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INMUNIDAD

El término "inmunis" (inmune) se introdujo en la Biología para expresar el estado en que


quedaban los vertebrados superiores que, después de pasar por una enfermedad microbiana,
adquirían la propiedad de quedar libres de volver a padecerla.

Podemos definir la inmunidad como el estado de resistencia que presentan los organismos
frente a la infección. La ciencia que estudia la inmunidad se denomina Inmunología.

La inmunología es la ciencia encargada del estudio de las respuestas de defensa desarrolladas


por el individuo frente a la agresión por microorganismos o partículas extrañas y también frente
a aquellas procedentes del propio medio interno (células neoplásicas o cancerígenas).
La inmunidad puede ser congénita, es decir, hereditaria (y propia de cada especie).

La inmunidad adquirida puede lograrse por vía natural o de una manera artificial. Tanto una
como otra pueden dividirse en inmunidad activa e inmunidad pasiva (en la activa el individuo
recibe antígenos y fabrica anticuerpos específicos contra esos antígenos: es más duradera; en la
pasiva el individuo recibe los anticuerpos por el suero de un individuo ya inmunizado).

 Respuesta inmunitaria

Cuando el germen ha penetrado atravesando las primeras barreras defensivas, se encuentra con
otras que luchan contra su difusión. Hablamos ya de respuesta inmunitaria, en la que
intervienen principalmente -como ya hemos visto- los linfocitos. Los tipos de respuesta que
ofrece el organismo son dos: respuesta celular y respuesta humoral.

*Respuesta celular. Se apoya en la capacidad fagocítica de diversas células del organismo. En


este tipo de respuesta intervienen los linfocitos T (derivados del timo) y los macrófagos. Emiten
pseudópodos en contacto con partículas extrañas y las engloban en su protoplasma.

Los linfocitos T actúan de 3 formas:

1) Transformándose en linfocitos citotóxicos o asesinos, que destruyen antígenos como células


cancerosas o células de tejidos trasplantados.

2) Sintetizando el factor activador de los macrófagos (por el que éstos se activan y adquieren
la propiedad de fagocitar antígenos como bacterias, protozoos o virus, y digerirlos).

3) Sintetizando el interferón: proteína que induce la síntesis de proteínas antivirales en células


infectadas por virus (aunque esto forma parte más bien de la respuesta humoral).
Una vez sensibilizados, se distinguen tres clases de linfocitos T según su función: los linfocitos
citotóxicos (Tc), que al tomar contacto con el antígeno para el que han sido sensibilizados, lo
destruyen; los linfocitos Th, que activan la respuesta inmune; y los linfocitos Ts, que inhiben la
respuesta inmune.

*Respuesta humoral. Se caracteriza porque los linfocitos B, al ser estimulados por el antígeno,
reaccionan formando anticuerpos. En la formación de anticuerpos, sin embargo, intervienen 3
tipos de células: los linfocitos B, los linfocitos T y los macrófagos.

Los macrófagos tienen la función de fagocitar los antígenos y procesarlos de tal manera que se
conviertan en antígenos aptos para estimular la respuesta inmunológica cuando son
presentados a los linfocitos.

Los anticuerpos reaccionan específicamente con los antígenos para bloquear su acción nociva
para el organismo.

Resumiendo: -Respuesta celular: linfocitos T y macrófagos.

-Respuesta humoral: linfocitos B con la colaboración de linfocitos T y macrófagos.

 Reacción antígeno-anticuerpo

Denominamos antígeno a toda molécula que al entrar en contacto con los linfocitos es capaz de
activarlos y desencadenar una respuesta de tipo humoral o celular.

Los anticuerpos son glucoproteínas de alto peso molecular sintetizadas por las células
plasmáticas, que las secretan al espacio extracelular. Los anticuerpos pueden encontrarse en
todos los líquidos orgánicos. Sin embargo es en el suero donde existe la mayor concentración.

Se han identificado en el hombre cinco clases de inmunoglobulinas (gammaglobulinas con


actividad de anticuerpos), que se denominan: Ig G, Ig M, Ig A, Ig D e Ig E.

Las inmunoglobulinas están formadas por cadenas pesadas (H de heavy) y ligeras (L de light) de
proteínas en las que hay porciones constantes y porciones variables.

La propiedad biológica más característica de las inmunoglobulinas es su capacidad de reaccionar


específicamente con los antígenos. La unión del antígeno con el anticuerpo se efectúa a través
de las porciones variables de los fragmentos de Ig especializadas en la unión con el antígeno.
Que la unión antígeno-anticuerpo es específica, significa que las inmunoglobulinas sintetizadas
por estímulo de un antígeno, no reaccionan con otro antígeno de composición química
diferente. La base de esta especificidad reside en la secuencia de aminoácidos de la porción
variable.

 Respuesta inmune primaria y secundaria

Cuando en un animal entra por primera vez un antígeno (o se le administra por vía parenteral:
intravenosa, intramuscular, subcutánea, etc.), éste es fagocitado y llevado a los ganglios
linfáticos, donde es reconocido por los linfocitos, y éstos son estimulados.

La primera inmunoglobulina sintetizada es la Ig M. Si no penetra en el animal una nueva dosis


de antígeno, apenas forma otras clases de inmunoglobulina. La respuesta es poco intensa y poco
duradera: alcanza su máximo a los 10-15 días de la entrada del antígeno y luego declina
(respuesta primaria).

Pero si el antígeno vuelve a entrar al cabo de unos días de haberlo hecho por primera vez (o se
le administra una nueva dosis al animal), se observa una respuesta secundaria en la que
fundamentalmente se sintetiza Ig G. Esta respuesta es más rápida, intensa y prolongada que la
anterior.

Inmunodeficiencia

Se conoce con este nombre la insuficiencia total o parcial del sistema inmune para lograr una
respuesta eficaz ante un antígeno, lo que da lugar a enfermedades graves, debido a la
importancia de los mecanismos inmunitarios para defender al organismo.

La inmunodeficiencia puede ser congénita o adquirida.

La congénita obedece a la deficiencia en la producción de gammaglobulinas o de linfocitos T por


alguna anomalía genética que repercute en el desarrollo y funcionamiento del sistema inmune.

La adquirida más conocida es el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), producido por


un virus que se transmite por la sangre (transfusiones, inyecciones, etc.) y por el contacto sexual.

El virus del SIDA ataca a los linfocitos Th y reduce considerablemente su número. Dado el papel
que estos linfocitos desempeñan como activadores de los Tc y de los B, la actividad citotóxica y
la producción de inmunoglobulinas se ven disminuidas, por lo que el organismo queda
desprotegido ante cualquier infección, por leve o poco importante que parezca ésta.

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