You are on page 1of 64

qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty

uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasd
fghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx
cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq
Negociación en los
conflictos socio ambientales
wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui
Universidad Nacional de San Agustín

opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg
Ciencias de la comunicación
hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc
vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq
wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui
opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg
hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc
vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq
wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui
opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg
hjklzxcvbnmrtyuiopasdfghjklzxcvbn
mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwert
yuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas
UNIVERSIDAD NACIONAL de SAN AGUSTIN

- AREA DE SOCIALES –

FACULTAD DE PSICOLOGIA, RELACIONES INDUSTRIALES Y


CIENCIAS DE LA COMUNICACION
ECOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE

ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

ECOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE


Docente responsable: Lic. José M. López Moscoso

Integrantes:
 Aníbal Ventura Arocutipa
 Karen Paucar Quispe
 Kimberly Galdós Neyra
 Dorlizka Ordóñez Taco

INDICE

2
Presentación ………………………………………………………………………... 4

Introducción ……………………………………………………………………...... 5

Los conflictos socio ambientales……………………………………………………. 8

La evaluación del conflicto ……………………………………...……………….... 11

Conducción racional del conflicto socio ambiental………………………………....15

Tipos de salidas a los conflictos ……………………………………………………...21

La negociación en los conflictos socio ambientales…………………………….……22

Ejemplos……………………………………………………………………….….…..26

Bibliografía……………………………………………………………………………42

Preguntas ……………………………………………………………………………..43

Lectura sugerida ……………………………………………………………………..44

Presentación

3
América Latina se encuentra envuelta en una creciente conflictividad socio ambiental.
Mientras en Perú es noticia frecuente la movilización de comunidades campesinas e
indígenas en protesta por los impactos sociales y ambientales de la minería, en Bolivia
aún se escuchan los ecos de la llamada “Guerra del Agua”.

El cambio ambiental en nuestra región es tan o más acelerado que en el resto del
mundo, pero sus costos no son distribuidos en forma equitativa. La mayor parte de las
empresas que operan en la América Latina buscan maximizar ganancias sin incentivos,
positivos o negativos, para internalizar costos sociales y ambientales. Por lo general, los
principales afectados son los grupos más vulnerables que, en los últimos veinte años,
han iniciado procesos de reivindicación de sus derechos y han reclamado, en forma cada
vez más organizada, la atención del Estado en la esfera local y nacional. Sin embargo, la
Región no ha contado ni cuenta con el capital político-institucional necesario para
definir e implementar políticas públicas de desarrollo sostenible que puedan abordar
todos estos problemas.

El camino de cambio hacia el desarrollo sostenible es un camino de conflictos. Su


presencia, lejos de ser negativa, debe ser entendida como un elemento propio del
desarrollo sostenible, producto de la tensión permanente entre la articulación de
necesidades de corto y largo plazo y de la saludable libertad democrática de actores
sociales de pujar por la satisfacción de sus necesidades. Mientras no haya conflicto, no
habrá cambio social. Es, por lo tanto, deseable su visibilizarían, a través de la
confrontación pacífica de posiciones. En última instancia, si la respuesta institucional es
adecuada, son oportunidades para la definición concertada de políticas públicas que
atiendan las causas estructurales.

 Por último, el diálogo no es el único camino hacia la transformación de conflictos, sino


un aporte más, tan legítimo como lo son la concientización ciudadana y la movilización
social. El desafío pendiente está en tender puentes entre quienes trabajan en cada una de
estas líneas, que hoy, aparente e innecesariamente, se ubican a orillas opuestas de un
mismo río.

Introducción

4
A lo largo de la historia, el acceso y el control de los recursos naturales han sido fuentes
de creación de riquezas, pero también de conflictos. En Latinoamérica, donde los
recursos naturales constituyen un alto porcentaje de los recursos estratégicos y fuente de

subsistencia, los conflictos socio ambientales emergen con cada vez más fuerza.
El potencial para el desarrollo de los conflictos es especialmente alto cuando se
están gestionando los recursos estratégicos de una Nación; como el petróleo, el gas, el
agua y los minerales.

Los conflictos socio ambientales son procesos interactivos entre actores sociales
movilizados por el interés compartido en torno a los recursos naturales, como tales: son
construcciones sociales, creaciones culturales, que pueden modificarse según cómo se
los aborde y se los conduzca, según cómo sean transformados y según cómo involucren
las actitudes e intereses de las partes en disputa

Uno de los mayores desafíos enfrentados por el mundo actual es la integración de


la actividad económica con la preservación ambiental, las preocupaciones sociales
y la generación de sistemas eficientes de gobernabilidad.

La disputa por el acceso, uso y conservación de los recursos naturales suele ser una de
las causas más importantes de este tipo de conflictos que están acompañados por
contextos de alta inestabilidad y turbulencia que presentan en la mayoría de los casos
bajos índices de desarrollo humano sostenible. El desarrollo humano sostenible es
un desarrollo que no sólo genera crecimiento, sino que distribuye sus beneficios
equitativamente; regenera el medio ambiente en vez de destruirlo; potencia a las
personas en vez de marginarlas; amplía las opciones y oportunidades de las personas y
les permite su participación en las decisiones que afectan sus vidas. El desarrollo
humano sostenible es un desarrollo que está a favor de los pobres, a favor de la
naturaleza, a favor del empleo y a favor de la mujer

El desarrollo humano sostenible como proyecto político da prioridad a la efectiva


mejoría de las condiciones de vida de la población con equidad social. Es necesario
entonces retomar la cuestión del poder y la complejidad en el abordaje de los conflictos
socio ambientales, caracterizados como vemos por Ej. en los casos de Colombia y
El Salvador, por multiplicidad de actores con intereses divergentes y
yuxtapuestos pero sobretodo con gran desbalance de poder entre las partes en juego. Es

5
así que algunos de estos conflictos se vuelven intratables o ingobernables
involucrando actores desiguales en términos de poder e influencia a causa de
estructuras de relaciones históricamente injustas.

Los conflictos socio ambientales son parte clave de los procesos de desarrollo y
de rearticulación en la región, de la administración deberá marcar la diferencia
entre conflicto y violencia, comprendiendo que la manera en que
conceptualizamos los conflictos influye en la manera en que trabajamos por su
transformación.

Los conflictos se asemejan a los laberintos: son complejos, confusos e incluso


irritantes, se desvían por distintos caminos pero son el motor de cambio social. El
cambio es permanente, y es necesario entonces generar mecanismos flexibles y con
capacidad de adaptación a los nuevos contextos ambientales emergentes. Cuando
recorremos la realidad socio ambiental de dos países (Colombia y El Salvador) que han
atravesado y aún atraviesan conflictos violentos encontramos también las causas
estructurales enraizadas en el contexto internacional. Y que son vivos ejemplos de la
relación entre seguridad, ambiente y derechos humanos como una de las
tendencias emergentes con fuerza en la formulación de políticas públicas en la región.
Pero lo más importante es que el análisis revela la falta de capacidades para la
transformación de conflictos en la región.

Latinoamérica presenta entonces ecosistemas y bio regiones de gran riqueza en


biodiversidad sin embargo la capacidad de carga de los sistemas naturales es agotable
en el tiempo y espacio, es por eso que la manera en que decidamos gestionar
nuestros conflictos en los próximos años serán definitorios para el futuro de la
humanidad.

Por último, habrá que hacer hincapié en la necesidad de fortalecer la


institucionalidad para el abordaje de la conflictividad ambiental en contextos
emergentes donde el poder de veto de la sociedad civil esta al orden del día.
Movimientos ciudadanos cada vez más sensibilizados generan nuevas voces que se
alzan en defensa de los recursos naturales.

Para ello, los latinoamericanos tenemos que estar preparados para encauzar la
energía del cambio hacia la generación de instituciones sólidas y democráticas

6
que puedan ser catalizadoras de esfuerzos conjuntos para trabajar las causas
estructurales que subyacen la conflictividad. Es así que el rol de la sociedad civil en la
construcción de paz aparece como una estrategia consistente y sostenible para la
transformación de conflictos.

Los conflictos socio ambientales tienen diversas aristas que requiere de intervenciones
y propuestas integrales, que puedan dar cuenta de la necesidad de articular a aquellos
que son parte del problema para que también sean parte de la solución.

. El aporte que los latinoamericanos podemos hacer a este análisis es muy valioso
ya que los conflictos tardan mucho tiempo en gestarse por lo tanto su transformación
requiere de plataformas y análisis creativos sostenibles en el tiempo que tomen en
cuenta las particularidades culturales y ambientales de todos las voces.

Los conflictos socio ambientales

7
A lo largo del siglo XX e inicios de XXI, se presentado múltiples conflictos que pueden
ser enmarcados en el área social y ambiental. Estos sucesos han sido estudiados y
analizados para saber cuáles son las causas y como se han logrado resolver como
también saber cuál es el papel de las instituciones y de la sociedad civil en los sucesos.

La institucionalización de los arreglos en los conflictos socio ambientales en


Latinoamérica a través de dos vías, la visión institucional centrada en el
establecimiento de políticas públicas para tal fin y la organización de movimientos
sociales y políticos que presionas por el establecimiento de políticas en materia
ambiental

Iniciando el desarrollo del tema pasamos a definir el conflicto, tensión que un individuo
mantiene al estar sometido a dos o más fuerzas que se excluyen mutuamente. El
neurólogo Sigmund Freud y su compatriota austriaco, el fisiólogo Josef Breuer, fueron
los primeros en utilizar este concepto. Para Freud, el conflicto surge “cuando las
respuestas de comportamiento, necesarias para satisfacer una motivación, no son
compatibles con las requeridas para satisfacer otra”. Posteriormente, Freud llegaría a la
conclusión de que la represión de un conflicto, de forma parcial, puede ocasionar
ansiedad y desembocar en una neurosis.

El conflicto puede aparecer a distintos niveles: a nivel verbal (por ejemplo, un individuo
que desea decir la verdad pero tiene miedo de ofender); a nivel simbólico (cuando se
dan dos ideas contradictorias), o a nivel emotivo (una impresión fuerte causa reacciones
viscerales incompatibles con la digestión).

La vida social también entraña un gran número de conflictos. El individuo, presionado


por los distintos grupos sociales a los que pertenece, experimenta conflictos personales.
Hoy, la socialización del niño se tiende a considerar como un conflicto entre el
individuo y la sociedad. La inadaptación social y las enfermedades mentales son
conflictos psicológicos que de alguna forma fomentan distintos tipos de patologías
sociales, como la delincuencia, la prostitución o el consumo de drogas

Por otro lado “ambiental” deriva de medio ambiente y este se


define, conjunto de elementos abióticos (energía solar, suelo, agua y aire) y bióticos

8
(organismos vivos) que integran la delgada capa de la Tierra llamada biosfera, sustento
y hogar de los seres vivos.

Los conflictos socio ambientales, son aquellos producidos por la interacción de los seres
humanos con su ambiente y tienen que ver con el manejo de recursos escasos, como el
agua, el suelo, el aire, entre otros.

El conflicto surge, por ejemplo, cuando una población observa que actividades
extractivas como la minería afectan su calidad de vida y el medio ambiente en el que
habitan, y deciden organizarse para exigirles a los que lo ocasionan, que remedien la
situación.
El conflicto entonces es evidente: mientras que unos están interesados en la extracción
de minerales, otros están preocupados en la protección del medio ambiente. Hay que
reconocer que siempre se presentan. Por eso tenemos que crear condiciones para ver
cómo solucionamos nuestras diferencias, promoviendo el diálogo, no la agresión.
No necesariamente todos los problemas ambientales derivan en conflictos, pero si se da
el caso, la canalización de los mismos dependerá de la capacidad que tengan los actores
para organizarse y diseñar estrategias que les permitan neutralizar los problemas
ambientales en los que se sientan involucrados. Porqué dos partes, como mínimo, se
disputan el control de recursos que son escasos y que ya están siendo utilizados en otras
actividades económicas (agua, tierras cultivables, aire).
En ese escenario cada uno de los grupos o actores involucrados desarrollan acciones con
el fin de conseguir los recursos, o en su caso, protegerlos.
Por ejemplo, en mi caso necesito agua para sembrar, pero la minera también necesita
agua. Allí empiezan los problemas

9
Según el esquema que te presentamos a continuación, vemos que en el tratamiento del
conflicto socio ambiental es necesario aclarar posiciones y pareceres, para que las
diferencias (a las que llamamos incompatibilidades) queden claramente expuestas. Para
ello es necesario analizar los intereses de los actores. Es preciso, además tener en cuenta
que en la resolución de un conflicto es importante, una reflexión sobre los elementos
subjetivos (sentimientos, opiniones, prejuicios,) que cada uno de los actores tienen y
que comúnmente dan lugar a enfrentamientos de posiciones que terminan dificultando
la posibilidad de encontrar
En conclusión, hay que reconocer que existe un conflicto. Luego, ver nuestros
sentimientos, intereses o prejuicios. Finalmente, encontrar condiciones que nos
permitirían dar salida “las dificultades empiezan cuando yo quiero lo que tú quieres “.
Frente a un recurso que es escaso, siempre habrán intereses distintos sobre cómo
manejarlos, a eso le llamamos “incompatibilidades”

10
Evaluación del conflicto

Características del Conflicto Socio ambiental


Los actores del conflicto I
Si bien es cierto que cada conflicto tiene sus características propias, hay elementos que
son comunes. Veamos algunos:
- Las partes, toman posición y se enfrentan por hechos vinculados a la escasez, el
deterioro o la privación de los recursos naturales.
- La dinámica del conflicto, dependerá de cómo lo manejen los actores; es decir, de
cómo se expresen las diferentes posiciones e intereses y de cómo se recojan en la
resolución del conflicto las diversas necesidades de los actores.
- Las Desigualdades o asimetrías, nos referimos a las condiciones de profunda
desigualdad en las que pugnan las partes de un conflicto socio ambiental. Y ello se debe
a que en la gran mayoría de casos, las partes en conflicto no tienen ni las mismas
capacidades ni el mismo poder.
Entre las partes involucradas en el conflicto, suele suceder que unas tienen mayor poder
que otras, lo que les permite situarse en mejor posición para acceder al uso de los
recursos que tradicionalmente estaban controlados por las otras.
Por ejemplo, una comunidad que control aba un determinado recurso, con la llegada de
una empresa minera va a ser más débil frente a ésta y puede perder su capacidad para
acceder libremente a este recurso. Esta limitación para acceder a los recursos a veces
termina siendo total debido a los impactos ambientales negativos que, en muchos casos,
son irreversibles.
Los actores del conflicto II

Confrontan posiciones
- Manifiestan su público desacuerdo
- Desarrollan acciones de confrontación
- Se hacen mutuas denuncias
- Los que tienen más poder no reconocen a los otros actores.
- No aceptan que los otros tengan necesidades e intereses que satisfacer, etc.

11
Estos son:

- Los Iniciadores.- Son los que se oponen al daño ambiental, y se organizan en grupos
de interés. Pueden ser los directamente afectados o declararse defensores del medio
ambiente. Entre estos encontramos a las comunidades locales y las ONG que prestan
servicios en la zona.
- Los generadores.- Son los causantes del daño ambiental. Podría ser una empresa que
hace uso de recursos naturales que son escasos, o cuando los contamina.
- Los reguladores.- Son las instituciones públicas, tales como los ministerios, las
oficinas de la Dirección General de Salud Ambiental, INRENA etc. cuya misión
consiste en prevenir, mitigar y/o remediar el daño ambiental.
- Los Afectados.- Son los que sufren las consecuencias del daño ambiental ya sea de
manera directa o indirecta.
- El Ambiente.- Es el bien público que es el sustento de la vida en la tierra. Las
instituciones públicas son las responsables de su protección y cuidado. El mundo andino
por su parte considera al ser humano parte del orden natural que lo sostiene y no como
quien tiene el derecho de dominarla y transforma sin pedirle permiso, pues como
consecuencia de un mal uso de la naturaleza, va a recibir castigos, por lo tanto, lo que
hay que hacer es conversar con ella.
Las ONG y del Estado

Reconocer que existe desigualdad de condiciones en los conflictos socio ambientales


nos ayudará a entender el papel que juegan en estos procesos las ONG, pues su
intervención ayuda a “nivelar fuerzas” de las partes en conflicto.

Por otro lado reconocer la asimetría como un hecho objetivo puede permitir que el
Estado replantee su papel en la minería. En ese sentido, podría adoptar un
comportamiento promotor y de fomento de las capacidades locales, aceptar la
intervención de los otros actores (ONG por ejemplo), recoger los aportes de todos y
facilitar salidas dialogadas a los conflictos socio ambientales. De esta manera, todos los
actores sentirían que se han beneficiado de la intervención de la actividad minera en la
zona.

12
Las percepciones

En el tratamiento de los conflictos socio ambientales, es necesario


Que los actores distingan la existencia de dos planos:
- El de los contenidos. Estos son los aspectos visibles y objetivos de las
incompatibilidades.
El de las relaciones es decir, la forma en que se desarrolla la comunicación y las
relaciones humanas entre los involucrados. En ambos casos es normal que existan
distintas percepciones sobre la realidad dependiendo de cómo se sitúan frente al
conflicto. Por ello es importante asegurar una buena comunicación entre las partes.
Es necesario tener en cuenta que todos tenemos determinadas ideas y percepciones y a
partir de ellas interpretamos la realidad. Esto explica que en la base de las
incompatibilidades se encuentren serias diferencias de interpretación sobre el alcance y
la dimensión de los problemas.
Para superar conflictos muchas veces es necesario un cambio en nuestra visión de las
cosas, algunos llaman a esto “cambiar paradigmas”. De lo contrario, eso termina
convirtiéndose en esquemas de pensamiento rígidos que son obstáculos para el
desarrollo de la creatividad o como en este caso, para la resolución innovadora de los
conflictos. Por su rigidez, los paradigmas -a los que también se les denomina modelos
mentales- impiden que aprendamos cosas nuevas, limitando el accionar de las personas.
Por el contrario la flexibilidad de los paradigmas facilita la comprensión de realidades
distintas.
En el caso de los conflictos, una acuciosa mirada a las percepciones propias y ajenas es
decir, de los demás actores- puede permitirnos relativizar nuestro sistema de creencias,
ponernos en el lugar del otro, identificar nuevas salidas a situaciones conflictivas,
analizar nuevas opciones y cuidar las relaciones con los otros actores involucrados en el
conflicto, todo ello es indispensable para que se pueda dar cauce a una resolución del
conflicto en condiciones equitativas.

13
La evolución del conflicto

Un conflicto ambiental se manifiesta cuando la comunidad afectada por un problema


ambiental decide iniciar acciones en busca de su solución, enfrentando a las empresas
que producen los daños.

Las posiciones de los actores obedecen a intereses diferentes. Y ello se expresa en sus
planteamientos y actitudes, es decir, aquellos que se refieren a cómo deben utilizarse los
recursos naturales, cómo debe ser manejado el ambiente en el que habitan y sus
percepciones sobre los derechos de acceso a los recursos naturales. Se trata entonces de
identificar los intereses de fondo.

Fases del conflicto socio ambiental


- Latencia.- En esta fase se reconoce la existencia del problema, es decir, cuando las
comunidades identifican la existencia del problema ambiental aunque no se realiza
ninguna acción al respecto.
- Origen.- En esta fase se definen intereses y posiciones, y se da cuando las
comunidades inician acciones para resolver el problema buscando alternativas para
resolverlo.
- Maduración.- En este momento se desarrollan las estrategias a ser empleadas y se
llama así porque se ingresa a una fase en el que las partes (empresa/comunidad)
confrontan posiciones en defensa de sus intereses.
- Despliegue.- Se denomina así porque se genera cuando el conflicto ingresa en una
confrontación a veces violenta, en donde las posibilidades de diálogo o negociación se
han roto y las partes buscan imponer su voluntad y sus intereses. El despliegue en la
conducción del conflicto no violento consiste en convertir, con el uso de estrategias
creativas pacíficas, el conflicto asimétrico en uno simétrico.
- Transformación.- Es la fase de “resolución”, se llama así porque las partes
encuentran una salida al conflicto, vía la negociación directa o la resolución a través de
la intervención de una instancia del Estado o de un mediador en el conflicto.

14
Conducción racional del conflicto socio ambiental

La crisis ambiental es el síntoma –la marca en el ser, en el saber, en la tierra– del límite
de la racionalidad fundada en una creencia insustentable: la del entendimiento y
construcción del mundo llevado por la idea de totalidad, universalidad y objetividad del
conocimiento que condujo a la cosificación y economización del mundo.

El ecologismo es el último intento por recuperar la unidad de ese mundo resquebrajado,


fundado en ese mito de origen anclado en la metafísica, que con la disyunción entre el
ser y el ente, inicia la odisea del mundo occidental, aventura civilizatoria que llega a su
límite con la crisis ambiental: crisis de la naturaleza en tanto que degradación del
ambiente, pero sobre todo, crisis del conocimiento que sólo es posible trascender
rompiendo el cerco de la mismidad del conocimiento y su identidad con lo real fundado
en el imaginario de la representación, abriéndose al infinito desde un diálogo de saberes
en el encuentro del Ser con la Otredad.

A partir de los años sesenta, la interdisciplinariedad y las teorías de sistemas aparecieron


como las vías más certeras para articular un conocimiento fraccionado del mundo (Leff,
2001a). Al mismo tiempo se fue configurando un discurso en torno al desarrollo
sostenible, el cual busca actualizar y unificar las visiones del mundo conmovidas y
dislocadas por la crisis del desarrollo y el límite del crecimiento económico. En la
perspectiva de la sustentabilidad re emerge la idea de futuro –de un futuro sustentable–
en el campo de la historia, de un proceso de transformación social orientado por una
ética de solidaridad trans generacional.

El discurso del desarrollo sostenible se ha dado unos principios que deberían orientar las
acciones para alcanzar los fines de la sustentabilidad. Así llega a formularse la idea de
un “futuro común” como el “saber de fondo” en el que se inscriben los Principios de
Río, la Carta de la Tierra, la Agenda 21 y el más reciente Plan de Implementación de
Johannesburgo. Los documentos en los que se plasma este ideario –con problemas a
resolver, mecanismos a establecer y fines a alcanzar–, conforman una bitácora
programática de acciones a emprender, de políticas a desarrollar, de comportamientos a
modificar. Mas estos principios no alcanzan a constituir una ética, una deontología, una
racionalidad práctica o una ruta crítica para alcanzar fines de sustentabilidad.

15
La sustentabilidad como marca de un límite de la racionalidad que organiza al planeta-
mundo y a los mundos de vida en la era de la globalización, es el horizonte que permite
trascender el cierre de la historia y reabrir el caso del punto final del estado del mundo
que, partiendo de la denominación de lo real llega al congelamiento de sus significados;
no tanto por un agotamiento de la significancia del lenguaje, sino por la codificación del
mundo bajo el signo omnipresente, omnipotente y ominoso de la ley económica. La
“logística” del desarrollo sostenible se viene aplicando como un ars combinatoria, en
un intento de reintegrar las partes disociadas y fragmentadas del todo social, sin un
fundamento teórico sobre las raíces ontológica, epistemológica y ética de esta crisis de
la humanidad. La construcción de un futuro sustentable implica pensar la apertura de la
historia, el de sujetamiento del orden cosificador y sobre economizador del mundo.
Apunta hacia la creatividad humana, el cambio social y la construcción de alternativas.
Es ello lo que lleva a pensar la apertura de lo mismo hacia lo otro.

En la profundidad de las transformaciones y el reordenamiento del mundo bajo la égida


de la globalización económico-ecológica, está fraguando el campo de una ecología
política, donde emergen los conflictos en torno a la apropiación social de la naturaleza.
Estos procesos se expresan en formaciones discursivas que re significan a la naturaleza
y confrontan a las políticas dominantes del desarrollo sostenible. La disputa sobre los
sentidos de la sustentabilidad dentro del campo de la ecología política problematiza los
principios éticos, epistemológicas, ontológicas atrayéndolos de su campo originario de
la metafísica y de la filosofía, al del conflicto de intereses en torno a la apropiación
social de la naturaleza (Leff, 2003b). Es en este sentido se abren nuevas perspectivas de
indagación sobre los procesos sociales que orientan la construcción de un futuro
sustentable:

a) El desbordamiento de la interdisciplinariedad como una combinatoria e integración


de las perspectivas provenientes de las disciplinas existentes y sus referentes
(cosificados) del mundo, hacia el diálogo de saberes. Ello implica que la compresión y
la intervención social sobre la naturaleza rebasan el campo privilegiado de las ciencias y
de la racionalidad dominante para pensar la sustentabilidad desde el encuentro de seres
constituidos por saberes.

b) La construcción de una racionalidad ambiental dentro de un campo conflictivo de


intereses y concepciones diversos, que pone en juego una disputa sobre los sentidos de
16
la sustentabilidad, problematizando el lugar del conocimiento, de la racionalidad, del
saber y de la ética en la construcción de un futuro sustentable.

c) El pensar y construir sociedades sustentables trascendiendo la relación del


conocimiento con la objetividad de una realidad producida por el efecto de las formas
de comprensión del mundo, abriendo la puerta de la historia desde la relación ética del
Ser con lo Otro.

Estos temas ponen de relieve el problema de la relación social a través del lenguaje y
del habla, de la comunicación intersubjetiva y de la relación de otredad, que llevan a
cuestionar y a des construir los preconceptos que fundan nuestra percepción del mundo
desde las entrañas de su racionalidad dominante. Para ello habremos de explorar dos
vías para abordar el encuentro de saberes y de racionalidades en la construcción del
desarrollo sostenible:

a) El concepto de racionalidad comunicativa de Jurgen Habermas, como forma de


entendimiento de los procesos actuales de racionalización social, en cuanto a su
posibilidad de conducir hacia la construcción de un consenso social que oriente la
acción social para alcanzar un futuro común sustentable;

b) El concepto de otredad de Emmanuel Lévinas, que introduce una relación ética,


anterior y más allá de toda ontología y toda epistemología, en la construcción de un por-
venir sustentable.

Estas vías serán contrastadas con el concepto de racionalidad ambiental y nos llevará a
desarrollar los principios de un diálogo de saberes en la construcción de sociedades
sustentables. Esta indagación habrá de problematizar el concepto mismo del saber
(ambiental) para pensar las relaciones de constitución entre el ser y el saber que permita
trascender las relaciones de conocimiento del mundo entre sujeto cognoscente y
realidad objetiva; de los límites de lo cognoscible y la apertura a lo Otro y lo Infinito
desde la perspectiva ética. La racionalidad ambiental emergerá como el concepto de una
razón razonable que trasciende a la racionalidad sujeta a la positividad de un presente
sin futuro, de una utilidad sin valores, de un mundo economizado sin sentidos.

El saber ambiental (Leff, 2001b) funda otra racionalidad, cuestionando el conocimiento


que ha construido la realidad actual, controvirtiendo las finalidades preestablecidas y los
17
juicios a priori de la racionalidad económica e instrumental. El discurso ambiental es
palabra viva que propone un mundo nuevo desde significantes que asignan nuevos
sentidos a lo real y a las cosas; desde una palabra que no solo denomina y domina;
desde un habla que espera un escucha y una respuesta. Es en este sentido que Lévinas
afirma que “El lenguaje no exterioriza una representación preexistente en mi: pone en
común un mundo hasta ahora mío.” (Ibid. 192). La significación y la inteligibilidad del
mundo no provienen pues de la falta del Mismo y su necesidad de completarse, sino del
“deseo del Otro”

Mas el diálogo de saberes no es una química, ni una genética ni una poética. La


racionalidad ambiental complejiza el encuentro con la otredad que se da en la epifanía
del rostro. Mas ¿qué es aquello que se produce en el chispazo de ese encuentro de
otredades, de diferencias, en esa virtualidad de la producción de sentidos asignados a la
naturaleza por la creatividad de la palabra y la fertilidad del diálogo de saberes? Pues no
basta afirmar que “el mundo llega a ser objeto. Ser objeto, ser tema, es ser aquel del cual
puedo hablar con alguien que ha atravesado el plano del fenómeno y me ha asociado a
él” (Lévinas, 1977/97122). Estamos asociados por formas diferenciadas de significar lo
real, el fenómeno, la realidad objetiva (la naturaleza). Mas el encuentro entre matrices
de racionalidad que articulan lo material y lo simbólico en una diversidad de identidades
culturales, está dominado por estrategias de poder en el saber, por encubrimientos
ideológicos que velan las miradas, que sujetan a los sujetos, y que el encuentro cara-a-
cara no alcanza a develar.

Lo primero que tenemos que hacer es tratar de convertir el conflicto latente en


manifiesto, para de esa manera buscar personas o grupos aliados que nos ayuden a
superar las asimetrías iníciales.

Lo siguiente es desarrollar una estrategia conjunta para abordar el conflicto buscando


fortalecer el poder de las comunidades involucradas en la gestión del conflicto,
utilizando estrategias creativas no violentas. Este es el gran reto de los líderes
comunales.

18
¿Qué hacer para gestionar el conflicto a favor de las comunidades?

Lo primero que debemos hacer es formular y aplicar estrategias que nos permita
manejar el conflicto a nuestro favor.

Por ejemplo debemos capacitarnos para conocer el problema más a fondo, saber
cuál es la estrategia que están empleando nuestros oponentes, descubrir cuáles son
nuestras potencialidades, cuáles nuestros puntos débiles, y hacer lo mismo con nuestros
oponentes.

¿Cómo organizamos un plan de incidencia y la estrategia para abordar el


conflicto?

 Debemos analizar el problema (historia y asuntos involucrados).


 Contar con estudios técnicos que sustenten nuestra posición. No es conveniente
abordar un conflicto sino existe sustento técnico a nuestro favor.
 Tenemos también que definir los objetivos de nuestras acciones y seleccionar a
través de un mapa de poder quienes son las personas con poder decisión, los
“blancos” de nuestra incidencia. En ese mapa también podemos identificar a las
personas involucradas, que están a favor nuestro, los que se oponen o los
que están indecisos.
 También hay que sensibilizar a la opinión pública con campañas en medios de
comunicación.
 Asesorarnos para canalizar legalmente el conflicto (administrativa y/o
judicialmente); para ello debemos hacer alianzas con personas o instituciones
interesadas en ayudarnos.
 No basta con alcanzar algún acuerdo, debemos estar atentos para que los
acuerdos se apliquen y también para monitorear los resultados a los que se
llegaron. Pará ello debemos buscar personas o instituciones que nos asesoren,
generando información técnica que nos ayude.
 Para ello necesitamos elaborar estrategias para incidir en la resolución
favorable del conflicto, elaborando e implementando un Plan de Acción para
incidir en los actores con poder de decisión.

19
 Identificar formas de resolver el conflicto generando escenarios de negociación,
lo importante es estar preparado para todo lo que suceda, y saber qué hacer en
cada caso.
 Debemos prepararnos adecuadamente para el diálogo y la negociación.

¿Como redactamos un objetivo de incidencias?

Para redactar un objetivo de incidencia debemos tener bien claro los

Siguientes puntos:

 ¿Qué queremos conseguir?


 ¿Quién o quienes tienen el poder para resolver lo que queremos?
 ¿Cómo queremos que lo haga?
 ¿En cuánto tiempo?

¿Como armamos un Plan de Acción?

 Lo primero que habría que decir es que un plan debe ser el resultado del trabajo
de un equipo, es decir, debe ser el resultado de intercambio de ideas,
debates, acuerdos que se respetan, responsabilidades que se asumen, en fin
un trabajo bastante coordinado.
 ¡No valen los grupos de una sola persona!
 Lo otro es que las acciones de incidencia deben ser el resultado de un trabajo
coordinado entre los involucrados en el conflicto, y quienes los apoyan desde
fuera.
 Las Actividades.- Describimos las actividades centrales que se deben realizar
para alcanzar el objetivo.
 La Justificación ¿Por qué lo hacemos?- Indicamos la razón de su realización.
Esto permitirá ver si ésta actividad es realmente importante para cumplir nuestro
objetivo.
 Las tareas y responsabilidades ¿Cómo y Quién?- Precisamos los pasos que
haremos para realizar la actividad y designamos al responsable para llevarlas a
cabo.

20
 Los recursos.- Tanto los que tenemos como los que necesitamos. Señalamos
además qué recursos serán necesarios movilizar, tanto humanos como materiales
o de apoyo.
 Los plazos para cada una de las acciones señaladas ¿Cuándo?- Necesitamos
tener fechas concretas para evaluar nuestro plan.

Tipos de salidas a los conflictos

Al momento de pensar en los distintos escenarios, debemos

contemplar las distintas formas en que un conflicto se puede resolver,

para evaluar el que más se adecua a nuestras posibilidades. Veamos:

Formas de Resolución de Conflictos

 Salidas amistosas o de ganador.- Donde los actores en pugna han tenido


ganancias y pérdidas aceptables.
 Salidas por imposición.- Donde luego de diversas mediciones de fuerzas uno
de los actores impone su voluntad a otro. Este tipo de salidas a los conflictos no
son sostenibles.

Salidas negociadas a los conflictos ambientales

! Lograr cambios a la propuesta del proyecto que permiten reducir el

daño ambiental.

! Entregar compensaciones. Cuando estas no son suficientes, los

compensados pueden sentirse engañados.

! Determinar plazos para la reducción del daños (el riesgo es que sea

una salida dilatoria).

21
Conflictos de Resolución Forzada

! Resolución por la vía administrativa: cierre, multas, caducidad de

patentes, etc.

Resolución por la vía judicial: daños y perjuicios, recursos de

amparo, delito ecológico.

Resolución por presión o boicot

Buscan evitar que la empresa causante de la actividad se instale. Este

tipo de salida es poco realista, confronta actores sociales y la “amenaza”

de la inversión minera permanecerá latente.

La negociación en los conflictos socio ambientales

La resolución negociada de conflictos ambientales

Concepto y Enfoque:

El concepto de Resolución Negociada de Conflictos Ambientales (RNCA) se refiere a


una variedad de enfoques que permiten a las partes enfrentarse para una solución
mutuamente aceptable de los temas en disputa o situaciones de controversia potencial.
Aunque hay diferencias de enfoques, todos son procesos voluntarios que implican de
alguna manera lograr un consenso, solucionar conjuntamente el problema o llevar a
cabo una negociación.

Los litigios, los procedimientos administrativos y los arbitrajes no se incluyen en esta


definición, puesto que el objetivo, en ese tipo de procesos, no es el consenso entre las
partes. Sin embargo, en la RNCA pueden prestar su concurso, en un escenario de
negociación, la figura de facilitador o de un mediador.

En la década de los ´70 se registraron los primeros casos exitosos en EE.UU. de


mediación en conflictos ambientales. La intervención de terceras partes mediadoras, fue
un mecanismo recurrente y en ascenso en distritos federales y comunidades locales

22
norteamericanas. En 1984, los mediadores y facilitadores habían sido empleados en 160
conflictos ambientales.

La Negociación en los conflictos Socio ambientales:

Comprende varios momentos:

 Una fase de pre-negociación donde la naturaleza del conflicto es evaluada por


los actores y son persuadidos para entrar en una negociación.
 La fase de negociación y construcción de consensos
 La fase de pos negación y que se ha de implementar

Negociación Ambiental Formal:

Ventajas:

• grupos participan activamente en todo el proceso

• grupos controlan todo el proceso

• grupos sienten que el proceso es legítimo

• relaciones entre los grupos mejoran y se vuelven permanentes

• se puede reducir la incertidumbre

• se asegura el cumplimiento de los acuerdos

• se pueden lograr mejores soluciones

 las soluciones son más pertinentes

Conflicto ambiental:

Conflicto es la relación entre dos o más personas o instituciones con metas o intereses
incompatibles o que alguno de ellos siente como incompatibles.

Los conflictos ambientales surgen como contraposición entre quienes contaminan el


ambiente y quienes sufren sus efectos o perciben los riesgos que ello significa en su
calidad de vida.

23
La presencia de conflictos se ha transformado en una constante dentro de los procesos
de toma de decisiones que conciernen al ambiente. Tales conflictos derivan,
substancialmente, de dos tipos de circunstancias complejas:

¨  La complejidad de la noción misma de ambiente (que es distinta a la de naturaleza, ya


que incluye la acción humana). El ambiente es un sistema en el que interaccionan
además de los aspectos no antrópicos (biosfera y geósfera), los aspectos antrópicos
(sociosfera y tecnósfera).

¨  La complejidad del sistema de decisiones. En él se confrontan distintos sectores


sociales (administraciones públicas en distintos niveles y fuerzas productivas), con
complejos argumentos en discusión.

Alternativas

Es impostergable afrontar los procesos decisivos que conciernen al ambiente en un


nuevo estilo, tratando de superarlos teniendo en cuenta un objetivo de orden superior, o
sea la salvaguardia y valoración del ambiente con todos sus componentes. La mediación
ambiental, es una técnica decisiva que se está experimentando desde la mitad de los
años setenta, que intenta salvaguardar los intereses de las distintas partes en conflicto

Ejem: El cuarto informe del Observatorio de Conflictos Mineros presentado por


integrantes de la Red Muqui, revela la situación caótica por la que atraviesa el país en
cuanto a la prevención y solución a conflictos socio ambientales a causa de las
concesiones mineras. El informe señala, por ejemplo, que en Apurímac, Cajamarca y
Cusco, las comunidades demandan estar informadas sobre concesiones y exigen
mejores condiciones para el desarrollo de los proyectos. En Piura, en cambio, los
pobladores muestran su preocupación por la posible constitución de varios distritos
mineros.

El documento, además, refiere que el planteamiento del gobierno de reubicar las


poblaciones mineras, traerá consigo una crisis. Según José De Echave, Coordinador del
Observatorio de Conflictos Mineros, “este va hacer uno de los temas de conflicto futuro.
Hay casos muy concretos, el de Cerro de Pasco, es un tema muy complicado, gravísimo

24
y una operación minera que está planteando que toda una población se reubique. El otro
caso es el de Moro cocha”.

En cuanto a las acciones que debería tomar el Gobierno, De Echave señala que “un tema
es la participación ciudadana, el acceso a la información, identificar las condiciones
mínimas que las empresas tienen que cumplir para que se plantee el tema de la
reubicación y finalmente el ordenamiento territorial”. Por otro lado, el experto opinó
que la designación de Velásquez Quesquén como primer ministro poco o nada ayudará
a solucionar estos conflictos ambientales.

¿Cómo prepararse para negociar?:

 Saber lo que queremos y como queremos lograrlo


 Analizar los intereses de los demás
 Identificar las posibles vías de resolución del conflicto
 Tener capacidad para llegar a acuerdos y prepararse para monitorear resultados

¿Qué cosas necesitamos diferenciar en la Negociación?:


 Las alternativas: Es todo lo que debemos hacer al margen de la negociación(plan
de acción para abordar el conflicto sin tener que negociar, etc.) nos permitirá
decidir si necesitamos o no negociar
 El contenido de la negociación: Tiene que ver con los intereses, las opciones y la
legitimidad de la negociación
 El proceso de la negociación: Tiene que ver con el manejo de las relación
 Determinar los intereses de los actores: Aquellos que están detrás detrás de las
posiciones que manifiestan, es decir, sus necesidades y expectativas, o sea,
identificar que está detrás de las posiciones que sostienen los actores.

¿Qué principios éticos atañen a estas disputas? ¿Cuáles son los conflictos morales?
¿Cómo piensa usted que habría que resolverlos? ¿Qué autoridades deberían
imponer los acuerdos?

25
Todos somos conscientes de la diversidad de actividades que viene realizando el ser
humano en la superficie terrestre y cuyos resultados podrían poner en riesgo su
máxima existencia en el planeta tierra.

La contaminación que provoca el hombre a la naturaleza está causando gran daño al


planeta tierra el cual cada vez esta destruyéndose poco a poco

La naturaleza es hermosa debemos conservarla para que así todos gocemos de su


hermosura y podamos vivir en un ambiente sano.

Ejemplos

Conflictos socio ambientales, crisis del agua y estrategias de políticas publicas

El debate en las ciencias sociales, pertinente a la relación entre conflictos ambientales y


estrategias de políticas públicas, en particular a la crisis del agua potable, todavía se
encuentra en sus primeros pasos. Esta discusión se incluye en la comprensión entre
naturaleza y cultura, entre relaciones sociales y medio ambiente. La sociología
ambiental disfruta de un prestigio que tres décadas de actividad consiguieron expandir
poco en los intersticios de la academia. Otras áreas del conocimiento se atribuyen, por
veces, legitimidad para ocupar el espacio que las ciencias sociales temen en ocupar,
incluso en lo que dice respecto a la ruptura con el antropocentrismo en el análisis social.

La trayectoria del presente texto implica en el reconocimiento de conflictos ambientales,


de actores sociales, de procesos de cambio y del debate en torno de políticas públicas,
delante de la inminente crisis del agua potable a nivel local y global.

Recientemente una de las grandes preocupaciones nacionales en Brasil ha sido con


relación a la reducción de la cantidad de agua en los ríos y reservas, con efectos directos
sobre la capacidad de producción de energía en las hidroeléctricas, la disponibilidad
para el consumo humano y la regularidad de la producción agrícola. De forma quizás
menos visible, a no ser por ocasión de estiajes, el agua con calidad adecuada para el
consumo humano viene reduciéndose o tornándose más compleja la operación para su

26
tratamiento, especialmente en los centros urbanos.

El proceso social en examen en la investigación, se refiere en especial a los espacios de


producción agrícola familiar en la región sur de Brasil. Esas son formas de producción
intensiva y de pequeño porte en cuanto a la extensión territorial, ora acompañando las
innovaciones tecnológicas, ahora preservando culturas y formas de trabajo tradicional.
Las actividades en consideración no son reconocidas comúnmente por voluminosas
fuentes de degradación ambiental, misma considerando las contribuciones y la presencia
de erosiones, como características generalizadas en las cuencas hidrográficas.

La formulación de políticas públicas en el campo de los recursos hídricos se encuentra


todavía en los primeros pasos. Por un lado ríos y lagos son considerados en la
legislación como derecho estatal, por otro el sentido de propiedad y de supervivencia
impulsa a la exploración del agua dentro del territorio en cualquier circunstancia. La
mayoría de las administraciones públicas municipales dispone de una débil estructura
jurídico-institucional con la finalidad de establecer directrices y normas de uso y
ocupación del suelo, bien como de recuperación, preservación y conservación de los
recursos naturales, en especial del agua. Cuando se trata de una región de colonización
entre las montañas, se puede afirmar que el porcentaje de área ocupada por bosques
alcanza índices elevados para una región de agricultura familiar y en comparación a
otras regiones con agropecuaria en grandes extensiones.

Mientras las ristras de mata nativa se restringen a los locales de difícil acceso. Todavía
no hay evidencias de cuidados generalizados con la mata ciliar y preservación o
recuperación de fuentes del agua.

La región sur del país ha sido alcanzada por sucesivos estiajes y en consecuencia la
escasez de agua para el desarrollo de las actividades productivas. Un abordaje de las
principales cuestiones ambientales referentes a la calidad y cantidad de los recursos
hídricos apunta a una situación diversificada y compleja, pero en significativo avance en
cuanto a los riesgos ambientales. La distribución en el territorio y el acceso al agua
potable condicen con ritmos de exclusión social o de integración social, bien como la
lucha por el acceso al agua potable en condiciones adecuadas se incluye en la
promoción de la ciudadanía.
27
La crisis del agua en la agricultura familiar suma dos cuestiones correlativas: de un lado
emerge en la perspectiva de derramar conflictos ambientales inseridos en el meollo del
proceso social y, de otro, proyecta la oportunidad para el desarrollo del debate en torno
de las estrategias para la proposición de políticas públicas. En términos comparativos,
sin embargo poco similares, la crisis de agua en la producción agrícola irrigada puede
ser igualmente intensa y llena de conflictos.

El mutismo en consideración, o la resistencia a la publicidad del debate sobre cuestiones


ambientales candentes, apunta para la insuficiencia del proceso de democratización de
la sociedad, bien como un conjunto de intereses o incluido en las reglas de juego de las
decisiones públicas o reservado a la esfera particular. Es hecho notorio y reconocido que
en Brasil ocurrió una proliferación de organismos de la sociedad civil y de supuestas
instancias colectivas y decisorias. Mientras, la referida resistencia se relaciona con la
fragilidad de la calificación y legitimación de espacios decisorios.

En la reflexión a lo largo del texto estamos reconociendo la difusa trayectoria de la


temática de los recursos hídricos: de los usos cotidianos a la política ambiental, mediado
por un proceso de educación ambiental. Es endosar la trayectoria de los análisis que
traducen las condiciones de contaminación y transmutación de los recursos naturales en
términos de riesgo para la calidad de vida (Guivant, 1998), bien como un nuevo énfasis
de la teoría social en el nexo entre naturaleza y sociedad.

Acceso a las aguas subterráneas: satisfacción de necesidades y conservación

Se considera como estiaje el momento en el que el ciclo hidrológico no acompaña la


velocidad y la cantidad de agua para satisfacer las necesidades del ser humano y de sus
quehaceres, bien como para los otros organismos vivos. Las reconocidas alteraciones
climáticas testificadas por los científicos afectan el ciclo hidrológico y entre los
agricultores este fenómeno es conocido como ausencia de lluvias, dando inicio a un
período de estiaje con las consecuentes preocupaciones de las cosechas.

La distribución de agua a través de la precipitación pluviométrica obedece a una


intensidad y periodicidad variadas y no es homogénea en las diversas regiones. En la
28
región sur de Brasil, en los espacios de la producción de la agricultura familiar, es usual
el reconocimiento de la posibilidad de estiaje en el período del verano, con agravantes
en la década actual. Mientras, en 2006 se volsintomática lacala baja presencia de lluvias
mismo en invierno, dando espacio para preocupaciones de satisfacción humana y de las
actividades productivas, bien como forzando al poder público a declarar la situación de
emergencia. Las alteraciones climáticas no se deben solamente al desarrollo local por la
remoción de la vegetación original o cambios en el tipo de cultivo. Es claro que el
hecho de determinada área ser usufructuada para uso humano influye directamente en la
retención del agua del ciclo hidrológico.

El auxilio del agua para la agricultura familiar es de fundamental importancia para los
respectivos usos, transcurriendo de su auxilio el éxito económico en muchas
comunidades, municipios, regiones o países. Ríos y manantiales constituyen
importantes reservas y fuetes de abastecimiento para diversa finalidades. La
diversificación de los usos múltiples del agua potable igualmente desemboca en
variedad de impactos, incluyendo diferencias que por su vez requieren por consecuencia
una compleja evaluación teniendo en cuenta el monitoreo. O aún más, la suposición del
uso inteligente delante de la escasez (Rebouças, 2004), que para otros se traduce en un
uso racional del agua.

En el cotidiano de las actividades agrícolas ocurre un metabolismo que los seres


humanos mantienen con la naturaleza y en cuyo proceso el agua ejerce un papel de
supremo poder. Una cuestión decisiva, por tanto, consiste en comprender que el papel
de los agentes sociales en la producción consiste en suministrar a los organismos vivos
seleccionados y domesticados las condiciones apropiadas que más favorezcan su
desarrollo y productividad, para recoger la deseada masa de materia nutritiva y
comerciable. Lo fundamental en este proceso de producción de materia energética
nueva es realizado por los propios organismos vivos, inclusive considerando el papel
del agua también una energía por sí sola (Tundisi, 2003). El aumento de la
productividad resulta de la mejoría de las condiciones de cuidado y de planificación en
las cuales la actividad productiva se realiza, bien como el perfeccionamiento de las
especies debido a la selección genética de las aptitudes productivas, aliado al dominio
de las condiciones en las cuales se realiza el perfeccionamiento. Por lo tanto, aumenta la
exigencia de la cantidad y regularidad de acceso al agua. Otro aliado, en este proceso es
29
el uso de tecnologías que aumenta la eficacia del trabajo, permitiendo cultivar mayores
áreas, cuidar a mayor número de animales donde el agua es esencial. Todavía, lo que
mejor se destaca es la intensidad de la actividad, con mayores exigencias sobre los
recursos naturales en un mismo espacio. La actividad humana busca sustentar, regular o
ensanchar las condiciones ambientales bajo las cuales las plantas y los animales crecen
y se reproducen. Los agricultores poseen un conocimiento donde el nexo entre el
retirado del suelo y su reposición frecuentemente no logra una ecuación adecuada.

Están bien difundidas las cantidades voluminosas de agua necesaria para la producción
de alimentos, con la intensificación de las actividades y ocupación del suelo, con
diferentes recursos para la multiplicación de alimentos para suplir deficiencias de la
humanidad. La tradición del uso de las aguas de superficie o de pequeña hondura
(alcanzable sin el uso de equipos industriales) progresivamente viene alterándose en
función del aumento y prolongación del estiaje, de la disponibilidad de tecnologías y
empresas de exploración y de inversiones públicas.

Como consecuencia del crecimiento vertiginoso de la exploración de las aguas


subterráneas y de los indicativos de que la calidad del agua puede ser comprometida, la
mejor alternativa técnica y económica parece ser el control efectivo de los factores y
procesos que llevan a la contaminación del agua. Por la lógica de la producción para el
mercado a cualquier costo es inminente un mundo en descontrol (Giddens, 2000), con
reducción a medio plazo de la calidad del agua y de los resultados de la actividad
económica. Importante subrayar que las fuentes de agua subterránea también no son
estáticas, la contaminación de determinada área puede extenderse por una vasta región
de vasos comunicantes y quizás no sea posible discriminar el origen del contaminante.

A pesar de la abundancia con que fueron abiertos pozos artesianos, todavía con certeza,
en la mayor parte de la región, las reservas superficiales constituyen la principal fuente
de agua para el consumo humanó directo y para la utilización en las más diversas
finalidades agrícolas. La utilización de aguas subterráneas ha aumentado intensamente
en Brasil y también mismo en áreas rurales. Esta situación se debe a la ocupación de
áreas menos provistas de agua de superficie, la forma de lograrse agua mejor en
regiones con incidencia de polución, al enfrentamiento de estiajes periódicos o todavía
para viabilizar volúmenes mayores de agua para irrigación.
30
En este sentido, en las palabras de Pretella (2002, 70) hay urgencia para un manifiesto
colectivo en pro del agua, pues “la agricultura (principalmente la irrigación) absorbe
una media mundial del 70 % de las provisiones de agua, un porcentaje que aumenta para
80 a un 90 por ciento en los países subdesarrollados” (...), siendo que “sistemas de
irrigación agrícola pierden en media un 40 por ciento del agua que consumen”. Por
tanto, proponer aumento de la productividad mediante el uso regular de agua trae el
desafío de la recuperación y de la protección a las fuentes.

La visión de la disponibilidad permanente de las aguas, casi sin límites, súmase como
una fuerte razón para presionar su acceso. Las aguas subterráneas, como recurso natural,
ocurren en diverso niveles y extensiones en todas las regiones del planeta. Existen vasos
comunicantes entre los diversos niveles de agua, ocurriendo una gradual alimentación
mutua. Cabe alertar para el hecho de que en algunas áreas del sur del país las iniciativas
no lograron éxito para acceder al agua subterránea potable: rocas extensas y de difícil
perforación hasta medio kilómetro o aguas salobres impropias para el consumo.

Esas aguas frecuentemente son utilizadas para abastecimiento doméstico, para descanso
de animales y eventualmente para irrigación, siendo muy restricto el uso para recreación
y turismo. El recurso al uso de las aguas subterráneas sustituye la posibilidad de la
canalización de aguas fluviales y tratadas, por los desdoblamientos implicados en esta
alternativa (Tundisi, 2003). El uso, por lo tanto, se debe a su disponibilidad próxima al
local de utilización, mayor control por la población sobre la exploración, bajo costo para
la obtención, bien como debido a la creencia de su calidad con ausencia de
contaminación.

Los pozos perforados se presentan dentro de los padrones de potabilidad, sin embargo
no existe un proceso eficaz de monitorear, menos todavía un proceso de una discusión
social sobre la vulnerabilidad a la que están sometidas las iniciativas que implican en la
ocurrencia de riesgos de contaminación.

En la agricultura familiar rige la comprensión de que “los señores de la Tierra serán los
señores del agua” (Petrella, 2004, 29), que por su vez implica el dominio sobre todos los
recursos naturales dentro de una propiedad agrícola.
31
La presión política y la urgencia bajo las cuales son efectuados los proyectos de pozos
artesianos, la distancia de objetivos con eficiencia y preservación, mientras tanto el bajo
costo es un elemento con presencia permanente. Los técnicos que manejan los
instrumentos de la perforación a menudo desconocen cuestiones básicas como el
análisis de los aspectos estructurales de la región, del tipo de rocas perforadas, de la
variación de la profundidad y volumen de agua bombeada, del tipo de acuífero, de las
características fisicoquímicas del agua (Tundisi, 2003). La contaminación de aguas
subterráneas es un hecho importante por el cual la reserva general de recursos hídricos
sufre deterioro.

Determinar y debelar las causas fundamentales de los impactos en los ecosistemas


acuáticos de superficie o subterráneos es un desafío para la gestión ambiental y para
armonizar el uso de la tierra con una perspectiva de uso racional del agua. Nace en este
contexto la prioridad por el gerenciamiento integrado de recursos hídricos como
problema socio-ambiental (Vargas, 1999), revelando que una relación entre los recursos
naturales, bien como la intimidad muchas veces despreciada entre las relaciones sociales
y el medio ambiente.

Posibilidades de contaminación del agua: técnica y factores humanos

La crisis del agua en las estrategias de producción de políticas públicas necesita


examinar las múltiples posibilidades de deterioro, entre las cuales se puntúan cuestiones
técnicas y factores de la cultura local. Estamos delante de una paradoja que se traduce
en la pista de calidad de vida y acceso a beneficios de los avances tecnológicos y en la
fabricación concomitante y multiplicación de riesgos (Herculano y otros, 2000), una vez
que las fases de los riesgos se caracterizan como imprevisibles, imperceptibles,
invisibles y artificiales.

Esto significa que, con frecuencia, el saber laico queda para este lado de la capacidad de
ponderar la gravedad de las circunstancias en las cuales los ciudadanos están inmersos.

32
Las principales formas de contaminación de la región en examen ocurren por residuos
generales del uso de la tierra y en particular sucede de derrames de residuos resultantes
de la creación de animales de forma intensiva, del uso de productos químicos en la
producción agrícola, contaminación general del suelo, o disposición inadecuada de
residuos industriales, en fin la cloaca doméstica.

Si la recuperación de aguas degradadas como en ríos y lagos implica grandes gastos de


recursos financieros y tecnológicos, mucho más incierta se hace la tentativa de debelar
la contaminación de aguas subterráneas.

En principio, las aguas superficiales son más susceptibles de polución y las aguas
profundas de los acuíferos se encuentran más protegidas de la contaminación. En otros
términos es el reconocimiento de la influencia directa de las actividades agrícolas sobre
la calidad del agua. Este deterioro también ocurre cuando a través del agua de la lluvia o
de irrigación son acarreadas sustancias contaminantes a través de depósitos de agua. Los
micro nutrientes, en situaciones específicas de ciertas actividades agrícolas, se pueden
concentrar o acumular en el suelo y por las vías comunicantes eventualmente alcanzar al
agua, y algunas veces acarreados en probables procesos erosivos.

En esta situación emerge el desafío de desvendar en qué medida los mecanismos de


manejar la naturaleza (fertilización, hormonas, secantes, agro tóxicos, etc.) implican
también cambios para los seres humanos.

Mucho aunque no sea el único agente responsable por la pérdida de la calidad del agua,
la agricultura, directa o indirectamente, aporta para la degradación de las fuentes, según
afirma Resende (2006). Esto puede darse por medio de la contaminación de los cuerpos
del agua por sustancias orgánicas o inorgánicas, naturales o sintéticas y todavía por
agentes biológicos, afirma el autor. Ampliamente empleadas, muchas veces de forma
inadecuada, las aplicaciones de defensivos, de fertilizantes y de residuos derivados de la
creación intensiva de animales son tenidas como las principales actividades relacionadas
a la pérdida de la calidad del agua en las áreas rurales. Los usos actuales son también
nocivos como fuentes de polución y contaminación, no menos grave es la polución de
las aguas debido a los mega-creaciones de cerdos y pollos. Los ríos, los lagos, las
represas y los azudes pueden recibir grandes cantidades de nutrientes, principalmente en
33
regiones de suelos desprotegidos.

Juntamente con las partículas arrastradas por el agua durante el escurridor superficial o
en otros procesos erosivos, los nutrientes presentes en la superficie del suelo son
perdidos de las áreas agrícolas y actuarán como contaminantes del agua.

La gravedad de los efectos de la degradación está relacionada tanto con los procesos,
cuanto con la contención, la intensidad, la persistencia y lo tóxico de las sustancias
bioquímicas. Los usos de aguas contaminadas poseen repercusiones distintas sobre la
salud del medio ambiente, y como consecuencia sobre la vida humana. Desde el punto
de vista de la salud, el enriquecimiento del agua en fósforo (de los fosfatos) no trae
mayores problemas, ya que se trata de un elemento en general requerido en cantidad por
los animales. Mientras, este enriquecimiento puede traer algunos problemas en términos
de desequilibrio de ecosistemas, con consecuencias para la biodiversidad. Ya el nitrato
es la principal forma de contaminación del agua por las actividades agropecuarias, pues
tiende a permanecer más en solución y como tal difundirse en el interior de la red
porosa del suelo. Como tal representa riesgo para la salud del organismo humano. En
este sentido, estamos en contacto con un gran desafío ambiental: compatibilizar en
términos innovación tecnológica para aumento de la eficiencia económica, mediante la
fertilización y la alteración de técnicas, y la concomitante reducción de riesgos para la
sustentabilidad de los procesos.

El uso de fertilizantes y de agro tóxicos, bien como el exceso de defecación resultantes


de la creación intensiva de animales, además de contaminar la tierra y el aire, acaba por
alterar la calidad del agua. En este sentido, además de la dependencia de la industria,
este manejo agrícola provoca el deterioro del ecosistema, con impacto ecológico,
económico, social y sanitario. Muchas veces productos de la industria química que
fueron utilizados para controlar enfermedades o plagas acarrearon un aumento de la
productividad de alimentos y permiten la prolongación de la expectativa de vida, bien
como, por ironía de la historia, se volvieron igualmente una amenaza a la biodiversidad
y a la salud pública.

Se refuerza así también la necesidad de reorientar los productores de la región, quiénes


en la mayoría de las veces poseen poca percepción de los impactos negativos que
34
puedan estar causando, para los efectos que las dosis de agro tóxicos puedan causar en
la futura disponibilidad de agua utilizada para el consumo humano y de animales, así
como para el propio suelo de la región. Ora, en estas circunstancias un proceso de
educación ambiental, que alíe saber laico y científico, posee un amplio campo de
actuación, sin desconsiderar las trampas que la lógica del mercado suscita.

Precauciones visando la potabilidad delante de la crisis del agua


La situación en el área investigada parece exigir un urgente avance en el campo
institucional y tecnológico, bien como en las prácticas sociales para medidas de
recuperación y de protección. Esto puede significar el debate público sobre la inserción
de nuevas visiones sobre el uso del agua y medidas de gestión para preservar un bien
público, bien como cuestionar posicionamientos de los sujetos sociales y la constitución
de la legitimidad de instancias decisorias. Las propuestas pensadas para la gestión del
agua (Souza, 2004) pueden ser consideradas limitantes o insuficientes delante de una
perspectiva inter disciplinar y que la complejidad de la temática merece.

La situación encontrada entrega la pista de técnicas innovadoras de protección y


recuperación de las fuentes de agua que son fundamentales en toda la región. El análisis
del agua de los pozos artesianos para la verificación de las condiciones de potabilidad,
ganó carácter de esencialidad mismo en la zona rural. Con el crecimiento de la
exploración y la consecuente expansión bajo el control de los usuarios existe la
necesidad de adaptaciones de los terrenos vecinos para la disposición de residuos y el
manejo del suelo.

El consumo de agua de pozos artesianos, para satisfacción de la sed humana, se


implementa también por la posibilidad de extracción en condiciones de potabilidad.
Cabe recordar que los pozos artesianos deben, además de estar bien construidos dentro
de normas técnicas, pasar por mantenimiento periódico y análisis de agua frecuente,
pues además de alejados de los grandes centros urbanos pueden presentar
contaminaciones derivadas de fallas en la construcción o contaminaciones naturales a
través de los vasos comunicantes entre aguas superficiales y subterráneas no detectadas
en una prospección.

El riesgo del deterioro de la calidad del agua puede ser evitado o mismo reducido
35
mediante algunas acciones gerenciales: monitoreo periódico e incluso exámenes de
laboratorio, entrenamiento de agentes ambientales entre los propios usuarios, educación
ambiental, monitorear el uso de productos químicos en las inmediaciones (pesticidas,
herbicidas, fertilizantes), monitorear los residuos de la creación de animales, cuidados
con la reflorestación a las márgenes de los ríos, prácticas agrícolas que reduzcan la
erosión y aumenten la absorción del agua de las lluvias por el suelo, plantío directo e
implementar curvas de nivel.

Éstas y otras medidas de precaución para mantener la potabilidad del agua requieren el
debate sobre el espacio correspondiente en el que posibles conflictos ganan resolución
adecuada. Delante de la proximidad de los riesgos de deterioro de un bien
imprescindible y en faz de la crisis del agua en un período reciente parece sin
fundamento consistente la resistencia al debate y al monitoreo periódico de pozos
artesianos. Además la difusión de la crisis del agua potable o su escasez producen un
nuevo horizonte para la comprensión mercantil de un recurso natural (Malta & Prestes,
1997). Por lo tanto, delante de la perspectiva de la valorización mercantil del agua
parece más que urgente el debate sobre la tipología de los usos a fin de favorecer la
gestación de políticas públicas, bien como definir la prioridad entre valor económico y
derecho de acceso universal.

Las precauciones visando la potabilidad del agua delante de la crisis se insertan


directamente en la tensión de empeñar las redes sociales de los grandes ideales
definidos y promulgados por los encuentros internacionales sobre medio ambiente. En
esto particularmente dos vertientes se contraponen y complementan: la hazaña de
acompañar las exigencias del mercado y los proyectos prioritarios por la utopía
ambientalista. La ambigüedad trae al escenario el imperativo de pensarse la
sustentabilidad como una pasión en movimiento (Ruscheinsky, 2004b), o también su
reverso crear un movimiento que desarrolle la pasión por una sociedad sustentable.

Desde estas consideraciones cabe enfatizar el cuidado del agua desde una perspectiva
sociológica, esto es, el proceso de legitimación de las estrategias viendo la constitución
de políticas públicas.

Si hay el reconocimiento de que es posible diseñar los enredos de una crisis institucional
36
y ambiental, parece bien menos evidente el translúcido en el conflicto de las
interpretaciones el reconocimiento de que estamos delante de una crisis de las
mediaciones, de una laguna entre el propósito y la efectividad.

La crisis de las mediaciones aquí referida se circunstancia por la fragilidad de la


legitimidad de espacios públicos de decisión y se agrava la medida de las redes de
sociabilidad no poseen la satisfacción de esos espacios institucionales.

Legitimidad y distancia del debate colectivo en las instancias deliberativas

La pesquisa de campo alcanzó apenas la constatación de la resistencia: comunidades de


agricultores familiares resisten en reconocer medidas más austeras de protección del
agua potable ante las fragilidades de los riesgos inminentes, imperceptibles y abran
gentes (Beck, 1998). Esto cuando ya no está consumada la contaminación del depósito
de agua, lo que impondría limitaciones al aprovechamiento del agua para el consumo
humano.

Los problemas ambientales acontecen del uso general de la tierra y del uso diversificado
del agua todavía carecen de mediaciones adecuadas para la resolución de conflictos. Es
probable que la cuestión del acceso al agua, a pesar de un tema que inspira una urgencia
apremiante, también entre los agricultores familiares, por las razones arriba expuestas,
todavía no haya alcanzado espacio y legitimidad en la agenda de las luchas sociales del
campo. En este ínterin ganan relevancia los nuevos movimientos sociales en la lucha
por el agua como derecho humano universal (Ruscheinsky, 2004a), en una sociedad
donde la inclinación es la transmutación de todas las dimensiones en valor de mercado.

Los agricultores al articular su agenda de intereses enfrente de las calidades culturales


que persisten por constituirse en respuestas actualizadas delante de situaciones
concretas. Es el caso del enfrentamiento de los sucesivos estiajes para cuya
problemática ni el poder público, ni las agencias de servicio público o foros de decisión
sobre demandas colectivas consiguieron implementar una alternativa conducente. Es el
caso de las justificativas del sentido exclusivamente económico para el uso del agua,
mientras las luchas sociales son capaces de desvendar otros significados contornando la
lógica utilitarista.
37
A medida que las luchas sociales se deparan con nuevas situaciones de necesidades
emergentes o de degradación ambiental, toman por base sus gramáticas propias como
referencias para interpretar los hechos de la sospecha de una nueva embestida del
capital para el control del agua. Si en otros sectores, como es el caso del control sobre el
proceso y el resultado de la producción, las decisiones son tomadas distantes de su
cotidiano, en lo que dice respeto a la apropiación del agua hay resistencia para adherir a
determinaciones además de lo cotidiano.

El proceso que enfatiza el agua como un derecho social y humano, arriba de los
intereses particulares, crea sucesivamente arenas específicas de conflicto entre actores
profundamente heterogéneos, como por ejemplo, sectores productivos con
premeditación para explorar otras formas de acceso al agua potable, órganos de
representación sectorial, movimientos sociales, agencias estatales y organizaciones no
gubernamentales. Sin embargo, están patentes también articulaciones y cambios que,
bajo la predominancia y el impacto de la globalización, implican en la fundación de
otros juegos de poder (Porto-Gonçalves, 2006). La complejidad apuntada suscita la
interrogación si la agricultura familiar podrá subsistir sin la adhesión a normas técnicas,
sin pasar por mantenimiento periódico y análisis de agua frecuente cuyas
determinaciones en gran parte están fuera de su alcance.

A partir de la Constitución de 1988 proliferaron en diversas modalidades formas de


gestión sobre políticas públicas o de ordenamiento del uso de recursos naturales, entre
otros aspectos. Las manifestaciones a través de instancias deliberativas buscan desvelar
la voz de actores sociales, en sus proposiciones, sus deleites y dilemas. De un lado, los
avances institucionales pueden ser considerados un avance para la conquista de
derechos de ciudadanía en el sentido que expresen la voluntad política de los
ciudadanos sobre determinados espacios y aspectos. De otro, conviene siempre
interrogar sobre la apropiación de las mediaciones una vez que ciertas circunstancias
pueden revelar sujetos insuficientes (Pinto, 1999) para la gestión de espacios
institucionales o agotados en la articulación política de su campo político. En otros
términos, es la interrogación sobre la posibilidad del problema del agua integrar la
esfera pública, bien como la prioridad que venga a asumir en esta agenda.

38
La extensión de los actores sociales ambientales que integran instancias decisorias
poseen cierta flexibilidad, para incluir un vasto arsenal de movimientos sociales con
perfil de luchas socio ambientales, desde la actuación de Foros, Comités, consejos, sin
desconsiderar sectores alojados en el campo institucional. El éxito tiende a ser mayor en
la misma medida en la que estas instancias se definan desde su propia representatividad
social, por la característica de la deliberación y en la medida en la que crece su
legitimidad para tratar el asunto que la población considere relevante.

Considerando que la participación política en estas esferas de decisión tiende a ser de


carácter voluntario o altruista gana relevancia el grado de adhesión, incluso subjetiva, a
la temática del acceso al agua potable. La reflexión que suscita el esfuerzo de la
participación se sustenta en la existencia de un ethos colectivo y una intuición de que el
campo de la política hace sentido. En estas circunstancias, la lucha por el acceso al agua
potable gana nuevos contornos, sin que las demandas puedan diluirse en el entrevero
entre entidades civiles y el poder público.

Por la óptica de la difusión progresiva de la sociedad de consumo, que también afecta la


agenda de las luchas sociales del campo, un gesto concreto de ciudadanía (Acselrad y
otros, 2004), capaz de producir efectos a corto plazo, se refiere al desarrollo de la
capacidad para monitorear la calidad del agua y la defensa de un consumo más racional
del agua. De esta forma, se moderniza la mirada sobre los recursos hídricos y, por tanto,
distanciándose de una visión romántica de la naturaleza y de la mercantilización a
cualquier costo de bienes naturales.

Desarrollo de estrategias ante la crisis del agua

_ Considerar años seguidos de sequía y las consecuencias perversas para el desarrollo


de la agricultura en función de las presiones del mercado en Rio Grande do Sul: pone en
evidencia de manera inmediata, tanto la cuestión de la permanencia en la tierra, cuanto
el acceso al agua en condiciones adecuadas.

39
_Las movilizaciones periódicas demandando auxilios financieros o subsidios
gubernamentales inmediatos para suplir cuestiones puntuales para la protección de la
ganancia generan una relación tensa con propuestas de medio o largo plazo que
implican otro posicionamiento frente a las consecuencias generadas por las cuestiones
ambientales.

El contenido de la tensión expuesta se encuentra difuso en el discurso y en la práctica


social de los agricultores familiares.

_ La ausencia de cuestionamiento de vínculos que arrastran la producción agrícola a la


circulación general de mercaderías y de la legitimidad de modelo de producción
excluyente, integra la condición de adherirse a la realidad. Por consecuencia, esta
situación genera el hecho de sucumbir y disponerse a producir para exportar a cualquier
costo ambiental: aún cuando no sea de uso intensivo el agua con irrigación, dispersa la
vida y el agua potable.

_El combate a la pobreza, al hambre, a la desigualdad y a la sed en el mundo, bien como


una producción de alimentos saludables, por tanto, con menor volumen de riesgos,
requiere resaltar el proyecto de otro mundo posible.

_Una propuesta de educación ambiental puede generar una perspectiva de uso más
racional de los recursos hídricos: el agua potable es un recurso renovable, pero finito!
Por tanto, monitorear y perfeccionar la gestión son imprescindibles para una garantía de
acceso a un porvenir próximo.

_La temática de la ecuación de agua es tan relevante en cuanto a la cuestión de los


cuidados con la tierra, la colaboración del clima y la articulación entre trabajo e
instrumentos de trabajo. En este sentido, configura y muda el paisaje de los “verdes
campos”, trazando los horizontes de la expresión de la riqueza de una región o de una
nación.

_Algunos aspectos quedan por investigarse, teniendo entre ellos los cambios climáticos
y sus efectos y relaciones entre lo local y lo global, bien como la forma de las cuestiones
locales y las globales están conectadas en la agenda de los movimientos sociales.
40
_ Las incertidumbres inherentes al desarrollo de la sociedad de consumo, la figura de
nuevos riesgos a la vida humana y las alteraciones periódicas en el paisaje pueden ser el
origen para propuestas por las cuales agricultores vengan a usufructuar otras fuentes de
acceso y calificar el agua para un uso más racional: dedicación de atención a la mata
ciliar, no polución, curvas de nivel, productos químicos, agro ecología, entre otros
aspectos.

Los conflictos socio ambientales, aunque no tengan un lugar destacado en las ciencias
sociales, son capaces de enunciar un alerta: si las voces de los bienes naturales
fundamentales a la vida no son oídas por la presente generación, si las prácticas sociales
antropocéntricas no son modificadas, esos clamores podrán desaparecer con mayor
rapidez de lo que imaginamos. Los ciudadanos optimistas podrán declinar de la suerte
consumista y de la sed infinita de deseos, bien como la historia puede dar razón a los
pesimistas que anuncian la catástrofe ambiental. Lo que está de hecho en juego en el
conflicto que envuelve el agua como un líquido finito y necesario, o la moneda del
futuro, va más allá del futuro político, económico, cultural de una nación o del
desarrollo regional. Se trata de escoger juntar el silencio del agua que crecientemente se
ve contaminada, silenciosa, degradada y aparentemente desesperanzadamente con la
osadía de forjar estrategias eficientes de políticas públicas. En la crisis del agua potable
se sintetiza la palabra de aquellos ambientalistas y otros sectores sociales que poseen la
conciencia de la urgencia de cambios que necesitan ser emprendidas a favor del agua y
de la naturaleza sedienta de afecto y de cuidados.

41
Bibliografía:

http://www.gizartenatura.org/Archivos/Documentos/Secciones/20_es-
ES_conflictosocioambientales.pdf

http://www.buenastareas.com/ensayos/Conflictos-Socioambientales-En-El-
Peru/598268.html

http://books.google.com.pe/books?
id=IFMyZwWbuPgC&pg=PA8&lpg=PA8&dq=negociacion+de+conflictos+socioa
mbientales&source=bl&ots=mu5Vvv4DIu&sig=gxt-
M70STDPjGTWlFwRQUYiFaes&hl=es&ei=WfjNTO2_IYaKlwec35CtBw&sa=X
&oi=book_result&ct=result&resnum=10&ved=0CDcQ6AEwCQ#v=onepage&q&f
=false

42
Preguntas

¿Por qué surgen los conflictos ambientales?

¿Qué hacer para gestionar el conflicto a favor de las comunidades?

¿Cómo se arma un plan de acción?

* ¿Cómo resolver potenciales conflictos socio ambientales?

¿Cuál es el estado actual de la negociación o el nivel actual del compromiso del Perú
con las empresas y proyectos?
¿Que se tiene que hacer para obtener una negociación exitosa?

¿ Al negociar siempre es necesario que ambas partes que están negociando resulten
beneficiadas?

¿Las condiciones actuales de explotación minera contribuyen al desarrollo local? ¿Qué


medidas se podrían implementar para que esto ocurra??

¿Es lo mismo hablar de conflicto ambiental y conflicto socioambiental?

¿Qué es un conflicto?

¿Qué actitudes debo deponer para solucionar el conflicto o qué deben


hacer otros para contribuir a la paz colectiva?

¿Qué ocasiona un conflicto?

¿Los conflicto socio ambientales han existido desde siempre, por qué ahora adquieren
tanta relevancia?

¿Cuáles son los tipos de salidas a los conflictos?


¿crees que las salidas por imposición dan buenos resultados?
¿Que salida es cuando los actores en pugna han tenido ganancias perdidas aceptables?
¿Cuál es el objetivo de las salidas negociadas en los conflictos ambientales?
este tipo de salida es poco realista me refiero a ……….
¿que hacer par gestionar el conflicto a favor de las comunidades?
¿Cómo contribuir al manejo de conflictos socio ambientales?
¿el manejo de conflicto ambiental requiere de análisis sistemáticos?
¿Qué opinas de los conflictos de resolución forzada ?

43
¿Cuál de todas las soluciones a los conflictos mencionadas se adecua a nuestra posibilidad?
¿Cuáles son las etapas en las que se desarrolla un conflicto ambiental?
¿la investigación ayuda a solucionar un conflicto?
¿Qué son los planes de incidencia y como se organiza?
LECTURA SUGERIDA

EL CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL Y ESTRATEGIAS DE MANEJO

Por: Ana Patricia Quintana Ramírez

Con mi intervención aspiro aportar a este encuentro respondiendo como mínimo tres
cuestionamientos: ¿cuál es el estado actual de discusión sobre el tema: “el conflicto
ambiental”?, ¿cuáles son las características del conflicto ambiental en América Latina,
desde la investigación que vengo realizando? y ¿qué estrategias requiere su manejo?.

1. ANTECEDENTES DEL TEMA DE ESTUDIO:

Inicio presentando algunos antecedentes sobre el conflicto ambiental, para exaltar la


forma en que los dilemas del desarrollo que inicialmente planteaban para el tema
ambiental una discusión prioritariamente naturalista y técnica, más no cultural, pasan
hoy a demandar en el tema del conflicto socioambiental análisis que recuperen la
perspectiva humana del desarrollo.

Por décadas se ha hablado de problema ambiental para referirse a las alteraciones


negativas sobre el entorno que afectan el equilibrio vital del ecosistema incluido el ser
humano, es decir que esta visión problematizante del ambiente ha centrado su mirada
en la angustia por la conservación.

Las situaciones problemáticas de contraposición de intereses sobre la distribución de


ciertos recursos naturales que se han convertido en conflictos ambientales, son
relativamente recientes como fenómenos específicos. La aparición de los conflictos

Ana Patricia Quintana Ramírez. Trabajadora Social, Magíster en Sociología de la Cultura. Candidata
a PhD. en Antropología Social y Cultural. Actualmente es docente-investigadora de la Facultad de
Ciencias Ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira. Colombia.

44
ambientales como asunto de atención pública mayor, debido a la agudización del
deterioro ambiental se puede explicar por la presencia de una mayor sensibilización
social sobre sus impactos, irritación social específica y a la exigencia social de
respuestas, con amplias presiones, como parte de ese conflicto.

Para Guillaume Fontaine1- investigador en el tema “conflictos en torno al petróleo y los


grupos étnicos en la región amazónica”- las primeras críticas de los impactos sobre el
ambiente (causados por la actividad petrolera, minera y forestal) son realizadas por
parte de movimientos ambientalistas estadounidenses y europeos en la década del 70,
que luego se volvieron un tema controvertido de política internacional en la del 80.

A medida que el contexto de globalización de los intercambios económicos fue


aumentando en los países del tercer mundo mucho más que la conservación ambiental
-que era justamente lo que preocupaba y puede continuar preocupando a los países
industrializados-, se ha puesto en juego la distribución de la riqueza y de las
oportunidades sociales.

Para América Latina la década del 90 se convierte en el punto de partida para la


agudización de los principales conflictos ambientales, ya que además de crecer en
número, estos conflictos lo están haciendo en intensidad. Rasgo que coincide
justamente con la implantación del modelo económico neoliberal para los países
latinoamericanos. En este sentido los objetivos económicos de las empresas –
respaldados por gobiernos que buscan elevar la competitividad y la inserción global de
las economías nacionales- en medida importante entran en tensión con las
expectativas de desarrollo y calidad de vida de la gente, especialmente cuando se dan
situaciones de marcada desigualdad social. En este tipo de escenario, los conflictos
ambientales ponen en contacto a los extremos de la escala social: las empresas
globalizadas y los grupos pobres, fuerzas que en un contexto de debilidad relativa para
el cumplimiento del papel regulador y de protección del bien común que debe cumplir
el Estado, genera formas extremas de polarización social.

Según Alfonso Martínez González2, la expresión del conflicto ambiental aparece a


mediados del siglo XX. En 1950 la contaminación por mercurio en la bahía de
1
FONTAINE, Guillaume. Enfoques Conceptuales y metodológicos para una sociología de los conflictos
ambientales. En: CARDENAS, Martha y RODRIGUEZ, Manuel. Guerra, Sociedad y Medio Ambiente.
Foro Nacional Ambiental. Bogotá, Mayo 2004. Pág. 505.
2
Rothman,1980 citado por MARTINEZ GONZALEZ, Alfonso. Métodos Alternativos en Manejo
de Conflictos. Aplicaciones en materia ambiental. México: SEMARNAP, PNUD. 1997. Pág. 81.

45
Minamata en Japón, en donde la empresa Chisso Corp. Chemical, productora de
cloruro de vinilo y acetaldemical contaminó las aguas marinas durante varios años. La
empresa Chisso reconoció hasta 1968 su responsabilidad en el incidente.

En 1992 con la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y


Desarrollo (CNUMAD), se revaloró la importancia de las personas y la calidad de su
vida sobre los procesos de desarrollo económico. También incluye la prevención y
responsabilidad de los gobiernos sobre estos temas, al grado de que su difusión está
permeando las estructuras jurídicas, político-institucionales y de comportamientos
sociales amplios, sensibilizándolos sobre los problemas ambientales.

Si bien es cierto que existen dos escuelas teóricas en el tema, una referida al conflicto
ambiental y otra al conflicto socioambiental. Mientras en la primera los países
industrializados hablan de las dificultades para que las externalidades ambientales
sean asumidas por quienes las generan, en la segunda las tensiones se suscitan por la
dificultad para definir la propiedad y distribución de los recursos. Situación ésta última
más presente en el caso latinoamericano. Al respecto algunos países que han
sistematizado tanto los rasgos de sus conflictos como las alternativas de resolución
asumidas, han sido principalmente México, Chile y Bolivia.

En México según Alfonso Martínez3 el conflicto ambiental apareció con toda claridad
en 1978, cuando la empresa Cromatos de México S.A., es obligada a cerrar sus puertas
y reubicarse fuera de la ciudad porque una coalición de estudiantes, médicos y
organizaciones comunitarias del norte del área metropolitana demostró que la
irresponsabilidad en el manejo de sus desechos tóxicos había dañado la salud de más
de 150.000 personas.

En Chile, la orientación neoliberal del desarrollo que logró un crecimiento económico


promedio del 6% durante los últimos diez años y que los ha hecho merecedores de la
denominación del “tigre de la región latinoamericana”, ha provocado un gran
desbalance sobre los recursos naturales pues los impactos en la disminución de los
volúmenes de captura en la pesca debido a la extracción sin prever la capacidad de
regeneración de algunas especies, con su consecuente desaparición; la destrucción
del bosque nativo situación ya tradicional desde la conquista; la actividad frutícola con
manejo intensivo de fertilizantes y plaguicidas peligrosos para la salud y, por último la

3
MARTINEZ GONZALEZ, Alfonso. Op.cit. Pág. 82

46
alta incidencia en contaminación de recursos acuíferos en actividad minera, afectó
directamente la calidad de vida de la población.

Estos problemas sobrepasan hoy la capacidad del Estado y del sector privado para
mitigarlos o prevenirlos. Situación que ha generado una creciente reacción ciudadana
en defensa de su calidad de vida, la protección de su salud, sus recursos y actividades
económicas, manifestándose una proliferación de conflictos socioambientales en el
país.

Según Cesar Padilla Ormeño y Pablo San Martín Saavedra 4 –investigadores del
observatorio latinoamericano de Conflictos ambientales- algunos sectores sociales en
chile, pretenden prevenir los conflictos ambientales sin tomar en consideración que la
incompatibilidad de intereses que estos manifiestan, a veces, es absoluta e
irreconciliable, tal como el derecho al resguardo de la salud de una comunidad por un
lado, y la mayor rentabilidad o la aceleración en la tasa de retorno de una inversión
por otro. Y que la expresión de estos conflictos es la única forma de poner en
evidencia ante la opinión pública y los organismos de decisión, el costo ilegítimo que
gran parte de los proyectos impone a las comunidades por no internalizar los costos
ambientales de las inversiones.

En Bolivia el ajuste estructural de los últimos 20 años agudizó los conflictos


socioambientales centrados básicamente en los desacuerdos entre gobierno,
empresas privadas, multinacionales y sociedad civil por la propiedad sobre los recursos
naturales agua, tierra, petróleo y gas. Al respecto Ana Esther Ceceña 5 relata en su libro
sobre la experiencia de la guerra por el agua en Cochabamba la descripción que
realizan algunos Bolivianos al respecto: “el régimen neoliberal ha liquidado la
economía nacional. Ningún recurso natural nos pertenece; el agua, la tierra, los
ferrocarriles, el petróleo, el gas está en manos de empresarios extranjeros cuyo único
afán es lucrarse con el trabajo ajeno. Por si fuera poco, no hay trabajo, no hay dinero,
no hay inversión, no hay crecimiento y Bolivia se hunde en la más honda crisis
económica de los últimos 100 años”.

4
PADILLA ORMEÑO, César y SAN MARTIN SAAVEDRA, Pablo. Conflictos Ambientales. Una
Oportunidad para la Democracia. Observatorio de Conflictos Ambientales. Instituto de Ecología Política
–IEP-. Santiago, Chile. 2004. Pág. 3
5
CECEÑA, Ana Esther. La Guerra por el agua y por la vida. Cochabamba: una experiencia de
construcción comunitaria frente al neoliberalismo y al banco mundial. Cochabamba, Bolivia, 2004. Pág.
8.

47
La experiencia en Colombia no dista de las realidades planteadas para los países
latinoamericanos referidos. Según Gabriel Páramo Rocha6, actualmente se presentan
conflictos socioambientales en escenarios microsociales, entre habitantes de un
mismo territorio, las autoridades locales y ambientales, alrededor de problemas como
la tala de bosque, la disposición de basuras o la contaminación específica de un lugar;
pero a nivel macro los desacuerdos de carácter netamente estructural, entre el Estado,
las empresas privadas, los actores armados y la sociedad civil se convierten en la causa
principal de todos los conflictos, en razón al modelo de desarrollo imperante, la
pobreza y la adopción o no de determinadas políticas agrarias y ambientales. Además
el conflicto se ha hecho manifiesto, con altos niveles de violencia.

En Colombia los conflictos introducidos a partir de la política mundial de revolución


verde desde la década del 70 afectaron considerablemente la zona rural, a nivel social,
político y ambiental. Ese paradigma que se planteaba como el gran progreso técnico
de la agricultura dió como resultado tanto en Colombia como en otros países
latinoamericanos una serie de problemas representados en el desgaste de las tierras
productivas (erosión, compactación de suelos, etc.), introducción de especies que
resultaron débiles para las condiciones climáticas, desplazamiento de especies nativas
productivas, dependencia creciente de fertilizantes y plaguicidas, desarraigo de
patrones culturales de manejo de los agroecosistemas y de los ecosistemas naturales,
endeudamiento de los productores campesinos, expulsión de muchos campesinos
hacia las ciudades y hacia áreas naturales para ser colonizadas, con el consecuente
aumento de la marginalidad, la pobreza, la miseria y la violencia.

Para este mismo autor tres causas son las principales generadoras de conflicto en la
historia del país: 1) la distribución, apropiación y presión sobre la propiedad rural, con
los consecuentes cambios de vocación agropecuaria. 2) la colonización de zonas de
protección y 3) la economía subterránea del narcotráfico con sus consecuentes
problemas de violencia.

Los argumentos presentados por Gabriel Páramo contrastan con el análisis del
conflicto en Colombia realizado por Sabine Kurtenbach 7, quien argumenta que el
acceso desigual a la tierra y a otros recursos naturales es la causa fundamental del
conflicto socioambiental en Colombia. El conflicto agrario, no solucionado en toda la
historia colombiana, persistirá como un factor central mientras en el espacio urbano
6
PARAMO ROCHA, Gabriel E. Ecosistemas Naturales Colombianos en Conflicto. En: GONZALEZ,
Juan Manuel y otros. La Manzana de la Discordia. Debate sobre la naturaleza en Disputa. T.M.
Editores. Ecofondo. Segunda edición. Santafé de Bogotá,Octubre de 1998.
7
KURTENBACH, Sabine. Análisis del Conflicto en Colombia. FES. Bogotá, Colombia, 2005. Pág. 16.

48
tampoco haya perspectivas de vida para los migrantes del campo. Aunque los voceros
oficiales se refieren reiteradamente a que, con más del 75 por ciento de población
urbana Colombia es un país urbanizado, puede decirse que el gobierno se ocupa del
problema en la medida en que, por un parte, se está desarrollando un debate sobre la
expropiación de fincas adquiridas con dinero del narcotráfico y, por otra, se discuten
posibilidades de empleos para los desmovilizados en el sector de la explotación
forestal. La guerra que vive actualmente Colombia tiene, simultáneamente
repercusiones negativas en el espacio rural porque la violencia y la inseguridad
permanentes dificultan la búsqueda de alternativas de desarrollo sostenible.

Por su parte, la descentralización del país que presuntamente ampliaría las


posibilidades de participación de la población en especial en el nivel local, restándole
así terreno a la violencia, se convirtió en factor propiciador de la misma, en la medida
en que los actores armados siguieron, desde entonces con mayor ahínco, una política
de control territorial y buscaron influir en las circunstancias locales, recurriendo a la
amenaza de las armas. Esa forma de “clientelismo armado” ha conducido
decisivamente, en el nivel local, al mantenimiento de patrones tradicionales de
socialización política y ha contrarrestado las intenciones de reforma originalmente
vinculadas a la descentralización.

Por este motivo se puede afirmar que la descentralización político- administrativo y


fiscal llevada a cabo en Colombia a partir de 1987 y materializada con posterioridad en
leyes privatizadoras, como la de servicios públicos en 1994, contribuyen a la
agudización de los conflictos socioambientales, fundamentalmente en torno a
recursos naturales como agua, bosque y tierra.

2. CONCEPTO DE CONFLICTO AMBIENTAL Y SOCIOAMBIENTAL

El acercamiento histórico sobre el conflicto socioambiental, permite precisar por tanto,


los siguientes rasgos en torno al concepto, causas, consecuencias y etapas en las que
se desarrolla con mayor frecuencia.

El término conflicto proviene de la palabra en latín “conflictus” que significa choque.


Hablar de él es referirse a una situación en la que un actor(es) se encuentra en
oposición conciente con otro(s) actor(es) (que pueden persona(s), grupo(s),

49
organización social o institución), debido a que persiguen objetivos contrarios, lo que
los coloca en extremos antagónicos, en situación de enfrentamiento, confrontación y
lucha.

Por su parte, teniendo en cuenta que el término “ambiental” hace referencia a todo
proceso que expresa una relación entre la naturaleza y la cultura. El conflicto
ambiental se produce en el proceso humano de apropiación y transformación de la
naturaleza y los sistemas tecnológicos que sobre ella intervienen, de dos maneras:

Una: como choque de intereses entre quienes causan un problema ecológico y


quienes reciben las consecuencias o impactos dañinos de dichos problemas… Y

Otra: como desacuerdo o disputa por la distribución y uso de los recursos naturales
entre los pobladores de un territorio determinado. Este tipo de conflictos
ambientales se dan alrededor de la propiedad o posesión sobre los recursos
naturales que necesitan las personas, comunidades y naciones para producir
bienes y servicios que satisfagan sus necesidades8.

Por tanto, no es lo mismo hablar de problema ecológico y/o daño ambiental que de
conflicto ambiental. Los dos primeros conceptos se refieren al deterioro de los
recursos naturales, es decir a la contaminación de las aguas, del aire, del suelo, del
bosque, fauna, a la erosión y congestión urbana, a la ocupación del espacio público o a
la contaminación visual, entre otros. En resumen el problema ecológico o daño
ambiental describe las situaciones de deterioro y/o agotamiento del medio natural,
mientras que cuando se habla de conflicto ambiental se hace referencia a procesos
sociales suscitados por el desacuerdo que genera la apropiación, distribución y
utilización de los recursos naturales y a la movilización y denuncia contra los causantes
de los daños ecológicos9.

Teóricos del conflicto ambiental disertan desde diversas posiciones epistemológicas,


algunos desde concepciones clásicas y otros desde visiones críticas de la realidad. Los
que se ubican en el pensamiento clásico refieren el conflicto como algo innato a la
interacción social, necesario para su evolución porque vienen generados por la
incompatibilidad entre los seres humanos.

8
CORANTIOQUIA. Manejo de Conflictos Ambientales. Primera edición. Medellín, Colombia.
2001. Págs.6-7

9
Ibid. Pág. 9

50
Por su parte, los que piensan la realidad de una manera más crítica definen el conflicto
como el resultado de la estructura económica y de poder de la sociedad capitalista,
que se resolverá con el cambio, transformación del modo de relación, participación de
los actores en la sociedad y fundamentalmente en la equidad y oportunidad para las
decisiones en el desarrollo.

Esta última corriente de pensamiento considera que los conflictos ambientales pueden
ser fuente creadora de nuevas opciones, sin que esto signifique la exaltación del
egoísmo, ni exclusivamente la supervivencia del más fuerte. Esta visión propone que
el modelo dominante actual de apropiación, construcción, control y utilización de la
naturaleza debe ser desafiado para evitar que el futuro de esta sociedad humana siga
enfatizando en sus peores aspectos, no sólo la destrucción del entorno natural, sino
también, la desigualdad social, la guerra, el empobrecimiento biológico y humano,
entre otros. (Representantes del pensamiento crítico: Murray Bookhim y Joan
Martínez Alíer) 10

¿Es lo mismo hablar de conflicto ambiental y conflicto socioambiental?

Para el caso Latinoamericano hay diferencias, ya que tal como se detalló en los
antecedentes, los conflictos más que de orden solamente ambiental, referidos a los
problemas de afectación sobre los recursos naturales, son de orden socioambiental
porque se presentan relaciones de choque y confrontación por las dificultades en la
interacción social, la falta de diálogo, la escasa participación de la población local en la
decisiones públicas… es decir el conflicto es de orden más social y político que
exclusivamente técnico.

Algunos autores introducen una diferencia entre supuestos “conflictos ambientales”


que opondrían sólo a actores exógenos (como los activistas de organizaciones
ambientalistas), al Estado y a las empresas, y “conflictos socio-ambientales” que
además de aquellos actores, implicarían a las sociedades y comunidades directamente
afectadas por un proyecto de extracción de recursos naturales en su entorno. Los
actores exógenos forman parte de la sociedad civil y su implicación en un conflicto
tiene sentido siempre y cuando éste irrumpa en el campo del poder, definido por

10
PALACIO, Germán y ULLOA, Astrid. Repensando la Naturaleza. Encuentros y Desencuentros
disciplinarios en torno a lo ambiental. Editorial Universidad Nacional de Colombia. ______. Pág. 197.

51
Bourdie como el lugar de las luchas entre agentes que detienen un tipo de capital
económico, cultural o político11.

Francisco Sabatini12, utiliza la categoría de conflicto ambiental para referirse a los que
se dan en torno a la distribución de las denominadas “externalidades” o “efectos
externos” derivados de los usos del suelo, es decir, de nuevas actividades que se
desarrollan en un lugar, y conflictos socioambientales a aquellas disputas causadas
por el acceso y control de los recursos del medio ambiente, especialmente de la tierra,
el agua, los minerales y otros.

Según este mismo autor, la fase actual de acumulación capitalista está significando una
agudización de las presiones sobre los recursos naturales, provocando degradación,
escasez y privaciones sociales, todos factores propicios para el desarrollo de conflictos.
La economía capitalista que emergió de la profunda y larga crisis que despuntara al
comienzo de los años setenta es más agresiva y flexible, significando entre otras la
penetración en nuevos sectores de actividad donde se pudiera valorizar el capital,
como el de servicios públicos en América Latina, entre otros.

Sin embargo, los conflictos socioambientales actuales son mucho más que meras
disputas por la propiedad de un recurso. En ellos se encuentran enfrentadas
cosmovisiones ambientales y de vida. Por un lado, el medio ambiente es visto como
un recurso económico, o sistema de recursos naturales; y por otro lado, el medio
ambiente se hace equivaler a “espacios o escenarios de vida”. El problema radica en
que el encuentro entre estas dos perspectivas se da bajo un contexto o lógica de
dominación.

2.1. Características del conflicto ambiental

Los conflictos socioambientales se caracterizan generalmente porque:

11
FONTAINE, Guillaume. Enfoques Conceptuales y metodológicos para una sociología de los conflictos
ambientales. En: CARDENAS, Martha y RODRIGUEZ, Manuel. Guerra, Sociedad y Medio Ambiente.
Foro Nacional Ambiental. Bogotá, Mayo 2004. Pág. 506.
12
SABATINI, Francisco y SEPULVEDA L., Claudia. Conflictos Ambientales, entre la globalización y la
sociedad civil. Publicaciones CIPMA. Santiago de Chile, 2002. Págs. 50-54

52
- Son interdisciplinarios porque más que meras disputas por impactos
ambientales, son conflictos de carácter político, en los que su constitución y
resolución depende básicamente de la relación de fuerzas entre las partes o
actores involucrados, y no sólo de los factores técnicos o científicos presentes
en una situación determinada o requerida para solucionar un problema
ambiental13.

- Su grado de complejidad está determinado por la combinación de violencia


potencial o real, de una escasa capacidad de diálogo y de compromiso, por la
heterogeneidad de los actores y por la importancia económica y militar de la
zona donde se desarrollan14.

- Se fundan en necesidades culturales, como la del desconocimiento de la


identidad de los actores que están siendo marginados de las decisiones
ambientales que los afectan en un territorio específico.

- Relaciona a los actores según dos modalidades de interacción: las alianzas


(convergencia de proyectos e intereses fundamentales) y las oposiciones. Es
decir que ubica en extremos las relaciones humanas y no se toleran las
diferencias de opinión, percepción e interés.

- Generalmente los principales actores implicados en los conflictos ambientales


son el Estado y la sociedad civil, ya que mientras el Estado defiende que el
desarrollo debe estar centrado en la globalización económica orientada por una
voluntad política centralizada, para la sociedad civil significa ante todo una
lucha contra la pobreza con miras a satisfacer las necesidades de las
poblaciones nacionales.

- De todos los conflictos ambientales que se suscitan en un territorio específico,


sólo uno de ellos es el que representa el choque central. Por tanto identificar el
conflicto central e incidir en su manejo, permite superar consecuentemente los
efectos secundarios del mismo.

2.2. Causas que ocasionan un conflicto socioambiental

En los conflictos socioambientales están en juego más que las oportunidades de


crecimiento económico, la suerte del medio ambiente local, la calidad de vida de la

13
Ibid. Pág. 15.
14
ISAZA RAMOS, Marisol y otros. Medio Ambiente y Paz. Asociación Reserva Natural Suma-paz.
Corporación Ecofondo. Bogotá, 1998. Págs. 25-26

53
población y la continuidad de las economías territoriales y sistemas de vida tradicional.
Entre las causas más frecuentes se encuentran:

- La insatisfacción de las necesidades básicas de sectores de la población


mundial, numéricamente muy importante.

- La oposición de concepciones del mundo, de la naturaleza y de la forma en que


los seres humanos se relacionan y organizan entre sí.

- La errónea creencia de que el bienestar de los otros es sinónimo de reducción


del propio. Este hecho aparece por el miedo incontrolable, competitividad,
frustración, o el desconocimiento irracional del otro, lo que contribuye a
desarrollar una imagen negativa y de desconfianza del contrario15.

- La amenaza de bienestar o limitación de sus necesidades de mayor desarrollo,


que perciben los núcleos de poder o gobernantes.

- La resistencia a aceptar los desacuerdos como algo normal en las relaciones


sociales, lo que estaría originado por las características de una forma de
gobierno centralista y vertical en América Latina, en contravía con el modelo
democrático.
- Las complejas y particulares formas culturales de gobierno en los países
Latinoamericanos como Colombia, que hacen del clientelismo un estilo propio
de administración pública.

- Las profundas desigualdades sociales que son características de las sociedades


Latinoamericanas.

- El contraste de papeles asumidos por el Estado, quien simultáneamente


desarrolla una misión política y una económica, por ser un actor institucional
que produce normas jurídicas y un actor económico que ejerce una actividad
lucrativa mediante las empresas públicas y o mixtas, principalmente en la
prestación de servicios públicos.

- El irrespeto institucional hacia las identidades culturales colectivas construidas


históricamente en nuestros territorios por comunidades indígenas, campesinas
o populares, como una modalidad de movilización de recursos. Esto porque el

15
VINYAMATA CAMP, Eduard. Manual de Prevención y Resolución de Conflictos. Conciliación,
Mediación, Negociación. Editorial Ariel S.A., Barcelona, Febrero, 1999. Pág. 67-68.

54
concepto de “identidad” lejos de ser un componente secundario, es un factor
determinante del dominio del cambio social.

- La consideración de la naturaleza como inagotable, hace que se potencie una


visión de explotación desmedida de todos los recursos incluyendo el humano
como tal, a tal punto que se distorsionan las relaciones establecidas en el
proceso productivo y de extracción.

2.3. Tipos de conflictos ambientales

Dependiendo de la causa que determina el tipo de conflicto ambiental presente en la


zona, se identificará la elección y formulación del procedimiento más adecuado en el
manejo del mismo.

. Conflictos por problemas de datos: en los casos en los que falta la información
necesaria para la toma de decisión, cuando las personas están mal informadas, o
cuando está en discusión la relevancia de los datos con que se cuenta o su
interpretación. Hay conflictos que pueden en gran parte superarse con el suministro
de información adecuada y confiable. Sin embargo, es usual que la información sea
manipulada en función de los intereses de las partes en disputa, generando imágenes
públicas que después es muy difícil remover16.

Ejemplo: los conflictos suscitados por la falta de difusión, consulta y definición de los
términos de impacto ambiental generados por la construcción de una obra de
infraestructura sobre una zona protegida y generadora de agua para el abastecimiento
humano de la población más cercana.

. Conflictos por divergencia de intereses: tienen su origen en la disputa por intereses


realmente divergentes o que han sido interpretados como tales. Estos conflictos
surgen frecuentemente cuando los participantes del mismo, exigen a los otros
renunciar a sus intereses, a fin de imponer los propios. La razón del conflicto puede
ser, entonces, tanto de naturaleza sustancial (dinero, tiempo, recursos) como de
procedimiento (¿cómo se resolverá el conflicto?) o psicológica (percepción de
confianza, honestidad, respeto). Condición para la solución de este tipo de conflictos

16
MARTINEZ GONZALEZ, Alfonso. Métodos Alternativos en Manejo de Conflictos. Aplicaciones en
materia ambiental. México: SEMARNAP, PNUD. 1997. Pág. 17

55
es que la solución satisfaga una proporción suficiente de los intereses de todos los
participantes en estas tres áreas.

A este tipo de conflicto se le denomina también conflicto in-situ, porque suscitan un


determinado impacto ambiental entre los actores de una localidad, sobre todo
intereses económicos y relativos a la salud y calidad de vida. Especialmente
importantes son los conflictos provocados por actividades productivas que afectan a
una comunidad y al medio ambiente local.

Ejemplo: Un conflicto suscitado en torno a la destinación del uso y manejo de un


parque natural, estratégico para la sustentabilidad de la vida de muchas grupos
humanos que habitan la zona amortiguadora. Esta situación genera enfrentamiento
entre pobladores, grupos ambientalistas que consideran que el parque debe conservar
su carácter público tanto para las acciones de conservación como para la
administración del turismo ecológico, y las instituciones públicas de nivel central que
consideran debe ser entregado a un actor privado para que potencie el turismo local,
en desmedro del deterioro ambiental por la carga turística no proyectada.

Al respecto en un boletín informativo, el grupo de actores sociales e institucionales


que se resisten a la privatización del parque expresan: “nos oponemos a la pretensión
del gobierno nacional de entregar a privados la concesión del parque nacional natural
de los Nevados y el santuario de fauna y flora Otún Quimbaya… Nos oponemos a la
entrega a privados de la operación turística de los parques porque no se tienen
estudios serios sobre los impactos que tendrán en la zona, se estaría firmando un
cheque en blanco a esas empresas sin tener en cuenta la cantidad de especies en la
región donde muchas de ellas aún hoy están en investigación, se puede estar
potenciando la extracción indebida de las mismas y fomentando de una forma y otra la
biopiratería. Los daños que se pueden causar en la zona serán irreversibles
perjudicando a más de dos millones de colombianos que habitamos los departamentos
de Quindío, Risaralda y Tolima”.

. Conflictos por problemas estructurales: son causados por determinados modelos de


relación entre instituciones o individuos. A menudo son los responsables del conflicto
o los agravantes factores externos a los grupos involucrados, como por ejemplo: una
limitación de autoridad, falta de recursos financieros o recursos humanos, limitaciones

56
geográficas, falta de tiempo, pero también las estructuras de organización pueden
serlo, como por ejemplo el verticalismo jerárquico17.

Ejemplo: El conflicto suscitado entre pobladores locales, empresas comunales en la


prestación de un servicio público y el Estado en alianza con empresas privadas, en
torno a la privatización de las empresas estatales con inversión de particulares para la
prestación de servicio de acueducto, en desmedro de un proceso de gestión colectiva
del agua llevada a cabo por asociaciones de acueductos comunitarios y la entrega
progresiva por parte del Estado de los activos públicos a agentes privados para la
prestación de un servicio público que implica la explotación del elemento natural agua.

Esta situación se presenta en los municipios de Pereira y Dosquebradas, al respecto se


cita un texto que aparece un volante que difundido por el movimiento ambientalista
para informar a la ciudadanía de tal situación: “Con la Empresa e Aguas y Aguas de
Pereira, todos los usuarios del acueducto verán incrementado sus gastos, porque los
compradores de la empresa van a recuperar su inversión, aumentando las tarifas, y las
ganancias que genera este buen y rentable negocio, lo recibe y lleva el Banco
Interamericano de Desarrollo –BID- que está detrás de la privatización de la empresa.
Pero no sólo quieren la empresa, nos van a quitar el río Otún, que es patrimonio de
todos los risaraldenses y en asocio con el gobierno están ajustando la ley del Medio
ambiente para cobrar nuevas tarifas por el uso del agua”18.

. Conflictos por divergencia de valores o de enfoque: se originan por la existencia de


valores o sistemas de creencias diferentes. Los valores se basan en convicciones sobre
lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, lo justo e injusto. Valores diferentes no
deberían necesariamente acarrear conflictos. Estos sólo surgen cuando los diferentes
valores no son tenidos en cuenta o cuando se presentan con exigencias de
exclusividad. Aún así, en condiciones determinadas, puede modificarse la importancia
relativa de los valores.

17
CIDIAT-GTZ, Cooperación Técnica Venezolano-Alemana. Memorias del Curso regional sobre
manejo de conflictos ambientales. Mérida –Venezuela. 16 al 20 de Septiembre del 2002.
Pág.9-17.

18
COMITÉ POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y EL AGUA. Volante Vínculate a la defensa del río
Otún. Pereira. Enero, 2005.

57
Ejemplo: el conflicto entre la Occidental de Colombia (OXY) 19 y la comunidad indígena
U´wa que ha puesto en el centro de la discusión aspectos como el respeto a la
integridad cultural, el carácter multiétnico y pluricultural de Colombia, el respeto a las
consultas sobre proyectos de desarrollo con las comunidades indígenas, los graves
impactos ambientales y sociales de la actividad petrolera, el enfrentamiento entre una
política neoliberal promovida por las multinacionales petroleras versus el respeto a las
culturas indígenas, su cosmovisión y el manejo del territorio…

El principal argumento de los U´was sostiene que su territorio no se puede explotar,


que el petróleo es la sangre de la tierra. Este grupo indígena ha mantenido un manejo
sostenible de su medio ambiente, por lo que la explotación significaría acabar con todo
el conocimiento y la práctica desarrollados por ellos en sus ecosistemas, adquiridos a
través de varias generaciones. Por su parte la OXY de Colombia mantiene una posición
según la cual la industria petrolera genera desarrollo, riqueza, educación,
infraestructura. Esta empresa manifiesta que su proyecto le ayudaría al país y que en
ningún momento se pretende acabar con la cultura indígena, que ellos simplemente se
están acogiendo a la legislación del gobierno colombiano, en especial al fallo del
Consejo de Estado que le dio validez a la licencia ambiental de exploración otorgada
por el Ministerio del Medio Ambiente. La OXY afirma que sin los beneficios de la
producción petrolera, las comunidades indígenas continuarán viviendo en la pobreza,
sin acceso al cuidado de la salud ni a la educación.

En términos generales un conflicto ambiental puede tener las características de uno o


más de los tipos referidos anteriormente, aunque siempre prevalece uno de los cuatro
rasgos referenciados (falta de información, divergencia de intereses, problemas
estructurales o divergencia de valores).

2.4. Etapas en las que se desarrolla un conflicto ambiental.

Un conflicto aparece como una situación específica que pasa de una condición
armonizada a otra problemática, se manifiesta como conflicto, cuando el problema

19
NOVOA, José. U´wa/Oxy: el conflicto continúa. En: GONZALEZ, Juan Manuel y Otros. La
Manzana de la Discordia, debate sobre la naturaleza en disputa. Segunda edición. ECOFONDO,
Tercer mundo editores S.A. Santafé de Bogotá, Colombia. 1998. Págs. 221-223.

58
que genera el cambio de condición no puede ser resuelto por el diálogo directo, ni por
medios formales y convencionales.

En este sentido, las etapas en las que se desarrolla un conflicto ambiental son:

1. Cooperación: es una etapa de armonía, en el que los actores que participan en


la gestión ambiental concertan las estrategias de superación de problemas y
mejoramiento de las condiciones de vida local. Los procesos se caracterizan
porque la cogestión permite que las acciones se desarrollen mediante el
diálogo directo, en expresión de actitudes solidarias y colaborativas.

2. Indiferencia: se percibe por parte de uno de los actores o un bloque aliado de


ellos, la negligencia para superar obstáculos o problemas ambientales
identificados. Son características en esta etapa, la presencia de actitudes de
rechazo a la concertación de decisiones que afectan el desarrollo de una
colectividad. El actor contrario, generalmente el más vulnerable siente su
confianza debilitada, a partir de actuaciones no acordadas en la ejecución de
los proyectos.

3. Competencia: existe contraste entre dos modelos de gestión ambiental


polarizada, opuestas, que se disputan un espacio de reconocimiento social y
legitimidad política. Generalmente uno de los actores busca aumentar sus
ganancias económicas mediante liderazgo en el mercado.

4. Tensión en aumento: las partes en conflicto difícilmente perciben superar sus


diferencias mediante el diálogo directo o concertación, ya que la
deslegitimación social a las que se han acudido los actores sociales para
desconocer el valor del otro, mediante los medios de comunicación
principalmente, han logrado distanciarlos y desprestigiar sus actuaciones. En
este caso, las decisiones son tomadas de manera vertical por parte de quienes
ostentan el poder.

5. Conflicto como tal: confrontación de intereses, valores, opiniones respecto a


una situación específica, que dificulta o interfiere en el alcance de objetivos o
propósitos de dos o más partes. Es la expresión de inconformidad a partir de
desacuerdos en los hechos que suceden frente a una situación, en la
interpretación de los mismos, en la distribución de recursos, en la participación
de instancias de poder, en la forma de interactuar en una situación, entre
otros

59
6. Crisis: el conflicto se ha agudizado de tal forma que se manifiesta en acciones
violentas. Cada actor utiliza la fuerza, la agresión verbal y física. La polarización
ha alcanzado tal nivel de reacción, que el odio se manifiesta hasta con la
entrega de la vida misma, en pro de la defensa de los intereses en disputa.

3. COMO CONTRIBUIR AL MANEJO DE CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES?

La teoría del manejo de conflicto ha ido evolucionando desde el concepto de “gana-


gana” que propone una metodología para generar las condiciones necesarias para que
en una negociación ambas partes ganen, liderada desde 1981 por Fisher; pasando por
el enfoque de resolución de conflictos a través del concepto de prevención de Burton
en 1990, que promueve espacios de concertación indagando las causas estructurales
del conflicto; hasta la propuesta teórica de transformación del conflicto de Lederach
en 1986 que involucra la concepción del balanceo de poder y los cambios sociales
sustanciales hacia una cultura de paz.

3.1. Las condiciones actuales en Colombia requieren:

. Por un lado transformaciones estructurales, en las cuales a través de espacios de


efectiva participación política ciudadana, el respeto a los derechos fundamentales y la
voluntad decidida de los gobernantes (tres pilares de la democracia que propone Alaín
Touraine) se reconozca que estamos en conflicto y busquemos alternativas viables y
sustentables para mitigarlos.

. Por otro lado mediante acciones emergentes (término utilizado por Gustavo Wilches)
en las que cada uno como ciudadano, funcionario o miembro de una institución social
específica (familia, organización social, etc.) contribuya a desarrollar acciones que den
cuenta del manejo y resolución pacífica de los conflictos, deslegitimando en todo
momento las acciones violentas como forma para dirimir los mismos.

. Superar la visión unificadora del consenso para descubrir en la participación


organizada de los actores sociales involucrados, formas de construir acuerdos viables y
políticamente sustentables (para mayor referencia revisar Carlos Crespo 20).

20
CRESPO FLORES, Carlos. Poder, Dominación y Conflictos: Elementos para una crítica de los
enfoques de construcción de consensos. CESU UMSS. Cochabamba, Bolivia. 2005.

60
3.2. Esferas de intervención:

- Investigación: el manejo del conflicto ambiental requiere de análisis sistemáticos que


contengan como mínimo los siguientes aspectos:

. Identificación del problema ambiental en el cual se centran los desacuerdos,


choques o disputas.

. Identificar la forma en que se manifiesta el conflicto, mediante una


comprensión cultural de las visiones, percepciones y concepciones de la
naturaleza y la vida que se encuentran en juego. Así como una de comprensión
del poder, tanto de quien lo controla como de quien es afectado por el mismo
(analizando la multiplicidad de los cuerpos, la fuerzas, las energías, los deseos,
los pensamientos).

. Conocer la situación que propició la aparición del conflicto, es decir la historia


de consolidación del mismo.

. Investigar sobre el tipo de conflicto al que se refiere (problemas de datos,


divergencia de intereses, problemas estructurales o divergencias de valores-
enfoque)

. Analizar en qué etapa de evolución se encuentra el conflicto.

. Realizar análisis de actores, es decir identificar quiénes se encuentran


involucrados en el conflicto (¿a quiénes afecta? y ¿a quiénes favorece?)

- Cogestión entre instituciones y organizaciones sociales

En este aspecto es preciso incidir para el manejo de los conflictos ambientales en


diferentes niveles de ingerencia, así:

. Entre quienes tomas las decisiones

. Entre quienes trasmiten las decisiones

. Entre quienes ejecutan las decisiones.

Cada nivel deberá contar con escenarios y acciones específicas de aporte, entre otras
de la siguiente manera:

61
Niveles superiores de liderazgo: encargados de representar las demandas
colectivas en negociaciones oficiales y de realizar el reconocimiento de
intereses legítimos. En escenarios como: negociaciones, procesos de
concertación, mediación, estrategias no violentas.

Niveles Medios de liderazgo: son dirigentes de diferentes sectores y regiones.


Escenarios: mesas de trabajo y comisiones, capacitación en manejo
constructivo de conflictos, acompañamiento para búsqueda de alternativas,
construcción de puentes, monitoreo.

Nivel de base, personas influyentes: promotores, funcionarios locales,


organizaciones sociales, líderes. Escenarios: mesas o comisiones locales de paz,
trabajo comunitario, mediación a nivel cultural-educativo, concertación,
formulación y ejecución de proyectos colectivos, reducción de prejuicios,
educación ambiental y formación de bases.

En tal sentido, cada nivel deberá transversalizar las decisiones y acciones en las escalas
de :

- La política
- La normatividad
- La planificación, y
- La ejecución de proyectos y programas concretos.

BIBLIOGRAFIA

62
CECEÑA, Ana Esther. La Guerra por el agua y por la vida. Cochabamba: una
experiencia de construcción comunitaria frente al neoliberalismo y al banco mundial.
Cochabamba, Bolivia, 2004.

CIDIAT-GTZ, Cooperación Técnica Venezolano-Alemana. Memorias del Curso regional


sobre manejo de conflictos ambientales. Mérida –Venezuela. 16 al 20 de Septiembre
del 2002.

COMITÉ POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y EL AGUA. Volante vincúlate a la defensa del río
Otún. Pereira. Enero, 2005.

CORANTIOQUIA. Manejo de Conflictos Ambientales. Primera edición. Medellín,


Colombia. 2001.

CRESPO FLORES, Carlos. Poder, Dominación y Conflictos: elementos para una crítica
de los enfoques de construcción de consensos. CESU UMSS. Cochabamba, Bolivia.
2005.

FONTAINE, Guillaume. Enfoques Conceptuales y metodológicos para una sociología de


los conflictos ambientales. En: CARDENAS, Martha y RODRIGUEZ, Manuel. Guerra,
Sociedad y Medio Ambiente. Foro Nacional Ambiental. Bogotá, Mayo 2004.

ISAZA RAMOS, Marisol y otros. Medio Ambiente y Paz. Asociación Reserva Natural
Suma-paz. Corporación Ecofondo. Bogotá, 1998.

KURTENBACH, Sabine. Análisis del Conflicto en Colombia. FES. Bogotá,


Colombia, 2005.

MARTINEZ GONZALEZ, Alfonso. Métodos Alternativos en Manejo de Conflictos.


Aplicaciones en materia ambiental. México: SEMARNAP, PNUD. 1997

NOVOA, José. U´wa/Oxy: el conflicto continúa. En: GONZALEZ, Juan Manuel y Otros.
La Manzana de la Discordia, debate sobre la naturaleza en disputa. Segunda edición.
ECOFONDO, Tercer mundo editores S.A. Santafé de Bogotá, Colombia. 1998.

63
PADILLA ORMEÑO, César y SAN MARTIN SAAVEDRA, Pablo. Conflictos
Ambientales. Una Oportunidad para la Democracia. Observatorio de Conflictos
Ambientales. Instituto de Ecología Política –IEP-. Santiago, Chile. 2004.

PALACIO, Germán y ULLOA, Astrid. Repensando la Naturaleza. Encuentros y


Desencuentros disciplinarios en torno a lo ambiental. Editorial Universidad Nacional de
Colombia. ______.

PARAMO ROCHA, Gabriel E. Ecosistemas Naturales Colombianos en Conflicto. En:


GONZALEZ, Juan Manuel y otros. La Manzana de la Discordia. Debate sobre la
naturaleza en Disputa. T.M. Editores. Ecofondo. Segunda edición. Santafé de
Bogotá,Octubre de 1998.

SABATINI, Francisco y SEPULVEDA L., Claudia. Conflictos Ambientales, entre la


globalización y la sociedad civil. Publicaciones CIPMA. Santiago de Chile, 2002.

VINYAMATA CAMP, Eduard. Manual de Prevención y Resolución de Conflictos.


Conciliación, Mediación, Negociación. Editorial Ariel S.A., Barcelona, Febrero, 1999.

64

You might also like