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DÍA CONTRA EL TRABAJO INFANTIL

MODALIDAD FAMILIAR

MUNICIPIO GRAMALOTE

UDS: POCOYO, SOL Y LUNA, SONRISITAS,


ARCOIRIS
Contenido.

Introducción………………………………………………………………………………….

Objetivo General…………………………………………………………………………….

Objetivos específicos……………………………………………………………………….

A quien va dirigido………………………………………………………………………….

Que se entiende por trabajo infantil……………………………………………………….

Definición de trabajo infantil……………………………………………………………….

Distribución del trabajo infantil por sector de actividad económica……………………

La problemática del trabajo infantil……………………………………………………….

¿Por qué hay trabajo infantil?.....................................................................................

Los estragos del trabajo infantil…………………………………………………………...

Erradicar el trabajo infantil, tarea urgente………………………………………………...

Conclusion…………………………………………………………………………………...

Anexos……………………………………………………………………………………….

.
INTRODUCCIÓN

El programa de Cero a Siempre, ha venido brindando el servicio a los niños, niñas,


gestantes y madres de familia del Municipio de Gramalote, Norte de Santander,
donde se ha teniendo como base fundamental la educación en la Primera Infancia,
la cual busca el desarrollo integral de los niños y niñas de nuestro país, permitiendo
desarrollar en ellos capacidades, habilidades y destrezas, por medio de los
referentes técnicos (Arte, juego, la Literatura y la exploración del medio), y demás
documentos que cimentan la educación Inicial, con las cuales buscamos crear
estrategias pedagógicas con ambientes favorables, donde los niños se puedan
desenvolver según los intereses que ellos presentan en su entorno, teniendo
presente los niños que presentan alguna discapacidad siendo inclusivos, es por esto
que en el marco del DÍA CONTRA EL TRABAJO INFANTIL, se llevó a cabo una
reunión con el talento humano y los niños, niñas, gestantes y padres de familia de
las UDS: POCOYO: veredas pajuila, santa teresita, jacome, SOL Y LUNA: veredas
Mongui, rosario, piscina botecito, ARCOIRIS: veredas garza, Miraflores, zumbador,
SONRISITAS: veredas san isidro, mirador. Donde se les invita a crear conciencia
de la importancia del NO AL TRABAJO INFANTIL, y en trabajo conjunto fortalecer
las iniciativas propuestas, donde se vayan creando hábitos de vida saludables y
respetando los derechos de los niños y niñas, para así permitirles seguir
desarrollándose como seres integrales, constructores de paz y convivencia pacífica.

De igual manera se les facilitó información acerca de La Línea 141, línea gratuita
nacional que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar pone a disposición de
todo adulto o niño que necesite reportar una emergencia, hacer una denuncia o
pedir orientación sobre casos de maltrato infantil, violencia sexual, acoso escolar,
trabajo infantil o consumo de sustancias psicoactivas, entre muchas otras
situaciones que amenacen o afecten la vida e integridad de un niño, niña o
adolescente, en la cual un calificado equipo de psicólogos, abogados, trabajadores
sociales y especialistas en derecho de familia, entre otras disciplinas, atenderán
las llamadas y brindarán respuesta oportuna a sus interlocutores, sin importar su
edad.

Además de activar el trabajo en red con las demás entidades del Sistema Nacional
de Bienestar Familiar, según el caso, y de coordinar con las autoridades
competentes el rescate de los niños, niñas y adolescentes en peligro inminente,
los especialistas de la línea 141 brindarán asesoría para que se pueda identificar
cualquier tipo de delito o forma de violencia contra la niñez y determinar qué
medidas tomar al respecto.

OBJETIVO GENERAL.
Fomentar en los niños, niñas, gestantes, padres de familia y talento humano del
Municipio de gramalote una manera eficaz de controlar la problemática y esta es
interviniendo directamente en las familias de los menores, no sólo para que
entiendan que para éstos es más importante la educación que el trabajo, sino para
busquen la manera de que las familias accedan a programas que mitiguen la
precariedad en la que viven.

La Escuela también debe ser foco de intervención. Las estrategias metodológicas y


los fines educativos deben adaptarse al contexto de los niños y niñas que trabajan.
Es decir, el trabajo les “genera cambios en su crecimiento y desarrollo, que
requieren de una mirada distinta de sus actitudes, su corporalidad, sus emociones
e intereses y, por tanto, del diseño de estrategias educativas acordes con sus
realidades”.

Fortalecer los vínculos familiares, resaltando la importancia de los principios y


valores en el individuo y su entorno, el cuidado como herramienta para construir su
identidad, afianzando los derechos de los niños, niñas de la modalidad entorno-
familiar del Municipio de Gramalote.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Crear identidad entre los niños, niñas padres de familia.

 Conocer las diferentes problemáticas dentro del hogar de cada niño.

 Respetar y valorar los derechos de los niños y niñas

 Cuidar nuestros niños y niñas con responsabilidad.

 Conocer los diferentes tipos de hábitos que tiene cada familia

 Crear consciencia de que los niños y niñas deben jugar y no trabajar

 Conocer los derechos que tiene los niños y su importancia.

 Fomentar y recuperar tradiciones que unan a las familias por medio de actividades

 Involucrar a los padres de familia en toda actividad

 Mejorar las relaciones interpersonales entre los miembros del grupo.

A QUIEN VA DIRIGIDO

Este informe está dirigido a los niñas, niños, gestantes, madres y padres de familia,
beneficiarios del programa de Cero a Siempre, Modalidad Familiar del Municipio de
la Gramalote, Norte de Santander, y al talento humano con el propósito de dar a
conocer información valiosa acerca del no al trabajo infantil y así ayudar a formar
familias íntegras, que desarrollen capacidades, habilidades y destrezas partiendo
de sus necesidades e intereses, teniendo en cuenta el entorno.

Proponemos que los/as niños/as de la modalidad, gestantes, madres/padres de


familia y al talento humano puedan reconocer toda la información pertinente y
necesaria en cuanto al tema trabajo infantil.

Por lo que es importante que los padres de familia entiendan que los niños, niñas y
adolescentes no siempre trabajan por gusto o por solidaridad con sus familias.
Muchos son víctimas de explotación. Detrás de algunos niños trabajadores está el
negocio de un adulto, que muchas veces se queda con todo el dinero y los hace
trabajar en condiciones muy perjudiciales. Además, para muchos adultos los
menores son personas más ingenuas y dóciles, por lo que prefieren emplearlos
antes que a uno mayor de edad.

Pero, ¿quiénes son los principales empleadores de los niños y niñas? En algunos
casos son los mismos padres u otros familiares, quienes utilizan su trabajo para
incrementar los ingresos familiares. En otros casos son personas que aprovechan
la situación de abandono de los niños y niñas, bien porque desertan de la escuela
y no cuentan con la debida vigilancia de sus padres, o porque quieren trabajar para
ayuda a su familia.

Es necesario subrayar que la mayoría de las veces no se judicializa a las personas


que explotan laboral o sexualmente a los niños o que los involucran en grupos
delincuenciales. Se necesita el concurso de la Policía, la Fiscalía y otras autoridades
competentes para que se encarguen de la parte legal, porque la parte social no tiene
la competencia para encargarse de todo.

¿QUÉ SE ENTIENDE POR TRABAJO INFANTIL


Existen diferencias considerables entre las numerosas formas de trabajo realizadas
por niños. Algunas son difíciles y exigentes, otras, más peligrosas e incluso
reprobables desde el punto de vista ético. En el marco de su trabajo, los niños
realizan una gama muy amplia de tareas y actividades.

DEFINICIÓN DEL TRABAJO INFANTIL.

No todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil
que se ha de eliminar. Por lo general, la participación de los niños o los adolescentes
en trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren
con su escolarización se considera positiva.

Entre otras actividades, cabe citar la ayuda que prestan a sus padres en el hogar,
la colaboración en un negocio familiar o las tareas que realizan fuera del horario
escolar o durante las vacaciones para ganar dinero de bolsillo.
Este tipo de actividades son provechosas para el desarrollo de los pequeños y el
bienestar de la familia; les proporcionan calificaciones y experiencia, y les ayuda a
prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.
El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños
de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico
y psicológico. Así pues, se alude al trabajo que:

 Es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño;

 Interfiere con su escolarización puesto que: les priva de la posibilidad de asistir


a clases; les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o les exige
combinar el estudio con un trabajo pesado y que insume mucho tiempo.

En las formas más extremas de trabajo infantil, los niños son sometidos a
situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y
enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades (con
frecuencia a una edad muy temprana). Cuando calificar o no de “trabajo infantil” a
una actividad específica dependerá de la edad del niño o la niña, el tipo de trabajo
en cuestión y la cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo realiza,
y los objetivos que persigue cada país. La respuesta varía de un país a otro y entre
uno y otro sector.

DISTRIBUCIÓN DEL TRABAJO INFANTIL POR SECTOR DE ACTIVIDAD


ECONÓMICA

El sector de la agricultura comprende las actividades de la agricultura, la caza, la


silvicultura y la pesca.

El sector de la industria comprende las minas y canteras, la manufactura, la


construcción, y los servicios públicos (electricidad, gas y agua).

El sector de los servicios comprende el comercio al por mayor y al por menor; los
restaurantes y hoteles; el transporte, almacenamiento y comunicaciones; sectores
de la finanza y los seguros; los servicios inmobiliarios, a empresas y comunidades;
así como los servicios sociales a las personas.

LA PROBLEMÁTICA DEL TRABAJO INFANTIL

Niños, niñas y adolescentes que venden dulces, limpian carros, hacen malabares,
interpretan canciones, cocinan, lavan ropa, cargan agua, etc., etc., en el tiempo en
que deberían estar en la escuela, es algo tan común y cotidiano que la sociedad
parece ya haberse acostumbrado a verlo como un “mal inevitable” de los difíciles
tiempos que corren. Y no sólo en Colombia, pues es un flagelo mundial.

En Colombia los índices de trabajo infantil continúan siendo alarmantes y


representan una grave vulneración a los Derechos de la Niñez. Muchos de ellos
trabajan en actividades que realizan ante los ojos de toda la sociedad, en lugares
públicos y concurridos. Otros, en peores condiciones, se dedican a labores como el
trabajo doméstico y la explotación sexual sin dejar de lado a aquellos que empiezan
a realizar actividades para grupos al margen de la ley, actividades éstas catalogadas
como las peores formas de trabajo infantil.

La Organización Internacional del Trabajo define el trabajo infantil como aquel que
“priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para
su desarrollo físico y psicológico”. Es decir, el fenómeno se presenta cuando las
actividades laborales de los niños y niñas perjudican su desarrollo físico y emocional
y los llevan a la desescolarización.

Según la OIT, no debe mirarse de forma negativa el hecho de que un niño o una
niña ayude a sus padres en algunas labores del hogar o en negocios familiares,
siempre y cuando no descuiden la escuela ni se le vulneren los derechos a la
recreación, la salud y el buen trato.
El problema del trabajo infantil también está marcado por la condición de género,
con implicaciones diferenciadas para niños y niñas. “Los niños, en un mayor
número, se dedican al trabajo de calle, mientras que las niñas se emplean más en
labores domésticas. Pero sea cual sea su oficio, los menores dedican la mayor parte
de su tiempo a actividades tan demandantes, que pierden todo espacio para la
educación y la recreación.

En la mayoría de los casos la realidad contrasta fuertemente con lo establecido por


la ley, la cual ordena que solo en casos excepcionales podrán concederse permisos
a niños y niñas menores de 15 años para desarrollar actividades culturales,
artísticas, deportivas o recreativas con remuneración, siempre y cuando no
sobrepasen, bajo ninguna circunstancia, las 14 horas de trabajo semanales. No
obstante, muchos menores de 15 años ejercen actividades laborales sin
remuneración durante jornadas extenuantes, que superan por mucho el tiempo
estipulado en el Código de la Infancia y la Adolescencia.

¿POR QUÉ HAY TRABAJO INFANTIL?

En un país como Colombia, una de las razones más comunes para que los niños y
niñas cambien la escuela por el trabajo, es el alto índice de pobreza y exclusión que
afecta a miles de familias.

Si bien muchos padres que viven en la pobreza consideran que el ingreso que
aporta el trabajo de sus hijos es crucial para la supervivencia del grupo familiar (ya
sea porque los adultos están desempleados o porque su remuneración es tan baja
que no alcanza a cubrir las necesidades mínimas de la familia), existe otro factor
que puede pasar desapercibido, pero que resulta significativo a la hora de analizar
el origen del trabajo infantil: el factor cultural.

En la sociedad se ha instalado el imaginario que establece que la realización de


actividades laborales desde temprana edad, le posibilita al ser humano acendrar el
sentido de la responsabilidad y desarrollar habilidades y competencias que le
servirán para desenvolverse mejor en la vida. De ahí la tendencia a ver el trabajo
infantil como algo natural, y en ese escenario “los adultos se aprovechan de esa
aceptación y emplean a niños y niñas porque saben que son más rentables y
despiertan mayor sensibilidad en las personas.

LOS ESTRAGOS DEL TRABAJO INFANTIL

A primera vista el principal efecto del trabajo infantil es la deserción escolar, lo que
perjudica no solo su nivel intelectual y su formación personal y académica, sino que
la aleja de espacios de socialización con otros niños. Lo que “limita las capacidades
comunicativas y fragmentan el pensamiento, debilitando las habilidades necesarias
para la inserción social.

Otro efecto es la perpetuidad de la pobreza. Si al niño se le enseña que trabajar a


cambio de unos pocos ingresos es más rentable que educarse, se le está dando un
mensaje errado, pues darle más importancia al trabajo que a la educación solo logra
que la informalidad se mantenga durante toda la vida.

Las secuelas físicas son otro efecto importante, porque los empleadores pocas
veces les brindan un trato digno. Debido a largas y extenuantes jornadas, posiciones
del cuerpo rígidas y monótonas, y mala alimentación, muchos niños y niñas sufren
deterioro en su salud. Su vulnerabilidad física es más alta porque todavía están en
etapa de crecimiento, su cuerpo no está completamente desarrollado. Aunque hay
algunas actividades más riesgosas que otras, todos los trabajos representan
peligros, relacionados no solo con el estado de salud sino con accidentes de todo
tipo.

Pero más allá de la salud física, existen riesgos de orden sicológico y moral. La calle
es altamente peligrosa para los menores, corren el riesgo de volverse resentidos y
de adquirir comportamientos inadecuados a la hora de resolver conflictos, porque
en la calle casi nunca se dialoga para arreglar dificultades. Además, se pueden
tornar irritables, por las pocas horas de sueño que muchos tienen.
A lo anterior se suma otro riesgo, especialmente para los niños y niñas que trabajan
en ambientes callejeros: el consumo de sustancias psicoactivas, consumo que en
muchas ocasiones es presionado. Además, pueden terminar en situación de
mendicidad o de explotación sexual, lo que agrava su situación.

ERRADICAR EL TRABAJO INFANTIL, TAREA URGENTE

¿Es posible disminuir los índices de trabajo infantil en un país que no tiene una
política pública en la materia y no hace el esfuerzo necesario para disminuirlo?

La tarea conjunta entre el Gobierno, el ICBF y las ONG que trabajan por la niñez es
clave para erradicar el trabajo infantil en todas sus formas. Sin embargo, pareciera
que las medidas tomadas no son suficientes y el problema no solo persiste, sino
que aumenta. Elsa Nidia Toro reconoce que “muchos de los proyectos
desarrollados han fracasado, por lo cual se deben emprender otros que no
propendan por la institucionalización de los menores sino por su reintegro a la vida
escolar y familiar”.

La Escuela también debe ser foco de intervención. Las estrategias metodológicas y


los fines educativos deben adaptarse al contexto de los niños y niñas que trabajan.
Es decir, el trabajo les genera cambios en su crecimiento y desarrollo, que requieren
de una mirada distinta de sus actitudes, su corporalidad, sus emociones e intereses
y, por tanto, del diseño de estrategias educativas acordes con sus realidades”.

Se deben crear proyectos que incluyan a directivas y docentes de instituciones


educativas, con el fin de lograr la permanencia de los estudiantes en las aulas. Esta
labor no se debe limitar a las jornadas académicas, sino también a programas y
actividades culturales, deportivas, artísticas, recreativas y relativas al uso de
tecnologías, que desarrollan después de cumplir con sus responsabilidades
escolares.

En la tarea de erradicar el trabajo infantil surge la necesidad de trabajar con toda la


comunidad, en tanto que el problema no es solo de las familias, las escuelas, las
ONG o los gobiernos. Se trata de un asunto que le compete a toda la sociedad y
solo puede encontrar una salida asertiva en la medida en que se interiorice la
premisa de que adquirir los productos y servicios que ofrecen los menores solo
ayuda a mantener la problemática, pues al fin de cuentas si el trabajo infantil no
tiene rentabilidad, éste está destinado a desaparecer.

Para otros expertos el trabajo infantil es un síntoma de la inequidad social. Es la


tesis de Ana Teresa Vélez, coordinadora del tema Trabajo Infantil de la Escuela
Nacional Sindical, quien afirma si bien los programas asistencialistas ayudan, no
mitigan sustancialmente la problemática. En su concepto, es imperativo construir
políticas públicas de trabajo decente para los adultos. La reducción del trabajo de
los niños, niñas y adolescentes solo será posible si se mejoran los índices de
equidad y disminuyen los de la pobreza, el desempleo y la informalidad.
CONCLUSIÓN

Con la socialización de esta información acerca del NO al trabajo infantil puesto que
representa una violación de los derechos humanos fundamentales, habiéndose
comprobado que entorpece el desarrollo de los niños, y que potencialmente les
produce daños físicos y psicológicos para toda la vida. Y puesto que se ha
demostrado que existe un fuerte vínculo entre la pobreza de los hogares y el trabajo
infantil, y que el trabajo infantil perpetúa la pobreza durante generaciones, dejando
a los hijos de los pobres fuera de la escuela y limitando sus posibilidades de
ascender en la escala social. Queremos crear conciencia social, desde nuestras
UDS para así ayudar a la formación de niños y niñas protagónicos, laboriosos,
productivos, crítico-constructivos, participativos, comprometidos con su comunidad
y con el progreso personal y social de su comunidad y del país.
ANEXOS

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