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CLASE Nº 1 EJE A:

El retorno a Freud.
Aportes de la Escuela Francesa.
Jacques Marie Emile Lacan.
Contexto histórico.
Espacio de configuración psicoanalítico.
Jacques Lacan como nuncio del retorno a Freud.
La cosa lacaniana.

Ver componente psiquico y somatico de la pulsion.

Frase de lacan en Caracas en el seminario que participo en el año 80: “Yo soy freudiano, sean ustedes
lacanianos si quieren”.

Diferencias entre Freud y Lacan.


Dificultad relacionada con el estilo, pues el estilo de Lacan lleva tiempo para leer y entender. Su
obra no es para lectores apresurados. No presenta en si misma dificultad en cuanto a lo conceptual. Pese
a ello, se entiende que difícil no es equivalente a inaccesible.
Entre ambos autores ademas, se presenta una diferencia de epoca.
Lacan: S XX (1901 – 1981) Freud S XlX (1856 – 1939)
Tambien, estan presentes diferencias de formación: Lacan fue psiquiatra y Freud neurologo.
Lacan se volco al tratamiento de psicóticos, mientras que Freud trabajaba en general con neuroticas,
fundamentalmente histericas.
El psicoanalisis se acerca a la psicosis gracias a Lacan, quien abre el terreno para este. Freud fue
cauto respecto a la psicosis, pese a que este ultimo posee un sublime aporte en cuanto a esta en el “caso
Schreber”
En relacion a la formación de Lacan, Clerambault, psiquiatra organicista y excelente semiologo,
fue su maestro. En relacion a la epoca, variaba la escucha para con el paciente. Se tomaban los tiempos
necesarios para un buena abordage del paciente y establecer un buen vinculo.
En 1932, al momento de doctorarse en psiquiatria, realiza una tesis titulada “De la psicosis
paranoica y sus relaciones con la personalidad”. Ya aquí Lacan introduce dentro de la paranoia la
“paranoia de autopunicion” (autocastigo). Se basa en el caso de una paciente conocido como el caso
Aimee. La mencionada fue internada en la clinica Sainte-Anne. Ingresa por intento de apuñalamiento de
una actriz, a quien hirio y por lo que fue encarcelada, a principios de la decada del 30.
Lacan ve que esto se debio a que Aimee consideraba que la actriz era su perseguidora. En el
periodo de encierro, el mismo le sirve como restitucion, logrando cierta estabilización de la psicosis, por
el “cumplir la condena”.
Lacan, ademas de que tenia formación psiquiatrita, poseia amplia formación intelectual, cultural
y literaria para la epoca. De hecho fue amigo de André Breton, Luis Buñuel, Salvador Dalí y Picasso, del
cual fue ademas su medico. Por ello lee a Freud no solo desde su formación psiquiatrita, sino tambien
filosofica (en particular Sócrates, platon, Heidegger y Hegel), lingüística (Saussure y Jakobson), de la
antropologia cultural de Levi Strauss y de movimientos culturales y artisticos de la epoca, por mencionar
algunas, el surrealismo y obras literarias tales como el marques de Sade, pese a que no es del periodo.
Todo ello hace que el estilo propio sea complejo, pues nutre la lectura desde diferentes autores y
disciplinas, ademas de su vasta practica clinica.
Hacia fines de la decada del 40 se afianza en su conocimiento de la obra de Freud como asi
tambien su opcion por el psicoanalisis, desde una clara consigna: El retorno a Freud.
(ver texto de imbriano)
En 1953 se produce en Roma “El manifiesto de Lacan”, la obra “Funcion y campo de la palabra
y el lenguaje en psicoanálisis”, o tambien conocido como el discurso de Roma. Aquí resalta la
importancia que van a tener la palabra y el lenguaje en el tratamiento psicoanalitico, en la clinica
psicoanalitica, llendo de la mano con el retorno a Freud. Este retorno va a ser claramente un “volver tras
de si”, al encuentro de lo originario, o sea volver sobre Freud. Y este retorno va a tener como punto de

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partida el concebir que se lo habia perdido, pues los postfreudianos habian desvirtuado su obra, en
particular, Anna Freud y Ernest Jones, los supuestos herederos de Freud.
“El sentido del retorno a Freud es un retorno al sentido de Freud”. Lacan lo que hizo en esta
epoca fue “leerlo bien”, tratando de captar el sentido de los textos freudianos. Se pone a “interrogar” a
los textos de Freud. Tambien, para sustentar que la obra de Freud estaba siendo desvirtuada.
Lo primero a lo que apunta Lacan es a “recuperar y jerarquizar” el campo/lugar y la función de la
palabra en la experiencia analitica, de la cual, según el mismo afirma, se habian alejado los
postfreudianos, tanto en la lectura como en la practica. “No hay duda de que estos efectos (el lugar del
analista, el desempeño de la funcion del analista) podrian ser corregidos por una justa vuelta al estudio
en el que el psicoanalista deberia ser maestro: el de las funciones de la palabra” … “Ya se dé por agente
de curación, de formación o de sondeo, el psicoanálisis no tiene sino un medium: la palabra del paciente.
(Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis, escritos 1). Esto Lacan lo toma de Freud,
de “Psicoterapia, tratamiento del espiritu/del alma”, en donde este ya formula que en un psicoanalisis,
solo median palabras. Volver a la palabra; no a la hipnosis, consejos o sugestion. La palabra. Según
Freud, el psicoanalisis como tal comienza cuando se descarta la hipnosis y se deja hablar al paciente,
poniendolo en el centro. Con la asociación libre de palabras y la escucha en atención flotante.
Por ello Lacan vuelve sobre Freud, postulando -la palabra como medium- (“el psicoanálisis no
tiene sino un medium: la palabra del paciente”, de funcion y campo… ), pues para el, el psicoanalisis es
una “practica de la palabra”. De esta idea se desprende la celebre frase de Lacan “el inconciente esta
estructurado como un lenguaje”
Se opone a la psicologia del yo (ego psychology), sustentada por Loewenstein, Hartmann y Kris.
Critica que se sustenta desde dos polos. Por un lado, “la psicologia no es analisis”. Su metodo distaba de
aquel que poseia base en la metapsicologia freudiana. Por otro lado critica la posición del psiquismo que
preponderan (la del yo), pues esta en realidad ha sido una adaptación del psicoanalisis a la vida
americana, destronando el inconciente como objeto del psicoanalisis. En conclusión, lo original y lo
subersivo, lo que rompe en la obra de Freud, es echado por tierra por ellos.
Dentro de la critica tambien se incluye a postfreudianos tales como Anna Freud, Melanie Klein,
Donald Winnicott y Ernest Jones. En Winnicott y Klein, la misma es mas tenue, reivindica algunos
aportes de estos.
En la critica a los postfreudianos, tambien incluye a los analistas presentes, pues se podria, según
Lacan, caer en cuestiones que pueden hacer peligrar los resultados, tales como escuchar desde el yo, dar
consejos, ser demasiado madre, padre, amigo…
“El analista es un lugar”, no es una persona (cuando esta en ese lugar). Cuando sostiene su lugar
de analista se espera una posición que no es la de otro yo. En ese lugar se trabaja con sujetos, sujetos del
inconsciente.
Lacan se propugna como “nuncio” del retorno a Freud. Como “emisario o representante”. Quiere
constituirse frente al alejamiento y desvirtuación de los conceptos del psicoanalisis y de la obra de
Freud. Denunciando las desviaciones en la teoria; y leyendo y rescatando minuciosamente los conceptos
freudianos. Es por su lectura minuciosa y rigurosa que se plantea que fue quien lo supo leer,
interrogandolo y rescatando textos que habian caido en el olvido. Textos en los que Freud habia
trabajado con la palabra como medio. Donde demuestra su valor, el valor de la palabra, para llegar al
verdadero conocimiento del inconciente.
Rescata tres textos de Freud:
- La interpretación de los sueños, publicada por Freud inicialmente en aleman,
en 1899, y fechada en 1900 por el editor.
- Psicopatologia de la vida cotidiana, publicada en 1901
- El chhiste y su relacion con lo inconciente, de 1905.
Estos textos le sirven a Lacan para demostrar ka afirmación que guia la primer epoca de su
enseñanza, “el inconciente como un lenguaje”, citando, por ejemplo, el olvido de Signorelli, desde una
perspectiva de trabajo linguistico, que lo llevaron al origen del olvido. Según Lacan, todos los
desplazamientos que hace Freud son por la via del lenguaje, por lo que Lacan llama “el significante”.
Según este, los mecanismos por los que se rige el inconciente son equivalentes a los mecanismos que
utilizamos al hablar, y que Lacan llama metafora, según analogia con Freud, condensación; y metonimia,
desde Freud, desplazamiento.

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CLASE Nº 1 EJE B:

Lacan entra al psicoanalisis con el texto “El estadio del espejo como formador de la funcion del
yo, tal como se nos revela en la experiencia psicoanalitica”. La primera intervención del texto, fechada
en 1936, en el congreso de psicoanalisis que se realizo en Marienbad, Francia, aunque el que se presenta
para trabajar no es el del 36, es de 1949, con un mejor trabajo sobre el texto, y siendo Lacan a su vez
mucho mas “psicoanalista” que en el 36. Aquí Lacan introduce en gran aporte, pues, el estadio del
espejo es un termino que pertenece a la psicologia comparada como base, a Baldwin, a Collier, pero
Lacan lo reformula desde una lectura freudiana de esta experiencia, y es entonces “el estadio del espejo
desde la experiencia psicoanalitica”, tal y como aquí se revela. En el texto se lo puede ver como
“formador del yo”, no tratandose del yo (je) sino del “moe”, del yo freudiano de la segunda topica, como
instancia psiquica; al yo del narcisismo. Ese es el que se forma en el estadio del espejo.
En el año 49 Lacan aun no habia hecho esta distinción entre je y moe pero si se desprende que
refiere a el yo que tiene que ver con la identificación, que es lo permitido por el estadio del espejo. El je
responde mas al yo que aparece en el discurso, el yo que toma la palabra, que habla de la posición
simbolica del sujeto. El moe queda del lado de la imagen especular, del lado del narcisismo, el de
“introducción al narcisismo” de Freud.
El estadio del espejo se fundamenta en dos afirmaciones de Freud en los siguientes textos:
- El yo y el ello.
Según Freud, “El yo es, sobre todo, una escencia cuerpo. Una superficie corporal, o mas bien, la
proyeccion de una superficie”… “ El yo se forma apartir de sensaciones corporales que parten de la
superficie del propio cuerpo”.
Ya Freud aquí esta afirmando que no hay un yo desde el vamos. Que nadie nace con un yo, sino
que es a construir; y ademas, que se construye a partir de sensaciones/percepciones, que en un primer
momento tiene que ver con el cuerpo. Es un yo cuerpo, un yo corporeo.
- Introduccion al narcisismo.
Freud afirma “En el pasaje del autoerotismo al narcisismo debe producirse una nueva accion
psiquica”. Lacan afirma cual es esa accion psiquica, esa nueva accion psiquica es el estadio del espejo
(la identificación especular).
El pasaje es dado desde la actividad autoerótica en donde no hay yo, donde hay un cuerpo
fragmentado; a el narcisismo, al erotismo, en donde si hay un cuerpo unificado, imprescindible para la
frmacion del yo.
Según Freud, “el yo es un objeto libidinal”. El narcisismo es eso, el yo tomado como objeto de la
libido. En el estadio del espejo aparece esta nueva accion psiquica, la identificación especular en el
espejo. Este es el primer efecto del retorno a Freud propuesto por Lacan.
A la luz del psicoanalisis da cuenta de la formación del yo por un proceso de identificación con la
imagen; el yo va a ser el resultado de identificarse con la imagen especular. Lacan lo situa entre los 6 y
los 18 meses, basado en la experiencia del chimpance y el niño, en el cual el niño reconoce su imagen en
el espejo como propia, no asi el chimpance, quien busca tras el espejo otro chimpance.
Ya en el primer parrafo del texto Lacan va a decir que este mecanismo lo va a abordar mediante
“la experiencia que de él nos da el psicoanálisis”, que nos revela de el. Experiencia que nos opone de
toda filosofia deribada directamente del cogito. Freud rompe con el sujeto cartesiano, se piensa ahí
donde precisamente no se pensaba pensar. O no se queria pensar. Y que mas que pensar, somos
pensados. Asi como mas que hablar, somos hablados. Uno se aferra al yo porque el yo crea la ilusion de
que nosotros somos dueños de nuestro lenguaje, que podemos hablar o pensar de acuerdo a nuestro
criterio. Esto sucede hasta que cometemos un fallido, un sueño o una idea obsesiva. Estos son ejemplos
de que no somos sujetos regidos por el cogito y que el yo no es dueño de su pensar. En realidad el yo es
una construccion, que la psicologia del yo se ocupo nuevamente de entronizar. Lo subersivo del
psicoanalisis no es la sexualidad infantil en si, sino el rechazo que produce la herida narcisista, un sujeto
que no se rige por el yo sino que es dividido, escindido.
No solo el chico se reconoce en el espejo, reconoce su imagen, sino que experimenta jubilo,
alegria iluminante. Se da cuenta de que es el y lo expresa como alegria, (la anticipación de la imagen
según Lacan), que en ese momento solo puede expresar mímicamente, pues hay logros que desde lo
biologico y lo neuronal aun no tiene. Pese a no tener, por ejemplo, marcha o posición erecta, si lo puede

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percibir. Tambien se trata de parar, comenzando a dar forma a este “cacho de carne”. Comienza a querer
tomar forma.
En relacion a la psicologia comaparada, se diferencia planteando el estadio del espejo como
“revelador de un dinamismo libidinal”. Se plantea como una fase por la que irremediablemente se tiene
que pasar, es necesario e imprescindible para la construccion de su yo. Esto no seria asi si no estaria en
juego el dinamismo libidinal, que es dado si el hijo ocupa lugar en el deseo de la madre. Quiere decir
entonces que tiene que haver una investidura libidinal para que esto se produzca. Según Freud, el hijo
ocupa el lugar de falo para la madre, esto es lo importante, que este investido libidinalmente como falo,
el cual es el representante del deseo, y en este caso, estamos hablando de la madre, o como bien
sabemos, quien ocupe ese lugar, pues como bien sabemos, el psicoanalisis se trata de lugares. No tiene
que ver en realidad con un “espejo”, no se necesita realmente de este objeto. El espejo es la mirada del
otro, del Otro primordial. Libidinizante. Sin el sosten de la mirada y de la palabra, sin la investidura
libidinal, sin que este en el lugar del deseo del otro, no se va a producir esta imagen especular. Se espera
que el primer lugar de uno sea el del falo de la madre.
Se define la identificación especular como “la transformación producida en el sujeto cuando
asume una imagen”. Esta imagen tiene efecto transformador y formador (del yo). Para ello tiene que
haber alli un otro con el cual identificarse. Existe una predestinacion a este efecto, definido como Imago,
lo cual representa un cliche, una impronta que le permite tomar un molde o un modelo. Este no es una
imagen, es la inscripción que queda incorporada en el psiquismo.
Infans: Niño que aun no puede hacer uso del lenguaje. “antes de objetivarse en la dialéctica de la
identificación con el otro y antes de que el lenguaje le restituya en lo universal su función de sujeto”.
“El hecho de que su imagen especular sea asumida jubilosamente por el ser sumido todavía en la
impotencia motriz y la dependencia de la lactancia que es el hombrecito en ese estadio infans, nos
parecerá por lo tanto que manifiesta, en una situación ejemplar, la matriz simbólica en la que el yo [je]
se precipita en una forma primordial, antes de objetivarse en la dialéctica de la identificación con el otro
y antes de que el lenguaje le restituya en lo universal su función de sujeto.”. Aca todavía no es un sujeto,
ni siquiera un yo, es un objeto. Pero la identificación especular le permite construir esa Imago, esa
matriz, apartir de la cual luego ira construyendo las otras identificaciones. Esto es abordado en sintonia
con Freud, quien planteaba que el yo era producto de las identificaciones. Por eso Lacan cita el conocido
termino freudiano de “yo ideal”, que es el yo del narcisismo.
En psicoanalisis hablamos de sujeto de y no de un yo autonomo. Por eso Lacan en su retorno a
Freud vuelve a estos textos freudianos( la interpretación de los sueños, psicopatología de la vida
cotidiana y el chiste . Para mostrar que el yo es una construccion imaginaria; que el yo no maneja la vida
psiquica. Lacan retorna a ello, pues los post freudianos crearon una interpretación erronea de Freud.
“Esta forma por lo demás debería más bien designarse como yo-ideal, si quisiéramos hacerla
entrar en un registro conocido (El del Freud), en el sentido de que será también el tronco de las
identificaciones secundarias, (el tronco de las otras identificaciones, que no serian posibles si primero no
se da esta)…”
“Es que la forma total del cuerpo, gracias a la cual el sujeto se adelanta (porque
neurologicamente todavía esta inmaduro, todavía es un cuerpo fragmentado, no es una totalidad. La
imagen especular le anticipa un logro que desde el punto de vista biologico aun no tiene) en un
espejismo a la maduración de su poder, no le es dada sino como Gestalt, es decir, en una exterioridad
donde sin duda esa forma es más constituyente que constituida, (constituyente del yo. Se muestra como
una gestalt unificada en una imagen fragmentada, que le muestra algo de lo que el carece. Por eso la
alegria y el jubilo) pero donde sobre todo le aparece en un relieve de estatura que la coagula y bajo una
simetría que la invierte, en oposición a la turbulencia de movimientos (del bebe)…”
“Que una Gestalt sea capaz de efectos formativos sobre el organismo (que vaya mas alla de lo
biologico, de lo neurologico) es cosa que puede atestiguarse por (…) la maduración de la gónada en la
paloma (que para madurar tiene que ver a otra paloma congenere, y que tiene tal preminencia lo
especular que igualmente su efecto se obtiene poniendo solamente un espejo)”. La diferencia es dada en
que el animal no habla. El animal no es un ser del lenguaje, por lo que en ellos lo que prima es lo
imaginario. La diferencia en el humano es dada por la mediatizacion de la palabra, por lo simbolico. Por
eso no somos solamente yo, no basta con la identificación imaginaria.

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CLASE II EJE A

Continua con estadio del espejo.


Lo define como una accion necesaria para construir el yo, el cuerpo y la realidad; de donde se
desprende que la unidad del cuerpo no proviene de las sensaciones organicas, de las sensaciones
propioseptivas (porque ellas le transmiten sensaciones de cuerpo fragmentado), sino que es la imagen
del semejante, del otro, que el chico percive en el espejo, con la que se va a identificar y la que le
posivilita pasar de la angustia del cuerpo fragmentado a la vivencia de el cuerpo unificado,
imprescindible para construir el yo.

Imagen del cuerpo  Identificacion con el otro semenajante. El yo es otro. Se aliena al identif con el otro
-------------------------
Cuerpo fragmentado Insuficiencia. Inmadurez neurobiologica. Fetalizacion. Incoord motriz.
Desamparo inicial.
El otro que aparece unificado y consistente le anticipa un logro del que el todavía
carece. Esa completad de la imagen que le anticipa su propio logro, que desde lo
neurologico y biologico aun no tiene.

Se identifica con una imagen que le ofrece algo que el todavía carece. Pues su realidad biologica
es la de un cuerpo fragmentado. La imagen captada, totalizadora, deja una marca, una inscripción
psiquica que Lacan llama Imago. Imago no es lo mismo que imagen, la Imago es el cliche que queda de
la imagen que queda percivida, incorporada en el psiquismo. Matriz que va a ser tronco de las
identificaciones posteriores necesarias para constituir el yo, las identificaciones secundarias.
En el caso por ejemplo de los niños no videntes, se recurre a lo planteado por lacan, en relacion a
que este proceso no seria posible sin la libidinizacion del Otro, primordial, gran Otro, que en este caso es
representado por la madre (o quien ocupe el lugar de, para todos los casos). Lo que hace posible el logro
de esta identificación es que haya un dinamismo libidinal; que ese chico ocupe un lugar para el deseo de
la madre. Si ocupa un lugar para el deseo de la madre, no solamente lo ve, sino que tambien lo mira; y el
mirar libidinizado de la madre, que tambien le habla (porque junto con la mirada de la madre esta la
palabra de la madre). Asi un chico ciego es libidinizado por la madre, es hablado por la madre, y eso ya
es imprescindible para construir su yo. Tambien el contacto, tambien en relacion a la palabra y a la
mirada. “Sin investidura libidinal no hay constitución de el yo posible”. Lo importante y escencial es
tener en cuenta que lugar ocupa en el deseo de la madre. Debe ocupar el lugar de falo para la madre.
Lacan plantea que el yo tiene una estructura paranoica, pues se contruye a partir de una
identificación alientante con el otro; “yo es otro”, en la cual se sostiene en el origen. Ahí esta lo
paranoico. Se identifica especularmente, sostenido en y por el otro, capturado en esta identificación.
La alineación imaginaria es la base de la paranoia. A otro que sabe de mi, sabe lo que pienso, que
hacer conmigo, etc. Cuando yo es otro, se vuelve perseguidor.
“La función del estadio del espejo se nos revela entonces como un caso particular de la función
de la imago, que es establecer una relación del organismo con su realidad”. El organismo, lo biologico,
que es puro cuerpo fragmentado, y que la Imago produce la primera division, primera identificación; el
mundo interno con el mundo externo.
Dehiscencia del organismo, una Discordia primordial de los neonatales (nace inacabado). La
noción objetiva del inacabamiento anatómico del sistema piramidal, como de ciertas remanencias
humorales del organismo materno, confirma (…) una verdadera prematuración específica del nacimiento
en el hombre”(como si naciera antes del pleno desarrollo). Este dato es reconocido como tal por los
embriólogos, bajo el término de fetalización. (Todo lo que si se desarrolla esta relacionado con la vision
y la percepción. El sistema perceptivo visual si esta desarrollado).
“Este desarrollo es vivido como una dialéctica temporal que proyecta decisivamente en historia
la formación del individuo: el estadio del espejo es un drama cuyo empuje interno se precipita de la
insuficiencia a la anticipación; (desde el punto de vista de la realidad organica, el chico de 6 a 18 meses
es insuficiente, casi en estado de fetalizacion, cuerpo fragmentado, incordinacion motriz, en un estado de
extrema dependencia respecto del otro, indefenzo, desamparado; y aquí es donde la imagen le anticipa
un logro que todavía no tiene, carece, un cuerpo como totalidad cuando aun es un cuerpo fragmentado;
por eso se aliena a la imagen, pues esta le muestra algo que el niño aun carece) y (…) , presa de la

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ilusión de la identificación espacial (el yo esta relacionado con la ilusion de la completad, ilusion de que
no hay falta)
Este cuerpo fragmentado, (…), se muestra regularmente en los sueños,(…). Pero esa forma se
muestra tangible en el plano orgánico mismo, en las líneas de fragilización que definen la anatomía
fantasiosa, manifiesta en los síntomas de escisión esquizoide o de espasmo, de la histeria. (son
regresiones al cuerpo fragmentado, o en la neurosis, por ejemplo en la histeria, tambien se hace
manifiesto, como bien dijo Freud, “la histeria corta al cuerpo como si la anatomia no existiese”. Por ello
la ilusion del cuerpo unificado es solamente ello, una ilusion. Ello no es un cuerpo biologico, es un
cuerpo libidinizado, atravezado por la palabra, capturado por el inconciente. La fragmentacion no es
biologica ni neurologica sino que alli entra en juego una fragmentacion que muestra que cuerpo y
organismo no tienen nada que ver)
El término "narcisismo primario" (Lacan rescata el termino freudiano de introducción del
narcisismo) con el que la doctrina designa la carga libidinal propia de ese momento (en el yo) revela en
sus inventores, a la luz de nuestra concepción, el más profundo sentimiento de las latencias de la
semántica. (esta palabra es interpretada por Lacan) Pero ella ilumina tanbién la oposición dinámica que
trataron de definir de esa libido a la libido sexual, cuando invocaron instintos de destrucción, y hasta de
muerte, para explicar la relación evidente de la libido narcisista con la función alienante del yo, con la
agresividad que se desprende de ella en toda relación con el otro, aunque fuese la de la ayuda más
samaritana. (El narcisismo primario se relaciona con la libido sobre el yo, con el estadio del espejo; la
identificación formadora del yo es la identificación narcisista. Por eso se evoca esta frase de Freud
“entre el autoerotismo y el narcisismo debe mediar una accion psiquica”. Lacan dira que esa accion
psiquica es el estadio del espejo. La libido en esaimagen unificada, en esa imagen del otro con la cual el
chico se identifica y queda ahí alienado. Pero Lacan agrega que toda identificación alienante, que en un
primer momento es aseguradora, necesaria, imprescindible, tiene tambien otra contratara. Pues produce
agresividad. Por eso no hay relacion amorosa sin ambibalencia, propia de la tension alienante. Ya en el
origen me constitui desde una posición de dependencia y alineación con el otro. Toda relacion narcisista
lleva implicito un estado de tension, de agresividad. “La ilusión de autonomía del yo”, por lo que este
para sostenerse como yo debe estar sostenido en la alienación de la imagen de un otro. Y por otro lado,
muchas veces el yo es manejado por el ello. “la metafora del jinete”.
La ruptura epistemologica de Freud, que profundiza Lacan

Introduccion del gran Otro

Si hay un gran Otro es porque hay otro. Este otro (a) es el de la imagen especular. El gran Otro
(A) es tomado de Freud, de su lectura exaustiva, que a su ves es tomada de este por una frase de
Fechner, fundador de la psicofisica. En la interpretación de los sueños, en el capitulo “las
particularidades psicologicas del sueño”, Freud cita una frase de Fechner, donde este ultimo afirma que
el sueño parece realizarse en otra escena de la vida psiquica. Freud rescata esta expresión como otra
localidad, otro lugar distinto de la conciencia. Lacan va a ir mas alla y va a decir que es una alteridad
radical; es una otredad totalmente diferente a los modos de funcionamiento y las leyes de la conciencia.
Lacan retoma esta idea de otra localidad psiquica y va a llamar al Otro concibiendolo como un lugar,
como el lugar del Otro; es un lugar ajeno al yo, es otra localidad. Por ello lo pone con mayuscula, para
resaltar mas esta cuestion de otredad y de alteridad. Mientras el Otro tiene que ver con la alteridad, el
otro minusculo tiene que ver con la identidad.
Lacan dice que “el Otro es el lugar del codigo”, el lugar del codigo linguistico, relacionado con
el lenguaje. Por eso va a decir que el inconciente es el discurso del Otro, por ello para Lacan el
inconciente esta en el discurso, solo que hay que saber escucharlo. La forma en la que se tiene de
acceder al inconciente es atravez de lo que nos viene del Otro. Los mensajes del inconciente son el
discurso del Otro. De la cadena significante, por el momento entendido como las palabras. En el caso del
olvido de Signorelli, encontramos un olvido con dos sustitutivos: Botichelli y Boltrafio. Desde Lacan se
puede preguntar de que lugar procedian estos; del lugar del Otro. De alli es de donde se emite el
mensaje. Del lugar del Otro es de donde se emite el mensaje, de donde el inconciente envia un mensaje
y que explica esto del inconciente como discurso del Otro. Un discurso que no es el del yo, un discurso
que va a tener que escuchar el analista.

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CLASE ll Eje B

Si decimos que el Otro es un lugar, una alteridad radical, no es una alteridad personal; puede ser
ocupado por una persona. Pero no es fijo. Por ejemplo, la madre en el lugar del Otro primordial, ahí es la
madre cumpliendo y sosteniendo ese lugar. Ese gran Otro modificador que es la madre. La madre como
lugar. La madre por ejemplo cuando introduce al niño al lenguaje esta ocupando ese lugar.
Introduccion al gran Otro
Lacan comienza el texto preguntando ¿porque no hablan los planetas?
“No somos en absoluto semejantes a planetas, cosa que podemos comprobar en todo momento;
pero esto no nos impide olvidarlo. Permanentemente tendemos a razonar sobre los hombres como si se
tratara de lunas, calculando sus masas, su gravitación”. Todo es calculable, medible.
“Pienso en una obra olvidada y que no era tan ilegible, pues probablemente no era su autor quien
la firmó: se llamaba Mein Kampf (mi lucha): Pues bien, en esta obra del tal Hitler, que ha perdido
mucho de su actualidad, se hablaba de las relaciones entre los hombres cual si fuesen relaciones entre
lunas. Y estamos tentados siempre de hacer una psicología y un psicoanálisis de lunas, cuando para
percibir la diferencia basta con remitirse inmediatamente a la experiencia”. Empieza aplicandolo a los
politicos, y a un politico totalitario, de masas, creyendo que los hombres no tienen nada para decir y que
su lider habla con ellos. Mussolini tambien es un ejemplo grafico de esto de considerar a los hombres
como lunas cuando en “su” Italia habia un lema que decia “Il duche pensa per me”, el conductor piensa
por mi. Lacan dice que los psicoanalistas no estamos libres de considerar a los hombres como lunas.
Plantearlo en un regimen totalitario tiene sentido pero desplazarlo al analista se consideraria cuanto
menos extraño.
“Hay que distinguir, por lo menos, dos otros: uno con una A mayúscula, y otro con una a
minúscula que es el yo. En la función de la palabra de quien se trata es del Otro”. En la funcion de la
palabra, que es la que interesa en analisis, de quien se trata es del Otro, refiere claramente sobre lo que
se tiene que escuchar.
“Le hice la pregunta (de los planetas) a un eminente filósofo, (…) me contestó: Porque no tienen
boca”. “En primera instancia, me decepcioné un poco. Siempre que uno se decepciona, está equivocado.
Nunca hay que decepcionarse de las respuestas que se reciben, porque si uno se decepciona, estupendo,
prueba de que fue una verdadera respuesta, es decir, aquello que precisamente no esperábamos”. Esta es
una cuestion que tiene que ver con la clinica. Que nos sirve como futuros analistas. Apunta a que nos
digan aquello que no esperabamos. En este caso ¿Quién se decepciona? El yo. Si el yo se decepciona,
recibe una respuesta que no esperaba, eso prueba que estamos en el buen camino. El analista tiene que
dar la respuesta que el yo no espera. Eso tiene que ver con la etica del analista, porque el analista no esta
para escuchar al yo, al contrario, esta para sorprender al yo, sacarlo del dispositivo, para que justamente
el yo reciba el mensaje no de otro yo, sino del Otro. El analista tiene que apuntar a eso. Es lo que hace
Freud con la joven homosexual, al hacer la intervención entre el “tirarse abajo” y “dar a luz”. Esto se ve
claramente en la clinica. Según afirma, siempre que nos decepcionamos, tuvimos éxito en el analisis.
Freud nos dice respecto a esto que la mejor prueba que se tiene de que se ha dado una interpretación
acertada es que el paciente diga nunca habia pensado en eso. “Pienso donde no soy”. Mientras se
decepcione el yo, se esta en el buen camino.
“En resumidas cuentas, la respuesta del filósofo no me decepcionó (...) la que se me dio es
sumamente esclarecedora, siempre y cuando se la sepa oír (el analista. Y devolverla como
interpretación.). Y yo estaba en excelentes condiciones para oírla, porque soy psiquiatra”.
“No tengo boca: oímos esto al comienzo de nuestra carrera, en los primeros servicios de
psiquiatría a los que llegamos como unos despistados. En medio de ese mundo milagroso nos
encontramos con damas muy añejas, con viejas solteronas, cuya primera declaración ante nosotros es:
No tengo boca. Ellas nos hacen saber que tampoco tienen estómago, y además que no morirán nunca. En
síntesis, tienen una relación muy grande con el mundo de las lunas. La única diferencia es que para esas
añejas damas, víctimas del llamado síndrome de Cotard, o delirio de negación, al fin y al cabo es verdad.
Están identificadas con una imagen donde falta toda hiancia, toda aspiración, todo vacío del deseo, o
sea, justamente lo que constituye la propiedad del orificio bucal (no hay demanda, no hay deseo). En la
medida en que se opera la identificación del ser con su imagen pura y simple, tampoco hay sitio para el
cambio, es decir, para la muerte. De eso se trata en su tema: están muertas y a la vez ya no pueden morir,

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son inmortales, como el deseo( es otras de las creencias de este sindrome, estan muertos pero justamente
se consideran inmortales; porque, porque el tiempo para ellos esta detenido, y si el tiempo esta detenido
se han vuelto inmortales, no hay tiempo, no hay limite que pone la muerte). En la medida en que aquí el
sujeto se identifica simbólicamente con lo imaginario, realiza en cierto modo el deseo.” Su saber
psiquiatrico le permite a lacan ir mas alla de la psiquiatria.
“Tratándose de esa ciencia humana por excelencia llamada psicoanálisis, ¿nuestra meta es llegar
al campo unificado y hacer de los hombres lunas? ¿Acaso los hacemos hablar tanto sólo para hacerlos
callar?” Advierte a los analistas para que ofrecemos hablar? Para después taparle la boca con una
interpretación, o con un consejo? O con algo que tiene que ver mas con nuestro yo que con la escucha
del inconciente. ¿Dónde esta lo esencial del analsis?
Critica a la psicologia del yo  “Leí por primera vez un artículo muy simpático sobre lo que
llaman la cura-tipo. Necesidad de mantener intactas las facultades de observación del yo, lo veo escrito
en negrita (Esto jamas fue afirmado por Freud, jamas dijo que el objetivo del analisis era este). Se habla
de un espejo, que es el analista: no está mal, pero el autor lo querría viviente. Me pregunto qué es un
espejo viviente (En que lugar se pone el analista; de otro yo? Que devuelve lo que el yo del paciente
quiere escuchar; pero Freud dice otra cosa). Si el pobre habla de espejo viviente es porque siente que en
esta historia hay algo que cojea. ¿Dónde está lo esencial del análisis? ¿Consiste el análisis en la
realización imaginaria del sujeto? El yo y el sujeto son confundidos, y se hace del yo una realidad, algo
que es, como se dice, integrativo o sea que mantiene al planeta unido”. Esta tambien es una
recomendación para nosotros pues siempre estamos tentados por el integrativismo, por integrar todo,
para tener seres totales, donde no se note la falta. Esto no es psicoanalisis. El psicoanalisis diferencia el
organismo del cuerpo y tambien diferencia el yo del sujeto.
“Se nos propone como meta del análisis redondear al yo, darle la forma esférica en que habrá
integrado definitivamente todos sus estados disgregados, fragmentarios, sus miembros esparcidos, sus
etapas pregenitales, sus pulsiones parciales, el pandemónium de sus ego fragmentados e innumerables.
Carrera del ego triunfante: tantos ego, tantos objetos”. Esta es una chitica a Anna Freud y una defensa a
Melanie Clein, que hablo de estos temas y nunca le dio un enfoque integrativista: pulsiones parciales,
posiciones diferentes, entre otras.
El problema es que vasta que el este ser se ponga a hablar para darnos cuenta de que esta
escindido, de que esa unidad no se puede sostener. Si por un conflicto psiquico uno puede hacer un
sintoma en el cuerpo, la mentada unidad ya esta disgregada. Si hay sintomas donde es claro que el
cuerpo o las funciones del cuerpo no responden como el sujeto quisiera que respondiesen, demuestra
esto una hiancia, una desarmonia, algo que uno quiere que funcione de una manera y termina
funcionando de otra; o no funcionando.

Esquema lambda
“Hoy quisiera proponerles un pequeño esquema que ilustrará los problemas suscitados por el yo
y el otro, el lenguaje y la palabra”. Aca Lacan va a distribuir estos lugares y donde va a tratar de
demostrar que el yo no es el sujeto. “Este esquema no sería un esquema si presentara una solución. Ni
siquiera es un modelo. Es sólo una manera de fijar las ideas, que una imperfección de nuestro espíritu
discursivo reclama”. Es un acercamiento al sujeto del psicoanalisis. “¿Es real el yo, es una luna, o es una
construcción imaginaria? (…) el yo es una construccion imaginaria” (de eso se trata lo visto en el
estadio del espejo). (Por eso se ubica en la relacion imaginaria en el esquema lambda, que esta formado
por el yo y el otro con minuscula.). Nada le quita al pobre yo el hecho de que sea imaginario (…) esto es
lo que tiene de bueno. Si no fuera imaginario no seríamos hombres, seríamos lunas. Lo cual no significa
que basta con que tengamos ese yo imaginario para ser hombres (no somos solamente un yo). También
podemos ser esa cosa intermedia llamada loco. Un loco es precisamente aquel que se adhiere a ese
imaginario, pura y simplemente” (esto se ve muy bien en el ejemplo del paranoico, donde por la falla
que hay en cuanto a lo simbolico, se trata de sostener en el eje imaginario; va a tratar de encontrar alli,
en el eje imaginario, lo elementos que le faltan en lo simbolico; eso le permite en la paranoia, sostenerse
en cierto lugar, pero siempre de alineación con el otro; cuanto mas uno esta alienado al yo, mas loco
esta).

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Esquema Lambda

Eje imaginario: a (m)  a’ (a) El otro del estadio del espejo


EL MURO DEL LENGUAJE es un muro para todo lo que viene del Otro, que viene de lo
inconciente, que es el discurso del Otro. El vector que viene del otro, cuando llega al eje imaginario se
encuentra con el muro después del cual el trazo no es pleno, es punteado. Ya no es pleno. Llegan las
formaciones del inconsciente pero de una manera fragmentada. Al muro que pone el yo, el muro de la
resistencia o la barrera resistencial es burlado por los sueños, fallidos, chistes. Eso es lo que se ubica en
la linea de puntos, siendo las formas que tiene el inconsciente de manifestarse. La deformación es tal
que el yo se desconoce (por ejemplo en los sueños); pero si se ocupa de que nos olvidemos pronto del
material aportado, ejerciendo sus funciones de la censura. Pero el inconsciente pese a ello tiene una
particularidad, que es la insistencia.
Lo imaginario aliena.

Eje simbolico
A S
Lo simbolico es lo que da lugares. Los establece.

Ex – sistencia  Es una forma que Lacan toma de Heidegger para separar ex (afuera) y sistir
(sostenerse). Cuando se menciona de esta manera quiere decir un sujeto que se sostiene afuera, pues el
nucleo de nuestro ser no esta en el yo, sino que es radicalmente otro, extraño y externo. Es un sujeto
distribuido en esos cuatro puntos. Los cuatro lugares.

Se debe recordar que los que nos rodean, tambien ellos tienen un lambda.
Siempre estamos con los cuatro lugares o puntos, no es que uno deja de tener un yo porque se
analice, sino que va a ocupar otro lugar en la vida, tal vez mas digno o menos alienado.
S  Corresponde al sujeto, al sujeto analitico, sujeto del inconsciente, sujeto sujetado del
lenguaje. Como lugar diferente al yo. En analisis apuntamos al sujeto dividido, barrado
a (m)  Yo como instancia psiquica. El moe. Se constituye por el otro especular. Nace alienado
al otro semejante.
a’ (a)  El otro como semejante, el de la imagen especular. Constituye al yo. Aquel con quien
yo me identifico y me reconozco, aquel que me es reciproco. Es otro yo.

“S es la letra S, pero también es el sujeto (para Lacan en esta epoca tiene que ver con un sujeto
sujetado al lenguaje, a la estructura del lenguaje), el sujeto analítico, es decir, no el sujeto en su totalidad
(en este momento del desarrollo Lacan aun no lo barra, no es sujeto barrado; pero si afirma que es el
sujeto en su incompletad, donde el sujeto esta barrado, escindido, entre lo que dice y lo que no dice,

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entre lo que sabe y lo que cree saber, entre lo que quiere y lo que desea; justamente hacia alli es donde
apunta la asociación libre, el metodo freudiano, justamente hablar como no quiere el yo que hablemos, a
que precisamente no hablemos como el yo quiere que hablemos; se apunta al analista en el lugar del
Otro, tratando de que aparezca el sujeto barrado; en un fallido aparecio el sujeto). Todo el tiempo nos
dan la lata con que se lo aborda en su totalidad. ¿Por qué iba a ser total? (…) Tal vez sea un ideal. Yo
nunca vi ninguno. (…) Si fuéramos totales, cada uno sería total por su lado y no estaríamos aquí, juntos,
tratando de organizarnos, como se dice (si fueramos totales estariamos llenos, satisfechos; nosotros
pedimos, por lo menos saber; que alguien nos satisfaga una demanda). Es el sujeto, no en su totalidad
sino en su abertura. Como de costumbre, no sabe lo que dice. Si supiera lo que dice no estaría ahí. Está
ahí, abajo a la derecha” (en eso que dice el Otro esconde una verdad; por eso Freud pide asociaciones al
soñante, no es el analista un interprete, tal y como este plantea, el analizante, el soñante, creyendo que
no sabe, tiene un saber, por eso le pedimos que asocie; Lacan va a decir que el inconsciente es un saber
no sabido; el analista debe tomar la postura de un espejo vacio).
“Dicho esto, es preciso no omitir nuestra suposición básica, la de los analistas: nosotros creemos
que hay otros sujetos aparte de nosotros, que hay relaciones auténticamente intersubjetivas. No
tendríamos motivo alguno para pensarlo si no fuera por el testimonio de aquello que carácteriza a la
intersubjetividad: que el sujeto puede mentirnos (por ejemplo decir yo miento es algo que solo puede
decir el sujeto humano; ya la frase en si es una paradoja; eso solamente lo puede hacer el sujeto humano,
a partir de que habla). Puede mentirnos porque la palabra no nos asegura respecto del significado, del
sentido. La mentira no tiene que ver con el engaño, sino que cuando uno habla siempre dice otra cosa
mas alla de lo que dice. Por eso puede hacer un chiste, por eso hablamos de significante. Aquí Lacan se
diferencia de Saussure al plantear que ningun significante esta adherido, soldado, fijado, a un
significado. No esta predeterminado para el significante. Quiere decir que si un paciente habla de arbol,
habria que ver si realmente se refiere a la planta arbol, pues bien podria referirse al arbol genealogico, al
arbol respiratorio o al arbol de leva. El sentido es contingente, es a verificar, a descubrir en el analisis.
Esto tambien es lo que permite el chiste, pues este tiene una estructura parecida a la mentira, porque es
decir algo y jugar con el desplazamiento freudiano del sentido; para hacer un chiste utilizamos los
mismos mecanismos del inconsciente (condensación y desplazamiento). En el caso de la intervención de
Freud respecto de la palabra NIEDERKOMMEN que dice esta paciente, ella quiere decir desde el yo
tirarse abajo, y Freud le da alli otro sentido, se desplaza el deseo de parir. Tambien en el chiste del
paciente que le dice al analista me siento mal y este le responde sientese bien. La palabra queda en
significado pero el sentido se desplaza.
La mentira plantea un problema que tiene como raiz la ambigüedad de la palabra, porque por su
propia naturaleza necesita armar una cadena asociativa para saber de que nos estan hablando, como por
ejemplo en el caso del arbol. Ninguna palabra se define a si misma. No hay significante que no remita a
mas de un sentido, remiten mas alla de lo que dicen. Pero no es el yo quien miente, es el sujeto. El yo
hace todos los esfuerzos por no mentir.
Los animales pueden dejar piestas falsas, pero no pueden dejar pistas falsamente falsas, tal y
como explica lacan con el chiste de los judios.
“(Los A, Ellos) están del otro lado del muro del lenguaje, allí donde en principio no los alcanzo
jamás (salvo que me analice). Fundamentalmente, a ellos apunto cada vez que pronuncio una verdadera
palabra, pero siempre alcanzo a a', a", por reflexión (por el discurso comun de yo a yo). Apunto
siempre a los verdaderos sujetos, y tengo que contentarme con sombras (lo enigmatico del sueño, lo
enigmatico del sintoma, esas son las sombras). El sujeto está separado de los Otros, los verdaderos, por
el muro del lenguaje”.
La palabra tiene que ver con el sujeto del inconciente, con esa palabra que nos viene del Otro, la
palabra verdadera, aquella que dice algo de la verdad del sujeto del inconciente. En tanto que el lenguaje
es del orden de la palabra vacia, de la queja, puesto hay palabra mas vacia que la queja. Ahí se debe
hacer algo que lo saque de la queja. El ejemplo claro es la maniobra que hizo Freud con Dora cuando
esta estaba inmersa en la queja. La queja es para goce del yo, pero ahí no aparece nada de la adiccion
subjetiva, y ademas no hay nada mas desimplicatorio que la queja; la queja para lo que sirve es para
desresponzabilizarse.
(Aca lacan va a separar palabra de lenguaje) “Si la palabra (ubicada en el eje simbolico, que
viene del Otro) se funda en la existencia del Otro, el verdadero; el lenguaje (ubicada en el eje

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imaginario, nos impide comprender lo que nos viene del Otro, nos funda y nos permite desconocerlo)
está hecho para remitirnos al otro objetivado, al otro con el que podemos hacer todo cuanto queremos,
incluido pensar que es un objeto, es decir, que no sabe lo que dice. Cuando nos servimos del lenguaje,
nuestra relación con el otro juega todo el tiempo en esa ambigüedad. Dicho en otros términos, el
lenguaje sirve tanto para fundarnos en el Otro como para impedirnos radicalmente comprenderlo. Y de
esto precisamente se trata en la experiencia analítica”.
“(…) El Urbild (imagen) especular, no sólo es imaginario sino ilusorio (porque esta sostenido por
la imagen del otro especular). (Critica a la psicologia del yo) Sobre este hecho se basa la inflexión
pervertida que desde hace algún tiempo viene tomando la técnica analítica (perversión de centrarse en el
yo, centrandose en lo ilusorio imaginario; y mucho mas perverso es si el que esta ahí como modelo
identificatorio es nada menos que el analista)”.
(Continua la critica a la psicologia del yo; a la tentacion de escuchar como un yo, como otro yo,
critica que no solo se aplica al pasado, sino que SIEMPRE y en toda su obra, puede ser aplicada a los
analistas actuales) APOLO DICE QUE ESTA PARTE HABLA DEL LUGAR DEL ANALISTA “El
sujeto reconcentra su propio yo imaginario esencialmente bajo la forma del yo del analista (Esto es
resistencial, los pacientes lo hacen y es el analista quien debe estar atento a desviar esta tendencia). Por
otra parte, este yo no resulta simplemente imaginario, porque la intervención hablada del analista se
concibe de manera expresa como un encuentro de yo a yo, como una proyección por el analista de
objetos precisos (Aquí hace referencia al yo del paciente y al yo del analista, ni siquiera es de
inconciente a inconciente). En esta perspectiva, el análisis siempre es representado y planificado en el
plano de la objetividad (Es decir, en el eje a a’). Lo que hay que procurar, como se escribe, es que el
sujeto pase de una realidad psíquica a una realidad verdadera, es decir, a una luna recompuesta en lo
imaginario, y muy exactamente, como tampoco se nos disimula, sobre el modelo del yo del analista
(Esta es la critica, pero no es un delirio de Lacan; Löwenstein, por mencionar un ejemplo dice que lo
que el paciente aprende del analista es a permitir que ciertos pensamientos se le hagan asequibles, y a
observarlos desde un punto de vista adquirido desde el analista; esto es lo que aquí esta criticando
Lacan; esto se pensaba y fundamentaba desde la psicologia del yo, en la suposición, siguiendo una
indicacion de Freud, que analista solo era aquel que habia pasado por su propio analisis, que lo habia
atravesado, lo cual esta bien y es necesario; pero se tomaban de esto para decir que entonces el yo del
analista es tan purificado y libre de conflictos que sirve de modelo de los pacientes, lo cual Freud no dijo
nunca; asi se lo mal leia a Freud, y trajo aparejado desde la psicologia del yo el trabajar para la
resistencia; lo que Freud siempre dijo es que el analista nunca debia representar, o sea nunca ubicarse en
el lugar del ideal del yo del paciente, porque eso es sugestion, es asi como tu analista debes ser). Existe
suficiente coherencia como para advertir que no es cuestión de adoctrinar ni de representar lo que debe
hacer uno en el mundo (Refiere al Ideal del yo, sino seria constituir una masa, adoctrinar, donde la masa
esta en el lugar del yo ideal y el lider en el lugar del ideal del yo; pero si un analisis es eso seria un
vinculo perverso; el problema no es que el sujeto lo ponga en el lugar del sujeto supuesto saber, sino que
el problema es dado cuando el analista se lo cree, se convertiria casi en el oraculo de Delfos; el propio
Freud reconocio que cuando el le dijo a Dora que es lo que tenia que hacer, la perdio como analizante)”.
“Si se forman analistas es para que haya sujetos tales que en ellos el yo esté ausente (Recalca el
yo este ausente, porque el analista apunta al sujeto y no al yo; por lo menos, que este sea el ideal del
analisis, porque no hay sujetos sin yo). Este es el ideal del análisis, que, desde luego, es siempre virtual.
Nunca hay un sujeto sin yo, un sujeto plenamente realizado, pero es esto lo que hay que intentar obtener
siempre del sujeto en análisis” (Explica porque el analista debe estar en el lugar del Otro). El análisis
debe apuntar al paso de una verdadera palabra, que reúna al sujeto con otro sujeto, del otro lado del
muro del lenguaje (a lo que apunta es a un cambio en la POSICION del sujeto, independientemente de
los sintomas). Es la relación última del sujeto con un Otro verdadero, con el Otro que da la respuesta que
no se espera, que define el punto terminal del análisis” (Por eso el analista en el lugar del Otro, pues
debe ser quien facilite que el discurso del Otro llegue al sujeto, aquel que facilite poder ir mas alla del
muro del lenguaje; que el sujeto se vincule con su Otro, no con el otro especular; facilitado el vinculo y
dirigido ese pasaje por el analista – Aquí lo relaciona con la lampara Trioda-).

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2 ejes o lugares del analista para el paciente en la transferencia:
El sujeto lo coloca en ambos lugares
- Vertiente imaginaria de la transferencia  Esto de “cuanto sabe mi analista”
Se habla de yo a yo
Es de donde el analista se tiene que correr, pero existe.

- Vertiente simbolica de la transferencia  El analista nunca va a saber tanto como para que el
sujeto no tenga que hablar, no tenga que asociar.
Por ejemplo, cuando lo pone en el lugar del padre.
En el esquema lambda, en esta epoca de Lacan, el analista va a ocupa el lugar del Otro.

El analista es un lugar lo mas lejano posible a un otro yo. Ya el hecho de decir que el analista es
un lugar, ya eso mismo lo aleja de la persona – analista, porque es un lugar. Entonces cuando esta como
analista no es una persona, si es una persona, no puedo decir tal o cual cosa por lo que va a pensar; si yo
digo esto no se lo voy a decir, es un punto ciego en el analisis.
En realidad, ninguno de los dos (analista y paciente) es una persona. Uno es un sujeto del
inconciente (con todo lo difícil y contradictorio), y el otro esta en el lugar del Otro. En el limite uno
tendria que escuchar las intervenciones como si fuera un Otro que le habla, como una alucinación, lo
mas lejos de la persona posible. El Otro de mi lambda que dijo eso. Como portavoz del inconciente.

“Durante todo el tiempo del análisis, con la sola condición de que el yo del analista tenga a bien
no estar ahí, con la sola condición de que el analista no sea un espejo viviente sino un espejo vacío (No
ofrecerle al analizante un modelo para que se identifique, no le dice asi como tu analista debes ser; para
espejo lleno ya tuvo al otro especular, imaginario; el analista no da modelos de ser; volvemos a que
Freud mismo reconcio como error ponerse en ese lugar, por ejemplo con Dora) (por eso lo del espejo
vacio, la funcion del analista es desaparecer en tanto yo; si el analista se forma es para que aprenda el
arte de sostenerse en el lugar del Otro y desaparecen en cuanto a semejante, desde ahí intervenir e
interpretar, como voz que viene del inconciente, del Otro). (…)Todo el progreso del análisis radica en el
desplazamiento progresivo de esa relación (El analista va desplazando su yo), que el sujeto puede captar
en todo instante, más allá del muro del lenguaje, como transferencia, que es de él y donde no se
reconoce (Donde no se reconoce es donde el yo no se reconoce). No se trata de reducir, como se escribe,
esa relación, sino de que el sujeto la asuma en su lugar. El análisis consiste en hacerle tomar conciencia
de sus relaciones, no con el yo del analista, sino con todos esos Otros que son sus verdaderos garantes, y
que no ha reconocido (El analista es el medio, el lugar donde van a aparecer todos esos Otros). Se trata
de que el sujeto descubra de una manera progresiva a qué Otro se dirige verdaderamente aún sin saberlo
(si se pelea con la pareja, tal vez la bronca no sea con la pareja, pero ¿a que otro se esta refiriendo?), y
de que asuma progresivamente las relaciones de transferencia en el lugar en que está, y donde en un
principio no sabía que estaba”
“A la frase de Freud, Wo war, soll Ich Ich (Donde ello era, debe yo advenir) puede dársele dos
sentidos. Tomen a este Es como la letra S (El sujeto queda del lado del ello, en cierta relacion con el
sujeto del inconciente; recordar que la cualidad del ello era ser todo inconciente). Allí está, siempre está
allí. Es el sujeto. Se conoce o no se conoce. Esto ni siquiera es lo más importante: tiene o no tiene la
palabra (Esto es lo importante). Al final del análisis es él quien debe tener la palabra, y entrar en relación
con los verdaderos Otros (lo que plantea es que el interes en analisis es el eje simbolico, el del discurso
del Otro, de A  S). Ahí donde el S estaba, ahí el Ich (yo) debe estar (que se acorte la distancia
realmente entre el yo y el sujeto, que el yo empiece a conocer un poco mas, que no se aferre en su
funcion de desconocimiento; que el yo le de paso al sujeto del inconciente, responsabilizándose de sus
dichos, de sus fallidos, haciendose cargo de que ese sintoma no es un fallido sino que le corresponde;
donde no se reconoce, como un sueño, se tiene que reconocer; de nuestra posición como sujetos somos
siempre responzables)”. (…) El sujeto reintegra auténticamente sus miembros disgregados (entre lo que
dijo y lo que queria decir), y reconoce, reunifica su experiencia (Responzable de lo que dijo)”.
“(Un yo fuerte) es perfectamente identificable a una forma de alienación, pariente de la paranoia
(El neurotico duda, el paranoico tiene certza). Que el sujeto acabe por creer en el yo es, una locura.
Gracias a Dios, el análisis lo consigue muy rara vez” (Por suerte el paciente abandona antes esa via)

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CLASE 3 Completa

En la psicosis, es otro dispositivo, ahí si uno puede decir no haga esto, no vaya a este lugar.
Ahí es otro terreno. Y si hay riesgo si lo dice, pero no es lo mismo una intervención para que no se
ponga en riesgo que un consejo. El dispositivo analitico freudiano esta pnsado para la NEUROSIS,
la psicosis es otro dispositivo.

La asociación libre implica hablar como el yo no quiere que se hable, el yo quiere que hablemos
con sentido, no asociando libremente; que cuando digamos arbol sepamos a que nos referimos, y no que
no sepamos de que arbol hablamos. Esta destinada al discurso del inconciente, porque el inconciente
esta en el discurso, solo hay que saberlo oir, escuchar.

Lacan va a hablar de la circulación de la palabra. Va a decir que es tributaria del inconsciente y


va a quedar demostrado en el esquema lambda. El discurso no se origina en el yo, sino en el Otro, en la
alteridad radical respecto del yo, a diferencia de a que es alteridad. El Otro como lugar del codigo, el
lugar que determina al sujeto, y alli de donde parte el discurso del inconsciente, disurso que vamos a
tratar de escuchar en un analisis. Tambien el Otro como el lugar del significante, por el momento, de la
palabra.
A es alteridad, a es identidad.
a’  a  eje imaginario. No se refiere a la imaginación, sino a la imagen, a la imagen especular,
gracias a la cual se forma el yo. Es donde se asienta el muro del lenguaje. Es muro porque obstaculiza,
interrumpe la relacion entre el otro y el sujeto. El vector es pleno hasta llegar al eje imaginario, y al
llegar, para llegar a S lo hace de una manera fragmentada, distorcionada, no plenamente. En la neurosis,
por accion de la represion, hay algo que queda “por debajo de la barra de la represion”, lo que impide
que los contenidos del inconsciente aparezcan en la conciencia. Pero ya sabemos que reprimido no
quiere decir suprimido, quiere decir que va a retornar. El sujeto cree que habla por su yo pero es halado
por el Otro. Ahí aparece por ejemplo un fallido. Es algo que escapa al control del yo sobre el discurso
del sujeto.
A  S  eje simbolico. El esquema muestra que la relacion entre el Otro y el sujeto, la relacion
del discurso del inconsciente, esta siempre bloqueada por el eje imaginario, que es donde se ubica el
muro del lenguaje, viendo una linea de puntos, donde podemos ubicar el retorno de lo reprimido, las
formaciones del inconsciente (sueño, fallido, olvido, chiste, y tambien el sintoma). El eje simbolico es el
discurso del inconsciente.

A, m, a, S.

Lacan comienza tomando el capitulo 3 de mas alla del principio del placer y toma al propio
Freud, desde la revision que el hace, no solo de la teoria sino de la tecnica psicoanalitica. El mismo
Freud se pone a historizar y destaca tres momentos de la historia del psicoanalisis, principalmente de la
practica de la clinica.
“Al comienzo del tercer capítulo de Más allá del principio del placer, Freud explica las etapas del
progreso del análisis. (…) (Freud marca un primer momento). Primeramente, dice, apuntamos a la
resolución del síntoma dando su significación. Mediante este proceder se obtuvieron algunas luces,
incluso algunos efectos (Cuando se apuntaba a interpretar el sintoma, donde el objetivo era el
levantamiento del sintoma, epoca de Freud y Breuer; efectivamente los sintomas se levantaban pero el
malestar o el conflicto de base esta).
R. P. BEIRNAERT:—¿Por qué?
Lo que les enseño no hace más que expresar la condición gracias a la cual lo que Freud dice es
posible. ¿Por qué?, pregunta usted. Porque el síntoma es en sí mismo, de punta a punta, significación,
esto es, verdad, verdad puesta en forma (El sintoma al mismo tiempo tapaba y expresaba algo de la
verdad del sujeto; el sintoma tiene estatuto de verdad; lo dice Freud en las conferencias sobre el
sintoma). Se distingue del indicio natural por el hecho de que ya está estructurado en términos de
significado y significante, con lo que esto implica, o sea el juego de significantes. En el interior mismo
de lo dado concreto del síntoma, ya hay precipitación en un material significante (Por eso se puede

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interpretar, se puede leer). El síntoma es el revés de un discurso (No esta claro en lo manifiesto, muestra
y a la vez oculta, esta anunciando algo, denunciando algo; dice algo que no puede decir de otra manera).
(…) El sujeto integra, en el conjunto de las significaciónes que ya ha admitido, la explicación
que usted le da, y esto no puede carecer de efecto, de manera puntual, en el análisis salvaje. Pero está
lejos de ser general (Se vio que esto apuntaba a lo particular, pero no iba a lo general de la neurosis, pues
de hecho, con el tiempo se hacia nuevamente otro sintoma, por eso pasa a la segunda etapa).
Por ese motivo pasamos a la segunda etapa, donde se reconoce la necesidad de la integración en
lo imaginario. Es preciso que surjan, no simplemente la comprensión de la significación, sino
propiamente hablando la reminiscencia, es decir, el paso a lo imaginario. En ese continuo imaginario que
llamamos yo, el enfermo tiene que reintegrar, tiene que reconocer como propio de él, tiene que integrar
en su biografía, la serie de las significaciónes que desconocía (O sea, la importancia que tenia ese
sintoma en su historia; no sirve una interpretación aislada si no se relaciona con la historia del sujeto;
este es un progreso pero no vasta; pues el psicoanalisis no se limita a la supresión del sintoma; por el
retorno de lo reprimido sabemos que va a volver).
Tercera etapa (Freud se da cuenta que lo que hacia difícil el trabajo analitico eran las
resistencias): se advierte que esto no alcanza, a saber, que hay una inercia propia de lo que ya está
estructurado en lo imaginario (Las resistencias tienen que ver con el yo). Lo principal, a lo largo de estos
esfuerzos, prosigue el texto, consigue recaer en las resistencias del enfermo. Ahora el arte está en
descubrir talas resistencias lo más rápidamente posible, mostrárselas al enfermo y moverlo, impulsarlo
mediante la influencia humana a ir abandonando dichas resistencias. El paso a la conciencia, el devenir
consciente de lo inconsciente, incluso por esa vía, no siempre es posible de alcanzar por completo
(Freud se da cuenta que hay un punto que se resiste a ser tramitado por via de la palabra, hay un limite,
barreras; la verdad del sujeto a la que pretendemos acceder, es imposible decirse toda)”.
“Freud insiste en que después de la reducción de las resistencias hay un residuo que puede ser lo
esencial. Introduce aquí la noción de repetición, Wiederbolung (Lo que queda sin trabajar, sin tramitar es
lo que se repite; esta tercera etapa, relacionada con las resistencias y con lo imposible de alcanzar por
completo, lo pone a Freud a un paso de la nocion de compulsión de repetición, que tambien incluye en
mas alla del principio de placer, porque lo que esta mas alla del principio de placer es la repeticon, pues
el inconciente trabaja y ese trabajo lo hace insistir; se da cuenta que la repetición es inherente al
inconciente). Esta consiste esencialmente, dice, en que del lado de lo que está reprimido, del lado de lo
inconsciente, no hay ninguna resistencia, sólo hay tendencia a repetirse (Del lado del inconciente no hay
resistencia, hay insistencia; marca que no es el inconciente el que se resiste; el inconciente insiste y el yo
resiste, la resistencia, obstaculo al progreso del analisis, a la interpretacoon y al esclarecimiento de los
sintomas, viene del yo, es un efecto del yo, por eso el analista no debe ocupar ese lugar, trabaja la
resistencia del yo si lo hace)”.
“En este mismo texto Freud subraya la originalidad de su nueva tópica. La simple connotación
cualitativa inconsciente/ consciente no es aquí esencial. La línea de clivaje no pasa entre inconsciente y
consciente sino entre, por una parte, algo que está reprimido y sólo tiende a repetirse, es decir, la palabra
que insiste, esa modulación inconsciente de la que les hablo, y, por la otra, algo que la obstruye y que
está organizado de otra manera, a saber, el yo (Las leyes y los mecanismos por los que se rige el
inconciente no son os mismos que los del yo; de ahí la importancia del lambda, del sentido de los
vectores; todos parten de A, el inconciente siempre insiste, lo que pasa es que se encuentra con algo que
lo obstruye, el muro del lenguaje, el eje imaginario, el yo). Si leen este texto a la luz de las nociones con
las que pienso haberlos familiarizado, verán que el yo es situado estrictamente como siendo del orden de
lo imaginario. Y Freud subraya que toda resistencia procede, como tal, de ese orden” (Ya para Freud la
resistencia es un efecto del yo, procede del yo).
“(Retoma los polos del lambda con la nueva nomenclatura) Comienzo por A, que es el Otro
radical, (…) el polo real de la relación subjetiva y al que Freud vincula la relación con el instinto de
muerte. Luego tienen m, el yo, y a, el otro, que no es un otro en absoluto (No es otra escena, no es otra
localidad, es otro que es yo, otro imaginario), ya que está esencialmente acoplado al yo, en una relación
siempre reflexiva (lo que se refleja en el espejo), intercambiable: el ego es siempre un altar-ego.”
“Tienen aquí S, que es a la vez el sujeto, el símbolo, y también el Es (El ello freudiano). La
realización simbólica del sujeto, que es siempre creación simbólica, es la relación que va de A a S. Ella

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es subyacente, inconsciente, esencial a toda situación subjetiva” (La relacion inconciente, la palabra
verdadera, la paabra que viene del Otro, escencial.
(Como se interpreto mal la teoria que algunos utilizaron para reforzar al yo) “De aquí partieron
muchos absurdos, alimentados por el término profundidad, que Freud habría podido evitar y que se ha
utilizado en forma tan desacertada (El inconciente no esta en lo profundo sino en la superficie del
discurso; las palabras son el instrumento esencial del tratamiento). Esto quiere decir que, a fin de
cuentas, el ser vivo no puede recibir, no puede registrar, sino lo que está hecho para recibir: más
exactamente, que sus funciones están hechas mucho más para no recibir que para recibir. El ser vivo no
ve, no oye lo que no es útil para su subsistencia biológica. Sólo que el ser humano, por su parte, va más
allá de lo real que le es biológicamente natural. Y ahí comienza el problema (El cuerpo se construye,
diferencia el ser biologico del ser humano, que es un ser hablante; ahí comienza justamente lo que no
anda, porque no estamos regulados por instintos, sino por pulsiones; y la pulsion no nos garantiza
respecto del objeto por su ser contingente, y porque no tenemos unicamente un cuerpo biologico, sino
tambien un cuerpo que construimos, un cuerpo habitado, atravezado, por el inconciente; por eso se
produce ahí una hiancia biologica, una escision; si bien tenemos por su puesto un organismo biologico,
lo biologico esta intrincado con lo psiquico, cosa que ya Freud abordo al referir que la sexualidad
humana era una psicosexualidad, para marcar que la sexualidad humana no era biologica)”.
¿Qué pasa en el hombre?  “En él hay que suponer cierta hiancia biológica, la que intento definir
cuando les hablo del estadio del espejo (Hiancia como falta o escicion, como abertura en lo biologico; lo
biologico no basta porque desde el punto de vista biologico nacemos inacabados, prematuros; la biologia
no le garantiza la supervivencia; el cuerpo como organimo no basta, no es suficiente; hay un estado de
fragmentacion, de desamparo, donde ni siquiera puede lograr la posición erecta, ya ahí lo biologico esta
herido, barrado por esta hiancia, por esto que no puede ser sin la intervención de otro, sino no puede
formar su yo, ni siquiera su cuerpo, por mas que tenga todas las funciones biologicas logradas). La
captación total del deseo, de la atención, supone ya la falta (Hay una falta en lo biologico, una
insuficiencia). La falta está ya ahí cuando hablo del deseo del sujeto humano en relación con su imagen,
de esa relación imaginaria extremadamente general que llaman narcisismo (Narcisismo como forma de
creer que no hay falta, el maximo estado de completad; pero para que haya narcisismo tuvo que haber
una falta”.
“Los sujetos vivos animales son sensibles a la imagen de su tipo. Punto absolutamente esencial,
al que se debe que toda la creación viviente no sea una inmensa orgía. Pero el ser humano tiene una
relación especial con la imagen que le es propia: relación de hiancia, de tensión alienante (TENSION
ALIENANTE, pues si bien la imagen y la identificación es necesaria, salvadora e imprescindible para la
construccion del yo, a esa imagen quedaba alienado, y esa alineación con la imagen produce una
tension, tension alienante, agresiva entre el yo y la imagen, porque por el lado de la imagen que se le
presenta como algo completo y logrado, correcto, y por el lado de el, tenemos la fragmentacion y la
desorganización; la imagen de la insuficiencia a la identificación; le anticipa un logro que desde lo
biologico no tiene; el costo de esto es una relacion de alienacin con la imagen que crea un estado de
tension agresiva, que no necesariamente pasa a la agresión, pero que produce un cierto estado de
tension, incomodidad; cuanto mas narcisistas son las relaciones, mas ambivalentes son y mas agresivas;
que es lo que salva de esto?). Ahí se inserta la posibilidad del orden de la presencia y de la ausencia, es
decir, del orden simbólico (Presencia ausencia, no una presencia omnipresente sino que empiece a haber
intervalos, ya mencionado por Freud en el desarrollo del Fort - Da). La tensión entre lo simbólico y lo
real está ahí subyacente. Es sustancial, si consienten ustedes en dar su sentido puramente etimológico al
término sustancia (Sentido aristotelico, lo que yace debajo, es un upoketmenon).
“Para todos los sujetos humanos que existen, la relación entre el A y el S siempre pasará por la
intermediación de esos sustratos imaginarios que son el yo y el otro y que constituyen los cimientos
imaginarios del objeto: A, m, a, S” (Repaso del lambda).
(Ejemplo de la lampara trioda para graficar lo que se espera que sea la funcion del analista)
“Tratemos de hacer un poco de linterna mágica. Caeremos en la baja mecánica, que es la enemiga del
hombre, imaginando que en el punto de intersección de la dirección simbólica y el paso por lo
imaginario hay una lámpara tríoda. Supongamos que una corriente pase al circuito. Si hay vacío, del
cátodo al ánodo se produce un bombardeo electrónico gracias al cual la corriente pasa. Fuera del ánodo
y del cátodo hay un tercer oda, transversal. Pueden hacer pasar por él la corriente, positivizando, de tal

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forma que los electrones sean conducidos hacia el ánodo, o bien negativizando, deteniendo en seco el
proceso: lo que emana del negativo se ve rechazado por el negativo que ustedes interponen (Ustedes
como los analistas; imaginamos que en el discurso que va de A a S, en el eje imaginario donde esta el
muro, porngo el tercer odo, un refuerzo, con el cual puedo amplificar o aumentar el sonido o detener la
circulación de la corriente; es el analista el que ahí puede positivizar o negativizar, el analista es el tercer
odo, que facilita la circulación de la palabra que viene del inconciente o puede obstaculizarla; este
ejemplo esta para reconocer esta cuestion de que si el analista trabaja para la resistencia o si trabaja para
el discurso del inconciente; de acuerdo a por ejemplo, las intervenciones del analista, podra ser o no un
obstaculo)”. “(…) Lo imaginario está así en la posición de interrumpir, cortar, escandir lo que sucede a
nivel del circuito” (Porque sabemos que el eje imaginario siempre tiende a cortar o obstaculizar, a hacer
de muro del circuito de la palabra plena que va de A a S; el tercer odo facilita o obstruye el paso de la
corriente; el analista tiene ese poder, pero lo tiene que saber usar, el analista es el tercer odo; puede
obstaculizar cuando se pone como otro yo, cuando trata al analizante como una persona, (-cuando esta
en analisis-)).
Aquí Lacan hace una modificacion de la teoria de la comunicación: La tradicional forma:
Forma de comunicación de yo a yo:
EMISOR  CANAL  MENSAJE  RECEPTOR. Luego el receptor emite una respuesta y se
convierte en EMISOR.
Pero que pasa cuando estamos en el terreno de los dos ejes, de las dos dimensiones del la
comunicación:
EL EMISOR ES SIEMPRE Y AL MISMO TIEMPO UN RECEPTOR: La palabra viene del
Otro, y me da a mi lugar de sujeto.
“A partir de aquí las necesidades del lenguaje y las de la comunicación interhumana son fáciles
de comprender. Conocen ustedes esos mensajes que el sujeto emite bajo una forma que los estructura,
los gramaticaliza, como procedentes del otro, bajo una forma invertida. Cuando un sujeto le dice a otro
eres mi maestro o eres mi mujer, esto quiere decir exactamente lo contrario (O sea lo coloca al otro en el
lugar de discipulo o de marido, por eso el emisor es siempre al mismo tiempo un receptor, no es de yo a
yo, es de un lugar al otro; casarse por ejemplo, responzabiliza, no es lo mismo, habla de otra
determinación simbolica, proponer casamiento me pone en el lugar de marido; el paso por lo simbolico
determina, por lo que no hay mensajes unilaterales, siempre uno es responzable cuando se dirige a otro,
del lugar que le corresponde; no es de un yo a otro, sino que es una cuestion de lugares; decir por
ejemplo, sos mi alumno, me pone a mi en el lugar de profesor, y el lugar de profesor no es el de amigom
de aquí por ejemplo que el padre no sea el espermatozoide, lo biologico, sino que padre es el que se
responzabiliza y sostiene ese lugar; en el analisis apuntamos a eso; cuando vos ocupas un lugar se espera
que cumplas una funcion, que sea util o inútil a ella, que siempre va a tener sus fallas; la funcion del
analista es no ocupar la funcion de otro yo, si se pone en el lugar del Otro, no tiene porque estar en el
lugar del yo).
Vuelve sobre el ejemplo de la lampara trioda para afirmar y enfatizar que la resistencia viene del
eje imaginario, que corta el circuito de la circulación entre A y S, probocando un obstaculo entre la
circulación “del anodo al catodo”, de A a S. Lo que agrega Lacan es que quien tiene el poder de manejar
el tercer odo, que amplifica o corta, es el analista; el eje a a’ obstaculiza la palabra de A. si el analista se
ubica en el eje a a’, corta el circuito que viene del Otro; por eso Lacan dice que el peor obstaculo es el
pone el analista, y la resistencia que cuenta es la resistencia del analista, pues el analista tiene la facultad
de facilitar el circuito de la palabra verdadera, de A a S, o de frenarlo, o bloquearlo, cuando escucha
desde su propio yo, sus prejuicios, desde una opinión “como un yo opino” o desde la teoria; por eso
Lacan insiste de cuidarse de comprender. La resistencia se convierte en obstaculo principal es que el
analista ponga obstaculo para el paso de la palabra verdadera, lo que es reforzado con el ejemplo de la
lampara trioda.
El esquema de la comunicación de emisor receptor tambien es lo transforma, transforma la
relacion entre estos desde el concepto de el gran Otro, porque el lenguaje no es algo que creamos
nosotros, es algo que recibimos, es algo que nos esta esperando y que no nos queda otra que aceptar, y
que nos vino del Otro con mayuscula; el emisor es tambien un receptor porque es en el lenguaje del Otro
y desde el lenguaje del Otro que habla, hablo en una lengua que no elegi, impuesta, por ese Otro
(materno por ejemplo), que le da al bebe ese primer baño de lenguaje, pero que preexiste al sujeto. Esa

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frase (“El emisor recibe del receptor el mensaje en forma invertida”) no tiene que ver solamente en el
sentido del discurso, sino que la acojida que tenga ese mensaje tambien depende del lugar que el sujeto
tenga para el Otro. El receptor, el otro al que le digo tu eres mi mujer, le devuelve al emisor su propio
mensaje quien es, lo define como un sujeto, el sujeto marido, profesor, o el lugar que ocupe, según lo
definido por Lacan como “la dialectica del reconocimiento”, en donde el sujeto para ser tal, para
definirse como sujeto y no como un yo, debe ser reconocido por el Otro, es el Otro el que al devolverle
el mensaje lo reconoce como tal, el Otro es el que le da ese lugar; ningun sujeto puede definirse a si
mismo, necesita del otro con el cual relacionarse en una posición simbolica, la de hijo, profesor, nieto,
abuelo, en la que solo se puede ubicar en relacion al Otro que lo reconoce como tal. Esa posición del
Otro define la posición simbolica del nieto, y es importante por ejemplo en la clinica del duelo, donde es
importante no solo por el otro que perdi sino tambien por el lugar que perdi; y me tendre que posicionar
de otra manera ante el Otro; no hay peor cosa que no ser reconocido por el Otro, porque todo eso tiene
que ver con el orden simbolico.
Tambien tiene que ver con el discurso del inconciente, al cometer un fallido recibe del receptor el
mensaje de forma invertida. El Otro habla y le hace decir algo que es inverso a lo que el yo queria decir.
“Este progreso se realiza por el efecto de transferencia, el cual pasa en otra parte que no es
aquella donde pasa la tendencia repetitiva. Lo que insiste, lo que sólo pasa, acontece entre A y S (El
inconciente insiste, el que resiste es el yo). La transferencia, por su parte, pasa entre m y a. Y sólo en la
medida en que el m aprende paulatinamente, por así decir, a ponerse en concordancia con el discurso
fundamental, puede ser tratado de la misma manera en que es tratado el A, es decir, paulatinamente
ligado al S (Siguendo a Freud, donde ello era, debe yo advenir, que se de paso al sujeto mas alla del yo,
que el yo aprenda paulatinamente a aceptar en vez de negar, aceptar que esta habitado por otra instancia,
por algo que el nomaneja).
“Toda experiencia analítica es una experiencia de significación (Fundamentalmente, el sintoma
tiene un sentido, por lo tanto, el sintoma es una significación que viene del Otro, desconocida por el
sujeto, que no se sabe el sentido del sintoma, o del sueño; el analisis, desde el trabajo analitico y la
interpretación, hace surgir una significación nueva; el sujeto va a descubir, gracias al analisis, el sentido,
la significación, de sus sintomas, lo que le quieren decir). (…) El sujeto descubre por intermedio del
análisis su verdad, es decir, la significación que cobran en su destino particular esos datos de partida que
le son propios y que podernos decir son lo que le tocó en suerte” (Su verdad, la verdad del sujeto, no la
del yo, la verdad del deseo inconciene; el sujeto no eligio, le vinieron del Otro, de su historia infantil, de
su novela familiar, pero el debe aceptar y ver que hace con ello, que significación tiene eso en su destino
particular; particular, por lo que no todos los sintomas son interpretables de la misma manera).
“El yo se inscribe en lo imaginario (El registro imaginario es el del yo y su imagen, donde yo es
otro, ma). Todo lo que es del yo se inscribe en las tensiones imaginarias, como el resto de las
tensiones libidinales. Libido y yo están del mismo lado. El narcisismo es libidinal (Es la libido en el yo).
El yo no es una potencia superior, ni un puro espíritu, ni una instancia autónoma, ni una esfera sin
conflictos-como se osa escribir-sobre la cual tendríamos que tomar apoyo (Freud nunca dijo que el yo
era el mejor aliado, el mayor apoyo y que se debia alcanzar su autonomia).
“Al orden simbólico, a la vez no-siendo e insistiendo en ser, apunta Freud cuando nos habla
del instinto de muerte como lo más fundamental: un orden simbólico naciendo, viniendo,
insistiendo en ser realizado” ( No siendo como parte reprimida, pero insistiendo en ser, y sabiendo que
en esa insistencia algo de lo simbolico pasa como linea de puntos, las formaciones del inconciente;
porque lo que esta mas alla del principio de placer tiene que ver con esa insistencia, con la falta de
homeostasis, que es lo que se da cuenta Freud, que el equilibrio que pretende el principio de placer es
violado por el mas alla, por la insistencia que es del orden de la pulsion, de las representaciones del
inconciente)

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La bascula del deseo y las fluctuaciones de la libido

“¿Qué significa decir Yo (Je)? ¿Significa acaso lo mismo que el ego, concepto analítico? Desde
aquí debe partirse (Ya Lacan tiene mas clara la diferencia entre je y mua, el ego queda del lado del mua,
del yo de la segunda topica, del yo engañoso; y va a hablar del je, que es cuando en el discurso el sujeto
toma la palabra; una cosa es el yo como totalidad, identificado con el otro, y otra cosa es cuando ese
hombre empieza a decir yo, cuando empieza a hablar).
“Yo (je) es un término verbal cuyo empleo es aprendido en una cierta referencia al otro,
referencia que es una referencia hablada. El yo (je) nace en referencia al tú (Cuando el chico empieza a
hablar tambien confirma esto, lo hace en relacion a otro; al chico le cuesta decir yo, por eso utiliza las
referencias al otro – el nene quiere- o por ahí construye mal – agua quiere-; en el hablar tambien esta la
referencia al otro). (…) Como si se pudiera, así como así, estar seguro sobre este asunto, y deducirlo de
esa primera torpeza del niño con los pronombres personales (Que no es torpeza sino que es inherente a
su constitución como yo). El niño repite la frase que se le ha dicho con el tú, en lugar de hacer la
inversión y emplear yo (je). Se trata de una vacilación en la aprehensión del lenguaje. No tenemos
derecho alguno a ir más allá. Sin embargo, esto basta para darse cuenta que el yo (je) se constituye, en
primer lugar, en una experiencia de lenguaje, en referencia al tú (Es decir al otro minúsculo) y que lo
hace en una relación donde el otro le manifiesta... ¿qué? órdenes, deseos, que él debe reconocer; órdenes
y deseos de su padre, su madre, sus maestros, o bien de sus pares y camaradas (Todos los otros con
quienes se relaciona)”.
“Al comienzo, el niño tiene, ciertamente, pocas posibilidades de hacer reconocer sus propios
deseos, salvo en la forma más inmediata (Por ejemplo agua quiere, que no es un deseo sino una
demanda). No sabemos nada, al menos en el origen, sobre el punto preciso de resonancia donde se sitúa
el individuo para ese pequeño sujeto. Eso es lo que le hace ser tan desgraciado (Desgraciado en el
sentido de inherte, en extrema dependencia del otro, pues ni siquiera tiene deseos propios, lo cual es
coherente pues no es sujeto de deseo). ¿Cómo lograría además reconocer sus deseos? Nada sabe de
ellos. Digamos que tenemos todas las razones para pensar que nada sabe de ellos. Nos lo demuestra, a
nosotros analistas, nuestra experiencia con los adultos (Los adultos tampoco saben nada del deseo
inconciente que los habita)”.
En efecto, los adultos deben buscar sus deseos. De no ser así, no necesitarían del análisis. Lo cual
nos señala hasta qué punto están separados de lo que está relaciónado con su yo (moi), a saber de lo que
pueden hacer reconocer como propio (Ignorancia que tiene que ver con el no saber, y es un no saber
respecto de sus deseos, el deseo como inconciente, que no tiene nada que ver con el yo quiero).
¿Qué es la ignorancia? Ciertamente se trata de una noción dialéctica, pues sólo se constituye
como tal en la perspectiva de la verdad. Si el sujeto no se sitúa en referencia a la verdad, no hay
entonces ignorancia. Si el sujeto no comienza a interrogarse acerca de lo que es y de lo que no es,
entonces no hay razón alguna para que haya algo verdadero y algo falso, y ni siquiera para que, más allá,
haya realidad y apariencia (Es una ignorancia, no saber respecto del deseo, que para el analista, el deseo
esta en relacion con la verdad, la verdad es la verdad del deseo inconciente, una verdad a revelar, que no
la sabe el sujeto y menos aun el analista; es una verdad que el sujeto no sabe que sabe, que desconoce
que sabe).
En el análisis, desde el momento en que comprometemos al sujeto, implícitamente, en una
búsqueda de la verdad, comenzamos a constituir su ignorancia. Somos nosotros quienes creamos esta
situación y, por consiguiente, dicha ignorancia. Cuando decimos que el yo no sabe nada acerca de los
deseos del sujeto es porque la elaboración de la experiencia, en el pensamiento de Freud, nos lo enseña.
Esta ignorancia no es pues una pura y simple ignorancia. Es lo que está expresado concretamente en el
proceso de la Verneinung (Negacion, la negacion es un concepto freudiano), y que se llama en el
conjunto estático del sujeto, desconocimiento (Por un lado ignorancia y por otro desconocimiento, que
no son lo mismo).
Desconocimiento no es ignorancia. El desconocimiento representa cierta organización de
afirmaciones y negaciones a las que está apegado el sujeto. No podemos pues concebir el
desconocimiento sin un conocimiento correlativo. Si el sujeto puede desconocer algo, tiene que saber de
algún modo en torno a que ha operado esta función. Tras su desconocimiento tiene que haber cierto
conocimiento de lo que tiene que desconocer (Aquí esta la escision del sujeto, entre un yo que

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desconoce y un sujeto del inconciente que es del orden de un saber no sabido, el desconocimiento versus
la ignorancia).
“Tomemos el ejemplo de un delirante que vive en el desconocimiento de la muerte de uno de sus
allegados. Sería erróneo creer que lo confunde con un ser vivo. Desconoce, o rehusa reconocer que está
muerto. Sin embargo, la actividad que despliega a través de su comportamiento nos indica que sabe que
hay algo que no quiere reconocer” (Por eso arma el delirio; no lo confunde con un ser vivo, sino que
sabe que esta muerto pero rechaza esa opcion, no lo reconoce como muerto pero sabe que esta muerto
porque por esa negacion arma el delirio, que es restitutivo; es hacer algo con algo que se sabe).
“¿Qué es entonces este desconocimiento implicado detrás de la función del yo, que es
esencialmente función de conocimiento? (Juega con la filosofia y la psicologia, con el dicho de que la
funcion del yo es conocer, Lacan juega con esto y lo da vuelta, diciendo que la funcion que caracteriza al
yo es la de DESCONOCER; y que desconoce, fundamentalmente dos cosas; primero desconoce que esta
en una relacion de alineación con el otro, que se constituyo gracias a el, y que es yo por estar alienado al
otro, que puede decir yo porque en un momento vino ahí una imagen para hacerle creer que esta
completo, desconoce la alineación imaginaria con el otro; la otra fuente de desconocimiento es que esta
habitado por el orden simbolico, desconoce que es hablado por el Otro, tal como nos muestra el lambda;
por eso la asociación libre esta destinada a burlar al yo, porque es hablar de una manera que el yo no se
banca, no quiere hablar; por eso Lacan dice que el analisis tiene como funcion achicar este
desconocimiento, acortar la distancia, porque desconocerlo lleva a sintomas) Este es el punto a través
del cual abordaremos la problemática del yo. Quizá sea éste el origen efectivo, concreto, de nuestra
experiencia; nos entregamos ante lo analizable a una operación de mántica; en otros términos a una
operación de traducción que apunta a desatar una verdad, más allá del lenguaje del sujeto, ambigüo
(Porque habla desde el yo; por eso puede hacer un chiste, puede tener un o mas sentidos) en el plano del
conocimiento. Para avanzar en este registro, es preciso preguntarse qué es ese conocimiento que orienta
y dirige el desconocimiento” (El yo orienta y dirige eso, esta alienado a esto).

Ignorancia  Que tiene que ver con el no saber, y es un no saber respecto de sus deseos, el
deseo como inconciente, que no tiene nada que ver con el yo quiero.
Tiene que ver con el saber inconciente, con el saber no sabido. La ignorancia de
las ignorancias es el deseo. Es totalmente desconocido por el yo.
Tiene que ver con lo que el sujeto ignora, no sabe, y que en realidad es un saber no
sabido, en el analisis se puede develar, adquirir; es del orden del inconciente.
El hombre de las ratas no sabia de sus deseos de muerte dirigidos al padre; eso era
un saber no sabido.
Le pedimos siguiendo a Freud, asociaciones al soñante porque el saber esta en el
soñante, no en el analista. El sueño esta del lado de la ignorancia, es un no saber
sobre el deseo inconciente, y en el analisis apuntamos a eso, a ese no sabe que
sabe; sino no le pediriamos asociaciones
Desconocimiento  El que no sabe nada de los deseos del sujeto es el yo.
Fundamentalmente dos cosas: La alineación imaginaria y el orden simbolico que
lo habita.

El eje simbolico A - S es el lugar de la palabra verdadera o plena, la cual es verdadera porque


dice algo de la verdad del inconciente, dice algo del deseo inconciente, de la verdad del sujeto, la que
uno devela en analisis.

“En el hombre no ocurre nada semejante (A lo que ocurre en los animales). La anarquía de sus
pulsiones más elementales está demostrada por la experiencia analítica (Autoerotismo). Sus
comportamientos parciales, su relación con el objeto- el objeto libidinal- están sometidos a una
diversidad de avatares. La síntesis fracasa. ¿Qué corresponde pues, en el hombre, a ese conocimiento
innato que conforma, realmente, para el animal, una guía para la vida? Debe aislarse aquí la función que
para el hombre desempeña la imagen de su propio cuerpo, señalando a la vez que ella también reviste
gran importancia para el animal. (Comenta brevemente el estadio del espejo)”

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“Saben que la actitud del niño, entre los 6 y los 18 meses, frente a un espejo, nos informa sobre
la relación fundamental del individuo humano con la imagen. (…) Pero es cierto que no subraya
verdaderamente cuál es su rasgo fundamental: su carácter exaltante (El jubilo que experimenta ante esa
imagen que se le presenta como total, frente a su propia vivencia de cuerpo fragmentado). Lo más
importante no es la aparición de esta conducta a los 6 meses sino su ocaso a los 18 meses. En efecto,
súbitamente, la conducta del niño cambia por completo, como lo he mostrado el año pasado, para no ser
más que una experiencia, una experiencia entre otras, sobre las cuales puede ejercer el niño una
actividad de control y de juego instrumental. Desaparecen todos los signos tan marcadamente
acentuados en el período anterior. (Es una experiencia que deja su marca, haber pasado por la
identificación imaginaria, haber pasado por el estadio del espejo deja una marca; por algo se la
identificación a la Imago especular es tronco de las identificaciones posteriores y que ademas, esta
relacion del yo y el otro va a estar presente en toda relacion narcisista que el sujeto constituya, mas alla
de su edad)
Aquí aparece la bascula, que quiere decir balanza, oscilación que hace la aguja en las balanzas de
aguja, que oscila entre un peso y otro. “Continuemos. El momento en que el estadio del espejo
desaparece presenta una analogía con el movimiento de báscula que se produce en ciertos momentos del
desarrollo psíquico. Lo podemos verificar en esos fenómenos de transitivismo (Cuando el chico tiene
una conducta o una actitud con otro chico al que confunde de alguna manera con su semejante; tiene que
ver con la identificación al semejante; transitivismo es fenomeno de bascula; el yo se confunde con el
otro, o el yo se confunde con el objeto, entonces entre el niño y su semejante existe esta relacion de
bascula, esta relacion de un espejo inestable, que va y viene, entre el yo y el semejante) en los cuales la
acción del niño equivale, para él, a la acción del otro. El niño dice: Francisco me pegó, cuando en
realidad fue él quien pegó a Francisco. Entre el niño y su semejante existe un espejo inestable. ¿Cómo
explicar estos fenómenos?” (No es que miente el chico, sino que toma la conducta del otro como propia,
a veces hasta le pega al otro y el pegador se acaricia su mejilla en el espejo, simétricamente; lo que
demuestra es el movimiento de bascula, el es Francisco y Francisco es el; el yo se confunde con el
objeto)
“Hay un momento en el cual se produce para el niño, a través de la mediación de la imagen del
otro, la asunción jubilatoria de un dominio que aún no ha alcanzado. Sin embargo, el sujeto se muestra
totalmente capaz de asumir este dominio en su interior. Movimiento de báscula” (Cuando tiene adelante
a un chico de la misma edad, o de edad similar, algo que oscila, bascula entre el yo y el otro semejante).
Aquí Lacan evoca algo dicho por Freud en el yo y el ello respecto de que el yo se forma a partir
de una superficie, y es una superficie del cuerpo; Lacan dice que esa superficie se refleja para el chico en
una forma, en la forma del otro, y la tiene que asumir, que tomar, que identificar, para construir su yo,
por eso la alineación con el otro. No se trata de la superficie sensible, sensorial, impresionada, sino de
esa superficie en tanto está reflejada en una forma.
“La imagen de la forma del otro es asumida por el sujeto. Está situada en su interior, (Se ha
identificado, la ha introyectado) es gracias a esta superficie que, en la psicología humana, se introduce
esa relación del adentro con el afuera por la cual el sujeto se sabe, se conoce como cuerpo”. Por otra
parte, ésta es la única diferencia verdaderamente fundamental entre la psicología humana y la psicología
animal. El hombre sabe que es un cuerpo, cuando en realidad no hay ninguna razón para que lo sepa,
puesto que está en su interior. También el animal está en su interior, pero no tenemos razón alguna para
pensar que se lo representa así (Podria decir que el hombre no es un cuerpo como es el animal, sino que
tiene un cuerpo y lo tiene gracias a la identificación; el yo es al principio un yo corporal; el cuerpo es un
cuerpo construido, no biologico en el ser hablante, se construye por via de la identificacion).
“El hombre se aprehende como cuerpo (Se tiene que identificar, tiene que armar y construir un
cuerpo; tal como lo muestra por ejemplo la histerica, que por ejemplo su pierna anatomo funcionalmente
esta bien pero no camina, entonces es la representación del cuerpo lo que esta afectada, no el organismo,
el cuerpo de la medicina), como forma vacía del cuerpo, en un movimiento de báscula, de intercambio
con el otro (Esto es lo que el yo desconoce). Asimismo, aprenderá a reconocer invertido en el otro todo
lo que en él está entonces en estado de puro deseo, deseo originario, inconstituido y confuso, deseo que
se expresa en el vagido del niño (O sea, el niño empieza a construir algo del orden del deseo tambien a
partir de lo que ve en el otro imaginario). Aprenderá, pues aún no lo ha aprendido, tan sólo cuando
pongamos en juego la comunicación”.

20
Antes que el deseo aprenda a reconocerse por lo simbolico, o sea cuando el chico toma la palabra
y empieza a hablar, primero es visto en el otro, en el semenjante, antes del lenguaje. SIEMPRE EL
DESEO ES EL DESEO DEL OTRO. En un plano es el otro imaginario, en la relacion imaginaria, y
después sera el otro simbolico.
En el movimiento de bascula se ve muy bien que yo soy el otro. El chico toma la conducta del
otro como propia. Y viceversa, porque siempre es reflexiba la relacion del otro especular. Este es el
movimiento de bascula que nos dice lacan.
La primer forma de reconocer el deseo es en el plano imaginario, donde solo es visto en el otro,
alienado en el otro.
“En el origen, antes del lenguaje, el deseo sólo existe en el plano único de la relación imaginaria
del estadio especular; existe proyectado, alienado en el otro. La tensión que provoca no tiene salida. (La
identificación imaginaria, la relacion con el otro, provoca un estado de tension alientante, de
AGRESIVIDAD, que es inherente a ese modo de identificación imaginario, alienante). Es decir que no
tiene otra salida- Hegel lo enseña- que la destrucción del otro (Es yo o el otro)”.
“En esta relación, el deseo del sujeto sólo puede confirmarse en una competencia, en una
rivalidad absoluta con el otro por el objeto hacia el cual tiende (Los dos chicos con una sola pelota por
ejemplo). Cada vez que nos aproximamos, en un sujeto, a esta alienación primordial, se genera la
agresividad más radical (La alineación genera tension agresiva): el deseo de la desaparición del otro, en
tanto el otro soporta el deseo del sujeto (La relacion imaginaria entre el yo y el otro siempre desemboca
en la destrucción de uno de los dos)”.
“Es ésta una función central. La relación existente entre el sujeto y su Urbild (Imago), su Ideal-
Ich (Yo; el del narcisismo freudiano), por la que accede a la función imaginaria y aprende a reconocerse
como forma, siempre puede bascular (Entre el yo y el otro, entre el yo y la imagen, ma). Cada vez que
el sujeto se aprehende como forma y como yo, cada vez que se constituye en su estatuto, en su estatura,
en su estática, su deseo se proyecta hacia afuera. Su consecuencia es la imposibilidad de toda
coexistencia humana (La relacion imaginaria, cerrada, entre yo y el otro, no deja lugar para dos; LA
UNICA SALIDA PARA ESTO ES LA MEDIACION SIMBOLICA, la palabra, donde si ahí se situa al
Otro)”.
“Sin embargo, a Dios gracias, el sujeto está en el mundo del símbolo, es decir en un mundo de
otros que hablan. Su deseo puede pasar entonces por la mediación del reconocimiento. De no ser así,
toda función humana se agotaría en el anhelo indefinido de la destrucción del otro como tal (Si no hay
palabra, si no hay ahí un tercero que impone una cierta legalidad, que es destensionante)”.
“Inversamente cada vez que, en el fenómeno del otro, surge algo que permite de nuevo al sujeto
volver a proyectar, volver a completar, a nutrir- como dice Freud en algún sitio- la imagen del Ideal-Ich
(YO), cada vez que de modo analógico vuelve a producirse la asunción jubilatoria del estadio del espejo,
cada vez que el sujeto es cautivado por uno de sus semejantes, el deseo retorna entonces al sujeto. Pero
retorna verbalizado (Retorna por la distancia que pone la palabra; la cual es tranquilizadora,
mediadora)”.
“En otros términos, cada vez que se producen las identificaciones objetares del Ideal-Ich, aparece
ese fenómeno sobre el que he llamado la atención de ustedes desde el comienzo: la Verliebtheit
(Enamoramiento). La diferencia entre la Verliebtheit y la transferencia es que la Verliebtheit no se
produce automáticamente: requiere ciertas condiciones determinadas por la evolución del sujeto
(Enamorarse es del orden de la fascinación imaginaria)”
“Freud escribe que el yo está formado por la sucesión de las identificaciones con los objetos
amados que le permitieron adquirir su forma (El tronco es la identificación con la Imago; es una
sucesion de capaz identificatorias el yo, y recurro a una de las determinadas capaz en ciertas
circunstancias). El yo es un objeto que se asemeja a una cebolla: si pudiéramos pelarlo encontraríamos
las sucesivas identificaciones que lo construyeron.”
“El gesto de Caín, para realizarse del modo más espontáneo, hasta diría del modo más triunfante,
no requiere gran culpabilidad (Cain que levanta una piedra para romperle la cabeza a Abel). Ella no
experimentaba ningún sentimiento de culpa: Yo romper cabeza a Francisco. Lo decía con seguridad y
tranquilidad. No por ello le auguro el porvenir de una criminal. Sólo manifestaba la estructura más
fundamental del ser humano en el plano imaginario: destruir a quien es la sede de la alienación (Como
forma de salida a esta relacion de disputa por un solo lugar, la destrucción del otro).

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“No olviden que, cuando Freud aisló el masoquismo primordial (Existencia del mas alla del
principio de placer; sueño, repetición en transferencia, y juego del Fort da), lo encarnó precisamente en
un juego infantil. En un niño que tiene, precisamente, 18 meses. Freud nos dice que el niño sustituye la
tensión dolorosa, generada por la experiencia inevitable de la presencia y la ausencia del objeto amado,
por un juego en el cual él mismo maneja la ausencia y la presencia como tales, y se complace además en
gobernarlas. Lo hace con un pequeño carretel atado al extremo de un hilo, al que arroja y vuelve a
recoger (Y que ademas se acompaña de dos fonemas: O y A”.
“Lo importante no es que el niño pronuncie las palabras Fort / Da, que en su lengua materna
equivalen a Lejos/Aquí; por otra parte sólo las pronuncia de manera aproximativa (Dos voceles). Lo
importante es que hay allí, desde el origen, una primera manifestación de lenguaje (El ingreso de lo
simbolico, algo que nombra la presencia y ausencia de la madre). Mediante esta oposición fonemática el
niño trasciende, lleva a un plano simbólico, el fenómeno de la presencia y de la ausencia. Se convierte
en amo de la cosa, en la medida en que, justamente, la destruye (Porque la madre se tiene que ir para que
pueda armar el juego; son las ausencias de la madre las que posibilitan que se arme el juego; primero
juega al O y en un segundo momento integra el A; el objeto madre pasa al plano del lenguaje, se
transforma en un objeto con una funcion simbolica, y entonces en base a eso puede jugar a que la madre
se va y que la madre vuelve, y para esto la madre se tiene que ir; lo simboliza con el juego, los dos
fonemas y la ayuda del carretel; se evoca la presencia sobre un fondo de ausencia, por eso Lacan dice
que se convierte en amo de la cosa en la medida en que la destruye, ya no demanda la omnipresencia de
la madre, aprendio a hacer algo con eso; un juego y ademas simbolico, un juego que representa algo;
obviamente que hay un progreso a el momento cuando queria un autito que tenia otro nene, donde no
podia mancarse no tener, no podia bancarse la falta). ESTANDO AHÍ, SIN CORRERSE LA MADRE,
NO DA LUGAR AL DESEO, PORQUE PARA QUE HAYA DESEO TIENE QUE HABER UNA
FALTA; SI NADA FALTA NADA DESEO. ES CUANDO LA MADRE FALTA QUE SE PONE EN
MOVIMIENTO ESTE JUEGO.
“Ven ustedes aquí que- desde antes de la introducción del no, de la negativa al otro, en la que el
sujeto aprende a constituirse, lo que Hyppolite nos mostró el otro día - la negativización del simple
llamado, la manifestación de una simple pareja de símbolos ante el fenómeno contrastado (El O y el A)
de la presencia y la ausencia, es decir, la introducción del símbolo, invierte las posiciones. La ausencia
es evocada en la presencia y la presencia en la ausencia (Porque cuando el objeto esta cerca la madre no
esta, y cuando la madre esta presente, lo arroja; representa con el juego via el simbolo las presencias y
ausencias de la madre; lo simbolico tiene que ver con esto, con la perdida, con la no complementariedad,
la ilusion de complementareidad es el narcisismo, la relacion imaginaria, yo soy el otro, y el otro soy yo,
nos complementamos; la relacion simbolica implica que ya no hay mas complemetariedad, que algo se
pierda, porque la madre con sus presencias y ausencias puede ser evocada porque no esta; por eso va a
decir evocando a Hegel que la palabra mata a la cosa)”.
“El símbolo permite esta inversión, es decir, anula la cosa existente, abre el mundo de la
negatividad, el cual constituye a la vez el discurso del sujeto humano y la realidad de su mundo en tanto
humano (Es el simbolo lo que lo hace hombre al hombre, no es que porque es hombre habla, sino que al
revez, es el simbolo, la palabra que lo preexiste la que le da estatuto de sujeto humano; sabemos que la
palabra lo precede, o sea ya entonces estamos en la dimencion de estos dos registros, el registro
imaginario y el registro simbolico)”.
“La relación imaginaria primordial brinda el marco fundamental de todo erotismo posible (Lacan
habla del estadio del espejo como revelador de un dinamismo libidinal, o sea, hay libido en juego; asi
como el narcisismo es la libido en el yo). El objeto de Eros en tanto tal deberá someterse a esta
condición (Todo enamoramiento tiene una base narcisista). La relación objetar siempre debe someterse
al marco narcisista e inscribirse en él. Ciertamente, lo trasciende (Es lo esperable), pero lo hace de modo
tal que resulta imposible su realización en el plano imaginario (No puede darse en ese plano,
prescindiendo de lo simbolico). Esto constituye para el sujeto, la necesidad de lo que llamaré amor (Que
tiene que ver con el narcisismo; el estadio del espejo no es solo que la madre lo mire, tambien le habla;
implica en su dimensaion simbolica a la palabra)”.
“Por esta vía se comprende la técnica analítica. En ella se sueltan las amarras de la relación
hablada, se rompe la relación de cortesía, de respeto, de obediencia respecto al otro (Se rompe el querer
quedar bien con el analista, esto de que va a pensar el analista de mi; se rompe con la relacion narcisista

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especular del analista y yo, como dos yoes). El término asociación libre define muy mal aquello de lo
que se trata: son las amarras de la conversación con el otro las que intentamos cortar. A partir de ese
momento, el sujeto dispone de cierta movilidad en ese universo de lenguaje donde lo hacemos penetrar
(Que se mueva, que se desplace, que se le ocurre con tal cosa; que haga las cadenas de desplazamiento,
que haya movilidad; hablar como el yo no quiere, rompiendo esa unidad entre arbol y el signo, no del
arbol que puede ser el genealogico, como en el chiste o en la asociación libre)”.

LAS FLUCTUACIONES DE LA LIBIDO

El registro imaginario tiene que ver fundamentalmente con la imagen especular, con la
fascinación que genera, y que es imprescindible para la formación del yo; tiene que ver con la
identificación narcisista, con el yo ideal, que es el yo del narcisismo, y que se constituye a partir de la
imagen del semenjante. Pero cuales son las consecuencias de esta identificación; si bien por un lado
permite la construccion del yo, anticipa un logro que el sujeto todavía no tienen, porque en la realidad el
es insuficiente, fragmentado, inmaduro; sin embargo tambien lo condena a la alineación, que produce un
estado de tension, de agresividad, y ademas, obviamente, lo deja en el desconocimiento. Por eso Lacan
dice que el yo es desconocimiento.
Hay una tension pero se debe tener cuidado, porque esta ahí, no necesariamente pasa a la
agresión, a veces si; pero a veces respecto de la palabra, eso se frena, se tranquiliza.
Aquí va a quedar mas explicita la cuestion del deseo; habiamos visto el deseo en el plano
imaginario, y ahora vamos a ver que pasa con el deseo en sus dos dimensiones. Aqui lacan dice “El
deseo del hombre es el deseo del otro; aquí otro aun con minuscula.
“La fórmula el deseo del hombre es el deseo del otro, como toda fórmula debe ser utilizada en su
justo lugar. No es válida en un sentido único (No es valida solo en el sentido imaginario, querer lo que
tiene el otro). Vale en el plano del que hemos partido: el de la captación imaginaria. Pero, como señalé al
final de la última sesión, no se limita a él. Si así fuera, lo demostré en forma mítica, no habría, fuera de
esa mutua y radical intolerancia a la coexistencia de las conciencias, como se expresa Hegel, ninguna
otra relación interhumana posible: cualquier otro seria esencialmente aquel que frustra al ser humano, no
sólo en su objeto, sino en la forma misma de su deseo (Es insostenible si fuera solo en el plano
imaginario; esto esta basado en el concepto hegeliano de la dialectica del amo y el esclavo)”.
“Existe entre los seres humanos una relación destructora y mortal (Porque toda relacion esta
atravezada por el narcisismo, por la tension agresiva entre el yo y el otro; por eso decia que aun la
relacion mas samaritana siempre tendra algo al menos subyacente de destrucción del otro; todo vinculo
amoroso esta teñido de ambibalencia; se ve muy bien en los vinculos entre padres e hijos). Siempre está
allí presente, en forma subyacente (Una relacion imaginaria condenada a la ambibalencia, aun la mas
amorosa.”
“Es preciso profundizar la noción de agresividad que utilizamos en forma un tanto burda (Separa
agresividad de agresión). Se cree que la agresividad es la agresión. Sin embargo, no tienen nada que ver
la una con la otra. Sólo en su límite, virtualmente, la agresividad se resuelve en agresión (Solo en su
limite, cuando se agoto la via simbolica, cuando realmente no alcanza la palabra, cuando no hay nada
que se interponga como recurso; Lacan dice que la agresión es una forma de resolver la agresividad;
obviamente no es la unica). Pero la agresión nada tiene que ver con la realidad vital: es un acto
existencial vinculado a una relación imaginaria (Ahí tiene su fundamento, en la relacion imaginaria,
especular, que introduce esta agresividad que va a estar subyacente en toda relacion humana, por eso
toda relacion humana es ambibalente; no solo pasa de los 6 a los 18 meses, ahí se constituye, pero lo
llevamos, lo tenemos; cuando lo simbolico falla no se termina hasta que no se destruye). Esta es una
clave que permite volver a pensar muchos problemas, no sólo los nuestros, en un registro
completamente diferente”.
“En el sujeto humano, el deseo es realizado en el otro, por el otro. Es éste el segundo tiempo, el
tiempo especular, el momento en que el sujeto ha integrado la forma del yo. Pero sólo pudo integrarla
después de un primer juego de báscula, por el cual, precisamente, cambió su yo por ese deseo que ve en
el otro (Esto es lo imaginario; en el tiempo especular, como producto de la identificación imaginaria del
estadio del espejo, cuando el sujeto constituye su yo, sale de ahí en esta posición, la posición imaginaria,
en la posición de yo soy el otro; todavía no aparecio la dimension simbolica; o sea el tiempo especular,

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antes del lenguaje, de que el chico hable, cuando aun dice el nene quiere; cambio su yo por ese deseo
que ve en el otro, quiere la pelota que tiene el otro, porque yo soy el otro; ahí esta en condiciones de
ingresar la otra dimencion, la dimension simbolica, la del otro con mayuscula; tener cuidado que aquí
aun no lo escribe con mayuscula). A partir de entonces, el deseo del otro, que es el deseo del hombre,
entra en la mediatización del lenguaje. (Si hablo del lenguaje, hablo del Otro, el Otro que nombra, el del
reconocimiento que le viene del Otro; ahí ya estamos en la relacion simbolica; no dejamos el plano
imaginario, pero se construye el lambda; se encuentra algo que se puede hacer con esa tension producto
de la relacion imaginaria, que viene por el Otro, que lo reconoce sin que sea necesario que le rompa la
cabeza a la hermana para ser el objeto de deseo de la madre; cuando no hay mediación del Otro es yo o
mi hermana; cuando aparece el Otro con la dimencion del lenguaje, eso ya no es necesario, ya no
necesita aniquilar al par para ocupar un lugar en el deseo; la marca de lo imaginario es la tension; lo que
pasa es que no hay que pensarlo en terminos de Piagget; veamos que en el enamoramiento aun esta en
juego lo imaginario, como en el cuento de la media naranja, la creencia de la completad; pero como ya
sabemos desde Freud, la falta va a seguir estando por suerte; porque ningun objeto es el objeto, sino
seria la muerte; eso nos mantiene vivos). Es en el Otro, por el Otro, que el deseo es nombrado. Entra en
la relación simbólica del yo (je) y el tú, en una relación de reconocimiento recíproco y de trascendencia,
en el orden de una ley ya preparada para incluir la historia de cada individuo. (De la identificaron
alienante que produce tension agrevisa consigue la mediatizacion del lenguaje; el lugar que cada
individuo ocupa en el deseo del Otro, con las consecuencias positivas y negativas que eso tiene; siempre
es peor ocupar de nada, es preferible ocupar algun lugar)
“He hablado del Fort y del Da. Se trata de un ejemplo del modo en que el niño entra
naturalmente en este juego. Comienza a jugar con el objeto, más exactamente, con el sólo hecho de su
presencia y su ausencia (No es mas la madre, es el objeto transformado, es el juego simbolico, permite
transformar algo). Se trata pues de un objeto transformado, un objeto con función simbólica, un objeto
desvitalizado que es ya un signo. Cuando el objeto está cerca el niño lo expulsa, cuando no está allí lo
llama. Mediante estos primeros juegos, el objeto pasa, casi de modo natural, al plano del lenguaje. El
símbolo emerge y se vuelve más importante que el objeto. (Es decir mas importante que la presencia de
la madre es que pueda jugar a la presencia y la ausencia de la madre; tiene que haber estado y haberse
ido.
“Lo he repetido tantas veces. Si no logran metérselo en la cabeza... La palabra o el concepto
no es, para el ser humano, más que la palabra en su materialidad. Es la cosa misma. No es
simplemente una sombra, un soplo, una ilusión virtual de la cosa; es la cosa misma”.
“Reflexionen un poco en lo real. Porque la palabra elefante existe en la lengua de los hombres, el
elefante ha entrado en sus deliberaciones, los hombres pudieron tomar respecto a ellos, incluso antes de
tocarlos, resoluciones mucho más decisivas para estos paquidermos que cualquier otra cosa ocurrida en
su historia; el cruce de un río o la esterilización natural de un bosque. Sólo con la palabra elefante y el
modo en que la utilizan los hombres, les ocurren a los elefantes cosas, favorables o desfavorables, fastas
o nefastas, pero de todos modos catastróficas, antes incluso de que se haya alzado hacia ellos un arco o
un fusil.” (Esto es interesante porque permite vincular los tres registros, imaginario simbolico y real; la
palabra elefante transformo al elefante, es porque el elefante existe en el lenguaje del hombre que al
elefante le empezaron a pasar cosas, cosas que van desde ser cazados y muertos por sus colmillos hasta
tambien para utilizarlos en el transportes, o para tambien que haya asociaciones que los preserven; el
elefante tuvo consecuencias apartir de que fue atravezado por lo simbolico, por el lenguaje, incluso el
hecho de llamarse elefante, porque ese nombre es un atributo simbolico, no existe en lo real, lo saco de
lo real el nombrarlo; según terminos freudianos, eso que era si no hubiera hombres, eso es lo real; una
cosa es el cuerpo en lo real, biologico, fragmentado, y después un cuerpo como totalidad; pero ya desde
que es un embrión tiene un nombre, ya esta determinado por el significante; esto se ve mucho mas en los
animales domesticos, en el precio que paga a favor y en contra por ser un ser vivo atravezado por el
significante, le ponemos un nombre, come ravioles, le ponen una mantita, y cada vez esta mas lejos de lo
real animal, porque esta atravezado por lo simbolico, es el precio que el perro paga por haberlo llamado
perro).
Lacan dice que no hace falta que traiga aca un elefante para que todos sepan a que nos referimos.
Entonces la palabra de alguna manera mato lo real del elefante, la cosa del elefante. Ahí esta la relacion

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con la pulsion de muerte, que esta arraigada tambien en lo simbolico. Desde el ejemplo del Fort Da el
concepto esta donde la cosa no esta; entonces la madre no tiene que estar para que se abra el juego.

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4- La báscula del deseo


El Modelo que sirve de referencia: esquema óptico.

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Punto O: imagen real en el interior del sujeto
Punto O’: imagen virtual de la imagen real que el sujeto percibe
O y O’ tratan de algo que se refiere a la constitución del Yo-Ideal: origen imaginario, especular del yo.
Hay estrecha relación entre la formación del yo y la formación del objeto. El problema del
narcisismo surge porque son correlativos y su aparición es contemporánea.
El momento en que el estadio del espejo desaparece presenta una analogía con un movimiento de
báscula que se produce en ciertos momentos del desarrollo psíquico.
Hay un momento en que se produce la asunción jubilosa, a través de la mediación de la imagen
del otro. El sujeto se muestra capaz de asumir el dominio en el interior, aún cuando su organismo no se
lo permite. Movimiento de báscula, de intercambio con el otro.
Sólo lo asume como forma vacía, envoltorio de dominio, Freud señala que debe tener una
relación muy especial con la superficie del cuerpo. Superficie reflejada en tanto forma. No hay forma sin
superficie. Gracias a esta superficie es que se produce esa relación del adentro con el afuera por el cual
el sujeto se sabe, se conoce como cuerpo. Diferencia entre la psicología animal y la humana. El hombre
sabe que es un cuerpo.
Aprenderá a reconocer invertido en el otro todo lo que en él está en estado de puro deseo, deseo
originario, in constituido y confuso. Aprenderá solo cuando pongamos en juego la comunicación. Antes
que el deseo aprenda a reconocerse por el símbolo, solo es visto en el otro.
En el origen, antes del lenguaje, sólo existe en el plano único de la relación imaginaria del estadio
especular, proyectado, alienado en el otro. La tensión que provoca no tiene salida más que la destrucción
del otro. El deseo sólo puede confirmarse en una competencia, en una rivalidad absoluta con el otro por
el objeto hacia el cual tiende. Cada vez que nos aproximamos en el sujeto a esta alienación primordial se
genera la agresividad más radical: el deseo de la desaparición del otro, en tanto el otro soporta el deseo
del sujeto.
La relación imaginaria existente entre el sujeto y su Yo ideal siempre puede bascular. Cada vez
que el sujeto se aprehende como forma y como yo, su deseo se proyecta hacia fuera. Como consecuencia
tenemos la imposibilidad de toda coexistencia humana (El otro tiene lo que yo deseo). Por suerte, el
sujeto está en el mundo del símbolo: un mundo en que los otros hablan. Su deseo puede pasar por la
mediación del reconocimiento. Inversamente, cada vez que en el fenómeno del otro surge algo que
permite de nuevo al sujeto volver a proyectar, volver a completarse, a nutrir la imagen del Yo Ideal, cada
vz que vuelve a producirse jubilatoria mente la asunción del estadio del espejo, cada vez que el sujeto es
cautivado por uno de sus semejantes, el deseo retorna al sujeto, pero verbalizado.
La libido de la relación primitiva, la que carga la imagen necesariamente debido a la
prematuración inicial, es la del orden del amor. No es del mismo nivel que la que se relaciona con el
objeto genital. Vemos aquí una primera libido y una segunda libido. La primera está en relación con la
prematuración, con el orden vital, la segunda responde a una primera maduración del deseo, va más allá.
Hay entonces un cambio radical de nivel en la relación del deseo humano con la imagen del otro.
La relación imaginaria narcisista pasa al plano del enamoramiento. La imagen cautivante, narcisista, se
halla cargada con enamoramiento, que corresponde fenomenológicamente al registro del amor.
Llenar, desbordar, la hiancia primitiva de la libido del sujeto inmaduro, depende de una
maduración interna vinculada a su evolución vital. La libido pregenital es el punto sensible, el punto de
espejismo entre Eros y Tanatos: amor y odio. Papel crucial de la libido desexualizada del yo en la
posibilidad de reversión, de viraje instantáneo del odio en amor, del amor en odio. La reacción agresiva
a la rivalidad edípica está vinculada con uno de estos cambios de nivel. El padre constituye una de las
figuras imaginarias más manifiestas del Yo ideal, como tal cargado de enamoramiento. Aparece entonces
sentimiento de rivalidad y de odio hacai el padre. Un cambio muy pequeño en el nivel libidinal en
relación a cierto umbral transforma el amor en odio, lo que oscila durante cierto tiempo.

El yo está formado por la sucesión de identificaciones con los objetos amados que le permitieron
adquirir su forma. La perpetua reversión del deseo a la forma y de la forma al deseo, en otras palabras:
de la conciencia y del cuerpo, del deseo en tanto que parcial al objeto amado, en el que el sujeto
literalmente se pierde es el mecanismo fundamental alrededor del cual gira todo lo que se refieren al
ego. Esto es jugar con fuego y culmina en el exterminio inmediato.

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La estructura más fundamental del ser humano en el plano imaginario es destruir a quien es sede
de la alienación.
El deseo, entonces, alienado, es perpetuamente reintegrado de nuevo, proyectado al exterior al Yo
Ideal. Así es como se verbaliza el deseo. Reproduce un movimiento de báscula entre dos relaciones
invertidas: la relación especular del ego (que el sujeto asume y realiza) y la proyección, siempre
dispuesta a renovarse, en el Yo Ideal.
La necesidad del amor hace intervenir el pacto, el compromiso, para constituirse como otro,
incluido en el sistema general de los síntomas interhumanos. El amor se realiza en la comunidad humana
a través de un pacto. Es lo que se llama la función de lo sagrado.
El deseo del otro, que es el deseo del hombre, entra en la mediatización del lenguaje. Es en el
otro, por el otro, que el deseo es nombrado. Entra en la relación simbólica del yo y el tú, en una relación
de reconocimiento recíproco en el orden de una ley ya preparada para incluir la historia de cada
individuo.
Luego del Fort-Da, el objeto se transforma, adquiere función simbólica y se desvitaliza, es ya un
signo. El símbolo emerge y se vuelve más importante que el objeto. La palabra o el concepto es la cosa
misma. Entonces: a la proyección de la imagen le sigue constantemente la del deseo, correlativamente
hay reintroyección de la imagen y reintroyección del deseo. Movimiento de báscula, juego en espejo.
Esta articulación se repite y así el niño re-integra, re-asume sus deseos. Además, en tanto los deseos del
niño pasan por el otro especular, son allí aceptados y rechazados: esta es la vía por donde el niño
aprende el orden simbólico y accede a su fundamento: la ley.
La palabra es rueda de molino donde constantemente se mediatiza el deseo humano al entrar en
el sistema del lenguaje.
En la situación analítica hay dos sujetos vinculados mediante un pacto. En el interior de esa
relación primero se trata de soltar las amarras de la palabra. En la relación hablada, flotante con el
analista, se tiende a producir en la imagen de sí variaciones suficientemente repetidas copo para que el
sujeto perciba las imágenes cautivantes que se encuentran en la base de la constitución de su yo. Al
bascular el espejo, tratamos de que el sujeto constituya mediante reposiciones e identificaciones
sucesivas, la historia de su yo. Como se producen frenos, trabas y detenciones, Freud nos ha enseñado a
reconstruir el progreso. Esto produce en el sujeto una relación de espejismo imaginaria consigo mismo
mucho más allá de lo que le permiten obtener sus vivencias cotidianas. Tiende a crear artificialmente, en
forma de espejismo, la condición fundamental de todo enamoramiento. La ruptura de las amarras de la
palabra permite que el sujeto vea, al menos sucesivamente, las diversas partes de su imagen y que
obtenga lo que podemos llamar una proyección narcisista máxima. El punto donde se focaliza la
identificación del sujeto a nivel de la imagen narcisista es lo que en el análisis, llamamos la
transferencia. Transferencia en tanto fenómeno imaginario. Si las cosas sólo ocurren de este modo,
hemos descuidado la palabra como función de reconocimiento: a través de la cual el deseo del sujeto
está integrado auténticamente en el plano simbólico. Tan sólo cuando se formula, cuando se nombra
delante del otro, el deseo, sea cual fuere, es reconocido en el pleno sentido de la palabra.
Una vez realizado este movimiento de báscula, por el cual el sujeto en el mismo momento en que
su palabra reintegra a la palabra del analista, le está permitido un reconocimiento de su deseo. Esto no se
produce una sola vez. Al ver el sujeto que se aproxima la completud, El analista puede ocupar el lugar
del Ideal del yo, ya que el sujeto reconquista su Yo Ideal. Por esto es que el analista puede ocupar a
veces el papel del super yo. El analista ocupa por algún tiempo el lugar del Yo ideal, en la medida en que
realice su intervención en el lugar adecuado, en el momento adecuado, en el sitio adecuado.
El deseo emerge en una confrontación con la imagen. Cuando la imagen que había sido
descompletada se completa, surge la angustia y este es el fenómeno fecundo.
Es por esta vía que comprendemos la técnica analítica: en ella se sueltan las amarras de la
relación hablada (regla asociación libre) y así el sujeto adquiere cierta movilidad en ese universo de
lenguaje donde lo hacemos penetrar. Mientras acomoda su deseo en presencia del otro, se produce, en el
plano imaginario, esa oscilación del espejo que permite que cosas imaginarias y reales que no coexisten
habitualmente, se encentren en ciertas simultaneidad o ciertos contrastes. Alejamos al analizante de la
palabra verdadera para reencontrarla extrayendo la palabra del lenguaje.

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