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CAPITULO PRIMBRO
{QUE ES EL TEATRO?
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‘bas reflexiones que aut eomionzan ban de girar
en torvo del interrogante: jqné es el teatrot, de-
tauda elemental y, al parécor, do inmediaia res.
peste, segin se pienso en el recinto asi denomina-
do, en Ins representaciones que en él se evan a
‘eabo o en Ia institucién teatral.
‘Pero semejantas rospuestas son meramente des.
criptivas yuo transmitirén la esoncialidad de 10
‘que constituye el teatro, sobre todo si se pretende
‘que en dicho eoneepto entre no sélo, parcial y su
fesivamente, In meneién de algunos’elorrentos ex-
ternos (edificio, esoenario, representacin, institu
cid), sino su fatima y total razén de ser
Tha indagacién sobre los quo cuentan eomo resor-
tes fandamentales on Ia magia del teatro ha eons-
titnide desde antiguo —y eada vex que una ci-
Vilizacién -madura— motivo de expeculgeién filo-
sities, objeto do andlicis por parte de pensadores
y artistas, Ku las sitimas déeadss, por particular
jnflajo de les cnltores franceses, las meditaciones
fen tomo de Ia eseneia del teatro —eomo las eoneer-
nientas a todas las artes— se han intensificado de18 ae exsrveunee
modo eapesial ¢ integran una diseiplina que no os
Ja ereacién para Ia escena, ni su historia o erftiea,
ni el enfoque parcial de algunos de sus ingredien-
ts, sino lo que autdnticamente ha llamado Goubier:
“Silosafia del teatro”. Bordemndo Tos eontornos de
‘sus aleances estétios, téenieas y filoséficas a0 in-
tanta en estos planteas wna primera aprosimasién
al interrogante del opigeate.
asoresindspensadles
Cuando se piense quo para el existir del teatro
‘son necesatios: sala donde albergar espeetadores y
fesoenn; esconasio para la ropresemtacién ; pablieo ;
fbr reproventables actores que la representen ; de
forades, Ines, efector de miquinas; director que
concierto y grade los distintos elementos; una 1e-
fién de invisbles trabajadores. que, operon antes,
durante y después de la roprotentaci6n, podria eon-
cluirse que todos esos intograntes gon el teatro. Sin
‘embargo, si se analiza In funei6n de eada uno y el
grado de impresoindibilidad ofvecide, In némina se
reduee, pues, por gjemplo, de Ie sala puede pres-
cindirse sin que ol hecho ‘teatval desaparezea. 10
‘mismo del escenario, de lox efeetos téenicos, de los
avcesorias, utensitios y operarios eonsiguientes. En
fambio, son de presencia forgasa: texto, actor, pt-
Dice.
Com todo, en sf mismos y aisladaments, estos fae-
ores indispensables uo eoustituyen el teatro. Co-
io eseneia, el tentro es fusién de elementos, unidad
intograda; nunea pluralidad, aewmulacién. TL he-
cho teatral propiamente diho surge cuando tales
constituyentas. se integran, ‘conciertan y amalga-
‘mam en sustaneial sintoss, Hse unidad se opera en
ale
iqul 29 uy vesiwot »
uun erisol de magia y mavavilla doude los integran.
tos aislados se transforman en el sor unitario Ia.
mado teatro, Tal erisol os el juego teatral o repre-
sontacion,
‘Una obra dramétiea, si no se representa, no “es;
un actor, si no representa un texto, no ‘ea;
que Ta obra teatral o el actor ‘gean', han de div
ap a algnion que advierta e6ino la eviaturas y Ia a
|cidn imaginarias, dispuesta por el autor en su obra,
| van eobrando cusrpo dentro de um mundo que, au
‘sabiGndolo fieticio, ol espeetador admite eoime zeal
‘durante los minutos en que transeurre la represen-
tacién,
Teatro 9 tertore
‘Texto, intéeprotes, disposicién del piblico, son
factores imprescindibles para que haya teatro, Y
ellos se amalgaman dentro de un mnndo eonvencio-
nal nasido en Ia representaeign. De allt la partieu-
Jar situacién del teatro frento a Ia literatura,
Bn los manuales de estétien o teoria literaria se
ineluye el estudio del género dramatieo. Bn. ellos
aparceen notivias de e6mo naci6, de su evokueién
historia; se consideran lus diversas especies dramé-
teas y hasta, en algunos easos, xe protende estab.
cor qué elementos integran la obra teatral. Pero en
‘ovlos eles queda sobreentendido el teatso como gé-
nero dependicnte de Ia estética Titeraria,
Sin Ingar a dudas, éate es un emeepto sumarcen-
te diseutible. Il teatro eonstituye una expresién ar-
tistica distinta de todas las dems, Su produeto no
es ni un objeto, como la astatua o ol cuadro; ni un
relate, como In novela o Ia epopeya, sino mis pro-20 at, soto
Diamente 1m pastiche de la ereuci6n diving”, Bn
1 teatro, eon In topresitacin, naeo algo de ln ma-
4a; nace materia, conerelamente, 11 hecho teatral
se corpoifien ant lo ojos del espectaer
Mientras que una obra literaria, enalquiera sea
cl género, etimple sw destino en In intimidad con
@l lector, la obra teatral no realiza el niyo eon la
simple letra, HL llamado “teatro para lee”, een
{lo por algunos literate, es um atentado contra su
espociicided. Re ax rostracién.
TEI teatro poeo tiene que hacer eon las eiencias y
artes de Tiveratura. BI texto dramético presenta
problemas propias que no preocupan a la lvien ni
fla Gpien, i al poeta ni ala novela. Por otra par
to, el texto dvamétio 8 s6lo un elemento en la en-
tidad teatral. No es, en si el teats.
‘ste eonoepto que aparte el teatro dela litera
za y cuenta sl texto Blo como tn elemento entre
Ios vaties intograntas del heeho toatral mo c# unt
imomente compartido y hay quienes afirman la
texistenei do tn teatro literario, para ser leo. Bs
‘nfs, hasla ge da eleato de que un pensador de las
sencias literarias tan agudo como Jean Flyer sos
tenga que “el destino de ls grandes obras dramé
ticas os volverse, tarde 0 temprano, itrepresenta-
bles” (1).
Tndudablemente puede ooamir el envajecimionto
A Tas tGenien, el dexplezamiento hietrico del ine
terGs por los texas, Ie renovecién de Tas seuelas;
pero ol teatro siempre afrece una posibilidad extra-
fia a otras formas literarias: sin allorarla esencil-
rente, Is obra teatral puede sor nejuveneeid sien
alla hay un minimo de mujancia dransities.
1 Pidloga do “Pence” a esenee he, do
emt Gowmce (un), te
a
ue ms es mraenot a
Frente al eriterio de Hytier, afirma Andeé Bel:
Tessort, quo las bellas obras no envejecen jamés;
‘eon sélo tocar las tables de le escenn reeuperan su,
vitalidad. Por el eontvario, las otras, las medioeres.
Ts cireunstancials, Ins que gozaron de efimero éxi-
to debido a motivos ajenos a la esencis del teatro,
ras solo podrén ser exhumadas eomo curiosidad
istiviea 0 eritien; el péblico las ignoraré. en. abso-
Tuto (xit). Por si. parte, en apoyo de tal exiterio,
Tinis Jouvet ha dado este eonsnjo, que no deberian
Aesofr dizectores esofnieos y eomediantes: “181 em.
pleo verdadero de una pieza de teatro consiste en
eealentar en ella an enerpo y su eorazin”? (1x,
pit, 26). Del eual se deduco eGo frente al texto
{eatral hay otro factor de tanta 0 mayor importan-
fn; Ta labor veereadora del mettenr en soéne, in-
ceistonte para la obra Tieraria,
eae diferencias
‘Ya no en el texto solamente, sino ademés en des-
tinalatios ¢ insteumentos do expresién se prolo
‘gan las diferencias esenciales que mueven a separ
teatro y Titeratara.
‘Si todo autor literario —novelista, por ejemplo—
loga con su leetor, of watedgrafo queda fuera de
feualquier contacto divecto, Exprosién, ideas, viven
fas, son transmitidas a través de. personajes ma-
terislmente presentes en In eseona frente al espec
tador; no so trata do fantasmas imaginarios ual
Jos de Ia novela. De allf que ol leetor de une obra
teatral deba ver “como reprosentada’” Ia pieza que
lee; si esta representacién interior no se logra no
Ihabré posibilidad de captar los valores tentrales
jeneoreados en el texto.