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Elaborado por:
2019
DEDICATORIA:
ÍNDICE
Introducción i
CAPÍTULO I
PROGRAMAS SOCIALES
CAPÍTULO II
ONG
CONCLUSIONES
SUGERENCIAS
ANEXOS
INTRODUCCIÓN
i
CAPÍTULO I
Desde hace muchos años el bienestar social ha sido tratado tanto por organismos
gubernamentales y organismos no gubernamentales, creándose así los
programas sociales.
1.1.1.1. Destinatarios
1.1.1.3. Requisitos
1.1.1.4. Cobertura
A nivel Nacional (Perú).
El programa cubre hogares de forma gradual, bajo dos
criterios:
1.1.1.7. Organigrama
1.2.1. PENSIÓN 65
Modalidad Especial: Licenciados del ejército y FFAA, estar inscrito en RUV (Reg.
Único de Víctimas), Jóvenes del VRAE de comunidades alto, Jóvenes de INABIF,
embarazadas adolescentes y jóvenes con habilidades especiales.
2.3. Requisitos:
a. Tener nacionalidad peruana
b. Tener menos de 22 años a la fecha de efectuarse la convocatoria, para las
modalidades Ordinaria, Albergue, VRAEM, Huallaga, EIB y CNA.
2.4. Juicio de valor: el programa Beca 18 es muy beneficioso para los jóvenes
que tienen un intelectual alto y cuentan con muy buenas calificaciones pero que
no cuentan con los recursos suficientes para seguir con una carrera profesional.
Es allí donde interviene este proyecto y da todas las facilidades necesarias
cumpliendo con todos los objetivos trazados y hacer que los jóvenes peruanos
cumplan sus sueños.
3. QALI WARMA
Es un programa del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) que brinda
alimentación variada y nutritiva a niñas y niños de nivel de educación inicial y
primaria en las escuelas públicas de todo el Perú, además del nivel secundario en
las poblaciones indígenas de la Amazonía peruana. Con eso, buscan mejorar sus
hábitos alimenticios, atención en las clases, asistencia y permanencia escolar.
3.1. Destinatarios:
Los usuarios son niños y niñas a partir del nivel inicial (3 años), nivel primaria de
las instituciones públicas y se amplía la atención modificando el Decreto Supremo
Nº 008-2012-MIDIS por el Decreto Supremo Nº 006-2014-MIDIS, dictando medida
para la determinación de la clasificación socioeconómica con criterio geográfico.
3.3. Juicio de valor: Qali Warma si cumple con algunos objetivos trazados
como garantizar los alimentos durante todo el año a los estudiantes de nivel inicial
y primaria pero no cuenta con una buena fiscalización ya que los alimentos llegan
a algunas provincias en mal estado y eso afecta de una u otra manera a los
estudiantes.
4. FONDO MI VIVIENDA
El Programa Techo Propio (PTP) es un programa del Ministerio de Vivienda
Construcción y Saneamiento (MVCS) orientado a facilitar el financiamiento de
vivienda a las familias peruanas con menores recursos.
Uno de los principales atributos del programa es el Bono Familiar Habitacional
(BFM) un subsidio otorgado por el estado a las familias beneficiarias del proyecto
como un complemento al ahorro del que disponen para acceder a la vivienda.
Dirigido a las familias con ingresos familiares mensuales que no excedan el valor
de S/ 3,626 para comprar, S/ 2,658.25 para construir o S/ 2, 097 mejorar su
vivienda, la misma que contará con servicios básicos de luz, agua, desagüe.
4.2. Requisitos:
Los requisitos que debe cumplir una familia para acceder al programa son los
siguientes:
4.4. Cobertura
La cobertura Fondo Mivivienda: crece a 43 000 viviendas. Tras elevar el valor
máximo de financiamiento del Fondo Mivivienda a 395 000 soles (100 UIT), la
cobertura pasó de 35 000 inmuebles a 43 000 en todo el país. En este
programa, solo las viviendas que tengan un costo entre S/ 55 300 (14 UIT) y
S/ 276 500 (70 UIT) accederán al beneficio del Bono del Buen Pagador (BBP),
de hasta 17 000 soles.
Aunque las viviendas que están en el rango de 70 a 100 UIT no tengan BBP, se
podrán financiar en soles y a tasa fija, con cuotas mensuales invariables en el
tiempo que dure el crédito.
El Fondo Mi vivienda señaló que la medida se tomó para estar alineados con
las condiciones del mercado.
5. FONCODES
El Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (FONCODES) es un programa
nacional adscrito al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), que
promueve la autonomía económica sostenible y el desarrollo social de la
población en situación de pobreza, pobreza extrema, vulnerabilidad o exclusión,
en el ámbito rural y/o urbano, mediante la generación de oportunidades
económicas a través de la implementación de programas y proyectos de
desarrollo productivo, de infraestructura y proyectos especiales, entre otros, en
alianza con los diferentes actores públicos y/o privados comprometidos con el
desarrollo local. Trabaja en la generación de mayores oportunidades económicas
sostenibles de los hogares rurales pobres extremos, facilitando la articulación
entre los actores privados del lado de la demanda y de la oferta de los bienes y
servicios que se requieren para fortalecer los emprendimientos de estos hogares,
contribuyendo a la reducción de los procesos de exclusión que determinan que
estos hogares no puedan articularse a dichos mercados.
Programa que trabaja con los gobiernos locales, Se apoya en el liderazgo de sus
gobiernos locales, preferentemente rurales, y en la participación ciudadana.
La estrategia de desarrollo de capacidades para la generación de ingresos
autónomos toma en cuenta lo siguiente:
El desarrollo de capacidades para el fortalecimiento de los sistemas de
producción familiar y la gestión de emprendimientos como ejes de inserción en los
mercados, que posibiliten el aprendizaje, la apropiación y la innovación de
tecnologías como vehículos para la generación de oportunidades.
El acceso de los hogares a los servicios de infraestructura económica productiva
para mejorar su productividad y viabilizar procesos de inserción.
La mejora de las capacidades de gestión de los gobiernos locales, la
participación y concertación ciudadana, orientada a la promoción de alternativas
sostenibles de generación de oportunidades económicas para los hogares rurales
en situación de extrema pobreza y a la mejora de la inversión pública en
infraestructura necesaria para sustentar y potenciar los emprendimientos de los
hogares rurales.
5.1. Destinatarios
5.3. Cobertura
El programa FONCODES en el año 23017 logró una cobertura de: 38,410
hogares rurales han recibido asistencia técnica y capacitación para el desarrollo
de capacidades productivas a noviembre de 2017 de 49,605 hogares
programados, con un presupuesto asignado a S/345.65 millones lo cuales se ha
ejecutado S/ 277.28 millones que representa el 80.2%.
6. CUNA MAS
Programa creado sobre la base del Programa Nacional Wawa Wasi, busca
mejorar el conocimiento y las prácticas de cuidado del niño y fortalecer el vínculo
con la madre, padre o cuidador, implementado el 2012. El Programa cuenta con
dos modalidades de intervención: 1. Cuidado Diurno: brinda servicio integral a
niños de 6 meses a 3 años de edad que requieren atención de necesidades
vinculadas a salud, nutrición, seguridad, protección, afecto, descanso, juego,
aprendizaje y desarrollo de habilidades. Esta atención se brinda en los "Centros
Cuna Más de Cuidado Diurno" que son cogestionados entre el Estado y la
comunidad.
2. Acompañamiento de familias: esta modalidad se realiza mediante visitas a
hogares y sesiones grupales con madres gestantes y niños de 0 a 3 años de edad
y sus familias en los "Centros Cuna Más de Acompañamiento a las Familias" para
el cuidado y aprendizaje infantil.
El servicio de Cuidado Diurno que se brinda en los Centros Cuna Más de Cuidado
Diurno y el servicio de Acompañamiento a Familias, próximo a iniciarse en julio
2012 en las provincias de Ayacucho, Cajamarca, San Martín y Lima.
6.1. Objetivo estratégico
El objetivo del Programa es mejorar el desarrollo infantil de niños y niñas de 0 a 3
años en zonas en situación de pobreza y pobreza extrema para superar las
brechas en su desarrollo cognitivo, social, físico y emocional.
Destinatarios
Niños menores de 3 años y sus familias focalizados de pobreza y pobreza
extrema.
6.2. Cobertura
6.3. Requisitos
Para acceder a los servicios de Cuna Más, hay ciertas condiciones que deberá
cumplir el niño o la niña menor de 30 meses.
Introducción
Sin embargo, a pesar de que en muchas ocasiones éste sea el único elemento
común entre estas organizaciones, con frecuencia a cualquier OSAL se le
reconoce como ONG. Una manera de ilustrar los diferentes tipos de
organizaciones que conforman el Tercer Sector y la ubicación de las ONG a
continuación:
Se considera que dicha clasificación puede obedecer a que existen autores que
consideran que algunas las Fundaciones Empresariales apoyan estrategias bien
sea a nivel corporativo o de negocios, a la vez que cumplen objetivos sociales,
similares a los de una ONG.
Uno de estos autores es María Cristina Rojas (2000: 554), quien manifiesta que
“las fundaciones empresariales son instituciones híbridas porque hacen parte del
sector empresarial y como tales están sujetas a la lógica del mercado, pero
también son organizaciones de la sociedad civil que tiene que ver con lo social; en
lo jurídico son entidades sin ánimo de lucro, entonces tratar de combinar estas
tres variables no ha sido cosa fácil”. Sin embargo, se pueden encontrar otros
autores que las incluyen en la sección de las ONG.
Hoy día es casi común hablar de ellas cuando se abordan valores como la
cooperación, la solidaridad, la ayuda desinteresada y el altruismo. También
solemos asociarlas a las labores de voluntariado en cualquier sector o área de
intervención.
De otro lado se encuentra que las definiciones más comunes son desarrolladas a
partir de aquellos elementos que no se asocian con estas organizaciones,
aduciendo que “Organizaciones No Gubernamentales son todas aquellas que no
dependen del gobierno” (Baiges, Siscu. 2002, 17).
En el artículo, Giving International (2016) sugiere que tras este nombre genérico
se agrupan todas aquellas entidades que cumplen estas tres condiciones:
Aunque las ONG han existido desde aproximadamente el siglo XIX, aunque no
fue hasta 1945 cuando fueron reconocidas oficialmente por el artículo 71 de la
Carta de las Naciones Unidas. En dicho artículo se reconocía su importancia y
definía una ONG como una agrupación de ciudadanos voluntarios, sin ánimo de
lucro, que se organizan en un nivel local, nacional o internacional para abordar
cuestiones de bienestar público.
Para Coss & Zúñiga (2003) citado por Ensayos de economía (2011) las ONG son
Organizaciones no Gubernamentales por ser grupos autónomos e independientes
del Estado y de los partidos políticos, que se organizan para influir en las
decisiones políticas, económicas y sociales de un gobierno, lo que demarca la
ONG como un organismo que cumple una función política.
Según WANGO (sin fecha) citado por Ensayos de economía (2011), distingue a
una ONG de otras organizaciones por ser independientes del control directo de
cualquier gobierno, y por su objetivo de no formar partidos políticos, dándole su
naturaleza de asociaciones voluntarias independientes. Para Wango, algunos
gobiernos han tratado de influir en las ONG de dos maneras: la primera, mediante
el establecimiento de ONG propias, denominadas ONGOG, ONG Organizada por
el Gobierno, cuya misión es promover las normas y políticas de los gobiernos; y la
segunda manera, es la financiación de proyectos mediante la contratación de
ONG.
Esta es la razón por la que Cruz & Espinoza (2002), afirman que muchas
organizaciones nacen o se desarrollan a instancias del Estado evidenciándose en
sus objetivos e inclusive en su propia misión.
En este sentido, la ONU manifiesta que “las ONG llevan a cabo una variedad de
servicios humanitarios, dan a conocer las preocupaciones ciudadanas al gobierno,
supervisan las políticas y apoyan la participación política a nivel de comunidad”
(ONU, sin fecha); evidenciando lo anterior, la activa participación que cumplen las
ONG en el ámbito político; convirtiéndose en un componente clave en el
desarrollo de políticas gubernamentales, en actividades tales como: consultoría
en la creación y/o modificación de leyes, oposición de las acciones que
emprendan los gobiernos de turno.
Autores como Peter Willetts, citado por Coss & Zúñiga (2003), se enmarcan en
esta idea, al considerar las ONG como una subclase dentro de los llamados
grupos de presión. Entendiéndose por grupo de presión o ejercicio de la influencia
de una parte organizada de la sociedad civil sobre la clase política dirigente para
proteger determinados intereses.
Según el artículo, Ensayos de economía (2011), quien manifiesta que éstas son
uno de los componentes principales de la sociedad civil, pues, son actores que
influyen en la transformación de la política y de los gobiernos; ya que la sociedad
civil tiene el papel de retar, crear y el de ayudar a orientar y controlar al Estado y
al mercado. Con esto, no se quiere decir que las ONG sean el reemplazo de los
gobiernos en la elaboración e implementación de las políticas públicas; sino que
en el mundo político tienen la misión de servir de fiscalizadoras del Estado, de
proponentes de nuevas leyes que beneficien a la comunidad en general y de
promover dos elementos esenciales de la democracia, la rendición de cuentas y la
participación ciudadana.
En otro documento, para Villar (2001) citado por Ensayos de economía (2011), es
claro que, en el contexto político, las opciones no se sitúan entre gobierno o
sociedad civil, sino entre formas de relación de ambos y los modelos de
gobernabilidad con amplia participación ciudadana que permitan su inclusión en
las formas de definir y gestionar lo público, ya que cualquier propuesta sensata de
desarrollo sostenible requiere encontrar un buen balance entre las organizaciones
civiles, el Estado y el mercado. Por lo que, para él, es muy importante las
relaciones: ONG-Gobierno, ONG-Sector privado. En este sentido, manifiesta que,
es la combinación de organizaciones públicas fuertes y comunidades organizadas
lo que constituye una poderosa herramienta para el desarrollo.
Cruz & Espinoza (2002) citado por Ensayos de economía (2011), coinciden en
manifestar que las ONG son organizaciones inmersas dentro de lo que se conoce
como sociedad civil, que a su vez está conformada entre otros, por voces
ciudadanas de: líderes sociales, académicos e investigadores, organizaciones de
la sociedad civil, y/u organizaciones no gubernamentales ONG, grupos, foros o
movimientos; quienes desean participar en los asuntos públicos del país como
contralores sociales que denuncian y quieren frenar la pobreza, la corrupción y la
violación a los derechos humanos, por un lado, y mantener las garantías
constitucionales, por otro lado, manifestando que el concepto de sociedad civil no
es reciente, pues ya en el siglo V, San Agustín hablaba de la sociedad civil como
aquellos asociados por un reconocimiento común de la justicia y por una
comunidad de intereses; y en los siglos XVIII y XIX, John Locke y Alexis de
Tocqueville hablaban respectivamente de la diferencia entre sociedad civil y
sociedad política, y del reconocimiento de la importancia de la participación
ciudadana en la transformación responsable hacia el bien común.
Por su parte Cohen & Arato (1992: 44) citado por Ensayos de economía (2011),
afirman que algunas teorías definen la sociedad civil como un espacio
independiente o un espacio operacional ubicado entre el Estado y el mercado,
mientras que otros autores la igualan al sector voluntario o de dedicación
voluntaria, mientras que para otros autores, la sociedad civil es un ideal ético que
mantiene lo público y lo privado en un balance.
Es en esa sociedad civil según Shulterbrandt (2003, citado por Pérez, 2006),
donde aparecen las ONG como cualquier grupo de ciudadanos voluntarios sin
ánimo de lucro que surge en el ámbito local, nacional o internacional, de
naturaleza altruista y dirigida por personas con un interés común, tomando como
referente la definición de ONG que hace la ONU. Además, continúa manifestando
que las ONG presentan la oportunidad a la comunidad de expresarse y de
ejecutar acciones sobre problemáticas que de otra manera no hubiesen tenido
mayor eco.
Por su parte, Leopoldo Zavala Matulic (1994) citado por Ensayos de economía
(2011) propone una definición más amplia de la ONG al desarrollar los objetivos
hasta el nivel de acciones: “Las ONG son organizaciones de carácter social,
independientes y autónomas, jurídicamente fundadas y que actúan sin finalidad
de lucro. Su acción se orienta hacia la cooperación, al desarrollo y hacia la
búsqueda de acuerdos de ayudas entre gobiernos con el objetivo de provocar la
solidaridad y promover el desarrollo en los pueblos y sociedades del Tercer
Mundo. Su acción busca la canalización de recursos públicos y privados para
llevar a cabo proyectos de desarrollo autónomos en los países subdesarrollados.
Esta acción sobre el terreno se complementa con las actividades de
sensibilización y educación para el desarrollo, y con las actividades de lobby o
presión política ante los gobiernos y los organismos”.
Para Moreno & Avendaño (sin fecha) “las ONG han resultado de la iniciativa de
los ciudadanos, así como de la acción de fuerzas religiosas progresistas, políticas
y sociales que están en contra de la impunidad estatal: Son producto de
reacciones sociales frente a mecanismos tradicionales”.
Por su parte, y en igual sentido, para Mezzalama & Shumm (1993) citado por
Ensayos de economía (2011), las ONG pueden ofrecer servicios y dinamismo a
nivel popular en las comunidades pobres y en zonas remotas a las que otras
organizaciones de desarrollo y los gobiernos huéspedes sólo llegan con dificultad
o no llegan en absoluto.
El Banco Mundial tipifica las ONG del siguiente modo: “Organizaciones privadas
que persiguen actividades para aliviar el sufrimiento, promover los intereses de
los pobres, proteger el medio ambiente, brindar servicios sociales básicos o
realizar actividades de desarrollo de la comunidad” (World Bank, 2004).
Para Miranda & Sepúlveda (2004) citado por Ensayos de economía (2011), las
ONG son empresas formalizadas que se ven afectadas por todas las variables de
entorno que afectan a las empresas públicas y privadas. Por su parte, Fernández
(2003: 58), manifiesta que éstas no sólo se rigen por la normatividad propia del
mundo empresarial privado, sino que las acciones que emprenden se realizan
desde la lógica privada. Los órganos de gobierno internos de las ONG son los
encargados de decidir a qué tipo de población apoyar, qué clase de programas -
medio ambiente, educación, derechos humanos, salud, etc.- favorecer según sus
principios e ideologías, con el propósito de contribuir al interés común de una
población definida.
Las ONG cumplen las siguientes características que las asemejan a una entidad
del mundo empresarial:
El primero de los antecedentes de las ONG está relacionado con una sociedad
creada en pro de la abolición de la esclavitud en el año de 1787, llamada Anti –
Slavery International, la cual de acuerdo con el objetivo que perseguía, se podría
catalogar como una organización orientada hacia la protección de los derechos
humanos.
Dentro de esta misma corriente de esfuerzos por asistir a personas afectadas por
guerras, cataclismos y, particularmente motivadas por el sentimiento de caridad
cristiana, surgieron Christian Aid, fundada en 1945 o de World Vision en 1950.
A partir de los años 60 se inicia una nueva etapa en el desarrollo de las ONG, al
ampliar sus campos de acción, motivaciones y formas de actuar. Ejemplo de ello
fue la aparición en 1961 de dos importantes ONG, la primera de ellas, Amnistía
Internacional, organización fundada por el abogado Peter Berenson orientada
hacia el tema de la defensa de los derechos humanos. La segunda, Fondo
Mundial de la Vida Salvaje (WWF) encaminada hacia la protección del medio
ambiente, el Fondo Mundial de la Vida salvaje (WWF).
Diez años después aparecieron Human Rights Watch, Greenpeace y Médicos sin
Fronteras, organizaciones de gran importancia y trascendencia en la escena
mundial. Estas organizaciones se ocuparon de manera respectiva de la protección
de los derechos humanos, la preservación del medio ambiente, y el auxilio de
víctimas de conflictos bélicos y de catástrofes naturales.
A inicios de los años 90, se dio una gran proliferación en número e importancia de
organizaciones gubernamentales, según Adriana Vallejo, “emergió como
resultado de la Nueva Agenda Internacional manejada por las creencias y valores
que orientan el discurso neoliberal y las teorías del liberalismo democrático. El
discurso en contra de la participación del Estado se concentró en resaltar el rol
que la sociedad civil debe jugar, sea para complementar, sea para suplantar, o
simplemente para controlar el Estado en la satisfacción de las necesidades de la
comunidad” (Vallejo de la Pava, Adriana, 2001, 63).
Cada ONG apoya una o varias causas, como la defensa de los derechos
humanos o del derecho a la sanidad. Para conseguir sus fines se apoyan en
labores de concienciación e información de la ciudadanía.
Las ONG cumplen una importante función social como defensores de causas
sociales, humanitarias y medioambientales. Sin embargo, no buscan en ningún
caso sustituir la acción de los Estados u Organismos Internacionales, sino
complementar su labor o ayudar en aquellas áreas donde consideran necesario. A
veces realizan su función en condiciones extremadamente difíciles, como cuando
tienen que acudir a países en guerra o donde las condiciones de vida son muy
duras.
Según la Agencia de la ONU para los refugiados (2017), la función social de una
ONG se puede ver en el enfoque que cada una proporciona a sus proyectos, no
todas las ONG son iguales ni desempeñan su labor en los mismos ámbitos de la
sociedad. Los principales enfoques de este sector son:
a) Asistencial
En este enfoque se da prioridad a valores como el altruismo, la beneficencia o el
voluntariado. La mayoría de los proyectos que prestan servicios de asistencia
tienen como beneficiarios principales a los miembros de poblaciones en situación
de vulnerabilidad.
b) Prestación de servicios
c) Desarrollo social
Cuando la función social de las ONG se cumple de forma plena, los proyectos
sociales son una herramienta directa para contribuir al fortalecimiento de la
sociedad civil y de los valores de la democracia y la participación ciudadana.
También desempeñan un papel esencial en situaciones de emergencia
humanitaria y para ayudar a refugiados.
Según el artículo, Giving International (2016) para poder llevar a cabo su labor las
ONG necesitan dinero, y para conseguirlo recurren a la colaboración ciudadana,
tanto con socios que den dinero periódicamente como con campañas puntales de
donación (por ejemplo, cuando hay alguna catástrofe humanitaria y se necesita
ayuda urgente). Por tanto, la principal vía de financiación de una ONG es la
solidaridad de la gente.
Tipos de ONG
1. Según su orientación
ONGs de servicios: incluye a las ONGs que se dedican a actividades tales como
la provisión de servicios de salud, educación y planificación familiar. En resumen,
servicios que deberían ser asumidos por el Estado pero que, por uno u otro
motivo no alcanzan a todos los ciudadanos.
ONGs de defensa: estas ONGS trabajan para influir sobre el sistema social,
económico o político. Su objetivo es promover una serie de cambios, por ejemplo,
el respeto a los derechos de los animales o el fin de la exclusión social de algún
grupo.
En muchas ocasiones, una ONG abarca varias de estas tipologías. Ocurre sobre
todo en las más grandes, que por su tamaño pueden actuar en varios frentes.
Haciendo una relación entre las ONG y el desarrollo, Fowler (citado por Ensayos
de economia) denomina “organismos no gubernamentales para el desarrollo”
(ONGD) a aquellas organizaciones que trabajan por el desarrollo y en beneficios
de terceros principalmente en la prestación de servicios sociales o en el desarrollo
socioeconómico, cultural y político de las comunidades locales.
Continúa Pineda (1999) afirmando que las ONG presentan un importante aporte
para el desarrollo en áreas como ambiente, derechos humanos, promoción
comunitaria, desarrollo económico y promoción política; además se han
convertido en una importante fuente de trabajo: primero para ciertos grupos de
profesionales dentro del marco de organizaciones de contratación pública, y
segundo con acciones de desarrollo dirigidos a generar y mejorar el empleo y los
ingresos en el sector informal; mediante programas de microempresas.
BIBLIOGRAFIA
Bernal, Jorge A. 1992. “ONGD: Actores sociales” Desde la región, 10: 4-15.
ONG EN EL PERÚ
HISTÓRIA DE LAS ONG EN EL PERÚ
Entonces la historia de las ONG en el Perú se puede relatar en cuatro partes los
cuales son los siguiente:
Toche (2003) argumenta que existen una serie de factores claves que permiten
entender el surgimiento de las ONG en países de América Latina como el Perú. El
primero de ellos se refiere al contexto mundial de post Segunda Guerra Mundial,
en donde se plantearon premisas para asegurar la recuperación y el crecimiento
del comercio y el capital en los países afectados. Esto conllevó a la creación de
las entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional y al Plan
Marshall como medidas que se preocupaban por las diferencias existentes en el
desarrollo económico entre diversos países. Asimismo, el impulso internacional
también se promovió a través de la firma de la Carta de las Naciones Unidas en
donde se estipuló el trabajo autónomo y sin fines de lucro que caracterizaba a las
denominadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Estos factores
internacionales tuvieron como resultado una creciente cooperación de agencias
multilaterales y gobiernos europeos para generar programas de desarrollo en
América Latina “cuya justificación descansaba precisamente en la colaboración
bajo el paraguas `desarrollista`” (Toche, 2003: 27). Otro factor importante fue la
presencia de las acciones religiosas relacionadas al concilio del Vaticano II. En
efecto, una de las primeras ONG peruanas fue DESCO (1965) que fue financiada
por MISEREOR que estaba guiada por un enfoque teológico de apoyo a los
pobres (Panfichi y Alvarado, 2010). Asimismo, para Carroll, Humphreys y Scurrah
(1990) una importante fuente tributaria también fue la iglesia católica, quien
también influyó con su enfoque de la Teología de la Liberación de Gustavo
Gutiérrez. Un tercer factor importante es el rol que jugaron tanto los movimientos
estudiantiles como las universidades en la composición de las ONG. En un
contexto de expansión de carreras relacionadas a las ciencias sociales, los
estudiantes universitarios tuvieron un rol central al presionar a las autoridades
“para que se incluyera programas de proyección social o acción social como parte
de la responsabilidad de la universidad hacia la comunidad” (Carroll, Humphreys y
Scurrah, 1990: 38). Estas presiones produjeron la incorporación de jóvenes
estudiantes a programas sociales tales como Cooperación Popular en el gobierno
de Belaunde y el SINAMOS durante el gobierno militar de Velasco Alvarado
(Toche, 2003: 29). De este modo, junto con el impulso internacional, existe una
generación tanto de estudiantes, profesionales, campesinos, jóvenes y obreros
que van conformar una “respuesta generacional“(Toche, 2003) que, pese a la
diferencia de ejes temáticos, tenían el común denominador de considerar que el
desarrollo y el cambio social eran logrados por medio de la transformación de las
estructuras políticas y económicas (Díaz-Albertini y Melgar, 2012). En esa línea,
Beumont (1996) señala que el rol de las ONG estuvo marcado por un cariz
político anti-estatal y bajo una propuesta de cambio. Según el autor, la
metodología de trabajo priorizaba la educación popular ya que esta vía
representaba la concientización política de los grupos destinatarios, el fin era
realizar el cambio social a través del cambio político e ideológico. En ese sentido,
los programas y proyectos de las ONG se concentraban en la concientización y
movilización social, así como programas de integración de flujos económicos y de
educación popular, durante las décadas de 1960 y 1970, Toche resume el
contexto de las ONG en esos años:
“Entre los años 60 y 70, emergieron un sinnúmero de organizaciones de
base en el Perú, algunas inéditas y que trataban de ser expresión de
nuevos sectores, especialmente urbanos; otras con raíces profundas en la
historia nacional pero que la situación imperante los había revitalizado,
como fue el caso de los campesinos; y unos terceros que adquirían una
presencia política y social incuestionable, como fue el caso de los
sindicatos.” (Toche, 2003: 32)
De esta forma, las ONG se convirtieron en una oferta laboral atractiva para
muchos profesionales. En este periodo se busca enfrentar a las condiciones de
los sectores más pobres (Toche, 2003); y además, son años en el que se
consolidan vínculos entre las ONG y la cooperación internacional. Es así como
DESCO “pasará de tener dos fuentes de financiamiento en 1965 a diecisiete en
1975, lo que le permite crecer hasta tener un número aproximado de 100
personas trabajando en diversos proyectos” (Panfichi y Alvarado 2010: 9).
Asimismo, se las caracteriza por proponer críticas al modelo de desarrollo cuya
perspectiva estaba enfocada únicamente en el crecimiento económico, con lo cual
proponían una participación más activa de los sectores populares como
protagonistas de su propio desarrollo (Egaña, 1987).
El inicio de la década de 1980 ha sido considerado como una etapa crucial tanto
para el país como para el rol de las ONG. Este periodo se caracterizó por la vuelta
al gobierno democrático, la liberalización del modelo económico que tuvo efectos
devastadores en ampliar las malas condiciones de vastos sectores de la
población, y el inicio de la lucha armada llevada a cabo por Sendero Luminoso.
Para Toche (2003) estos factores del contexto influyeron en el
redimensionamiento de las ONG. Asimismo, según Panfichi y Alvarado (2010) la
cooperación internacional también empezó a exigir mecanismos más precisos en
los temas de rendición de cuentas, monitoreo, evaluación de sus proyectos y
profesionalización de los miembros de las ONG. Uno de los principales cambios
es que existe un mayor énfasis en la defensa de los derechos humanos tanto por
el lado de la violencia política de Sendero como por la respuesta contrasubversiva
del Estado peruano. Estos cuestionamientos que realizaban las ONG ante las
decisiones del Estado generaron una serie de tensiones con el gobierno y los
agentes militares. El gobierno de Belaunde empezó una campaña de fiscalización
de las ONG por parte del Estado, ya que este último se preocupaba de la labor de
concientización que las ONG realizaban a nivel de las bases sociales, y se las
percibía como “refugio de la subversión”. Estas investigaciones llegaron a realizar
ataques violentos hacia las ONG y utilizar mecanismos legales como la creación
de un Registro Único de Instituciones Privadas de Cooperación Internacional,
Bienestar Social y de Carácter Cultural para fiscalizar y controlar las acciones y
usos de financiamiento de las ONG (Toche, 2003: 37-45). Por su parte, como
estrategia para mejorar el desempeño, los objetivos e incidencia en las
propuestas de desarrollo para fortalecer la democracia y, al mismo tiempo, velar
por la defensa legal de los miembros de las ONG, se funda la Asociación Nacional
de Centros de Investigación, Promoción Social y Desarrollo (ANC) en marzo de
1984. Una asociación que agrupaba a un conjunto de ONG para construir
alianzas entre ellas y otras organizaciones de la sociedad civil, para así tener una
mayor influencia en las políticas públicas y crear espacios de concertación, ante
las reacciones que ponía el Estado frente al trabajo que realiza las ONG9 .
Pese a estas tensiones, también es una etapa en la que las ONG empiezan a
relacionarse con los gobiernos municipales, muchos de ellos ligados al partido de
Izquierda Unida, quien en 1983 ganó las elecciones municipales de Lima
Metropolitana, ocho municipios provinciales, y 25 distritales en Lima (Tuesta,
2008, citado por Panfichi y Alvarado, 2010). En esa medida, las ONG empezaron
a tener relaciones fluidas con estos gobiernos locales con el objetivo de dar mayor
cobertura a las propuestas de desarrollo. Por ejemplo, ya a mediados de los años
80 algunas ONG cooperaron con la Municipalidad de Lima Metropolitana en la
ejecución del plan de emergencia de alimentación y salud, estrategias de
supervivencia organizadas en comedores populares y en comités del vaso de
leche (Valderrama y Pérez, 1998: 294).
Según Casanovas y García (S/F: 26) en la década de los ochenta surgen nuevas
ONG, diferentes a tradicionales en cuanto a su origen y su gestión. Estas
“nuevas” ONG nacidas en aquella década, se crearon gracias a la posibilidad de
obtener fondos internacionales que tenían como fin promover o poner en la
agenda nacional temas como la discriminación étnica o por género. Resulta claro
que, dentro de la lógica de mercado que se estaba instalando en el país, su
proceder se guiaba mucho más por un criterio práctico y de aprovechamiento de
los recursos con miras a un fin específico, que por grandes principios o un interés
de cambiar el orden social preexistente.
Todos estos elementos constituyeron un escenario donde se interpelaba la
identidad de las ONG, el rol que asumían como agentes del desarrollo, y la
legitimidad social que respaldaba la importancia de su trabajo. El panorama era
incierto para las ONG, ya que, por un lado, el paradigma ideológico alternativo al
capitalismo que había orientado su discurso estaba siendo cuestionado en el
contexto social y político mundial. Y, por otro lado, el modelo de desarrollo liberal,
amparado en el mercado y en una visión más individualista de la sociedad, se
constituía paulatinamente, en la región y buena parte del mundo, como el eje
articulador de las políticas de Estado.
Ante estos cambios, las ONG se adaptaron a las políticas en curso y, en esa
medida, el mercado se tornó un espacio referente para el trabajo que realizaban,
ya que era percibido como un mecanismo que debe aprovecharse para generar el
mayor desarrollo posible de los grupos objetivos de los proyectos. En ese sentido,
la figura del campesino se convierte en un potencial productor agropecuario y el
comerciante o productor informal en microempresario. En la concepción de
muchas ONG el mercado pasó de ser un promotor de la desigualdad, algo a
modificar o combatir, a un aliado en la lucha contra la pobreza.
Asimismo, las ONG en sus relaciones con el Estado parecieran que están
dispuestas a llevar a cabo las estrategias que el Estado solicita que se ejecutan.
Bebbginton (1997) indica que la democratización tuvo como consecuencia el
optimismo de trabajar con estas nuevas formas de Estado. En ese contexto, para
el autor, las ONG ya no fundamentan su identidad en base a la confrontación, la
resistencia y reinvindicación perdiendo peso un aspecto central de su
conformación identitaria. Por su lado, Casanovas y García (S/F) consideran que
estos cambios en las relaciones entre ONG y Estado suceden en posiciones
“contradictorias”, ya que las ONG siguen con antiguos discursos y al mismo
tiempo “muestran comportamientos programáticos frente al mercado y participan
de licitaciones convocadas por el Estado para operar sus políticas públicas”
(Casanovas y García, S/F: 28). Beumont (1996) propone un modelo de
“especialidades complementarias” para comprender las relaciones de las ONG
con los actores involucrados en el desarrollo, es decir, los gobiernos (el Estado) y
la empresa:
Este mismo autor señala que el énfasis está puesto en la línea de asesoría
técnica y capacitación, mientras que la importancia de las actividades destinadas
a publicaciones, investigaciones y comunicaciones ha disminuido, así como
también lo ha hecho el apoyo a la población barrial, obrera y movimientos
sociales. Asimismo, se afirma que la economía neoliberal delegó a algunas ONG
la gestión e implementación de programa sociales de lucha contra la pobreza
(Panfichi y Alvarado, 2010).
Según la bibliografía revisada, la década del noventa podría ser considerada
como la época de “redefinición” de las ONG. En síntesis, se considera esta
década como la de la “crisis” de las ONG y coinciden en que ésta “crisis” se debe
en gran parte a la caída de los antiguos paradigmas y la consolidación de nuevos
paradigmas de desarrollo que confrontan seriamente tanto el modo de operar
como la razón de ser de las ONG. Los puntos centrales del nuevo paradigma de
esta década son, básicamente: la promoción del libre mercado o neoliberalismo
económico, y la democracia formal en lo político. Para Ballón (1996) la crisis de
los antiguos paradigmas está en estrecha relación con la crisis de la identidad de
las ONG:
En esa medida, la “crisis de paradigmas” en las que las ONG ingresaron en este
periodo, obligaron a que repensaran su rol en la sociedad, sus fines y sus
mecanismos de intervención, entre los cambios más importantes se encuentran la
progresiva reducción de la crítica al sistema capitalista. Pese a ello, durante el
régimen fujimorista aparecieron muchas ONG que criticaban a este gobierno,
asumiendo un rol fiscalización ante la corrupción y de defensa de derechos
humanos. Así como, al ser un periodo de descentralización del Estado, las ONG
buscaron mecanismos para “incorporar la participación ciudadana en los
instrumentos de gestión del Estado: planes de desarrollo concertados,
presupuestos participativos y consejos de coordinación regional y local” (Llona,
2008: 155)
Sin embargo, en esta época se argumenta que las ONG progresivamente fueron
sustituyendo al Estado en sus labores (Edwards, 2008) en la medida en que se
reducían a un rol de prestadoras de servicios. Esta prestación de servicios
permitió que a fines de los noventa, las ONG financiaban sus actividades con
alrededor del 68% de los pagos por los servicios que brindaban, con el objetivo de
desligarse de la dependencia de la cooperación internacional o los subsidios del
Estado (Sanborn, 1999). Asimismo, fue una época de cambios en la cooperación
internacional debido a la disminución de los flujos para el Perú ya que se
reorientaron los mapas de pobreza internacional y los intereses geopolíticos
preferían actuar en zonas de conflicto intenso como Europa del Este (Llona 2008).
Según Díaz-Albertini y Melgar (2012), a partir del fin del gobierno fujimorista, las
ONG se encontraron con una serie de “temas críticos” durante los siguientes 10
años. El primero de ellos se refiere al inicio de un proceso de democratización y
reforma del Estado a través de la descentralización del gobierno central. Este
tema abría las posibilidades para las ONG en volver a trabajar temas relacionados
a la participación ciudadana y el trabajo con gobiernos locales, así como continuar
con los temas de fiscalización de la corrupción en el aparato estatal.
Esta misma autora afirma que esta reacción del Estado se debe entender dentro
de un “contexto confrontacional entre el poder político y económico, y las
organizaciones de la sociedad civil peruana, y en el escenario más agudizado de
los conflictos sociales” (Llona, 2008: 153). Para la autora, las ONG han puesto en
tapete un conjunto de temas que contradicen los intereses de estos poderes
fácticos, ya sea por la defensa de las comunidades en casos de conflictos con
empresas mineras, los derechos reproductivos y de orientación sexual, los casos
de violaciones de derechos humanos, etc.
Todo ello, muestra que durante estos años existían una corriente que desprestigia
a las ONG en la medida en que estas van adquiriendo mayor presencia pública y
mantienen posturas contrarias a los intereses económicos y políticos de las
entidades mencionadas. Para Negrón (2006) en ese contexto las ONG requieren
de readquirir su legitimidad, es por ello que empiezan a generar cambios en sus
estructuras internas y adoptar modos de gestión relacionados a la rendición
cuentas y códigos de ética
La investigación permite afirmar que las ONG están atravesando por un proceso
de cambio institucional en donde están (re)posicionándose y (re)configurando los
roles que cumplen en la sociedad, la forma en que contribuyen al desarrollo del
país, la manera en que gestionan su recursos, equipos y proyectos. Se ha
considerado que estos cambios son una respuesta de las ONG ante el conjunto
de transformaciones que han sucedido en los sistemas políticos, económicos y
culturales en las últimas décadas; donde se han priorizado los enfoques de
desarrollo ligados a la agenda neoliberal de mercado, la lucha contra la pobreza,
objetivos de desarrollo sostenible la agenda de seguridad en temas de terrorismo
y medioambiente.
Se han identificado tres grandes roles que desempeñan las ONG actualmente: 1)
de articulación y colaboración, 2) de incidencia política, y 3) de consultoría y
emprendimiento social.
Como se ha indicado las personas jurídicas sin fines de lucro reguladas por el
Código Civil del Perú son la asociación, la fundación y el comité; siendo la
asociación la figura más utilizada en el Perú para constituir una ONG. En atención
a lo anterior, en el presente Manual se desarrollará la figura de la asociación.
Los pasos a seguir para constituir una ONG como asociación civil son
básicamente los siguientes y son cuatro:
elaboracion del
acta de
constitucion
socila
inscripcion de
registros passos para crear
publicos una ong en el legalizacion de
peru libros sociales
elaboracion de la
minuta
LLONA, Mariana. 2008 “El Gobierno Aprista y las ONG”. En: Toche, Eduardo
(comp). Perú Hoy. Por aquí compañeros. Aprimismo y neoliberalismo. Lima:
Desco.
MARÍA BEATRIZ PAROD; quiero constituir una ONG en el Perú ;2004 red
internacional solidaria Perú, risolidaria
WEDGRAFÍA
Coss, Humberto, & León Zúñiga. 2003. “El Papel de las Organizaciones No
Gubernamentales en un Gobierno Democrático”
http://library.jid.org/en/mono42/cross%20y%20leon.doc (consultado el 15 de
septiembre de 2005).
Escobar, Arturo. 1996. La invención del tercer mundo. Bogotá: Ed. Norma.