prever, dirigir, ordenar y programar, diseñar, controlar y/o gobernar, la
creación o fundación, el establecimiento o la estructura, el establecimiento o la estructura,
composición, el funcionamiento y la evolución o el devenir, de los Asentamientos Humanos
Urbanos.
Consecuentemente, la URBANIZACIÓN o la fundación y el DESARROLLO de los ASENTAMIENTOS
HUMANOS, se registra a partir y durante la CIVILIZACIÓN; la cual, en términos de clasificación, científica
y tradicional, se subdivide, cronológica o históricamente, en las ÉPOCAS o ETAPAS relativas a la
ANTIGÜEDAD (del Medio Oriente y Asia, Europa y América); MEDIEVAL (básicamente, registrada en
Europa, Asia y América) y MODERNA o MODERNIDAD; la cual, a su vez, se sub-divide en el
RENACIMIENTO (generadora de tal ÉPOCA y desarrollado entre los Siglos XIV y XVI, DC), el
COLONIALISMO (o, en términos artísticos: BARROCO y desarrollado entre los Siglos XVI y XVIII), el SIGLO
XIX (o ÉPOCA DÉCIMO-NÓNICA, caracterizada por la iniciación y consolidación de las INDEPENDENCIAS,
COLONIALES y, en términos artísticos, dominado por el los RETORNOS, NEOS, el ROMANTICISMO y
ECLECTICISMO), el SIGLO XX o CONTEMPORÁNEO y el SIGLO XXI o ACTUALIDAD.
Cuadro Sinoptico, General, sobre la Historia del Desarrollo y la Planeacion Urbanos, en
Mexico:
Características, Generales y Fundamentales, del Desarrollo Urbano, en Meso-América
Los Centros Ceremoniales son el eje de las Poblaciones y los ASENTAMIENTOS HUMANOS, URBANOS,
de Meso-América. Éstos determinan la existencia del Urbanismo o la Urbanización, que no es más que
una porción del Espacio, que caracteriza a los Centros Ceremoniales, que, a su vez, constituyen el
corazón del Espacio Sagrado. Estos Centros tienen como función orientar el Espacio y transmitir la
orientación al Espacio que los rodea: los ASENTAMIENTOS HUMANOS o CIUDADES. Dichos
ASENTAMIENTOS HUMANOS, con su Centro Ceremonial, constituían siempre la entidad Político-
Administrativa y cada Ser Humano, Residente o Ciudadano, se podía identificar según la Localidad en la
que vivía.
No hay hombre tribal, el etno-centrismo, natural, de los pueblos, hace que, prácticamente, todos se
auto-designen, como los hombres. Por otra parte, la pluralidad étnica, de Meso-América, no permite
asociar una Etnia y un Territorio; así, la Ciudad es la que crea la identidad: ser Mexica significa habitar en
México; ser Zapoteco, en Zapotlán. (Duverger, 1996: 77)
Los Centros Ceremoniales siempre eran construidos para ser vistos. Las Pirámides eran construcciones
que sobresalían del resto de la Ciudad, para manifestar a sus dioses y sus capacidades. Otro rasgo,
característico, de los Centros Ceremoniales, son los sedimentos históricos. Toda construcción
Ceremonial, era construida en varias fases, constructivas: una sobre la otra; de suerte que lo que se
observa, en la actualidad, suele ser la última etapa de la construcción. En pocas palabras, ad,
proyectada en la veneración a sus dioses y amos.
NORTE:
OCCIDENTE: Capacha (1,450 a 400, AC – Pre-Clásico Temprano a Medio); El Opeño (1,500 a 250, AC –
Pre-Clásico, Temprano a Tardío); Tumbas de Tiro (250, AC a 600, DC – Pre-Clásico, Tardío a Clásico,
Tardío); Aztatlán (700 a 1,200, DC – Clásico, Tardío a Pos-Clásico, Temprano); Zacapu, Pátzcuaro,
Coyucan, Ihuatzio y Tzintzuntzan (800 a 1,550, DC – Pos-Clásico, Tardío).
CENTRO:
Tlapacoya (1,900 a 600, AC – Pre-Clásico, Temprano a Medio); Cuicuilco (900, AC a 50, DC – PreClásico,
Medio a Tardío); Cholula (800, AC a 1,100, DC - Pre-Clásico, Medio a Pos-Clásico, Temprano);
Teotihuacan (250, AC a 650, DC – Pre-Clásico, Tardío a Clásico, Temprano); Tula (750 a 1,200, DC –
Clásico, Tardío a Pos-Clásico, Temprano); Tenochtitlan (1250 a 1521, DC – Pos-Clásico, Tardío);
Xochicalco (300, DC a Colonia – Clásico, Temprano a Pos-Clásico, Tardío).
OAXACA: Culturas Neo-Líticas (2,500 a 1,500, AC - Pre-Clásico, Temprano); Culturas Zapoteca y Mixteca
(1,500, AC a 1,530, DC – Pre-Clásico, Temprano a Pos-Clásico, Tardío); Montealbán (250, AC a 300, DC -
PreClásico, Medio a Clásico, Tardío); Mitla (0 a 1,530, DC - Pre-Clásico, Tardío a Pos-Clásico, Tardío). >
GOLFO:
Cultura Huasteca (1,150, AC a 1,530, DC – Pre-Clásico, Temprano a Pos-Clásico, Tardío); La Venta (1,100
a 500, AC – Pre-Clásico, Medio); Tres Zapotes (500, AC a 200, DC – Pre-Clásico, Medio a Tardío); El Tajín
(250 a 1,200, DC – Clásico, Temprano a Pos-Clásico, Temprano).
MAYA:
EN MÉXICO.
Época Colonial, en México:
Una vez que Tenochtitlan fue sometida, Hernán Cortés asumió el Gobierno, como Capitán General, de la
Nueva España. En 1527, se estableció la Audiencia de México. El primer Virrey fue Antonio de Mendoza
y Pacheco y gobernó a partir de 1535. Nueva España fue gobernada por 63 Virreyes, durante los casi 300
años de dominación española. La dominación española enfrentó la resistencia indígena, que se
manifestó, en algunas ocasiones, por la vía de las armas, como en la Guerra Chichimeca (1546), la
Guerra del Mixtón (1540- 1551), Rebelión de los Pericúes (1734-1737) y la Rebelión de los Mayas, de
Cisteil (1761).
El Comercio del Virreinato era realizado a través de dos Puertos: Veracruz (en el Golfo de México) y
Acapulco (en el Océano Pacífico). A éste, último, llegaba la Nao de China, que transportaba productos,
de las Filipinas, a la Nueva España y, de ahí, se transportaban, por tierra, llegando a Puebla, donde la
influencia oriental es notoria, en su artesanía y sus tradiciones, como la de la "china poblana", al
Ayuntamiento de México y a Veracruz, de donde se enviaba a España o a los Puertos del Atlántico. El
Comercio coadyuvó al florecimiento de estos Puertos, de la Ciudad de México y las Regiones
intermedias. Hay que señalar que hasta finales del Siglo XVIII, con la introducción de las Reformas
Borbónicas, el Comercio, entre los Virreinatos, españoles, no estaba permitido.
La sociedad Novo-Hispana estaba fuertemente segmentada. Por un lado, existía toda una codificación,
acerca de las relaciones entre los grupos étnicos. Aunque nunca fue tan severa, que no permitiera el
intercambio cultural o el mestizaje, biológico, sí había una definición de la posición, que una persona
ocupaba, en la escala social, de acuerdo con una supuesta mezcla de sangres. Mientras más sangre
española, mejor posición; por ello, los españoles, peninsulares (o “gachupines”) ocupaban las posiciones
de privilegio.
El Virreinato fue la base del mosaico, cultural y racial, del actual México. En su seno, se fusionaron, a lo
largo de los 300 años, las culturas indígenas y europeas. Asimismo, se dio una gran cantidad de mezclas
raciales. Figuras como Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón, destacan, como sus más notables
contribuyentes, a la literatura Novo-Hispana; así como Manuel Tolsá, en la Arquitectura. En lo relativo a
instituciones financieras, destacó Pedro Romero de Terreros, fundador del Sacro y Real Monte de
Piedad, de Ánimas, antecedente del Nacional Monte de Piedad (también llamado Monte Pío), génesis
del micro-crédito, a nivel Mundial. También destacan los descubrimientos Químicos, de Andrés Manuel
del Río, descubridor del Eritronio, posteriormente renombrado Vanadio, en la Tabla Periódica de los
Elementos Químicos.
La sociedad Novo-Hispana profesaba, en su mayor parte, la religión católica. La Santa Inquisición -que
procuraba la supresión de idolatrías, indígenas- tenía instalados sus oficios en el Territorio, Colonial. El
Territorio de la Nueva España era lo suficientemente grande, para que en él existiera una gran cantidad
de pueblos, indígenas y una gran variedad de lenguas, sin excluir a los europeos. Durante los trescientos
años, de la Nueva España, se tuvieron distintas disposiciones legales, que afectaron el Comercio y la
prosperidad de los Novo-Hispanos. En general, su nivel de prosperidad era el más alto de América, en
especial, los Residentes de los Ayuntamientos, de México, Puebla de los Ángeles, la Villa Rica de la
Veracruz, Acapulco y Zacatecas.
A pesar de que, por regla general, se propuso una política de integración, la realidad, política, que
imponía el otorgamiento de los puestos importantes, para la burocracia española (en especial, desde la
llegada de los Borbones, que propugnaron el modelo francés, de Colonización, contra los cuales los
criollos o hijos de españoles, nacidos en México, empezaron a resentirse). Además, se crearon
divisiones, tan graves, como las castas, en Yucatán. Durante el Período Virreinal, se gestaron muchas de
las tradiciones e instituciones que han evolucionado, de conformidad con el carácter del Pueblo
mexicano, en muchas de las características mexicanas de la actualidad.
Durante las primeras décadas de la Colonia, en algunas Zonas se registró una confrontación violenta,
prolongada y, en otras (como la Mixteca), se dio una adaptación mutua, entre dos culturas. De este
convenio se observan:
Cuando los Españoles llegaron a territorio indígena, observaron que estas tierras y el clima eran
apropiados para la crianza de animales domésticos y para el cultivo de plantas, de procedencia
europea. Entre lo más importante, trajeron a la Nueva España los ganados caprino y ovino, trigo,
legumbres, nueces y frutos; además, lograron una importante producción de cochinilla y seda.
Para la década de 1550, al cultivo de maíz, frijol y calabaza, se había agregado la siembra de trigo. La
renovación, agrícola y ganadera, trajo importante crecimiento económico, que en casi nada elevó la
forma de vida de los indígenas.
Ellos también promovieron la formación de “Cajas de Comunidad” que eran cofres, grandes, donde
los pueblos guardaban, bajo tres llaves, el dinero colectivo. Este dinero tenía como fin la satisfacción
de las necesidades de los Templos católicos.
Las empresas comunales, más famosas, fueron la cría del ganado menor, el cultivo de trigo y la
sericultura (cría del gusano, de seda), siendo esta última de gran interés, para los indígenas. Después
de alimentar al gusano, era separado de su capullo, donde posteriormente, las mujeres lo
transformaban en telas finas, como el raso, el terciopelo y la misma seda. Durante 1540 a 1580, la
seda proporcionó a las comunidades indígenas cuantiosos ingresos, con los que pudieron construir
sus Templos, adornarlos, con hermosos retablos, celebrar las fiestas de sus Santos y sostener
Hospitales.
A fines del Siglo XVI, las comunidades indígenas buscaron nuevas respuestas a sus problemas.
Trataron de dar otros usos a sus tierras, para no perderlas y buscaron una actividad que no
requiriera de mucha mano de obra: pensaron que la cría de ganado, menor, sería la solución. Los
chivos y ovejas no necesitaban mucha mano de obra y sus productos se vendían muy bien, en
Puebla, Antequera y México. Los Pueblos indígenas solicitaron varias “mercedes reales”, para la cría
de este tipo de ganado y a pesar de que esta actividad se había convertido en una solución rentable,
la gran cantidad de ganado, causo la grave y profunda erosión de los suelos de varias Regiones, de la
Nueva España; erosión que subsiste, hasta hoy.
Los casos más destacados, al respecto, serían, desde la Ciudad de México y demás Asentamientos
Humanos, ubicados en la Región Central, correspondiente, como Cuernavaca y los del “El Bajío”
(como Puebla y Querétaro, Pachuca y Tlaxcala), hasta los más alejados, de la anterior MesoAmérica,
como Morelia y Zacatecas, Veracruz, Campeche y Mérida.
La adaptación del Patrón español, de Planeación o Diseño, Urbanos, a los Asentamientos Humanos,
Pre-Hispánicos, es evidente, a partir de las antiguas y más recientes investigaciones, Arqueológicas,
tanto en El Bajío (Cholula, Querétaro, Etc.), como en las más distantes Ciudades de Morelia y
Mérida.
En torno a dicha “Plaza” (respectivamente, en sus cuatro “costados”, limítrofes) y además de la Vialidad,
Primaria y circundante a dicha “Plaza”, la Sede de los Poderes Públicos, correspondientes (Regionales
y/o Locales: Palacios de Gobierno), el Templo, católico y de mayor jerarquía (Regional y/o Local) y los
Establecimientos Comerciales (usualmente, con “Arcadas”, frontales, tipo “Loggias”, italianas).
El movimiento Insurgente se fortaleció, en el Centro de Nueva España, bajo el mando de José María
Morelos y Pavón, que destacó por su capacidad como estratega militar. En 1813, convocó al Congreso
de Chilpancingo, que proclamó la Independencia de la América, Septentrional y dotó al País de su
primera Constitución, promulgada en Apatzingán. Morelos fue capturado y fusilado en 1815.
A partir de 1815, los Independentistas entraron en una Guerra, defensiva y fragmentada. La campaña de
Pedro Moreno y Francisco Xavier Mina, en 1817, avanzó, rápidamente, desde Tamaulipas, hacia el
Centro de Nueva España, pero fue, finalmente, derrotada. El indulto ofrecido por el Virrey Apodaca
alentó la deserción de muchos Insurgentes. La re-habilitación de la Constitución de Cádiz, en 1820,
afectó a la élite Novo-Hispana, que pactó con los Insurgentes la Independencia, del Virreinato. Agustín
de Iturbide se apoyó en Vicente Guerrero y, juntos, promulgaron el Plan de Iguala, en 1821. Cuando
Juan O'Donojú -último Virrey designado- llegó a Nueva España, firmó el Acta de Independencia, de
México, el 28 de Septiembre, de 1821.
Después de la firma de los Tratados de Córdoba, se instaló un Gobierno Provisional, que funcionó hasta
la coronación de Agustín de Iturbide, como Emperador. La situación Económica y Política del Imperio era
endeble y motivó la proclamación del Plan de Casa Mata, que planteaba la instauración de una
República. La insurrección Republicana triunfó, en 1823, provocando el exilio de Iturbide y la separación
de América Central.
La promulgación de las Leyes de Reforma, de corte Liberal, afectó los intereses de varios grupos,
particularmente la Iglesia. En 1857 se promulgó la nueva Carta Magna mexicana. Entre otras cosas, el
documento estableció en México un Estado Laico. Tras el Auto-Golpe de Estado, de Ignacio Comonfort,
Benito Juárez asumió la Presidencia. Inició, entonces, la Guerra de Reforma, que concluyó con una
nueva derrota de los Conservadores. A partir del año siguiente, éstos intentarían, nuevamente, hacerse
con el Poder, apoyados por la Intervención Francesa, que creó el Segundo Imperio Mexicano,
encabezado por Maximiliano I, de Habsburgo. La Invasión Francesa y el II Imperio concluyeron, en 1867,
con la rendición de los Conservadores y el fusilamiento de Maximiliano, en Santiago, de Querétaro.
Juárez continuó en la Presidencia, hasta su muerte, en 1872. Los últimos años de su Gobierno fueron
duramente criticados por las diversas facciones Liberales. Juárez fue sucedido por Lerdo de Tejada,
tildado de “Jacobino”.
EL PORFIRIATO.
Tras una rebelión, provocada por las intenciones de Lerdo de Tejada, de re-elegirse, Porfirio Díaz llegó a
la Presidencia, en 1876. Así comenzó el Porfiriato. Durante ese Período, la inversión extranjera y
nacional fue favorecida, con grandes privilegios, por parte del Gobierno, lo que apoyó el desarrollo
Económico. En contraste, las condiciones de vida de los obreros y campesinos, continuaron sin mayores
cambios. La oposición Política fue eliminada, por la fuerza y los rebeldes eran exiliados u obligados a
trabajar, en sitios como Valle Nacional, el Valle del Río Yaqui o Yucatán.
La Dictadura de Porfirio Díaz sólo fue interrumpida por cuatro años de Gobierno, de Manuel González,
quien era amigo del Dictador. En este tiempo, llamado Porfiriato, México tuvo una cultura con gran
influencia francesa. En este Período, las Leyes de Reforma (en especial, la Ley Lerdo), sirvieron de marco
para favorecer la concentración de tierras, en manos de unos pocos terra-tenientes. Los campesinos
eran enganchados para trabajar en las Haciendas y algunos grupos indígenas que se mostraban,
particularmente, rebeldes, como los Yaquis y los Mayos, fueron desterrados, de sus lugares de origen y
obligados a trabajar, hasta la muerte, en lugares como Valle Nacional, el Valle del Río Yaqui o Yucatán.
El Gobierno de Díaz favoreció la inversión extranjera. La cabeza de este Plan de Desarrollo Económico
fue José Yves Limantour, de ascendencia francesa y miembro del grupo de los Científicos. La mayor
parte del capital invertido en México era francés y en importancia seguían las inversiones inglesas,
estadounidenses, alemanas y españolas. Minas, petróleo, ferrocarril, textiles, plantaciones de azúcar:
todo ello estaba en manos de extranjeros. Aparentemente, el país prosperaba, creando estabilidad
económica, a pesar de la miseria, en ciertos sectores de la Sociedad. Por ello, cuando en la famosa
entrevista Díaz-Creelman, el Dictador señaló que México estaba listo para la Democracia, algunos
personajes le tomaron la palabra y se presentaron a las elecciones de 1910. Algunos días después de la
postulación de Francisco I. Madero, éste fue encarcelado, en San Luis Potosí. En este mismo año se
publicó el Plan de San Luis, iniciando, así, la Revolución, Mexicana.
Sus Etapas inicial e intermedia, por una intensa ausencia, en virtud, tanto de la Guerra de Independencia
y su inmediato Periodo de “Consolidación” (1810-1821); como por las sub-siguientes Guerras de
Reforma e Intervención Francesa (1833-1876).
Su Etapa final (el “Porfiriato”: 1876-1910), por la expansión o ampliación, consolidación o re-
modelación, de los Asentamientos Humanos, pre-existentes. Ejemplos de ello serían: + La expansión o
ampliación, de la Ciudad de México, con nuevos “Fraccionamientos” o “Colonias”, inmediatos a su
periferia o adyacentes a Centros de Población cercanos, particularmente, al Poniente y Sur, como,
respectivamente, la Santa María, Juárez y Roma; Mixcoac, Coyoacán y San Ángel.
La expansión y consolidación, de los mayores y más importantes Centros de Población, del Norte del
País y el Bajío, como Monterrey y Chihuahua, Puebla y Querétaro; Etc.
La fundación o consolidación y ampliación de nuevos Centros de Población, en las diversas Regiones del
País, como Tijuana y Ensenada, Hermosillo y Culiacán, Saltillo y Tampico; Mazatlán y Tuxtla Gutiérrez;
Progreso y Chetumal; León y Pachuca.
Como en los casos del DESARROLLO URBANO PRE-HISPÁNICO y COLONIAL, especialmente, de las
COLONIAS ESPAÑOLAS, como la NUEVA ESPAÑA, también el correspondiente al de la ÉPOCA
DÉCIMONÓNICA o del SIGLO XIX, destaca, dentro de la HISTORIA de la CULTURA y del URBANISMO, por
muchos de sus “VALORES”, “FORMALES”, es evidente que no se le puede evaluar en los mismos
términos que a las CULTURAS CONTEMPORÁNEAS, en cuanto a los “SATISFACTORES”, de carácter
“SECTORIAL” (“SOCIOECONÓMICO”, “POLÍTICO-ADMINISTRARIVO”, “FÍSICO-TERRITORIAL” y
“ECOLÓGICO” o “MEDIOAMBIENTAL”) y “ESPACIAL” (“LOCAL” y “REGIONAL” o “NACIONAL”); en virtud
de que dichos “VALORES” corresponden a DIFERENTES CIRCUNSTANCIAS, HISTÓRICO-CULTURALES.
Mientras tanto, el Congreso nombró, como Presidente, interino, al señor Francisco León de la Barra
(porfirista), que entregó la Presidencia a Madero, en Noviembre, de 1911. En Febrero, de 1913,
Victoriano Huerta dio un Golpe de Estado, contra Madero, a quien mandó asesinar, junto con Pino
Suárez, en la "Decena Trágica" y gobernó, como Dictador, hasta 1914. En el bando revolucionario
también había disputas: por ejemplo, Zapata había desconocido a Madero, porque sintió que lo había
traicionado, al no haber iniciado el reparto agrario. A la muerte de Madero, las facciones revolucionarias
se levantaron en armas contra el usurpador y lo derrocaron, quedando, como Presidente, Venustiano
Carranza.
A éste correspondió promulgar la Constitución que rige, actualmente, en México y que incorporó varias
de las demandas sociales reivindicadas por los movimientos revolucionarios y sus antecesores (jornada
de ocho horas, libertad de culto, salario mínimo, reparto agrario, nacionalización de los recursos
naturales, etc.). Mientras tanto, el ejército revolucionario se dividió en dos facciones: una, encabezada
por Carranza y Obregón, moderada y vinculada con los intereses de la burguesía norteña; y la otra, con
Zapata y Villa, más radicales y vinculados con los intereses de los campesinos. Los vencedores fueron los
primeros y el conflicto, entre facciones, culminó con el asesinato de Carranza (Tlaxcalantongo, 1920),
Zapata (Chinameca, 1919) y Villa (Parral, 1923).
Con la llegada de Obregón, al Poder, en 1920, varios de los Artículos Constitucionales fueron puestos en
vigor. Entre las consecuencias de ello está la Guerra Cristera, que enfrentó a tropas campesinas,
alentadas por la jerarquía católica, contra el ejército federal.
Obregón fue sucedido, en el cargo, por Plutarco Elías Calles, quien opinaba que la Revolución había de
perpetuarse en instituciones y formó, en Marzo, de 1929, el Partido Nacional Revolucionario (PNR),
primer antecedente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) (que dominaría la escena política,
mexicana, hasta el año 2000). Calles fundó el Banco de México y puso fin a la Cristiada, llegando a un
acuerdo con el Clero. Al final de su Periodo, Obregón se reeligió, pero fue asesinado, en San Ángel, antes
de tomar posesión. Siguieron tres Presidentes, que gobernaron dos años, cada uno y fueron títeres de
Calles, a quien se acusa de haber planeado el asesinato de Obregón. Durante este período, conocido
como “Maximato”, México enfrentó la resaca de la crisis de 1929 y perdió la soberanía, sobre un
territorio lejano y casi desconocido: la Isla de la Pasión, que pasó a manos francesas.
Lázaro Cárdenas del Río, el Presidente electo para el primer Periodo Sexenal, de la historia de México
(1934-1940), desterró a Calles, apoyado en su amplia popularidad, entre la población más pobre y
mayoritaria. Dio gran impulso a la educación (con relativo sentido "socialista") y al reparto de tierras. Es
recordado por la “Expropiación o Nacionalización Petrolera”, acontecida el 18 de marzo, de 1938 y por
la Nacionalización de los Ferrocarriles. No obstante, que inició con un impulso radical, el Gobierno de
Cárdenas, al final, debió moderarse, por el contexto de crisis económica, derivado de los pagos de las
nacionalizaciones. Su sucesor, Manuel Ávila Camacho, frenó el reparto agrario, concilió con la naciente
clase burguesa industrial y enfrentó el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la década de 1950, México vivió una época de gran Desarrollo, Económico, conocido como
“Milagro mexicano”. Este Desarrollo fue favorecido por el entorno de la recuperación, en el marco de la
Pos-Guerra. El Desarrollo Económico se reflejó en el incremento de la Infra-Estructura y los Servicios
Públicos y de Protección Social. Como consecuencia del fortalecimiento del Estado, se desarrolló una
serie de corporaciones, clientelares, asociadas al Gobierno, que ocasionaron conflicto con
Organizaciones independientes. Así ocurrió durante la Huelga de los Ferrocarrileros, de 1959. La
demanda de mayores libertades, Políticas, se expresó de diversas maneras; muy notablemente, por el
Movimiento Estudiantil, de 1968, que concluyó con el asesinato de estudiantes, por parte del Ejército,
en Tlatelolco y en las varias Guerrillas, que aparecieron en diversas partes del País y fueron reprimidas,
violentamente, por el Estado.
Miguel Alemán le sucedió, siendo el primer Presidente de México, en la época Priísta, que no era Militar.
Después gobernó Adolfo Ruiz Cortines, bajo el Sexenio del cual se le dio derecho de voto a la mujer.
Adolfo López Mateos, quien le sucedió, logró en México un fuerte progreso económico, además de la
Nacionalización de la Energía Eléctrica (1960).
Se puede calificar al gobierno, subsecuente y de Gustavo Díaz Ordaz, como autoritario, ya que durante
su Gobierno se dieron varias manifestaciones sociales, particularmente la Huelga Estudiantil, de 1968,
que culminó en la matanza de Tlatelolco, el 2 de Octubre, de ese año. Luis Echeverría Álvarez, quien
fuera Secretario de Gobernación, en ese Sexenio, fue el siguiente Presidente, el cual quiso identificarse
con una imagen de izquierda, política. De allí siguió José López Portillo, durante cuyo Gobierno se desató
una gran crisis Económica, a raíz de la Nacionalización Bancaria; sin embargo, fue también en su
Gobierno que la política de exploración petrolera logró el descubrimiento del yacimiento de Cantarell,
del cual se extrae, hasta la fecha, gran parte del petróleo mexicano, que aporta 40 centavos, por cada
peso, del Presupuesto, Nacional. Finalmente Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y
Ernesto Zedillo Ponce de León, forman lo que se llamó el Periodo del Neo-Liberalismo, en el que México
sufrió una devaluación, permanente, del peso.
Al final de la Década de 1970, la Economía mexicana dio muestras de un agotamiento, que le condujo a
la bancarrota, al iniciar la Década siguiente, en el contexto de un “boom” petrolero. Como resultado de
la presión opositora, en 1977 se introdujo una Reforma Política, que legalizó a la oposición, de Izquierda.
Durante los años siguientes, la mayoría de las empresas Para-Estatales fueron privatizadas. En 1985,
varias partes del Centro y Occidente, del País, fueron sacudidas por un Terremoto, que dejó miles de
muertos y desaparecidos, la mayoría en la ciudad Capital. Durante el Gobierno de Carlos Salinas de
Gortari (1988-1994), México vivió un repunte económico, fundado en la privatización de las empresas
del Estado y la apertura a la inversión extranjera. En 1994, cuando el TLCAN entró en vigor, el
levantamiento zapatista y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu,
sacudieron la escena Política, en México. La Economía entró en una recesión, conocida como “Error de
Diciembre”, ubicada como la primera crisis de la Globalización.
En el año 2000, el PRI perdió la Presidencia, después de 71 años en el Poder, cuando Vicente Fox venció
en las elecciones Presidenciales. Le sucedió, en el Gobierno, Felipe Calderón Hinojosa, que llegó a la
Presidencia, en medio de las discutidas Elecciones Presidenciales, de 2006. En 2007, se inició la Guerra
contra el Narco, que ha dejado más de 34 mil muertos, de los cuales 15,273, ocurrieron en 2010.
Desarrollo y Planeación Urbanos o Urbanismo, durante la Época Contemporánea y
Actualidad, en México.
A diferencia de los Capítulos, Sub-Capítulos e Incisos, anteriores, así como, en virtud de su considerable
amplitud, complejidad y mayor cercanía, temporal, al Presente o Actualidad (N08), Intra-Nacionales; en
este Inciso, probablemente, el de mayor interés y trascendencia, técnico-administrativas y académicas,
para los efectos de este Ensayo, se consideran, conjuntamente, tanto el DESARROLLO, como su
PLANEACIÓN, URBANOS y su inseparable co-relación, estructural, con los INTEGRALES.
En tal sentido y mediante un criterio, tanto crítico, como analítico-sintético, es posible considerar las
siguientes Sub-Etapas, con sus respectivas características, dentro de esta Época y a nivel Intra-Nacional:
1900-1910:
La última Época del “Porfiriato”, durante la cual se registra un intenso Desarrollo, tanto de las
Comunicaciones, Carreteras, Ferrocarrileras y Marítimo-Portuarias, como de la actividad económico-
productiva, por parte de los intereses extranjeros, importados a México (como la Minería, el Comercio y
la Industria) y, consecuentemente, una primera e intensa migración, de la Población Rural, a los
Asentamientos Humanos, Urbanos, sobre todo, Mayores (como la Ciudad de México, Monterrey y
Guadalajara), con su subsecuente e intenso crecimiento demográfico (registrándose, a nivel intra-
nacional, una Población total, cercana a los 15 Millones de Habitantes); así como con una ausencia,
absoluta, de Planeación, Urbana, por parte del Estado, habiendo siendo ello responsabilidad e interés,
también, absolutos, por parte del Sector Privado y Social, nacionales y determinado por las “leyes de la
oferta y demanda” o “Capitalismo, de Estado”.
1910-1921:
En virtud del intenso y continuo desarrollo del “Movimiento Revolucionario”, en esta Sub-Etapa no se
registra Desarrollo Urbano y, en consecuencia, tampoco su Planeación, Privada, Social o Pública;
observándose, más bien, considerables procesos “destructivos”, particularmente, en los Asentamientos
Humanos, Urbanos, Menores y Rurales.
1921-1950:
Si bien, también se encuentra ausente la Planeación Urbana, Pública e Institucional, en virtud del
considerable Crecimiento Demográfico, intra-nacional (de cerca de 15 Millones a 30 Millones de
Habitantes), se registra un intenso Desarrollo Urbano, particularmente, en materia de, tanto migración
“Campo-Ciudad”, como de “expansión” o “ampliación”, de los Centros Urbanos, pre-existentes;
también, todo ello, a partir de los intereses de los Sectores Privado y Social y determinados por el mismo
“Capitalismo de Estado”, anteriormente mencionado.
Se inicia la “Planificación”, del Desarrollo, Integral y Nacional; con los primeros “Planes”, Quinquenales y
Nacionales, de Gobierno, instaurados por el Gobierno del Presidente Lázaro Cárdenas del Río.
1950-1970:
Si bien, esta Sub-Etapa continua con las características, urbanísticas, de la inmediata, anterior, es testigo
de un fenómeno, hasta entonces, inusitado y positivo, en la Historia de México, Independiente y
consistente, tanto en un Crecimiento Demográfico extraordinario, como -probablemente, en función de
ello- la iniciación de la Planeación Urbana, Institucional y por parte del Estado o Poder Público,
mexicanos e INDEPENDIENTES:
Registra un mayor Crecimiento Demográfico (de 30 Millones a cerca de 50 Millones, de Habitantes; casi
un 50% de incremento, en dos décadas) y Económico (en función de la implantación de la Política,
“Liberal” de “Sustitución de Importaciones”, en apoyo al desarrollo Económico-Industrial y Comercial,
intra-nacionales).
Se establecen los primeros precursores de la Planeación Urbana, Local, dentro del Gobierno Federal
(Secretaría de Bienes Inmuebles y “Oficina del Plano Regulador”, en el Gobierno del Distrito Federal); así
como Dependencias semejantes, en algunos Estados y Municipios, de la República.
Por parte de las Dependencias anteriormente mencionadas y mediante Empresas, Consultoras, Privadas
y -supuestamente- especializadas, en la materia (Despachos de algunos Arquitectos, destacados) y
comisionadas, para el efecto, se elaboran los primeros “Planos Reguladores”, de dicho Desarrollo
Urbano, intra-nacional; aunque exclusivamente, para algunos pocos Asentamientos Humanos, de nivel
Medio, entre ellos, la Ciudad de México y algunas Capitales, Estatales y Cabeceras Municipales.
1970-1976:
En esta corta Sub-Etapa, además de continuar las mismas características del Desarrollo Urbano, de las
décadas, inmediatamente, anteriores, por parte de la entonces Sub-Secretaría de Bienes Inmuebles y
Urbanismo, de la Secretaría del Patrimonio Nacional (SePaNal o SPN), ilustre heredera de la anterior
Secretaría de Bienes Inmuebles, además de avanzar, lenta y elemental, pero muy extraordinariamente,
en la materia, se incursiona, por primera ocasión, en México, en la “PLANEACIÓN URBANA”, además de
“inter, multi y transdisciplinaria y espacial”, Institucional y a nivel de Normatividad o Legislación, Estatal
y Municipal:
El PODER EJECUTIVO, FEDERAL y mexicano, presenta, al resto del Mundo, su intención de elevar, a rango
Constitucional, la PLANEACIÓN del DESARROLLO URBANO, intra- nacional y Legislar, en la materia,
durante la “Reunión Internacional, sobre Asentamientos Humanos” (“Habitat”), verificada en la Ciudad
de Vancouver, Canadá y patrocinada por la Organización de Naciones Unidas – ONU (1976).
Si bien, en esta Sub-Etapa, se crea el INSTITUTO del FONDO NACIONAL para la VIVIENDA de los
TRABAJADORES (“INFONAVIT”), después de un cierto período de tiempo, durante el cual el mismo fue
responsable, directo, de la realización de los gigantescos y múltiples Conjuntos Habitacionales y
Populares o “De Interés Social”, fundamentalmente “Verticales” y de “Alta Densidad, Demográfica y
Construida”, que llegó a implementar (como “El Rosario”, “La Unidad Modelo”, Etc.), pronto, se limitó al
estricto “financiamiento”, de éstos, trasladando la función o responsabilidad de su construcción y
desarrollo, al Sector Privado; con lo cual mucho se perdió del necesario control de los mismos, por parte
del Sector Público, Federal, teniendo tan amplísimas libertades y al respecto, sus promotores y
desarrolladores, Privados, que es rara la ocasión en que cumplan con la Normatividad, vigente y
correspondiente.
1976-1990:
En esta Sub-Etapa, se verifica la mayor y más trascendente evolución (aunque, muy lamentablemente,
de corta duración), del DESARROLLO, tanto URBANO, como de los demás “SECTORES” y “GLOBAL” o
“SOCIO-ECONÓMICO”, del Estado mexicano; conjuntamente con su PLANEACIÓN, intra-nacional y como
corolario, lógico, de sus antecedentes, más inmediatos y antes comentados:
Simultáneamente:
Por parte del PODER EJECUTIVO, FEDERAL y consecuente con dicha LGAH, se instauran y hacen
operativas las primeras instancias, Públicas y Federales, EXCLUSIVAMENTE responsables del
DESARROLLO y la PLANEACIÓN URBANOS, NACIONALES:
Por parte de cada nivel de Gobierno, intra-nacional, se elaboran (a cargo de Empresas, Consultoras,
Privadas y -supuestamente- especializadas, en la materia y comisionadas, para el efecto, por los
Gobiernos respectivos) e implementan (por los mismos Gobiernos y exclusivamente- a partir de su
“aprobación” o “sanción”, por parte de la Población, respectiva o afectada –a través de sendas
“Consultas Populares”, normadas por la Legislación vigente y correspondiente-) los múltiples “PLANES
de DESARROLLO”, tanto ESTATALES y MUNICIPALES, como LOCALES (o de CENTROS de POBLACION),
PARCIALES y ESPECIALES, particular y mayoritariamente de CAPITALES, ESTATALES y CABECERAS
MUNICIPALES, con mayor Poder, Político y Socio-Económico (aproximadamente, un 10% = 250, del
TOTAL de MUNICIPIOS, existentes, en el País: cerca de 2,500).
1990-2000:
2000-2010:
A pesar de que el Crecimiento Demográfico, nacional, sobrepasa los 100 Millones de Habitantes
(acercándose a los 110 Millones, de Habitantes) :