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Pág.
Introducción 3
Acciones cambiarias 4
Acción cambiaria directa 5
Acción cambiaria de regreso 5
Acción cambiaria de ulterior regreso o reembolso 6
Requisitos para ejercitar las acciones cambiarias 7
Pagos a reclamarse con el ejercicio de las acciones
cambiarias 9
Ejercicio de las acciones cambiarias 10
Rechazo del ejercicio de la acción cambiaria por el obligado. 10
Opciones que tiene el tenedor de un título valor si es que
la acción cambiaría resulta improcedente 11
Improcedencia de la acción cambiaria entre sí 11
Solidaridad cambiaria 12
Acción alternativa 13
Medios de defensa contra acciones cartulares o cambiarias
señaladas por ley 14
Otras clases de acciones
Acciones extracambiarias 14
Acción causal 15
Acción de enriquecimiento indebido 15
Conclusiones 16
Anexos 17
Bibliografía 23
INTRODUCCIÓN
La Ley de los Títulos Valores estipula que éstos tienen mérito ejecutivo, si reúnen
los requisitos formales exigidos por la presente Ley, según su clase.
Las acciones cambiarias derivan de los títulos valores tal como señala la LTV.
Acción ejecutiva es la que se deriva del mérito ejecutivo del que gozan los títulos
valores, y que confiere a su tenedor una protección especial, inmediata y
provisional por parte de las normas procesales.
Las acciones cambiarias, según nuestra legislación estas pueden ser: Acción
directa, Acción de regreso y Acción de ulterior regreso.
ACCIONES CAMBIARIAS DERIVADAS DE LOS TÍTULOS VALORES
Las acciones cambiarias son las que se amparan en la existencia de los títulos
valores, en tal sentido se debe presentar el mismo para hacer valer las mismas,
por lo cual es claro que la acción cambiaria es diferente a la acción causal, es
decir, si un crédito ha sido garantizado con una letra de cambio, la acción
cambiaria es la que tiene como amparo el titulo valor y no el crédito, es decir, se
desvinculan la causa con el título valor. En tal sentido en estas acciones no
deben probarse los negocios que han originado los títulos valores. A esta
relación algunos conocen como causal abstracta, y toman como ejemplo el caso
de la inscripción o traslación de dominio de bienes registrados respecto de su
causa, que puede ser una compraventa, donación, permuta, remate,
adjudicación, entre otras. Las acciones cambiarias son tres que son las
siguientes: la acción directa, la acción de regreso y la acción de ulterior regreso.
Las acciones cambiarias son el principal derecho que posee el tenedor del título
valor, pues es mediante su ejercicio que podrá hacerse cobro del importe
contenido en el título. Efectivamente. Las acciones cambiarias facultan
únicamente al tenedor legítimo del título valor para exigir a los obligados
cambiarios el cumplimiento de la prestación contenida en dicho documento
cambiario. Es decir, el pago efectivo de la deuda.
Jiménez (1992) señala:
La acción cambiaria nace del título, y es consecuencia de la obligación que
contrae cada uno de los que en ella ponen su firma, sea como girador,
endosante, avalista o aceptante, comprendiéndose en este carácter, no sólo el
girado que aceptó, sino también, en su caso, al interviniente en la aceptación y
al indicatario que aceptó la letra en cumplimiento de la indicación hecha en el
momento. (p. 159)
Los títulos valores confieren a su tenedor la acción cambiaria directa, que puede
ejercitarse contra el obligado principal y/o sus garantes.
El mismo tenedor está facultado a ejercer conjunta o sucesivamente a la acción
directa, la acción cambiaria de regreso, contra los endosantes, garantes de éstos
y demás obligados del título, distintos al obligado principal y/o garantes de éste.
Quien ha cumplido con el pago de un título valor en vía de regreso, puede repetir
dicho pago contra los demás obligados que hayan intervenido en el título valor
antes que él, ejercitando la acción de ulterior regreso. La misma acción
corresponde a quien pague en esta vía, contra los obligados anteriores a él.
ACCIÓN CAMBIARIA DIRECTA
El artículo 90.1 de la ley de títulos valores peruana vigente, ley 27287, establece
que los títulos valores confieren a su tenedor la acción cambiaria directa, que
puede ejercitarse contra el obligado principal y/o sus garantes.
La ley establece que puede ejercitarse contra el obligado principal y/o sus
garantes. Como vemos, la ley no señala quién es el sujeto activo de la acción
directa, refiriéndose solamente a los sujetos pasivos. Podemos señalar que el
sujeto activo de la acción directa es el tenedor legítimo del título valor, a quien
se le debe hacer efectivo el pago a la sola presentación del documento.
La cuestión estaría en determinar cuando un simple poseedor puede probar que
es el legítimo tenedor del documento. Al respecto, el art. 45.1 de la Ley de títulos
valores precisa que el poseedor de un título valor transmisible por endoso, es
considerado como tenedor legítimo si justifica su derecho por una serie
ininterrumpida de endosos.
Montoya (2000) expresa:
Respecto a los sujetos pasivos, la ley anterior señala al aceptante y sus avalistas.
La actual, como vimos, considera al obligado principal y sus garantes. Obligado
principal, no solo es el aceptante sino también el girador, e cual, naturalmente,
puede tener garantes. Garantes, como son los avalistas y los fiadores, pues con
ambos institutos se asegura y respalda el cumplimiento de la prestación
contenida en el título valor. (p. 148)
El artículo 90.2 de la ley de títulos valores peruana vigente, Ley 27287, establece
que el tenedor está facultado a ejercer conjunta o sucesivamente a la acción
directa, la acción cambiaria de regreso, contra los endosantes, garantes de éstos
y demás obligados del título, distintos al obligado principal y/o garantes de éste.
Es aquella que corresponde al tenedor legítimo del título valor y además a cada
uno de los obligados que haya tenido que efectuar el pago a un tenedor posterior,
La acción de regreso se ejercita contra cualquier obligado que puede ser el
aceptante o sus avalistas. La responsabilidad del endosante deriva del hecho de
que por el endoso asume la posición de un girador.
Solis (1995) señala:
El artículo 90.3 de la ley de títulos valores peruana vigente, Ley 27287 establece
que quien ha cumplido con el pago de un título valor en vía de regreso, puede
repetir dicho pago contra los demás obligados que hayan intervenido en el título
valor antes que él, ejercitando la acción de ulterior regreso. La misma acción
corresponde a quien pague en esta vía contra los obligados anteriores a él.
Castillo (2009) expresa que:
Implica la posibilidad que otorga la ley a quien pagó el título valor en la
oportunidad en que fue exigido, de solicitar el reembolso d pago que efectuó a
cualquiera de los obligados de regreso. (p. 145)
Esta acción protege cambiariamente a quien siendo endosante pagó el título
valor cuando le fue presentado por el tenedor, es decir, que quien se convierte
en el nuevo tenedor del documento, puede hacer uso de la vía ejecutiva
correspondiente para reembolsarse los pagos que se vio obligado a realizar,
como consecuencia de su condición de obligado de regreso.
Si el pago efectuado es parcial, para el ejercicio de la acción cambiaria, deberá
el tenedor del título valor entregarle a quien efectuó tal pago y a costa de éste,
la copia certificada notarial o judicial del título valor con la constancia de haber
sido parcialmente pagado. Tal copia certificada tiene mérito ejecutivo.
La ley establece que prescribe a los seis meses, a partir de la fecha de pago en
vía de regreso, la acción de ulterior regreso contra los obligados y/o garantes de
éstos, anteriores a quien lo ejercita. Dentro de este mismo plazo debe ejercitarse
la acción de repetición que corresponda al garante del obligado principal contra
éste.
El tenedor del título valor está facultado a exigir a aquel contra quien dirige la
acción cambiaria. Los siguientes pagos:
Los intereses que correspondan, los cuales devengarán a partir del día en
que se efectúa el pago.
Otros gastos, que son los derivados del protesto o formalidad sustitutoria.
Los costos y cosías judiciales o arbitrales.
Los obligados a reembolsar los pagos señalados, son aquello que antecedieron
en la tenencia del título valor al que efectuó el pago, es decir, los anteriores
endosantes, el girador y los avalistas y/o fiadores.
Los pagos materia de reembolso son:
- La suma total pagada, es decir aquella indicada en el título valor, salvo
el caso de pago parcial, en que sólo podrá reclamarse la suma
insatisfecha.
- Los intereses que corresponda, los cuales devengarán a partir del día
en que se efectúa el pago.
- Otros gastos, que son los derivados del protesto o formalidad
sustitutoria, los costos y costas judiciales o arbitrales.
El contenido literal del título valor o en los defectos de forma legal de éste.
El art. 11 de la ley se contrae a establecer una regla que se refiere a las letras
de cambio, pagarés, vales a la orden y cheques, o sea, a los efectos de comercio,
estableciendo que quienes giren, acepten, endosen o avalen estos documentos
quedan obligados solidariamente frente al tenedor.
En este caso ha querido la ley otorgar a estos títulos, las mayores seguridades
para obtener el pago respectivo, entre los que tenemos: la declaración expresa
de solidaridad y la facultad de exigir el pago sin tener que observar el orden en
que se hubiesen obligado; la facultad de accionar contra los demás obligados
aunque fueran posteriores al demandado en primer término; y, la facultad de
acumular las acciones directa y de regreso. En este caso, todas y cada una de
las firmas representan la garantía del cumplimiento de la obligación cartular, ya
que tienen la virtud de vincular cambiariamente a su autor. La solidaridad
cambiaria asegura la eficacia del título-valor y, por consiguiente, del derecho
incorporado.
ACCIÓN ALTERNATIVA
Si las calidades del tenedor y del obligado principal del título valor
correspondieran respectivamente al acreedor y al deudor de la relación causal,
de la que se derivó la emisión de dicho título valor, el tenedor podrá promover a
su elección y alternativamente, la acción cambiaria derivada del mismo o la
respectiva acción causal.
Igual derecho asistirá al endosatario respecto a su inmediato endosante, siempre
que el endoso fuere absoluto y derivase de una relación causal, en la que uno y
otro tuvieren las calidades de acreedor y deudor, respectivamente.
Subsiste la acción causal correspondiente a la relación jurídica que dio origen a
la emisión y/o transmisión del título valor no pagado a su vencimiento, a menos
que se pruebe que hubo novación.
Si el tenedor opta por ejercitar la acción cambiaria, de acuerdo al Artículo 18
podrá recurrir a cualquiera de las vías procesales que admita la ley procesal.
Se hace referencia a la doble situación jurídica que emerge del título valor; es
decir, la relación causal que originó su emisión, y las obligaciones cartulares
propias del documento cambiario.
Dicha disposición concierne propiamente a los títulos valores crediticios, como
la letra de cambio o pagaré, en los que la relación causal no se revela del tenor
del documento. Tratándose de los llamados títulos de tradición, o sea, aquellos
títulos valores que representan mercaderías, la acción emergente del título valor
aparece vinculada a la relación causal, es decir, al contrato que originó la emisión
de documento.
El primer inciso establece que si coinciden las calidades de tenedor y acreedor
y obligado principal y deudor de la relación causal; el tenedor puede promover
de forma alternativa la acción cambiaria que derive del título valor y la acción
causal. Para ello, como afirma nuestra doctrina, es necesario que el documento
no haya sido endosado, o no haya entrado en circulación, porque si esto ha
ocurrido el endosatario no podrá promover alternativamente las acciones
derivadas del título. De lo expresado resulta que, ni el primer endosatario
respecto al obligado principal, ni los endosatarios sucesivos, respecto de los
endosantes mediatos, pueden promover la acción cambiaria y causal.
El segundo inciso concede acción alternativa al endosatario respecto a su
inmediato endosante, bajo dos condiciones:
- que en ellos coincidan las calidades de deudor y acreedor, en una relación
causal.
- Que el endoso efectuado sea absoluto y derive de una relación causal.
ACCIONES EXTRACAMBIARIAS
El derecho cambiario ha sufrido grandes modificaciones en estos temas, por lo
cual es necesario dejar constancia que hace falta la actualización
correspondiente de los lectores. O de lo contrario estaremos condenados al error
en las asesorías a los clientes a los cuales brindemos nuestros servicios
profesionales. Las acciones extracambiarias son la acción causal y la acción de
enriquecimiento sin causa, las cuales ya se encontraban establecidas en la
legislación anterior o abrogada por la legislación actual.
ACCIÓN CAUSAL
La acción causal es la que deriva del acto jurídico que motivó la creación del
título valor, por lo cual es claro que si un contrato de compraventa está
garantizado en su pago con un cheque, en este caso la acción causal es la que
se ampara en las normas del código civil peruano de 1984 y no en la ley de títulos
valores, por lo cual es claro que se aplican otras normas, y éstas normas son del
derecho común, en tal sentido se debe acreditar la obligación garantizada. La
acción causal prescribe en el plazo que fija la norma que regula la obligación
garantizada con el título valor. El artículo 100 de la ley de títulos valores peruana
vigente, ley 27287 establece que la caducidad y prescripción de las acciones
causales correspondientes a los actos jurídicos que dieron lugar a la emisión,
aceptación, garantía o transferencia de los títulos valores, operan en los plazos
que les corresponda según la naturaleza de las relaciones jurídicas de las que
ellas se derive, conforme a la ley de la materia.