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Roman Ingarden Concrecién y reconstruccién Enunciados basicos acerca de la estructura esencial de la obra literaria de arte Las siguientes afirmaciones generales sobre la estructura esencial de la obra literaria de arte nos serviran de ayuda en posteriores investigaciones: 1. La obra literaria es una formacién que consta de diversos estratos. Contiene a) el estrato de los sonidos verbales, formaciones fonéticas y fenémenos de orden superior; b) el estrato de las unidades seminticas: sentidos de enunciados y sentidos de grupos enteros de enunciados; c) el estrato de aspectos esquemiticos, en el cual aparecen objetos de diverso tipo expuestos en la obra; y d) el estrato de las objetividades representadas, expuestas en las relaciones intencionales proyectadas por las frases. 2. A partir de la materia y la forma de los estratos individuales resulta una conexién interna esencial entre los diversos estratos, dando asi lugar a‘la unidad formal de la obra entera. 3. Ademéas de esta estructura estratificada, la obra literaria se distingue por tener una secuencia ordenada de partes, que constan de frases, grupos de frases, capitulos, etc. En consecuencia, la obra posee una peculiar «extensién» cuasi- temporal desde el principio hasta el fin, asi como ciertas propiedades de composicién que surgen de esta extensién, como por ejemplo caracteres variados de desarrollo dinamico y otros semejantes. La obra literaria tiene efectivamente «dos dimensiones»: una, segtin la cual se extienden simulténeamente el total de los estratos, y otra, por la que las partes se suceden unas a otras. 4, En contraste con una mayoria preponderante de enunciados de wna obra cientifica, que son juicios genuinos, los enunciados declarativos de una obra literaria de arte no son juicios genuinos, sino tan solo cuasi-juicios, cuya funcién consiste en atribuir a los objetos representados en la obra un mero aspecto de realidad, sin marcarlos como auténticas realidades. Incluso los enunciados de otro tipo, como por ejemplo los enunciados interrogativos, experimentan en la obra literaria de arte la correspondiente modificacién de su funcién. Segiin el tipo de obra de que se trate —pongamos por caso una rovela histérica— son posibles ademis otras variedades de modificacién}, 1 Constituye un problema especial la cuestién de si las frases declarativas que se citan sdlo en el texto, como por ejemplo las frases habladas por los personajes representados, sufren tal modificacién. Esto tiene particular importancia en el teatro. La cuestién de qué medios lingiifsticos y, quizas también, extralingiiisticos, producen el caricter de cuasi-juicios, constituye otro problema que ha sido investigado por Kite Hamburger. Volveré a este problema en la cuestién de cémo el lector reconoce que esti tratando sélo con cuasi-juicios y no con juicios genuininos, por ejemplo en la novela. 35 La presencia de estos cuasi-juicios en las obras literarias de arte constituye sdlo un rasgo que las distingue de las obras cientificas. Otros rasgos caracteristicos son los siguientes: 5. Si una obra literaria es una obra de arte valiosa, cada uno de sus estratos debe contener cualidades especiales. Estas cualidades valiosas son de dos tipos, segiin corresponden a valores artisticos y a valores estéticos. Estos ultimos estén presentes en la obra misma de arte en un peculiar estado potencial. En su compleja multiplicidad conducen a una especial polifonfa de cualidades con valor estético que determinan Ja cualidad del valor que se constituye en la obra. Incluso en una obra cientifica pueden aparecer cualidades artisticas literarias que determinan ciertas cualidades con valor estético. Sin embargo, en una obra cientifica, se trata sdlo de un ornato que tiene poca, o ninguna, conexién con la funcién esencial de la obra, y que no puede constituir por si mismo una obra de arte. 6. La obra literaria de arte (como cualquier obra literaria en general) se distingue de sus concreciones que surgen de lecturas individuales de la obra (0, también, de su representacién en el teatro y su visidn por el espectador). 7. En contraste con su concrecién, la obra literaria misma es una formacién esquematica. Es decir: algunos de sus estratos, especialmente el estrato de las objetividades representadas y el estrato de los aspectos contienen «lugares de indeterminacién». Tales lugares se eliminan parcialmente en las concreciones. La concrecién de la obra literaria es también esquematica, pero menos que la obra misma. 8. Los lugares de indeterminacién quedan eliminados en las concreciones individuales, de manera que una determinacién mayor o menor ocupa su lugar y, por decirlo asi, los «llena». Este «llenado», sin embargo, no est4 suficientemente determinado por los cardcteres definitorios del objeto, y asi las concreciones pueden ser en principio diferentes. La obra literaria, en cuanto tal, es una formacién puramente intencional. que tiene la fuente de su ser en actos de conciencia creativos de su autor, y cuyo fundamento fisico est4 en el texto escrito o en otro medio fisico de posible reproduccién (como por ejemplo una cinta magnética). En virtud del estrato dual de su lenguaje, la obra es accesible intersubjetivamente y reproducible, de manera que se convierte en un objeto intencional intersubjetivo, relativo a una comunidad de lectores. De este modo no es un fendmeno psicoldgico, sino que trasciende todas las experiencias de conciencia, tanto del autor como del lector. La concrecion de las objetividades representadas Como ya he observado, si se quiere llevar a cabo una aprehensign estética de la obra de arte, hay que ir con frecuencia més alla de lo que efectivamente est4 contenido en el estrato objetivo de la obra, en el proceso de objetivacién de las objetividades representadas. Hay que «concretar» esos objetos, al menos hasta un cierto grado, y dentro de los limites establecidos por la obra misma. Expliquemos esto con mas detalle. La obra literaria, y la obra literaria de arte en particular, es una formacién esquemitica (ver afirmacién n.° 7). Al menos algunos de sus estratos, especialmente el estrato objetivo, contienen series de «lugares de indeterminacién». Nos encontramos 36 con un lugar de indeterminacién cuando es imposible, sobre la base de los enunciados de a obra, decir si cierto objeto o situacién objetiva posee cierto atributo. Si, por ejemplo, el color de los ojos del cdnsul Buddenbrook no se menciona en los Buddenbrooks (cosa que no he comprobado), habr4 una completa indeterminacidn en este aspecto. Sabemos implicitamente, por el contexto y por el hecho de que es un ser humano y que no ha perdido sus ojos, que sus ojos tienen determinado color, pero no sabemos cual. Hay muchos casos andlogos. Llamaré al aspecto o parte del objeto sepresentado, que no est4 especificamente determinado por el texto, «lugar de indeterminacién»?. Todo objeto, persona, suceso, etc., representado en la obra literaria de arte, contiene gran numero de lugares de indeterminacidn, especialmente en las descripciones de lo que ocurre a la gente o a las cosas. Normalmente hay grandes tramos de tiempo en la vida de las personas representadas que no estan explicitamente presentes, de manera que los atributos cambiantes de tales personas permanecen indeterminados. Sélo sabemos por indica- ciones del texto que durante ese tiempo la persona existia, pero el texto queda en silencio sobre lo que esa persona hacia 0 experimentaba. Pero puesto que, con excepcién de los raros casos en los que la funcién expresiva de los sonidos verbales y la pronunciacién nos sirven de ayuda, es casi exclusivamente el estrato semantico el que determina todo en el estrato de las objetividades representadas, nosotros, en. tanto que lectores, no sdlo no conocemos lo que sucedié en los lapsos de tiempo no- representados, sino que los sucesos no estan determinados en modo alguno. No son ni A ni no-A. La presencia de lugares de indeterminacién no es algo accidental, el resultado de un defecto de composicién. Mas bien es necesaria en toda obra literaria de arte. Es imposible establecer con claridad y exhaustividad la multiplicidad infinita de determinaciones de los objetos individuales representados en la obra, con un numero finito de palabras o frases. Siempre tendrd que faltar alguna determinacién. Se podria objetar que la multiplicidad total de atributos o hechos puede estar determinada intencionalmente por una palabra o una frase. Asi, el numero de atributos o hechos no necesitaria equivaler al numero de palabras o frases. En segundo lugar, no todo necesitaria estar determinado directamente; muchas cosas’ se revelan indirectamente, como resultado de las determinaciones explicitas del texto. Sin embargo, en el primer caso, la multiplicidad de atributos o hechos esta ciertamente indicada, pero no asi la totalidad de elementos que pertenecen a esa multiplicidad (determinaciones, atributos, condiciones, etc.), los cuales no estan todos indicados en su individualidad. Asi, al menos los detalles especificos de esos elementos permanecen indeterminados. Y los resultados implicitos de lo que se expresa en el texto sdlo puede determinar aquellos atributos de un objeto que son constantes y necesarios. Por ejemplo, se sigue del hecho de que Julio César era un ser humano que tenia todos los miembros corporales «normales». Pero no podemos deducir mada que no sea una determinacién necesaria, lo que es variable en el concepto de «ser humano» queda asi indeterminado. No podemos deducir el tamafio de sus pies, el tono de su voz o su sonido. Si tales cuestiones no se indican especificamente en el texto, y si no hay otros hechos de los que pueden deducirse, las caracteristicas del cuerpo de César (por ejemplo en la pieza de Shakespeare) no quedan determinadas, y por lo tanto no estan simplemente presentes en el estrato objetivo de la obra. Hay buenas razones por Jas que no es aconsejable indicar explicitamente todos los detalles posibles de las objetividades representadas. En la 2 Ver sobre esto Das literarische Kunstwerk, p. 38. 37

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