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Elecciones en Paraguay: de lo tradicional a lo moderno

Las primeras elecciones libres y democráticas del Paraguay se realizaron en 1992. A


partir de allí se vienen realizando elecciones cada 5 años. Durante el periodo de 1992 a
2013 los procesos electorales han sufrido cambios importantes. Se puede constatar el
paulatino pero sostenido avance hacia procesos electorales más modernos, con mayor
énfasis en los medios. Si tenemos en cuenta que en tan solo 22 años el proceso electoral
ha quemado etapas que en otras sociedades ha llevado mucho más tiempo, según
estudiosos de los procesos electorales, es menester estudiar este proceso para conocerlo

Hugo Alberto Duarte F.: Lic. En Ciencias Políticas. Estudios de maestría en Historia.
Investigador de temas sociales, históricos y políticos. Consultor de campañas políticas,
docente de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNA, Universidad Nacional de
Caaguazú y Universidad Americana. Asesor del PARLASUR.

Introducción

Consumado el golpe de estado militar de febrero de 1989, el país se dirige


inexorablemente a adoptar un régimen democrático, en consonancia con los países de la
región.

Los partidos políticos tradicionales intentan consensuar reglas de juego transparentes e


igualitarias para las elecciones. El proceso de desmontaje de la arquitectura jurídico-
electoral de la dictadura fue rápido, pero la antigua enemistad histórica de los dos
partidos tradicionales cuyos dirigentes no confiaban para nada entre ellos volvió
innecesariamente conflictivo el proceso.

Finalmente, con la adopción de la nueva Constitución Nacional, las reglas del proceso
electoral ya estaban listas para iniciar el primer periodo realmente democrático en la
historia del Paraguay.

El país se disponía a elegir al primer presidente verdaderamente democrático de toda su


historia y el proceso tenia actores relevantes: Los partidos políticos tradicionales, con
toda su tradición de control y organización partidaria y, un candidato independiente, que
aspiraba a movilizar a los ciudadanos del “tercer espacio” y a algunos votos de
“partidarios” desencantados con su partido.
En esta etapa, los partidos políticos, con su estructura, tradición y “oficio” marcaron
claramente el terreno.

Pero a partir de aquí, también nacería el proceso de “languidecimiento” del sistema que
los tuvo como ejes de la construcción del poder. Aun son una fuerza formidable, pero
hoy en día han cedido la iniciativa política del debate y la construcción del poder a los
medios.

Contexto de las primeras elecciones en Democracia

Paul Lewis, autor de un ensayo titulado “Paraguay bajo Stroessner” y publicado en


1980 había afirmado que “Paraguay nunca ha conocido un gobierno democrático. Las
elecciones libres, la contienda honrada entre partidos, y las instituciones representativas
no forman parten parte de la experiencia del país……la gran mayoría de los gobiernos
en Paraguay ascendió al poder ilegalmente, se mantuvo en él a través del fraude y la
coerción, y acabó de manera violenta. La mayoría fueron gobiernos efímeros”

El Paraguay es un gran desconocido en el ámbito de las investigaciones políticas y


sociales. Aún hoy, con la irrupción de la Internet, es difícil encontrar alguna página que
contenga trabajos sobre la realidad política del país.

Quizás esto se debe a las “especiales” características de la historia de mi país y también


a su peculiar ubicación geográfica en la región.

Sin temor a equivocarme puedo asegurar que una de las descripciones más logradas, por
la construcción conceptual y la realidad cultural que describe, es la que el ilustre escritor
paraguayo Don Augusto Roa Bastos creó al afirmar que “el Paraguay es una isla
rodeada de tierra” y yo agregaría de misterio.

Un pueblo elogiado por su valentía debido a que soportó dos guerras regionales que lo
dejaron exhausto y que, como lo dice Guy Sorman “estuvo mucho tiempo oprimido
por una minoría”1 finalmente parecía, con la llegada de la democracia, estar tomando
las riendas de su destino político.

1
Julio Cesar Frutos – Helio Vera. Compiladores, Elecciones 1998 Tradición y Modernidad. Editorial
Medusa, noviembre 1998. Asunción, Paraguay.
El proceso electoral en democracia no trajo sorpresas en sus inicios. Los discursos y
propuestas no tuvieron tanta influencia como si la tuvo la construcción del sentido de
pertenencia que finalmente definiría la orientación del voto ciudadano.

Para quienes no tienen un conocimiento de las características socio económicas y


políticas del Paraguay proponemos a continuación una descripción del mismo, según
un excelente estudio realizado por Fernando Masi–Dionisio Borda en “Estado y
economía en Paraguay 1870-2010”2, en este estudio se describe al país como “… sin
mucha experiencia democrática, con una economía de base agraria y de diversificación
productiva todavía escasa, que coexiste con un alto nivel de desigualdad
socioeconómica y un desarrollo limitado del mercado y del Estado. Las
instituciones públicas están permeadas por el sectarismo político de mucha data y
los esfuerzos para consensuar una visión del futuro del país, han sido también
escasos.”

En este contexto se realizaran las primeras elecciones democráticas.

De la campaña clásica a la campaña moderna.

En junio del 2002, Fritz Plasser, Profesor y Jefe del Departamento de Ciencia Política
de la Universidad austriaca de Insbruck, conjuntamente con Gunda Plasser, asociada a
un centro de Investigación Política Aplicada, bajo patrocinio de la Fundación Konrad
Adenauer publican un estudio titulado “La Campaña Global, los nuevos gurúes del
Marketing Político en Acción”. En dicho estudio citan un interesante trabajo de Jay
3
Blumler y Dennis Kavanagh quienes han diferenciado en los sistemas de
comunicación política fases sucesivas, específicamente tres, por las cuales las
democracias parecen haber pasado en las últimas décadas. El estudio de casos en
cuestión establece el inicio de la primera fase, a la que yo denomino “Clásica” como
“Dominada por el Partido”. Esta fase se caracteriza por la fuerte hegemonía que ejerce
el partido sobre los mensajes esenciales, la preeminencia de una prensa partidaria, y la
lealtad de los votantes por su pertenencia al “grupo” (partido).

2
Masi Fernando, Borda Dionisio, Editores. Centro de análisis y difusión de la Economía Paraguaya. QR
Impresiones, Asunción, Paraguay. Noviembre de 2011.

3
Blumler jay G, y Kavanagh, Dennis. The third age of political Communications: Influences and Features.
Political Communication, 1999.
Luego caracterizan una “segunda fase”, que a criterio de los investigadores arranca en
los 60´s y que tiene como signo característico la aparición de la televisión nacional
como medio dominante de comunicación política. Advierten que en esta fase la lógica,
antes centrada en el partido, pasa a estar centrada en los medios. La “lógica de los
medios” “sustituye a la lógica del partido”. Finalmente perciben una “tercera fase”
todavía en desarrollo que tiene como punto de inflexión la llegada de internet que
permite una multiplicidad de medios de expresión, creciente profesionalización de las
campañas y la segmentación de los votantes, con mensajes “a la medida”.

Elecciones en Paraguay: La “lógica del partido”

En 1992 se enfrentan nuevamente en elecciones presidenciales los dos grandes


protagonistas de la historia política del Paraguay: El partido colorado y el partido
liberal. La gran novedad de este “enfrentamiento” es que será la primera elección
democrática, de acuerdo al “standard” aceptado por la comunidad internacional:
Igualdad de posibilidades y transparencia.

El código electoral paraguayo establece la obligatoriedad de un proceso electoral


interno previo, para dirimir las candidaturas a ser presentadas en las elecciones
generales. El proceso electoral del Partido Colorado, fiel a la historia y a la “tradición”
política vernácula de la clase política tradicional paraguaya termina con un claro
ganador por el voto popular, pero el “stablishment” decide que el resultado es otro, más
afín a sus expectativas. La victoria del Dr. Luis María Argaña es convertida “orden
superior” mediante, en triunfo del Ing. Juan Carlos Wasmosy. Esta decisión de la
cúpula cívico-militar en el poder tendrá sus consecuencias.

Por el otro sector, el Dr. Domingo Laino, un histórico luchador civil contra el
“Stroessnismo” se apodera de la candidatura del PLRA casi sin oposición y se apresta a
presentar batalla al sector colorado.

La tercera candidatura, la del Dr. Guillermo Caballero Vargas ocupa el espacio que en
la historia política del Paraguay se denomina el “tercer espacio”. Este conglomerado
confuso y amorfo de figuras empresariales, gremiales, sociales que atrajo incluso a
referentes cercanos a la Iglesia católica se convierte en protagonista importante del
proceso. Adopta el nombre de “Encuentro Nacional” con la intención de atraer en su
seno, incluso, a los “descontentos” de los partidos tradicionales.
Campaña Wasmosy-Seifart

Dicen Fritz y Gunda Plasser4 que las campañas son “Pre modernas”, Clásicas a los
efectos de este trabajo, cuando:

a) el modo de sistema de comunicación política está dominado por “El Partido”.

Esta fue la característica predominante de la campaña Wasmosy-Seifart. Todas las


acciones proselitistas iban dirigidas a preserva r la fidelidad al partido, utilizando los
canales de comunicación tradicionales: un papel preponderante tuvieron los
“intermediarios” entre la campaña y los organismos de bases. La apuesta que hicieron
los “referentes” del stablishment, al “bajar” de manera ilegal al Dr. Luis María Argaña
fue muy riesgosa, pero ellos conocían el grado de fidelidad que los afiliados tenían
hacia el Partido y a incentivar y motivar esa fidelidad dirigieron toda su estrategia.

b) Estilo dominante: Los “mensajes” llegan a través de las líneas partidarias.

Las seccionales u organismos de bases del Partido Colorado eran referentes claves para
lograr la “desmovilización” de la postura abstencionista de los votos “argañistas”. Estos
enclaves conocían muy bien el terreno, los operadores tenían oficio y conocían a los
habitantes de su zona. El mensaje de que en Asunción, “las 45 seccionales coloradas” ya
estaban trabajando por el candidato Wasmosy tuvo repercusiones positivas.

c) Medios de publicidad dominantes: Prensa partidaria, posters, discursos,


concentraciones.

La prensa partidaria se encargaba de arengar a los “correligionarios” desde las


diferentes emisoras. También difundían el programa de concentraciones del Candidato.
Los posters eran entregados a los “militantes afiliados” para su colocación en los
lugares claves de los barrios y en sus casas, a manera de enviar un mensaje a los que
aún no estaban decididos a “apoyar” al partido. Los discursos repetían hasta el
cansancio el ritual conocido por todos los afiliados con relación al vinculo del partido
con los “grandes héroes” de la patria, el papel “modernizador” protagonizado por el
partido en tiempos recientes de la historia y el compromiso de seguir ligado al destino
de la nación. El discurso deslizaba tímidamente algunas propuestas de gobierno,
introducidas como de relleno. La campaña de Wasmosy contó con asesores publicitarios
4
Plasser Fritz y Fritz Gunda. La campaña política global, Los gurúes del marketing político en acción.
Fundación Konrad Adenauer. Temas Grupo editorial. Buenos Aires, Argentina. 2002.
nacionales y extranjeros, pero no era visible una organización de campaña paralela a la
del Partido.

d) Coordinación de campaña: Autoridades del Partido y Personal Superior.

Todos los cargos de la campaña fueron ocupados por personas vinculadas al Partido. La
jefatura de campaña central, las jefaturas de campaña regionales y las coordinaciones de
prensa fueron íntegramente ocupadas por figuras del Partido. No era visible en la
estructura de la campaña ningún referente no vinculado a la organización política o a la
burocracia del Partido.

d) Paradigma dominante: Prevalece la lógica del Partido.

El partido colorado impuso su lógica, la de ser cogobernante con el Presidente en caso


de resultar victorioso. En este sentido los referentes veían a los cargos de campaña
como trampolín para ocupar posteriormente cargos públicos importantes en un futuro
gobierno. La paradoja más importante de esta campaña consistió en que el único que no
era considerado un “hombre de partido” era el propio candidato a presidente de la
República, que provenía de los sectores empresariales de la construcción que se habían
vuelto muy poderosos luego de la construcción de las represas de Itaipú y de Yacyretá.

La lógica del Partido resulta de la identificación del gobierno con el Partido y en


función de eso se procede a delegar responsabilidades de Estado en los hombres del
Partido y así, ellos comparten el poder con los “referente” a través de contratos y de
asignaciones presupuestarias.

Un detalle que es digno de destacar es que 20 años después de estas elecciones, en el


2013, el tradicional adversario del Partido Colorado, El denominado Partido Liberal
Radical Auténtico, llega al poder de la mano de Federico Franco luego del juicio
político que apartó a Fernando Lugo del Poder. El comportamiento institucional del
Partido, una vez en el poder, no difiere absolutamente en nada de lo que era lógica del
poder colorado en 1992 y sus manifestaciones. De manera que, atendiendo a este
detalle, podemos ensayar que de haber triunfado en aquel año nada nos indica que
hubiera actuado de manera distinta.
Por lo tanto, las características de modo de sistema de comunicación política, al que
denominamos clásico, constituyen un “standard” apropiado para caracterizar estas
elecciones.

Los procesos posteriores y la transición hacia la campaña moderna

Luego del gobierno de Wasmosy-Seifart, ambos partidos tradicionales vuelven a


enfrentarse, polarizando totalmente las preferencias ciudadanas. El Partido Liberal
Radical Autentico, repite candidato, pero ensaya por primera vez una Alianza electoral
con sectores del “tercer” espacio y conforma la dupla Laino-Filizzola para enfrentar a la
Dupla Oviedo-Cubas que resultó ganador en las internas del partido Colorado. Rencillas
internas dentro del Partido Colorado y un antecedente de intento de Golpe de Estado
protagonizado por Lino Oviedo, mientras era militar activo en el gobierno de Wasmosy,
sirven para que sea enjuiciado y de esa manera pierde los derechos a ser candidato,
quedando la dupla oficial del partido Colorado conformada con el Vice de Lino Oviedo,
Ing. Raúl Cubas y el candidato que salió segundo, el Dr. Luis María Argaña. El partido
colorado repite la misma historia, el candidato ganador de la internas no es el candidato
oficial del partido.

Esta campaña estuvo total y absolutamente dominada por el “Partido.” En ambas


organizaciones primó la lógica del partido y el resultado vuelve a validar el gran peso de
la “fidelidad” partidaria en las elecciones.
La estrategia de campaña desplegada estuvo dominada totalmente por el mensaje que
partía del partido hacia las bases, proponiendo la unidad posterior del partido,
evidentemente al borde de una profunda división, pero desde el poder. En la campaña de
la Alianza, no se observó ninguna estructura de campaña diferente a la desplegada por
los “oficialistas”. La estrategia se centró en convertir en “votos electorales”, la
sumatoria de votos que la oposición al Partido Colorado obtuvo en las elecciones
anteriores.

Los hechos posteriores como el asesinato del Vicepresidente Argaña, a punto de asumir
la Presidencia de la República, juicio político de por medio, debido a la “obstinación”
del Presidente Cubas en otorgar “perdón” presidencial al “reo” Oviedo, terminaron por
apartar del poder a los referentes de Oviedo y por la cooptación total del poder por el
sector “argañista” del partido colorado.

Estos hechos produjeron un gran desprestigio de las cúpulas de los partidos políticos,
que fueron renovados casi totalmente y, prepararon el desembarco del periodo que
denomino de transición en la lógica de las Campañas Electorales.

Campaña Nicanor –Castiglioni

La campaña del Partido Colorado, cuyos candidatos electos fueron Nicanor Duarte
Frutos y Luis Castiglioni, empieza a mostrar un quiebre con el modelo tradicional
anterior. El fuerte liderazgo ejercido por el candidato produce un alineamiento con las
decisiones del mismo y se diluye el poder del partido para “gestionar” la campaña.
Aparece en escena una organización levemente mixta, que ya permite asomar la
importancia que cobrarían los medios periodísticos en la intermediación de los
“mensajes”. Si bien es cierto el discurso todavía mantiene una gran parte del ritual
retórico partidario, la organización en si misma ya parece reconocer dos estructuras
paralelas. Por un lado es muy evidente la estructura del candidato y la estructura del
Partido, que aunque en algunos casos los nombres son iguales, ya no responden a la
lógica anterior.

En la campaña de Nicanor, cuyo objetivo claro era capturar los votos rurales,
preferentemente, aparece por primera vez, spots publicitarios en guaraní, idioma
preferentemente hablado en zonas rurales. Esta estrategia intenta convertir en una
ventaja la calidad bilingüe de Nicanor, quién provenía, por nacimiento la zona rural,
aunque su educación universitaria y su desarrollo profesional lo realizó en Asunción.

En el Partido Liberal Radical Autentico, el candidato era el Medico Julio César “Yoyito
Franco”, quien no logró el nivel de liderazgo que Nicanor había logrado sobre las
estructuras de su partido, hecho que lo convirtió en un candidato atado a la lógica y a la
influencia del Partido.

La aparición en el escenario político del Partido UNACE, del General Lino Oviedo, tras
escindirse del partido colorado, confirmó la fuerza electoral de dicho actor político

La aparición de un Partido Político conservador, con empresarios ligados a sectores de


la iglesia católica y profesionales “liberales” que adoptaron el nombre de Patria Querida
confirmó el quiebre de la hegemonía de los partidos tradicionales.

El resultado de las elecciones confirmo la dispersión de votos, que evidentemente


abandonaron la fidelidad hacia los partidos tradicionales.
La Campaña Lugo-Franco. Fin de la hegemonía colorada.

Según Fritz y Gunda Plasser, los sistemas de comunicación política modernos tienen las
siguientes características

a) Modo de sistema de comunicación política: Centrados en los medios, más


específicamente en la televisión.

Se puede afirmar que Fernando Lugo es un “hijo político” parido por los medios. En
efecto, la carrera política de Fernando Lugo, nace con un mitin político que lo tuvo
como protagonista principal y que fue transmitido en directo por la Televisión. Fernando
Lugo se convirtió en la figura política que simbolizaba la oposición en contra de las
ambiciones del Presidente Nicanor Duarte Frutos de cambiar la Constitución Nacional
para intentar su reelección. A partir de allí, la estrategia de la campaña de Fernando
Lugo de convertirlo en un político que tocaba temas que no formaban parte de la
agenda política corriente como por ejemplo la preocupación por las minorías, la pobreza
rural y urbana, los pueblos originarios, la “sojización” del campo y una nueva actitud
hacia las hidroeléctricas buscando nuevas negociaciones con los socios, con el objetivo
de traer mayores beneficios para el país, contó con la televisión como medio clave para
dar a conocer su trabajo político.

b) Estilo de Comunicación dominante: manejo de extractos de mensajes, imagen e


impresión.

La imagen de Fernando Lugo reuniéndose con jóvenes, con obreros, con indígenas, los
mensajes sobre temas sociales que generalmente no formaban parte de la agenda de los
partidos políticos y la utilización de los símbolos nacionales como la bandera tricolor al
cuello fueron construyendo la imagen de un político por encima de las “peleas”
partidarias y sobre todo alejado de la lógica partidaria.

c) Medios de publicidad dominantes: Publicidad en la TV nacional, posters a color,


mailings y medios sociales.

La aparición de un “staff” de campaña conformado por expertos en Comunicación


Política y publicistas políticos, le proporcionó a la campaña una orientación total y
absolutamente mediática.
Aparecen los envíos proselitistas por mail, las remeras, los posters con profusión de
colores y las radios y los medios escritos se hacen eco de estas novedades con mucha
profusión.

d) Coordinación de Campaña: jefes de campaña del partido y expertos externos en


medios, publicidad y encuestas.

La coordinación de campaña es encargada a alguien cercano al candidato y se crea una


organización paralela donde los consultores políticos “orientan” la campaña casi con la
misma autoridad que la organización formal de la Alianza.

e) Paradigma dominante de la campaña: Lógica de los medios.

Es claro el vínculo de la figura de Fernando Lugo con los medios y todas sus
apariciones y declaraciones van destinadas a causar impacto en ellos.

f) Electorado: Erosión de la vinculación con un partido y aumento de la volatilidad del


voto.

Consciente y advertido de la erosión de la lealtad de los votantes de los partidos


tradicionales, desarrolla un esquema de mensajes dirigido a atraerlos hacia su
candidatura, evitando totalmente los ataques a los partidarios de los partidos
tradicionales, y centrando los ataques en las autoridades de los mismos.

Por una cuestión de “oportunidad compartida” la campaña de Fernando Lugo, cierra una
alianza electoral con el Partido Liberal Radical Auténtico y su proyecto político adopta
la denominación de “Alianza para el Cambio”. Esto le permite crear una estructura con
reales posibilidades de acceder al poder.

En filas del gobernante partido colorado continúa la tendencia a cuestionar los


resultados de las “internas”. Severas acusaciones de fraude, lanzadas por Luis
Castiglioni ponen en peligro la posibilidad colorada de retener el poder, que confundida
y sin capacidad de reacción se hunde en una campaña sin luces. Abrumada por la falta
de alternativas, desplaza a la conducción partidaria de la campaña y acude a
especialistas en Comunicación Política tratando de evitar una derrota, que parecía
inevitable. Con el cambio de timón, logra subir algunos puntos pero resultan
insuficientes para evitar lo previsible, la derrota electoral.
La transición de un gobierno colorado a un gobierno de otro signo partidario, completa
la transición política y marca también el fin de la campaña clásica, basada en la lógica
del “Partido”

La era de la campaña moderna.

Analizar los hechos posteriores a la elección de Lugo, su desplazamiento del poder el


fin de la Alianza para el Cambio como alternativa electoral no forman parte de este
trabajo.

Pero la consecuencia de todo esto permitió la emergencia de un proyecto político


totalmente novedoso.

Un “outsider” de la política, logra el apoyo del Tradicional y “Tradicionalista y


Conservador” Partido Colorado y desarrolla una campaña cuya principal novedad es la
ausencia de los “referentes” del Partido en la campaña.

Una campaña totalmente4 centrada en la lógica de los medios y ya, totalmente alejada
de la conducción partidaria.

La campaña de Horacio Cartes completa la transición de campaña clásica a moderna y


las razones de ello será desarrollado por Eduardo Valiente, otro de los disertantes
paraguayos en este encuentro.

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