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Muchos iones metálicos reaccionan con dadores de pares de electrones para formar
compuestos de coordinación o complejos. La especie dadora, o ligando, debe tener por lo
menos un par de electrones sin compartir disponible para la formación del enlace. El agua,
amoniaco y los iones haluro son ligandos inorgánicos comunes. De hecho, muchos iones
metálicos en disolución acuosa existen en realidad como complejos hidratados.
El número de enlaces covalentes que tiende a formar un ion con los dadores de
electrones es su número de coordinación. Los valores típicos de los números de
coordinación son 2, 4 o 6. Las especies que se forman como resultado de la coordinación
pueden ser positivas, neutras o negativas.
M + L ML
Donde, para generalizar, se han omitido las cargas de los iones. Las reacciones de
formación de complejos ocurren por etapas. Los ligandos monodentados se agregan
invariablemente en una serie de etapas. En el caso de los multidentados, el número de coordinación
máximo del catión se puede satisfacer con un solo ligando o con varios ligandos agregados.
En los casos anteriores los complejos formados son solubles es disolución. Sin
embargo, es posible que la adición de ligandos a un ion metálico da cómo resultado
especies insolubles, como el conocido precipitado de níquel-di-metilglioxima. En muchos
casos, los complejos intermedios no cargados del esquema de formación por etapas pueden
ser poco solubles, mientras que la adición de más moléculas de ligando puede dar lugar a
especies solubles.