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ESCUELA DE DERECHO
Ciclo de Estudios: V
Año de Estudios: 3°. Año
Ciclo Académico 2019 – I
Créditos: 4
En derecho, las personas pueden ser naturales o jurídicas. Las primeras son los
individuos de la especie humana, que existen por sí, sin necesidad de previo
reconocimiento de la ley. Las segundas, por efecto, son personas ficticias, capaces de
ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representadas tanto judicial
como extrajudicialmente. A su vez estas segundas pueden ser públicas o privadas.
La Iglesia es una realidad espiritual y terrena. Como realidad terrena es una institución
formada por personas y por instituciones. Estas últimas, en un estado, son personas
jurídicas públicas o personas jurídicas privadas.
En efecto, el Código Civil de 1984 marcó un hito en cuanto se refiere al marco legal
eclesial, puesto que este difería de gran manera con el Código Civil de 1936 por el cual
hasta ese entonces se le reconocía la personería jurídica a la Iglesia Católica
Por las razones antes mencionadas, hemos visto por necesario hacer un análisis del
marco legal eclesial en el ámbito privado, y como ha venido desarrollándose hasta la
fecha.
En lo que respecta al capítulo dos, se explicará de manera detallada cuales son las
instituciones de la Iglesia católica con personería de carácter privado, y manifestar el
marco normativo por el cual mencionadas instituciones se rigen.
ÍNDICE
1.1 Antecedentes
1.1.3 La asociación
1.2 Decreto ley N°23211: acuerdo entre la Santa Sede y la República del
Perú
III. CONCLUSIONES
IV. BIBLIOGRAFÍA
CAPÍTULO I
Marco normativo de
las instituciones de la
Iglesia Católica con
personería de carácter
privado
1.1 Antecedentes
La Constitución Política del Perú reconoce, como uno de los derechos fundamentales de
la persona, la libertad constitucional de asociación en general. Dentro de ese marco
constitucional, las organizaciones no lucrativas se encuentran reguladas
fundamentalmente por el Código Civil del Perú, bajo las figuras legales (personas
jurídicas: organizaciones inscritas en Registros Públicos) de asociaciones, fundaciones y
comités. Adicionalmente, el Código Civil reconoce como sujetos de derecho con
identidad legal propia, aunque con un régimen de responsabilidad diferente al de las
personas jurídicas, a la asociación, la fundación y el comité no inscritos.
Dentro del sector no lucrativo, en Perú, la figura más utilizada es la asociación, desde
que a través de ella se pueden desarrollar diversas actividades, sean de interés social o
de beneficio mutuo de los integrantes y en diferentes ámbitos (cultural, cooperación
técnica internacional: organizaciones no gubernamentales de desarrollo-ONG,
religiosas, deportivas, gremiales, entre otras) siempre que tengan finalidad no lucrativa.
Otra cosa a tener en cuenta es que el Concordato entre Perú y la Santa Sede, data del
año 1980 y, en ese entonces, nuestra sociedad estaba regulada por el Código Civil del
1936.
Son aquellas cuya institución o regulación depende del derecho privado. En el Código
Civil se las denominaba de "existencia posible". Conforme a la nueva redacción, las
personas jurídicas privadas pueden ser de dos clases: las que necesitan de la
autorización del Estado para funcionar y las que no la requieren, y son:
A) ASOCIACIONES: También llamadas corporaciones, que pueden tener fines
científicos, artísticos, deportivos, culturales, etc., como clubes, mutuales,
sociedades de fomento, etc.
B) FUNDACIONES: Son entidades cuyo patrimonio está afectado a fines altruistas
(que profesa el altruismo: sentimiento o tendencia de hacer el bien a los demás,
aun a costa del propio provecho) que fueron tenidos en mira al tiempo de su
creación.
C) OTRAS ENTIDADES: Se cuentan entre ellas las universidades privadas, que
requieren para su creación un decreto del Poder Ejecutivo que las autorice;
asociaciones profesionales (colegios públicos de abogados, traductores,
ingenieros, etc.)
1.1.2 Las asociaciones en el código civil peruano de 1984 y 1936
1.1.3 La asociación
El artículo 80 del Código Civil Peruano prescribe lo siguiente: “La asociación es una
organización estable de personas naturales o jurídicas, o de ambas, que a través de una
actividad común persigue un fin no lucrativo”
Para el mejor entendimiento de este tipo especial de persona colectiva, se requieren las
siguientes condiciones:
Sin embargo, cabe la posibilidad, prevista por ley, que conste en documento
privado. Conforme al artículo 82 del Código Civil.
1.2 Decreto ley N°23211: acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú
El acuerdo fue ratificado por la Santa Sede el 22 de julio del año 1980 y por el estado
peruano el 24 de julio de 1980 a través del decreto ley N° 23211.
El decreto ley N° 23211 consta de 22 artículos, pero, dada la naturaleza del presente
trabajo, no nos compete hacer un análisis exhaustivo de cada uno; lo que se pretende,
más bien, es analizar el artículo IX de dicho decreto ley ya que es allí donde
específicamente se habla de las instituciones de la Iglesia católica con personería
jurídica privada.
El Perú tiene suscrito un Tratado Internacional con la Santa Sede con fecha 19 de julio
de 1980, aprobado mediante Decreto Ley N° 23211, promulgado el 24 de julio del año
1980. Este tratado tiene como finalidad seguir garantizando de manera estable la
colaboración entre la Iglesia Católica y el Estado Peruano para el mayor bien de la vida
religiosa y civil de la Nación. El acuerdo internacional en mención establece los
lineamientos de las relaciones entre ambos sujetos de derecho internacional, dejando
establecido en su artículo I al igual que el artículo 50 de la Constitución Política del
Perú, que la Iglesia Católica en el Perú goza de plena independencia y autonomía y que
recibe del Estado, en reconocimiento a la importante función ejercida en la formación
histórica, cultural y moral del país, la colaboración conveniente para la mejor
realización de su servicio a la comunidad nacional. El Estado Peruano reconoce que la
Iglesia Católica es un sujeto de derecho Público Internacional, y que además de gozar
de dicha personería y capacidad jurídica, ésta se extiende a la Nunciatura Apostólica que
es la que suscribe el Acuerdo en representación de la Santa Sede, la Conferencia
Episcopal Peruana, los Arzobispados, Obispados, Prelaturas y Vicariatos Apostólicos
existentes, y los que posteriormente pueda crear la Santa Sede. De la misma manera, la
personería y capacidad jurídicas de tales Jurisdicciones Eclesiásticas comprenden
también a los Cabildos Eclesiásticos, a los Seminarios, y a las Parroquias y Misiones
dependientes de aquellas. El acuerdo en mención, ha dejado establecido en sus artículos
VI y VII que la creación de jurisdicciones eclesiásticas por parte de la Santa Sede debe
ser notificada al Estado Peruano para que éstas gocen de personería jurídica y capacidad
a que se refiere el artículo III; y, además el nombramiento de un eclesiástico por parte
de la Santa Sede también deberá ser comunicado, a fin de que el Estado Peruano le
reconozca como tal, para efectos civiles. Si bien las instituciones de la Iglesia Católica
de carácter público no requieren del registro para gozar de personería jurídica, podrán
solicitar su inscripción en el registro correspondiente a fin de poder contar con los
beneficios que brinda la publicidad registral (legitimación, cognoscibilidad general,
oponibilidad y Fe Pública Registral), inscripción que de efectuarse será de carácter
declarativo, en tanto dichas instituciones ya cuentan con personería jurídica reconocida
por la Ley. Asimismo, si bien las instituciones de la Iglesia Católica de carácter público
no son personas jurídicas creadas por Ley, son personas jurídicas reconocidas por ley
(Decreto Ley N° 23211) y en esa medida corresponde inscribirlas en el registro más
análogo o similar a este tipo de instituciones. El artículo IX del referido Acuerdo
prescribe que las instituciones, que no gozan de personería de carácter público, podrán
organizarse como asociaciones, conforme al Código Civil Peruano, respetándose su
régimen canónico interno. En atención a lo señalado, resulta necesario que la evaluación
de los actos jurídicos que conforme al ordenamiento resulten inscribibles o de necesaria
y de obligatoria inscripción, sean armonizados con la normatividad supranacional y el
derecho canónico de la Iglesia a fin de uniformizar los criterios en la calificación
registral y su posterior inscripción
d) Las asociaciones de Fieles como por ejemplo las Terceras Órdenes, hermandades y
otras.
h) Las Personas canónicas patrimoniales de la Iglesia Católica como por ejemplo las
Fundaciones Pías.
6. A qué institución de la Iglesia Católica pasarán sus bienes en caso deje de actuar en el
Perú.
En el caso del vencimiento del mandato de los órganos de gobierno las funciones del
mismo continuarán hasta la nueva elección si así lo establece su estatuto. En caso de que
el estatuto no establezca la continuidad de funciones, para efectos registrales, el consejo
directivo u órgano análogo se entenderá legitimado únicamente para convocar a
asamblea general eleccionaria.
Las constancias expedidas por la autoridad eclesiástica u Ordinario del lugar donde se
encuentra su domicilio, se presentarán en original y tienen el carácter de declaración
jurada y son de responsabilidad de quienes las expiden. El Registrador no asumirá
responsabilidad por la veracidad de los actos y hechos a que se refieren las constancias
que se presenten al Registro.
Fuente: SUNARP
Tabla N° 2: Órdenes religiosas
Fuente: SUNARP
Fuente: SUNARP
Están formados por individuos que viven en el mundo, hacen votos de pobreza, castidad
y obediencia y se dedican a obras de apostolado indicadas por el propio instituto. Estas
personas de los institutos seculares pueden vivir en familia, tener una profesión laical,
como puede ser la de ingeniero, maestra, secretaria y tantas otras, pero se consagran a
Dios mediante los votos de pobreza, castidad y obediencia. Su misión es muy peculiar
pues viviendo como cualquier otra persona del mundo, deben impregnar todas sus
actividades de una gran caridad cristiana, imitando a Cristo en todo momento.
El mismo Código de derecho canónico, en el número 714 resalta esta realidad: “Los
miembros (de los institutos seculares) han de vivir en las circunstancias ordinarias del
mundo, ya solos, ya con su propia familia, ya en grupos de vida fraterna, de acuerdo con
sus constituciones”.
No los exime de una vida fraterna en comunidad, pero les pide que vivan en el mundo y
no en el claustro, en familia o fuera de ella, solos o en grupos de vida fraterna, de
manera parecida a los que viven la vida religiosa, pero recalca la necesidad de ser
levadura en medio de la sociedad. Muchos de ellos no llevan ningún distintivo religioso
y así viven su consagración a Dios en medio del mundo. Por eso se llaman institutos
seculares, ya que la palabra secular se refiere a la persona que viven en el siglo, es decir,
a la persona que viven en el mundo.
Fuente: SUNARP
2.3 Las sociedades de vida apostólica
Es una comunidad perteneciente a la Iglesia católica que puede estar compuesta por
fieles laicos o clérigos que buscan, sin hacer votos religiosos, llevar a cabo un
apostolado propio y vivir en comunidad. Junto con los Institutos de Vida Consagrada
(institutos religiosos e institutos seculares), el Orden de las vírgenes, la vida eremítica y
las nuevas formas de consagración, constituye el estado de vida consagrada de la Iglesia
católica. Las Sociedades de Vida Apostólica conservan un carácter secular, y tienen
como principal finalidad el apostolado. Son supervisadas por la Curia Romana a través
de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica.
Fuente: SUNARP
2.4 Las asociaciones de fieles
El canon 298 del Código del Derecho Canónico indica que las asociaciones de fieles se
trata de asociaciones distintas de los Institutos de vida consagrada y de las sociedades de
vida apostólica, que tienen su normativa propia, aunque su base sea asociativa.
A su vez, el Canon 304, considera que todas las asociaciones de fieles, tanto públicas
como privadas, cualquiera que sea su nombre o título, deben tener sus estatutos propios,
en los que se determine el fin u objetivo social de la asociación, su sede, el gobierno y
las condiciones que se requieren para formar parte de ellas, y se señale también su modo
de actuar, teniendo en cuenta la necesidad o conveniencia del tiempo y del lugar.
Fuente: SUNARP
Fuente: SUNARP
Tabla N° 8: Hermandades
Fuente: SUNARP
Ninguna otra institución en el mundo tiene en sus manos tan elevada cantidad de
alumnos en sus aulas. Los últimos datos oficiales de 2011 muestran que las instituciones
educativas de la Iglesia católica forman a más de 57 millones de estudiantes.
El continente donde las escuelas católicas tienen más alumnos es África: 22,129,566
hasta 2011. Le sigue Asia (14,086,827), América (11,734,123), Europa (8,468,014) y
finalmente Oceanía (1,194,406). Comparando esas cifras correspondientes a 2011 con
las de 2008 se aprecia una tendencia general de crecimiento que en términos globales
supone un aumento de 2,950,383 unidades (en 2008 había 54,662,553 estudiantes y para
2011 la cifra era de 57,612,936 unidades). Sin embargo, no todos los continentes
experimentan una tendencia al alza: en el mismo periodo de tiempo -2008 a 2011-
África y Asia ven un aumento de dos millones de estudiantes, América de 1,8 millones y
Oceanía casi de casi 47 mil mientras que Europa decrece en -177,918 estudiantes.
Fuente: SUNARP
Fuente: SUNARP
Fuente: SUNARP
Los monasterios cristianos son también llamados abadías, (regidas por un abad) o
prioratos, (regidos por un prior). La vida comunitaria de un monasterio se denomina
cenobitismo, en contraposición con la vida anacorética de un ermitaño. La palabra
"monasterio" también se utiliza para referirse a este tipo de comunidades de otras
religiones.
El Código del Derecho Canónico señala con respecto a los monasterios: Los
monasterios de monjas asociadas a un instituto de varones mantienen su propio modo de
vida y gobierno conforme a las constituciones. Deben determinarse los derechos y
obligaciones recíprocos de manera que dicha asociación pueda servir para el bien
espiritual. Corresponde a la Sede Apostólica la supresión de un monasterio de monjas
autónomo, observando lo que prescriben las constituciones respecto a los bienes.
Concerniente a las abadías, el Canon 370 refiere, la prelatura territorial o la abadía
territorial es una determinada porción del pueblo de Dios, delimitada territorialmente,
cuya atención se encomienda por especiales circunstancias, a un Prelado o a un Abad,
que la rige como su pastor propio, del mismo modo que un Obispo diocesano.
Fuente: SUNARP
Fuente: SUNARP
Según la SUNARP, las fundaciones pías de la Iglesia Católica inscritas como personas
jurídicas de carácter privado en Perú son lo siguientes:
Fuente: SUNARP
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA