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EL DIRECTORIO, EL ÓRGANO DE
ADMINISTRACIÓN DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA.
Por Felipe Maximiliano Civerra. Abogado. Facultad de Derecho (UBA). Docente del
Departamento de Derecho Público II, Facultad de Derecho (UBA) con coautoría de
Paula Vega. Abogada. Facultad de Derecho (UBA)
1.- Introducción.
El artículo 255, establece que: “La administración está a cargo de un directorio compuesto
de uno o más directores designados por la asamblea de accionistas o el consejo de
vigilancia, en su caso. En las sociedades anónimas del artículo 299 se integrará por lo
menos con tres directores.”
Por lo tanto se trata de un órgano necesario y típico de la sociedad anónima, ya que sin éste
la sociedad estaría viciada de nulidad; es de carácter permanente y continuo, sin perjuicio
que sus miembros sean objeto de remoción o reelección, y se encuentra bajo el control de
legalidad de la sindicatura.
El campo de actuación del directorio es bastante amplio e independiente del resto de los
órganos, por lo tanto ni el órgano de gobierno ni el de fiscalización, en su caso, pueden
arrogarse aquellos poderes que no les competen.
2.-Designación de los miembros y duración.
De acuerdo al inciso 2° del artículo 234 los directores son elegidos por la asamblea
ordinaria por mayoría simple, a menos que conforme el artículo 262 exista una previsión
estatutaria de elección de directores por clases, en dicho caso deberá celebrarse una
asamblea especial de clases para designar a sus directores; o según lo previsto por el
artículo 263 de la LGS (4) mediante el ejercicio del voto acumulativo.
Categorías: cuando existan diversas clases de acciones el estatuto puede prever que cada
una de ellas elija uno o más directores, a cuyo efecto reglamentará la elección. La remoción
se hará por la asamblea de accionistas de la clase, salvo que se den los supuestos de
incompatibilidades e inhabilidades para ser directores o gerentes, o una acción de
responsabilidad contra los directores. Este instituto es uno de los pocos contemplados en la
ley que protegen a las minorías. Las acciones pueden estar divididas en clases, las cuales
pueden otorgar distintos derechos pero todos igualitarios dentro de cada clase.
Este sistema funciona solo si está previsto expresamente en el estatuto social, y éste debe
regular la división de las acciones en clases, los derechos que le confiere a cada clase, y la
cantidad de directores que puede elegir, y la forma en que se efectuará la elección.
En caso que estuviere prevista la elección por el consejo de vigilancia no procede este
sistema de elección por categorías.
Por voto acumulativo: los accionistas tienen derecho a elegir hasta un tercio de las vacantes
a llenar en el directorio por el sistema de voto acumulativo.
El estatuto no puede derogar este derecho, ni reglamentarlo de manera que dificulte su
ejercicio, salvo en el caso de elección por categorías antes descripto. Además, el directorio
no podrá renovarse en forma parcial o escalonada, si de tal manera se impide el ejercicio de
este voto.
La ley establece que el accionista que desee ejercer este sistema deberá notificarlo a la
sociedad con una anticipación no menor a tres días hábiles a la celebración de la asamblea,
individualizando las acciones con las que ejercerá el derecho. Solo hace falta que un
accionista solicite ejercer este tipo de elección para que todos queden habilitados a votar
por este sistema.
El presidente de la asamblea debe informar a los accionistas presentes en la asamblea que
todos se encuentran facultados para votar acumulativamente, hayan o no notificado
previamente tal intención.
Es un derecho inderogable a la condición de accionista, por lo tanto no puede menoscabarse
estatutariamente.
La elección del directorio en violación de las disposiciones del articulo 263 LGS le otorga a
la minoría la posibilidad de iniciar una acción de nulidad.
Conforme lo establece el artículo 60 LGS, la designación debe publicarse e inscribirse, la
falta de inscripción obliga a los socios otorgantes.
El artículo 60, establece que “Toda designación o cesación de administradores debe ser
inscripta en los registros correspondientes e incorporada al respectivo legajo de la sociedad.
También debe publicarse cuando se tratare de sociedad de responsabilidad limitada o
sociedad por acciones. La falta de inscripción hará aplicable el artículo 12, sin las
excepciones que el mismo prevé”
La duración en el cargo no podrá exceder tres ejercicios salvo en el caso del supuesto del
artículo 281 inciso 4°, el cual será de cinco años. No obstante lo cual, la asamblea puede
resolver la reelección y la remoción de los administradores, ya que la ley autoriza la
reelección indefinida. Dado que ésta no es una norma imperativa el estatuto puede suprimir
la reelección o regularla, no siendo admisible la reelección automática. La reelección de los
directores debe surgir de una decisión asamblearia.
3.- Garantía.
Una de las exigencias impuestas a los directores electos es la obligación de prestar una
garantía a favor de la sociedad, fundada en que los directores en el desempeño de sus
funciones pueden ocasionar graves perjuicios a la sociedad. La LGS ha delegado en la
propia sociedad determinar la garantía que los directores de deben otorgar a la sociedad por
su eventual responsabilidad en el desempeño del cargo (5). Las garantías pueden ser de
cualquier tipo, excepto que la sociedad no podrá recibir en garantía a sus propias acciones.
EL artículo 76, establece que “Las cláusulas estatutarias o contractuales que establezcan la
garantía que deberán prestar los directores de sociedades anónimas y gerentes de
sociedades de responsabilidad limitada (artículos 256 y 157, Ley N° 19.550), deben
adecuarse a las siguientes reglas mínimas: 1. Los obligados a constituir la garantía son los
directores o gerentes titulares. Los suplentes sólo estarán obligados a partir del momento en
que asuman el cargo en reemplazo de titulares cesantes. 2. La garantía deberá consistir en
bonos, títulos públicos o sumas de moneda nacional o extranjera depositados en entidades
financieras o cajas de valores, a la orden de la sociedad; o en fianzas, avales bancarios,
seguros de caución o de responsabilidad civil a favor de la misma, cuyo costo deberá ser
soportado por cada director o gerente; en ningún caso procederá constituir la garantía
mediante el ingreso directo de fondos a la caja social. 3. Cuando la garantía consista en
depósitos de bonos, títulos públicos o sumas de moneda nacional o extranjera, las
condiciones de su constitución deberán asegurar su indisponibilidad mientras esté pendiente
el plazo de prescripción de eventuales acciones de responsabilidad. Dicho plazo se tendrá
por observado si las previsiones sobre tal indisponibilidad contemplan un término no menor
de tres (3) años contados desde el cese del director o gerente en el desempeño de sus
funciones. 4. El monto de la garantía será igual para todos los directores o gerentes, no
pudiendo ser inferior al sesenta por ciento (60%) del monto del capital social en forma
conjunta entre todos los titulares designados. Sin perjuicio de lo expuesto precedentemente,
en ningún caso el monto de la garantía podrá ser inferior –en forma individual- a Pesos diez
mil ($10.000.-) ni superior a Pesos cincuenta mil ($50.000.-), por cada director o gerente.
(texto conforme sustitución resuelta por Resolución General Nº 9/2015 de la Inspección
General de Justicia, B.O. 28/10/2015) Participación del Estado. Los estatutos de sociedades
del Estado están exentos de la inclusión de las estipulaciones que contempla este artículo.
Asimismo dichas estipulaciones no se aplican a los administradores que ejerzan la
representación del Estado (nacional, provincial o municipal) o de cualquiera de sus
dependencias o reparticiones, empresas o entidades de cualquier clase, centralizadas o
descentralizadas, en sociedades en que participen.”
4.-Remuneracion.
Fija: que es la establecida de antemano la cual no puede variar por ningún motivo
Variable: la cual será en base de un cálculo sobre las utilidades netas (como así también de
la existencia de ganancias y reunión asamblearia).
En lo que respecta a los límites, podemos apreciar que la norma es de carácter restrictivo,
limitando la remuneración de los directores de las sociedades anónimas a un porcentaje de
las ganancias de la sociedad durante el ejercicio en que ellos estuvieran en funciones. Esto
es así para evitar un abuso por parte del directorio en perjuicio de los accionistas. En
función de lo expuesto, la norma prevé que los directores recibirán un determinado
porcentaje de las utilidades en concepto de honorarios: Hasta un 25% en el caso que se
distribuya el total de las utilidades devengadas en el ejercicio, o en caso que se distribuyan
parcialmente, el porcentaje ira aumentando hasta llegar a ese tope de 25%. En caso de no
existir distribución de utilidades, el máximo que se percibirá es de un 5%.
Este tope máximo interpreta que las ganancias previstas comprenden sueldos y cualquier
remuneración percibida por los administradores por el desempeño de sus funciones técnico-
administrativas de carácter permanente.
El último párrafo del artículo 261 de la norma admite la posibilidad de superar los topes
legales previstos (excepción al límite), como lo mencionamos antes, siempre y cuando se
cumplan ciertos requisitos. Esto es, pagar remuneraciones a directores aun en caso de
ausencia de ganancias.
A lo largo del presente trabajo hemos visto de manera general cual es el concepto,
facultades e importancia que posee el directorio en las Sociedades Anónimas -S.A- y como
el ordenamiento vigente regula al mismo.
Es importante que tengamos en cuenta los aspectos que se han venido desarrollando, de
manera que podamos tener de manera más clara y precisa las nociones básicas de este
órgano encargado de llevar adelante la administración de una sociedad.
(1) ROITMAN, Horacio. Ley de Sociedades Comerciales. Ed. La Ley. Buenos Aires, 2006.
(2) CABANELLAS DE LAS CUEVAS, Derecho societario. Parte General. Los órganos
societarios, Ed. Heliasta, Buenos Aires, 1996.
(3) ROITMAN, Horacio. Ley de Sociedades Comerciales. Ed. La Ley. Buenos Aires, 2006.
(4) LEY GENERAL DE SOCIEDADES Nº 19.550
(5) ROITMAN, Horacio. Ley de Sociedades Comerciales. Ed. La Ley. Buenos Aires, 2006.
(6) MARTORELL, Ernesto. Los directores de S.A. Depalma. Buenos Aires, 1994.
(7) ZALDIVAR, Enrique. Cuadernos de derecho societario, Abeledo Perrot. Buenos Aires,
1980.