7. Pedagogia tradicional
7.1. El hechizo de la totalidad
Estas concepciones antropolégicas imaginan un hombre definitivamente
a salvo de las impertinencias facticas. Desde el fdolo de “un ser humano sa
vado cn su totalidad y para siempre més", analizan, interpretan y critican a
continuacién la peripecia histérica, proponiendo métodos que permitan al-
canzar el abordado hombre total. Bi Marx joven ~no asf el maduro- también,
se situé en esta perspectiva idealista de lo absoluto.
‘Hasta cl momento actual la humanidad siempre ha padecido opresién,
dominio, sufrimiento, acontecicra esto en la vieja Asiria, en el Imperio Roma-
no, en el cristiano medioevo 0 suceda en la comunista Unién Sovietica. Hay
que romper con este mundo y con esta historia, fabulando primero y trayén-
dola luego a la existencia una sociedad que no recuerde para nada Ja deplora-
ble historia de la humanidad. Las concreciones del ensueno se diversificarén
en anarquismos, freudomarxismos, idealismos, espiritualismos, neoescolasti-
cismos, etc. En comiin poseerdn, no obstante, el creer en una salvacién total
del ente humano.
Nada de cuanto hay merece sobreexistir; el “hombre viejo” debe morir
para posibilitar el advenimiento del “hombre nuevo”, La postura es tan radi-
‘al que resulta imposible por mucha fantasia que se Ie inyecte al curso hist6-
rico. No se trata de arreglar lo que hay o de mejorarlo sino de transtornarlo
tanto que deje de ser lo que era.
Hombre
Internporal
Historia trigie del hombre226 OcTavI FULLAT
Lo que Platén llam6 metabolé -cambio o desplazamiento notable-, unos
Jo traducen por “conversién” y los otros por “revolucién’”. Apollon deja paso a
Dignysos, como apetecia Nietzsche. Si no se rompe el orden establecido no
podré reinar la creacién de un orden absoluto. Si se lee a Platén como lo
hace Christian Jambet, también podré descubrirse un Platén que posibilita la
mistica de la rebeldfa; es el Platon de La Reptiblica y del Parménides, el cual
establece una total ruptura entre el mundo sometido a la perversidad y el
mundo del uno, del bien y de la belleza; ruptura entre lo sensible y lo ideal.
Tanto la “revolucidn” como la “conversién” niegan este mundo nuestro
amado o1ro completamente diferente, inefable ¢ incomprensible por consi-
guiente, El nuevo mundo paraiso o bien la sociedad comunista del mismo
Snarquismo-, hacia el cual se encaminan los educandos, sélo puede definirse
negativamente, tal como han hecho los pensadores de la “teologia negativa”
con la nocién de Dios. Los educandos aprenderén a ser rebeldes absolutos,
cuando menos como meta.
'No se cambiara un amo malo por uno que sea bueno; simplemente no-ha-
bré dueno y el hombre sera finalmente hombre o, para otros, el hombre ser
Dios. Ambas formas coinciden.
St te ee
hombre modético intemporal
oP olul wie aS Ss Ege ee ee
noo-escoldstice neo-idealomo espintvaismo ‘tenomenciogia
Mercier Lachater Newman Bolzano
Maritain Hameln Blondel (el primero) Brentano
Soriianges Groce avaisson Huser
Gilson Reenouvior Hartmann
Zui Brunschvieg Seheler
Lagneau
Bradiey
TH, Green
Foyoe
Bosanguot
Setar eee cee eee eee
oo
teorias pedagdgicas osenciaistas 0 aistéricas
Laberthonnire Gentle Marjo
Spalding J. Lombardo Radice Kerschensteiner
Paulsen ‘Nain (Charten Valentin Caballero
wilmann juan B0se0 Garcia Hoz
Piz Amado Gonzalez AWarez
——————PAIDEIA. FILOSOFIAS DE LA EDUCACION 27
7.2. Platén
Aun en la actualidad, con mayor 0 menor grado de conciencia, muchos
pedagogos acusan el embrujo de Plat6n, sofhando en un hombre tan modéli-
co, como meta educativa, que jamds se da totalmente acd abajo. La vieja pai-
deia griega sigue entusiasmando a muchos; la areté que vertebraba a dicha
“paideia” consistia en desarrollo integral, unitario y arménico en conformi-
dad con un hombre ideal. Segdin Platén, la finalidad de la tarea educante es
organizar la intimidad de cada ciudadano de tal suerte que en ella predomine
Ja virtud ~“areté"~a base de que el alma racional sea seftora de las almas con-
cupiscible e irascible. El hombre educado es el poseedor de cultura y de hu-
manismo. Paidea, humanismo, educaci6n clésica y helenistica son sinéni-
mos. Segiin los griegos clasicos la educacién formaba hombres de acuerdo
con un ideal de humanidad que entendia a ésta segin su forma adulta, ma-
dura, perfecta y trascendente.
En el renacimiento, el vocablo humanitas twadujo la palabra griega "pai-
deia’, La educacién también consistié en el proceso que se dirigia hacia la
“humanitas” 0 desarrollo integral y armOnico del hombre segiin un modelo
considerado acabado.
Socrates, segtin los didlogos de Platén, atacé a los sofistas descubriendo
las contradieciones en que incurrian por ignorar de qué estaban hablando;
sélo la necesidad del “logos” nos fuerza a escapar de la contradiccién. Si el
hombre como defendfan los sofistas era “la medida de todas las cosas’, esta-
bba condenado a no salir de las meras opiniones ~doxa- sin poder aleanzar ja-
mas el saber cierto ~epistéme-. Distingui6 Platén entre el ambito de la opi-
nin ~el mundo de las sensaciones- y el ambito del conocimiento cierto ~el
mundo inteligible o de las ideas-. La idea de algo, a pesar de no percibirse, es
mas real que la realidad sensible, ya que aqueélla es el principio de ésta y de
toda posible inteligilidad,
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