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Versión estenográfica de la intervención del senador

Eduardo Ramírez Aguilar, del Grupo Parlamentario de


Movimiento de Regeneración Nacional, en el Foro “El
Sistema de Justicia Penal en México: ¿En dónde
estamos y hacia dónde vamos?”, realizado en el Salón
de la Comisión Permanente.

Muy buenos días.

Es un gran gusto estar con ustedes compartiendo este foro que, a casi 11 años de
su implementación, hacer un análisis.

Le agradezco al coordinador del Grupo Parlamentario del PRI que nos hiciera la
invitación; al licenciado Miguel Ángel Osorio Chong; a cada uno de los
coordinadores que, con su presencia y su participación, enriquecen esta propuesta
tan importante e interesante para México.

A todos los ponentes, a todos los que van a participar en el foro, académicos,
estudiantes, investigadores e impartidores de justicia.

A casi 11 años de la implementación del nuevo Sistema Penal Acusatorio, México ha


venido evolucionando en su impartición de justicia y, hasta hace tres años se ha
concretado esta gran reforma en cada una de las entidades federativas.

Este modelo buscó una eficacia y erradicar vicios que en el anterior sistema escrito
sucedían en el acontecer de todos los días.

Se buscó un modelo que permitiera tener la justicia con mayor prontitud, con una
perspectiva de derechos humanos en su impartición de justicia. Sin embargo, han
existido reclamos en la sociedad, porque existe la preocupación de que este sistema
protege incluso a los que cometen delitos y no así a las víctimas.

Esto evidentemente se escucha en la calle, se escucha en cada uno de los rincones


en los que uno recorre, ya sea municipios o estados, su país, y por eso se hizo una
reforma constitucional que, por cierto, muchos de ustedes criticaron, que fue la
reforma de prisión preventiva oficiosa, ampliar el catálogo de delitos.

Y esto se hizo, derivado de una preocupación social.


En cada uno de estos delitos que permanentemente se cometen en la sociedad, se
veía con gran preocupación, porque tal pareciera que fuera una puerta giratoria para
este tipo de delincuentes y volvían a regresar, ya sea a las carreteras a hacer el robo
o, en su defecto, el delito de corrupción, el delito de fraude electoral, así muchos
delitos que se ampliaron.

Esto es derivado de una necesidad, de una petición, entendiendo que la crítica era
que se estaba regresando nuevamente a lo que ya se había avanzado; y
seguramente es correcto, por eso se planteó que en cinco años se evaluara
nuevamente esta parte.

En este nuevo proceso penal acusatorio, no podemos dejar pasar este capítulo,
porque sin duda es un tema a discutir, es un tema importante que debe estar en la
mesa de los foros y que, cumpliendo este propósito en sus cinco años, pues hacer
una evaluación, una evaluación desde la perspectiva de impartición de justicia.

Y yo quisiera nada más señalar algunos de los grandes retos que la práctica nos ha
ido enseñando.

Quienes hemos tenido la oportunidad de estar en el servicio público, de vivir de


cerca los problemas que aquejan al país, entendemos que también hay que
fortalecer y robustecer a la seguridad pública para tener una impartición de justicia.

Por eso solamente quisiera señalar algunos:

Uno de los grandes retos es lograr una policía científica, preparada y con todas las
herramientas necesarias en la investigación de los delitos.

Dos. Se necesitan laboratorios en todas las áreas de la criminalística, temas por


demás interesantes, pues las fallas detectadas de inicio se reflejan en la
investigación desformalizada, no sólo por la falta de recursos humanos, sino también
por esa ausencia de recursos materiales que coadyuven en la investigación.

Tres. Analizar si la vinculación a proceso cumple con una finalidad práctica y


necesaria.

Si es o no necesario mantener la suplencia de la queja en materia de amparo pernal


y si se contrapone o no con los principios de igualdad y contradicción.

Cinco. Evaluar los tecnicismos en cuanto al ofrecimiento, admisión, desahogo y


valoración de los datos, medios de prueba y pruebas.
Determinar la eficacia del procedimiento abreviado que se ha dejado como facultad
del ministerio púbico y no como una estrategia de la defensa, pero sobre todo
olvidándose que debe ser un mecanismo de aceleración y eficaz del proceso.

Siete. Retomar el debate de la prisión preventiva oficiosa.

Ocho. Revisar, en general, las medidas cautelares y su implementación material.

Estos son algunos de los puntos enunciativos que se deben revisar, pero no son
limitativos.

A 11 años, tenemos grandes logros, pero también mayores retos para cumplir con
las exigencias sociales en el combate de los delitos y darle a la ciudadanía más
certeza jurídica y mayor tranquilidad.

Estoy cierto que de este Foro saldrán muchas preguntas, tendremos conclusiones
que nos van a servir para normar nuestra Agenda Legislativa en este nuevo periodo
que se abrirá y que sobre todo este es un recinto para escuchar todas las voces y
cada uno de nosotros, como grupos parlamentarios, vamos discutiendo al interior de
las comisiones.

Es importante que, en esta etapa de la construcción de acuerdos, los acuerdos


también sean para que la sociedad tenga mejores garantías en su tranquilidad y en
su vida social.

Regularmente nos enfocamos a los temas de política pública social, el combate a la


pobreza, a la desigualdad y nos olvidamos de lo más importante, que es el cómo
vivir con mayor paz, con mayor igualdad, a través de una impartición de justicia que
se haga transparente, pero sobre todo que se demuestre la eficacia con la que
aspiramos a vivir en México.

Yo les agradezco este espacio y espero que este Foro sea de gran aportación para
la construcción de los nuevos acuerdos en nuestra Agenda Legislativa.

Muchas gracias.

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