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LOS TRABAJADORES EN LA HISTORIA LATINOAMERICANA Estudios comparativos de Chile, Argentina, Venezuela y Colombia ‘por CHARLES BERGQUIST Siime € Londons ME CAPITULO 2. CHILE, "La anatomia de Chile es fina y arbitrarin, En ima ‘geny realidad, el norte ex In cabeza do Chie. (Bella J podérosa cabeza, Ia de nuestra patria! So erario ‘ependid, magnificainent, del sudor de fos ‘ipa: ores’ ‘pleros' de Tarapich, Antofagasta y Tata, ‘Chile sembré en sus ‘jos Yen los ‘ajos ge rehizo ‘lebileno, brotardo una fs aguerrda Andrés Sabola, Semblanaa del norte chileno, ‘Santiago, 1955 SINGULARIDAD DE LA HISTORIA CHILENA Es costumbre iniciar los estudios sobre Chile destacando su singulari- dad. Su geografia es nica y grandiosa. Con més de 4 mil kilémetros de largo, el pais tiene en promedio menos de 180 kilmetros de ancho. Su ecologia, de gran variedad, va desde el arido desierto de Atacama, en el norte, a través del clima mediterréneo del Valle Central (en donde habita la mayoria de los chilenos), hasta los bosques lluviosos del sur. Rodeado por el mar yel desierto, y por la gran masa de los Andes, en el este, Chi- Ie es el pais latinoamericano mas alejado de los centros de civilizacion occidental del Atlantico Norte. No obstante, entre todas las nacioneslati- noamericanas Chile parece haber experimentado la evolucién politica ‘que mas se aproxima a los patrones establecidos en las naciones indus- ‘tializadas del érea del Atlantico Septentriona. ‘De ahi el segundo rasgo distintivo de Chile, destacado continuamen- te, al menos hasta hace poco, por los observadores tanto chilenos como extranjeros: su sisteme politico estable y democritico. A diferencia de Jas nuevas naciones del resto de Hispanoamérica, Chile pronto se estabi- lizb paliticamente después de la Independencia, y durante el siglo XIX desarrollo un Estado relativamente fuerte y un vigoroso sistema part- Gista. Se efectuaban elecciones peribdicas y se establecieron reglas para la trasferencia pacifica del poder politico. Este proceso politico continue tenel siglo XX. Mientras el sufragio se extendid Jentamente, Chile desa- rrollé un amplio espectro de partidos politicos con cierto apoyo popular y un “ LOS TRABAJADORES EN LA HISTORIA orientacion ideolbgica, lo cual permitid que el pais gozara de tuna reputa- cién de pluralismo democratico. Por iiltimo, se distinguio en 1970 eli- sgiendo el primer jefe de Estado marxista en el Hemisferio Occidental. El golpe militar de septiembre de 1973, que puso fin a este notable experimento democritico y destruy6 las instituciones polticas que ha- bian hecho posible la eleccion de aquel gobierno, plantea serios interro- gantes en torno a la supuesta singularidad de Ia historia politica de Chi- le, Echando una mirada retrospectiva, los golpes e intentos de golpe que salpican la historia de Chile en los dltimos 150 afios se tornan hoy ms prominentes. La guerra civil de 1891, con sus trigicos paralelos con los eventos de 1973, asume una nueva significacién, lo mismo que el perio- do de intervencion militar y represin politica extrema e inestabilidad de 1924 9 1932. De hecho, aunque suene paradéijico, lo que es realmente ‘nico en la historia politica de Chile obedece en gran parte a una importante carac- teristica del desarrollo social chileno, compartido por todas las naciones latinoamericanas: su dependencia, desde el siglo XIX, de las exportacio nes de bienes primarios a los paises industrializados del Atlantico Norte. Es esta caracteristica comin, juntoal legado de la cultura occidental y el colonialismo ibérico, lo que justifica hablar de toda América Latina como una unidad analitica en la época moderna y determina en buena parte ‘euiles elementos de la cultura occidental (tales como un Estado fuerte y un vigoroso sistema partidista) crecieron y se desarrollaron en Chile y ccuéles (como las estructuras econémicas y sociales) permanecieron atro- fiados 0 distorsionados, De modo que, con todo lo que insista la historiografia chilena en el papel que jugaron los grandes hombres y la temprana imposicién de titueiones politicas centralizadas en la estabilidad politica y el crecimien- to econémico del siglo XIX (1), la realidad es un tanto mas prosaica. Pese ‘a que la herencia de la era colonial constituyo un factor importante, en particular la relativa homogeneidad cultural y étnica de la sociedad chi Tena y Ia ausencia de poderosos intereses regionales fuera de la zona central, el determinante primordial de la estabilidad politica de comien- 208 del siglo XIX fue el hecho de que Chile, entre todos los paises hispa- ‘noamericanos, fue el tinico en desarrollar una economia exportadora via ble entre 1830 y 1860. Las crecientes exportaciones de plata, cobre y tri- 0 apuntalaron la comunidad de intereses en el seno de la ‘clase domi- cH « nante de exportadores ¢ importadores. Dicha clase, asentada en el cen- tro del pais, s dividia en bandos contendientes en tomo a cuestiones secundarias (como el papel de la Iglesia, una institucién relativamente mas débil en Chile que en sus vecinos andinos), pero permanecid unifi- ‘ada alrededor de puntos bisicos como la economia politica liberal y el mmantenimalento del statu quo social, El ereciente comercio internacional ‘estimalado por las exportaciones reforzo el consenso y proporciond in- ‘gres0s para construir un Estado eficiente y fuerte (2). Luego, cuando se alcanzaron los limites téenicos de la agricultura y la mineria y la econo- mia exportadora dejé de erecer (erisis que se agudizd mucho mas al so- brevenir la depresion mundial de los afios setentas del siglo pasado), Chile estuvo en capacidad de usar la fuerza y los recursos de su tempra no desarrollo para proseguir, entre 1879 y 1883, una guerra victoriosa contra Pers y Bolivia, sus vecinos mas débiles, y anexarse una nueva y explotable base de recursos para la exportacién, los campos de salitre del desierto de Atacama. Se registrd entonces un enorme incremento en el valor de las exportaciones chilenas y, aunque gran parte de los medios de produccion de la industria del salitre paso a poder de los briténicos después de la guerra, el Estado chileno, entre 1880 y 1930, percibid cuantiosos ingresos directa, mediante impuestos a las exportaciones, e indirectamente, a través de las aduanas, del eomercio exterior generado por la produccion de salitre. Entre tanto, agricultores, comerciantes e chileno sobre las propiedades salitreras y sobre la destinacion de los ingresos salitreros precipitaron el rompimiento del consenso elitistay las znormas constitucionales en la breve y sangrienta guerra civil de 1891. Pero la expansidn de la economia salitrera también garantiz) la estabil dad y dio forma a los arreglos politicos que resultaron de la guerra. El Ejecutivo no desempefiaria un papel directo y desarrollista en la inver- sion de los ingresos del nitrato, demasiado eruciales para la vida econd- 2 Nowe eth logan aqul que no osioran interes seonmicveideolgios en cone den- {todo eta ed nun enpn de coe Acniog crn libre comeoy el papel del Besa 0 ‘desarllocconamico tabitn vii sn ite sca, ano lnevasie de ana, ov: 0 1LO8 TRABAJADORESEN' ISTORIA mica de la nacién como para dejarlos a la discrecibn de un hombre, el presidente, o de los partidos representados por 61. Més bien, el control del Estado y de sus ingresos fue conferido al Parlamento, donde todos los sectores de la clase dominante y sus aliados foraneos, cuyo peso era medido por su habilidad para conirolar las elecciones locales y formar alianzas partidistas, podrian contender por la reparticion y destinacion del botin. Las fuerzas sociales y politicas desatadas por la expansion de la eco- nomia del salitre en la media centuria que siguié a 1880 generaron una tercera caracteristica distintiva, la més importante de la historia moder- na de Chile; el surgimiento de un movimiento obrero fuerte de izquier- da, Las implisaciones de este acontecimiento son sistematicamente igno- radas en la historiogratia liberal, pese a que es el rasgo que mAs decisi- vamente aparta el pais de sus vecinos latinoamericanos. El surgimiento de un movimiento obrero de izquierda en los albores del presente siglo destruyé la estabilidad politica y provocd un rompimiento temporal del ‘sistema partidista en los afios veintes. En los decenios que siguieron al ccolapso de la economia del salitre, en 1930, en un ambiente condicionado por la explotacién de un nuevo recurso mineral, el cobre, el movimiento ‘obrero chileno coadyuvé a reconstruir el sistema partidista y empuj toda la politica hacia la izquierda. Tal proceso no solo influencib decisi- vamente el curso de la historia politica de Chile, sino que alterd de ma- nera fundamental el patron del desarrollo econbtmico nacional. En suma, es el surgimiento de un movimiento obrero marxista, pode- oso ¢ institucionalizado, lo que més nitidamente distingue la historia, ‘moderns de Chile. Sila temprana aparicion de una economia exportado- ra Viable en el centro de Chile ayuda a explicar la singulariésd politica del pais en el siglo XIX, las economias exportadoras de salitre y cobre moldean dicho legado en el siglo XX. Es tomando el movimiento obrero ‘como punto de referencia que, por un lado, se torna clara la compleja relacion entre la estructura exportadora y el desarrollo econdmico y pol tico de Chile y, por el otro, se revela el significado profundo de la e: traordinaria geografia de Chile para la hisioria humana contemporénea, BSTRUCTURA DE LA ECONOMIA EXPORTADORA DEL SALITRE ‘La accion de las frias corrientes de la Antértida, los vientos reinantes y las elevadas temperaturas diumas convierten en desierto una larga faja de terra de la costa central-occidental de Suramérica. En la zona mas ‘seco de este desierto, los 700 kilometros entre los 19 y los 26 grados de latitud sur, est situada una vasta y elevada planicia 0 pampe. Cerca de la superficie arida de la pampa, en un érea distante entre 20 y 80 kilome- tros de la costa, se encuentran discontinvios ¥ poco profundos depésitos cue. a de caliche, la materia prima de la cual se extrae el nitrato de sodio, un fertilizante natural (3). Alli, muy lejos del populoso Chile central, emer- 6 un enorme complejo minero e industrial en las siltimas décadas del siglo XIX (Vease el Mapa 2.1). Virtualmente inexplotados hasta el siglo XIX, los depbsitos de salitre de Suramérica fueron desarrollados en respuesta a las necesidades y la tecnologia cambiantes de la industrializacién europea. La expansion de las relaciones de produccién capitalistas en la agricultura de Europa, el desplazamiento de millones de personas del campo a la ciudad y las fa bricas, asi como el aumento explosivo de la poblacién, condujeron a una agricultura cada vez mAs intensiva y cientifica y crearon una creciente necesidad de fertilizantes. El guano, el excremento fosilizado de las aves, preservado en las islas secas y de fécil acceso de la costa meridio- nal del Pera, empezb a aprovecharse en los afios treintas y euarentas del siglo pasado con el proposito de satisfacer tal necesidad. Pero a medida ‘que los abastecimientos se agotaban, la demanda continuaba creciendo y el conoeimiento cientifico de la nutricion de las plantas se ampliaba, las ‘cualidades fertilizadoras del nitrato de sodio llegaron a ser muy apreci das. El salitre era mucho mas costoso que el guano. Empero, grandes versiones de capital y la aplicacion de nueva tecnologia europea a los sistemas de produecién y transporte hicieron posible la explotacion en «gran escala de depositos de salitre en los desiertos del sur del Peri, Boli- via y el norte de Chile a partir de 1870. Aunque el grueso de la produc- cion de nitrato se empled siempre como fertlizante, también sirvi6 para satisfacer otro requerimiento de las naciones imperialistas de Europ suministraba la materia prima para la elaboracion de polvora y explosi- 0s (4). La economia exportadora de salitre, apropiada por Chile de manera ‘enérgica en 1880, influencid profundamente todos los aspectos de la so- ciedad chilena durante los siguientes 60 afios. Parte de dicha influencia puede medirse estadisticamente. Las cifras de las exportaciones ilustran la expansién y Ia naturaleza ciclica de la industria, mientras que las {ras sobre el empleo anual indican el nimero y la nacionalidad de los tra- bajadores involucrados en ella, Otros datos disponibles nos permiten ‘) estimar la contribucion de la industria al tesoro nacional y caleular la incidencia de tales ingresos en las politicas fiscales del gobierno; b) bos- ‘quejar como evolucioné la estructura de propiedad de las instalaciones 8. ose Javar Gundarilasy Orlando Ghigo Salas (e.), Va nda det salire en Cle por ‘Semper y Michela Sunngo, 1005, Se ata de ena radon el forse etalasoyprofuee ‘ante strade de dos centico eviados& Chileon 1903 blo oe apn dl cra le ‘in una organscon de producres de arc e remolacha, Ls rgonan Gti nda ‘Solaire se examinanconienzadamonta onl chr calea do Osat Bermdes, lator del | iis secre Gaede Pct Snag 18.

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