LOS PROBLEMAS COTIDIANOS Y LA RELAJACIÓN

Todo el mundo está convencido de que los problemas de cada día están allí para
fastidiarnos, para impedirnos disfrutar, para recordarnos que tenemos obligaciones
inexcusables y por lo tanto que no puedo disfrutar. Es por eso que ansiamos el que
nuestras dificultades se esfumen, cuando eso suceda seré feliz.
Es probable que no debamos suspirar por la desaparición de nuestras dificultades
sino percibir que hay algo en ellas que nos permite transformarnos, pensamos
sinceramente que cambiando lo externo todo sucederá tal como deseamos y
tendremos una experiencia mejor del mundo, esto forma parte de una confusión
esencial, este modo de pensar no nos lleva hacia otro lugar más que a un estado
de animadversión, siempre estamos intentando cambiar lo que es porque me resisto
a cambiar lo que soy.
He experimentado recientemente el sufrimiento de ver cómo al enfrentarme a mis
problemas ellos me superaban, sentir que no podía realizar un esfuerzo especial,
pensar que realmente no era capaz de hacerlo, el problema estaba ahí delante y yo
insistía con toda mi debilidad, sin apenas energía me pedía seguir y de repente el
problema me ha cambiado a mí, gracias a él y a seguir insistiendo en aprendido que
las dificultades a veces se encuentran en mi camino para ayudarme a mejorar.
Me ha resultado muy sorprendente advertir que los conflictos son en ocasiones el
modo de obtener conocimiento real acerca de uno mismo, y el medio por el cual
desarrollar cualidades que se encuentran en el interior de cada uno de nosotros.
Desde este punto de vista debería ser capaz de evitar estresarme cuando surja un
nuevo problema, agradecer la dificultad por la capacidad que tiene de
transformarme, los problemas son desde este punto de vista como la campana de
una iglesia que me recuerda que hay algo superior.
Cuando me encuentro en un estado relajado soy consciente de que los problemas
tienen esa cualidad de transformación, solo cuando soy capaz de establecer una
conexión con mi interior; no es preciso dejar de tener problemas para relajarnos, es
preciso relajarnos para dejar de convertir los problemas en algo insuperable, lo que
resulta necesario es la relajación para qué en estado de calma pueda comprender
que las dificultades de cada día están ahí para qué, trabajando en el taller de nuestra
mente, emociones y cuerpo, pueda suceder una transformación vital.