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¿QUÉ SON LAS INSTALACIONES ESPECIALES?

Son todos aquellos sistemas, equipos, dispositivos, tecnologías, eco-tecnologías, que se


implementan para complementar el funcionamiento total de una edificación y vienen a satisfacer
necesidades de: telefonía, intercomunicaciones, refrigeración, confort, funcionalidad, seguridad, de
cuestiones de emergencia, riego, incendio, etc.

1. Sistemas de aire acondicionado

Las instalaciones de aire acondicionado son una de las infraestructuras más importantes en
determinados edificios, como los destinados a uso comercial y administrativo. Además, en los
últimos años las preinstalaciones en edificios residenciales están cobrando mayor relevancia. En
vista de ello, tanto las ingenierías como los instaladores tienen que mantenerse al día para satisfacer
la demanda y, a la par, cumplir todas las normativas. Los Sistemas de Aire Acondicionado permiten
crear un clima artificial en el interior de un edificio. De acuerdo a las necesidades, en ciertos
momentos se deberá producir calor y en otros frío, para generar un ámbito de temperatura
agradable.

Un sistema de climatización funciona moviendo el calor entre el ámbito interior y el exterior. En


verano extraen calor del interior hacia el exterior, y en invierno extraen calor del exterior para
introducirlo al interior. Por ello, ese movimiento, lo realizan bombas de calor. Entre los sistemas de
acondicionamiento se cuentan los autónomos y los centralizados. Los primeros producen el calor o
el frío y tratan el aire. Los centralizados tienen acondicionadores que solamente tratan el aire y
obtienen la energía térmica de un sistema centralizado.

Un sistema de instalaciones especiales


Consta de: Unidad Evaporadora, con Central Térmica: donde se calienta o enfría el agua; Él agua
enfriada o calentada corre por las tuberías hasta las unidades individuales situadas en cada
ambiente a acondicionar, a los cuales llega el agua. Allí el aire es tratado e impulsado con un
ventilador al local a través de un filtro. De este modo, cuando el aire se enfría es enviado al ambiente
trasmitiendo el calor al agua que retorna siguiendo el circuito. Estos equipos utilizan el sistema de
ventilador y serpentín, lo hay de agua helada y de expansión directa, los primeros son ideales para
grandes edificios con muchos privados, centros comerciales, hoteles o industrias con procesos de
fabricación, los segundos son ideales para hoteles pequeños u oficinas para su instalación ambos
requiere necesariamente de plafón.
2. Sistema de riego
Los sistemas de riego ofrecen una serie de ventajas que posibilitan racionalizar el agua disponible.
Cualquier sistema de riego debe someterse a un estudio previo para determinar si es el más idóneo,
tomando en consideración desde el tipo de vegetación, hasta la forma de distribuir el agua para
obtener el mejor rendimiento. Los instrumentos de control de riego: programadores, higrómetros,
detectores de lluvia, etc, deben distribuirse en función de la orografía, las capacidades hídricas del
suelo, las plantaciones, etc.
Existen muchos y variados sistemas de riego, los cuales se encuentran en permanente revisión, ya
que se trata de una tecnología joven que se ha ido desarrollando al mismo tiempo que ha avanzado
la sociedad del bienestar. Las zonas verdes han pasado de ser un lujo a una necesidad y el riego es
la operación más importante para mantenerlas.
Las redes de riego se componen de varios tramos de canalizaciones:
 Primario. Va desde el contador hasta las puntas de consumo. Se compone de: bocas de
riego, válvulas, electroválvulas y llaves de estaciones.
 Secundario. Entre las válvulas, electroválvulas y los mecanismos de distribución del agua:
aspersores, difusores, goteros y exudantes.
 Distribuidores de agua. Elementos destinados a distribuir el agua de acuerdo con una
pluviometría predeterminada: aspersores, difusores, bocas de riego, goteros, etc.
La presión de red se obtiene de la red general de la ciudad pero también es frecuente usar las
bombas de depósitos, albercas o estanques.
ELEMENTOS DE CONTROL DE LA RED DE RIEGO
Los elementos susceptibles de mejorar la automatización de las redes de riego y, por tanto, regular
y controlar los caudales, los tiempos y otras características son muchos y variados. Los equipos que
forman parte de las instalaciones de riego ofrecen grandes ventajas:

 Mayor exactitud y seguridad en el control de la instalación.


 Operaciones mecanizadas exentas de errores.
 Reducción de mano de obra.
 Telemando y facilidad de programación y manejo.
 Registro de datos para su análisis posterior.
Para la realización de todas estas operaciones y conseguir el objetivo propuesto, son necesarios un
buen número de equipos individuales conectados convenientemente:

 Electroválvulas. Regulan el paso del agua a través de la canalización. Su funcionamiento es


automático y el sistema de accionamiento puede ser de tres tipos: eléctrico, hidráulico o
mixto.
 Pluviómetros. Funciona por impulsos eléctricos y desconectan el programa de riego si
llueve. Una pequeña cubeta de PVC recoge el agua de lluvia, y en el interior hay dos
electrodos que funcionan como un interruptor por el efecto conductor del agua que se
almacena.
 Higrómetros. Controla el riego con más rigor que el pluviómetro, puesto que mide mediante
sondas el grado de humedad del suelo en cada momento.
 Programadores. El programador y los temporizadores sirven para regular el riego. Actúan
como el cerebro que regula el sistema según las necesidades de las plantas y minimiza el
consumo de agua. Suelen ser de tres tipos: electromecánicos, formados por un pequeño
motor eléctrico que permite el movimiento de diversos relojes mecánicos en los que se
determinan los horarios; electrónicos, precisos en sus órdenes y los más indicados para las
pequeñas instalaciones, y los híbridos, que son una combinación de los dos anteriores, que
reúne las ventajas de la exactitud de los programadores electrónicos y la facilidad de uso de
los electromecánicos.
Válvulas. Suelen estar construidas de latón, fundición, o plásticos, en especial, PVC. Su función
específica es regular el paso del agua a través de una canalización. Las válvulas que funcionan
manualmente se denominan de control, y las que actúan de acuerdo a un parámetro de la propia
agua, de regulación.
 Sistemas informatizados. El mantenimiento de los espacios verdes está directamente
relacionado con la disponibilidad de agua. Por ello, es muy importante racionalizar su uso
optimizándolo al máximo y evitando los despilfarros, que se manifiestan en pérdidas
innecesarias, tiempos inadecuados, frecuencias sin controlar, etc.
Los medios para controlar el uso del agua se apoyan en la automatización, la informática, la
telemática y la tecnología avanzada de comunicación. Además de los programas de diseño de redes,
optimización de consumos, análisis y estudios de las instalaciones existentes, sistemas que actúan
en tiempo real sobre los parámetros reales de una instalación; existen otros sistemas de gestión
centralizada que ayudan a reducir el consumo de agua y a regar mejor. Estos sistemas se componen
de un ordenador central equipado con un programa informática específico, que recibe datos del
sistema meteorológico igualmente informatizado, y de los propios terrenos a regar, y manda, una
vez analizados los datos, una propuesta de riego a la zona que sea necesario. Este sistema funciona
a través de la red telefónica.
Desde los programadores en cada sector de riego pueden enviarse señales a la inversa: alarmas en
la red, escapes, actividades ajenas al riego: piratería.
Las ventajas que ofrecen los sistemas automatizados e informatizados son:
 Mejor gestión del agua.
 Calidad en el riego.
 Disminución de costos.
Las aportaciones de agua pueden modificarse para que se adapten a las necesidades de las especies
vegetales presentes en las áreas verdes de cada ciudad, lo cual evita riegos inútiles o insuficientes
que podrían ser dañinos para las plantas. En general, el sistema garantiza una disminución global
del consumo de agua entre un 30 y un 40%, independientemente del ahorro que supone el control
del riego en cada zona concreta. La centralización de estas instalaciones supone el mantenimiento
de un único punto de control que se encargará del funcionamiento total y de la localización e
identificación de las anomalías, facilitando la intervención rápida y eficaz sobre el terreno del
personal cualificado.
3. Sistema de detección de incendio
El sistema de detección de incendio es un sistema que como lo dice el nombre es para detectar
incendio. Existen para esta instalación los detectores de humo y detectores de calor, para la
colocación de estos detectores debemos referirnos a la NFPA 72 (Código Nacional de Alarmas de
Incendio). Para el diseño de esta instalación debemos regirnos por la Norma antes mencionada. Este
sistema de detección, tiene a su vez, dos subsistemas los cuales son: detección y evacuación.
El sistema de detección contempla la instalación de detectores de humo con dirección
independiente para cada una de las áreas de trabajo, así como para áreas comunes, apoyándose
con las estaciones manuales de alarma distribuidas a lo largo del edificio. Todos estos puntos de
control reportarán a un Tablero Maestro el estado en que se encuentren. La programación del
funcionamiento de los mismos deberá tener la capacidad para ser modificada por el usuario de
acuerdo a las necesidades y requerimientos del lugar.
En caso de reportarse una alarma, el sistema verificará si realmente es necesario mandar el
comando de evacuación, otorgándole al operador un tiempo para verificar el origen de la alarma. Si
el operador al revisar el área afectada determina que es necesaria la evacuación puede activarla
directamente en el tablero, o en su caso, el tablero lo hará al cumplirse el plazo de verificación.
Las instalaciones fijas de detección de incendios permiten la detección y localización automática del
incendio, así como la puesta en marcha automática de aquellas secuencias del plan de alarma
incorporadas a la central de detección. Pueden vigilar permanentemente zonas inaccesibles a la
detección humana.
Un sistema automático de detección de incendios está formado por elementos capaces de detectar
el incendio sin intervención humana emitiendo una señal que activa la alarma para que los
ocupantes de las instalaciones tengan tiempo de evacuar y evitar así daños personales.
Un sistema básico estará formado por los siguientes elementos:
 Central de detección de incendios: Es el panel electrónico que conecta con los distintos
elementos del sistema.
 Detector de incendios: Es el elemento que detecta el humo o el aumento de temperatura,
activándose y dando aviso a la central de alarma.
 Pulsador manual de alarma: Es un pulsador manual que se coloca en lugares accesibles para
que en caso de incendio se pueda activar y dar aviso del incendio.
 Sirena: Es el elemento sonoro y/o visual que nos indica que se ha producido un fuego.
Dependiendo de cómo se comuniquen los elementos con la central de detección, son
convencionales o analógicos.
 Sistemas convencionales: Son más sencillos y económicos. Indicados para diáfanos, sin
compartimentar (garajes, naves diáfanas)
 Sistemas analógicos: Los elementos se relacionan con la central de manera que desde ésta
se puede saber qué elemento ha dado la alarma, fecha, estado de los elementos, etc.
Además permiten configurar distintos módulos de activación para enlazar con otros
sistemas (extinción, evacuación, etc.). Fundamental en hoteles, edificios de oficinas,
colegios y en general toda construcción en la que sea crucial saber el punto exacto del inicio
del incendio para actuar rápidamente.
Aspectos a tener en cuenta a la hora de su instalación
Los detectores de presencia se caracterizan por su sencilla instalación y por sus múltiples beneficios,
especialmente en relación con el ahorro y la eficiencia energética. A diferencia de los sistemas
conectados, pueden ayudarnos a iluminar estancias sólo en caso de que estén ocupadas, pero
también conectar equipos de aire acondicionado, ventiladores o extractores de baño cuando sea
necesario su uso.
A la hora de su instalación habrá que tener en cuenta algunos aspectos. Por ejemplo, decidir si
optamos por detectores de techo, de pared o si serán de superficie o empotrables. En cualquier
caso, debemos saber que el detector es más sensible al movimiento que cruza el haz de detección
que al que sigue su misma trayectoria.

4. Ascensores o montacargas:
Los montacargas y ascensores, encargados del traslado de mercancías y personas. Estos, aunque
puedan resultar similares, cuentan con claras diferencias entre ellos, lo que hace que cada uno
resulte más idóneo para un tipo de desplazamientos que el otro.
En primer lugar, se puede definir un montacargas como un ascensor, pero de grandes dimensiones,
y, como su mismo nombre indica, se utiliza para el traslado de volúmenes y cargas de gran tamaño.
Su estructura se compone de un chasis que se desplaza a través de dos rígidas guías, que son
paralelas entre sí y se sustentan sobre una estructura de metal, que se encuentra anclada al propio
edificio.
Se puede definir un ascensor o elevador como un tipo de transporte que se encarga del
desplazamiento entre distintos niveles de personas o cargas. Su estructura se compone de
elementos que son tanto mecánicos como eléctricos y que, de forma conjunta, dan lugar a un tipo
de mecanismo de desplazamiento totalmente seguro.
Característica de la instalación:
Su sistema de accionamiento requiere de un motor eléctrico, para comenzar a funcionar. Este
cuenta con un sistema de suspensión, que incluye una cabina y un contrapeso, de manera que el
sistema puede permanecer en equilibrio (por lo general, un 50 % de la carga nominal en la
elevación). Por lo tanto, en este modelo, la tracción es posible, debido a que los cables están
adheridos en la polea motriz o el motor eléctrico. Se produce su deslizamiento por unos raíles
verticales con elementos de seguridad como paracaídas mecánico, limitador de velocidad o
amortiguadores de foso.
Elementos de los ascensores:
 Cabina
La cabina es el elemento portante del sistema de ascensores. Está formada por dos partes:
el bastidor o chasis y la caja o cabina, o por una cabina autoportante. El bastidor se apoya
en unas guias verticales.
 Contrapeso
La mayoría de los ascensores tienen un contrapeso, que tiene una masa igual a la de la
cabina, más la mitad de la carga máxima autorizada, por lo que el motor no tiene que mover
toda la masa de la cabina, sino solo una fracción. Debido a ello, un ascensor vacio, pesa
menos que el contrapeso. También esta conducido por unas guias.Su funcion exactamente
es equilibrar la carga para facilitar el trabajo del motor y no forzarlo demasiado al mover
una determinada carga.
 Sistema de paracaidas
En los extremos inferior o superior del bastidor de la cabina, según necesidades; se
encuentra el sistema de paracaídas, ya sea instantáneo o progresivo. Este sistema libera
unas cuñas contra las guías para frenar la cabina en caso de que baje a más velocidad de la
permitida por el limitador de velocidad, impidiendo que la cabina pueda caer libremente
incluso en el caso de que se partieran todos los cables que sujetan la cabina. En los
ascensores de la actualidad y según normativa de cada país o región también frena en
subida, es decir cuando la cabina sube. A veces también se instala un sistema de frenado en
el contrapeso.
 Grupo tractor en los ascensores electro-dinámicos Los grupos tractores para ascensores
están formados normalmente por un motor acoplado a un reductor de velocidad, en cuyo
eje de salida va montada la polea acanalada que arrastra los cables por adherencia.
 Maniobras de control
Los cuadros de maniobra actuales tienen un sistema de información de errores, que en caso
de avería muestran en una pantalla el código de error de tal forma que el mecánico del
ascensor sabe cual ha sido el motivo de que el ascensor se haya parado.
Hay que tener en cuenta que un ascensor cuenta con múltiples dispositivos de seguridad para evitar
cualquier riesgo de accidentes y en cuanto cualquier dispositivo falla el ascensor quedará
automáticamente parado. Cualquier ascensor por antiguo que sea tiene contactos en las puertas
exteriores, puertas de cabina, contacto de rotura de cables (actualmente ya no se montan), contacto
de disparo de polea del limitador superior, contacto de aflojamiento de cable en polea de limitador
inferior, contacto de acuñamiento en cabina, etc. etc. En cuanto cualquiera de estos contactos falle
el ascensor se parara indicando el contacto o dispositivo que ha fallado

5. Energía eólica:
La energía eólica es una forma indirecta de la energía solar ya que se produce como consecuencia
de la energía cinética del viento y éste es efecto de las diferencias de temperatura y presión de la
atmósfera originada por la radiación del sol.
La energía eólica se empieza a utilizar para producir electricidad durante el siglo pasado aunque
siempre aplicada a instalaciones de pequeño tamaño y principalmente orientado al autoconsumo.
La busca de alternativas al modelo energético convencional hizo, en la década de los noventa, que
la energía eólica cobrara importancia por sus ventajas medioambientales. Desde entonces este tipo
de energía se ha desarrollado tecnológicamente demostrando su viabilidad en términos económicos
y reafirmándose como energía de futuro.
Una instalación eólica de tamaño industrial consta de una o más maquinas (aerogeneradores)
colocadas a una distancia adecuada las unas de las otras, para que no interfieran desde el punto de
vista aerodinámico entre ellos, y según un diseño sobre el territorio (en filas, en grupos…) en función
de la exposición al viento y del impacto visual.
Los aerogeneradores están conectados, a través de cables enterrados, con la red de transmisión a
la que se entrega la energía.
Las máquinas eólicas, más allá de las peculiaridades de los modelos y de los adelantos tecnológicos
diferentes según la empresa constructora, funcionan con la fuerza del viento que acciona las palas
de la máquina (en numero de una a tres) fijadas a un buje. El conjunto de las palas y del buje
constituye el rotor. El buje, a su vez, está conectado a un primer eje (llamado eje de baja velocidad)
que gira a la misma velocidad angular que el rotor.
El eje de baja velocidad está conectado a un multiplicador de giros, del que sale un eje de alta
velocidad que gira con velocidad mayor (resultante del producto de la del eje de baja velocidad por
el multiplicador de giros). En el eje de alta velocidad hay un generador eléctrico que produce la
energía eléctrica canalizada por los cables a la red. Todos estos elementos se encuentran en la
llamada góndola que a su vez se encuentra sobre un soporte, que se puede orientar según la
dirección del viento.
La góndola se completa con un sistema de control de la potencia y otro de control de la orientación.
El primero tiene la doble función de regular la potencia en función de la velocidad del viento
instantánea (haciendo funcionar la turbina lo más cerca posible de su potencia nominal) y de
interrumpir el funcionamiento de la maquina en caso de viento excesivo. El segundo, en cambio,
consta de un control continuo del paralelismo entre el eje de la máquina y la dirección del viento.
La góndola se encuentra sobre una torre que puede ser de celosía o tubular cónica, anclada al
terreno con adecuados cimientos de hormigón armado.

Existen dos tipos de instalaciones eólicas:

Aisladas: Las instalaciones aisladas no disponen de conexión con la red eléctrica. Son, en general,
instalaciones a pequeña escala y se destinan al autoabastecimiento eléctrico de inmuebles
localizados en lugares alejados, entornos rurales, etc. Se suelen complementar con energía solar
fotovoltaica para garantizar el suministro y evitar la necesidad de acumuladores u otro tipo de
energía.

Parques eólicos: Los parques eólicos están formados por un conjunto de aerogeneradores que se
encuentran conectados a la red de distribución eléctrica general. Son instalaciones de grandes
dimensiones que se localizan en lugares donde la velocidad del viento es adecuada para la
rentabilización de las inversiones. Posibilitan la obtención de al menos 1 Megavatio de potencia.
Existen también parques eólicos marinos cuyo fundamento tecnológico es equivalente al de los
parques eólicos terrestres, aunque los aerogeneradores suelen ser de mayores dimensiones.

Algunas consideraciones sobre la Energía Eólica


Antes de proceder a la instalación de parques eólicos productores de energía eléctrica se deben
realizar estudios exhaustivos de las condiciones del viento en la zona. Los aerogeneradores para
funcionar a pleno rendimiento necesitan viento de fuerza y velocidad lo más constante posible, sin
cambios bruscos al alza o a la baja.

Las instalaciones de energía eólica pueden tener un elevado impacto a escala local debido
principalmente a sus grandes dimensiones, la elevada ocupación del territorio y los ruidos que
genera su funcionamiento. Hay que ser cuidadoso en la elección de los emplazamientos intentando
afectar lo menos posible a los ecosistemas del entorno y valorando las necesidades reales que
queremos cubrir para no sobredimensionar si no es necesario.
En lo que se refiere al ruido producido, éste sólo se percibe en la propia instalación y es menor que
el de otras instalaciones como las centrales térmicas. Además los parques eólicos se suelen emplazar
en zonas no cercanas a núcleos urbanos.

Aunque el impacto ambiental de las instalaciones eólicas es claro, hay que tener también en cuenta
que agotada su vida útil, el territorio sufre una regeneración completa, cosa que no ocurre en otro
tipo de instalaciones.

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